Generalidades de los Comités de Bioética y su utilidad como medio probatorio en los procesos judiciales y éticos Jorge Iván Manrique Bacca, MD Gerente División Científica SCARE Los Comités de Bioética (CB) son básicamente grupos de consenso que ayudan a resolver los conflictos de tipo valorativo generados durante la prestación de servicios de salud de mediana y alta tecnología, donde es necesario tomar decisiones entre opciones contrarias frente a las consecuencias éticas de la intervención médica. La responsabilidad del profesional o equipo asistencial de salud incluye prever los posibles desenlaces no solo vitales sino también morales que las intervenciones médicas generan en el paciente o su familia. Este último aspecto impli- 64 Enero-Marzo de 2003 - Médico-Legal ca comprender las creencias, valores y expectativas individuales del paciente, su familia, la sociedad, el mismo profesional de la salud y la institución donde se desarrolla la atención. Es evidente que una visión integral de este tipo de controversia solo se puede dar si hay una discusión plural de ésta, como ocurre en un comité, donde hay oportunidad de exponer los distintos puntos de vista asegurando una mejor calidad de decisión ante las alternativas posibles de manejo. Garantizar a los pacientes el respeto a su dignidad, en las decisiones conflictivas de manejo durante la atención médica con alta tecnología, es la función más conocida de los Comités de Bioética; sin embargo en este artículo también se RESPONSABILIDAD quiere resaltar su aporte como recurso probatorio en cualquier tipo de acciones de responsabilidad médica contra los profesionales o las instituciones de salud. 1. DEFINICIÓN Para definir los Comités de Bioética, es necesario el concepto previo de bioética, para lo cual acudo al presentado por Pilar Núñez “la bioética es una nueva disciplina, surgida en los últimos treinta años, que, estudia la incidencia ética de las nuevas tecnologías sobre la persona e intenta poder anticiparse a las consecuencias de la aplicación de éstas, de modo y manera que el mundo conquistado por la técnica, no se pierda para la libertad” (1). Así se comprende el concepto de Comités de Bioética presentado por Francisco Abel: “Son instancias o estructuras de diálogo y decisión bioética, que asumen la responsabilidad de intentar clarificar y resolver racional o razonablemente los conflictos de valores que se presentan en la investigación o en la práctica clínica” (2). Se encuentra que los Comités de Bioética son grupos interdisciplinarios para debate y decisión, en busca de la solución más adecuada para una gran cantidad de conflictos éticos que se están generando en la prestación de servicios de salud de alta tecnología en la actualidad. El mantenimiento artificial de las condiciones vitales, el trasplante de órganos, la procreación asistida, la terapia génica entre otras tecnologías ya en aplicación, han permitido hacer frente a muchas alteraciones de las condiciones de salud antes invencibles e inclusive permitirse modificar su misma evolución natural. Sin embargo existe un aspecto que se afecta en forma colateral, positiva o negativamente, y es el efecto de estas intervenciones sobre la condición de persona humana de los pacientes, cuya esencia es ser “sujeto de derecho, de razón y de libertad, apta para su autonomía y para una relación de trascendencia” (3). La medicina de hoy en muchas ocasiones se encuentra ante la disyuntiva de escoger entre utilizar sus recursos o limitarlos en favor del respeto a la persona humana, conflicto por el cual han surgido disciplinas como la Bioética, siendo una de sus herramientas principales los Comités de Bioética. 2. FUNDAMENTACIÓN La medicina es una de las áreas donde más se ha sentido la tensión entre la ciencia y la ética, básicamente alterando la relación médico paciente. Los adelantos en tecnología y conoci los Comités de Bioética son grupos interdisciplinarios para debate y decisión, en busca de la solución más adecuada para una gran cantidad de conflictos éticos que se están generando en la prestación de servicios de salud de alta tecnología en la actualidad. mientos científicos acompañada de la cada vez más compleja administración de los servicios de salud, han irrumpido en el acto médico de tal forma que se siente un desplazamiento muy importante del aspecto humano de la atención, basado en la necesaria buena relación que predominaba anteriormente entre el médico y el paciente para aprovechar al máximo el poco arsenal diagnóstico y terapéutico con que se contaba. El médico de hoy es parte de un equipo, debe concentrar una muy buena parte de su esfuerzo en adquirir habilidades para manejar o interpretar las nuevas tecnologías y actualizar sus conocimientos, además de estar pendiente de los aspectos administrativos que impone un trabajo organizado bajo sistemas de salud; aun- que los resultados alcanzados son mucho más efectivos que antes, ha quedado de lado el espacio para la comunicación cálida y amigable con el enfermo. Por su parte el paciente de hoy no es el actor sumiso, confiado y tolerante del ayer, sino alguien que exige el servicio como un derecho, que indaga por la calidad de éste, puesto que es un servicio que paga y no está dispuesto a aceptar calladamente sus fallas. Entre los dos (Médico – Paciente) es fácil evidenciar una relación de tendencia conflictiva mediada por un tercer actor que son las instituciones del sistema de salud (en nuestro caso las IPS, EPS y el Estado) quienes ya sea por su poder económico, administrativo o legal, logran imponer sus condiciones con respecto a la forma, calidad y cantidad en que se debe ofrecer la medicina, cambiando la relación médico paciente hacia un estilo técnico e impersonal. Es decir, el componente científico administrativo de la medicina (y no el médico ni el paciente) es el que más incide hoy en día la calidad de la relación médico paciente. El respeto a la dignidad del enfermo, consiste en que por encima de la posibilidad tecnológica de la medicina, y del sistema de organización administrativa con que se presten los servicios, se tenga primero presente su condición de ser humano, el cual consiste en poder seguir actuando bajo sus creencias más sublimes y costumbres más arraigadas, o lo que se denomina Proyecto de Vida Individual. Un cambio obligado a éste, necesario para que la intervención médica logre vencer una enfermedad mediante un tratamiento determinado, debe ser bajo su autorización consciente y razonada, no importando su condición social, cultura, sexo, raza o lenguaje. 3. DESARROLLO HISTÓRICO Los primeros comités que se establecieron para evaluar los aspectos éticos de las intervenciones médicas en las personas, se hicieron a nivel de la experimentación en humanos, como reacción a abusos cometidos en este campo esEnero-Marzo de 2003 - Médico-Legal 65 RESPONSABILIDAD pecialmente durante la Segunda Guerra Mundial por parte de los nazis. Para prevenir casos similares el Código de Nuremberg (1947) propone por primera vez organizar comités que evaluaran los proyectos de investigación para así verificar la protección de los derechos de las personas que fueran a participar como sujetos de experimentación clínica. Posteriormente y en la medida en que los nuevos conocimientos científicos fueron más frecuentes e impactantes en la medicina, la Asociación Médica Mundial aprobó en Helsinki (1964) un protocolo que exigía la constitución de comités independientes del experimentador para su consideración, observación y consejo en cada procedimiento experimental. Entre 1969 y 1971 un grupo americano constituido por médicos y filósofos, discuten el impacto del desarrollo científico en el futuro de la humanidad y esbozan lo que posteriormente vendría a ser la Bioética, iniciada en instituciones como el Hastings Center y el Kennedy Institute of Ethics en E.U. (7) que básicamente consiste como lo dijo su primer mentor, el norteamericano Van Rensselaer Potter, en la ciencia 66 Enero-Marzo de 2003 - Médico-Legal que tiende ese puente de entendimiento entre el conocimiento científico y los valores humanos, una nueva sabiduría que provea “el conocimiento de cómo usar el conocimiento para la supervivencia del hombre y para el mejoramiento de la calidad de vida”. (4) Los Comités de Bioética Clínica nacen puntualmente a mediados de los años setenta, en un comienzo con tareas de análisis ético médico y de fiscalización de investigaciones (5). Sin embargo el caso de Karen Ann Quinlan en 1976, una joven de 21 años afectada por una intoxicación con barbitúricos y alcohol que la llevó a ...es frecuente la convocatoria de Comisiones Nacionales de Bioética de carácter permanente o temporal, por parte de los Estados para decidir políticas relacionadas con la aplicación de tecnologías nuevas de la medicina y su impacto en la población. un estado de coma permanente, hizo que por primera vez la justicia, en este caso el Tribunal Supremo de New Yersey, tomara un decisión respecto a la petición de los padres de desconectarla del respirador artificial, con base en el concepto de un Comité de Bioética. El comité recomendó la desconexión del respirador para terminar con un abuso terapéutico (coincidente con la visión de los padres). Karen sobrevivió por 10 años más, aliviando su condición de vida y el de su familia. Este concepto debatido bajo incertidumbre científica y frente a un conflicto ético evidente, resultó ser una decisión satisfactoria para todos. El caso sirvió para mostrar la utilidad de la decisión por consenso en casos en que se deban resolver controversias éticas generadas en la atención médica y consolidó la conciencia de contar con los Comités de Bioética en los hospitales para afrontar casos similares. En 1983, la : «President’s Commision for the Study of Ethical problems in Medicine and Biomedical and Behavorial Research» en Estados Unidos recomienda la creación de Comités de Ética (equivalente a los Comités de Bioética) en todos los hospitales, para tomar decisiones éticamente correctas ante situaciones de conflictos con pacientes incapaces. Actualmente en Europa y Estados Unidos los Comités de Bioética existen en la mayoría de los centros de atención hospitalaria con tecnología avanzada, o en donde se hace experimentación biomédica, y es frecuente la convocatoria de Comisiones Nacionales de Bioética de carácter permanente o temporal, por parte de los Estados para decidir políticas relacionadas con la aplicación de tecnologías nuevas de la medicina y su impacto en la población. En América Latina todavía es una novedad la instauración de estos comités, pero se ha visto un desarrollo importante en los últimos 10 años. En nuestro país, se creó la Comisión Intersectorial de Bioética en el año 2000, órgano consultivo del gobierno para estudio y definición de políticas en temas relacionados con la investi- RESPONSABILIDAD gación y la respectiva protección al ser humano, además con proyección a crear un Consejo Asesor de Bioética de carácter permanente, con decisiones vinculantes para la sociedad científica y la comunidad en general. En muchas instituciones se han organizado comités de bioética y existe una regulación que obliga a establecer Comités Éticos para la experimentación clínica (Resolución 8430 de 1993) y Comités de Etica Hospitalaria (Resolución 13437 de 1991) que no corresponde exactamente al de bioética pero en algunos casos ha sido sus generador. 4. CARACTERÍSTICAS METODOLÓGICAS La ética discursiva, la interdisciplinariedad, la referencia a principios éticos como el de la dignidad, son las tres características metodológicas más importantes de un Comité de Bioética. Estas responden al compromiso de ofrecer la mejor recomendación posible a un conflicto moral presentado con ocasión de la atención a un paciente, asegurar el respeto a los individuos 68 Enero-Marzo de 2003 - Médico-Legal ...es necesario para lograr el consenso frente al problema planteado, se tenga claro los valores que sirven de parámetro para la toma de decisiones, como el valor de la vida y de la dignidad humana.. sometidos a una investigación clínica que se desarrolla en la institución, o la recomendación al Estado sobre la política más adecuada en la implementación de conocimientos revolucionarios en el campo de la medicina, que afecten significativamente el modo de vida de la sociedad. Para lo anterior se requiere que quienes vayan a conformar cualquiera de estos comités, cumplan con algunas actitudes necesarias para lograr su cometido. En primer lugar ser abiertos a oír y respetar otras formas de pensar diferentes a las propias frente a un mismo problema, como única forma de establecer un diálogo enriquecedor que es elemento principal para establecer un trabajo armónico y efectivo (ética discursiva). También es fundamental hacer el esfuerzo por superar la visión propia de su disciplina, sea científica, social o filosófica, para que en un nivel superior de encuentro, se discuta el problema entre personas con diferentes conocimientos y por tanto con otros puntos de vista, generando una solución integradora de éstos, que se espera sea de una mayor calidad y aceptación que la que se alcanza individualmente. Para ello es necesario tener interés por conocimientos básicos de todas las disciplinas participantes frente al problema, con el fin de facilitar el entendimiento de conceptos y encontrar nuevos conocimientos (Interdisciplinariedad). Finalmente es necesario para lograr el consenso frente al problema planteado, se tengan claro los valores que sirven de parámetro para la toma de decisiones, como el valor de la vida y de la dignidad humana. Este último por ejemplo, tiene en nuestra sociedad actual un gran peso sobre los demás valores, y es frente a él, que generalmente se toma una decisión. 5. CLASIFICACIÓN DE LOS COMITÉS DE BIOÉTICA Existen en general 3 tipos de Comités de Bioética en medicina, establecidos según su objetivo y campo de acción. A. Los Comités Bioéticos de Investigación. (Institutional Review Boards en E.U ) Tienen como objetivo velar por la aplicación de normas éticas en investigación acordes con la dignidad de seres humanos y de protección a los animales, según se dispone en códigos nacionales e internacionales. B. Comités Bioéticos Clínicos o Asistenciales. (Institucional Ethics Committees en E.U.) Vigilan el respeto a los derechos del paciente, asegurando especialmente el ejercicio de su autonomía frente a intervenciones clínicas que puedan afectar su estilo o proyecto de vida, base de su autoestima en el entorno cultural y socioeconómico en que vive. Su RESPONSABILIDAD función es asesora – nunca vigilancia punitiva – para facilitar la calidad ética de todas las conductas del medio hospitalario que de alguna manera interfieren en: • Atención de personas • Relación entre el personal de la institución en lo que se refiere a dicha atención • Investigación • Docencia desde lo bioético • Actividades de proyección comunitaria nacional e internacional. C- Comités o Comisiones Nacionales de Bioética. Son cuerpos deliberativos convocados a nivel nacional, generalmente por organismos oficiales del poder ejecutivo o del legislativo. La convocatoria propone un tema específico y cita una comisión ad hoc o de carácter permanente, cuya tarea es deliberar e informar sobre la materia. En las instituciones también existen los Comités de Ética que se diferencian de los anteriores por estar dirigidos a evaluar la conducta ética de los profesionales de la salud, frente a parámetros objetivos como los códigos de ética médica, buscando determinar si un comportamiento estuvo o no dentro de las normas éticas de la profesión. rios en las instituciones donde se realiza investigación con pacientes. En cuanto a sus integrantes, el comité debe ser pluralista respecto al área representada (científica, ética, comunitaria e institucional). El científico con los profesionales de la salud de los diferentes servicios y expertos en el tema a tratar; el ético que puede incluir los bioeticistas, filósofos, teólogos, sociólogos, entre otros. El área de la comunidad la pueden representar los pacientes o el comité de usuarios, representantes de la sociedad. La institución puede tener sus representantes, incluyendo abogados (que ven los aspectos jurídicos tanto de la institución como de los pacientes) e inclusive representantes de la administración y trabajadores sociales. .En cuanto a sus integrantes el comité debe ser pluralista respecto al área representada (científica, ética, comunitaria e institucional). La cantidad de personas que lo integran va a depender del poder de convocatoria por parte de los organizadores. Según la necesidad y objetivos el rango de integrantes puede ir entre 5 a 25 personas. El límite inferior tiene el problema de escasa diversidad de criterios que empobrece la calidad del debate, y el mayor número la dificultad de lograr consenso por exceso de personas deliberantes. Asegurar el reconocimiento y apoyo de la autoridad institucional o gubernamental para su creación y funcionamiento, sin lo cual es poco probable el éxito que puedan tener voluntarios que independientemente establezcan un comité de Bioética. Después de conformarse el comité, éste debe autorreglamentarse y asignar responsabilidades a sus integrantes bajo una estructura organizativa mínima, tal como un director que lo presida y convoque las sesiones, un secretario que colabore con la realización y archivo de actas, una guía de los procedimientos a seguir para cada actividad del comité, de tal manera que haya formalidad en sus decisiones, conceptos y actividades educativas. 6. ORGANIZACIÓN Y FUNCIONAMIENTO El primer requisito para establecer un Comité de Bioética es asegurarse de su necesidad. Esto porque su organización y funcionamiento exigirá esfuerzos permanentes, tiempo y recursos de todo tipo, que deben justificarse. Por ello en general los Comités de Bioética Clínica solo funcionan en hospitales de segundo y tercer nivel que por su tecnología avanzada puedan requerir frecuentemente este tipo de apoyo. En tanto que los Comités Bioéticos de Investigación son claramente necesarios y obligatoEnero-Marzo de 2003 - Médico-Legal 69 RESPONSABILIDAD decidir por sí mismos, pero contando con la valiosa orientación del Comité de Bioética que le sirve de parámetro de referencia. 8. LOS C.B. Y SU RELACIÓN CON LA RESPONSABILIDAD DEL PROFESIONAL DE LA SALUD La acción interdisciplinaria debe ser la estrategia para afrontar y buscar consenso de los dilemas. Todos los participantes deben interesarse por adquirir conocimientos básicos sobre bioética así correspondan al área científica o social del comité. Lo anterior porque las discusiones se harán respecto a valores o principios éticos puestos en conflicto por la intervención médica. También es necesaria una preparación básica en el tema científico a discutir. Es decir cada quien debe adquirir una información válida para asegurar que el lenguaje técnico de cada disciplina no será un obstáculo importante para reconocer lo fundamental del problema. Esto es esencial del trabajo interdisciplinario; prepararse para discutir temas en un nivel más allá del ámbito propio de su profesión y lograr una decisión adecuada. El Comité puede establecer un método propio para valorar los principios éticos involucrados en el conflicto específico, o utilizar los ya reconocidos internacionalmente, como el propuesto por Beauchamp y Childress (6). Ellos establecieron 4 principios: autonomía, beneficencia, no maleficencia y justicia, los cuales jerarquizándos según cada caso, se convirtieron en el primer mecanismo práctico para resolver conflictos morales durante la prestación de servicios 70 Enero-Marzo de 2003 - Médico-Legal de salud. Esta metodología de los cuatro principios ha tenido aceptación mundial y ha sido uno de los grandes aportes de la Bioética. El resultado del debate, es una recomendación en consenso del Comité para un caso en particular, o un concepto frente a la conveniencia ética de una investigación. Estos pueden ser documentos de constancia y por ejemplo escribirse en la historia clínica o entregarse como requisito para la autorización de una investigación. 7. LAS DECISIONES DE LOS C.B. Las decisiones tomadas en los Comités de Bioética tienen dos características importantes: la primera ser tomadas en consenso es decir por acuerdo unánime y no por votación de los integrantes. Aunque no se prohíbe este último sistema en algunos casos, éste solo debe utilizarse en casos muy debatidos y donde las opiniones siguen definitivamente divididas (11). El ejercicio de tener en cuenta todas las opiniones y respetarlas, es lo que le da la característica de prudencia a la decisión. La segunda característica es la de ser decisiones no vinculantes, o no obligatorias. Todavía permiten a los verdaderos afectados por el conflicto (el médico, el paciente, la institución) La actividad de los profesionales de la salud ya sea en el campo clínico o de investigación, implica responder por sus acciones. Las demandas de responsabilidad médica por el ejercicio profesional en salud son cada día más frecuentes, lo que obliga al personal sanitario a tomar medidas para afrontar este problema. Uno de los puntos centrales es la prevención de éstas por lo que toda estrategia efectiva en este sentido es bienvenida. Los Comités de Bioética pueden servir indirectamente para los anteriores fines, aunque no son amparo jurídico directo. Como sus decisiones no son vinculantes, (básicamente son recomendaciones, permitiendo que en últimas la decisión de manejo médico siga estando en manos del profesional responsable) no son un recurso probatorio habitual en los procesos. Sin embargo la actividad de los CB genera conciencia en el equipo de salud en lo que respecta al aspecto humano de su atención, se mejora la calidad en la relación médico paciente, y ésto siempre se traduce en una baja animadversión contra los médicos o las instituciones y en desestímulo de reclamos jurídicos. (7). Pero además queda un registro de la utilización de este recurso como prueba del cuidado ético con que se obró frente al paciente. Las pruebas son el fundamento de los fallos judiciales y para los casos de demandas por prestaciones de servicios de salud, éstas son básicamente los registros de las atenciones. De ello el principal es la historia clínica; sin embargo hay otros importantes como el consentimiento informado, las actas de comités de calidad, autorizaciones etc. El valor de la prueba se correlaciona con el momento en que se ha generado RESPONSABILIDAD ésta; así, aquellas que se hicieron a priori o durante el acto médico, son mucho más contundentes que las presentadas a posteriori. Un ejemplo de estas últimas es el acta de un comité ad hoc de calidad, que es el reflejo de una evaluación posterior a los hechos sucedidos en una actuación médica. Esta evaluación tiene el sesgo de mostrar al observador el resultado de las conductas tomadas, haciendo desaparecer la incertidumbre que existió previa a éstas. Esta condición conlleva a generar una estimación subjetiva del evaluador que influye en la ecuanimidad de su juicio sobre el hecho. La historia clínica en cambio tiene un mayor valor probatorio, por ser un registro que se genera en el momento en que suceden los hechos (atención médica), ya que posteriormente es inalterable y quedan allí reflejados los pormenores más importantes del evento. Es un documento que se presume cierto en todo su contenido y nos da idea sobre la diligencia y pericia con que se prestó la atención. Los registros previos al hecho, tales como el consentimiento informado, las actas de juntas médicas y del Comité de Bioética entre otros, tienen el mayor valor para demostrar la prudencia y cuidado con que fue realizado una determinada intervención médica, reflejando fielmente la influencia de la incertidumbre existente bajo la cual se actuó. En derecho para que un profesional de la salud deba responder jurídicamente por las consecuencias de un acto médico, debe haber causado un daño al paciente por una atención inadecuada debida a culpa del médico. En lo anterior se muestran tres componentes para la responsabilidad que son absolutamente necesarios: primero la existencia de un daño, segundo la existencia de culpa en la actuación del profesional y tercero debe existir un nexo de causalidad entre esa culpa y el daño generado. La culpa a su vez se da cuando se incumple con uno de estos tres elementos: prudencia, pericia y diligencia. La primera se relaciona con la obligación de anticipación de las consecuencias del procedimiento que todo profesional de la salud debe realizar para ofrecer un servicio con seguridad y aceptación de su paciente. La pericia consiste en tener la destreza necesaria para realizar técnicamente bien la atención. Por ultimo, la diligencia es la exigencia de realizar todo lo que esté al alcance del profesional para brindar la mejor atención, por ejemplo en el tratamiento de las complicaciones. El profesional demandado para ser exonerado debe demostrar que obró sin ningún tipo de culpa. Para ello necesita pruebas. Tal vez lo más difícil es demostrar que se actuó prudentemente, puesto que como se vio, esta virtud corresponde al momento ex ante o anterior al hecho que generó la demanda. Es difícil probar las condiciones especiales en que debió actuar el médico y generalmente se le juzga teniendo en cuenta las consecuencias desastrosas que generó su actuación. Por esto contar con registros de actividades que implicaran decisiones previas al hecho, tales como el manejo definido por una junta médica para casos complicados científicamente, la aceptación del paciente a los riesgos previstos del procedimiento, la evaluación y recomendación de un Comité de Bioética para casos con conflictos éticos, son pruebas contundentes para demostrar la prudencia con que se actuó. Lo anterior nos permite deducir fácilmente la utilidad de las actas de los Comités de Bioética, como documentos de altísimo valor probatorio para demostrar el buen cuidado que se tuvo en tomar las decisiones ahora cuestionadas, tanto del profesional como de la institución de salud. Es claro que para lo anterior el comité de bioética tiene que garantizar su formalidad en cuanto a su reconocimiento institucional, organización, documentación, regularidad, procedimientos, reglamento interno, información y aplicación de sus recomendaciones. La fortaleza de la prueba depende de la sustentación intrínseca que se refleja en el adecuado funcionamiento del comité. 9. CONCLUSIONES Para terminar es importante concretar dos ideas principales, a modo de conclusión. La primera se refiere a ubicar la utilidad de los Comités de Bioética, en el apoyo al ejercicio de la medicina científica de hoy bajo parámetros éticos caracterizados por la autonomía del paciente y el respeto a los valores morales individuales y sociales que puedan ser afectados. La segunda, plantea la utilidad de las CB en evitar condiciones de irrespeto a los pacientes, que pueden desencadenar acciones judiciales contra los profesionales o las instituciones, así como ser referentes probatorios jurídicos en casos de que éstas se presenten, puesto que las actas de los CB pueden ser una prueba importante para demostrar que se actuó con prudencia en las decisiones de manejo que implicaban conflictos éticos. Finalmente se reitera que hoy en día los CB deben ser parte fundamental de la prestación de servicios de salud de alta tecnología, a fin de garantizar el componente ético para con los pacientes, los profesionales y la sociedad. BIBLIOGRAFÍA 1. NÚÑEZ CUBERO, Ma. Pilar. Comités Nacionales de Bioética: Comités Bioéticos Clínicos. Bogota: Ministerio de Salud Colombia. 1998. P. 147 2. ABEL, Francisco. Comités de Bioética: Necesidad, Estructura y Funcionamiento. España. Revista Labor Hospitalaria e Instituto Borja de Bioética. N. 229. Volumen XXV 1993. 3. 136 Julio – Agosto – Septiembre de 1993. 3. NÚÑEZ, Op. cit p. 147 4. POTTER, Van Rensselaer. Bioethics, the science of survival. Biology and Medicine, vol, 14, N. 1 ( Autum 1970) P. 127 – 153 5. KOTTOW, Miguel. Comités y comisiones de bioética. Experiencia internacional. Universidad de Chile. Centro Interdisciplinario de Bioética. Comisiones y Comités de Ética Médica. Publicaciones Especiales número 1. 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