Una biblioteca del futuro para estudiar el pasado ALFREDO SÁNCHEZ L a vastedad del acervo franciscano salta a la vista: los libreros se suceden y forman largos pasillos con materiales valiosos, prácticamente a cada centímetro del recinto. Para el visitante, es claro el beneficio de proteger esta riqueza y asegurar su preservación en un ambiente de acceso y condiciones de humedad y temperatura controladas. Sin embargo, las preguntas surgen, obligadas: Pero, ¿cómo se puede aprovechar el acervo si tan pocos pueden tener acceso a él? ¿Y es posible encontrar algo en una colección tan grande que sea útil para una investigación dada si no es por casualidad? Y, aun cuidando de los libros, ¿no sufrirán daños como resultado natural del uso? Son buenas preguntas. Afortunadamente, podemos estar tranquilos porque se han considerado desde el inicio del proyecto. Las respuestas están todas relacionadas con la incorporación de nuevas tecnologías para poder apoyar a los investigadores, darle difusión al acervo, ampliar el acceso a usuarios de todo el mundo, y al mismo tiempo garantizar la preservación de los materiales. ¿Se refiere al uso de catálogos automatizados y a la digitalización de los libros? En realidad, se trata de mucho más que eso. El acervo de la Biblioteca Franciscana se ha incorporado a un activo programa de bibliotecas digitales que se inició en la UDLA desde 1998. Este programa es líder a nivel nacional y tiene una importante presencia a nivel internacional. Sus objetivos centrales son la construcción de colecciones digitales ampliamente accesibles, así como el desarrollo de interfaces de usuario que propicien un mejor aprovechamiento de las colecciones y la colaboración entre los investigadores y usuarios en general. Es una combinación interesante: una biblioteca del futuro para estudiar el pasado. ¿Habrá que esperar mucho tiempo para eso? ¿O es posible ver ya algunos avances? ¡Claro! Usemos una de las computadoras conectadas a nuestra red y veamos la colección a través de esta interfaz gráfica que llamamos “UVA”. Mientras que el catálogo vía web ofrece la posibilidad de hacer búsquedas de acuerdo a atributos como tema, título o autor, con UVA el investigador puede “navegar” por la colección y visualizar el contexto en el que se encuentran los libros. La clasificación se representa como una estructura, una especie de árbol invertido, en tercera dimensión. Podemos movernos por cada rama de este árbol, acercarnos o alejarnos, rotar el árbol y recorrerlo hasta ubicar libros que nos interesan. Este recorrido es equivalente al que realizaríamos directamente en los libreros. Eso parece útil, pero, ¿tienen que venir los investigadores a la biblioteca para explorar los materiales en estas computadoras? Ahí radica una de las bondades de esta tecnología. Basta tener acceso a Internet y, desde cualquier parte del mundo se puede tener acceso a este ambiente de visualización. Así que el sistema da información sobre los libros en el acervo, así como su ubicación en el “árbol” de la clasificación. ¿Y si quiero ver la portada o hasta las páginas de los libros? ¿También se puede? Así es. Hemos iniciado la digitalización de algunos materiales seleccionados y ya están disponibles en la biblioteca digital. Las imágenes son de muy buena calidad, de manera que se pueden apreciar detalles de impresión y encuadernación de los libros, así como examinar su contenido. Este acervo digital estará creciendo día a día durante los próximos años hasta incluir millones de páginas que pueden ser de utilidad para los investigadores. De esta manera, los materiales podrán consultarse sin los problemas y riesgos de la manipulación física. Y en ese proceso de digitalización, ¿no tienen que desarmar los libros? ¿no pueden dañarse? También pensamos en eso. Estamos utilizando un digitalizador “cenital” o “aéreo”, un equipo especializado que permite capturar las páginas abriendo normalmente los libros y sin necesidad de contacto directo con el papel. Una vez digitalizado, el libro queda disponible en la colección digital y puede ser consultado prácticamente desde cualquier lugar, a cualquier hora e inclusive por múltiples usuarios a la vez. El documento original queda así protegido sin dejar de ser útil. Muy interesante... una cuestión fundamental es la búsqueda, ¿o no? Al contar con millones de páginas digitales, ¿no se vuelve a tener el mismo problema de encontrar una aguja en un pajar? El problema existe, pero buenas soluciones también. Efectivamente, la riqueza del acervo puede no ser evidente para todos: ilustraciones, marcas de agua, filigranas, textos en varios idiomas y otros aspectos de interés pueden estar escondidos literalmente entre millones de páginas. Sin embargo, a través de los más avanzados mecanismos de recuperación de información podemos buscar elementos muy finos dentro de las páginas digitales. Nuestra área de investigación en bibliotecas digitales ha desarrollado un sistema de búsqueda al que nos referimos como CIText. Con él, utilizando reconocimiento óptico de caracteres y algoritmos que consideran similitudes léxicas y fonéticas entre palabras y letras, podemos ya hacer consultas al contenido de las páginas digitales con respuestas rápidas y útiles. Así se pueden localizar libros y páginas específicas de interés. Y todo desde la comodidad de la casa, el laboratorio o la oficina. ¿Y si el investigador necesita ayuda? Después de todo, quienes mejor conocen los acervos son los bibliotecarios. ¿Cómo se les puede contactar si no es directamente en la biblioteca? Por supuesto, en la biblioteca siempre serán bienvenidos los investigadores. Sin embargo, para quienes prefieran o necesiten hacer su trabajo remotamente, contamos con un servicio que llamamos “Referencia Virtual”. A través de él, los usuarios pueden plantear preguntas que los bibliotecarios atienden tal cual lo harían de manera personal. Sin embargo, entre las ventajas de hacerlo de esta manera cabe mencionar que las consultas son accesibles a la comunidad de investigación, de manera que pueden surgir varias respuestas interesantes (posiblemente de otros usuarios versados en el tema de investigación), puede consultarse una base de datos de preguntas y respuestas exitosas, y en general, pueden generarse oportunidades de colaboración. Definitivamente, las bibliotecas digitales son mucho más que páginas digitalizadas. Claramente, cubren aspectos como interfaces de usuario, ambientes virtuales de colaboración, recuperación y visualización de información. Seguramente los investigadores en la Biblioteca Franciscana contarán con mucho más que un acervo vasto y rico. Los servicios de bibliotecas digitales la convierten en una biblioteca moderna, futurista, aun cuando los objetos de estudio datan de siglos atrás. ¿Quiere decir todo esto que los problemas para la introducción de la tecnología de bibliotecas digitales están resueltos? Tenemos avances muy importantes y estamos orgullosos de ponerlos a disposición de nuestros investigadores. Sin embargo, bibliotecas digitales es un área de investigación en sí misma y continuamente se están produciendo avances y nuevas y mejores soluciones a problemas. Participamos activamente en el área y buscamos oportunidades para aplicar los nuevos desarrollos. El uso de estas tecnologías también modifica las prácticas de trabajo en el uso, diseminación y generación del conocimiento. De manera que los integrantes de los equipos de la Biblioteca Franciscana y de Bibliotecas Digitales estamos preparados para trabajar junto con nuestros usuarios, conocer sus necesidades y proponer soluciones para atenderlas. Nuestro compromiso es mantener a la Biblioteca Franciscana integrada al programa de bibliotecas digitales de la UDLA y, con ello, proyectarla como una biblioteca modelo para el manejo de colecciones especiales. Agradecimientos Los proyectos de bibliotecas digitales en la UDLA no serían posibles sin la participación de talentosos estudiantes del Laboratorio de Tecnologías Interactivas y Cooperativas (http://ict.udlap.mx), así como de investigadores del Centro de Investigación en Tecnologías de Información y Automatización y de nuestro propio Departamento de Bibliotecas Digitales. Además del apoyo que hemos recibido de la UDLA, nuestros proyectos han sido financiados por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (proyectos No. 35804-A y G33009-A) y el Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo (proyecto CYTED VII.19 RIBIDI). Agradecemos a todos ellos sus contribuciones. Referencias García Jiménez, P. 2002. Consulta a textos digitalizados: implementación y análisis en el contexto de las colecciones especiales de la UDLA. Tesis de Ingeniería en Sistemas Computacionales, Universidad de las Américas, Puebla. http://biblio.udlap.mx/tesis. (agosto). Sánchez, J. A., Nava Muñoz, S., Fernández Ramírez, L., Chevalier Dueñas, G. 2002. Distributed information retrieval from web-accessible digital libraries using mobile agents. Upgrade, The magazine of the Council of European Professional Informatics Societies (CEPIS), 3, 3, http://www.upgrade-cepis.org. Sánchez, J. A., García, A. J., Proal, C., Fernández, L. 2001. Enabling the collaborative construction and reuse of knowledge through a virtual reference environment. Proceedings of the Seventh International Workshop on Groupware (Darmstadt, Alemania, Sept. 6-8). IEEE Computer Society Press, Los Alamitos, Calif. 90-97. Proal Aguilar, C., Sánchez, J. A., Fernández, L. 2000. UVA: 3D representations for visualizing digital collections. Proceedings of the Third International Conference on Visual Computing (Visual 2000, Mexico, D. F., Sept. 18-22). 185-192.