En 1869 son cedidos mediante una lev dictada ral Prim los terrenos de la fortaleza militar de ¡a Ciudadela a la ciudad de Barcelona, permitiendo incorporar con ello estos amplios espacios al patrimonio de la ciudad que le habían sido arrebatados en 1715. De esta forma se daba un gran paso en el proceso de transformación de aquella ciudad conventual y militarizada, que era Barcelona a mitad del siglo XIX, en una capital industrial y moderna, con lo cual los protagonistas de aquel cambio llegarían a convertirse en los valores más progresistas de la cultura catalana del siglo XIX tal como hemos intentado definir en el artículo hacia una nueva cultura hegemónican, publicado en el n." 100 de Cuadernos. Las tres etapas más significativas del proceso de urbanización de la ciudad, conformadoras de aquella generación, son: 1854 o inicio de la demolición de las murallas de la ciudad en su parte N.O.(aunque no sería llevado a efecto de forma definitiva hasta 1859), fruto extraordinario del cual fue el Plan Cerda; en 1869, la demolición de la Ciudadela, consecuencia de aquella etapa republicana y liberal, posibilitaría a Barcelona la creación del Parque del mismo nombre y del Born; y, por último, en 1880, la demolición de la muralla de mar y proposición de Gaudí de construir un gran paseo marítimo iluminado por grandes farolas de 20 m. de altura, proyecto que no se vería realizado hasta 8 años después en la avenida de las palmeras con motivo de la Exposición Universal de 1888. Este empuje urbanizador progresista será pronto truncado por el largo invierno político de la restauración monárquica que se caracte- zaciones privadas que el ~ o d e r n i s m óarq&ectónico se encargaría de levantar, descollando como símbolo urbanístico de esta b o c a la emmesa colectiva del Temolo de l a Sagrada ~ a m i l i a . Josep Fontseré i Mestres ganó el concurso convocado por el Ayuntamiento para la urbanización de los terrenos de la Ciudadela y en su interior se edificaron grandes edificios públicos como el Born, el Umbráculo, el propio parque y todo el conjunto de casas de fachadas repetidas que constituyen el testimonio más vivo de aquella herencia republicana. La urbanización de los terrenos de la Ciudadela ha sido de los pocos ejemplos que en la historia de Barcelona se han dado, en que los planes urbanísticos se han visto mejorados por realizaciones posteriores mejores y más ambiciosas. Acostumbrados a unos 200 años de proceso especulativo con la subsiguiente destrucción y caos urbano, ejemplos como éste del Parque de la Ciudadela y en una pequeña escala como el Parque Güell, el Hospital de San Pablo, etcétera, ilustran lo que tendría que ser un proceso normal de urbanización en una sociedad civilizada, un procesl continuo de superación y mejoramiento de los espacio, urbanos existentes y no viceversa. En el Plan Cerda estaba previsto construir sobre los terrenos de la Ciudadela un parque de 8 Ha. de superficie y en cambio la extensión del Parque de la Ciudadela fue de 60 Ha. parque d e la ciudadela PBg. 26. I de seré 1 h es. 1072. .U.A.D. Abajo: \ de Barci tomada a 35 Autor: C ~ ~ i e i u c h1875-iuud. o Fuente: 1.M la ex-Cii ,a con el yecto de Fontser6 aseo interior del uente monumenta D-v casas del born Para los terrenos no ocupados por el Parque de la Ciudadela, Fontseré proyectó un conjunto de manzanas de casas que respondía, básicamente, a una misma tipología y a un mismo diseño de la fachada. El alzado del plano inferior está inspirado directamente en el ejemplo parisino de la Rue Rivoli, abierta en 1811, corresponden a las casas que tenían que bordear el Paseo de San Juan. El resto de fachadas de las demás calles son una aplicación directa de la misma composición arquitectónica de las del Paseo dc San Juan. Esta forma de proyectar es igual, si bien más culta, a la que ensayó y aplicó Josep Mas i Vila en la calle nlan que construirse al B. Fernando en 1840 y ambas ponen de manifiesto la forma de trabajo de los mae'stros de obras que es muy distinta de la de los arquitectos modernistas. Se parece esta forma de hacer, de dar la misma solución para el mismo problema y por tanto repetir indefinidamente la misma composición de fachadas a lo largo de una misma calle (fotos págs. 28/29) a la forma de trabajo de los ingenieros, por lo cual, como ya se señaló en el artículo biográfico de Fontseré, no fue casual la concordancia de puntos de vista de Cerda con los de los maestros de obras planta baja. Foto: Txatxo ~a'bater. Sabater. El Mercac le1 Born tue editicado E i Mestreu d n la colaboración del Mas y constituye junto con el Umbráculi maestras de toda la nueva urbanización. El Mercado del Born tiene ,muy en cuenta de les Halles de París, de Baltar y Callet, algunos aspectos, principalmente de acal es una transposición directa. Pero la dis central deriva sin duda, como una siine proyecto no realizado del Palacio par Bellas Artes (planos pág. 36) que tenía qi medio del Parque de la Ciudadela. A la propia calidad arquitectónica del e añadir la perfecta integración urbanír que lo rodea, delimitado por aquc"construidas por Fontseré. El coni estructurado por el eje monum Mar-Paseo del Born-Umbráculo, espacios urbanos más cualifir Barcelona. ..,.. uorn. Fuente: D. Campo. Fuente: Archivos M.T. y M.S.A e la fachada del Born. Foto: D. ?I Iorn hacia finales del siglo XIX. Jrn en la actualidad. Fc