MANIFIEST D’ALFONS XIII ALS ESPANYOLS (14/04/1931) Las elecciones celebradas el domingo, me revelan claramente que no tengo el amor de mi pueblo. Mi conciencia dice que ese desvío no será definitivo, porque procuré siempre servir a España, puesto al único afán en el interés público y hasta en las más críticas coyunturas. Un Rey puede equivocarse y sin duda erré yo alguna vez, pero sé bien que nuestra Patria se mostró siempre generosa ante las culpas sin malicia. Soy el Rey de todos los españoles y también un español. Hallaría medios sobrados para mantener mis regias prerrogativas en eficaz forcejeo contra los que las combaten; pero resueltamente quiero apartarme de cuanto sea lanzar a un compatriota contra otro, en fratricida guerra civil. No renuncio a ninguno de mis derechos, porque más que míos son depósitos acumulados por la Historia de cuya custodia me han de pedir un día cuenta rigurosa. Espero conocer la auténtica expresión de la conciencia colectiva. Mientras habla la nación suspendo deliberadamente el ejercicio del Poder Real reconociéndola como única señora de sus destinos AL·LOCUCIÓ DE MACIÀ PROCLAMANT LA REPÚBLICA CATALANA (14/04/1931) Interpretant el sentiment i els anhels del poble que ens acaba de donar el seu sufragi, proclamo la República Catalana com Estat integrant de la Federació Iberica. D'acord amb el President de la República federal espanyola senyor Nicet Alcalá Zamora, amb el qual hem ratificat els acords presos en el pacte de Sant Sebastià, em faig càrrec provisionalment de les funcions de President del Govern de Catalunya, esperant que el poble espanyol i el català expressaran quina és en aquests moments llur voluntat. En fer aquesta proclamació, amb el cor obert a totes les esperances, ens conjurem i demanem a tots els ciutadans de Catalunya que es conjurin amb nosaltres per fer-la prevaler pels mitjans que siguin, encara que calgués arribar al sacrifici de la pròpia vida. Preguem que cada català, així com tot altre ciutadà resident a Catalunya, es faci càrrec de l'enorme responsabilitat que en aquests moments pesa sobre nosaltres. Tot aquell, doncs, que pertorbi l'ordre de la naixent República Catalana, serà considerat com un agent provocador i com un traïdor a la Pàtria. Esperem que tots sabreu fervos dignes de la llibertat que ens hem donat i de la justícia que, amb l'ajut de tots, anem a establir. Ens recolzem sobre coses immortals com són els drets dels homes i dels pobles i, morint i tot si calgués, no podem perdre. En proclamar la nostra República, fem arribar la nostra veu a tots els pobles d'Espanya i del món, demanant-los que espiritualment estiguin al nostre costat i enfront de la monarquia borbònica que hem abatut, i els oferim aportar-los tot el nostre esforç i tota l'emoció del nostre poble renaixent per afermar la pau internacional. Per Catalunya, pels altres pobles germans d'Espanya, per la fraternitat de tots els homes i de tots els pobles, Catalans, sapigueu fer-vos dignes de Catalunya. ADVERTÈNCIA DELS INTEL·LECTUALS Quemar (...) conventos e iglesias no demuestra ni verdadero celo republicano ni espíritu de avanzada, sino más bien un fetichismo criminal que lleva lo mismo a adorar las cosas materiales que a destruirlas. El hecho repugnante avisa del único peligro grande y efectivo que para la República existe: que no acierte a desprenderse de las formas y las retóricas de una arcaica democracia en vez de asentarse desde luego e inexorablemente en un estilo de nueva democracia. Inspirados por ésta, no hubieran quemado los edificios, sino que más bien se habrían propuesto utilizarlos para fines sociales. La imagen de la España incendiaria, la España del fuego inquisitorial, les habría impedido, si fuesen de verdad hombres de esta hora, recaer en esos estúpidos usos crematorios. Gregorio Marañón, José Ortega y Gasset, Ramón Pérez de Ayala, Manifiesto de la «Agrupación al Servicio de la República», 11 de mayo de 1931. 1 NO ÉS AIXÒ, NO ÉS AIXÒ (9 setembre 1931) Desde que sobrevino el nuevo régimen no he escrito una sola palabra que no fuese para decir directa o indirectamente esto: « ¡No falsifiquéis la República! ¡Guardad su originalidad! ¡No olvidéis ni un instante cómo y por qué vino!». En suma: autenticidad, (...) Con esta predicación no proponía yo a los republicanos ninguna virtud superflua y de ornamento. Es decir, que no se trata de dos Repúblicas igualmente posibles —una, la auténtica española; otra, imaginaria y falsificada— entre las cuales cupiese elegir. No: la República en España, o es la que triunfó, la auténtica, o no será. Así, sin duda ni remisión (...) Una cantidad inmensa de españoles que colaboraron en el advenimiento de la República con su acción, con su voto o, con lo que es más eficaz que todo esto, con su esperanza, se dicen ahora entre desasosegados y descontentos: « ¡No es esto, no es esto!». La República es una cosa. El «radicalismo» es otra. Si no, al tiempo. Artículo de José Ortega y Gasset en Crisol, IX, 1931 (9 de setiembre) DISCURS D’AZAÑA. LA REPÚBLICA COM ESTAT LAIC La revolución política, es decir, la expulsión de la dinastía y la restauración de las libertades públicas, ha resuelto un problema específico de importancia capital, ¡quién lo duda!, pero no ha hecho más que plantear y enunciar aquellos otros problemas que han de transformar el Estado y la sociedad españoles hasta la raíz. Estos problemas, a mi corto entender, son principalmente tres: el problema de las autonomías locales, el problema social en su forma más urgente y aguda, que es la reforma de lo propiedad, y este que llaman problema religioso, y que es en rigor lo implantación del laicismo del Estado con todas sus inevitables y rigurosas consecuencias. Ninguno de estos problemas los ha inventado la República (...). Cada uno de estas cuestiones, señores diputados, tiene una premisa inexcusable, imborrable en la conciencia pública, y al venir aquí, al tomar hechura y contextura parlamentaria es cuando surge el problema político. Yo no me refiero a las dos primeras, me refiero a eso que llaman problema religioso. La premisa de este problema, hoy político, la formulo yo de esta manera: España ha dejado de ser católica; el problema político consiguiente es organizar el Estado en forma tal que quede adecuado a esta fase nueva e histórica el pueblo español. Yo no puedo admitir, señores diputados, que a esto se le llame problema religioso. El auténtico problema religioso no puede exceder de los límites de la conciencia personal, porque es en la conciencia personal donde se formula y se responde a la pregunta sobre el misterio de nuestro destino (...).Este es un problema político, de constitución del Estado (…), porque nuestro Estado, (...) excluye toda preocupación ultraterrena y todo cuidado de la fidelidad, y quita a la Iglesia aquel famoso brazo secular que tantos y tan grandes servicios le prestó. Se trata simplemente de organizar el Estado español con sujeción a las premisas que acabo de establecer. Diario de sesiones de los Cortes, 13/10/1931 DISCURS DE CLARA CAMPOAMOR EN DEFENSA DEL SUFRAGI FEMENÍ Dejad que la mujer se manifieste como es, para conocerla y para juzgarla; respetad su derecho como ser humano; (…) y si el derecho constituyente, como norma jurídica de los pueblos civilizados, cada día se aproxima más al concepto de libertad, no nos invoquéis el trasnochado principio aristotélico de la desigualdad de los seres desiguales (…). Dejad, además, a la mujer que actúe en Derecho, que será la única forma que se eduque en él, fueren cuales fueren los tropiezos y vacilaciones que en principio tuviere.(…) Yo me he regocijado pensando en que esta Constitución será, por su época y por su espíritu, la mejor, hasta ahora, de las que existen en el mundo civilizado, la más libre, la más avanzada, y he pensado también en ella como en aquel decreto del Gobierno provisional que a los quince días de venir la República hizo más justicia a la mujer que la hicieron veinte siglos de Monarquía. Pienso que es el primer país 2 latino en que el derecho [de sufragio] a la mujer va a ser reconocido, en que puede levantarse en una Cámara latina la voz de una mujer, una voz modesta como ella, pero que nos quiere traer las auras de la verdad, y me enorgullezco con la idea de que sea mi España la que alce esa bandera de liberación de la mujer (…). Y yo digo, señores legisladores: (…) no dejéis que sea otra nación latina la que pueda poner a la cabeza de su Constitución, en días próximos, la liberación de la mujer, vuestra compañera. Diario de Sesiones de las Cortes, 01/09/1931. CONSTITUCIÓ DE 1931 España, en uso de su soberanía, y representada por las Cortes Constituyentes, decreta y sanciona esta constitución: Art. 1. España es una República democrática de trabajadores de toda clase que se organiza en régimen de Libertad y de Justicia. Los poderes de todos sus órganos emanan del pueblo. La República constituye un Estado integral, compatible con la autonomía de los Municipios y las Regiones. Art. 3. El Estado no tiene religión oficial. Art. 8. El Estado español, dentro de los límites irreductibles de su territorio actual, estará integrado por Municipios mancomunados en provincias y por las regiones que se constituyen en régimen de autonomía. Art. 10. Si una o varias provincias limítrofes con características históricas culturales y económicas comunes acordaran organizarse en región autónoma para formar un núcleo políticoadministrativo dentro del Estado español, presentarán su Estatuto (…) Art. 26. (…) El Estado, las regiones, las provincias y los Municipios, no mantendrán, favorecerán, ni auxiliarán económicamente a las Iglesias, Asociaciones e Instituciones religiosas. Una ley especial regulará la total extinción, en un plazo máximo de dos años, del presupuesto del Clero. Quedan disueltas aquellas Órdenes religiosas que estatutariamente impongan, además de los tres votos canónicos, otro especial de obediencia a autoridad distinta de la legítima del Estado. Art. 36.- Los ciudadanos de uno y otro sexo mayores de veintitrés años, tendrán los mismos derechos electorales conformen determinen las leyes. Art. 48.- La enseñanza primaria será gratuita y obligatoria. La enseñanza será laica. Art. 51. La potestad legislativa reside en el pueblo, que la ejerce por medio de las Cortes o Congreso de los Diputados. Art. 52. El Congreso de los Diputados se compone de los representantes elegidos por sufragio universal, igual, directo y secreto. Art. 86. El Presidente del Consejo y los Ministros constituyen el Gobierno. Art. 94. La Justicia se administra en nombre del Estado.(…) Los jueces son independientes en su función. Sólo están sometidos a la ley. Palacio de las Cortes Constituyentes 9/12/1931 DECLARACIONS DE L’EPISCOPAT DAVANT LA CONSTITUCIÓ DE 1931 Los principios y preceptos constitucionales en materia confesional no sólo no responden al mínimum de respeto a la libertad religiosa y de reconocimiento de los derechos esenciales de la Iglesia que hacían esperar el propio interés y dignidad del Estado, sino que, inspirados por un criterio sectario, representan una verdadera oposición aun a aquellas mínimas exigencias (…) Más radicalmente todavía se ha cometido el grave y funesto error de excluir a la Iglesia de la vida pública y activa de la nación, de las leyes, de la educación de la juventud, de la misma sociedad doméstica, con grave menosprecio de los derechos sagrados y de la conciencia cristiana del país. (…) De semejante separación violenta e injusta, de tan absurdo laicismo del Estado, la Iglesia no puede dejar de lamentarse y protestar, convencida como está de que las 3 sociedades humanas no pueden conducirse, sin lesión de deberes fundamentales, como si Dios no existiese, o desatender a la Religión, como si ésta fuera un cuerpo extraño a ella s o cosa inútil y nociva (…). LA QÜESTIÓ RELIGIOSA I LA DISSOLUCIÓ DE LA COMPANYIA DE JESÚS (...) Los religiosos y novicios de la Compañia de Jesús cesarán en la vida común dentro del territorio nacional en el término de diez días, a contar de la publicación del presente Decreto. Transcurrido dicho término, los gobernadores civiles darán cuenta al Gobierno del cumplimiento de esta disposición. Los miembros de la disuelta Compañia no podrán en lo sucesivo convivir en un mismo domicilio en forma manifiesta ni encubierta, ni reunirse ni asociarse para continuar la extinguida personalidad de aquélla. (...) Decreto de 23 de enero de 1932 sobre disolución de la Compañía de Jesús LA PROBLEMÀTICA DEL CAMP ESPANYOL. Al hundirse, en 1931, la monarquía legó a la naciente República española unos problemas agrarios que tenían dos vertientes claramente diferenciables. Una estrictamente económica, que significaba un freno a las posibilidades de expansión industrial, pero que sólo podía resolverse a largo plazo, cultivando mejor los latifundios, aumentando los regadíos y fomentando una industrialización que pudiera absorber unos excedentes de mano de obra campesina que ahora, en plena crisis mundial, encontraban cerrada la tradicional válvula de seguridad de la emigración exterior. La otra vertiente era de carácter social, y había que actuar rápidamente con respecto a ella, porque los campesinos estaban cansados de esperar. En Galicia y Catalunya estos problemas sociales se manifestaban como la lucha contra unos regímenes de arrendamiento desfasados, heredados del Antiguo Régimen. En las zonas de latifundio -parte de Andalucía, Extremadura y La Mancha-, como la tensión entre unos braceros sin tierra y unos terratenientes que necesitaban salarios míseros y una población en paro estacional (única solución para que los salarios siguieran siendo bajos en las épocas de la recolección en que se necesitaba un número mayor de brazos) para asegurar la rentabilidad de sus explotaciones. Este último era el problema más grave y más urgente, y fue el primero que la República intentó resolver. Fontana y Nadal. Història Econòmica de la Catalunya Contemporània, Enciclopèdia Catalana, 8 vols. LA REFORMA AGRÀRIA Por consiguiente, lo esencial de la reforma agraria residía, por un lado, en si los liberales, que eran principalmente republicanos de la pequeña burguesía urbana, eran capaces de obligar a la burguesía rural, conservadora y católica, a ceder grandes extensiones de propiedades privadas, a aceptar "sacrificios" en un plazo inmediato con el fin de beneficiarse, a largo plazo, evitando una revolución campesina. Por otro lado, residía también en si serían capaces de persuadir a un gran sector del proletariado rural revolucionario, que se hallaba bajo la influencia anarcosindicalista, para que aceptase una reforma agraria que no alteraba profundamente el sistema de propiedad de la tierra y contribuía a reforzar la democracia liberal. Frasser, R. Recuérdalo tú y recuérdalo a los otros. 4 LA REFORMA AGRÀRIA La única ocasión en que en España se dan las condiciones políticas adecuadas para emprender una reforma agraria que afectase a Andalucía en el seno de un estado liberal democrático es, como se sabe, durante la Segunda República. No obstante, el proletariado rural la había estado reivindicando desde mucho antes obteniendo como respuesta, en los más de los casos, la mera represión. (...) La agricultura tenía gran peso en la economía del país durante aquella época, lo que confería a los terratenientes un poder nada despreciable que además supieron agrandar mediante alianzas con otros sectores sociales de la derecha. Estas alianzas se vieron facilitadas porque otros problemas tales como las demandas autonómicas, la crisis económica, los conflictos laborales, la fuerza del sindicalismo extraparlamentario y el laicismo republicano, entre otros, se superpusieron a la cuestión agraria aglutinando con ello a la derecha tradicional que difícilmente iba a transigir a tantas y profundas reformas simultáneas. Pérez Yruela, M. y Sevilla Guzmán, E.: “La dimensión política en la reforma agraria” en Papers. Revista de Sociología, nº 16. LLEI DE BASES DE LA REFORMA AGRÀRIA (1932) Los efectos de esta ley se extienden a todo el territorio de la República. Su aplicación, en orden a los asentamientos de campesinos, tendrá lugar en los términos municipales de Andalucía, Extremadura, Ciudad Real, Toledo, Albacete y Salamanca. Las tierras del Estado y las que constituyeron antiguos señoríos, transmitidas desde su abolición hasta hoy por título lucrativo podrán ser objeto de asentamientos, sea cualquiera la provincia donde radiquen. La inclusión en posteriores etapas, a los fines de asentamiento de las fincas situadas en términos municipales de las 36 provincias restantes, solo podrá realizarse a propuesta del Gobierno [...]. La ejecución de esta ley quedará encomendada al Instituto de Reforma Agraria, como órgano encargado de transformar la constitución rural española [...]. El Instituto de Reforma Agraria promoverá la formación de organismos de crédito a fin de facilitar a los campesinos asentados el capital necesario para los gastos de explotación [...] Serán susceptibles de explotación las tierras incluidas en los siguientes apartados: 1. Las ofrecidas voluntariamente por sus dueños siempre que su adquisición se considere de interés por el Instituto de Reforma Agraria. 5. Las que por las circunstancias de su adquisición, por no ser explotadas directamente por los adquirientes y por las condiciones personales de los mismos, deba presumirse que fueran compradas con fines de especulación o con el único objeto de percibir su renta [...] 7. Las incultas o manifiestamente mal cultivadas en toda aquella porción que, por su fertilidad y favorable situación, permita un cultivo permanente con rendimiento superior al actual […]. Quedarán excluidas de la adjudicación temporal y de la expropiación las siguientes: a) los bienes comunales pertenecientes a los pueblos, las vías pecuarias [...]; b). los terrenos dedicados a explotaciones forestales [...]; d) las fincas que por su ejemplar explotación o transformación puedan ser consideradas como tipo de buen cultivo técnico o económico […]. Gaceta de Madrid, 21 de diciembre de 1932. ESTATUT D’AUTONOMIA DE CATALUNYA (1932) Art. 1º. Cataluña se constituye en región autónoma dentro del Estado español, con arreglo a la Constitución de la República y el presente Estatuto. Su organismo representativo es la Generalidad y su territorio el que forman las provincias de Barcelona, Gerona, Lérida y Tarragona en el momento de promulgarse el presente Estatuto. Art. 2º.- El idioma catalán es, como el castellano, lengua oficial en Cataluña. Para las relaciones oficiales de Cataluña con el resto de España, así como para la comunicación entre las 5 Autoridades del Estado y las de Cataluña, la lengua oficial será el castellano. Toda disposición o resolución oficial dictada dentro de Cataluña, deberá ser publicada en ambos idiomas. La notificación se hará también en la misma forma, caso de solicitarlo parte interesada. Dentro del territorio catalán, los ciudadanos, cualquiera que sea su lengua materna, tendrá derecho a elegir el idioma oficial que prefiera en sus relaciones con los tribunales, autoridades y funcionarios de todas clases, tanto de la Generalidad como de la República […]. Art. 14º.- La Generalidad está integrada por el Parlamento, el Presidente de la Generalidad y el Consejo Ejecutivo. Las leyes interiores de Cataluña ordenarán el funcionamiento de estos organismos, de acuerdo con el Estatuto y la Constitución. El Parlamento ejercerá las funciones legislativas, será elegido por un plazo no mayor de cinco años, por sufragio universal, directo, igual y secreto. […] El Presidente de la Generalidad asume la representación de Cataluña. Asimismo representa a la región en sus relaciones con la República, y al Estado en las funciones cuya ejecución directa le esté reservada al poder central. Gaceta de Madrid, 21 de septiembre de 1932. LA PATRONAL DAVANT LA LLUITA DE CLASSES (1933) Mi ilustre y querido amigo don Nicolás Alcalá Espinosa, en su discurso elocuentísimo, como todos los suyos, ha hecho una alusión a la historia de España, y ello trae a mi memoria palabras del Ministro de Agricultura, don Marcelino Domingo, que en un discurso pronunciado en Murcia, aludiendo a la conducta de las muchedumbres en España, en estos últimas tiempos, dijo: "es el fenómeno de las masas entrando en la historia de España". Pero yo os digo, señores, al recordar esa frase del Ministro, que no he visto esa entrada por ninguna parte, porque no creo que hayan entrado en la historia de España esas masas, que, como obedeciendo a una consigna, en un mismo día invadieron centenares de fincas rústicas; apoteosis de la impunidad, se dedicaron al hurto de la aceituna, de la beIlota, de todos los frutos, y al sacrificio del ganado; no creo que hayan entrado en la Historia esas masas que se reúnen en las Casas del Pueblo para acordar el rendimiento mínimo del trabajo, obligando a los albañiles a no poner más de 50 ladrillos al día, y a los cogedores de aceituna a no pasar de cuatro fanegas por las tres personas de cada casa, evidenciándose así la impropiedad el lenguaje, porque en vez de Casas del Pueblo resultan "Casas contra el Pueblo" (Muy bien); no creo .que hayan entrado en la Historia esas masas campesinas que antes permanecían tan sumisas, hasta el extremo de que en 1928 sólo hubo en España 87 huelgas, y en el año 1931 llegaron a 704, subiendo a 805 en 1932; ni siquiera creo que hayan entrado en la Historia esas masas campesinas que en diversos lugares, llegaron al crimen de repugnante alevosía, porque para alcanzar esos tristes hechos la categoría de historiables hubiera sido preciso no excluir del área del proceso inquisitivo la responsabilidad por inducción de aquellos otros que durante años y años se dedicaron a predicar doctrinas extremistas por todos los pueblos de España, en presencia de muchedumbres que tienen la venda de la ignorancia puesta en los ojos y el veneno del odio infiltrado en el corazón. Economía Española, órgano mensual de la Unión Económica. Marzo 1933. ACTA DE CONSTITUCIÓ DE LA CEDA (1933) Anoche se constituyó, entre vítores de entusiasmo, la Confederación Española de Derechas Autónomas. Gil Robles, en las palabras finales, decía: Debemos felicitarnos de los trabajos, de la misma diversidad de tendencias manifestadas, porque sólo han revelado la pugna de llevar a las conclusiones la interpretación más fiel y avanzada de la doctrina social y política cristiana. Dios ha bendecido nuestros trabajos porque los ha presidido la humildad del corazón y la pureza de los fines. Me limito, pues, a darle las gracias y a declarar solemnemente que ha quedado constituida la C.E.D.A., que ha de ser el núcleo derechista que salve a la Patria, hoy en peligro. 6 Al discutirse, por la tarde, después de terminar todas las secciones sus respectivos trabajos, el Estatuto de la C.E.D.A., se admitieron como coincidencias fundamentales de los partidos que la integran —aparte de las conclusiones aprobadas en detalle— las siguientes, debidas a la iniciativa de la Derecha Regional Valenciana: a) Afirmación y defensa de los principios fundamentales de la civilización cristiana. b) Necesidad de una revisión constitucional de acuerdo con dichos principios. c) Aceptación, como táctica para toda su actuación política, de las normas dadas por el Episcopado a los católicos españoles en su declaración colectiva de diciembre de 1931. El Debate, 5 de marzo de 1933 DISCURS DE JOSÉ ANTONIO EN L’ACTE DE FUNDACIÓ DE FALANGE. El movimiento de hoy, que no es de partido, sino que es un movimiento, casi podríamos decir un antipartido, sépase, desde ahora, no es de derechas ni de izquierdas. La patria es una unidad total en que se integran todos los individuos y todas las clases; la Patria no puede estar en manos de la clase más fuerte ni del partido mejor organizado. He aquí lo que exige nuestro sentido total de la Patria y del Estado que ha de servirla: Que todos los pueblos de España, por diversos que sean, se sientan armonizados en una irrevocable unidad de destino. Que desaparezcan los partidos políticos. Nadie ha nacido nunca miembro de un partido político; en cambio, nacemos todos miembros de una familia; somos todos vecinos de un Municipio; nos afanamos todos en el ejercicio de un trabajo. Pues si esas son nuestras unidades naturales, si la familia y el Municipio y la corporación es en lo que de veras vivimos, ¿para qué necesitamos del instrumento intermediario y pernicioso de los partidos políticos que para unirnos en grupos artificiales empiezan por desunirnos en nuestras realidades auténticas? Queremos menos palabrería liberal y más respeto a la libertad profunda del hombre. Porque sólo se respeta la libertad del hombre cuando se le estima, como nosotros le estimamos, portador de valores eternos; cuando se le estima envoltura corporal de un alma que es capaz de salvarse y de condenarse. Sólo cuando al hombre se le considera así, se puede decir que se respeta de veras su libertad, y más todavía si esa libertad se conjuga, como nosotros pretendemos, en un sistema de autoridad, de jerarquía y de orden. Queremos que todos se sientan miembros de una comunidad seria y completa; es decir, que las funciones que realizar son muchas: unos, con el trabajo manual; otros, con el trabajo del espíritu; algunos, con un magisterio de costumbres y de refinamientos. Pero que en una comunidad tal como la que nosotros apetecemos, sépase desde ahora, no debe haber convidados ni debe haber zánganos. Queremos que no se canten derechos individuales de los que no pueden cumplirse nunca en casa de los famélicos, sino que se dé a todo hombre, a todo miembro de la comunidad política, por el hecho de serlo, la manera de ganarse con su trabajo una vida humana, justa y digna. Queremos que el espíritu religioso, clave de los mejores arcos de nuestra Historia, sea respetado y amparado como merece, sin que por eso el Estado se inmiscuya en funciones que no le son propias, ni comparta —como lo hacía tal vez por otros intereses que los de la verdadera religión— funciones que sí le corresponde realizar por sí mismo. Queremos que España recobre resueltamente el sentido universal de su cultura y de su historia. Y queremos, por último, que si esto ha de lograrse en algún caso por la violencia, no nos detengamos ante la violencia. Porque ¿quién ha dicho —al hablar de «todo, menos la violencia»–—que la suprema jerarquía de los valores morales reside en la amabilidad? ¿Quién ha dicho que cuando insultan nuestros sentimientos, antes que reaccionar como hombres, estamos obligados a ser amables? Bien está, sí, la dialéctica como primer instrumento de 7 comunicación. Pero no hay más dialéctica admisible que la dialéctica de los puños y de las pistolas, cuando se ofende a la justicia o a la Patria. José Antonio Primo de Rivera (29 de octubre de 1933) LOS 18 PUNTOS PROGRAMÁTICOS DE LA JAP 1. Espíritu español. Pensar en España. Trabajar por España. Morir por España. 2. Disciplina. Los jefes no se equivocan. 3. Juventud. Fe. Arrojo. Voluntad. Espíritu joven en la política nueva. Derogación de la legislación sectaria, socializante y antiespañola. 4. Familia cristiana frente a modernismo pagano. 5. Fortaleza de la raza. Educación premilitar. Abolición del soldado de cuota. 6. Libertad de enseñanza. Los hijos no son del Estado. 7. El amor de la región, base del amor a España. 8. Especialización. Más preparación y menos discursos. 9. Nuestra revolución es justicia social. Ni capitalismo egoísta ni marxismo destructor. 10. Más propietarios y más justa distribución de la riqueza. 11. Guerra al señoritismo decadente y a la vagancia profesional. Reconocimiento de todas las actividades. 12. Antiparlamentarismo. Antidictadura. El pueblo se incorpora al Gobierno de un modo orgánico y jerárquico, no por la democracia degenerada. 13. Reconstrucción de España. Guerra a la lucha de clases. La economía al servicio de la nación. 14. España fuerte, respetada en el mundo. 15. Primero, la razón. Frente a la violencia, la razón y la fuerza. 16. Prestigio de la autoridad. Poder ejecutivo fuerte. Prevenir mejor que reprimir. 17. Ante los mártires de nuestro ideal: ¡Presente y adelante! 18. Ante todo, España. Y sobre España, Dios El Debate (Madrid), 24 de abril de 1934 BAN DEL COMITÉ REVOLUCIONARI D’ASTÚRIES (1934) Hacemos saber: Que el Comité Revolucionario, como intérprete de la voluntad popular y velando por los intereses de la Revolución se dispone a tomar con la energía necesaria todas las medidas conducentes a encauzar el curso del movimiento. A tal efecto, disponemos: 1. El cese radical de todo acto de pillaje, previniendo que todo individuo que sea cogido en un acto de esta naturaleza será pasado por las armas. 2. Todo individuo que posea armas debe presentarse inmediatamente ante el Comité a identificar su personalidad. A quien se coja con armas en su domicilio o en la calle, sin la correspondiente declaración, será juzgado severísimamente. 3. Todo el que tenga en su domicilio artículos, producto del pillaje, o cantidades de los mismos que sean producto de ocultaciones, se les conmina a hacer entrega de los mismos inmediatamente. El que así no lo haga, se atendrá a las consecuencias naturales como enemigo de la Revolución. 4. Todos los víveres existentes, así como artículos de vestir, quedan confiscados. 5. Se ruega la presentación inmediata ante este Comité de todos los miembros pertenecientes a los Comités directivos de las organizaciones obreras de la localidad para normalizar la distribución y consumo de víveres y artículos de vestir. 8 6. Los miembros de los Partidos y Juventudes obreras de la localidad deben presentarse inmediatamente con su correspondiente carnet para constituir la Guardia Roja, que ha de velar por el orden y la buena marcha de la Revolución. En Oviedo, a 9 de octubre de 1934.- El Comité Revolucionario PROGRAMA DEL FRONT POPULAR Los partidos republicanos Izquierda Republicana, Unión Republicana y el Partido Socialista, en representación del mismo y de la Unión General de Trabajadores; Federación Nacional de Juventudes Socialistas, Partido Comunista, Partido Sindicalista (Ángel Pestaña), POUM, sin perjuicio de dejar a salvo los postulados de sus doctrinas, han llegado a comprometer un plan político común que sirva de fundamento y cartel a la coalición de sus respectivas fuerzas en la inmediata contienda electoral (…) Los partidos coaligados se comprometen: A conceder por una ley una amplia amnistía de los delitos políticos sociales cometidos posteriormente a noviembre de 1933, aunque no hubieran sido considerados como tales por los tribunales (…) En defensa de la libertad y de la justicia, como misión esencial del Estado republicano y de su régimen constitucional, los partidos coaligados restablecerán el imperio de la Constitución. (…) Los republicanos no aceptan el principio de la nacionalización de la tierra y su entrega a los campesinos, solicitado por los delegados del partido socialista. En cambio, consideran conveniente una serie de medidas que se proponen la redención del campesino (…) No aceptan los partidos republicanos las medidas de nacionalización de la Banca propuestas por los partidos obreros; reconocen, sin embargo, que nuestro sistema bancario requiere ciertos perfeccionamientos (…). Impulsaran, con el ritmo de los primeros años de la República, la creación de escuelas de primera enseñanza, estableciendo cantinas, roperos, colonias escolares y demás instituciones complementarias (...) Programa del Frente Popular. 15 de enero de 1936 9