COMENTARIOS DE PASILLO Despedido por obedecer al jefe Si un superior obliga a un ­trabajador a participar en conductas legalmente irregulares, el empleado debe ponerlo en conocimiento de la empresa y no convertirse en cómplice. Así se desprende de una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Murcia en la que se declara procedente el despido de un trabajador al que se acusaba de cobrar a los clientes al contado y sin IVA. La excusa del empleado, que ocupaba un cargo de mando intermedio, era que actuaba siguiendo instrucciones del gerente. La empresa comunicó al trabajador su despido cuando descubrió la tra­ ma ilegal que se estaba produciendo. Junto a él fueron despedidos también el gerente y el jefe de taller, y se sancionó con suspensión de empleo y sueldo a tres empleados más. Una dedicación recompensada El Tribunal Supremo ha obligado a un divorciado a pagar una pensión compensatoria de 400 euros mensuales a su exmujer al entender que su dedicación en exclusiva durante 21 años al cuidado de su familia influyó “negativamente” en su desarrollo profesional y determinó un periodo de cotización menor. Se estima así el recurso de la mujer contra la sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid que eximió a su expareja de pagarle la pensión compensatoria que anteriormente había fijado un juzgado de Coslada. La Audiencia no apreció ningún “desequilibrio” y afirmó que la pensión compensatoria no es “un mecanismo dador de cualidades profesionales que no se tienen”. La Sala de lo Civil corrige ahora este criterio al destacar que el “prolongado lapso de dedicación a la familia determina que la pensión cotizada sea inferior” y ello exige la “oportuna compensación”. El alcalde no tiene culpa del mal tiempo Decidir el tiempo que va a hacer mañana no es una competencia municipal. Al menos, eso es lo que dice una sentencia de un juzgado de lo Contencioso-Administrativo de Pontevedra, que ha desestimado una reclamación de daños que formuló un ciudadano que resbaló en una placa de hielo que se formó en una acera. El fallo especifica que “no existe responsabilidad municipal ya que la placa de hielo estaba causada por las bajas temperaturas”. O lo que es lo mismo, se viene a reconocer que al alcalde se le puede culpar de muchas de las cosas que suceden en la ciudad, pero no del mal tiempo. El accidentado reclamaba una indemnización de 5.068 euros alegando que la placa de hielo se formó porque estaba activado el riego automático en un jardín municipal. Una indemnización de 600.000 euros El Tribunal Superior de Justicia de las Islas Baleares (TSJIB) ha condenado al Servicio de Salud de Baleares (Ib-Salut) y a la aseguradora Zurich a indemnizar de manera solida­ ria con 600.000 euros a los padres de una niña que sufre parálisis cerebral como consecuencia de una hipoxia que sufrió en el parto. Se debe pagar esta cantidad “por los daños y perjuicios físicos y morales sufridos por la asistencia sanitaria recibido durante el proceso de nacimiento de su hija”. El bebé experimentó un “sufrimiento fetal importante” que le ocasionó severas secuelas, por lo que debe seguir tratamiento y ser ayudada por terceras personas de por vida. A la niña, que actualmente tiene 9 años, le ha sido reconocida una minusvalía del 90%. Ojito con los tuits La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado al pago de una indemnización de 1.000 euros y una multa de 100 euros a un usuario de Twitter por las injurias vertidas contra una periodista que participaba como tertuliana en un programa de televisión. El acusado negaba ser el autor de los polémicos tuits, sólo reconocía uno de ellos, y argumentaba que alguien le había suplantado la identidad. Eso le valió para ser absuelto en el juzgado de instancia, pero la Audiencia Provincial revoca esa decisión al entender que el único tuit reconocido por el demandado ya era suficientemente ofensivo y dar validez probatoria a los otros mensajes que el acusado había negado colgar en la red. Procuradores • Nº 107 51