Sí te lo digo soy feliz Jean Carlos Pereira 1 Sí te lo digo soy feliz Jean Carlos Pereira ¡Si te lo digo soy feliz! 2 Sí te lo digo soy feliz Jean Carlos Pereira ¡Si te lo digo soy feliz! Autor: Jean Carlos Pereira www.jpereira.jimdo.com Director de fotografía y diseño de portada: March Riera Asistente de fotografía y escenario José D. Ojeda Sánchez Modelo e imagen gráfica Mary Nelly Sánchez Depósito Legal: Ifi25220141502464. Biblioteca Nacional de Venezuela ISBN: 978-980-12-7511-4 Caracas – Venezuela. 2014. 3 Sí te lo digo soy feliz Jean Carlos Pereira Del autor: Jean Carlos Pereira Ramírez, es un venezolano de sangre y alma, nativo de la aldea tachirense, El Reverendo. Municipio Uribante. A mediados del 2013 disfruta de los matrimonios (civil-iglesia) junto a su compañera Marinelly. Sencillo, amigable y humanista son los principales valores que define su vida. Es graduado en educación mención desarrollo cultural, en la Universidad Experimental Simón Rodríguez (UNESR) Caracas, en el 2010. Cuenta con una “muy buena” experiencia en el campo de la comunicación, especialmente la radio, investigador, productor audiovisual, web máster y profesor de básica y universitario. Otro de sus grandes logros es el proyecto INNOVA MUNDO RADIO que promociona la ciencia y tecnología hecha en Venezuela. Conocer más al autor visita www.jpereira.jimdo.com 4 Sí te lo digo soy feliz Jean Carlos Pereira Dedicatoria Este libro está dedicado a aquellas que desde el centro de cuerpo desean mostrar al mundo su pensamiento, anhelo y su punto de vista pero que a causa de muchas circunstancias en su vida ha perdido la voz, la fuerza, el atrevimiento y la seguridad de expresar. Es dedicado a quienes han querido decir a los cuatro vientos que aptitudes del entorno los han afectado, dejado triste y muchas veces en una constante soledad. Esta obra es hecha para relajar el alma de aquellos que por culpa de otros prepotentes y arrogantes que han sabido usar la comunicación responsablemente hoy sufren miedos, enfermedades y castigos sociales. Dedico este libro ha aquellos lectores que desean rescatar los abrazos, las miradas, las acaricias, los gestos y la voz para poder comunicar al mundo su mágico ideal. 5 Sí te lo digo soy feliz Jean Carlos Pereira INDICE CAPITULO 2 Quiero decirle al mundo CAPITULO 3 ¿Si oculto mi cara? CAPITULO 4 Somos más que palabras CAPITULO 5 ¿Me estima o me estimo? CAPITULO 6 ¿Qué hago con saber todo esto? CAPITULO 7 ¿Todos lo sabe pero cuantos lo viven? 6 Sí te lo digo soy feliz Jean Carlos Pereira Introducción Desde mi infancia y en los sistemas educativos por donde pasé una teoría siempre reinó: donde habla los adultos no se meten los niños. No solo era una teoría sino también tenía sus principios: si no sabes sobre un tema no opine ni averigüe, no mires a las personas que hablan directamente a los ojos, no contradigas lo que los adultos dicen, los padres y maestros siempre tienen la razón y cuando vayas a comunicar algo debe hacerlo con rostro serio, buenas palabras, tono adecuado y para cerrar la lista: cuando las personas te den el derecho a la palabra. Cuando llegué al liceo recuerdo la primera lección de lenguaje: la comunicación es un proceso donde el emisor envía un mensaje al receptor y para este proceso es necesario las normas del buen hablante y el buen oyente, es más, mientras uno habla él otro calla. También aprendí del bachillerato que la comunicación solo la manejaba aquella persona con un buen vocabulario, nivel académico y con cultura (culta). Me enseñaron que la comunicación era medios (radio, tv, prensa) y esos medios eran manejados por grandes profesionales de la palabra y de la imagen. Recuerdo también que yo siendo niño era más salido que tolva de camión (extrovertido). Hablaba hasta por los codos, preguntaba más que un cura, tocaba más que un músico, brincaba más que un chivo y miraba hasta lo que no quería las personas que viera. Esa aptitud me llevó a conocer mucho pero a mamá las vergüenzas que le hice pasar fueron inmensas y como todo, pagaba las consecuencias en casa sin embargo jamás dejé de ser inquieto. 7 Sí te lo digo soy feliz Jean Carlos Pereira Les cuento mi breve historia porque resume la manera de educar en mi época y mi entorno social. Además muestra que desde niño me ha costado estar conforme con lo dice la gente, la norma y la lógica social. Siempre me pregunté por qué debo callar ante aquella persona que atenta contra mi personalidad y mis logros, callar ante el familiar mal intencionado, el vecino entrometido, el compañero insoportable y después de viejo, ante los jefes inconscientes, entornos hostiles y por supuesto ante la tendencia jurídica y política. Crecí con esas ideas girando en el cerebro y con los otros sentidos a mil por hora que observaban y analizaba como aquellas personas con poder sobre otras se hartaban la vida destruyendo al prójimo; sobre todo con las personas que no podían hablar por pena, miedo y temor. Por más que trataba de entender porque aquellas personas actuaban así no tenia éxito ni saciaba mi inconformidad. En 1999 tuve la oportunidad de llegar al mundo de la radio y ver desde otro ángulo el fulano mundo de los medios de comunicación, la verdad, más confusión obtuve porque vi allí el culebrero, el quítate tú para ponerme yo, la envidia y egoísmo en potencia, el dinero como base de la comunicación y vi por vez primera que quien podía hacer radio era el que tenia habilidad para vender y obtener beneficios para la estación y no el que sabía supuestamente comunicar. En el 2003 me mudo a la capital venezolana (Caracas). Lucho con toda mi fuerza y logro entrar en una radio privada de la ciudad, allí tuve la oportunidad de conocer varios locutores y periodistas famosos que estaban para el momento en su gloria en el mundo de la televisión pero es justo ahí donde comprendo que quienes supuestamente eran profesionales de la comunicación eran en su mayoría déspota en su vida real, que en camera eran amables y frente a las personas eran otras. Sin exagerar conocí varios famosos que sus virtudes era ignorar a cualquier humano común que se le apareciera en su frente. A raíz de esto me desilusioné de los mal llamados medios de comunicación o al menos dejé de verlos como naves espaciales de impresionantes luces. Ya hasta aquí eran dos ideas que trataba entender: ¿Por qué quienes tenían la habilidad de expresar sometían y se burlaban de aquellas personas que sufrían 8 Sí te lo digo soy feliz Jean Carlos Pereira de miedo, pena o vergüenza para hablar? Y la otra ¿Quiénes eran en realidad los supuestos profesionales de la comunicación que tenían el secreto para hablar bien, bonito y convincente? En el 2005 inicio los estudios de pregrado y tomé como carrera la educación. Ya con lo que había visto en el campo de la comunicación bastó para que sacarme de la cabeza ser comunicador social, más aún, cuando vi el trabajo fuerte que pasaban los periodistas que no eran famosos o cubrían fuentes en las calles, eso borró por completo mi anhelo por esta profesión. Durante los cinco años en la universidad trabajé en una sola comunidad, llevé junto a mi equipo de estudio varias investigaciones donde participaron niños, jóvenes, adultos hasta abuelitos. En estas investigaciones en la comunidad analicé al máximo los patrones de conductas en relación a la historia y la era tecnológica, comparé la autoestima social entre la antaña y la presente, el compartir colectivo en sus primeros años y la década del 2000. Concluyendo: que una comunidad sea familiar o colectiva que comparte o dejar fluir las expresiones humanas también llamadas expresiones culturales se mantiene unida, armónica, preservada y tiene menos riegos de violencia social, liderazgos dañinos, eventos nocivos y de auto degeneración. Simultáneo a mi carrera en la universidad inicié un proyecto radial que promocionaba la ciencia y tecnología hecha en Venezuela, este me permitió conocer y relacionarme con científicos, tecnólogos, innovadores y especialistas en ciencia y tecnología; lo que me ayudó a ver la tecnología como simples herramientas para la sobrevivencia humana y que con ellas podía darle al mundo un helado de fresa o una bomba nuclear. Desde allí me convencí que el problema no era la tecnología sino quienes la usaban, en otro contexto, el problema no era los medios de comunicación sino la cultura y la conciencia de quienes producían los mismos. Ya feliz de tener mi primera teoría concluí: como los medios de comunicación son simples herramientas tecnológicas, entonces, la comunicación la genera y la produce los seres humanos. Si todos somos humanos, todos somos comunicadores solo falta algún motivo para producir un proceso de comunicación. 9 Sí te lo digo soy feliz Jean Carlos Pereira Luego de mi graduación como licenciado en educación mención desarrollo cultural (2010), me enfoqué en ejercer mi profesión. Aporté como educador en varios programas gubernamentales, me brindaron la oportunidad de ser profesor en una importante universidad venezolana y lo más vigente, soy docente de educación básica en una escuela pública. ¿Para que les cuento esto? Para decirles que he realizado varios diagnósticos y diversas conclusiones sobre la comunicación entre humanos, a la vez, estas han sido puestas en experimentos y cada año tengo nuevos resultados. 10 Sí te lo digo soy feliz Jean Carlos Pereira CAPITULO 2 Quiero decirle al mundo 11 Sí te lo digo soy feliz Jean Carlos Pereira Hay personas que tienen todo en la vida incluyendo una expresión anhelada por muchos pero que terminan hiriendo a su entorno con su forma de comunicar. Esas personas son las que tienen una autoestima complicada que se le escapa con las palabras y sus formas de actuar. De eso vamos a tratar en el presente capítulo analizando como la comunicación está fuertemente enlazada con la autoestima y las expresiones humanas. La primera teoría que quiero compartir contigo querida y querido lector es la comunicación como principal condición de sobrevivencia humana y de entendimiento entre individuos o grupos de ellos, en otras palabras, la única forma de construir lo que hoy llamamos “la sociedad”. La defino como condición porque es parte de nuestro cuerpo o de la genética humana, la usamos cotidianamente de manera inconsciente, sin aplicar formulas, lógicas matemáticas ni argumentos científicos para dejar salir un hola, una sonrisa, un abrazo o un buen día: solo hace falta cruzarse con otro ser humano para que la comunicación como condición se active y nuestros sentimientos fluyan. Alguien con un buen manejo de la comunicación es una persona simpática, tierna, amigable, expresiva, inspiradora de buenos ratos, su rostro es atractivo, confiable, sincero y por lo general provoca compartir tiempo con la misma. Las personas con esta característica sufren menos de estrés, tención, gastritis, mal humor y prepotencia. Saber comunicar drena el cuerpo humano de cargas de energías negativas, controla ambientes comunes y logra objetivos que no podría alcanzarse de otra manera. Ver la comunicación como condición justifica porque expresamos nuestros sentimientos automáticamente (sin pensar o planificar) tal como lo hacemos con otras partes del cuerpo (los pies o las manos). Comunicar es aquel proceso donde la retroalimentación de información es su principal base y para que esto se dé se necesita que los individuos sepan escuchar, comprender y expresar; en otras palabras quien le guste hablar necesita aprender a escuchar y valorar su oyente así como expresar responsablemente. La comunicación como condición es necesaria para que el individuo se integre a la sociedad, exprese sentimientos y se haga sentir presente en un entorno. 12 Sí te lo digo soy feliz Jean Carlos Pereira Es bueno que analicemos la comunicación desde otro aspecto, el que siempre nos los dieron en la escuela o en el hogar: la comunicación como herramienta. Es aquella que permite al ser humano multiplicar su ideal y esto lo logra preparando un discurso, proponiendo metas, previniendo todo el proceso, hasta esperando resultados. Es decir todo está calculado. Es el tipo de comunicación que usa el maestro, el sacerdote, el político, los presentadores de televisión, radio y prensa escrita. Si analizamos el párrafo anterior vemos que en la comunicación como herramienta el mensaje es estudiado, planificado y rigurosamente ejecutado. A diferencia en la comunicación como condición el mensaje es imprevisto, sorpresivo, inmediato y lo peor es que a veces expresamos pensamientos que nos deja mal parados, caemos mal o nos mete en problema, es la comunicación que yo llamo real o sincera. De esa comunicación es la que vamos hablar a continuación. Desde que aparecieron los medios de masificación de información; los mal llamados medios de comunicación social. Han hecho que la mayor parte de las personas relacionen comunicación con herramientas técnicas (radio, tv, prensa) y no como necesidad prioritaria para el bienestar humano. Vemos hoy que la tarea de comunicar se le asignó a los periodísticas, locutores y oradores cuando realmente todos comunicamos, expresamos, generamos y procesamos informaciones, es decir todos somos comunicadores y cuando comunicamos se activa, drena y relaja muchas partes del cuerpo y espíritu humano. Por esta razón contradigo mucho la teoría que me enseñaron en el sistema educativo donde la comunicación a una simple herramienta: emisor-código-mensaje-receptor, es decir, una comunicación lineal que va y no regresa, que no se interrumpe, que los protagonistas no se mueven y tienen un mensaje perfecto. Cuando me pregunta ¿qué es para ti la comunicación? Me gusta decir: es un proceso cargado de adrenalina que se convierte en emoción, una corriente que aumenta en milésimas de segundos entre el cerebro, la boca del estómago y estimula los pulmones, las cuerdas vocales y hasta la lengua para terminar en una explosión de sonido; pero no solo eso, a veces toda esa energía se direcciona a cualquier parte de nuestro cuerpo motivándonos a expresar con una mirada, un guiño, un gesto, una sonrisa, una lagrima, un abrazo, un golpe, un escrito, un 13 Sí te lo digo soy feliz Jean Carlos Pereira dibujo y hasta con una mala cara. Para mí no existe comunicación si todos estos detalles no están presentes, si el mensaje no mueve la fibra del oyente-hablante, si no hay batallas de expresiones y si al final del mismo no queda una paz, satisfacción y acuerdos. POR RAZONES DE SEGURIDAD y motivado que este archivo es un promocional se ha suprimido una parte de este capítulo. Versión incompleta. 14 Sí te lo digo soy feliz Jean Carlos Pereira CAPITULO 3 ¿Si oculto mi cara? 15 Sí te lo digo soy feliz Jean Carlos Pereira Si oculto mi cara con la tecnología En la sociedad de hoy a pesar de los adelantos tecnológicos en telecomunicaciones la mayor parte de quienes la integran tienen graves problemas de comunicación. Esto porque la gente ha dejado que las tecnologías den su cara, sean su voz, viva las situaciones y de ñapa solucionen los problemas. La verdad es que en la actualidad las personas son unas detrás de los dispositivos electrónicos y otras frente a los mismos. El típico caso de los teléfonos inteligentes, las computadoras con sus redes sociales y demás dispositivos electrónicos; donde los usuarios de estos sistemas son unos voraces y temibles seres detrás de los aparatos y angelicales o frágiles cuando están en persona, en otras palabras: si no existieras tales tecnologías estas personas no expresarían sus sentimientos, creencias y percepciones, diría yo más violencia y estrés social. El problema de comunicación entre individuos se ha agravado tanto que ahora la mayor parte de las discusiones se prende y se resuelve a distancias (por el teléfono o pc’s). Bueno para aquellas personas que sufren de violencia domestica pero dañino para quienes solo se pueden expresar a través de los dispositivos electrónicos. La tecnología puede acercar a los distantes pero alejar a los cercanos, en otras palabras: tener dependencia de herramientas para expresar los sentimientos es equivalente a tener boca y no usarla, tener una cama y dormir parados, tener ropa y aguantar frio. En la actualidad hay padres e hijos que viven en el mismo hogar pero se comunican solo por teléfono, redes sociales o dispositivos electrónicos, se enteran de los problemas de sus familiares por mensajes dejados en sitios públicos pero no porque se hayan sentados a compartirlos entre familia, viéndose la cara uno al otro y buscando manera agradables de solucionarlos. Lo ideal es que los seres humanos aprendan a expresar todos sus sentimientos con responsabilidad y que cada situación sea una estrategia de solución de inconvenientes, de manera que cada conflicto deje una enseñanza a los involucrados, que los mismos se sientan desahogados, tranquilos y se fomente la autoestima y seguridad en los actores inmersos en el caso. 16 Sí te lo digo soy feliz Jean Carlos Pereira Las personas con una comunicación poca efectiva es muy probable que termine en frustración, depresión o se auto aislé de su entorno familiar o social. Primero porque teme que sus expresiones no calcen con el pensamiento colectivo y segundo porque siente que no tiene derecho a participar en conversaciones que supuestamente desarrollan personas especializadas. Insisto lograr expresar responsablemente sus sentimientos en vivo y directo (persona a persona) drena el malestar, bota la calentura, relaja los músculos del cuerpo, hace sentirse bien consigo mismo, fortalece su seguridad, tranquiliza su entorno y soluciona sus situaciones de manera favorable. Todo esto se da porque al igual que la fiebre drena el malestar del cuerpo con el calentamiento del mismo, la energía negativa drena también a través de la comunicación. Si oculto mi cara con el respeto Los miedos a expresar los sentimientos, ideales, puntos de vistas, estados de salud, características físicas y psicológicas parte desde la niñez de cada ser, pues influye los patrones de educación que les da los padres, el entorno social, religioso, las leyes y por supuesto la cultura. El hecho que desde niños se nos prohíben muchas cosas, el reino de los “no”, no hagas esto, no hagas aquello, no toques, no brinques, no hables, no preguntes, no mires; hace que sea imposible expresar, proponer o participar en la cotidianidad social por el miedo que traemos desde niños a ser reprochados o rechazados, no queremos ser imprudentes o juzgados; es ahí donde muchos prefieren usar un dispositivo electrónico (pccelular) para decir al mundo lo que quieren sin ser sancionados o interrumpidos antes de terminar sus mensajes. Teniendo en cuenta que no toda persona tiene acceso a un psiquiatra o un psicólogo, tal vez por condiciones económicas, otras por perjuicio (creen que estos profesionales son solo para locos) terminan la vida sin superar miedos de la infancia, sin poder ser libres de malestares comunicacionales, odiando a muchos y hasta con rabietas hacía ellas mismas. Es aquí donde entran las diferencias sociales, las apatías comunitarias, las disputas entre vecinos, las envidias entre individuos y los problemas familiares. Todos estos problemas que impacta la convivencia humana parten por los seres no se saben comunicar efectivamente o no maneja la comunicación responsable. En estos días donde la libertad de expresión es un derecho de todos se la ha 17 Sí te lo digo soy feliz Jean Carlos Pereira tomado como libertinaje social, ahora se piensa que comunicar es hablar mucho, gritar más fuerte, imponer con dolor, ofender hasta hacer llorar y estar siempre a la defensiva. Lo peor es que este tipo de personas son las que terminan siendo líderes sociales o políticos, jefes y de seguro padres que aplicaran este patrón de vida a todos sus súbitos. Por esta razón el entendimiento en las organizaciones comunitarias, sociales o familiares se hace cada día imposible, porque se cree que él sabe comunicar es él no se cada callado por nada, a nadie y puede someter a cualquiera. POR RAZONES DE SEGURIDAD y motivado que este archivo es un promocional se ha suprimido una parte de este capítulo. Versión incompleta. 18 Sí te lo digo soy feliz Jean Carlos Pereira CAPITULO 4 Soy más que palabras 19 Sí te lo digo soy feliz Jean Carlos Pereira En este capítulo entenderemos lo importante que es controlar y cuidar lo que nuestro cuerpo dice. Él cada ratito nos contradice, revela lo que en verdad pensamos y queremos, lo peor de todo que lo hace de manera real, convincente y en contra de nuestra voluntad. Nuestro cuerpo no pierde esa virtud que poseemos cuando niños decir todo aunque la consciencia no lo quiera. Tuve la grandiosa oportunidad de leer un libro del escritor venezolano Jhon Mayer, el poder de ser uno mismo. Me impacto su teoría de las máscaras. Él dice que de manera que el ser humano crece va adquiriendo mascaras que perduraran toda la vida, máscaras que usará para protegerse de las situaciones cotidianas y para no ir en contra de la sociedad. El problema que yo veo es que esas mascaras se nos cae cada rato del cuello hasta los pies y logramos mantener las de nuestras caras y a veces ni esas. Desde chicos los padres nos han enseñado que debemos cuidar nuestras palabras porque ellas revelan la educación que tenemos y a la vez la sociedad nos juzgará por la manera que hablamos. En la escuela nos han llenado con la teoría del buen hablante y buena oyente, ósea emisor, mensaje y receptor, y en el liceo con unidad curricular llamada lenguaje nos marea con un montón de teorías que al final no usamos en la vida. Después le perdemos la pista a esa mágica palabra llamada “comunicación” y quienes seguirán explorándola son aquellos que decidieron estudiar comunicación social, psicología y carreras afines. A lo que quiero llegar: pareciera que desde bachillerato la bondad de la comunicación desapareciera de los derechos y habilidades cotidianas del ser humano y se fueran a un grupito de personas que están dotados celestialmente para ejercer la comunicación y decir: quienes hablan bien o bonito, los cultos. Analizando el caso que el derecho y la habilidad de comunicar o expresar desaparezca del bachillerato en adelante tiene hasta su lógica. En mi país la comunidad estudiantil la prepara para ser empleados, dependiente laboral y no para independizarse económicamente. Entonces eliminar la virtud nata de comunicar o expresar es vital para las empresas y quienes gobiernan nuestras vidas, mientras más sumisos somos más dóciles y sometidos quedamos, mientras menos expresamos menos peligrosos para los jefes parecemos y por ende 20 Sí te lo digo soy feliz Jean Carlos Pereira mientras menos garras mostramos más oportunidades, tranquilidades y pocos sufrimientos nos garantizan. Sé que el mar de palabras en el párrafo anterior te volvieron loco o loca pero trataré de enderezarlas con un ejemplo. Si eres una persona proactiva, inteligente, capaz, dispuesta, preparada y con muchas habilidades, de ñapa defensor de sus cualidades y de los demás (justo) es más probable que sufras que una persona sumisa (ajustable). Los jefes o lideres que siempre van impedir que sus empleados o súbitos los superen y por lógica mientras menos expreses o comuniques sus talentos menos dolores de cabezas tendrás. Ojo. Esto lo digo para que estén claros lo que pueden enfrentar siendo proactivos pero es un riesgo que se debe correr si queremos ser exitosos algún día. Somos más que palabras. La mentira ¿buena o mala? El hecho que los padres cuiden nuestro lenguaje siendo niños también tiene su lógica. Al mundo no le gusta escuchar la verdad prefiere vivir en una mentira universal, una mentira que clama diariamente decir la verdad pero si esta se dice estamos fritos. Que el mundo viva en una gran mentira colectiva se entiende porque duele menos pero la realidad es que la sociedad no está aún preparada para aceptar la verdad como reina universal. Prueba de esto dile a su jefe o padre que se equivoca, que comete errores, dile ladrón al ladrón, corrupto al corrupto, frustrado al que se da de serio o envidioso al es que es así. En otras palabras la sociedad fomenta la hipocresía para no herir al entorno y es por esto que aún nos siguen enseñando el respeto absoluto, la sumisión, las ideologías y los patrones de conductas. POR RAZONES DE SEGURIDAD y motivado que este archivo es un promocional se ha suprimido una parte de este capítulo. Versión incompleta. 21 Sí te lo digo soy feliz Jean Carlos Pereira CAPITULO 5 ¿Me estima o me estimo? 22 Sí te lo digo soy feliz Jean Carlos Pereira Errar es de humanos, la aceptación SI los humanos aceptaran sus virtudes y debilidades sin ningún tipo de complejos las verdades sobre su ser no les molestaría y estarían siempre dispuesto a recibirlas, transformarlas y superarlas; si esta realidad fuera así la violencia social no tendría cabida en el mundo. Siempre nos han enseñado que autoestima es quererse uno mismo pero la han orientado hacia los sentimientos, la adolescencia y la depresión. Hoy cuando escuchamos hablar de la autoestima es porque alguien está metido hasta el fondo en una frustración severa o porque una o un adolescente se corta las venas o alguien está bajo los zapatos de otro, sometido. Ahora veamos lo contrario: otros que tienen la autoestima por el piso son aquellos que no se reconocen, que no capaces de aceptar debilidades y potencialidades, que no permiten ayuda extra porque el orgullo controla sus seres y aquellos que no están dispuestos al escarnio público, a las sanciones morales y a los nuevos cambios. Cuando nos hablan de autoestima en la escuela deberían enseñarnos a valorar lo que somos, lo malo y lo bueno, las fallas y los acertados, las caídas y el éxito, el dolor y la felicidad. Deberían prepáranos para los golpes de la vida y como salir de ellos exitosamente, que para llegar a un objetivo hay muchas horas de dolor, angustias y errores; que genial sería que nos dijeran desde chicos que el dolor, las angustias y errores no son malos en realidad, que son necesarios para aprender, corregir y hacernos fuertes, que es como costo para obtener una felicidad. Si todo esto se nos enseñara desde niños entonces estaríamos conscientes que errar es de humanos, es un aprendizaje y que es un paso obligatorio para el éxito; de ser así: no nos constaría tanto aceptar durante nuestra vida que tenemos debilidades, fallas y que necesitamos de los demás para hacer una buena vida. 23 Sí te lo digo soy feliz Jean Carlos Pereira Cuando el ser humano se acepta tal como es deja un peso increíble detrás y sigue livianito para darle la bienvenida a los nuevas vivencias, a las condiciones favorables que nos llevará al éxito y una tranquilidad hermosa que pocas palabras y momentos malos pueden afectarla, eso se logra reconociendo todo lo malo que tenemos y todo lo bueno que somos, de tal forma que cuando me reprochen o recuerden mis debilidades, yo haya adelantado ese paso y pueda responder “Si lo sé, como hacemos para cambiar eso” dándole un impacto de primera a nuestro juez frustrado o quien se tomó la libertad de juzgarnos. Para demostrar la teoría de que el mundo no está preparado para verdad absoluta y que eso es un reflejo que pocos nos auto valoramos apliquemos este ejercicio; dile fea a una fea, gordo al gordo, mentiroso al mentiroso, fracasado al fracasado, frustrado al frustrado, incompetente al incompetente, débil y miedoso al prepotente o arrogante, problemático al problemático, débil o sin autoestima a la operada de las lolas, al inyectado de testosterona y a quienes tienen cuatro novias o novios por año; solo dile estas palabras de acuerdo al personaje y situación que tenga al frente y verás que saldrás frito/a como una tocineta, eso si no me culpe si te pegan una bofetada. Si cada quien se aceptara como es no le dolería la palabra, un gesto ni menos el tono que se use porque estaríamos preparados para reírnos o al menos tolerar cuando un ó una imprudente nos recuerde como somos; entonces la comunicación en su máxima potencia reinará la humanidad. Si esta teoría existiera entonces no habría fobias o prejuicios a como realmente son los seres humanos, nos fijaríamos más en la inteligencia de la fea, la ternura de la gordita, aceptaríamos que todos somos mentirosos y cometemos errores que nos apena, valoraríamos los esfuerzos del fracasado, la incompetente pediría ayuda (sobre todo los jefes y políticos), estuviéramos artos de las peleas, nos sentiríamos muy orgullosos de nuestras condiciones corporales y explotaríamos más la simpatía interna y por supuesto el amor seria visto de otra manera, la procreación sería anhelo y no por errores, al final de todo se vería a los y las fanáticas del sexo con diversas personas (montan cachos) como una enfermedad que se escapa de la conciencia humana. 24 Sí te lo digo soy feliz Jean Carlos Pereira Ya que estoy aclarando ciertas ideas aprovecho comentar que no tengo nada contra las mujeres operadas de senos y glúteos, ni con los hombres que inyectan. Es que conozco varias personas que sufren del mismo problema, algunas se le hace difícil aceptar su cuerpo, otras son inestable sentimentalmente, cualquier persona, palabra, mirada o gesto las derrumba. Aunque pude haber hecho este libro sin tocar este tema sería mezquino de mi parte no alertar, así me odien algunas o algunos, sugerirles que exploren primero su belleza interior, que deje fluir lo más hermoso que hay en su alma, que aprendan a reír, dar abrazos, besos, decir palabras bonitas, explotar ese o esa poeta interior, aprendan a ser el centro de felicidad de quienes estén a tu lado, grita, juega, atrévete a las locuras, en otras palabras enamora con tu alma, con la dulzura del corazón, con los más hermosos sentimientos y si no funciona: que más, ve al quirófano pero no sin antes proponerle una revisión de los miedos, situaciones y frustraciones que ocurrieron en su infancia o adolescencia, y si es necesario realmente una decisión como esta. POR RAZONES DE SEGURIDAD y motivado que este archivo es un promocional se ha suprimido una parte de este capítulo. Versión incompleta. 25 Sí te lo digo soy feliz Jean Carlos Pereira CAPITULO 6 ¿Qué hago con saber todo esto? 26 Sí te lo digo soy feliz Jean Carlos Pereira Lo primero que tenemos que saber es que no vamos a cambiar el mundo con este libro pero cambiamos nosotros. Como lo he dicho muchísimas veces la sociedad no está preparada para aceptar la verdad absoluta y por lo tanto si nos pasamos de los limites en lo que debemos decir o no puede ser catastrófico para nuestra armonía en la tierra. Conocer lo que le divulga este libro ayuda a comprender la sociedad y a vernos menos heridos de lo que suceda en ella contra nosotros. Les contaré una experiencia que viví y solo porque se lo que les comparto en este libro pude resistir. Soy graduado en educación mención desarrollo cultural, en mi infancia, en mi escuela de básica no pasamos de ver sumas, restas, multiplicaciones, divisiones normales y de una cifra. En mi bachillerato pocas fueron las clases dadas y comprendidas por mí en esta área; además de esto estudié por parasistemas y obviamente consciente de mi debilidad por los números estudié una carrera muy alejada de esta ciencia. Tengo una ventaja hasta el 2014, 16 años de experiencias en los medios de comunicación y todas las áreas de producción para emisoras de radio y esto, más que tomé muy en serio mi carrera en desarrollo cultural consolidé una buena base que me va de maravilla dando clases en universidades y programas de estudios para adultos. Pero como todo no puede ser color de rosa me vi en la necesidad de tener trabajo que cuyos ingresos fueran seguros y me brindará estabilidad laboral, más si tengo un matrimonio y familia en camino. Se me ocurre la brillante idea de llevar mi currículo a una escuela pública y para preparatoria de educación básica. Me asignan un sexto grado y estando ya ahí, analizo: oye tengo que dar todos los contenidos programáticos incluyendo matemáticas. Comienzo contra reloj a batallar en mi casa, estudiar decimales, fracciones, ecuaciones, mcm, MCD pero el día menos esperado me llegan al aula, supervisan los contenidos vistos y notan debilidad en la dichosa matemática. Les cuento que ese día yo sudaba, se me iban las luces del cerebro, me ardía la cara de vergüenza y lo peor; quién me supervisó sabía desde un principio mi debilidad en esa área y colocó varios ejercicios matemáticos sobre decimales y se fue. Los niños y niñas me tenían acorralado explíqueme esto, explícame aquello y en una de las mías, con la verdad por 27 Sí te lo digo soy feliz Jean Carlos Pereira delante, les reconocí que tenía esa debilidad, que estaba pagando un docente particular para que me orientara en matemática y que también estaba aprendiendo. De verdad me pareció cuchi (romántico-simpático) decirles la realidad y pensé: será algo motivador porque pocos docentes tienen la fuerza de aceptar que son débiles en ciertas cosas y que no son los sabelotodo. Les cuento fue lo peor que hice: se enteró toda la comunidad, los representantes y un alumno del aula se lo contó a la directora. Lo demás pueden imaginarlo. Les conté esto para tener un ejemplo real de mi teoría y es un ejemplo que viví el mismo año en que escribí este libro (2014). ¿Por qué digo que la sociedad no está preparada para aceptar la verdad absoluta? Porque el escarnio público que yo viví no tenía que serlo de esa manera. Tu, querido o querida lectora ya sabes porque yo estaba débil en matemática y lo mismo le expliqué a la persona que me entrevistó para darme el trabajo, ella lo sabía y no debió realizar esa acción sin antes hablarme o prevenirme, en otras palabras si me das la oportunidad oriéntame y no me destruyas de lo contrario no tomes la molestia de abrir medias puertas. Si un profesor me dice “déjame averiguar y luego te digo porque no tengo idea de tal cosa” Yo, lo entiendo, lo comprendo y lo felicito por ser sincero y enseñarme a estar seguro antes de abrir la boca. Por otra parte sin un profesor o cualquier profesional me dice “yo no sé resolver esa operación pero ahora mismo estoy preparándome con alguien que si sabe” Yo, lo felicito y lo admiro por su valentía de reconocer su debilidad. Y mientras la sociedad siga siendo como fue en mi caso seguirá cosechando ineptos que luego tomará funciones en instituciones de vitalidad publica y preferirán destruir cualquier sistema ante de reconocer que no saben, que se les olvido, que nunca lo vio y que necesita de una ayudadita para ponerse en el carril que es. O simplemente para refugiarse del escarnio público, la burla y el señalamiento de muchos que tampoco saben prender el mechero no se atreven a mostrar debilidad ante los demás y toma la arrogancia y prepotencia como arma de defensa y de dominio. 28 Sí te lo digo soy feliz Jean Carlos Pereira Por esta razón es que encontramos personas que no saben en altos cargos públicos y aunque ellas desean pedir un apoyito, un asesoramiento o una simple orientación “sencillamente no pueden” quien va a estar dispuesto a enfrentarse tremendos escándalos sin que lo destruyan. POR RAZONES DE SEGURIDAD y motivado que este archivo es un promocional se ha suprimido una parte de este capítulo. Versión incompleta. 29 Sí te lo digo soy feliz Jean Carlos Pereira CAPITULO 7 ¿Todos lo sabe pero cuantos lo viven? 30 Sí te lo digo soy feliz Jean Carlos Pereira Para darle más fortaleza a este libro e incluir la posición del público en mi teoría sobre la comunicación he realizado un estudio a 213 personas usando para la recolección de información dos encuestas entre diez y doce preguntas que van desde cómo ven ellos la comunicación hasta como la aplican en su vida cotidiana. Antes de analizar los resultados es bueno que recordemos desde cuando nos han limitado el derecho y la libertad de usar la comunicación en su máxima expresión. Viajemos en el tiempo unos cuantos siglos atrás cuando leer y escribir era un privilegio solo para los dueños o hijos de los gobernantes de los pueblos o lugartenientes. Desde ese momento en que solo la elite o a alta sociedad podían usar las herramientas básicas de la comunicación (lectura y escritura) comenzó el aislamiento de quienes podían o no podían hablar o dirigirse al resto del mundo. Fue tan impresionante la forma en que se limitó la libertad de comunicar que hubo un momento en la historia que ni se podía hablar entre las servidumbres y menos un servidumbre con su amo. Desde ese entonces y con la aparición de los medios de masificación de información (mal llamados medios de comunicación) el derecho a comunicar fue otorgado a unos pocos de la sociedad, los políticos, los periodistas, los maestros, los representantes religiosos y los estudiados de las grandes familias. Era tan reservado ese derecho en un momento de la historia que saber leer o escribir siendo servidumbre era un delito y podría ser severamente castigado. Años luego las altas cúspides y quienes manejaban los medios de masificación de información se dieron cuenta que podía incidir en el pensamiento colectivo a través de los mismos y es allí donde nace la industria comunicacional que hasta hoy reina y construye los patrones de conducta que dirigen la sociedad. Ya cuando el pueblo había obtenido el derecho a leer y escribir pero no a pensar o poner su posición ante la sociedad este pasa a ser nuevamente victima pero en este caso de la industria comunicacional, la que indicaría cuales serían sus futuras 31 Sí te lo digo soy feliz Jean Carlos Pereira necesidades, como harían para suplirlas y que harían falta para ser parte del común social; problemas que nos acompaña fuertemente en nuestros días. Sin más preámbulo vamos a trabajar con los resultados del estudio realizado entre el 2012 y 2014, a doscientas trece (213) personas, entre los 15 y 60 años, en los estados Miranda, Vargas y Distrito Capital – Venezuela. Ciento noventa personas son estudiantes universitarios, diez estudiantes diversificados, trece público en general. El mayor porcentaje de estudio se enfoca en universitarios porque tienen conocimientos más vigentes y están en etapa de formación académica. PREGUNTA 1 Se les consultó a 213 personas La palabra comunicación usted la relaciona con: *Opción A) Medios de comunicación * Opción B) Condición/sobrevivencia humana * Opción C) Nuevas tecnologías Las respuestas fueron: 92 personas Con los medios de comunicación 114 personas Con una condición y con la sobrevivencia humana 6 personas Con las nuevas tecnologías. 32 Sí te lo digo soy feliz Jean Carlos Pereira 1 persona no responde Me alegra inmensamente que 114 personas compartan mi visión que la comunicación es una condición del ser humano, la usamos para equilibrar emocionalmente nuestro cuerpo, para integrarnos, retroalimentar y proyectar nuestros ideales y que la usamos de manera inconsciente. Este resultado también nos demuestra que ha tenido resultado esa idea que nos vendieron hace años que los medios de masificación son medios de comunicación social, prueba de esto 92 personas relacionaron la pregunta con los medios de comunicación. La deferencia entre comunicación y medios de masificación es clara. Si yo comparto con otra persona frente a frente, en ese momento de comunicación vamos usar más que palabras, miradas, abrazos, sonrisas y si estamos molestos palabras, enfrentamientos, puntos de vistas, tonos de voces hasta golpes. En este proceso va estar presente la interactividad, el intercambio de ideas y retroalimentación de información. Caso contrario a un periódico, una radio, un canal de tv, otros. Si dicen algo contra alguien, ese alguien no puede defenderse inmediatamente, solo hay una versión de los hechos, el periodista o locutor va emitir siempre a su conveniencia y por supuesto se aplica la teoría de que uno habla y el otro solo escucha en la distancia. 33 Sí te lo digo soy feliz Jean Carlos Pereira PREGUNTA 2 Se les consultó a 213 personas ¿Quiénes deben y pueden hacer la comunicación? *Opción A) Los periodistas *Opción B) Los políticos *Opción C) Las empresas *Opción D) Todos los seres humanos Las respuestas fueron: 8 personas Con los periodistas 3 personas Con los políticos 3 personas Con las empresas 199 personas Todos los seres humanos 34 Sí te lo digo soy feliz Jean Carlos Pereira Vuelvo a ganarme otra preguntita para mí. 199 personas de 213 consultadas están claras que la comunicación es de humanos y que todos tenemos esa potestad. ¿Entonces qué pasa con el mundo hoy? ¿Por qué tanta violencia y problemas de comunicación en la sociedad? Fácil la respuesta, todos estamos claros que podemos comunicarnos o expresarnos, el problemilla es que no todos sabemos cuándo, cómo y con quien hacerlo, sumado a eso el mundo no está preparado para escuchar todo y decir todo sin ir a la última guerra humana. Recuerda desde el momento que nuestra autoestima incluya el auto reconocimiento no solo de las potencialidades sino también de las debilidades pocas cosas de lo que nos diga el entorno podrá hacernos daños y afectar nuestra personalidad. PREGUNTA 3 Se les consultó a 213 personas La comunicación es el proceso donde: *Opción A) dos o más personas interactúan *Opción B) solo el emisor habla y el receptor calla Las respuestas fueron: 196 personas Dos o más personas interactúan. 15 personas Solo el emisor habla y el receptor calla. 2 personas - No responden. 35 Sí te lo digo soy feliz Jean Carlos Pereira Volvemos a insistir esta vez no solo yo sino 196 personas que la comunicación va más allá de las palabras, de las normas del buen hablante y buen oyente, del medio de masificación de información y ahora de un dispositivo electrónico. La comunicación es dejar fluir junto a las palabras esos sentimientos, esas energías que brotan dentro de nuestro cuerpo y que no podemos evitar ni controlar, esa energía que terminan en un giño, abrazo, beso, palmadita en el hombro y donde ustedes quieran acariciar. Esa es una verdadera comunicación no solo hablar y pegar gritos como locos, así como los padres y madres de hoy hacen con sus hijos cuando un especialista los manda a comunicarse con ellos, palabras tras palabras, sermones más sermones, cuerpo y cejas erguidas, boca tenebrosa, voz de trueno, dedo de juez y conciencia como un frijol. Si se usara menos palabras y más expresiones sentimentales para dar consejos el mundo sería el paraíso que las religiones tanto profesan. PREGUNTA 4 Se les consultó a 213 personas La radio, la televisión, el internet e impresos son medios de: *Opción A) comunicación *Opción B) sobrevivencia humana *Opción C) de masificación de información Las respuestas fueron: 143 personas Comunicación 4 personas Sobrevivencia humana 36 Sí te lo digo soy feliz Jean Carlos Pereira 65 personas De masificación de información 1 persona – no responde. Esta pregunta fue hecha malintencionadamente para confundir a los encuestados y ver si contradecían sus respuestas en las preguntas uno y dos de este estudio. Solo 65 personas de 213 encuestadas mantienen su teoría de que la comunicación es una condición humana y podemos sacar esta conclusión puesto que en ningún momento dejaron de pensar que la radio, tv, prensa escrita son medios de masificación de información; en otras palabras multiplica lo que una persona quiere y miles escuchan, de eso se trata un medio de masificación de información que unos mal llaman medios de comunicación. PREGUNTA 4 de 10. POR RAZONES DE SEGURIDAD y motivado que este archivo es un promocional se ha suprimido una parte de este capítulo. Versión incompleta. 37 Sí te lo digo soy feliz Jean Carlos Pereira Esta investigación continuará. Por ahora MILLONES DE GRACIAS por ser parte de mi investigación. Puedes seguirme y conocer los nuevos estudios en www.jpereira.jimdo.com En Twitter e Instagram: @jcpereira9 Facebook: Jean Carlos Pereira Caracas 11-08-2014 38 Sí te lo digo soy feliz Jean Carlos Pereira 39