NATANAEL DISLA EXPERIENCIAS CON TALLERES SOBRE MASCULINIDADES EN IGLESIAS Y OTROS ESPACIOS DE REPÚBLICA DOMINICANA OBJETIVO PRINCIPAL Conocer y reflexionar sobre la urgencia y los desafíos de revisar y asumir nuevos modelos de masculinidades en las iglesias como prevención a la violencia de género. SOÑANDO DESPIERTO CON UN PALILLO EN LA MANO Me puse a pensar cuán difícil es hablar de nosotros mismos; cuán difícil es decir lo que nos incomoda en el momento, o lo que nos hace sentir felices. Es como si usáramos un hilo para que este hable por nosotros: para que no llegue el mensaje completo. ¡Ay cuando nos descubren por dentro! Es como si se cayera poco a poco nuestra última defensa. Nos duele, nos duele, pero reprimimos ese dolor y no lo expresamos. SOÑANDO DESPIERTO CON UN PALILLO EN LA MANO Así son las cosas: un problema que pareciera ser privado entre dos personas, es de carácter público. La violencia que sufren muchas mujeres es un asunto público. Ya no puede seguir considerándosele «pleito entre marido y mujer». En muchas de nuestras iglesias, no se habla de esto; hay mucho temor. Sólo se habla de la «familia feliz», y de que hay que buscar la reconciliación, pero nunca se habla de la violencia intrafamiliar. UN CORAZÓN TRASPASADO ¡Qué difícil resulta aún para mí hablar de mis sentimientos! En ocasiones me es difícil verbalizar cómo me siento. A nosotros los varones se nos hace difícil expresarnos muchas veces, porque es como si no hubiéramos aprendido el lenguaje de los sentimientos. A muchos de nosotros se nos enseñó a ser fuertes, machos: a demostrar una fuerza que no se tiene. A usar nuestros cuerpos como burros de carga, llevando en muchas ocasiones sobre nuestros hombros cosas muy pesadas. Y es que no nos cuidamos. Nos han enseñando que cuidarse es cosa de mujeres. Pero la realidad muestra que cuidarse es un asunto de supervivencia. «SALIR CORRIENDO»: DONDE SE PIERDEN LOS DEMONIOS DE LA MEMORIA Esos momentos a solas, de reflexión, son muy necesarios en estos tiempos. Vamos tan rápido en la vida, que no nos detenemos a escuchar nuestra propia voz interior que nos dice suavemente: «detente, detente». Cuando ya es muy tarde, el cuerpo explota y nos pide que le hagamos caso, pero entonces ya estamos postrados o postradas en una cama. «SALIR CORRIENDO»: DONDE SE PIERDEN LOS DEMONIOS DE LA MEMORIA ¿Qué tiempo como varones le damos a nuestros cuerpos? ¿Qué tiempo nos damos a nosotros mismos para reencontrarnos? LA ESPIRAL DE VIOLENCIA ES A LO PRIMERO QUE ECHAMOS MANO Me empecé a dar cuenta que se estaba dando una competencia entre nosotros. Ya que habíamos quedado bien enredados en el nudo, cada quien buscaba la manera de no dejarse soltar para no salir de la dinámica. En ese tenor, el grupo se había convertido en toda una masa corpórea de individuos que locamente trataban de no soltarse, lo que convertía al grupo de varones en una masa hostil de gente que se maltrataba desorganizadamente, chocándose contra la pared, y todo por no salir de la dinámica sin poderse soltar. LA ESPIRAL DE VIOLENCIA ES A LO PRIMERO QUE ECHAMOS MANO La violencia es como si fuera una espiral descendente en el sistema patriarcal y machista en el que vivimos. Empieza sutilmente con palabras y conceptos ingenuos que muchas personas compran y no se dan cuenta que están dando pequeños pasos en perpetuar la violencia imperante. QUÉ TENEMOS HASTA AQUÍ 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. Contar historias. La violencia no es asunto de dos, es asunto público. Los niños y las niñas necesitan ser afirmados/as en sus identidades propias. Es necesario que actualicemos nuestros conceptos de acompañamiento pastoral a parejas. Comprometerse a hacer algo por erradicar la violencia ejercida contra las mujeres Tomar conciencia de que hay un modelo hegemónico de masculinidad Expresar nuestros sentimientos Repensar el concepto de cuidado al trabajar con varones Romper el binomio competencia-violencia EL EFECTO MULTIPLICADOR: DESDE LAS IGLESIAS Y PARA LAS COMUNIDADES a) Desde las iglesias: proyecto de capacitación de temas de género y masculinidades en las iglesias b) Desde las comunidades: grupo de varones comprometidos EL EFECTO MULTIPLICADOR: DESDE LAS IGLESIAS Y PARA LAS COMUNIDADES EL EFECTO MULTIPLICADOR: DESDE LAS IGLESIAS Y PARA LAS COMUNIDADES EL EFECTO MULTIPLICADOR: DESDE LAS IGLESIAS Y PARA LAS COMUNIDADES EL EFECTO MULTIPLICADOR: DESDE LAS IGLESIAS Y PARA LAS COMUNIDADES EL EFECTO MULTIPLICADOR: DESDE LAS IGLESIAS Y PARA LAS COMUNIDADES Desde las comunidades: Ejes generales: 1. Investigación sobre masculinidades desde el contexto dominicano y caribeño 2. Acciones de políticas públicas y articulación con otros movimientos sociales y comunitarios para incidir en la afirmación de las diversas maneras de ser hombres, contribuyendo a crear conciencia ante el problema de la violencia de género b) EL EFECTO MULTIPLICADOR: DESDE LAS IGLESIAS Y PARA LAS COMUNIDADES Desde las comunidades: Ejes temáticos: • Ecología (¿Ecomasculinidades?) • Paternidades • «Contar historias de hombres» (expresar lo que sentimos y cómo nos sentimos) • Lúdica • Identidad dominicana y caribeña • «De BBQ a anafe» como paradigma emancipatorio («hornear juntos») b) EL EFECTO MULTIPLICADOR: DESDE LAS IGLESIAS Y PARA LAS COMUNIDADES Cómo lo haremos: • En lo grupal: reuniones informales para compartir‐nos nuestras historias, escuchar‐nos y pasar un buen rato juntos • En lo comunitario: actividades lúdicas, talleres y conversatorios populares para incidir y llamar la atención sobre el problema de violencia de género en las comunidades • En lo político: incidencia desde las políticas públicas junto a otras organizaciones sociales y feministas. Tanto para llamar a la conciencia de la necesidad de repensar nuestras relaciones con otros varones y las mujeres; y para acompañar a las mujeres en sus luchas y demandas sociales e incidir políticamente en nuestras demandas sociales como varones. • En lo académico: conferencias, conversatorios y proyectos destinados a investigar las masculinidades en el contexto dominicano y caribeño, a partir de las experiencias, las historias de vida y la conciencia histórica de nuestro pueblo dominicano. Muchas gracias