pintura española

Anuncio
PINTURA BARROCA ESPAÑOLA
1. El siglo XVII es el Siglo de Oro de la pintura - comentar la difícil situación política
económica de la España del siglo XVII1.
2. El siglo XVII es la época culminante de la pintura española. Los dos grandes centros
artísticos de la época son las capitales de la nación (Madrid) y de ultramar (Sevilla), el arte
se refugia en donde hay dinero y actividad intelectual.
En España penetran las tendencias pictóricas gestadas en Italia: el Naturalismo, el
Clasicismo y el Barroco decorativo. Pero antes de estudiar que pintores importantes,
trabajan en España considemos las siguientes generalidades.
Temática: escasea la pintura profana y mitológica - España es el paladín de la
Contrarreforma. - La clientela es religiosa, y fundamentalmente monástica, - las obras
mitológicas sólo eran encargadas por reyes y la mayoría eran de importación - Rubens.
Destacar a los pintores teóricos como Vicente Carducho, Francisco Pacheco... quienes
tachan de pinturas lascivas a aquellas en las que figura un desnudo. Por tanto, ausencia de
sensualidad.
Función de la obra de arte: la pintura es devocional. Es importante destacar el fervor
religioso, igual que en la escultura, no se limitan a describir el hecho religioso sino que a
expresarlo. Los estados más elevados del alma, la ascética y la mística, sirven para
expresar la hondura del hecho religioso. Exaltación de los sentidos. (recordad el Éxtasis de
Santa Teresa de Bernini).
Composición: la ausencia de temas mitológicos y la escasez de temas imaginativos y
fabulosos (incluso cuando se representa lo mitológico) determina una pintura poco
efectista y teatral; enemiga de composiciones complicadas y movidas. Proclive a la
sencillez de composiciones y de forma - comparad con la complejidad compositiva de
Rubens.
Otros géneros: estudiamos en España el Bodegón, aunque dominado por el influjo
flamenco, lo definen por lo general pocos objetos, de un gran sentido plástico, lo que no
quita para que los sabores se expresen con la mayor eficacia. Cargados, en muchas
ocasiones, de significación religiosa y moral.
El siglo XVII es el siglo de los desastres económicos, del hambre, de la peste, de grandes
mortandades, de guerras y despoblación rural. Mientras todo esto sucedía en España, podemos
hablar de SIGLO DE TODO DE LA CULTURA. Es el momento de Velázquez, Ribera, Murillo, Calderón,
Lope de Vega, Quevedo, Góngora... Hay sin duda un desfase entre el mundo económico y el cultural.
1
María Pizarro Escabia
http://pinturabarroca.wordpress.com/
PERIODOS DE LA PINTURA BARROCA EN EL SIGLO XVII
PRIMERA MITAD DEL SIGLO XVII: las formas predominantes son las naturalistas,
tenebristas, de influencia directamente italiana.
Los focos más importantes son:
- Castilla: con la corte de Madrid y Toledo.
- Andalucía: con Sevilla.
- Valencia: Valencia.
Las novedades del realismo y la iluminación nocturna habían empezado tímidamente en la
escuela manierista del Escorial y con los contrastes lumínicos del Greco de allí directa o
indirectamente, invadirán toda España, nacionalizándose las formas y enriqueciéndose
luego con la aportación caravaggiesca.
PINTORES que trabajan la primera mitad del siglo XVII (sólo se estudiaraán los pintores
que figuren en negrita).
- Madrid:
Bartolomé y Vicente Carducho.
Eugenio Cajés.
Bartolomé González.
Juan Bautista Maino.
- Toledo:
Luis Tristán.
Juan Sánchez Cotán (célebre por sus bodegones)
-Valencia:
Francisco Ribalta.
Jerónimo Jacinto de Espinosa.
José Ribera.
María Pizarro Escabia
http://pinturabarroca.wordpress.com/
- Andalucía:
Zurbarán.
Alonso Cano.
Velázquez.
Francisco Pacheco.
Juan Roélas.
Francisco Herrera el Viejo.
SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XVII: La difusión de los modelos Rubensianos y el nuevo
sentido, más triunfal, opulento y colorista que la iglesia difunde, cambia por completo la
pintura española que pasa de realista y tenebrista al colorismo luminoso y al optimismo
teatral del Pleno Barroco.
FOCOS MÁS IMPORTANTES:
- Madrid
- Sevilla (desaparece la Escuela de Valencia).
Corte de Madrid:
Antonio Pereda.
Juan Antonio Carreño de Miranda.
Claudio Coello.
Fray Juan Rizzi
Francisco Herrera el Mozo
Francisco Rizzi
- Sevilla:
Murillo
Valdes Leal
María Pizarro Escabia
http://pinturabarroca.wordpress.com/
Primera mitad de siglo XVII
En la escuela de Valencia hay que destacar los artículos más importantes del Naturalismo.
En Valencia la influencia de las novedades italianas será definitiva; entre otras razones,
por la proximidad geográfica en la comunicación marítima. A principios del siglo XVII
llegan de Italia las nuevas modas pictóricas impuestas por Caravaggio.
FRANCISCO DE RIBALTA: (1565-1628) es una de las figuras más destacadas formada en El
Escorial. En sus cuadros ya aparece la tendencia al claroscuro que ayuda a dignificar el
sentido dramático y realista de las composiciones.
Obras: Crucificado abrazando a San Bernardo. Véase la fuerza sincera, sin teatralidad del
abrazo.
JOSÉ RIBERA (1591-1662)
Es el gran admirador de Caravaggio y quien crea un estilo propio a partir de su obra.
Aunque valenciano, toda su obra la produce en Italia, donde era conocido con el
sobrenombre del Españoleto. Su pintura está marcada por el naturalismo a ultranza, el uso
de personas comunes como modelos y la iluminación contrastada.
Es un pintor de importancia mundial, y su influencia rebasa los límites de la región
valenciana, donde se conservan muy pocas obras suyas.
Gozó de amistad de los virreyes (duques de Osuna, Monterrey, Alba...) Estos para
complacer el monarca, se esforzaron por remitir cuadros del pintor a España. De ahí que
esté presente en las grandes colecciones nacionales, como si el pintor residiera en España.
Seducido por la obra de Caravaggio toma el tenebrismo pero no lo imita. Si Caravaggio
alisa las superficies, Ribera las hace ásperas, se siente la piel y vibra la carne. Podría
llamarse el Pintor de la piel, muestra sus excelentes condiciones para pintar el desnudo
humano. Se transmite la aspereza.
Su interpretación del naturalismo es tan exagerada debido a la crispación y dureza de
ciertos elementos.
María Pizarro Escabia
http://pinturabarroca.wordpress.com/
Como buen tenebrista recorta las figuras violentamente sobre el fondo negro.
Pero en donde ilumina, lucen brillantemente los colores, pues es un gran colorista. La
pincelada es pastosa de forma curva y envolvente.
Compone austeramente a la española, buscando un efecto de monumentalidad.
- San Andrés
- El sueño de Jacob
- El niño cojo o el patizambo: un género típico español es el de monstruos y casos
"curiosos", estos se hacían para las clases acomodadas, que lo guardaban como una
realidad distante La Barbosa de los abruzos, es el retrato, encargado por el Duque de
Alcalá, de Magdalena Venturi de los Abruzos, una mujer a la que, ya en edad avanzada,
creció la barba y bigote. En esta obra el artista intenta desviar la atención del espectador,
que, cautizado por la sonrisa del niño, apenas se da cuenta de su deforme pie.
ESCUELA ANDALUZA
Sevilla es la ciudad más poblada de la península y concentra en su puerto el comercio de
las Indias. Este negocio reclama la presencia de mercaderes enriquecidos, que ayudan a
crear un animado mercado artístico. Sevilla es la cuna de los más célebres pintores
barrocos.
Zurbarán (1598-1664)
Es el pintor monástico por excelencia- su clientela la constituyen las órdenes monásticas y
los sevillanos y extremeños.
La temática es siempre religiosa, temas monacales, sus obras más importantes son los
ciclos monásticos, donde la simplicidad de los hábitos le permite efectos de severa
monumentalidad, domina siempre un luminoso color blanco. Sus obras narran la vida
interior de los monasterios de la Contrarreforma en España: San Hugo visitando el
refectorio.
Su religiosidad es intimista, sencilla, mística nada que ver con los triunfalismos de Murillo.
(Inmaculada Concepción)
María Pizarro Escabia
http://pinturabarroca.wordpress.com/
Estilo:
- Se mueve dentro del tenebrismo, utilizando los contrastes de luz y sombra, muy
marcados para atraer la atención sobre lo que le interesa. La novedad que propone es que
sus personajes no parecen recibir la luz de un foco exterior sino que son ellos los propios
focos emisores. Beato Juan de Houghton.
- Es un pintor sin retórica, es decir, no pretende sorprender a través de juegos
escenográficos ni artificiosos juegos intelectuales, sino conmover desde la sencillez y el
reposo. Las formas parecen estar reducidas a un esquema geométrico transmitiéndolas
cierta rigidez. Esto lo veremos en el arte contemporáneo en el cubismo.
- Simplicidad casi torpe, por falta de artificio, tiene obsesión por reproducir lo que tiene
delante de la manera más simple - gran bodegonista.
- Fue gran retratista, como acreditan todos sus cuadros. (El padre Illescas). Las imágenes
de algunos santos (Santa Casilda) son retratos de personas.
ALONSO CANO: (1601-1667) Arquitecto, escultor y pintor, representa otro modo de ver la
pintura que huye del realismo en favor de la belleza idealizada.
Parte de un estilo marcadamente tenebrista, con muchas concomitencias con el estilo de
Zurbarán y evoluciona hacia un estilo más clasicista.
Muy importante es su viaje a Madrid, protegido por el conde duque de Olivares, que le
pondrá en contacto con las colecciones reales de pintura veneciana, y le despertará un
deseo de equilibrio y de belleza que le convierten junto con Velázquez en el artista más
clásico des este periodo.
- Amigo de formas idealizadas - rehuye el realismo.
- Se complace con lo delicado, lo bello y lo gracioso (recordad sus obras escultóricas).
- Su relación con Velázquez determina la incorporación en su pintura de alguna
característica velazqueña: como la pincelada suelta e ingrávida. Obra El milagro del pozo.
- Su obra recuerda a la de Murillo por la belleza plástica de sus obras y la feminidad
infantil de sus modelos.
María Pizarro Escabia
http://pinturabarroca.wordpress.com/
DIEGO RODRÍGUEZ DE SILVA Y VELÁZQUEZ (1599-1660)
1. Ubicación del artista dentro de la historia del arte: pintor nacido en Sevilla (1599) es la
figura más importante de la escuela andaluza (junto con Zurbarán y Alonso Cano).
2. Recordad que Sevilla era la ciudad más poblada de España y en donde se concentraba el
comercio con las Indias.
En el Barroco se presentan tres tendencias, alternativas al idealismo manierista:
a) Tenebrismo
b) Clasicismo
c) Barroco decorativo
Velázquez es un pintor Naturalista que evoluciona hacia el Barroco Decorativo
adentrándose en las formas luminosas de Rubens.
Aportaciones del arte de Velázquez y principales preocupaciones del artista.
a) Su principal preocupación formalista es la búsqueda de la profundidad espacial,
logrando captar lo inaprensible. Para ello aplica las propuestas Leonardescas sobre la luz,
el color y el dibujo, es decir, la perspectiva aérea: la presencia del aire atmosférico que se
interpone entre las figuras y nosotros determina que cuanto más alejadas se encuentren,
los perfiles de las figuras aparezcan menos precisos, a nuestros ojos y los colores se nos
ofrezcan menos intensos y más azulados.
Pues bien, Velázquez, consigue producir la misma sensación desdibujando los contornos
(técnica del sfumato) y matizando los colores y crea así la sensación de espacio y la
sensación óptica de que la luz circula por dentro de la tela (la neblina de los paisajes, el
polvillo que flota en las habitaciones).
b) Al buscar el contraste, que anhela todo autor barroco, sus personajes se mantienen
estáticos, parecen impávidos y al mismo tiempo llenos de toda singularidad y
personalidad, gracias a la fuerza psicológica expresada en las miradas. Sus obras parecen
instantáneas fotográficas. (La fragua de Vulcano).
3. Evolución del artista y formación:
María Pizarro Escabia
http://pinturabarroca.wordpress.com/
a)Sevilla: Nace en 1559 en Sevilla, su padre era de origen portugués perteneciente a una
noble familia de Oporto2. En 1610 ingresa como aprendiz en el taller de Pacheco
(clasicista-realista) donde conoce el dibujo clasicista y los secretos sobre iconografía. En
1619 Velázquez contrae matrimonio con la hija de Pacheco, Juana, su compañera
inseparable.
Durante esta primera etapa sevillana demuestra un enorme interés por los temas
naturalistas y la iluminación tenebrista. Las pinceladas en esta etapa inicial son apretadas,
lisas y clásicas, manifestando un
notable interés por el dibujo técnico y perfecto.
Predomina en sus obras “el tono Madera” y los temas realistas de escenas de vida
ordinaria.
Obra:
Vieja friendo huevos (Edimburgo): muestra en él sus preocupación por los temas
naturalistas y la iluminación tenebrista. Los modelos son naturalistas aunque resulten
feos.
El aguador (Col. Wellington.Londres)
Cristo en casa de Marta y María (N.Gallery)
Epifanía (Museo del Prado): durante esta etapa son más abundantes los temas realistas,
pero incluso éstos tienen un singular carácter real y familiar.
b) Primera etapa madrileña: con el apoyo de su suegro, el aval de sus obras sevillanas y
credenciales de amigos influyentes de su suegro, consigue trasladarse a la Corte, ser
nombrado en 1623 pintor de cámara Regio y gozar del favor omnipotente del Conde
Duque de Olivares y de la amistad de Felipe IV (su gran mecenas).
Ser pintor de Cámara suponía tomar contacto con las colecciones reales (obras de Tiziano
y Rubens), conocer a la nobleza (posibles clientes), comenzar una carrera de honores.
En Madrid Velázquez se convierte en un pintor del Barroco Decorativo, a pesar de todo se
mantiene fiel al naturalismo que aplicará tanto a las personas reales como en los temas
populares y mitológicos.
Oficialmente Velázquez siempre firma con el apellido paterno, artísticamente firma con el
materno siguiendo la tradición portuguesa.
2
María Pizarro Escabia
http://pinturabarroca.wordpress.com/
Es fundamental la visita de Rubens a Madrid en 1628, parece que el gran pintor de
Amberes le aconsejó que visitara Italia, empeño que Velázquez pudo hacer gracias a una
bolsa real. Este viaje (1629-30) tiene importantes consecuencias:
1.
Velázquez abandona el tenebrismo.
2.
Introduce la temática religiosa.
3.
Se interesa por el color, la perspectiva aérea y el desnudo.
Obras realizadas en este periodo:
Los borrachos (1628): obra anterior al viaje. Técnicamente se acentúan los contrastes
luminosos y el modelo es apretado y naturalista. En el paisaje (orillas del Manzanares) la
pincelada es más suelta.
Es esta la primera obra mitológica de Velázquez. Representa a Baco de una forma tan real
que nos encontramos más ante una fiesta de campesinos españoles- el “eterno campesino
español”- que ante una bacanal bullanguera, idealizada, noble… Esta constante realista
aparece en todas sus obras mitológicas. Los rostros de los borrachos son totalmente
populares, Baco aparece ennoblecido en el cuerpo pero no es aún más que un adolescente
que parece burlarse del mito.
La fragua de Vulcano: 2ª obra mitológica, óleo sobre lienzo, que se localiza en el Museo del
Prado. El tema representa el momento en que Apolo aparece en la fragua de Vulcano,
esposo de Venus, y le anuncia la infidelidad de ésta con Marte. A pesar del dramatismo del
tema del artista lo resuelve en una instantánea serena, quieta, paralizada. El realismo
velazqueño se apodera nuevamente de lo que podría haber sido tensión, dramatismo en
un Rubens o Bernini. La protagonista es la luz (la gran preocupación de Velázquez) y no el
tema. Cabe destacar la intensidad expresiva de los rostros (se quiere representar el
choque psicológico del rostro, ver la reacción de Vulcano ante el chivatazo).
A su regreso de Italia se afianza como el gran retratista de la Corte: El retrato es un género
de importancia en la pintura española con antecedentes tan importantes como Tiziano- el
creador del retrato de aparato, y modelo de retrato ecuestre- Antonio Moro-preocupado
por la captación psicológica y le representación de las calidades como buen pintor
flamenco- y los maestros del Escorial Sánchez Coello y Pantoja de la Cruz- verdaderos
María Pizarro Escabia
http://pinturabarroca.wordpress.com/
antecedentes de Velázquez- aunque el pintor barroco optará, frente a estos últimos, por
destacar la figura sobre un fondo más claro y limitar lo accesorio.
Retrato ecuestre del Conde Duque de Olivares (adulador y aparatoso, la composición es
tan dinámica que recuerda a Rubens, la pincelada es cada vez más suelta y vaporosa y el
artista busca la captación de los valores atmosféricos por ello le interesa por los fondos de
paisaje y no por los fondos neutros, como era normal en los retratos).
Retrato ecuestre del príncipe Baltasar- Carlos (recordad el retrato ecuestre de Carlos V,
realizado por Tiziano y el del Duque de Lerma de Rubens.)
Retrato de Felipe IV (desde juventud hasta madurez).
Además de retratar a miembros de la corte fue genial retratando a tipos tan curiosos como
los de las series de bufones a los que trata con inmensa ternura: El niño de Vallecas, El
Primo, Pablillos de Valladolid, El lobo de Coria, Sebastián de Morra (quien muestra su recia
personalidad, nos clava tan duramente sus ojos que apenas podemos resistir su mirada,
disimula piadosamente su enanismo sentando a la figura).
El dominio técnico es impresionante, sus obras son el resultado de un temperamento que
ha de ser equilibradísimo, ya que aparecen ordenadas, claras, lógicas, bien construidas; no
le gusta lo trágico, ni lo espectacular, ni lo excesivamente vulgar. Hay en él, en sus obras un
ligero toque de idealización, de clasicismo elegante que ennoblece lo de la vida. Los
procedimientos a los que recurre; arrastres de color, luz y sombras mezcladas, pincelada
deshecha… muestran que ha estudiado con profundidad como trabaja el ojo, como fusiona
toda la retina.
Cristo en la cruz: En el año 1631 el rey Felipe IV le encarga un Cristo (imita el modelo del
escultor sevillano Montañés). Desea idealizar al máximo una figura real. Le ennoblece, le
envuelve de misterio al cubrir parte del rostro. Quiere penetrar en el misterio de su dolor
y donación.
La rendición de Breda o Las lanzas: en 1634 se convoca un concurso para decorar el salón
de reinos del palacio del Buen Retiro, de Alonso Carbonell. Acuden al concurso los pintores
más importantes de la corte y del reino: Zurbarán, Cagés, Carducho. Velázquez, al igual que
los demás pintores, recoge una batalla gloriosa para España. En su caso elige la victoria en
María Pizarro Escabia
http://pinturabarroca.wordpress.com/
la ciudad holandesa de Breda3, en donde Antonio de Spínola recibe las llaves de la ciudad
en señal de rendición de manos de Justino de Nassau.
El objetivo del pintor es sugerir de forma alegórica la concordia, que se representa a través
de las actitudes de los personajes: Antonio de Spínola recibe las llaves de la ciudad en
señal de rendición de manos de Justino de Nassau. Se muestra la hidalguía de los
personajes principales cuando Spínola acoge amablemente al vencido, no permitiéndole
inclinarse.
Entre los vencidos no hay rostros definidos, elegantemente el artista prefiere no
retratarlos. En el grupo de los españoles aparecen capitanes célebres en esta batalla de
1625.
La composición: sin retórica alguna, se abre en una atmósfera limpia, libre haciéndose el
paisaje el elemento fundamental del cuadro.
Técnicamente: Es una obra colorista, la pincelada es suelta, vaporosa como la de los
pintores venecianos.
Color: entremezcla varios tonos, mucho más brillantes y claros que los de su primera
época.
Se capta el aire: el verde-azul plateado del fondo (tonos leonardescos) refleja la realidad
tan y como la ve el ojo.
Esta obra el artista resuelve su máxima preocupación formalista que es la búsqueda de
profundidad espacial, logrando captar la inaprensible. Para ello hace imprecisos los
perfiles de las figuras esfumando las líneas.
Su segunda preocupación, consecuencia de esta primera, es la luz. Esta no debe sólo
iluminar los objetos (preocupación fundamental del tenebrismo) sino que permite ver el
aire interpuesto entre ellos. Es el aire, piensa, el que hace que el ojo vea distintas las
formas y los colores. En definitiva Velázquez desarrolla hasta sus últimas consecuencias
los estudios de perspectiva de disminución de Leonardo.
En 1649 realizó un segundo viaje a Italia. Por encargo del rey compra cuadros y esculturas
para la decoración del Alcázar, donde se ha trasladado la corte definitivamente. Durante su
estancia en aquel país pinta el retrato del Papa Inocencio X (Galería Doria Pamphili,
Roma), el de su propio criado mulato, Juan de Pareja, y La Venus del espejo (National
3
Asedio que tuvo lugar durante la llamada Guerra de los Treinta Años.
María Pizarro Escabia
http://pinturabarroca.wordpress.com/
Gallery, Londres), obra maestra en la historia del desnudo, plena de la más profunda
sensualidad, cuadro tizianesco con un desnudo de espaldas, es un tercera gran obra
mitológica.
Su calidad de retratista es paralela a sus dotes extraordinarias para el paisaje: dos
pequeños lienzos Los Jardines de la Villa de Médicis, denominados por Lafuente Ferrari el
Mediodía y la Tarde, captan la vibración lumínica mediante pequeños toques luminosos
anticipándose en más de 200 años a la técnica del Impresionismo. El amor de Velázquez
por el paisaje se percibe en muchos de sus retratos, en el que los personajes destacan
sobre el fondo de Guadarrama; la técnica empleada es siempre colorista, la pincelada
deshecha
y
la
captación
de
los
valores
atmosféricos
una
constante.
En 1651 Velázquez retorna a la Corte, a partir de entonces pinta sus obras más
importantes:
Las Meninas: óleo sobre lienzo que representa un retrato colectivo de la familia de Felipe
IV. Tema: La entrada de la Infanta Margarita con su pequeña corte de enanos y Meninas
(doncellas de honor que acompañaban a los niños de la familia real) en el salón en el que
Velázquez se encontraba pintando a los reyes, le permite al gran artista plasmar una serie
de magníficos retratos, incluido el suyo propio.
Se distinguen dos espacios: uno solemne –los reyes en el espejo- junto a otro espacio real
(natural) las Meninas, en donde la Infanta Margarita se convierte en la protagonista4.
En este lienzo el pintor logró como nadie captar la perspectiva aérea5, se respira un
ambiente cerrado, húmedo oscurecido por las velas que envuelven los objetos. Velázquez
consigue esta sensación desdibujando los contornos y matizando los colores, en la misma
proporción en que esto ocurre en la realidad; y crea así la sensación de espacio, como si el
cuadro fuera una continuación de la salda en la que estamos.
Dicen que el pintor quiso dar testimonio, y por eso él se incluye en el lienzo como testigo, de la
continuidad dinástica española representada en la presencia de los monarcas reinantes y de la
Infanta Margarita, que en ese momento era la heredera de la corona hispánica.
Es posible que con esta obra excepcional y asombrosa Velázquez haya querido rendir homenaje a
su profesión de pintor, considerándose no como un artesano, sino como un artista que crea, piensa
e inventa, y elevándose por ello a un plano intelectual y a una posición social elevada y digna.
4
Se llama perspectiva aérea al arte de fingir la tercera dimensión, dando profundidad a la escena
que se desarrolla en un lienzo que, por si mismo, sólo tiene dos dimensiones: altura y anchura.
Cuando esta profundidad se consigue pintando la presencia del aire, es cuando la perspectiva se
denomina aérea.
5
María Pizarro Escabia
http://pinturabarroca.wordpress.com/
Las hilanderas o La fábula de Aracne: obra de tema mitológico que recoge la fábula de
Atenea o Minerva y Aracne, la escena se desarrolla en la Real Fábrica de tapices. (hacer
comentario de diapositiva).
PINTURA BARROCA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XVII: focos MADRID y SEVILLA.
En la segunda mitad del siglo XVII y especialmente en el último tercio, bajo el reinado de
Carlos II, la pintura española se transforma; a la influencia naturalista, tenebrista de origen
italiano de la primera mitad accedemos a un predominio de lo flamenco: dinamismo, lujo,
rico colorido, sentimiento de riqueza y decorativismo del Barroco Pleno.
Como en Francia y en Italia se establece el Barroco Decorativo o Pleno Barroco, tendencia
pictórica que expresaba la recuperación de la Iglesia en Italia, y el poder omnipotente de la
monarquía en Francia. En España es un telón vistoso que disimula la fragilidad de la
estructura política y económica. Sostiene, a duras penas una apariencia de riqueza.
Se desarrolla junto a decoraciones triunfales, llenas de color y de riqueza propias del estilo
(recordad a Rubens) los Bodegones de vanitas: tema que señalan directamente la
amargura, el desengaño y la vanidad de los bienes caducos del mundo.
ANTONIO DE PEREDA: El sueño del caballero: es el gran pintor de vanitas, presenta objetos
bien espaciados sobre una mesa para estudiar la calidad de cada uno.
FRAY JUAN RIZZI: conocido como el Zurbarán castellano, se mantiene en un tenebrismo
que pretende exaltar valores como la santidad o el martirio. Sus figuras son
monumentales.
JUAN CARREÑO DE MIRANDA y CLAUDIO COELLO: son los dos grandes maestros que dan
el paso al Barroco Decorativo, aprovechando con entusiasmo la lección de las obras de
Rubens presentes en Madrid en los palacios reales y Torre de la Parada. Los motivos de
estos lienzos mitológicos pasan ahora a las composiciones religiosas, que se llenan de
dinamismo y de color.
JUAN CARREÑO DE MIRANDA: (1614-1685) Pintor de cámara de Carlos II, incorpora en
sus obras la influencia de Rubens, composiciones llenas de movimiento y de color. En
palacio admiró a Velázquez del que fue émulo y excelente copista. Destacar entre sus
obras los retratos de la familia real (Carlos II), de Doña Mariana de Austria: la reina viste
tocas de viuda y su figura un tanto adusta se recorta sobre el gran cortinaje del fondo. Y
retratos de bufones: La Monstrua: Eugenia Vallejo, aquel monstruo de obesidad a la que
pintó desnuda y vestida.
María Pizarro Escabia
http://pinturabarroca.wordpress.com/
CLAUDIO COELLO: la figura cumbre del periodo. Por su extraordinario sentido del dibujo y
la perspectiva parece en cierto modo heredero de Velázquez, pero introduce la
aparatosidad de Rubens. Logra la cumbre de su arte en el lienzo para el monasterio del
Escorial: La adoración de la Sagrada Forma: recoge un episodio histórico celebrado el año
1684. Describe el momento en el que la sagrada forma es llevada en procesión a este
mismo lugar y se ofrece a la veneración del rey Carlos II. Constituye una espléndida galería
de retratos, cuya ejecución fue precedida por muchos estudios del maestro. Composición:
violenta diagonal, que evita todo monótono frontalismo (es el arte de lo profundo no de los
superficial).
La espacialidad: se consigue la tercera dimensión a partir de distintos recursos: los
escorzos, las líneas diagonales, los distintos focos de luz, cirios y ventanales, que se
amortecen hacia el fondo.
Empleo del cuadro con calidad de espejo: da la impresión de que la superficie pintada es
un espejo, hasta el punto de que se representan los cuadros que había en el muro testero
de la sala. Soltura de toque a la manera velazqueña.
Sevilla: La evolución sevillana hacia el Pleno Barroco la marcan dos personalidades muy
fuertes y contrapuestas:
1.BARTOLOMÉ ESTEBAN MURILLO (1617-1682)
La gran virtud de Murillo fue crear, en la difícil época en que vivió, una pintura que
transmitía consuelo y esperanza a los afligidos sevillanos. Murillo supo traducir e
interpretar perfectamente el espíritu de la ciudad en la que nació y murió. Es el pintor de
la delicadeza y de la gracia femenina e infantil, (comparad con los modelos del naturalismo
imperante de la primera mitad del siglo XVII).
Los cuadros religiosos encarnan un tipo de devoción distinta a la de sus antecesores
(Ribalta y Ribera), es una devoción burguesa y sentimental que se complace en lo amable y
lo tierno, rehuyendo lo violento e incluso cuando sería necesario como en las escenas de
martirio. Han pasado los años austeros de la Contrarreforma, ahora se inicia la
aproximación de la religión al pueblo por vía familiar. Triunfa el sentimentalismo, y en
este sentido se anticipa al Rococó (buena prueba de ello es el éxito que alcanzará en el
siglo XVIII).
Es el intérprete de las Inmaculadas y del Niño Jesús.
María Pizarro Escabia
http://pinturabarroca.wordpress.com/
Estilo: técnica suelta ligera hasta llegar a la técnica vaporosa de sus obras de madurez.
Parte sin embargo del naturalismo tenebrista, con ecos de Ribera y Zurbarán. Y que ha
sido comparado con el de Rembrandt. Creó atmósferas cálidas y doradas, el aire místico
que precisaban sus cuadros religiosos. El color lleno de transparencias como en el Rococó.
Esencialmente pintor de temas religiosos, introduce modelos reales para sus Inmaculadas.
También desarrolla la pintura costumbrista: deambuló por los barrios sevillanos y
sorprendió a los mendigos. Pero no gusta de lastimar nuestra sensibilidad haciendo hervir
la miseria sino que al contrario los pobres viven contentos, comiendo uvas o melón,
quitándose la inmundicia.
2.JUAN DE VALDÉS LEAL (1622-1690)
Frente a la delicadeza y sensibilidad, Valdés Leal representa la pasión y la expresión. Su
temperamento violento, apasionado y desigual le acompañó en su pincel. Es un
melodramático, orientó su pintura hacia lo desagradable y macabro (desprecia la belleza
se interesa sólo por la expresión). Pincelada es rápida suelta y llena de incorrecciones,
desprecia el dibujo es un magnífico colorista, color que arde y chisporrotea.
En 1672 recibió el encargo del noble sevillano don Miguel de Mañara y Vicentelo de Leca
de realizar dos cuadros para el Hospital de la Caridad.
Jeroglíficos de nuestras postrimerías: dos lienzos estremecedores por su intenso realismo
de la muerte.
En época barroca se apeló frecuentemente al jeroglífico, es decir, la
expresión de un pensamiento por medio de elementos simbólicos. Aquí se trata de
expresar el fin miserable de la vida humana. En uno se representa al esqueleto de la
muerte portando un ataúd y la guadaña, y teniendo bajo sus pies el mundo y todas sus
vanidades: armas, cetros, libros de ciencia, etc. Señala la muerte “In ictu oculi” (indica la
rapidez de la mudanza). El otro muestra una balanza en medio, en cuyos platillos aparecen
equilibrados los símbolos de los vicios y las virtudes. El escenario es una cripta. Varios
ataúdes ponen ante nuestra vista los cadáveres corrompidos que pese al rango que
entrañan (un obispo y un caballero de la orden de Calatrava) son tratados con el mismo
rigor por insectos y gusanos.
María Pizarro Escabia
http://pinturabarroca.wordpress.com/
Descargar