Psicoanálisis del mexicano El mexicano tiene un complejo de inferioridad, esto debido a que es un pueblo joven, esto es porque se compara con culturas más antiguas como las europeas, y ve valores que el no tiene. Trata de imitar la cultura de Europa, ya que ve en ella lo que quisiera ser. Por lo mismo que se siente inferior a la mayoría, esta a la defensiva por lo que utiliza el ataque verbal como forma de defensa, lo que conocemos como albur. Esto lo que llamamos pelado, es decir de una clase social baja y sin cultura. Pero el pelado tiene su razón de ser es por que ha sido agredido por la vida que se siente resentido, es muy explosivo y volátil. El pelado considera que el poder del hombre reside en el machismo y como representantes de esta hombría son los genitales. Los albures mexicanos son una lucha de sexos, mientras arremete al adversario le atribuye una feminidad imaginaria, dándose él el papel de muy macho, muy hombre. Esta lucha verbal en la que el perdedor toma el papel de mujer violada y el vencedor de hombre violador, muestra lo que quisiera ser: y un hombre fuerte, seguro y valiente. De lo que vemos que el pelado tiene una doble personalidad: lo que es y lo que quisiera ser; lo que es es cubierto por lo que quisiera ser, estas dos personalidades son antagónicas entre sí. Esta dualidad provoca una percepción errónea de la realidad, por lo que vive con miedo y desconfía de todos a su alrededor. Este sentimiento de inferioridad no se da solo en la clase baja por lo que no es únicamente del pelado, en la clase burguesa también se ve, y por eso se da uno cuenta que es algo más genérico: la nacionalidad y la clase social. Máscaras mexicanas El mexicano es un ser hermético. Toma al hombre como un ser cerrado, que no se raja nunca, que es muy hombre. Aquel hombre que se abre, es cobarde, es una mujer, es un traidor. A las mujeres se les toma como inferiores porque físicamente estan abiertas. La hombria se mide por la capacidad de rechazar un ataque, veneramos el estoicismo, nos enseñan a sufrir con dignidad. Creamos una mascara que mostramos ante los demás en la cual reflejamos lo que no somos y quisiéramos ser. Un ejemplo muy claro es el libro del Gesticulador de Rodolfo Usigli, en el cual se cuenta de un profesor Rubio cuyo nombre es homónimo de un General de la revolución que no se sabia su paradero pero se le creía muerto. El profesor toma el papel del General sin saber que el asesino del General Rubio vivía en el pueblo. Al final de la obra tiene la oportunidad de vivir reconociendo que el no es el General o morir por manos del asesino del General, si insiste en pasar por el General y al final lo matan porque prefirió vivir en la mentira. La mujer tiene que ser sufrida y abnegada, aprender a callar y ser un objeto mas de la casa, que es donde debe de estar según los refranes, por ejemplo: La mujer como la escopeta, cargada y en la esquina. Debe de tener en ciertos valores como: el pudor, la decencia, estoicismo, la resignación, la impasividad, entre otros. Gracias al sufrimiento y a su capacidad de resistirlo sin protesta, la mujer trasciende su condicion y adquiere los mismos atributos del hombre. La mala mujer o una mujer que deje de ser un ser estático, abnegado y hermético; también trasciende su fisiología y se cierra al mundo. El mexicano disimula, aparenta, para poder soportar su realidad. Es probable que este disimulo haya aparecido en la época colonial, cuando los indios no se podían expresar libremente por miedo a regaños o castigos de los colonizadores. Aunque el colonialismo ha desaparecido no lo han hecho las actitudes de desconfianza y recelo. Nos hacemos menos hasta el punto de dejar de existir, nos ninguneamos, perdemos la facultad de ser. Y hacemos ninguno a los demás, dejamos de ser, de existir y creamos un silencio sepulcral en el cual nos ahogamos y morimos. CONCLUSIONES 1 Considero estar de acuerdo con los autores, ya que al aplicar el método mayeutico de Sócrates, me pude dar cuenta de que en mi persona se podían ver algunos de los puntos mencionados. Si somos herméticos, no aceptamos culturas diferentes, nos mantenemos recelosos de todos a nuestro alrededor. Considero mas explicita la tesis de Octavio Paz, sin embargo mas técnica la de Samuel Ramos. Estos escritos se tienen que leer con capacidad de autocrítica, porque si no se tiene eso, se sentirá ofendido por las verdades que son mostradas, crudas y ciertas. Aun una vez que la mascara sea descubierta por uno mismo, no es fácil quitarla, aun se siente mucho miedo ante el exterior, se mantiene la posición defensiva. Nos estamos nulificando unos a otros, como cangrejos en una cubeta nos jalamos hacia el fondo unos a otros, porque así es la forma en que pensamos, con miedo, con rencor; pero lo que no nos damos cuenta es que el rencor es a nosotros mismos por no poder hacer lo que quisiéramos, nos reprimimos. El libro que hace mención Paz lo leí una vez y me quise sentir identificado con la realidad psicológica que maneja: El ser alguien mas, el que uno quisiera ser. Y es bueno darse cuenta de la realidad: quien es uno y a donde va sino vagaremos sin rumbo por la vida, sin un propósito y eso es lo peor que nos puede pasar. 2