sumario AJH (Ed. Esp.) 2001; 3: 361-369 1997-VOL. 10, N.º 10, PARTE 2 Revisión AJH-OCTUBRE Hipertrofia del ventrículo izquierdo y antagonistas de angiotensina II Bjorn Dahlöf La hipertrofia del ventrículo izquierdo en pacientes con hipertensión es una enfermedad importante. Se asocia con mortalidad elevada y conlleva un mayor riesgo de desarrollar complicaciones cardiovasculares no mortales, incluidas las coronariopatías. La patogenia de la hipertrofia del ventrículo izquierdo está relacionada con la activación del sistema reninaangiotensina y se cree que la producción excesiva de angiotensina II es la responsable. Por tanto, las ventajas terapéuticas del bloqueo de angiotensina II a nivel de los receptores con antagonistas selectivos de angiotensina II, una clase relativamente nueva de antihipertensivos, se considera importante para la regresión de la hipertrofia del ventrículo izquierdo. Las prue- bas clínicas demuestran una gran eficacia en la regresión de la hipertrofia del ventrículo izquierdo en pacientes hipertensos después del tratamiento con antagonistas de angiotensina II. Los datos publicados hasta ahora se deben a estudios abiertos y aleatorios de tratamientos de la hipertrofia del ventrículo izquierdo con losartán, pero hay menos estudios que hayan investigado los efectos de valsartán, irbesartán y candesartán. Am J Hypertens 2001; 14: 174-82. Palabras clave: Hipertrofia del ventrículo izquierdo, sistema renina-angiotensina, antagonistas de angiotensina II, losartán. L Laboratorio de Investigación Experimental Clínica, Hospital de la Universidad de Sahlgrenska, Östra, Goteborg, Suecia. © 2001 by the American Journal of Hypertension, Ltd. Published by Elsevier Science, Inc. 15 Cambios no ajustados (%) de la masa del VI e IC del 95% a importancia de la hipertrofia del ventrículo izquierdo (HVI) hipertensiva se debe a la gran mortalidad asociada con este proceso de remodelación en pacientes con hipertensión1 y con el mayor riesgo del desarrollo de coronariopatías, infarto de miocardio, ictus, insuficiencia cardíaca y otras complicaciones cardiovasculares independientes de la presión arterial (PA)2. La presión arterial es el factor de riesgo independiente más fuerte de HVI. Se ha observado en individuos normotensos y en distintos estadios de hipertensión3,4 y el grado de hipertensión no explica la varianza de la masa del ventrículo izquierdo5. Aunque la reducción de la PA produce un efecto beneficioso en la HVI per se6, en los metaanálisis de estudios clínicos se ha demostrado que los inhibidores de la enzima conversora de angiotensina (ECA) reducen la masa del ventrículo izquierdo más eficazmente que otros antihipertensivos7-9 (Figura 1). Esto indica que la regresión de la HVI puede relacionarse más fuertemente con variaciones del sistema renina-angiotensina (SRA) que con reducciones de la PA10. 10 5 0 -5 Placebo -10 -15 Bloqueantes de los canales de calcio β-bloqueantes Diuréticos -20 Inhibidores de ECA -25 FIGURA 1. Cambios no ajustados de la masa del VI e intervalos del 95% (Basado en la Referencia 7). 0895-7061/97/$17.00 PII S0895-7061(97)00327-0 362 AJH (Ed. Esp.) 2001; 3: 361-369 TABLA 1. Estudios abiertos que evaluaron los efectos de losartán sobre la masa del ventrículo izquierdo (VI) (valores de p respecto al origen) Autor, referencia Himmelmann et al35 Lukman et al36 Bignotti et al37 Acartuk et al38 Almazov et al39 Arinsov et al41 Kilavuz et al41 Cottone et al42 Tan et al44 Caruso et al42 Grassos et al45 Karakoç et al46 Paraskeupoulou et al47 Población del estudio Pacientes con HVI (%) 19 pacientes con HT LM 7 pacientes diabéticos con HT 50 pacientes con HT LM 20 pacientes con HT LM 21 pacientes con HT 16 pacientes con HT LM, 25 controles normotensos 40 pacientes con HT LM 37 pacientes con HT LM 12 pacientes diabéticos varones con HT LM 15 pacientes con HT LM 15 pacientes con HT LM 40 pacientes con HT LM 65 pacientes con HT Duración del Regresión estudio en meses de la HVI 5 100 100 100 Sin publicar 25 29 9 12 3 6 6 No Sí (P<0,001) Sí (P<0,001) Sí (P<0,001) Sí* Sí (P<0,001) 5 100 100 3 6 10 Sí (P<0,001) Sí (P<0,001) Sí* 100 100 100 100 12 6 3 6 Sí Sí Sí Sí (P<0,001) (P<0,01) (P<0,0001) (P<0,001) HVI = hipertrofia del ventrículo izquierdo; HT = hipertensión; LM = leve a moderada *No se publica el valor de p La regresión de la HVI se ha asociado con reducción de las arritmias, mejoría de la función diastólica, conservación de la función sistólica y mejoría de la reserva coronaria11. Aunque las implicaciones pronósticas de la regresión de la HVI están lejos de establecerse12, el riesgo de episodios cardiovasculares en individuos con HVI persistente se ha demostrado que es mayor que en sujetos en los que se ha resuelto la HVI13. Por tanto, el principal objetivo del tratamiento antihipertensivo en pacientes con HVI hipertensiva debería ser normalizar la PA e invertir las alteraciones de los órganos diana (hipertrofia cardíaca y fibrosis, hipertrofia y disfunción vascular y aterosclerosis), para reducir el riesgo de episodios cardiovasculares. Los antagonistas de angiotensina II (AAII) son una clase relativamente nueva de fármacos antihipertensivos que bloquean específicamente la acción de AII a nivel del receptor. Este trabajo revisa las pruebas preclínicas y las pruebas clínicas que están surgiendo en relación con los efectos de AAII sobre la HVI. A partir de estos datos está claro que AII desempeña un papel patológico en la hipertrofia cardiovascular y que el bloqueo de la síntesis de AII o el bloqueo de las acciones de AII a nivel del receptor antagoniza estos efectos. El SRA y la HVI Patogenia de la HVI Hay dos tipos de HVI que se producen en respuesta a la carga hemodinámica. En la HVI concéntrica hay un aumento relativo del tamaño de la pared del VI, mientras que en la HVI excéntrica se observa un aumento del tamaño de la pared del ventrículo izquierdo y también del diámetro. El aumento de la masa de VI se debe no sólo al agrandamiento transversal y longitudinal anatómico de las células musculares, sino también a las alteraciones de la vasculatura y de la matriz intercelular14-16. El estrés hemodinámico, la sobrecarga de presión y de volumen, es fundamental para el desarrollo de la HVI; sin embargo, también contribuyen una serie de factores no hemodinámicos, participando el SRA de forma considerable en la respuesta hipertrófica. En los últimos años ha aumentado el interés sobre la contribución de los factores no hemodinámicos además de SRA; el sistema nervioso simpático y los factores genéticos, así como otros factores, se han implicado en el desarrollo de la HVI. El SRA se consideró inicialmente como un sistema hormonal que participaba fundamentalmente en la PA y en la regulación del volumen por medio de los efectos vasoconstrictores y estimulantes de la aldosterona y, por tanto, el control a corto plazo de la homeostasis cardiovascular. Recientemente, la activación del SRA se ha considerado un inductor importante de la hipertrofia tisular y de la fibrosis intersticial, actuando la AII como un factor de crecimiento potente de las células del músculo liso vascular y de los miocitos cardíacos10,17-19. En seres humanos, la AII (pero no la actividad renina plasmática, la aldosterona ni la angiotensina I) se correlaciona con los parámetros estructurales del VI, como grosor de la pared posterior y grosor relativo de la pared en pacientes con hipertensión20. En estudios con personas se ha demostrado que los pacientes con concentraciones ele- HVI Y ANTAGONISTAS DE ANG II 363 TABLA 2. Estudios aleatorios que evaluaron los efectos de losartán sobre la masa del ventrículo izquierdo (VI) (valores de p respecto al origen) Autor, referencia Diseño del estudio Fármaco Población del estudio de comparación Pacientes Duración Regresión con HVI del de la HVI (%) tratamiento (meses) Cheung et al48 De Rosa et al50 Controlado por placebo Ciego, controlado por placebo Controlado por placebo Placebo 12 pacientes con HT leve Sin publicar 3 No Placebo 40 pacientes con HT ML 100 24 Sí (P<0,01) Placebo 50 pacientes ancianos con HT 50 36 Sí (P<0,01) Atenolol Verapamil 24 pacientes con HT LM 17 pacientes con HT LM 44-53 35 3 6 Sí* Sí (P<0,01) Fosinopril, placebo 44 pacientes con HT LM 100 12 Sí (P<0,01) 89 pacientes con HT esencial 63-65 10 Sí (P<0,04) 77 pacientes con HT LM 63-65 22 Sí (P<0,02) 25 pacientes con HT LM 100 4 Sí (P<0,003) De Rosa et al51 Himmelmann et al52 Doble ciego Cuspidi et al53 Doble ciego VillaticoCampbell et al54 Controlado por placebo Tedesco et al55 Doble ciego Tedesco et al56 Doble ciego Martina et al57 Doble ciego, controlado Hidroclorotiacida Hidroclorotiacida Amlodipina Las abreviaturas se corresponden con las de la Tabla 1. *No se publica el valor de p vadas de AII, en relación con la excreción de sodio, tienen una masa mayor del VI, un grosor mayor de la pared posterior y un grosor de la pared del tabique mayor que aquellos con concentraciones relativamente bajas de AII en relación con la excreción de sodio, y han añadido importancia a la relación entre la AII y la HVI21. En otros estudios que han encontrado que las concentraciones de AII con ingestas elevadas de sal se correlacionan con la masa del ventrículo izquierdo, independientemente de la PA ambulatoria, se ha corroborado esta relación22. Fibrosis del miocardio en la HVI En la HVI hipertensiva se observan generalmente cambios fibróticos. Éstos proceden de un desequilibrio entre la síntesis y la degradación de la matriz extracelular, que se compone principalmente de colágeno de tipo I y III sintetizado por los fibroblastos. Puede describirse como fibrosis intersticial, pericoronaria o de sustitución (la muerte de los miocitos origina microescaras fibróticas). Al contrario que con la fibrosis de sustitución, la fisiopatología y sensibilidad al tratamiento de la fibrosis intersticial y pericoronaria está menos comprobada14. La función del corazón parece predecirse en parte por la cantidad de colágeno presente en el ventrículo. Sin embargo, recientemente se ha indicado que en la determinación de la función cardíaca es más importante la calidad que la cantidad del colágeno presente en el corazón23,24. En estudios con animales se ha demostrado la importancia de AII en la respuesta de fibrosis de los tejidos14. El bloqueo del SRA no sólo tiene efectos cuantitativos importantes sobre la hipertrofia de los miocitos, sino que también tiene propiedades cardioprotectoras y cardiorreparadoras que afectan al desarrollo y a la regresión de la fibrosis patológica14,15. Receptores AT1 frente a receptores AT2 La clonación de los receptores de AII y el desarrollo de antagonistas selectivos para los dos subtipos principales de receptores, AT1 y AT2, ha conseguido un mejor conocimiento de la biología de AII. Sin embargo, la mayor parte de lo que se sabe sobre AII se relaciona con el receptor AT1, siendo este subtipo el que regula virtualmente todos los efectos negativos conocidos a corto y a largo plazo de AII, incluidos vasoconstricción, selección de aldosterona, inhibición de la secreción de renina, aumento de la secreción de noradrenalina e hipertrofia cardiovascular25,26. Debe destacarse que el receptor AT2 parece regular a la baja las acciones mediadas por el receptor AT1 y origina un descenso de la proliferación celular, reducción de las concentraciones de vasopresina y arginina sérica, o descenso de las respuestas vasoconstrictoras27. Además, la estimulación del receptor AT2 puede afectar al transporte de potasio, a la producción de óxido nítrico, al crecimiento y diferenciación neuronal y al crecimiento del endotelio coronario28,29. AJH (Ed. Esp.) 2001; 3: 361-369 A 160 C * Comienzo 10 meses 22 meses 120 80 40 0 C Grosor de la pared posterior (cm) 1,25 Losartán Hidroclorotiacida D + Comienzo 10 meses 22 meses + 1,00 0,75 0,50 0,25 0 Losartán Hidroclorotiacida Diámetro diastólico interno del VI (cm) Índice de masa del VI (g/m2) *** Grosor del tabique interventricular (cm) 364 1,25 1,00 Comienzo 10 meses 22 meses 0,75 0,50 0,25 0 Losartán Hidroclorotiacida 6 5 Comienzo 10 meses 22 meses 4 3 2 1 0 Losartán Hidroclorotiacida FIGURA 2. Efectos de losartán (± DE) sobre (A) el índice de masa del VI, (B) el grosor del tabique interventricular, (C) el grosor de la pared posterior y (D) el diámetro diastólico interno del VI en pacientes hipertensos con HVI. *p<0,04; **p<0,03; ***p<0,02; † p<0,001 frente al origen (Basado en la Referencia 56). Los investigadores que valoraron la hipótesis de que el receptor AT2 puede regular el crecimiento del músculo liso vascular transfectaron un vector con expresión del receptor AT2 a ratas con arterias carótidas lesionadas por un catéter balón y observaron que la sobreexpresión del receptor AT2 atenuaba la formación de neoíntima30. Masaaki y sus colaboradores31 han demostrado que la sobreexpresión específica cardíaca del gen AT2 en aurículas y ventrículos de ratón produce un descenso de la sensibilidad de las acciones presoras y cronotrópicas dependientes de AT1. En estos ratones, los porcentajes de AT2/AT1 fueron 40%/50% en aurículas y ventrículos, en comparación con niveles indetectables de AT2 en ratones de tipo salvaje. Aunque no había cambios morfológicos obvios en el miocardio y ninguna diferencia importante en el desarrollo cardíaco ni en el cociente corazón/peso corporal observado entre ratones TABLA 3. Criterios de diseño necesarios para todos los estudios sobre la HVI Diseño aleatorio, doble-ciego Comparación de fármacos activos o entre un fármaco activo y placebo con > 20 pacientes por rama de tratamiento para un estudio piloto y 150-200 pacientes para un estudio definitivo Duración mínima del estudio 6 meses Determinación anatómica de la HVI validada ecocardiográficamente (o con otro método de imagen) Basado en la Referencia 63. Las abreviaturas se correponden con las de las Tablas 1 y 2. salvajes y transgénicos, los ratones transgénicos tenían un aumento significativamente atenuado de la PA en respuesta a la infusión de AII31. Aunque la función del receptor AT2 se conoce menos que la del receptor AT1, los estudios detallados anteriormente y las pruebas de sobrerregulación de los receptores AT2 en enfermedades cardiovasculares32,33 indican que el receptor AT2 ejerce alguna función contrarrestando los efectos promotores del crecimiento del receptor AT1. Tipo de acción de los inhibidores de ECA y de los AAII Los inhibidores de la enzima conversora de angiotensina impiden la conversión de angiotensina I en angiotensina II y así inhiben la acción de AII en los receptores AT1 y AT2, bloqueando al mismo tiempo la degradación de varios péptidos (sobre todo, bradicinina). Sin embargo, angiotensina II se forma también por medio de vías independientes de la ECA (como la vía quimasa) y, por tanto, la formación de AII no se bloquea completamente por la inhibición de la ECA34. Al contrario que con los inhibidores de ECA, que reducen las concentraciones de AII, los AAII aumentan las concentraciones del péptido por medio de inhibición de los mecanismos de retroalimentación negativos a través del bloqueo del receptor AT1. De esta forma, los AAII impiden directamente la unión de AII al receptor AT1 independientemente del origen y, como consecuencia, inhiben completamente los efectos proliferativos mediados por este receptor. Sin embargo, los AAII no inhiben la unión de AII HVI Y ANTAGONISTAS DE ANG II al receptor AT2 y, por tanto, el receptor AT2 se estimula a través del exceso de AII. Los AAII, por tanto, pueden tener mayores efectos sobre la regresión de la HVI que los inhibidores de ECA, debido a la más completa inhibición del receptor AT1 y a la estimulación indirecta del receptor AT2 por medio del aumento de concentración de AII. AAII y HVI: evidencia clínica Varios estudios han determinado los efectos de los AAII sobre la masa del VI, la mayoría analizando a losartán –el primer fármaco de este tipo que se desarrolló. Valsartán, irbesartán y candesartán son los únicos AAII sobre los que se han publicado datos de la HVI hasta ahora. Se han publicado 22 estudios que analizaron la masa del ventrículo izquierdo en el origen y después del tratamiento con losartán hasta octubre de 1999; el más precoz de estos estudios se compone fundamentalmente de estudios abiertos no controlados, mientras que el último tiene un diseño controlado y aleatorio. Revisión de los estudios abiertos En 13 estudios abiertos se han evaluado los efectos de losartán sobre la masa del ventrículo izquierdo en pacientes hipertensos (Tabla 1). De los 13 estudios, sólo un estudio preliminar no pudo encontrar efectos significativos sobre la regresión de la masa del ventrículo izquierdo con losartán35. En este estudio abierto, 19 pacientes con hipertensión leve a moderada fueron tratados con 50 mg/día de losartán. Los pacientes recibieron un tratamiento adicional con hidroclorotiacida (6,25 a 12,5 mg/día, con o sin un β-bloqueante de los canales de calcio dihidropiridínico) si la presión arterial diastólica (PAD) no descendía por debajo de 90 mm Hg. Después de 29 meses de seguimiento, aunque la PAS y la PAD descendieron, respectivamente, 24,3 y 20,7 mm Hg (conseguido con monoterapia en sólo cinco pacientes, con adición de dihidroclorotiacida en ocho pacientes y con terapia triple en seis pacientes), la variación del índice de masa del VI durante el período del estudio no fue significativa (p=0,16). Los investigadores manifestaron que había varias limitaciones para el estudio, entre las que se incluyeron la necesidad de tratamiento combinado, el pequeño tamaño de la muestra y las pruebas de HVI en sólo un paciente al comienzo del estudio; el índice de masa del VI en este paciente realmente descendió desde 134,5 g/m2 a 103,5 g/m2, como era de esperar35. Los otros 12 estudios abiertos encontraron mejorías significativas en las dimensiones o en la masa del ventrículo izquierdo. En otro estudio preliminar, Lukman et al. 36 encontraron una regresión importante (p<0,01) de la HVI desde el origen en siete pacientes hipertensos después de un tratamiento de tres meses con 50 mg/día de losartán. 365 Las dimensiones del VI se aproximaron a la normalidad a los seis meses (p<0,001 en comparación con el origen). En un estudio de mayor tamaño se controló a 50 pacientes con hipertensión leve o moderada y HVI37. Los pacientes se evaluaron después de un año de tratamiento con 50 mg/día de losartán y el índice de masa del ventrículo izquierdo descendió significativamente desde 143 ± 16 g/m2 a 122 ± 13 g/m2, (p<0,001). El estudio realizado por Cottone et al.42 fue un estudio de seis meses que determinó los efectos del tratamiento con losartán en hombres hipertensos (presión arterial > 160/95 mm Hg) y 25 controles normotensos. Después de tres meses de tratamiento, se observó una reducción no significativa del grosor del tabique interventricular (desde 11 ± 0,6 a 9,4 ± 0,2 mm) y del grosor de la pared posterior (de 9,8 ± 0,9 a 8,6 ± 0,6 mm) en hipertensos. Después de seis meses, estos valores habían descendido significativamente (p<0,05) en comparación con el origen (de 9,2 ± 0,1 a 9,2 ± 0,1 y 8,3 ± 0,4 mm, respectivamente). Los descensos del grosor de la pared posterior y del grosor interventricular se acompañaron de una reducción significativa de la PAS y la PAD; sin embargo, no hubo variaciones significativas en la PA ni en las dimensiones del VI en los pacientes normotensos42. Un estudio ha examinado el efecto de losartán en 12 hombres hipertensos con infarto de miocardio reciente (menos de tres meses) e HVI43. Después de la adición de losartán (50 mg/día) a la medicación postinfarto, se produjo una regresión significativa de la HVI en cuatro meses, con una mejoría simultánea de la fracción de eyección cardíaca. También se ha investigado el efecto de losartán sobre las características estructurales del ventrículo izquierdo en 65 pacientes hipertensos 47. La administración de losartán durante 6 meses redujo significativamente el grosor del tabique interventricular y de la pared posterior en un 6,5% y un 3,8%, respectivamente (p=0,0001). El índice de masa del ventrículo izquierdo también se redujo (desde 142 a 130 g/m2; p=0,0001). Estudios controlados con losartán Teniendo en cuenta las pruebas de experimentos preclínicos y de estudios abiertos que indicaron que los AAII podían reducir la masa de VI, se emprendieron estudios aleatorios fundamentalmente doble-ciegos, comparando losartán o placebo con otros fármacos antihipertensivos no AAII (Tabla 2). En 8 de estos 9 estudios se ha encontrado una reducción de la masa del VI con losartán. El más pequeño de los tres estudios controlados con placebo no pudo demostrar una reducción de la masa del VI con losartán48. Sin embargo, los resultados de este estudio en particular de tres meses no deberían influir significativamente en los resultados consistentes de la regresión del VI, puesto que los doce pacientes seleccionados no parecían tener HVI al inicio del estudio y los resultados negativos podrían explicarse por la variabilidad inherente de las 366 AJH (Ed. Esp.) 2001; 3: 361-369 medidas ecocardiográficas, unida al pequeño tamaño de la muestra49. Los otros estudios controlados por placebo50,51 fueron de mayor tamaño (40 y 50 pacientes, respectivamente), de mayor duración (2 y 3 años, respectivamente) y seleccionaron específicamente a pacientes hipertensos con HVI. En ambos estudios se observó un descenso significativo (p<0,01) del índice de masa del VI después de 2 ó 3 años de tratamiento con losartán. Seis estudios aleatorios han comparado los efectos de losartán con otros antihipertensivos y encontraron que la regresión debida a losartán era numéricamente mayor. Un estudio de tres meses comparó los efectos de 50 a 100 mg/día de losartán y 50 a 100 mg/día de atenolol sobre la masa del ventrículo izquierdo en 24 pacientes con hipertensión leve o moderada (presión arterial diastólica 95 a 115 mm Hg). La mitad de ellos tenían HVI, definida como > 131 g/m2 en hombres y > 100 g/m2 en mujeres52. Los datos demostraron un pequeño descenso con losartán (desde 126 a 124 g/m2 y un pequeño aumento con atenolol (desde 125 a 129 g/m2). Cuspidi et al.53 realizaron un estudio de seis meses en 40 pacientes con hipertensión leve a moderada (presión arterial diastólica 95 a 115 mm Hg), algunos de los cuales tenían HVI (masa del VI > 125 g/m2 en hombres y > 110 g/m2 en mujeres). Al final de este estudio, la reducción del índice de masa del ventrículo izquierdo desde el origen con losartán (desde 124 ± 21 a 103 ± 16 g/m2; p<0,01) tendía a ser mayor que con verapamilo (desde 117 ± 17 a 107 ± 20 g/m2; p=ns). La reducción por losartán de la HVI se caracterizó principalmente por descensos significativos del grosor del tabique interventricular y del grosor de la pared posterior53. En otro estudio reciente se compararon los efectos de losartán sobre la masa del ventrículo izquierdo con los de un inhibidor de ECA en un estudio doble ciego, controlado por placebo y aleatorio54. La población del estudio se compuso de 44 pacientes con hipertensión leve a moderada (presión arterial diastólica 95 a 115 mm Hg) e HVI (índice de masa del VI > 125 g/m2); 24 fueron tratados losartán (50 mg/día), 20 con fosinopril (20 mg/día) y 24 hipertensos se distribuyeron aleatoriamente para recibir placebo en un grupo control. Después del seguimiento de doce meses, tanto el inhibidor de ECA como el AAII mejoraron la geometría del VI (con descensos en el diámetro interno del VI, del grosor del tabique interventricular y del grosor de la pared posterior) y redujeron el índice de masa del VI en comparación con el placebo. Sin embargo, los investigadores publicaron que las mejorías en la HVI eran más pronunciadas con losartán que con fosinopril después de seis y doce meses54. Tedesco et al. han publicado dos estudios doble-ciegos de gran tamaño55,56, evaluando los efectos de losartán sobre la masa del ventrículo izquierdo. Inicialmente distribuyeron al azar a los pacientes con hipertensión esencial para recibir diez meses de tratamiento doble ciego con losartán (50 mg/día) (n=49) o hidroclorotiacida (25 mg/día) (n=40)55. Se consiguió una reducción significativa del índice de masa del ventrículo izquierdo con losartán (p<0,004), reduciéndose el índice de masa del ventrículo izquierdo inicial desde 138,4 ± 26,2 a 127,2 ± 23,1 g/m2. Después de este trabajo, Tedesco et al.56 publicaron los resultados de un estudio doble ciego más largo, de 77 pacientes con hipertensión, distribuidos aleatoriamente para recibir 50 mg/día de losartán o 25 mg/día de hidroclorotiacida durante 22 meses (Figura 2). En general, el 63% de los pacientes distribuidos aleatoriamente para recibir losartán y el 65% de los distribuidos para recibir hidroclorotiacida tenían inicialmente HVI (> 130 g/m2 en hombres y > 110 g/m2 en mujeres). Después de un seguimiento medio de 22 meses, el índice de masa del ventrículo izquierdo descendió significativamente con losartán desde 139 ± 19 g/m2 inicialmente a 130 ± 20 g/m2 después de diez meses (p<0,04) y 128 ± 21 g/m2 después de 22 meses (p<0,02). Esto se consiguió principalmente por un descenso del grosor del tabique interventricular (desde 1,11 ± 0,10 a 1,06 ± 0,11 y 1,05 ± 0,13 después de 10 y 22 meses, respectivamente) y del grosor de la pared posterior (desde 1,06 ± 0,09 a 0,98 ± 0,07 y 0,95 ± 0,10, respectivamente). En los pacientes aleatorizados para recibir hidroclorotiacida no se observó un descenso importante del índice de masa del ventrículo izquierdo (135 ± 21 frente a 140 ± 23 g/m2 en el origen). Pacientes con hipertensión leve a moderada (n=25) se distribuyeron aleatoriamente para recibir losartán titulado hasta 50 mg de losartán/12,5 mg de hidroclorotiacida (n=11) o 5 mg amlodipina titulada hasta 10 mg (n=14). Después de 16 semanas de tratamiento activo, la masa del ventrículo izquierdo del grupo que recibió losartán se redujo significativamente desde una media inicial de 311 ± 101 g a 252 ± 25 g (p=0,003), mientras que la reducción de la masa del VI observada en el grupo que recibió amlodipina no fue significativamente diferente de la media inicial. Esto indica que la masa del ventrículo izquierdo puede reducirse significativamente en un período tan precoz como 16 semanas de tratamiento con losartán. En general, los 22 estudios (13 abiertos y 9 aleatorios) evaluaron los efectos de losartán sobre el ventrículo izquierdo. De éstos, sólo dos estudios más pequeños (uno aleatorio y comparativo y uno abierto) no han conseguido demostrar un efecto significativo de los AAII sobre la masa del ventrículo izquierdo. El resto de los estudios han encontrado reducciones importantes en la masa del ventrículo izquierdo, en el índice de masa del ventrículo izquierdo, y mejorías en la geometría del ventrículo izquierdo de los pacientes tratados con losartán. Otros AAII –irbesartán, valsartán y candesartán Otros AAII también parecen ser eficaces para la reducción de la HVI, aunque hasta ahora se han publicado pocos resultados. Dos estudios, uno con valsartán 58 y otro con HVI Y ANTAGONISTAS DE ANG II ibersartán59, han descrito el efecto terapéutico sobre la masa del ventrículo izquierdo en pacientes con hipertensión leve a moderada e HVI. En un estudio aleatorio y doble ciego de pacientes hipertensos con HVI se compararon durante ocho meses tratamientos de 80 mg/día de valsartán y 50 mg/día de atenolol58. Aunque ambos tratamientos consiguieron una reducción importante de la HVI, la reducción media del índice de masa del ventrículo izquierdo fue de 21 g/m2 después del tratamiento con valsartán (n=29) en comparación con sólo 10 g/m2 con atenolol (n=29). Deben evaluarse las ventajas a largo plazo de valsartán. Malmqvist et al.59 compararon el efecto del tratamiento con irbesartán y atenolol durante 12 meses en pacientes hipertensos con HVI. Los pacientes se distribuyeron aleatoriamente de forma doble ciega para recibir irbesartán (150 mg/día) (n=57) o atenolol (50 mg/día) (n=58). Aunque no se encontró ninguna correlación entre los efectos antihipertensivos (expresados como la presión del pulso) y la reducción del índice de masa del ventrículo izquierdo en el grupo que recibió atenolol, existía una correlación importante entre las variaciones de la presión del pulso y el índice de masa del ventrículo izquierdo en el grupo que recibió irbesartán (p=0,0007). Por esto, aunque se observaron reducciones similares en la PA con los dos tratamientos activos, la HVI regresó en mayor grado después del tratamiento con irbesartán que con atenolol. Se ha publicado recientemente el protocolo de un nuevo trabajo que investigó los efectos de irbesartán en comparación con felodipina durante un período de un año en pacientes con hipertensión leve o moderada e HVI60, pero todavía no disponemos de datos sobre este estudio. Un estudio con candesartán cilexetil también ha demostrado el efecto terapéutico sobre el índice de masa del ventrículo izquierdo en pacientes con hipertensión esencial61. Diez pacientes recibieron candesartán cilexetil (2 a 8 mg/día) durante 8-12 semanas y se encontró un descenso significativo del índice de masa del ventrículo izquierdo al final del período de estudio (imágenes de resonancia magnética: p=0,0484; electrocardiografía: p=0,0316), lo que indica que candesartán puede ser beneficioso para la remisión de la hipertrofia cardíaca en pacientes con hipertensión esencial. Limitaciones de las pruebas actuales Los estudios individuales no proporcionan una base firme para determinar el grado en que puede conseguirse la regresión de la HVI. Aunque la combinación de los resultados publicados en la literatura (metaanálisis) es menos satisfactoria que los estudios separados de tamaño adecuado, los metaanálisis sirven de ayuda para mejorar el poder estadístico, resolviendo dudas cuando los estudios consiguen resultados opuestos y mejoran las estimaciones exactas de la magnitud del efecto. 367 La fiabilidad de las conclusiones resultantes de los metaanálisis depende de la calidad de los estudios originales y, por tanto, la metodología de los estudios combinados es fundamental62. Muchos estudios incluidos en revisiones y metaanálisis sobre la remisión de la HVI hasta ahora, han tenido una o más limitaciones importantes que deberían considerarse. Se han definido criterios de restricción que deberían cumplirse por cualquier estudio diseñado para dar una información útil sobre la regresión de la HVI (Tabla 6)63; sin embargo, en el metaanálisis realizado por Dahlöf et al.7, sólo 18 de 109 estudios cumplieron únicamente el primero de estos criterios (aleatorios, doble-ciegos). En un metaanálisis posterior de mayor tamaño8, sólo 33 de los 412 estudios tenían diseños aleatorios, doble-ciegos, comparativos y con grupo paralelo para el análisis de pacientes con hipertensión. Aunque 5 de los 22 estudios publicados que evaluaron el efecto de losartán sobre la masa del ventrículo izquierdo son doble-ciegos y aleatorios, sólo dos de los estudios cumplen los criterios más estrictos. Un metaanálisis de la información disponible actualmente parece inapropiada en este momento. Sin embargo, surgen mensajes claros a través de los distintos estudios: el tratamiento con AAII es capaz de conseguir una regresión importante de la HVI. La posibilidad de reducir la mortalidad y morbilidad Como subrayaron Devereux et al.64, algunos estudios han demostrado de manera uniforme que tienen mayor riesgo de episodios mórbidos los sujetos con HVI que los sujetos sin esta enfermedad. Además, los episodios mórbidos se producen en mayor proporción en sujetos en los cuales progresa la HVI, en comparación con aquellos en que regresa. Hasta ahora no se ha encontrado ninguna relación cuantitativa entre las alteraciones de la HVI y la posterior morbilidad y mortalidad. Aunque varios estudios han descrito la relación entre la HVI y el pronóstico adverso, sólo unos pocos estudios han publicado datos sobre la relación entre la regresión de la HVI y la posterior morbilidad y mortalidad65-68. Hay varios estudios en marcha actualmente en los que se están comparando los efectos de diferentes tratamientos antihipertensivos, con diferentes presiones sanguíneas objetivo, sobre la morbilidad y mortalidad y la regresión de la HVI64. Se ha sugerido que para que los estudios aporten informaciones válidas sobre si la regresión de la HVI mejora el pronóstico per se, además de las reducciones de la presión arterial, su diseño debería incorporar una población de estudio numerosa (> 1200 pacientes) y un seguimiento a largo plazo (> 4 años de duración)63. El Estudio sobre Resultados del Tratamiento con Losartán (LIFE) es el único que ha seleccionado una población de estudio de suficiente tamaño y que está controlando a los pacientes durante un período relativamente largo69. 368 AJH (Ed. Esp.) 2001; 3: 361-369 El estudio LIFE es un estudio doble ciego, prospectivo, con grupo paralelo, que comparará los efectos de losartán con los del β-bloqueante atenolol sobre la mortalidad y morbilidad cardiovascular de los pacientes con hipertensión e HVI69. Se han seleccionado en total 9.194 pacientes para este estudio. Los pacientes seleccionables fueron hombres o mujeres de edades comprendidas entre 55 y 80 años, con hipertensión previamente no tratada o tratada y con HVI determinada electrocardiográficamente. Los pacientes se distribuirán para recibir 50 mg/día de losartán o 50 mg/día de atenolol, y se seguirán durante > 4 años y hasta que se produzcan los 1.040 primeros episodios cardiovasculares. El estudio LIFE es el primero que evalúa el efecto del antagonismo del SRA con un bloqueo completo de los receptores AT1 sobre la prevención de complicaciones de la hipertensión. Será el primer estudio con diseño de estudio "óptimo" que tenga el poder de determinar si la regresión de la HVI en pacientes hipertensos se asocia con una reducción de la mortalidad y morbilidad cardiovascular, independientemente de la reducción de la PA. Resumen Aunque es lógico pensar que si se elimina el estímulo de la hipertrofia se producirá una regresión de la masa del ventrículo izquierdo, permanece sin comprobarse si dicha reducción de la HVI conseguirá una mejoría simultánea del pronóstico, que sea independiente de la variación de la presión arterial. La contribución independiente de la HVI a la mortalidad y morbilidad cardiovascular obliga, sin embargo, a considerar la potencial regresión de la HVI cuando se trate a pacientes con hipertensión. Los datos de que disponemos actualmente sugieren que el tratamiento con AAII reduce la masa del VI en pacientes con hipertensión, además de la regresión de la HVI asociada con la reducción de la presión arterial per se. Deben realizarse estudios con poder para demostrar de forma concluyente 1) si los AAII reducen la HVI y 2) si la regresión de la HVI se asocia directamente con un descenso de la mortalidad y morbilidad cardiovascular, independientemente de la reducción de la PA. El estudio LIFE se ha diseñado para contestar a estas dos cuestiones, pero sus resultados no se publicarán hasta principios del año 2002. Bibliografía 1. Levy D: Left ventricular hypertrophy. Epidemiological insights from the Framingham Heart Study. Drugs 1988;35(suppl5):1-5. 2. Levy D, Garrison RJ, Savage DD, Kannel WB, Castelli WP: Prognostic implications of echocardiographically-determined left ventricular mass in the Framingham Heart Study. N Engl J Med 1990;322:1561-1566. 3. Safar ME, Lehner JP, Vicent MI, Plainfosse MT, Simon A: Echocardiographic dimensions in boderline and sustained hypertension. Am J Cardiol 1979;44:930-935. 4. Dunn FG, McLenachan J, Isles CG, et al: Left ventricular hypertrophy and mortality in hypertension: an analysis of data from the Glasgow Blood Pressure Clinic. J Hypertens 1990;8:775-782. 5. Rowlands DB, Glover DR, Ireland MA, et al: Assesment of left-ventricular mass and its response to antihypertensive treatment. Lancet 1982;1:467-470. 6. 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