Un enemigo del pueblo Autor: Enrique Ibsen Producción: ITL'CH Dirección: Orlhous Escenografía: Zapata Actuación: Sirc, Mares González, Ferrada. Caicedo, Fricke, Sutocunil y olios. Nos encontramos frente a una obra teatral que, antes de cumplir una centuria, podemos considerarla como una pieza inmortal. Pero su inmortalidad está basada principalmente en las ideas y la inteligente estructura dramática con que se représenla, más que en una recontemplación de orden estético, como la gran mayoría de las obras clásicas del teatro universal. Ibscn, en sus 78 años de vida, escribió una de las hojas más brillantes de la creación dramática mundial. Sus obras son una síntesis de la evolución y convulsión del siglo pasado. F.1 asimiló el mundo en que vivía, y ñie modifit Lindo su estilo, sin que su producción decayera en calidad. De la escuela romántica no podemos negar el perfeccionismo de "Brand"; como forjador del teatro realista de ideas tenemos el ejemplo que nos preocupa en esta crónica, al QUC debemos añadir "Casa de Muñecas", "Espectros" y "Hudda Gabler". Por último, cuando se orientó hacia el simbolismo, ya en sus últimos años de vida, nos dejo "El Pato Salvaje", "La Dama del Mar" y "El Niño Eyolf". Creemos acertada la selección de "Un Enemigo de! Pueblo" en el repertorio del Instituto de Teatro en su actual Temporada. Es una obra que resume las mejores virtudes del teatro ibseniano. y cuya actualidad nos demuestra que la sociedad en que vivimos, impregnada del espíritu y las estructuras del régimen capitalista, no sóio no ha cambiado en su desarrullo, sino que ha ahondado los problemas Irascendentales de la persona humana con el correr de los tiempos. La sonrisa irónica algunas veces, y la risa abierta en otras, que se escucha en la platea de! Teatro Antonio Varas, son un síntoma JL- que los espectadores perciben en su propia atmósfera laboral y social actual, los detritus descompuestos de una política mal entendida, de la inmoralidad, de la influencia, del poder de la mentira y el dinero. Lo importante es que ya en 1860 existía un Tomás Siockrnan. y hoy día son miles de miles los que luchan por su misma causa. Sin pretender que !a verdad en política sea monopolio de nadie, la escena de la Asamblea fallida del doctor Stockman es una pieza maestra y un retrato hablado de los conflictos actuales en nuestra país. ¿Acaso no es similar la respuesta que el Alcalde de la comuna da para permitir que el Balneario siga existiendo y enriqueciendo a los comerciantes y pequeños propietarios, a pesar de que sus aguas estaban contaminadas y se exponía lo sahid pública? Pero cien antis de evolución del régimen capitalista nos enseñan que los Alcaldes siguen siendo pocos, pero los corifeos y venales que los siguen y apoyan para profitiir de influencias y prebendas, hacen de ellos mayoría y les permiten gozar y abusar de! poder. Pues bien, la construcción de la obra nos lleva en la progresión convencional del drama social. Nos muestra el mundo familiar de un hombre respetado y cuyo hogar vive horas de felicidad y realización. El conflicto surge. El doctor tiene la prueba que las aguas del balneario están contaminadas. Su ingenuidad lo lleva a pensar que el solo hecho de dar a conocer esa pavorosa realidad, la hará condecorar por la Autoridad y se procederá a modificar la instalación sanitaria de! local. Nada más errado. Los intereses son poderosos y la política realiza el resto. El médico es aislado, se le procesa, se castiga a su familia, y a quienes se digan amigos de él. La curva dramática se agudiza, conrluycndo con la consabida escena final del teatro realista convencional en que el héroe, solo, mantiene sus principios, se atrinchera junto a los suvos, y decide luchar hasta la muerte porque la verdad sea oída, Como podemos ver, la progresión aristotélica es perfecta. Ahora bien, ¿cuál ea el apurte de Ibscn a este drama? Un lenguaje teatralmente perfecto, un estudio de los personajes en profundidad, un manejo hábil de los conceptos, y una atmósfera de humanidad lacerante y actual. Los personajes en una ohra deben estar verídicamente retratados y vividos por el autor, principalmente en las obras de tesis, para que sus pagamentos no nos parezcan falsificados, y sean carne de ellos mismos. Cuando son realmente personajes (be ahí el gran misterio del teatro) todo lo que digan o expresen está en función de la intensidad dramática. Si no lo son, nos sonarán falsos y diremos caritativamente "que la obra pecaba de ser muy literaria". Por eso cuando Catalina, la mujer del Doctor, dice: "Sin poder, ¿para qué sirve la verdad?", sentimos una tristeza íntima de certificar en nosotros el drama de esa mujer. Y, posteriormente, el amoral Billing agrega: "Denle una pequeña propiedad a un hombre, y el alma su va al diablo". Y el impacto es inmediato. Reconocemos a nuestro rededor a todos los Billing que destruyen nuestra sociedad, para algunos muy bien organizada. 503 Pero vamos al análisis del monlaje mismo. La dirección de Pedro Orihous nos pareció en genera] acertada. Supo mover a sus personajes, creando una acción progresivamente aplastante. Tenemos reparos en la selección de algunos actores un el reparto, encontrando además que el reparta femenino fue débil y poco trabajado. Debemos cerli!ÍL-ar que la función que presenciamos (.unió con dos reemplazos, el de Mares González en Calalinn, v el de Fanny Fischer en Petra, que no fue la actriz que estrenó la obra. Esto en descargo de la dirección. Oiro defecto que deberíamos señalarle a Orthous fue el de aceptar un decorado, cuya realización dejaba mucho que desear Puro en general su labor fue seria v completa. La escenografía de Sergio Zapata nos pareció pobre. Si bien el interior de la casa del Doctor se notaba con ana mavor preparación y ambientadón. dejó l;i sensación que las otras dos escenografías se improvisaron y realizaron con precipitación. El ambiente del periódico y el de la casa del capitán, estaban mal aforados con la escenografía del primer acto, pudtendo notarse sin esfuerzo los decorados iniciales al Comió de los enunciados. 1.a iluminación en la escena de! periódico, no sólo no daba el amhicnte requerido, sino que se proyectaba nítida sobre los trastos, lo que dejaba en mayor evidencia que se habían usado elementos escenográficos de otras obras, y muchos de ellos aun mal repintados. En el interior de la casa del doctor Slockman, colocó tres cuadros en el Foro, que se notaban a simple vista como caricaturas con marcos de estilo, lo que rompía Completamente el trabajo de detalles de cortinas, planta de ubicación de muebles, mnhiltario, etc. Su vestuario fue de superior calidad, tamo en diseño como realización. La actuación merece tratamiento aparte. Creemos que la creación que hace Agustín Siré del doctor Slockman, debería clasificarse como magistral. Su trabajo demuestra un estudio interior acabado, una matización adecuada y una intensidad vivencial en los momentos dramáticos, francamente insuperables. Su dominio del "timeing" es notable. En un piano de eficacia agregaríamos a Franklin Caicedo, que en cada obra progresa más; y en un plano algo inferior a Rubén Sotoconil en Morten Kill. Los demás on un nivel inferior. Mares González que tiene indudable talento, no nos convenció en Catalina. Confundía fácilmente la debilidad con lo plañidero. Fanny Fischer no era apropiada para el papel de Petra, en el que tampoco nos imaginamos a María Teresa Frike. ¿Por Qué las actrices jóvenes egresadas del ITUCH andan buscando trabajo en otras compañías y cuando el ITUCH las necesita para un rol como Petra, coloca actrices fogueadas que no dan en absoluto el per sonaje físico de una muchacha? No sabemos. Héctor Maguo decididamente desafortunado en Hovstad. Frío, igual siempre, no sabe lo que son matices porque sus personajes son construidos desde afuera hacia adentru. Es un actor exterior que debería asimilar la técnica conque Siré lrahaja sus creaciones. No basta tener buena voz, hay que sentir adentro para que la voz sirva de algo. Sergio Aguirre muy preocupado de verse bien mas que de mantener un personaje. Tennyson Ferrada con autoridad en su Alcalde, pero con una tendencia a 504 representar su "Bernardo O'Higgins" en los momentos de alocuciones encendidas o parlamentos largos. En resumen, una obra permanente con una espléndida interpretación protagónica que ojalá sea vista por lus excépticos de hoy. Jaime CELEDÓN S.