SIGRE 10 años cuidando la salud de la naturaleza SIGRE. 10 años cuidando la salud de la naturaleza © 2011 SIGRE Medicamento y Medio Ambiente, S.L. Príncipe de Vergara 38, 6º izda. 28001 Madrid Teléfono: 91 391 12 30 Email: sigre@sigre.es www.sigre.es Autor: José Manuel Burgueño Edición y coordinación: Porter Novelli Diseño gráfico y maquetación: Elena Sampedro Impresión: Gráficas Muriel, S.A. Depósito legal: M-44515-2011 Contenidos 7 Introducción 9 11 27 31 Un poco de historia Los orígenes Imagen y marca El desarrollo de SIGRE 39 41 47 55 Un modelo original Tres agentes para un sistema único La planta de clasificación El reciclado de medicamentos fuera de España 59 61 69 79 Un compromiso global Compromiso con el Medio Ambiente Compromiso con la Sociedad Compromiso con el Buen Hacer 85 Hacia dónde vamos 91 ¡Gracias! ¿Fue casualidad que el año en que se estrenaba el siglo XXI, el año en que se ponía en circulación el euro, el famoso año de la “odisea en el espacio” de Stanley Kubrick… también se pusiese en marcha en España un innovador sistema de reciclaje pionero en todo el mundo? Concedamos que sí, que fue casualidad, porque nadie cree que pudiera haberse dado conjunción planetaria alguna para que aquel año de 2001, que ha pasado tristemente a la historia por el atentado contra las Torres Gemelas de Nueva York y la posterior invasión de Afganistán por tropas estadounidenses, pero en el que también aparecen Wikipedia, el iPod o Windows XP, y arrancan las sagas cinematográficas de “Harry Potter” y “El Señor de los Anillos”, aquel año comience a funcionar en nuestro país el Sistema Integrado de Gestión y Recogida de Envases del sector farmacéutico, y se empezaron a implantar los primeros contenedores de SIGRE en las farmacias. Por entonces, aún no brillaban Rafa Nadal, Pau Gasol o Fernando Alonso, y ya habían perdido fulgor Miguel Induráin, Carlos Sainz o Seve Ballesteros. Era el apogeo de otros mitos extranjeros como Lance Armstrong (ganaba su tercer Tour de Francia consecutivo); Michael Schumacher (conquista su cuarto título de campeón mundial de Fórmula 1); Valentino Rossi (se lleva el primero de sus 7 campeonatos mundiales de Moto de la máxima categoría); o Tiger Woods (domina el circuito de golf). Alex Corretja pierde la final de Roland Garros frente a Gustavo Kuerten; la Liga de fútbol es para el Real Madrid, y Michael Owen consigue el Balón de Oro. Ese año “Gladiator” se lleva el Oscar y por primera vez un actor español, Javier Bardem, es nominado. Estonia gana Eurovisión, el Nobel de la Paz es para la ONU y Kofi Annan y el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional se lo dan a la Estación Espacial Internacional. En España, Alejandro Amenábar estrena “Los otros”; Álvaro Mutis gana el Cervantes y Estopa lanza su segundo disco, “Destrangis”, después de vender más de un millón de copias del primero. Y el designado como Año Internacional del Diálogo entre Civilizaciones, Año de los Voluntarios y Año de la Serpiente según el horóscopo chino, fue testigo además del partido de fútbol oficial con el resultado más abultado de la historia: 31-0, que le endosó la selección de Australia a la de Samoa Americana, en la fase de clasificación para el Mundial de 2002; y de la mayor indemnización de una empresa a un particular: un jurado de Los Ángeles condenó a la tabaquera Philip Morris a pagar 3.000 millones de dólares a un fumador de 56 años de edad con cáncer de pulmón irreversible. Mientras en el mundo pasaban todas estas cosas, los ciudadanos de la provincia de Orense pudieron ser testigos, igual que el narrador de este relato, del comienzo de la implantación de una nueva fórmula de recogida y reciclado de envases de medicamentos que no había sido testada hasta aquel momento en ninguna otra parte del mundo, pero en la que el equipo de profesionales españoles que la había diseñado creía firmemente. En el mes de junio, prácticamente de un día para otro, se colocaron contenedores especiales en todas las farmacias de la provincia gallega y se distribuyeron folletos explicativos, con el en aquel momento curioso objetivo de que los orensanos depositasen en ellos los envases y las cajas de los medicamentos terminados, caducados o que ya hubieran dejado de utilizar. Pese a todas las dificultades, que no fueron pocas, la experiencia fue un éxito, aunque también enormemente mejorable, y de ella se aprendió para las siguientes. Arrancaba así un sistema inventado y diseñado por españoles, que después ha servido de modelo a otros países de Europa y del resto del mundo para cerrar el ciclo de vida del medicamento de la forma más ecológica y respetuosa con el medio ambiente posible. Introducción 7 :: El símbolo SIGRE que aparece en los envases de los medicamentos es una garantía de que sus residuos van a recibir un correcto tratamiento medioambiental Un poco de historia Mi nombre no viene al caso, pero quizá sí mi profesión. Alguna vez me han dicho que trafico con la información. No me gusta verlo así, prefiero decir que vivo de la actualidad y ayudo a mantener a la gente informada; incluso podría decirse que soy una pieza clave en el engranaje que permite que funcione la democracia... Suena un poco ampuloso para decir que, sencillamente, tengo un quiosco de prensa en una calle céntrica de Orense, al lado de una farmacia y una panadería. Lo de la panadería, no es demasiado relevante para esta narración, pero el estar al lado de una farmacia ha sido, junto con mis inquietudes ecologistas –soy miembro de una conocida asociación de defensa de la naturaleza–, determinante para que se despertara mi curiosidad y me decidiera a investigar en torno al destino que se da en nuestro país a los restos de los medicamentos, y sus envases. Fue en la primavera de 2001 cuando vi por primera vez el simbolito verde de SIGRE, esa cruz encerrada en una flecha circular, que luego se me haría tan familiar. De un día para otro, habían colocado en la farmacia de enfrente un contenedor blanco invitándonos a todos a depositar en él los medicamentos caducados y los envases de las medicinas terminadas, con el fin de darles el correcto destino medioambiental. Era la primera vez en España, y quizá en Europa, que se ponía en marcha un sistema similar, y para la experiencia piloto se había elegido la provincia de Orense. Pero para contar cómo se llegó a aquel punto creo que hace falta remontarse a los orígenes de las normativas medioambientales. Un poco de historia 9 10 SIGRE. Diez años cuidando la salud de la naturaleza Los orígenes Las primeras normas medioambientales perseguían básicamente la protección de la salud ante posibles contaminaciones de cualquier tipo de residuos generados por la actividad humana, desde los propios desechos, basuras, aguas residuales… hasta incluso la regulación de los entierros. Así, todo lo relativo a la protección del medio ambiente está ligado desde su origen a la sanidad, y existe un fuerte vínculo entre ambos entornos. Toda la regulación medioambiental se dirige indefectiblemente a proteger la salud del medio ambiente y la salud de las personas. Es en la segunda mitad del siglo XX, cuando ya las normas medioambientales van ganando peso por sí mismas, con la aparición de las primeras reglamentaciones del desarrollo sostenible. En España, la primera normativa específica podría ser el Reglamento de Actividades Molestas, Insalubres, Nocivas y Peligrosas (RAMINP), que estuvo en vigor durante casi cuarenta años, hasta 2007. El objetivo prioritario de esta norma era evitar que las instalaciones, establecimientos, actividades, industrias o almacenes produzcan incomodidades, alteren las condiciones normales de salubridad e higiene del medio ambiente y ocasionen daños o impliquen riesgos graves para las personas o los bienes. Hasta el año 1986 –once años después de la ley de residuos sólidos urbanos de 1975 y coincidiendo con la incorporación de España en la Unión Europea– no se regula el tratamiento de los residuos tóxicos y peligrosos en España, con la primera normativa importante de medio ambiente. Pero ya en los años noventa cambia la política europea y empiezan a diferenciarse los residuos industriales de los urbanos, así como los peligrosos de los no peligrosos. La regulación medioambiental pretende proteger nuestro entorno y la salud de las personas Reciclado de envases La primera directiva europea sobre envases (la 94/62) data de 1994, cuando se toma conciencia de que, según diferentes muestreos, el 50% de los desechos generados en los hogares son envases, y éstos originan un problema medioambiental que no producen los restos de materia orgánica: que una gran parte de ellos están fabricados de materiales que pueden tardar millones de años en desaparecer, absorbidos por la naturaleza; o incluso pueden no hacerlo nunca. Y al estar mezclados con el resto de los desechos, no es posible el aprovechamiento de la basura como fertilizante. Así, las autoridades europeas publican una directiva con el fin de reducir el impacto medioambiental de los envases, con dos grandes líneas de actuación: en primer lugar, tratar el origen, intentando que se pongan menos envases en el mercado para de ese modo producir menos residuos; y en segundo lugar, tratar el destino, es decir, lo que se hace con ellos cuando se convierten en residuos. Lo cual abre tres vías para valorizarlos: siempre que se pueda, reutilizarlos, es decir, darles el mismo fin para el que fueron producidos. Cuando eso no sea posible, reciclarlos, aprovechando la materia prima para fabricar otro producto. Y cuando esto tampoco sea factible, valorizarlos energéticamente, es decir, incinerarlos para producir energía. Si ninguna de estas tres vías es posible, la última opción ya sería eliminarlos sin recuperación de energía, depositándolos en un vertedero controlado. Como los Estados miembros deben hacer con las directivas europeas, tres años después nuestro país traspuso al derecho español la directiva sobre envases en la Ley 11/97 de 24 de abril de Envases y Residuos de Envases, y en 1998 la Ley de Residuos, manteniendo la jerarquía y los principios y estableciendo Un poco de historia 11 Los otros ‘SIGs’ La preocupación medioambiental se ha extendido en los últimos treinta años, de manera que progresivamente se está tratando de reciclar o dar el correcto tratamiento ambiental a más materiales. Diferentes normativas para cada tipo de residuos (la última de ellas la nueva ley de residuos Ley 22/2011 de 28 de julio, sobre residuos y suelos contaminados, que deroga la Ley de Residuos 10/98), han dado lugar a distintos sistemas de recuperación y reciclaje. Aparte de SIGRE, para el sector farmacéutico, estos son algunos de los Sistemas Integrados de Gestión (SIGs) más importantes: •Ecoembes (Ecoembalajes España): se encarga de la recogida selectiva y recuperación de residuos de envases (en el contenedor amarillo) y papel (contenedor azul) para su posterior tratamiento, reciclado y valorización. Nace en 1996 y en la actualidad, más de 12.100 compañías implantan el logo ‘Punto Verde’ a sus envases. •Ecovidrio (Sociedad Ecológica para el Reciclado de Envases de Vidrio): gestiona el reciclado de los residuos de envases de vidrio a través del iglú verde en toda España. Integra más de 2.300 empresas. Comparte con Ecoembes el ‘Punto Verde’. •Ecopilas (Fundación para la Gestión Medioambiental de Pilas): creada en el año 2000, gestiona los residuos de pilas y baterías llegados al final de su vida útil. 12 SIGRE. Diez años cuidando la salud de la naturaleza •Ecofimática: recogida, gestión y reciclaje de los residuos de equipos ofimáticos. Constituida en 2002, aglutina al 90% de los fabricantes. •Tragamóvil: iniciativa pionera de reciclaje de aparatos de telefonía y comunicaciones, financiada por los principales fabricantes del sector. •Ecoasimelec: gestiona todo tipo de residuos eléctricos y electrónicos salvo grandes electrodomésticos y aparatos de iluminación. •Ecotic, Ecolec y ERP-SAS: gestionan los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, salvo los aparatos de iluminación. •Ambilamp y Ecolum: gestionan los residuos generados por los aparatos de iluminación (fluorescentes, bombillas de bajo consumo, bombillas de descarga y LEDS retrofit). •Sigfito: soluciona en el ámbito agrario la recogida de envases fitosanitarios. •Sigrauto: Asociación Española para el Tratamiento Medioambiental de los Vehículos Fuera de Uso. •Sigaus: Sistema Integrado de Gestión de Aceites Usados. •Signus: Sistema Integrado de Gestión de Neumáticos Usados. luego, en el Reglamento de 1998, objetivos de reciclaje en diferentes fases temporales. El principio orientador de la ley española apunta al productor como garante del adecuado destino final del envase tras su utilización. Así, para ello se propone el sistema DDR (Depósito, Devolución y Retorno) y como alternativa el SIG (Sistema Integrado de Gestión), en ambos casos gestionados por los productores de envases. El primero se basa en el cobro al consumidor de una pequeña cantidad como fianza por el envase, cantidad que se reembolsa cuando el ciudadano retorna al punto de venta el envase (el casco, como se decía en la España de los setenta, cuando se utilizaba este sistema). El segundo, elegido por todos los envasadores, es el que actualmente está implantado en nuestro país. A lo largo de los siguientes capítulos explicaremos en detalle su funcionamiento. La ley distingue dos tipos de residuos: los generados por los hogares (cuya gestión corresponde a los envasadores) y los procedentes de las empresas o instituciones (cuya responsabilidad recae sobre las propias organizaciones donde se generan). En todo caso, como el único organismo competente para la gestión de los residuos urbanos es el Ayuntamiento, es este el que tiene la responsabilidad de la recogida de las basuras y desechos de la vía pública, incluidos los contenedores amarillos de envases y los verdes de vidrios. Pero es el productor del envase el que sufraga el coste extra que le supone al Ayuntamiento, siempre bajo el principio de que “el que contamina, paga”. En paralelo, ya a finales de la década de los noventa y principios del siglo XXI, surgen las primeras normativas específicas sobre otros residuos que no son envases, como el aceite de los coches, pilas, cartuchos de tinta, productos fitosanitarios, aparatos eléctricos y electrónicos, neumáticos fuera de uso… La concienciación medioambiental, convertida ya en norma universal, se extiende hacia todos los sectores y ámbitos. El Sistema Integrado de Gestión ha sido la fórmula utilizada por las empresas para garantizar el correcto tratamiento de sus envases Un poco de historia 13 :: SIGRE nace con el objetivo de garantizar el tratamiento medioambiental de los envases y restos de fármacos Medicamentos y Medio Ambiente En este contexto, a finales de los noventa, un sector que siempre se ha distinguido por su carácter innovador, y tradicionalmente respetuoso con el medio ambiente como es la industria farmacéutica, se plantea muy en serio su papel en esta materia y tras un estudio minucioso decide que lo más responsable es montar un sistema específico, separado de Ecoembes, para los envases de medicamentos. ¿Por qué? Pues sencillamente porque las medicinas no son gaseosas. Es más importante el contenido que el continente ya que las sustancias que componen los medicamentos suelen ser más delicadas para su tratamiento que la mayoría de los contenidos de los envases habituales. Lo cierto es que no existía una ley específica que obligase a la industria farmacéutica a hacerse cargo directamente de los residuos de medicamentos generados por los hogares. Podría haberse mantenido como un sector más dentro del régimen de Ecoembes, que se ocupa solo de envases. Pero por responsabilidad hacia la sociedad y el medio 14 SIGRE. Diez años cuidando la salud de la naturaleza ambiente, la Asociación Nacional Empresarial de la Industria Farmacéutica establecida en España, Farmaindustria, consciente de que los residuos de medicamentos precisan de un tratamiento especial, se propuso poner en marcha su propio sistema, ese del que hablaba al principio del capítulo. De este modo, la patronal, que agrupaba entonces a la gran mayoría de laboratorios farmacéuticos que representaban la práctica totalidad de las ventas de medicamentos de prescripción en España, llegó a un acuerdo con la Federación de Distribuidores Farmacéuticos (Fedifar), que representan al 97% de los distribuidores nacionales, y con el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, que agrupa los 52 Colegios provinciales, para, en abril de 1999, crear una sociedad limitada sin ánimo de lucro, SIGRE, que cogería el timón del reciclado de los medicamentos y sus envases. Resultó que siete años después, la Ley 29/2006 de Garantías y Uso Racional del Medicamento y Productos Sanitarios vino a ratificar la intuición del sector sobre la oportunidad y la necesidad de asumir esta tarea de forma directa. Todo esto pude reconstruirlo después de leer en el periódico la constitución –con mayoría de Farmaindustria (60%), y completada, a partes iguales, por Fedifar y el Consejo General de Farmacéuticos (20% cada uno)– de la nueva sociedad. Fue un hito importante, sobre todo por lo que suponía de una toma de posiciones ante un problema y una decisión inédita y pionera. Los primeros meses fueron de estudios, tanteos, tomas de contacto, contratación de personal, adquisición de material… Pero no fue hasta 2001 cuando se insufló en SIGRE el espíritu que lo pondría definitivamente en movimiento. También después, pasado un tiempo y colocando las piezas del puzle, me enteraría del porqué. Ese año se produjo una reestructuración en Farmaindustria, que supuso un cambio de organigrama y un paso significativo hacia la modernización. Los laboratorios representados en la agrupación eligen presidente a Jesús Acebillo, presidente de Novartis, quien realiza a su vez en el primer trimestre del año dos nombramientos relevantes: Humberto Arnés, como director general, y Juan Carlos Mampaso, en la dirección general de SIGRE para impulsar su puesta en marcha y acelerar la implantación de su sistema. Asimismo, el presidente de Farmaindustria delega en su director general, Arnés, la presidencia de SIGRE. Desde el punto de vista medioambiental, el tratamiento de los medicamentos es más importante que el de sus envases Punto cero Pero, ¿qué había antes de SIGRE? ¿Cómo se cerraba el ciclo de los medicamentos? En realidad fue este punto el que despertó mi interés para seguir de cerca los pasos de este nuevo sistema desde el principio. Había sido tema recurrente de conversación con el farmacéutico de enfrente, y sabía que hasta ese momento, lo más habitual era tirar los restos de medicamentos a la basura, y en algunos casos se vaciaban antes por el inodoro, con el consiguiente impacto sobre el medio ambiente. Realmente preocupante. La alternativa que utilizaban algunos ciudadanos era llevar los restos de medicamentos a la farmacia para colaborar en acciones humanitarias que emprendían diversas ONG´s del sector (Farmacéuticos Mundi, Farmacéuticos sin Fronteras, Apotecaris Solidaris…). Gracias a este sistema, Farmacéuticos Mundi, por ejemplo, llevó desde su nacimiento en 1991, más de 500 toneladas de medicamentos a más de 80 países de todo el planeta. :: Los medicamentos son fundamentales para nuestra salud, pero también pueden dañar nuestro entorno Lo cierto es que apenas le dio tiempo a Mampaso a sentarse en su despacho antes de tener que asumir la primera decisión trascendental: estampar su firma en un convenio que posteriormente dio lugar al arranque de la prueba piloto en Orense. De hecho, el acto de la firma estaba programado para el día siguiente de la incorporación del nuevo director general de SIGRE, quien, conociendo el interés de la Xunta de Galicia, no quiso posponerlo por el hecho de que acabase de llegar. Cogió el avión para firmar el convenio, dando así el pistoletazo de salida a la experiencia más innovadora que se hubiera hecho nunca en el terreno de recogida y reciclado de medicamentos. No se conocían precedentes de un sistema similar en ninguna parte del mundo. Un poco de historia 15 Antes de implantarse los Puntos SIGRE en las farmacias de cada Comunidad Autónoma, se realizó una operación de limpieza, denominada Campaña Punto Cero, para retirar todo lo que los farmacéuticos tenían acumulado Pero ya en los últimos años del siglo se vio que esta práctica, bastante habitual y siempre bienintencionada, generaba más problemas de los que resolvía. El primer inconveniente procedía del propio depósito de los medicamentos: algunos llegaban caducados, otros con un contenido mínimo, y todos sin ninguna garantía sobre su conservación; habían podido estar expuestos a calor excesivo, la humedad o en condiciones desfavorables para su correcta preservación. A continuación, la siguiente dificultad consistía en la clasificación y envasado para conseguir lotes homogéneos. Tampoco había garantías en su transporte. Y finalmente, aun contando con que todo el proceso anterior hubiera sido correcto y seguro –que era mucho suponer–, al llegar a su destino se encontraban nuevas trabas, empezando en muchos casos por el idioma del prospecto y continuando por que en un alto porcentaje los medicamentos que se enviaban al Tercer Mundo curaban enfermedades del Primer Mundo, no de allí, con lo que no eran demasiado útiles. Por poner un ejemplo que leí una vez en una revista de divulgación científica: de las 35.000 toneladas de medicamentos que llegaron como donativo entre 1992 y 1996 a Bosnia-Herzegovina, 17.000 eran medicamentos no válidos que debían eliminarse. Con el dinero necesario para hacerlo de forma apropiada –unos 30 millones de euros– se podrían cubrir las necesidades básicas de salud de dos millones de refugiados durante cinco años. Ante experiencias como ésta, la Organización Mundial de la Salud (OMS) desaconsejó oficialmente en 1999 las donaciones de fármacos recuperados por sus riesgos y el alto coste que supondría hacerlo siguiendo las directrices que marcaba para 16 SIGRE. Diez años cuidando la salud de la naturaleza la manipulación de medicamentos –unos requisitos tan estrictos que imposibilitaba de facto su envío al Tercer Mundo–, de forma que las ONGs que las realizaban dejaron, en su mayoría, de hacerlo, y hoy las que trabajan en este ámbito hacen llegar a esos países medicamentos nuevos para proyectos concretos. Pero muchos ciudadanos mantuvieron el hábito de llevar sus medicamentos sin terminar a las farmacias, que los seguían recogiendo, aunque luego aquellas organizaciones no los retirasen. De ahí que SIGRE, antes de implantarse en cada una de las Comunidades Autónomas, siempre realizaba una operación de limpieza, la Campaña Punto Cero, para retirar todo lo que los farmacéuticos tenían almacenado y “poner el contador a cero”. Durante unos días previos al arranque del sistema, SIGRE se ocupaba de la recogida de todos aquellos residuos, envases, sustancias, medicamentos o reactivos químicos que las farmacias mantenían en depósito sin darles ningún uso ni saber qué hacer con ellos, no solo como consecuencia de la actividad solidaria de los ciudadanos, sino (ya aprovechando) por cualquier otro motivo. Ese era el momento idóneo para “limpiar” la botica, sin coste alguno –que asumió SIGRE, como uno de los gastos de la puesta en marcha– y con garantías de que no dañaría el medio ambiente. Mi farmacéutico me contó que gracias a esta campaña pudo deshacerse de fórmulas magistrales y remedios y composiciones que había heredado de su abuelo y que tenía en la rebotica desde el siglo XIX. Con esta acción, además, se situaban todas las oficinas de farmacia en un mismo punto de partida para poder evaluar con más objetividad la implantación y evolución del sistema. Los primeros pasos Llegamos al punto donde comenzaba este relato: marzo de 2001. En ese momento está calentando motores (arrancará tres meses después) la primera experiencia piloto del sistema en Orense y, mientras, SIGRE, que apenas acaba de estrenar nuevo presidente (Humberto Arnés, director general de Farmaindustria), y director general (Juan Carlos Mampaso), tiene que armar el cuerpo de la organización. Durante los meses que siguieron, Mampaso se dedica a contratar al personal adecuado para SIGRE, mientras con un ojo vigila la evolución de los preparativos de Orense, y con el otro supervisa el engranaje de la nueva maquinaria: el inicio de los trámites para las autorizaciones administrativas y la firma de contratos, los últimos retoques al diseño del contenedor, la apertura del concurso para la gestión de los residuos, la organización de la logística de la recogida, el transporte, la clasificación y el tratamiento de todo lo recogido… Iniciaban también los responsables de SIGRE un trabajo de campo que les haría expertos en geografía de España. Eran preceptivas las autorizaciones de cada una de las Comunidades Autónomas, ya que son estas las únicas competentes para decidir si un sistema de recogida y reciclado puede operar en su territorio o no. Y al mismo tiempo, a nivel nacional, había que garantizar la recogida en todo el territorio español, incluidas las islas y las ciudades autónomas. No fue un trabajo fácil, pero contó con un apoyo sin el que no habría sido posible llevarlo a cabo: el de los tres socios del sistema. • En primer lugar, Farmaindustria (como agrupación de los productores de las especialidades farmacéuticas), y los propios laboratorios (responsables de su puesta en el mercado, que aportaban la financiación del sistema), tomaban las riendas del proyecto. A través de una cuota de todos los laboratorios adheridos, proporcional a los envases que pusieran en el mercado, se soportaría todo el peso económico del proceso. • Por otro lado, gracias a la colaboración del Consejo General de Colegios y de los Colegios Provinciales, fue posible la colocación en las farmacias de los contenedores y folletos informativos para los ciudadanos. • Y finalmente, el compromiso de los distribuidores (reunidos en Fedifar) permitió implantar el limpio e innovador sistema de logística inversa para la recogida de lo que el ciudadano depositase en el contenedor. De esta forma, se proporcionaba en aquel momento al público cerca de 20.000 puntos de entrega en toda España –lo que suponía uno por cada 2.200 ciudadanos–, de donde se recogían periódicamente sin coste medioambiental añadido y con importantes ahorros económicos, ya que se aprovechaban para ello las rutas de distribución diarias. Según me explicó mi amigo farmacéutico, la misma camioneta que reparte los medicamentos en las farmacias, recoge las bolsas de los contenedores, con lo que no se emite más CO2 ni se consume más combustible, ni tampoco se invierte tiempo adicional sobre el habitual de los repartos. :: Los tres socios del sistema: Farmaindustria, CGCOF y Fedifar Un poco de historia 17 El Sistema es sencillo pero no deja ningún cabo suelto, los envases y restos de medicamentos son retirados a través del innovador sistema de logística inversa aplicado por SIGRE Pero eso no iba a hacerlo espontáneamente. Ahí estaba la labor de comunicación, para trasladar al ciudadano esta preocupación medioambiental y encauzar su participación en la tarea común a través de los contenedores de las farmacias. Había que hacer ruido, tanto en prensa como a través de anuncios publicitarios, folletos, posters, pegatinas, imanes para las neveras… cualquier medio podría ayudar a dar a conocer el nuevo método de reciclado del medicamento. Pero quizá previo a todo ello –o al menos simultáneo—era el trabajo de información y concienciación de quienes iban a ser agentes decisivos en el proceso: los farmacéuticos. :: El ciudadano es el auténtico protagonista del sistema Un sistema bien diseñado Efectivamente, la respuesta de los farmacéuticos y de las empresas de distribución del sector fue determinante para que el sistema funcionase, ya que su diseño se basaba fundamentalmente en estos dos pilares, al que se añadía otro esencial: la colaboración ciudadana. El consumidor debía concienciarse de la necesidad de reciclar tanto los envases como los residuos de medicamentos, llevándolos a su farmacia y depositándolos en el Punto SIGRE. 18 SIGRE. Diez años cuidando la salud de la naturaleza A través de los Colegios provinciales y autonómicos se establecieron calendarios de charlas y conferencias, así como ciclos de formación específica para la correcta actuación. El sistema es sencillo, pero no deja ningún cabo suelto: los medicamentos y envases que los ciudadanos depositan en los contenedores SIGRE situados en las farmacias son recogidos periódicamente, aprovechando la logística inversa, por los distribuidores farmacéuticos, los únicos que pueden garantizar la recogida y el control, la seguridad y la correcta manipulación, ya que son los mismos profesionales que han puesto en el mercado esos medicamentos y están sujetos a todo tipo de licencias e inspecciones. Además, se evitan emisiones contaminantes y gastos extra, al aprovechar para la recogida los mismos viajes que se hacen para distribuir los productos. Las camionetas de los distribuidores transportan las bolsas recogidas en las farmacias hasta sus almacenes, un total de 141 puntos distribuidos por todo el territorio español. Allí mantienen estos envases totalmente separados de los medicamentos nuevos, completamente identificados y en contenedores estancos. Y es aquí donde entra el gestor de residuos, que se ocupa de la última fase del proceso. Este gestor recoge de los almacenes periódicamente los contenedores estancos (dejando otros vacíos en su lugar). En las estaciones de transferencia se cambia el contenedor por grandes sacos, lo que permite optimizar el peso del transporte a la planta de reciclado situada en la localidad gallega de Cerceda, y dejar allí totalmente vacíos los camiones, para poder aprovechar el viaje de vuelta cargando alguna otra mercancía. Como me dijo una vez el taxista que me compra el periódico los domingos: las ideas más sencillas suelen ser las más brillantes. de envases que pueden ser reciclados se envían a las entidades especializadas para la fabricación de nuevos productos, mientras que lo no reciclable se destina a la planta de valorización energética para producir electricidad y ahorrar así combustibles fósiles. Concluye así el ciclo de vida del medicamento que se inicia con la investigación y desarrollo de nuevos productos, una de las principales señas de identidad de la industria farmacéutica, y continúa cuando el laboratorio lo elabora y lo pone en el mercado, con su distribución, su llegada a la farmacia y su dispensación y utilización por el consumidor. La misma industria farmacéutica que abre ese circuito, se encarga de cerrarlo. :: Todas las farmacias disponen de un Punto SIGRE para reciclar los envases y restos de medicamentos En esta planta, hasta hace poco única en el mundo, se clasifican los materiales de los residuos que llegan en los contenedores, retirando, antes de nada, todo lo que no debería estar allí (los llamados “impropios”, que van desde agujas, termómetros, gafas o apósitos, hasta radiografías, prótesis o diferentes aparatos médicos); y a continuación, los medicamentos citotóxicos y citostáticos, a los que se da un tratamiento especial. Se separa luego el papel y cartón (de cajas y prospectos); vídrio (de frascos); plásticos y metales (de blísteres, cucharillas…); aerosoles, etc., y por otro lado los restos de medicamentos o materiales impregnados y no reciclables. Todos los materiales La industria farmacéutica, responsable de abrir el ciclo de vida del medicamento con la investigación y desarrollo de nuevos productos, se encarga de cerrarlo a través de SIGRE Un poco de historia 19 Primera prueba piloto Recuerdo la fecha del 29 de junio de 2001, porque fue el día en que leí en la prensa, tremendamente impactado, el obituario de mi actor favorito, protagonista de obras maestras como “El apartamento”, “Desaparecido”, “Irma la dulce” o “Primera plana”: Jack Lemmon, fallecido un par de días antes. Por eso no olvidaré que también ese día dio comienzo en Orense la prueba de fuego del sistema de SIGRE. Leí después que un acto oficial presidido por el Conselleiro de Medio Ambiente de la Xunta, Carlos del Álamo; el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Orense, José Antonio Bouzo; la Directora General de Farmacia, Berta Cuña, entre otras personalidades de la sociedad gallega; acompañados del director general de SIGRE, Juan Carlos Mampaso, sirvió de pistoletazo de salida a un gran proyecto que adquiriría con el tiempo carácter nacional. La operación contaba con la participación de todas las farmacias de la provincia. ¿Por qué eligieron Orense? La especial preocupación que existía en Galicia por los temas medioambientales, con una particular sensibilidad demostrada por las autoridades e instituciones públicas, así como la representatividad del grupo de población de la provincia y de la localización y distribución geográfica de las farmacias, fueron factores decisivos. La prueba piloto debía testar el sistema en sí y el grado de operatividad de los equipos (contenedor) y la logística (distribución), comprobar la eficacia de la campaña de comunicación, y la respuesta de los ciudadanos, si acudían o no a las farmacias a depositar sus medicamentos y envases, ver qué se depositaba, y cómo podrían fragmentarse estos residuos para el aprovechamiento de cada parte, y, en definitiva, observar los aciertos y los fallos del procedimiento. Por todo ello, uno de los elementos clave fue la Comisión de Seguimiento, compuesta por la patronal farmacéutica, los distribuidores, representantes del Colegio de farmacéuticos y de la Administración autonómica y SOGAMA, además de SIGRE. Todos los agentes, en suma, que tenían algo que decir en el proceso. Los orensanos fuimos los primeros españoles en tener acceso a los folletos explicativos, accesibles en las 179 farmacias de la provincia, y los primeros en conocer los contenedores, en aquel momento hechos de cartón y con menos medidas de seguridad que los actuales. La verdad es que no me llamó demasiado la atención que estuvieran fabricados de ese material hasta que vi los nuevos y caí en la cuenta de la vulnerabilidad que habrían tenido de haber seguido siendo de cartón. Soy testigo de que la respuesta de las farmacias fue espléndida, y sé que no solo en la que tengo enfrente. Y eso que hubo que vencer alguna reticencia inicial por la novedad que suponía ubicar un contenedor –con la connotación de cubo de basura que esta palabra tiene– en el interior de su local. Superados los recelos, la colaboración de los farmacéuticos, que explicaban el funcionamiento del sistema y lo que había que hacer para que funcionara, como lo hizo mi amigo conmigo, caló hacia los ciudadanos, y –lo más importante–, la experiencia sirvió para afinar y mejorar algunos aspectos, más o menos importantes, del proceso, en especial qué era lo que se depositaba, y cómo se trataba todo aquello posteriormente. Galicia se convertirá en la primera Comunidad en disponer de un sistema de recogida de medicamentos fuera de uso 20 SIGRE. Diez años cuidando la salud de la naturaleza Uno de esos aspectos era el propio contenedor, convertido en símbolo de SIGRE, y elemento clave en el sistema. La prueba de Orense confirmó que debía ser mucho más seguro y resistente y ofrecer confianza al ciudadano. Así, se cambió el cartón por el metal, y se introdujeron medidas de seguridad e higiene, garantizando que solo distribuidores y farmacéuticos tuvieran acceso a su interior. Desde entonces, el Punto SIGRE dispone de una doble rampa invertida para impedir que pueda extraerse lo que se echa al contenedor. Me han contado de alguien que metió el brazo y lo pasó realmente mal hasta que pudo sacarlo. La bolsa que contiene los residuos se cierra con unas asas al efecto, y una vez el distribuidor la extrae del contenedor, permanece cerrada y controlada hasta su entrega al gestor autorizado, que las traslada hasta la Planta de Clasificación de Residuos de Medicamentos. En aquel momento, la Planta todavía no existía y lo que se retiraba de las farmacias se llevaba a la Cooperativa Farmacéutica Gallega (COFAGA), donde se separaban los envases de los restos de medicamentos. Los envases se clasificaban por materiales y se entregaban a empresas recicladoras, mientras que los restos eran valorizados energéticamente por SOGAMA. Los orensanos también fuimos testigos de la primera campaña de comunicación, con acciones con la prensa (rueda de prensa, nota de prensa, etc.), anuncios en los periódicos y cuñas de radio. Se editaron folletos informativos para poner en el dispensador de folletos del contenedor; carteles para los centros de salud; imanes tanto para el farmacéutico, recordando el objetivo de SIGRE, como para el ciudadano –de hecho, todavía tengo en la nevera el que me dieron entonces–, para no olvidar la necesidad de reciclar los :: Contenedor diseñado para la prueba piloto de Orense La prueba piloto debía servir para testar el Sistema que se había diseñado, sus elementos logísticos, el proceso de clasificación, el tipo de tratamiento más adecuado para cada una de las fracciones obtenidas y los mensajes utilizados para lograr la colaboración ciudadana Un poco de historia 21 Manifiesto para cuidar la salud de la naturaleza, tu propia salud 1) La Unión Europea promulgó en 1994 la Directiva 94/62 que obliga a sus Estados Miembros a responsabilizarse de la gestión de todos los envases puestos en el mercado, entre ellos los de productos farmacéuticos, con el objetivo de prevenir y reducir el impacto en el medio ambiente. 2) Esta Directiva fue recogida por el Parlamento Español al aprobar la actual Ley 11/97 de Envases y Residuos de Envases, atendiendo a la demanda social de conservar y defender el medio ambiente. :: Primer folleto informativo diseñado por SIGRE y material promocional editado para la prueba piloto de Orense envases y los restos de medicamentos; y la pegatina de “Farmacia adherida” o Punto SIGRE, para poner en la entrada de la farmacia y que el ciudadano sepa que ahí puede reciclar los medicamentos. Y se publicó el primer manifiesto, con los 10 puntos que resumen la razón de ser de SIGRE. Me pude hacer con una copia, y aquí lo reproduzco íntegro. Una vez cerrada la prueba piloto y con los datos de cómo había ido el proceso, se quiso también conocer la impresión de los ciudadanos, que se topaban por primera vez con un sistema como este. Hicieron un sondeo de opinión, tanto entre los consumidores como entre los farmacéuticos, en el que el destino quiso que yo participase, lo mismo que mi amigo farmacéutico. Alertado así, estuve atento hasta que salieron publicados en los periódicos los resultados, y difícilmente podrían haber sido más favorables a la inicaitiva. El 100% de los farmacéuticos encuestados consideraba que la información que habían recibido estaba muy clara y era más que suficiente; que el sistema es muy cómodo; y que todos son ventajas; y el 90% animaba a sus clientes a utilizar los contenedores. Y en cuanto a los particulares, el 93% consideraba que la información recibida era suficiente, el 97% valoró el sistema como muy positivo; y el 100% coincidió en que el esfuerzo es mínimo, frente a otros tipos de reciclado. 22 SIGRE. Diez años cuidando la salud de la naturaleza 3) En la actualidad la mayoría de nuestros residuos están siendo gestionados para prevenir y reducir el impacto ambiental. 4) Los envases vacíos o con restos de medicamentos, así como los medicamentos caducados, no deben ir a la basura ni al mismo montón que los papeles, latas, vidrios, pilas... 5) Los medicamentos utilizados adecuadamente mejoran nuestra salud. Sus envases, si no son reciclados, y sus restos, ni no son eliminados debidamente, pueden dañar la salud de la naturaleza. Su correcta gestión ayuda a la conservación del medio ambiente y según las directrices de la OMS, también beneficia nuestra salud. 6) La industria farmacéutica, en consonancia con su sensibilidad medioambiental, ha promovido la puesta en marcha del sistema, con la participación de la distribución y de las oficinas de farmacia. De la colaboración de los consumidores, por el alto grado de sensibilización y respeto que tiene a la Naturaleza. 7) El funcionamiento de SIGRE está asegurado: los laboratorios farmacéuticos aportan la financiación mediante una cuota por cada envase puesto en el mercado; la distribución aporta el soporte logístico y los farmacéuticos su colaboración como agentes informadores a sus clientes y supervisores del Punto SIGRE. 8) Con este sistema, gestionado por expertos, el circuito del medicamento queda cerrado: fabricación, distribución, dispensación, uso y devolución a la farmacia. 9) El sector farmacéutico confía en la respuesta social de los consumidores, por el alto grado de sensibilización y respeto que tienen a la Naturaleza. 10) Para SIGRE, responsable de esta campaña ecológica, la farmacia, con la colaboración del farmacéutico, es el punto natural donde los ciudadanos depositan los envases y los restos de sus medicamentos. Confirmación en Castellón Todo esto iba aumentando mi interés por este proyecto y empujándome a realizar, como hice, un seguimiento de su trayectoria. Concluida la prueba de Orense, y corregidos algunos aspectos de la logística, leí que SIGRE había decidido hacer una prueba de confirmación. Debía seguir avanzando, con paso firme pero también seguro. En este caso eligió la Comunidad Valenciana, en concreto Castellón, en gran parte porque concurrían razones parecidas a las que llevó a optar por Orense para la primera prueba piloto: una sensibilización ciudadana y de las autoridades por encima de la media y una actitud de colaboración del colectivo farmacéutico también más que notable. Además, lo mismo que Orense, se trataba de una provincia mediana, lo que facilitaría la prueba. :: Cartel editado para la campaña de implantación de SIGRE en Castellón El 8 de noviembre de 2001, mientras la ciudad de Huelva inauguraba su estadio de fútbol Nuevo Colombino, en la provincia de la Costa del Azahar despegaba la llamada “prueba de confirmación”, en una campaña que contó con la colaboración de las 266 farmacias de dicho territorio levantino. Su acto inaugural se celebró en la Casa dels Caragols, con la presencia del conseller de Medio Ambiente de la Generalitat Valenciana, Fernando Modrego; el de Sanidad, Serafín Castellano; el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Castellón, Juan Vicente Gilabert, y el director general de SIGRE, Juan Carlos Mampaso. previamente, antes de comenzar a aplicar el nuevo plan. Su puesta en funcionamiento fue similar a la de Orense, con la coordinación de la distribución local y el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Castellón, la información a todos los colectivos implicados (sanitario, instituciones, asociaciones, agrupaciones sociales…) y la campaña de comunicación dirigida a los consumidores, que incluyó también un plan de relaciones informativas con los medios (rueda de prensa, entrevistas, gestión de reportajes, etc.) y publicidad en prensa y radio, además de elementos como folletos, carteles, imanes, etc. En Castellón ya se introdujeron las modificaciones y mejoras resultantes de la campaña experimental gallega, entre otros el nuevo contenedor metálico y más seguro, y depurar el proceso logístico. Lo primero que se hizo fue establecer un grupo de trabajo entre el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Castellón y SIGRE, y acometer una campaña de información a los farmacéuticos castellonenses de la puesta en marcha del plan y sus etapas. Casi a la vez, se dio luz verde a la campaña Punto Cero para ‘limpiar’ todas las farmacias de restos y residuos que tuvieran Todas las farmacias adheridas a la operación lucieron el adhesivo con el logotipo, visible desde el exterior, que las convertía en Punto SIGRE de recogida de envases vacíos o con restos de medicamentos, o medicamentos caducados. Cada una de ellas disponía de su contenedor, con folletos explicativos con la información de lo que se debe depositar en el mismo, y lo que no. Pero además, el compromiso de los farmacéuticos con el proyecto también permitió que se convirtieran en fuente directa de información, aclarando las dudas a los ciudadanos. Un poco de historia 23 El compromiso de los farmacéuticos con el proyecto permitió tener una fuente directa de información que aclarase las dudas de los ciudadanos Para abrir la espita en Castellón no solo se contaba con la inestimable experiencia piloto de Orense. También se hizo una investigación preliminar de mercado, con dinámicas de grupo entre diversos colectivos de población, cuyas conclusiones fueron muy útiles para la implantación efectiva. Según el estudio, el farmacéutico era percibido como el profesional más adecuado para la recogida y manejo de este tipo de productos. También señalaba la investigación que a una gran parte de la población le costaba mantener comportamientos ecológicos, si bien las amas de casa y los mayores eran los grupos más sensibilizados y confirmaban la comodidad del sistema. El concepto SIGRE, aplicado al sector farmacéutico, se recibía en general muy bien, en la medida en que resolvía una necesidad sentida y sobre la que ya existía una cierta cultura. Finalmente, el estudio concluía que de acuerdo a la educación ecológica existente en aquel momento, ser ecológicamente responsable suponía, entre otras cosas, separar los diferentes tipos de residuos y depositarlos en sus correspondientes contenedores o bolsas de basura. Todo esto parecía indicar que el terreno estaba suficientemente abonado para la implantación del sistema, con una correcta y adecuada información. :: Las farmacias de Castellón lucieron un adhesivo invitando al ciudadano a utilizar el Punto SIGRE 24 SIGRE. Diez años cuidando la salud de la naturaleza La expansión final Orense primero, y después Castellón, supusieron el espaldarazo del sistema de SIGRE, que ya antes de terminar ese mismo año 2001 ponía el pie en el Principado de Asturias, y casi al mismo tiempo en Extremadura, para continuar su expansión por todo el territorio nacional. En los primeros meses del año 2002, se extendió a las Comunidades de Galicia, Cataluña, La Rioja y Valencia, y el primer tramo de Madrid (dada su complejidad, Madrid se acometió en dos fases: una primera prueba piloto en el municipio madrileño de Alcorcón, y unos meses después en el resto de la Comunidad). A lo largo del resto del año, el sistema se puso en marcha en las Comunidades autónomas de Andalucía –que también se acometió en dos fases–, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Murcia y País Vasco, y se culminará la implantación en la de Madrid, con lo que alcanzaba ya más del 80% del territorio al final del año. Aragón, Navarra y Cantabria, junto con Canarias y Baleares, y Ceuta y Melilla, quedaron para la fase final, de modo que en la primavera de 2003 ya estaba cubierta toda España, incluidas las islas y las ciudades autónomas. Es decir, en apenas dos años se completó la implantación, un auténtico récord en el ámbito de los sistemas de reciclado. En aquellos días, tuve ocasión de tomar un café con un representante de SIGRE, que visitaba la farmacia de enfrente, y me quedé impresionado por el laborioso proceso que, según me contó, se escondía tras la implantación del sistema. Una por una, tuvieron que visitar todas las Comunidades y Ciudades Autónomas para conseguir las pertinentes autorizaciones, firmar los acuerdos oportunos y obtener las licencias. Cada licencia supone además el compromiso de rendir cuentas ante la Administración con una periodicidad semestral, y solo se otorgan previa presentación de un detallado informe que incluya gestores (a su vez con sus correspondientes licencias en regla), puntos de reciclado, logística de recogida y transporte, avales, fianzas… es decir, todos los pormenores del sistema. En junio de 2003, SIGRE estaba implantado en todo el territorio nacional :: Implantación del sistema en el territorio español: abril 2001 - abril 2002 mayo - agosto 2002 septiembre 2002 - junio 2003 Fue una auténtica peregrinación que conllevaba una serie de fases (solicitar la autorización administrativa, adquirir el compromiso de la fecha de inicio; entrevistarse con el Colegio (o los Colegios) Farmacéuticos; visitar a las propias farmacias; convocar a los medios para un acto de presentación pública…), a la que se sumaba el aprieto de la simultaneidad: no se esperaba a cerrar un proceso para abrir otro, sino que se mantenían varios abiertos a la vez, un poco como el juego malabar milenario de los platos chinos. Por todo ello, y por la dificultad añadida de la logística, fue Canarias la última Comunidad Autónoma en implantar el sistema. Hubo que resolver el problema que supone el transporte de residuos entre islas, que complicaba sensiblemente el proceso. También aquello se resolvió, y a mediados de 2003 SIGRE estaba plenamente implantado en toda España: las 17 Comunidades Autónomas y las dos ciudades autónomas, con cerca de 21.000 farmacias convertidas en Puntos SIGRE. Si la expansión territorial fue una aventura, la implantación dentro del sector y la adhesión de los laboratorios supuso un trabajo minucioso y delicado, en el que había que ir demostrando los beneficios del sistema. El número inicial de laboratorios adheridos no llegaba al centenar, y poco a poco se fueron sumando las demás empresas farmacéuticas hasta conseguir la práctica totalidad que tiene SIGRE en la actualidad. Un problema con el que nadie contaba era la posibilidad de que surgiera competencia. No parecía lógico que, teniendo el respaldo explícito de la industria y de las farmacias, y con la colaboración expresa de la distribución, pudiera aparecer un competidor. Pero apareció. En el transcurso de la expansión, surgió un sistema alternativo en Andalucía y Navarra, apoyado en ONGs locales, que según me contó el representante de SIGRE con el que charlé aquel día, comenzó a operar tan rápidamente como dejó de hacerlo. Parece que no tardó en imponerse la lógica para que las aguas volvieran a su cauce. En todo caso, ni SIGRE, ni la industria, ni los farmacéuticos están solos en esta actividad de concienciación ciudadana y de reciclado farmacéutico. Las Consejerías de Medio Ambiente de cada Comunidad Autónoma la tutelan y controlan para garantizar que la labor que se lleva a cabo se hace de modo adecuado y cumple con sus objetivos, y las Consejerías de Sanidad colaboran permanentemente en la difusión de las campañas periódicas de comunicación que realiza SIGRE. Un poco de historia 25 26 SIGRE. Diez años cuidando la salud de la naturaleza Imagen y marca Entre mis amigos, yo siempre he sido el que lo preguntaba todo y el que quería enterarse de lo que ocurría. No me considero precisamente un cotilla, pero sí tengo una enorme curiosidad. Cuando un tema me interesa, me meto de lleno en él y me convierto en una mezcla de detective privado y periodista de investigación. En este caso, será por la cercanía con que viví la implantación, la casualidad de tener el quiosco frente a la farmacia, de haber participado en el sondeo y haber tenido la oportunidad de conocer a aquel representante de SIGRE; o también por las largas charlas con mi amigo el farmacéutico, mis inquietudes ecologistas o mi facilidad para estar informado… seguro que un poco por todo, pero el tema del reciclado en el sector farmacéutico llamó poderosamente mi atención. Y una vez que me había puesto a indagar y conocerlo, no paré hasta que tuve en mi poder los detalles de cada uno de sus elementos y aspectos. Después de averiguar cómo funcionaba –a partir de ser testigo presencial de su implantación–, quise saber más cosas: de dónde había salido, quién estaba detrás, por qué utilizaba ese nombre y esa cruz verde con la flecha en bucle, cómo llegaba a los ciudadanos… Me quedaban todavía muchas lagunas, que no estaba dispuesto a dejar en blanco. Algunos años después de la experiencia piloto que despertó mis sentidos, tuve que viajar a Madrid por motivos de salud, afortunadamente no resultó nada importante, pero siempre es importante descartar riesgos. No había olvidado el tema, así que me interesé por saber dónde tenía SIGRE la sede, y con cierto temor a ser desatendido, pedí audiencia, explicando el motivo que me llevaba a visitarles, que no era otro que seguir recopilando información para dar una charla sobre el reciclado de medicamentos en el grupo ecologista al que pertenezco. Así, me pareció increíble que me recibieran tan amablemente para explicarme todo aquello que les quería preguntar. Y empezamos por la marca. Nombre y símbolo Según me explicaron y comprendí enseguida, poner el nombre a la empresa y al sistema no supuso demasiado quebradero de cabeza. Era una entidad englobada en los denominados Sistemas Integrados de Gestión (SIG) y el proceso empezó por ahí. De hecho, otros sistemas similares también empiezan con el mismo prefijo: Sigrauto, Sigfito, Sigaus… A esas siglas se añadieron dos más: las correspondientes a Recogida de Envases; de modo que así se formó un nombre que podía ser genérico, no específicamente del sector farmacéutico, pero sonoro, fácil de recordar y nada complicado. Aunque quedó acuñado el nombre de SIGRE como una marca con fuerza, consolidada y que funciona, en 2008 se quiso añadir la coletilla que faltaba para identificar el sector en el que opera, y así se modificó el nombre, que a partir de ese momento pasó a ser ‘SIGRE Medicamento y Medio Ambiente’. En otros países de nuestra influencia, como Portugal o México, el nombre elegido es SIGREm, que incluye ya la ‘m’ de ‘medicamentos’. :: Primer logotipo de SIGRE y versión actual. A lo largo de los años, SIGRE ha incorporado a su logotipo y a su denominación las señas de identidad de su actividad: el medicamento y el medio ambiente Un poco de historia 27 :: El lema de SIGRE ha permanecido desde la primera campaña de comunicación Lo que no se ha modificado desde el principio es el lema o claim, que dio en la diana: “Por la salud de la naturaleza”. Se trataba de asociar los dos conceptos (‘salud’ y ‘naturaleza’) en otro que tuviera sentido y que además dijera algo relativo a la actividad de SIGRE, y la fórmula encontrada lo logró de pleno. La búsqueda de un símbolo que aspiraba a estar presente en 1.400 millones de envases cada año era una labor cuando menos delicada. Tenía que ser un equivalente al de Ecoembes, el Punto Verde, que tan bien recogía el espíritu del reciclaje, y que había arraigado en poco tiempo, con índices de conocimiento y de aceptación más que satisfactorios. No en vano tiene licencia de uso en toda Europa. Para llegar a la actual cruz verde encerrada en una flecha circular verde también se desecharon bastantes opciones, todas ellas más complejas. Se optó por el símbolo más sencillo y más fácil de reproducir de todos, con un aire a farmacia y a reciclado, el color verde de las oficinas de farmacia y de la ecología, y la posibilidad de implantarlo fuera de España, en Europa y Latinoamérica. Su sencillez también permite que se reproduzca en cualquier color, según el envase: en todos menos en rojo y naranja, para evitar confusiones con la Cruz Roja. Fue al registrar el logo en la Oficina de Patentes y Marcas cuando, en el tiempo que se dedica a buscar posibles conflictos con otros logos más o menos similares, surgió el choque con la cruz de color rojo de la Cruz Roja. El compromiso fue no utilizar ese color en la reproducción del símbolo de SIGRE. 28 SIGRE. Diez años cuidando la salud de la naturaleza Se optó por el símbolo más sencillo y más fácil de reproducir de todos, con un aire a farmacia y a reciclado, el color verde de las oficinas de farmacia y de la ecología, y la posibilidad de implantarlo fuera de España, en Europa y Latinoamérica Desde entonces, se utiliza en todos los envases de los medicamentos, en las farmacias y en los Puntos SIGRE. De hecho, el contrato de los laboratorios lo es de adhesión y de uso del símbolo SIGRE. Curiosamente, pero ya sin trascendencia alguna, unos meses después de estar ya utilizando universalmente el logo, se encontró uno muy similar en un producto de limpieza de una marca muy conocida. Se planteó el problema y se solucionó de inmediato, sin ninguna consecuencia. Con sendas autorizaciones de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) y la Agencia Europea para la Evaluación de los Medicamentos (EMEA), hoy, todos los laboratorios que comercializan fármacos en España estampan en sus envases el símbolo SIGRE, lo que certifica su adhesión al sistema que garantiza la adecuada gestión del envase y restos de ese medicamento. :: El logo de SIGRE forma parte de los símbolos y leyendas que obligatoriamente deben aparecer en los envases de medicamentos El contenedor Sin ninguna duda es lo que más ha evolucionado en términos de diseño y utilidad. Antes de 2001, la idea era utilizar unas cajas de plástico azul, semejantes a las que se usan para la distribución de medicamentos, con tapa. Se pretendía que los farmacéuticos las colocasen en el mostrador de la botica, para que allí los clientes fueran depositando los medicamentos caducados y los envases. Enseguida se demostró una opción nada práctica, pero en un principio, la evolución llegó solo a diseñar unas patas plegables para evitar que tuviera que estar sobre el mostrador. Pero seguía sin garantizar las condiciones de seguridad y control que un sistema de este tipo necesitaba. Así, para la prueba piloto de Orense, se diseñó un contenedor muy similar al actual, de un color discreto que no llamara la atención (blanco y verde) con los bordes rectangulares en lugar de redondeados como ahora, y todavía muy mejorable en términos de seguridad. La mayor diferencia era su material: cartón. Fue en 2001, mientras se realizaba la prueba piloto, cuando se convocó un concurso a partir de aquel diseño con el fin de encontrar un equilibrio entre estética –para que no produjera rechazo en el ciudadano y tampoco en el farmacéutico, y que de alguna manera se hiciese al entorno en el que iba a estar situado– y seguridad. Ahora la boca es más grande y algo más segura y cómoda, y la apertura también es más confortable: es superior, no lateral como hasta ahora. El elegido fue el contenedor metálico cilíndrico que ha perdurado todos estos años. La boca dispone de un acceso cómodo, con doble rampa, más difícil de acceder por parte de cualquiera que no sea el propio farmacéutico o el distribuidor que debe llevarse la bosa, los dos únicos que tienen la llave. Una solución óptima entre seguridad y eficacia. De hecho, de las 14.000 presentaciones diferentes que existen en el mercado menos del 1% no caben por la boca del contenedor y necesitan del auxilio del farmacéutico para ser depositadas. En 2011 se realizaron algunas mejoras no muy llamativas, dado que todo indica que se acertó con el diseño. La decisión de que los contenedores se denominasen Punto SIGRE, que con el tiempo ha demostrado ser un gran acierto, respondía a que el contenedor unificaba en un único espacio el punto de recogida de los envases y restos de medicamentos con el punto de información al ciudadano. Sin embargo, la idea no contó inicialmente con la confianza de todos. Para algunos, pesaba demasiado el concepto de Punto Verde de Ecoembes y por tanto creían que no se asociaría a un lugar físico, sino a un logo o un símbolo, pero no fue así; quizá tuvo más influencia para la ciudadanía el Punto Limpio, donde se retiran enseres que ya no tienen utilidad. Un poco de historia 29 30 SIGRE. Diez años cuidando la salud de la naturaleza El desarrollo de SIGRE Otro tema que me interesaba especialmente era saber si el ciudadano español, tantas veces denostado por su supuestamente baja conciencia medioambiental, había respondido a este reto, y de qué forma lo medían en SIGRE. Me hablaron de la Declaración Anual de Envases, y me mostraron las de los últimos años. Permítanme que trate de explicarles lo que me contaron. La Declaración Anual de Envases Cada año, los laboratorios farmacéuticos ponen en el mercado a través de las farmacias alrededor de 1.400 millones de envases de medicamentos. Son 1.400 millones de unidades que generan como mínimo el doble de unidades de residuos, ya que cada unidad suele constar al menos de envase externo e interno, si no varias unidades internas (por ejemplo, sobres). A través de la denominada Declaración Anual de Envases (DAE), SIGRE tiene el compromiso de informar anualmente, al acabar el mes de marzo, a las Consejerías de Medio Ambiente sobre los envases puestos en el mercado a través de las oficinas de farmacia por los laboratorios adheridos (número de unidades, tipo y peso de cada material de envase), los residuos de envases recogidos, su clasificación, y el tratamiento final que se les ha dado para cumplir los objetivos de reciclado y valorización. Durante estos diez años de gestión, los datos han evolucionado de manera espectacular. De los 2,47 kilos por cada mil habitantes que se recogieron de media cada mes en 2003 (primer año de datos significativos, al tener concluida la implantación en todo el territorio nacional), se ha pasado a 6,20, es decir, casi dos veces y media más en 2010. Pero más importante que la evolución absoluta de las cifras es el análisis de lo que ha ido pasando año a año. Y ahí se observa cómo de crecimientos iniciales superiores al 23% –que traducían a números la magnífica respuesta y acogida de la iniciativa–, se estabilizaron :: Las operaciones de envasado se realizan bajo estrictas condiciones de calidad que permiten garantizar la seguridad del medicamento Un poco de historia 31 luego unos años entre el 10% y el 15% y los últimos datos ya se sitúan por debajo del 10%, un crecimiento que puede ser sostenido y que da cuenta de la madurez del sistema. De los 2,47 kilos por cada mil habitantes que se recogieron de media cada mes en 2003, se ha pasado a 6,20; es decir, casi dos veces y media más en 2010 Algo que me llamó la atención cuando me mostraron los informes fue percibir la mejora progresiva y la profesionalización de su elaboración, tanto en la presentación de los datos como en su contenido. En 2005 se empezó a utilizar una aplicación integrada de gestión de datos que permitía procesar los dos tipos de datos: los que aportan los laboratorios 32 SIGRE. Diez años cuidando la salud de la naturaleza y el gestor autorizado de residuos, por un lado, y las estadísticas que se elaboran en SIGRE, por otro. La recogida de datos es un proceso complejísimo, ya que supone recabar información individualizada de cerca de 14.000 presentaciones farmacéuticas comercializadas por los 277 laboratorios adheridos a SIGRE, a través del formulario SIGRELAB, una aplicación informática utilizada por las compañías farmacéuticas que recoge los datos de sus productos, con los que se elabora la base de datos. La otra base, SIGREGES, recaba los datos facilitados por los agentes y gestores de residuos que participan en la recogida, transporte, clasificación y gestión de los residuos. La aplicación de Navision, cuya implantación finalizó en 2006, permitió una mejora sustancial del manejo, gestión y presentación de los datos. Hasta tal punto que en 2007 ganó un premio otorgado por Microsoft a la innovación y el diseño de dicha aplicación informática. La colaboración ciudadana Nada de este engranaje podría funcionar sin la complicidad y la colaboración del público. Es el grupo de interés prioritario, ya que si el ciudadano es el destinatario principal de la actividad de SIGRE, también es el artífice, quien la hace posible. El mismo individuo que en los años noventa tiraba por el desagüe o por el inodoro los restos de los medicamentos, o que los llevaba a la farmacia para que llegasen a través de una ONG al Tercer Mundo, esa misma persona hoy, diez años después, es plenamente consciente de que arrojar productos farmacéuticos a la basura o al retrete es perjudicial para el medio ambiente. Y esta toma de conciencia se ha traducido en una modificación de conducta, ya que de hecho en la actualidad el porcentaje de gente que tira a la basura o por el desagüe los restos de sus medicamentos es diez veces menor que en 2001: ha pasado del 43% al 4%. Las cifras de participación ciudadana en la campaña de recogida son elocuentes de esta actitud cada vez más responsable y positiva hacia el entorno y la salud de la naturaleza. Lo cierto es que ha sido un trabajo intensivo de comunicación para la concienciación y la sensibilización de los consumidores. Un trabajo que comenzó en Orense en 2001, para la implantación de la primera prueba del sistema y continuó luego en Castellón, con la prueba de confirmación. Tras estas pruebas era también esencial testar la opinión de los protagonistas, y se hicieron sendos sondeos, que arrojaron unos resultados muy esperanzadores. Por ejemplo, en Castellón, donde cuatro de cada diez encuestados tiraba a la basura los medicamentos después de utilizados o ya caducados, y otros cuatro los destinaba a acciones humanitarias, el estudio concluyó que en esa misma proporción o ya habían comenzado a utilizar el contenedor de SIGRE (36%), o empezaría a hacerlo desde entonces (43%). De hecho, casi el 90% de quienes no lo habían utilizado había sido a causa de no haberse enterado, o por no haber consumido medicamentos en esas fechas. Y la valoración general sobre el establecimiento del sistema difícilmente podía ser mejor: el 98% la calificó de positiva o muy positiva. Los datos obtenidos en Orense fueron bastante similares (97% consideró muy positivo el sistema; 100% le parecía que el esfuerzo es mínimo), por lo que las perspectivas para continuar la implantación eran favorables. Con el fin de seguir tomando el pulso al estado de opinión y las actitudes y hábitos de los ciudadanos, SIGRE implantó un sondeo anual, realizado por consultoras independientes, para medir hasta qué punto llegan y se aceptan sus mensajes entre los consumidores, en cuanto a conductas respecto al medio ambiente en general y al medicamento en particular y más concretamente, la gestión del botiquín doméstico. Nunca había caído en que muchos habíamos convertido el botiquín doméstico en un almacén en el que guardábamos todo tipo de restos de medicamentos. Cuando se terminaba un tratamiento, fuera el que fuera, lo que quedaba en la caja, el frasco, CONSEJOS DE LA FARMACIA En el 70% de los hogares españoles se reciclan medicamentos El reciclaje ayuda al uso responsable de los fármacos Un poco de historia 33 funcionó. Y a veces se utilizan medicamentos que se habían guardado sin su caja o su prospecto, con el riesgo que ello conlleva. Es una constante en todos los estudios realizados la opinión generalizada (de 3 de cada 4 encuestados) sobre el riesgo para su salud que puede entrañar automedicarse con los restos de medicamentos de tratamientos anteriores. De hecho, los problemas relacionados con la medicación –el mal uso de los medicamentos– causan uno de cada tres ingresos hospitalarios por urgencias y generan al sistema sanitario un sobrecoste económico que llega a doblar el valor de los propios medicamentos, según un estudio elaborado por nueve hospitales españoles en 2009. En SIGRE se dieron cuenta de que la correcta gestión del botiquín de casa era una de las claves para conseguir sus objetivos de cuidado del medio ambiente y de atención a la salud del ciudadano, así como del funcionamiento adecuado de su engranaje, por lo que la educación en este terreno se convirtió en otro de los ejes de comunicación del sistema. En definitiva, la información básica sobre el botiquín: :: La revisión periódica de los botiquines domésticos se ha convertido en un hábito sanitario y medioambiental de los hogares españoles sobres o blísteres, lo guardábamos directamente en el botiquín, que además daba un poco igual dónde lo tuviéramos. Sí es cierto que había calado aquello de mantenerlo fuera del alcance de los niños, pero era muy frecuente encontrarlo en los cuartos de baño (yo mismo lo tenía en uno de los cajones del armario del baño) o en las cocinas, precisamente los lugares que más se desaconsejan, por ser donde más humedad se concentra y mayores cambios de temperatura registran. Los riesgos derivados de una incorrecta gestión del botiquín van más allá de las condiciones a las que haya estado sometido. Seguro que no soy el único que ha echado mano alguna vez del medicamento guardado sin fijarse en si está caducado o no; o sin leer el prospecto, sabiendo que la última vez que tuve síntomas parecidos, ese medicamento 34 SIGRE. Diez años cuidando la salud de la naturaleza • Debe estar situado en un sitio fresco, seco y preservado de la luz, al que los menores no tengan acceso, pero no cerrado con llave, para facilitar su apertura cuando se necesite. • Debe incluir aquellos materiales de cura y accesorios necesarios para atender pequeños accidentes, los medicamentos precisos para tratar afecciones leves y los prescritos para las enfermedades crónicas o puntuales que tengan los miembros de la familia. Lo cierto es que la revisión del botiquín no solía ser una tarea periódica. Yo mismo no lo había revisado nunca. Sin embargo, desde que se puso en marcha la campaña informativa de SIGRE, 9 de cada 10 españoles lo revisamos periódicamente, al menos una vez al año (yo me he acostumbrado a hacerlo siempre que empiezo mis vacaciones de verano), en un porcentaje que se ha consolidado y permanece más o menos estable, si bien va creciendo progresivamente el número de hogares que lo revisan más de dos veces al año, en detrimento de quienes lo hacen solo una. SIGRE, además, realiza todos los años un sondeo de opinión y –cosas de la vida–, fui uno de los entrevistados. Me preguntaron sobre mis hábitos sanitarios y medioambientales en relación al medicamento (incluida la gestión del botiquín), el grado de conocimiento que tenía sobre SIGRE y la recogida selectiva de los envases y restos de medicamentos, y mi actitud hacia el reciclado de este tipo de residuos. Para contar con todas las perspectivas de interés, además de a los ciudadanos se pregunta a los farmacéuticos, en número también representativo para comprobar su grado de implicación en la recogida de los envases y en la labor de asesoramiento medioambiental al ciudadano, detectar posibles puntos de mejora que se pudieran introducir en el servicio que les da SIGRE y la distribución farmacéutica o en el que ellos prestan al ciudadano en esta materia. Porque es el farmacéutico el rostro de SIGRE ante el consumidor, quien respalda el sistema y le da credibilidad, y quien aporta un valor añadido con la posibilidad, en último término, de asesorarle tanto sobre el destino que debe darse a los medicamentos y sus envases una vez utilizados, como sobre el contenido básico del botiquín doméstico y su adecuada ubicación en el hogar. Uno de los datos de interés que aporta el farmacéutico para ajustar los mensajes en la comunicación es el del perfil del ciudadano que utiliza el contenedor. Suele ser un cliente habitual de la farmacia, lo que significa que vive o trabaja cerca de esa farmacia, y mayoritariamente mujer, de entre 30 y 60 años. ¿Y con qué frecuencia se llevan envases El farmacéutico es el rostro de SIGRE ante el consumidor, quien respalda el sistema y asesora al ciudadano en materia medioambiental Automedicarse con medicamentos de tratamientos anteriores, ¿puede suponer un riesgo para la salud? Como farmacéutico, ¿anima a los clientes al uso del Punto SIGRE de su farmacia? Ns/Nc 9% Nunca 1% No 19% Sí 72% :: 3 de cada 4 ciudadanos considera que usar medicamentos de tratamientos anteriores puede entrañar un riesgo para su salud A veces 29% Casi nunca 3% A menudo 67% :: El farmacéutico asesora al ciudadano también en materia medioambiental Un poco de historia 35 Porcentaje de viviendas cuyos residentes depositan residuos en un punto específico de recogida. Encuesta de Hogares y Medio Ambiente. Año 2008 (Fuente: INE, Instituto Nacional de Estadística) 80% 75,3% 74,5% 70% 72,3% 71,8% 69,5% 60% 50% 40% 30% 24% 20% 21,1% 19,9% Productos químicos, pinturas Tubos fluorescentes 10% 0% Vidrio Papel y cartón Pilas Envases de Medicamentos plástico o metálicos Aceites de cocina :: El reciclado de medicamentos en los hogares españoles está al mismo nivel que el de otro tipo de residuos con más años de implantación y restos de medicamentos a la farmacia? Desde luego, no siempre que se acude, pero sí con cierta periodicidad. Ocho de cada diez ciudadanos aprovechan el viaje a por un nuevo medicamento para llevar al Punto SIGRE de la farmacia los envases y restos guardados. Pero el pulso que toma SIGRE cada año del estado de opinión respecto a los temas vinculados a medicamentos y medio ambiente, se ha visto complementado con otra encuesta, de mayor calado, elaborada en 2008 por el Instituto Nacional de Estadística (INE): la Encuesta de Hogares y Medio Ambiente, que venía a ratificar el alto grado de concienciación en los ciudadanos y su colaboración con el sistema. El dato era incontestable: casi el 70% de los hogares españoles asegura que recicla medicamentos, muy por delante de otros residuos como teléfonos móviles desechados, aceites usados, productos químicos o tubos fluorescentes, y jugando en la misma liga que los de más tradición de reciclado (papel y cartón, vidrio, o envases de plástico y metales), con los que apenas había diferencia. 36 SIGRE. Diez años cuidando la salud de la naturaleza Los beneficios medioambientales Este quizá sea el aspecto que más me interesó y preocupó inicialmente de todo este mundo. Luego es cierto que el propio funcionamiento del sistema me subyugó, y el factor medioambiental pasó, en términos de interés, a un segundo plano. Hasta que, al explicármelo, caí en la cuenta de su trascendencia. Aparte de un fin sanitario, favoreciendo la no acumulación de medicamentos en los hogares y sensibilizando al ciudadano sobre los riesgos sanitarios derivados del uso inadecuado de los mismos, el principal objetivo de la actividad de SIGRE es claramente medioambiental, al tratar de reducir los perjuicios ecológicos que los envases y restos de medicamentos pueden ocasionar, no solo mediante el correcto tratamiento medioambiental de los residuos generados, sino también con la prevención de los residuos en origen. En primer lugar, como ya se ha visto, el sistema de recogida y reciclado permite, por un lado, reducir al máximo el número de productos farmacéuticos que no reciban un tratamiento medioambiental adecuado y, por tanto, pudiendo contaminar los suelos; por otro, recuperar en la medida de lo posible los materiales de los envases para fabricar nuevos y evitar así la extracción de materias primas para ello; y finalmente, generar energía eléctrica mediante la valorización de todo aquello que no es posible reciclar, ahorrando también combustibles fósiles y realizando una pequeña aportación a la mayor eficiencia energética en España. Pero además, el sistema está diseñado de tal forma, frente a otras gestiones de residuos, que el propio proceso trata de reducir al máximo o incluso eliminar el impacto medioambiental en su funcionamiento. El sistema de logística inversa, por el que son las mismas camionetas de reparto de medicamentos nuevos las que recogen, aprovechando el viaje, los residuos depositados en el contenedor, hace que, aparte de que siempre estén supervisados por personal formado, se ahorren miles de toneladas de consumo de combustible y de emisiones de CO2 a la atmósfera. Sin embargo, los beneficios medioambientales de SIGRE comienzan mucho antes, en el origen de la fabricación y producción del medicamento. En la medida en que se trata de productos especiales, su envasado también requiere atenciones específicas que no tienen otros productos. En este sector, el envasado tiene vital importancia, ya que debe proteger al medicamento frente a cualquier tipo de riesgo, pero además tiene una función esencial: la informativa. Junto con el prospecto, tiene que recoger todos los datos básicos y los aspectos relevantes referidos a ese medicamento, desde la dosificación adecuada a la forma de administración, las contraindicaciones, las reacciones adversas, y la fecha de caducidad, entre otras. Las normativas exigen cada vez más información en los envases externos, lo que choca con la tendencia y la necesidad de hacer cada vez los envases más pequeños para reducir el material que luego se convertirá en residuo y habrá que reciclar. La industria farmacéutica, a través de Beneficios ambientales A veces es difícil hacerse una idea de los beneficios reales que una actividad como la de SIGRE puede reportar a la sociedad, hasta que no se traduce en cifras o en ejemplos gráficos. Es entonces cuando uno puede caer en la cuenta de que todos esos pequeños gestos de respeto ecológico tienen más importancia de la que muchas veces se les da. A modo ilustrativo, y gracias al reciclado del papel y cartón de los envases y prospectos de los medicamentos gestionados por SIGRE en estos diez años de actividad, se ha conseguido (respecto a usar fibras vírgenes): •Evitar la tala de 296.049 árboles, cifra similar al número de árboles que se alinean en la ciudad de Madrid. •Ahorrar 148 millones de litros de agua, el equivalente al volumen de agua necesarios para llenar 59 piscinas olímpicas. •Ahorrar 126 millones de kw/h, una energía equivalente a la que consumen 38.800 hogares españoles en un año. Solo en 2010 se ha producido suficiente electricidad con los residuos de los medicamentos valorizados como para iluminar 550 colegios durante todo un año. •Evitar la emisión de 42.000 toneladas de CO2 a la atmósfera. A estas cifras podemos unirle las cerca de 35.000 toneladas de CO2 ahorradas gracias a la logística inversa. SIGRE, ha adquirido un fuerte compromiso en este terreno, el de los propios envases, como vía de prevención en origen, para conseguir envases cada vez más ecológicos. Se trata de una de las principales misiones de SIGRE: el impulso, seguimiento, elaboración y publicación de los Planes Empresariales de Prevención (PEP) del sector farmacéutico, en busca de envases cada vez más ligeros y menos voluminosos, menos contaminantes y más fácilmente reciclables, para reducir su impacto sobre el entorno desde el momento en que se ponen en el mercado. Lo veremos en detalle algo más adelante. Un poco de historia 37 Un modelo original En cuanto me enseñaron las oficinas de SIGRE en Madrid y comprobé que en ellas trabajaban tan solo 14 personas, no tardé en darme cuenta de que todo esto no habría sido posible con su única intervención. Y así me lo confirmaron. Nada se habría hecho sin la participación, la colaboración, la implicación y el compromiso de los tres grandes agentes del sector: la industria farmacéutica, principalmente representada a través de la patronal de los laboratorios farmacéuticos innovadores (Farmaindustria); los distribuidores asociados a la Federación Nacional de Distribuidores Farmacéuticos (Fedifar); y los propios farmacéuticos, representados por sus Colegios y por el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos. Buceando más tarde en internet, en la propia web de SIGRE y en las de sus socios, pude clarificar el papel de cada uno. Un modelo original 39 40 SIGRE. Diez años cuidando la salud de la naturaleza Tres agentes para un sistema único Farmaindustria Farmaindustria, la Asociación Nacional Empresarial de la Industria Farmacéutica, fue la que desde el principio se echó el proceso a sus espaldas. Los laboratorios son los productores y envasadores de los medicamentos que se dispensan en las farmacias, y como tales son los que tienen el compromiso de organizar y gestionar su reciclado, para cumplir la Ley de Envases. Por tanto, aunque inicialmente no estaban obligados a montar un sistema propio, su responsabilidad social en la defensa de la naturaleza les impulsó a hacerlo, conscientes de que en este caso es más importante el tratamiento correcto del contenido que del propio envase. El medicamento que queda en los residuos se destruye, mientras que el material del envase, siempre que es posible, se recicla. desde el primer momento la financiación de este sistema, a través del pago de una cuota por envase vendido en las farmacias. Al ser una entidad sin ánimo de lucro, los presupuestos de SIGRE deben cada año ajustarse al objetivo de garantizar la sostenibilidad del sistema, soportando tanto los gastos de explotación propios de la empresa como las inversiones destinadas al desarrollo de su actividad (compra de contenedores, costes :: Los laboratorios farmacéuticos, representados por Farmaindustria, tomaron la iniciativa de poner en marcha SIGRE Las compañías farmacéuticas adheridas hoy día a SIGRE, un total de 277 y que comprenden a los laboratorios innovadores, de genéricos y de autocuidado de la salud, son responsables de más del 99% de los medicamentos puestos en el mercado español a través de las oficinas de farmacia, alrededor de 1.400 millones de envases al año. Es por ello por lo que esas mismas compañías han asumido Los laboratorios son los productores y envasadores de los medicamentos que se dispensan en las farmacias, y como tales son los que tienen el compromiso de organizar y gestionar su reciclado Un modelo original 41 Farmaindustria Farmaindustria, la Asociación Nacional Empresarial de la Industria Farmacéutica establecida en España, agrupa a una gran mayoría de laboratorios farmacéuticos, que representan la práctica totalidad de las ventas de medicamentos de prescripción en España. La industria farmacéutica proporciona a la sociedad uno de los bienes más preciados y que más contribuyen al bienestar y a la salud de la población: el medicamento. Para ello, investiga, desarrolla, produce y comercializa productos farmacéuticos que alivian dolencias y curan enfermedades. Al mismo tiempo, el farmacéutico es probablemente uno de los sectores más regulados, precisamente para proteger al máximo la salud de los ciudadanos. Por todo ello, la misión de Farmaindustria como asociación se centra en los siguientes objetivos: •Colaborar con las Administraciones Públicas para configurar un marco regulador y económico estable que propicie el crecimiento equilibrado del mercado, el aumento de las actividades de I+D y el desarrollo de la industria farmacéutica. •Potenciar la percepción pública de la industria farmacéutica y del medicamento, transmitiendo a ciudadanos, líderes de opinión y responsables públicos el valor que aportan las medicinas a nuestro progreso social y a nuestra calidad de vida. :: 1.400 millones de envases anuales comercializados a través de oficina de farmacia por la industria farmacéutica incorporan el logotipo de SIGRE de recogida de envases, abono de las cantidades clasificadas por el gestor contratado, gestión administrativa del sistema, administración del sistema, comunicación, etc.). Todos los costes de gestión se cubren a través de la cuota que cada laboratorio paga por envase vendido, una cantidad que ronda los 6,7 euros por cada mil unidades. Esta cuota se fija anualmente por el Consejo de Administración de la entidad, y se obtiene al dividir el presupuesto de gastos para el ejercicio entre el número total de envases de venta comercializados a través de oficina de farmacia por los laboratorios adheridos durante el ejercicio anterior. 42 SIGRE. Diez años cuidando la salud de la naturaleza •Proporcionar servicios de valor añadido a los laboratorios asociados en los campos de la información, el asesoramiento y la colaboración empresarial. •Representar a la industria farmacéutica establecida en España, tanto a nivel nacional como internacional. El logo en el envase y la leyenda en los prospectos consolidan a SIGRE como el responsable de cerrar adecuadamente el ciclo de vida de los medicamentos Si en un primer momento la iniciativa suponía dar un paso más de lo que se exigía por ley, unos años después, en el desarrollo de la Ley 29/2006 de Garantías y Uso Racional del Medicamento y Productos Sanitarios, ya se exigía a los laboratorios participar en un sistema que garantizase la recogida y tratamiento medioambiental de los residuos de medicamentos generados en los domicilios, además de obligar a marcar cada envase con el símbolo de este sistema para que el ciudadano fuera consciente, cosa que, por otra parte, ya se estaba haciendo. Pero las directrices de la Agencia Europea para la Evaluación de los Medicamentos también exigían una leyenda de carácter medioambiental en todos los prospectos, acerca del destino que se debe dar al medicamento una vez concluido su uso. Solo faltaba el paso que se dio a partir de la circular de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios que el Ministerio de Sanidad sacó en marzo de 2011, que indicaba cuál debe ser el destino específico del residuo, para contribuir a cuidar la naturaleza. En concreto, en todo prospecto debe incluirse el siguiente texto: En otras palabras, que el mejor tratamiento de los residuos es intentar que cada vez haya menos residuos que tratar. Esta es la filosofía de fondo de los Planes Empresariales de Prevención (PEP): estudiar las vías posibles para generar menos residuos. Cada tres años, SIGRE publica uno de estos planes con medidas concretas para minimizar el material de los envases, hacerlos más reciclables, más pequeños, etc. Si bien es cierto que un cambio en el diseño o el material del envase puede suponer inicialmente sobrecostes para los laboratorios, ya que las cadenas de montaje tienen un esquema determinado y cambiarlo siempre es gravoso, no lo es menos que a menudo implantar medidas de este tipo (que suponen, por ejemplo, hacer más pequeño el envase y mejor adaptado al producto), a la larga representan importantes ahorros de material, almacenaje, transporte, etc., que repercuten en las cuentas de resultados. La ley permite que este tipo de planes se hagan :: Los envases de medicamentos son cada vez más respetuosos con el medio ambiente y reflejan el compromiso del sector farmacéutico con la sostenibilidad “Los medicamentos no se deben tirar por los desagües ni a la basura. Deposite los envases y los medicamentos que no necesita en el Punto SIGRE de la farmacia. En caso de duda pregunte a su farmacéutico cómo deshacerse de los envases y de los medicamentos que no necesita. De esta forma, ayudará a proteger el medio ambiente”. Así, cuando se cumplen diez años de su puesta en marcha, la presencia del logo en las cajas de los medicamentos, y ahora la leyenda sobre SIGRE en los prospectos, consolida total y definitivamente a SIGRE como el responsable de cerrar adecuadamente el ciclo de vida de los medicamentos. Pero hay otro ámbito más de importancia radical que afecta directamente a los fabricantes de productos farmacéuticos: la prevención. Si una máxima en las normativas referidas al medio ambiente es “el que contamina, paga”, otra de comparable relevancia es “el mejor residuo es el que no se genera”. Un modelo original 43 sectorialmente, de manera que aunque no todos los laboratorios pueden llevar a cabo anualmente medidas de prevención, van surgiendo nuevas iniciativas para ser más ecológicos en origen, desde el momento de la producción y elaboración del medicamento. También SIGRE se ocupa de hacer balance cada tres años de la aplicación de los planes, y publica los resultados, con ejemplos concretos, imágenes, datos de los ahorros logrados, porcentajes de envases que han mejorado su presentación para ser más respetuosos con el medio ambiente… Y los estudios y propuestas no solo afectan al envase del medicamento: también a los envases de transportes (palés) y a los de agrupación. Fedifar Fedifar forma parte de SIGRE en representación de la práctica totalidad de las empresas de distribución del sector. Su papel es también vital para el proceso, ya que los distribuidores aportan la logística del sistema con la recogida de los envases y los restos de medicamentos depositados en los contenedores blancos ubicados en las farmacias. Una de las claves de mayor eficiencia en su cometido es, aunque resulte paradójico, que no le dedican expresamente viajes ni prácticamente tiempo específico. Aprovechan sus :: La distribución farmacéutica aporta la logística inversa al sistema con los consiguientes beneficios medioambientales Fedifar Fedifar (Federación Nacional de Asociaciones de Mayoristas y Distribuidores de Especialidades Farmacéuticas) representa a las empresas que hacen posible que todos los ciudadanos tengan acceso inmediato a sus medicamentos en cualquier lugar de España. Es el puente entre los productores de medicamentos y los pacientes y, por tanto, un eslabón esencial en el cuidado de la salud. Fundada en 1979, en la actualidad está integrada por nueve asociaciones que representan a 52 empresas, que suponen el 97% del sector, emplean de forma directa a más de 7.500 personas y suman una cifra de facturación superior a los 12.500 millones de euros. Todas las empresas vinculadas a Fedifar son distribuidoras farmacéuticas de gama completa, es decir, trabajan la oferta completa de especialidades farmacéuticas comercializadas en España. Para lograr llevar cualquier medicamento a cualquier lugar del territorio, por recóndito que sea, los distribuidores de gama completa se basan en el modelo solidario de distribución: las operaciones rentables compensan las que no lo son. Gracias a este modelo, Fedifar puede cumplir con el lema: “Todos los medicamentos, todas las farmacias, todos los ciudadanos”, y de hecho este es el triple compromiso que garantiza el abastecimiento de medicamentos en España. •Velocidad: rapidez y fiabilidad en la distribución de medicamentos. •Seguridad: certificando las condiciones especiales de conservación y retirando del mercado los productos defectuosos. •Ahorro: basado en la economía de escala. Las empresas de Fedifar distribuyen más rápido, más frecuentemente y a menor coste que otras alternativas. recorridos de reparto diario de medicamentos, y de forma más o menos periódica, cuando se sabe que el contenedor de la farmacia está suficientemente lleno y retiran la bolsa. No es, pues, necesario realizar transporte alguno específicamente para que funcione el sistema a la perfección, al contrario: funciona mejor 44 SIGRE. Diez años cuidando la salud de la naturaleza Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos El Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos agrupa a través de los respectivos Colegios Farmacéuticos, a las casi 21.000 oficinas de farmacia españolas que albergan los Puntos SIGRE. Los Colegios Oficiales de Farmacéuticos, que desempeñaron un papel fundamental en el arranque e implantación de SIGRE, han canalizado durante estos años la comunicación del sistema e impulsado la figura del farmacéutico dentro del mismo. Los farmacéuticos cumplen así otro papel decisivo en este circuito: el enlace con el ciudadano. Su colaboración ha sido voluntaria y desinteresada desde el primer momento. :: Con SIGRE, se ha ampliado también al campo medioambiental la tradicional atención farmacéutica porque no se hacen viajes expresamente para ello. Los distribuidores farmacéuticos son, además, por su propia ocupación, los únicos profesionales capaces de garantizar el adecuado transporte y almacenamiento de este material, ya que tienen todas las licencias necesarias, conocen el producto, cumplen todos los requisitos de seguridad e higiene y, en definitiva, responden del control absoluto de todo aquello que transportan. Un total de 141 almacenes distribuidos por toda España participan también en la logística, esperando la llegada del gestor de residuos autorizado para recoger los contenedores de envases y medicamentos caducados o fuera de uso y trasladarlos o bien a las estaciones de transferencia, o a la planta de clasificación. Hasta ese momento, el distribuidor es responsable de su custodia. Los farmacéuticos cumplen así otro papel decisivo en este circuito: el enlace con el ciudadano Es cierto que existe en la normativa europea el principio de responsabilidad compartida, y que todas las autoridades sanitarias y medioambientales recomiendan la recogida de los restos de medicamentos a través de la farmacia, pero también es verdad que no hay ninguna norma que lo concrete. Sin embargo, se adhirieron masivamente, incluso con entusiasmo en algunos casos, y hoy la práctica totalidad de las farmacias españolas disponen de un Punto SIGRE. El propio Consejo de Colegios fue desde el principio un puntal clave para poner en marcha y consolidar todo el sistema. Uno de los aspectos más valorados por los farmacéuticos ha sido que este proyecto les permite ampliar su tradicional atención sanitaria al ciudadano –centrada hasta ahora en dispensar los medicamentos, y orientarle sobre temas de salud y medicamentos–, Un modelo original 45 con una labor de asesoramiento medioambiental, tanto acerca de la conservación de los medicamentos en el hogar, como de la forma correcta de desprenderse de ellos cuando ya no son necesarios o han caducado, así como de sus envases. Los denominados Puntos SIGRE de información y recogida selectiva de medicamentos ubicados en las oficinas de farmacia se componen básicamente de tres elementos: el contenedor blanco (para que el consumidor deposite en él los envases, restos de medicamentos, cajas y prospectos); folletos informativos dirigidos al consumidor (que explican el funcionamiento del sistema y su papel, indicándole lo que se debe depositar en el contenedor y lo que no); y diverso material promocional, orientado a reforzar los mensajes y el objetivo de SIGRE (como adhesivos o imanes, recordando la conveniencia de revisar periódicamente el botiquín doméstico). Los farmacéuticos no solo han asumido la responsabilidad de fomentar que el ciudadano colabore con el sistema, sino también la función de vigilancia y custodia del contenedor, de por sí seguros, pero cuyo contenido es importante que siempre esté bajo el control y la custodia de un profesional sanitario. Solo el responsable de la farmacia y el distribuidor encargado de la recogida de los residuos tienen llave del contenedor, cuya doble rampa hace prácticamente imposible que nadie pueda sacar nada de su interior sin abrirlo, y cuyo peso también disuade a cualquiera de intentar llevárselo. El objetivo final no es otro que evitar que esos restos de medicamentos puedan ser manipulados y utilizados con fines ilícitos. 46 SIGRE. Diez años cuidando la salud de la naturaleza Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos La profesión farmacéutica española goza de una larga tradición y del reconocimiento de las autoridades oficiales y, lo que es más importante, de la propia sociedad. Los cerca de 62.000 farmacéuticos españoles ejercen su labor sanitaria en diversos campos, sobresaliendo la oficina de farmacia, por ser la modalidad que absorbe un mayor número de profesionales, casi dos terceras partes del total, en cerca de 21.000 oficinas repartidas en todo el territorio nacional. La Organización Farmacéutica Colegial se compone de 52 Colegios Provinciales, uno por provincia más los de las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla; los Consejos Autonómicos; y el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, como órgano de representación nacional e internacional. •Colegios Provinciales: tienen entre sus funciones, dentro de su ámbito territorial (su provincia), la representación y defensa de los intereses de la profesión, organizar actividades y servicios de interés para los colegiados, y velar por la ética y dignidad profesional y por el respeto debido a los derechos de los particulares. •Colegios Autonómicos: integran los correspondientes Consejos Provinciales para representar y defender los derechos de sus colegiados ante la Administración autonómica. •Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos: constituye el órgano de representación, coordinación y cooperación de la profesión farmacéutica, tanto en el ámbito estatal como en el internacional. La planta de clasificación De vuelta a mi tierra, con la información que había conseguido de primera mano gracias a la sorprendente gentileza de la gente de SIGRE y a los numerosos documentos que me facilitaron (memorias, informes, la web…), me dispuse a completar mi particular puzle, lo que conllevaba una visita a la planta de clasificación de residuos de medicamentos de Cerceda, en Coruña, dentro de todo no tan lejos de donde vivo. Con esa idea, y con la promesa de que utilizaría todo lo que aprendiera para transmitírselo a los miembros de mi asociación ecologista en la charla que iba a preparar, me incorporé a uno de los grupos que periódicamente visitan la planta y allí me fueron explicando paso por paso el funcionamiento de la misma. Pero antes de describir lo que vi allí y me contaron, creo que puede resultar útil hacer una breve retrospectiva, hasta la primavera de 2003, en concreto el 21 de abril, el mismo día en que Rómulo fundara la ciudad de Roma, nada menos que 2.756 años antes. Las agendas de las personalidades que participarían en la inauguración de la primera planta de selección y clasificación de residuos de medicamentos en todo el mundo quisieron que fuera esa la fecha en la que la entonces Ministra de Sanidad y Consumo, Ana Pastor, acompañada del en aquel momento Conselleiro de Sanidade de la Xunta, José María Hernández-Cochón, el de Medio Ambiente, José Manuel Barreiro, y el Delegado del Gobierno en Galicia, Arsenio Fernández de Mesa, cortaran la cinta de lo que, junto con el contenedor blanco, pasaría a ser emblema y símbolo de SIGRE. :: La inauguración de la planta congregó a numerosas autoridades sanitarias y medioambientales, así como a representantes del sector farmacéutico La prueba piloto de Orense había demostrado la importancia y complejidad de la clasificación del material recogido. Para cumplir adecuadamente con los requisitos legales, pero sobre todo para hacer que el proceso fuese aún más respetuoso con la naturaleza, era imprescindible perfeccionar el procedimiento de selección de materiales y separación de sustancias. Fue por eso por lo que se decidió convocar un concurso, durante el mismo año 2001, para elegir el gestor de residuos que pudiera acometer esta tarea de forma segura y controlada. Con la experiencia de Orense se pudo establecer qué es lo que había que separar y cómo debía ser el proceso, por lo que las bases estaban fijadas. Solo quedaba estudiar las ofertas. Galicia abre la primera planta de reciclaje de medicamentos de España Un modelo original 47 Todas las ofertas que se presentaron planteaban la adaptación de plantas de envases preexistentes para, en una zona diferenciada, acometer la tarea de selección, clasificación y tratamiento final. Todas menos una, la de Danigal, que preveía la instalación de una planta exclusiva para el sistema. La oferta de Danigal incluía la clasificación y separación de cada tipo de residuo, el tratamiento de cada fracción, la retirada de los envases con restos de medicamentos, así como de aerosoles y productos considerados como peligrosos (citotóxicos y citostáticos), para su tratamiento diferenciado. Todo ello en una planta específica, muy próxima a la planta de valorización energética (de la Sociedad Galega do Medio Ambiente, SOGAMA) y con todos los permisos, licencias y autorizaciones para el tratamiento de residuos, y en concreto de este tipo de residuos. El inconveniente para el transporte de que geográficamente no estuviera precisamente céntrica (está ubicada en la localidad coruñesa de Cerceda) quedaba ampliamente compensado con todas las demás ventajas, especialmente la proximidad (menos de dos kilómetros de distancia) de la planta donde se valoriza energéticamente una parte de los residuos. No es nada fácil conseguir esta circunstancia, tanto por la escasez de plantas como por la tecnología. De hecho, la de SOGAMA era la única posibilidad real. También se valoró la posibilidad de instalar dos plantas de clasificación, en parte por este mismo problema, pero estaba claro que por las cantidades generadas en aquel momento y las extrapolaciones que podrían hacerse para el futuro, no hacía falta más de una planta. Además, Galicia había albergado la prueba piloto y la disposición de las autoridades era inmejorable. El contrato se adjudicó en enero de 2002, y un año después la planta ya estaba en funcionamiento. Tiene 3.800 m2 de superficie y una capacidad para clasificar 14 toneladas al día, y en ella trabaja un equipo de ocho personas en dos turnos en la cabina de clasificación. Se trataba de un sistema totalmente novedoso y específico, con una metodología y diseño innovadores, pensados por el equipo de SIGRE conjuntamente con el adjudicatario. El secreto de la planta, lo que la hace única, es precisamente lo que le da nombre: la selección y la clasificación minuciosa en su mayor parte manual, de los materiales y elementos que componen todo aquello que se deposita en el contenedor de la farmacia, para dar a cada fracción el tratamiento adecuado. :: Vista General de la Planta de Clasificación de SIGRE, ubicada en Cerceda, A Coruña 48 SIGRE. Diez años cuidando la salud de la naturaleza Cerceda (A Coruña) Al noroeste de Galicia, en la comarca de Ordes, a 28 kilómetros de A Coruña y a más de 390 metros de altura, se encuentra Cerceda, un pueblo pequeño de alrededor de 6.800 habitantes, que durante estos últimos años ha albergado la Planta de Clasificación de Residuos de Medicamentos, así como la planta de valorización de SOGAMA (Sociedade Galega do Medio Ambiente). El proceso de diversificación industrial y la implantación de jóvenes empresas en Cerceda se remontan a comienzos de los años noventa, con la creación de SOGAMA y el surgimiento de proyectos empresariales vinculados al sector productivo y de servicios. Este desarrollo industrial se aceleró aún más a finales de la década, cuando se instalaron las primeras empresas en el polígono industrial de O Acevedo, donde está previsto el nacimiento de un Centro de Desarrollo Tecnológico. El municipio, que se sitúa ya en la actualidad como uno de los ayuntamientos con la renta per cápita más alta de Galicia y con una dotación de servicios equiparable a la de ayuntamientos que cuentan con mucha más población, se perfila también como una localidad de enorme potencial turístico gracias a inversiones de gran rentabilidad, como el parque Aquapark, y a otros proyectos que ya han comenzado a tomar forma, como el Lago de Meirama, que será el segundo lago más grande de Galicia, al rellenar, en un proceso que durará entre cinco y siete años, con 150 millones de metros cúbicos de agua el impresionante hueco provocado por la explotación minera de Meirama en el municipio de Cerceda. Este enorme lago artificial será el segundo proyecto de este tipo que se ponga en marcha en Galicia, tras el de la recuperación de la mina de As Pontes. Maquinaria bien engrasada Lo primero que me llamó la atención al llegar a la planta fue su ubicación. No porque esté situada en un polígono industrial, sino por las instalaciones que tiene a muy pocos metros: nada menos que un parque acuático. Ya desde ese momento me comenzó a dar una buena impresión la visita que estaba a punto de emprender. Cuando yo llegaba lo hacía también, casualmente, un camión con residuos. Me acerqué al conductor a preguntarle de dónde venía, y me contestó que de recoger envases y restos de medicamentos de Castilla y León. Luego me explicaron que allí, en la planta de Cerceda, reciben todos los camiones de los gestores autorizados, procedentes de toda España, con los residuos que los distribuidores recogen de las farmacias y llevan a sus almacenes. A su llegada, y antes de someter los cargamentos al proceso de la planta, lo primero que se hace es el control de pesaje, procedencia y otros parámetros necesarios para confirmar su trazabilidad. Cada unidad, cada :: Durante todo el proceso de transporte y reciclado hay un estricto control de la trazabilidad de estos residuos Cuenta con dos interesantes museos: el Museo del Búho, inaugurado en 1994, que expone más de 5.000 piezas en torno a estas particulares aves (esculturas, cuadros, libros, artículos de joyería y una gran vidriera policromada), además de instalaciones interactivas que permiten al visitante ver, tocar y escuchar el mundo del búho. Y el Ecomuseo, que a través de la interactividad acerca el hábitat y la historia del municipio así como la evolución de la economía y de la sociedad de Cerceda en el último siglo. Existe dentro de España otra localidad denominada Cerceda, del municipio El Boalo-CercedaMataelpino, en la Comunidad de Madrid. Un modelo original 49 es que se trate de errores por falta de información, por no saber qué admite el contenedor y qué no, y así no es raro encontrar agujas, utensilios médicos, gafas, prótesis, incluso pilas o hasta relojes. Una de las trabajadoras me contó que una vez encontró un peluche; otra, un implante mamario de silicona, y algunas veces, medicamentos del siglo XIX. Lo más llamativo fue cuando apareció en una de las bolsas un belén completo. :: La tarea de clasificación comienza con el vaciado de cada bolsa sobre la cinta de alimentación de la cabina de triaje elemento que llega a la planta está controlado en cada momento de su itinerario desde su origen hasta su destino final. Solo así es posible hacer los informes y estadísticas por Comunidades Autónomas. La tarea de clasificación en la planta comienza con el vaciado de cada bolsa sobre la cinta de alimentación de la cabina de triaje, para una clasificación preliminar. Las bolsas vacías se depositan en un contenedor, para su prensado y embalaje, con lo que ya se obtiene el primer residuo reciclable. Su contenido pasa por una cinta lineal, como las de las maletas en los aeropuertos, pero mucho más lenta, donde se van retirando los impropios del sistema –todo aquello que no debería haber sido depositado en el contenedor– y los medicamentos considerados como peligrosos (citotóxicos y citostáticos, para combatir el cáncer), que requieren de un tratamiento especial y diferenciado. ¿Qué se hace con lo que se ha desechado en esta primera fase? Los únicos medicamentos considerados peligrosos (según el Código Europeo de Residuos, CER) –que en total no llegan ni al 2%–, son entregados a un gestor especializado para su incineración y completa eliminación. En cuanto a los impropios, me llamó la atención el hecho de que el porcentaje (alrededor del 4%), es unas ocho veces inferior al de otros sistemas de gestión de residuos. Me explicaron que lo habitual 50 SIGRE. Diez años cuidando la salud de la naturaleza Pero en estos diez años se han dado casos en los que el error era de otra naturaleza, debido a que por raro que parezca hay quien utiliza el botiquín de casa como sucedáneo de caja fuerte, y guarda joyas, monedas u objetos valiosos –incluso dinero en efectivo– en botes vacíos de medicamentos. No es tan raro que alguien llame para reclamar algún objeto de valor depositado por error en el contenedor blanco. Cuando se avisa rápidamente y responde a la verdad, se recupera gracias a la trazabilidad del contenido de cada bolsa: se sabe de dónde viene exactamente, qué día se ha recogido, cuándo ha estado en el almacén, etc. Y siempre ha estado vigilado y custodiado. Así, en estos diez años se han recuperado y devuelto a sus dueños algunas alhajas, importantes cantidades de dinero en efectivo y otros objetos de valor. A cada impropio se le da su tratamiento correspondiente: las agujas acaban en el gestor biosanitario; las pilas, en el gestor especializado; los reactivos químicos se inertizan, etc. :: En la cabina de triaje se separan los envases de los restos de medicamentos que puedan contener y se clasifican por materiales: papel, cartón, vidrio, plástico, etc. Cada envase, cada elemento que llega a la planta está controlado en todo momento de su itinerario, desde su origen hasta su destino final Después de esta primera clasificación, se lleva a cabo una segunda en una cinta circular con varios puestos de trabajo a su alrededor, donde se separan las fracciones de papel y cartón, vidrio, metales, plásticos, y cualquier otro material, de los envases vacíos, o de los que pueden vaciarse sin que queden restos de sustancia en el envase. Los distintos materiales se almacenan en zonas diferenciadas y en contenedores específicos, según su naturaleza. Por ejemplo, el papel y cartón se separa a través de tubos de aspiración, para ser prensado y formar balas. Los restos de medicamentos no peligrosos y los residuos de envases que no pueden ser reciclados (como frascos con restos de jarabe o tubos de pomada, donde el material queda impregnado) se envían a gestores autorizados para su correcto tratamiento medioambiental. Lo cierto es que sería posible lavar y limpiar frascos, botes y tubos, pero ese proceso sería más contaminante que si se destina todo aquello a valorizar energéticamente. Con todo, se logra reciclar alrededor de un tercio de todos los materiales de envase que llegan, lo que supone un interesante porcentaje. La cinta de salida de la cabina de triaje conduce los restos de medicamentos y las fracciones de material no reciclable a un contenedor, que periódicamente se traslada a la planta de SOGAMA (Sociedad Galega do Medio Ambiente) para su valoración energética, es decir, que se utiliza como combustible para producir energía eléctrica, con el consiguiente ahorro de otros recursos naturales cada vez más escasos. Me resultó interesante el dato de que en envases o cajas de agrupación, sin embargo, se invierte por completo la proporción de reciclaje de materiales sobre valorización energética: se puede reciclar casi el 80% de los cartones y plásticos de estos envases, mientras que solo se valoriza energéticamente el 20%. :: Un aspecto del papel y cartón que se consigue separar y clasificar para su reciclado Un modelo original 51 Única en su especie La Planta de Clasificación de SIGRE es la primera instalación específica existente en Europa para este tipo de residuos, y durante muchos años ha sido única en el mundo, hasta que hace poco, siguiendo el ejemplo de la de Cerceda, se puso en marcha otra similar en Portugal. Todavía hoy sigue recibiendo multitud de visitas de funcionarios y autoridades de muchos países, tanto de Europa como de Latinoamérica, para interesarse por su funcionamiento y actividad. Pero su singularidad también la ha convertido en un objeto de curiosidad y de estudio para colegios e instituciones, que organizan visitas para conocerla con cierta periodicidad. Desde el primer momento, la planta ha incorporado innovaciones tecnológicas para optimizar el reciclado de los envases de medicamentos y facilitar el tratamiento de los residuos que puedan contener. No obstante, como normalmente todo es susceptible 52 SIGRE. Diez años cuidando la salud de la naturaleza de mejora, SIGRE no dejó de trabajar durante todos estos años en su perfeccionamiento, lo que desembocó en una ampliación y adaptación de la planta en 2006, aumentando la superficie de almacenamiento (en respuesta al crecimiento de su actividad) y mejorando el flujo del proceso de clasificación. Y ya se trabaja en el siguiente paso: la nueva planta más automatizada y con tecnología más avanzada que se pondrá en marcha el 1 de enero de 2012. En marzo de 2011 se hacía pública la adjudicación del nuevo contrato de gestor autorizado de residuos de medicamentos a la empresa Biotran, que sustituye a Danigal. Al concurso se presentaron diez proyectos, entre los cuales se eligió el de Biotran porque destacaba en dos factores importantes: el incremento previsto en el porcentaje de reciclado de materiales con la aplicación de nuevas tecnologías para la separación de elementos (introduciendo sistemas magnéticos, ópticos o de control de peso, como ayuda a la clasificación humana), así como el aumento de medidas de seguridad y trazabilidad de los residuos. La crisis como oportunidad Aunque indudablemente se pase mal mientras duran, las crisis son siempre oportunidades para mejorar y fortalecerse, y así lo vio –y lo vivió– SIGRE con la única que ha sufrido durante estos diez años, y que seguí muy de cerca por las noticias de prensa. Admitir la existencia de una crisis honra a la entidad y da credibilidad a todo lo que dice. Intentar ocultarlas no es una buena política, porque siempre terminan aflorando y entonces alguien se preguntaría por qué se quisieron esconder. A finales de enero de 2009, algunos medios de comunicación gallegos se hicieron eco de las declaraciones de un ex directivo de SOGAMA (despedido por diversas irregularidades administrativas), en las que afirmaba que los residuos de medicamentos procedentes de la planta de Cerceda que Danigal entregaba a SOGAMA no estaban recibiendo el tratamiento medioambiental contratado para ellos, que era la valorización energética. En esas fechas se vivía un intenso clima preelectoral en Galicia, ya que se habían convocado elecciones autonómicas para el 1 de marzo, por lo que, siendo SOGAMA una empresa pública adscrita a la Consellería de Medio Ambiente de la Xunta, aquellas declaraciones despertaron un gran interés en los medios. Por supuesto, la noticia despertó mi interés cuando la leí en los medios de comunicación y estuve muy atento a su desenlace y al devenir de los acontecimientos. Lo primero que hizo SIGRE fue abrir un proceso de información, e instó a SOGAMA y Danigal a aportar las pruebas necesarias que rebatiesen esta afirmación y confirmasen la documentación que año tras año estas empresas habían estado remitiendo a SIGRE y que avalaba el correcto tratamiento medioambiental dado a estos residuos en las instalaciones de SOGAMA. En tanto se aclaraba todo, y de manera cautelar, SIGRE congeló la entrega de residuos a SOGAMA hasta no tener la total y absoluta certeza de que recibirían el tratamiento medioambiental exigido y contratado por SIGRE. Y al mismo tiempo, en defensa de los intereses del sector farmacéutico y de los ciudadanos que habían depositado su confianza en este sistema singular de reciclado, interpuso una demanda contra ambas empresas para que fueran los tribunales los encargados de esclarecer los hechos y de establecer, en caso de que así fuera, las responsabilidades de cada parte. De esta parte me enteré un tiempo después. Mientras todo esto sucedía, el equipo directivo de SIGRE, asesorado por una consultora de ingeniería, puso en marcha un exhaustivo estudio de alternativas al proceso de valorización energética de estos residuos en las instalaciones de SOGAMA, que entre otras cosas, puso de manifiesto la importante carencia Durante el proceso judicial se acreditó que la actuación de SIGRE en todo momento fue la correcta, confirmando además que desde la prueba piloto de 2001, los residuos habían sido entregados a SOGAMA y valorizados energéticamente en su planta Un modelo original 53 SIGRE zanja de una vez un problema que creció sin razón que existe en España de instalaciones apropiadas para el tratamiento de estos residuos. Tras varios meses de pruebas de laboratorio, experimentales e industriales se pudo verificar la viabilidad técnica, económica, medioambiental y administrativa de un nuevo método de valorización energética en plantas industriales, basado en las técnicas de CDR (Combustible Derivado de Residuos), en aquel momento de muy reciente implantación en nuestro país. Se abría así una nueva alternativa, con todas las garantías ambientales y con el visto bueno de las autoridades, para el tratamiento de los restos de medicamentos no peligrosos procedentes de la Planta de Clasificación. Otro punto positivo de este episodio fue la puesta en marcha de un nuevo método de valorización energética en plantas industriales que complementaba el utilizado hasta ese momento Durante el proceso judicial se acreditó que la actuación de SIGRE en todo momento fue la correcta, confirmando además que desde la prueba piloto de 2001, los residuos habían sido entregados a SOGAMA y valorizados energéticamente en su planta. Entonces, ¿por qué aparecieron aquellas noticias? Lo único que se puso de manifiesto en la vista fue que en una fecha que no se pudo precisar, a causa de un fallo de coordinación en las actividades de transporte y recepción entre Danigal y SOGAMA, una parte de estos residuos no fue valorizada y se trató en el depósito temporal de SOGAMA. Eso fue todo. A la vista del alcance y dimensión de los hechos probados durante el juicio, que estaban muy alejados 54 SIGRE. Diez años cuidando la salud de la naturaleza de lo publicado por los medios de comunicación, y a instancia de SOGAMA y Danigal, se llegó a un acuerdo de resolución entre las partes, poniendo fin a una delicada situación que se sobredimensionó y que muy acertadamente un medio de comunicación tituló: “SIGRE zanja de una vez un problema que creció sin razón”. La lectura que se ha podido hacer una vez transcurrido un plazo prudencial es múltiple, y en general siempre positiva. Por una parte, el foco de la crisis, el origen del problema, fue totalmente ajeno al propio sistema y no derivado del mismo. De hecho, quedó bastante claro que la llama que encendió la mecha no respondía a razones económicas o empresariales, ni siquiera éticas o medioambientales, sino de otros ámbitos, producto de un año electoral y de una compleja situación laboral en SOGAMA. Pero mucho más importante que todo eso fueron las consecuencias inmediatas. Por un lado, la respuesta de la ciudadanía gallega fue ejemplar. Justo ese año, en el que se conoció la información, fue cuando en Galicia se batieron los récords de recogida (con un 20% más que la media, que ya suponía un aumento del 13% respecto al año anterior), y precisamente de las cuatro provincias gallegas fue A Coruña (donde está ubicada la planta de clasificación y también la de valorización) la que más colaboración ciudadana registró en ese periodo. El otro punto positivo significativo fue la puesta en marcha de un nuevo método de valorización energética en plantas industriales que complementaba el utilizado hasta ese momento, el cual, de paso también se modernizó. Además, se pudo comprobar cómo la propia SIGRE demostró su fortaleza y aguantó bien el envite gracias a los sólidos cimientos que había echado a lo largo de los años de existencia, en los que se había labrado una imagen consolidada de credibilidad. El reciclado de medicamentos fuera de España En los últimos años, estamos presumiendo ante el mundo de fútbol, de baloncesto, de tenis, de ciclismo, de motos, de Fórmula 1… Parece que poco a poco se nos van quitando los complejos del españolito que siempre iba a la zaga del europeo medio. Están de moda en todo el mundo Ferrán Adriá, Zara, Santiago Calatrava, Javier Bardem, y siempre triunfan fuera nuestros Riojas, el jamón ibérico o el aceite virgen. Pero es fácil que se nos pase por alto que también podemos estar orgullosos internacionalmente por un tema tan concreto como éste del reciclado del sector farmacéutico. Ya con la información básica recopilada, y con tantos datos, noticias y referencias, me preocupé por enterarme si es que estábamos copiando de esos países que siempre decimos que están por delante, o si se trataba de algo inédito e innovador. Y no me limité a preguntar a la propia gente de SIGRE, que de hecho lo tiene bien estudiado. Navegué por Internet, me metí en un sinfín de páginas y sitios que trataban del tema y podían aportar información sobre cómo se reciclaban los restos de medicamentos y sus envases fuera de España, y lo cierto es que lo que encontré vino a confirmarme que el sistema implantado en nuestro país es de bandera. :: En Europa se han aplicado diferentes modelos para abordar el reciclado de los restos de medicamentos en cada país. España se encuentra a la vanguardia europea Sistema Integrado de Gestión (SIG): España, Portugal, Francia, Hungría Gestión pública a nivel nacional: Reino Unido, Lituania, República Eslovaca Gestión pública a nivel regional o local: Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Polonia, Austria, Italia Acuerdos individualizados entre los agentes involucrados: Países Bajos, Alemania, Suecia, Estonia No existe ningún sistema: Grecia Un modelo original 55 Hace diez años, cuando se pone en marcha en España este sistema de reciclado farmacéutico, recuerdo que yo mismo terminaba tirando a la basura los medicamentos cuando –no sé bien por qué– me daba cuenta de que estaban caducados. Sé que otros arrojaban los restos de las medicinas que quedaban tras los tratamientos por el desagüe. Era una práctica generalizada, porque en realidad nadie nos había dicho qué teníamos que hacer con ellos. Pues diez años después, en algunos países todavía sigue haciéndose, ya que no han encontrado todavía el sistema adecuado para darle el final adecuado a este tipo de residuos. Ya hablamos al principio de todo de que existe una directiva europea sobre este tema, pero su transposición ha sido de lo más heterogénea, y lo cierto es que ha generado situaciones muy dispares. En la actualidad, solo hay tres países en la Unión Europea, aparte de España con un sistema organizado y comparable al de SIGRE: Portugal, Francia y Hungría. Tienen en común la designación de la oficina de farmacia como punto de recogida, la utilización de la logística de los distribuidores en sentido inverso y la participación de los laboratorios como principales financiadores del sistema, pero solo Portugal cuenta con una planta parecida a la de SIGRE de Cerceda para clasificar los materiales y recuperar lo que se pueda. Tanto los franceses –que acaban de sacar un decreto por el que las farmacias tienen la obligación de participar gratuitamente en el sistema– como los húngaros, valorizan todo, sin distinciones, para generar energía. Pero a lo ancho de todo el continente europeo existen muy distintas propuestas de solución para este problema: desde la participación directa de los Ayuntamientos (con sistemas del tipo ‘Punto Limpio’), que también colaboran en la financiación, hasta el desplazamiento de toda la responsabilidad (financiación y contratación del gestor de residuos incluidos) hacia las farmacias. En aquellos sistemas en los que participa la Administración, frecuentemente se recogen todo tipo de residuos sanitarios, como jeringas, termómetros o radiografías, mientras que en los que la gestión es privada suele limitarse a los medicamentos y sus envases. En Suecia funciona incluso un equipo de voluntarios que clasifica los medicamentos de acuerdo con el nivel de riesgo de contaminación del medio ambiente. Países europeos que realizan una separación de envases antes de su tratamiento final En la actualidad, solo hay tres países en la Unión Europea, aparte de España con un sistema organizado y comparable al de SIGRE: Portugal, Francia y Hungría Países que separan envases (2) Países que no separan envases (15) 56 SIGRE. Diez años cuidando la salud de la naturaleza :: España ha sido el primer país de Europa en crear una planta para separar los envases de medicamentos y poder proceder al reciclado de sus materiales Algunos de estos países que están tratando de resolver este tema han puesto los ojos en el sistema español como referencia, lo mismo que otros que están empezando como Grecia o Turquía, que también han visitado las instalaciones de SIGRE. Como sistema pionero, ha aportado la metodología y la forma de encarar este problema de la manera más eficaz, ecológica y pragmática posible, y la iniciativa española está sirviendo de modelo en muchos países, no solo europeos, también latinoamericanos, como Colombia, México o Uruguay, entre otros. Y sin embargo, países como Estados Unidos, Canadá o Australia, que probablemente sean los que antes alertaron sobre la polución que producen los residuos de medicamentos si no se tratan adecuadamente, no han dado todavía con soluciones definitivas a la cuestión. En Norteamérica, el problema quizá sea aún más serio, ya que los medicamentos no utilizados suelen terminar en el sistema de alcantarillado después de que en los hogares se arrojen por el fregadero o por el triturador de basuras doméstico. Pero existen pocas iniciativas permanentes, y depende completamente de cada Estado. En algunos, son los Ayuntamientos los que organizan una suerte de recogida, pero la periodicidad rara vez es fija; en otros, existe el Día del Reciclado, ideado para que todos los vecinos hagan su revisión del botiquín, retiren los medicamentos caducados o fuera de uso y los depositen en el lugar indicado para su destrucción. Pero en algunos lugares todavía se sigue recomendando que se tiren a la basura, al no disponer de un sistema de reciclado en condiciones. De hecho, ante la alternativa de que se echen por el desagüe y terminen de alguna manera contaminando el sistema de aguas, determinados organismos oficiales y asociaciones como la American Pharmacist Association y el Fish and Wilde Service, explican el procedimiento para tirarlos a la basura, asegurándose de proteger a los niños y las mascotas de los efectos potencialmente peligrosos. Su objetivo es preservar a los peces y los recursos acuáticos del país del impacto ambiental producido por la eliminación inadecuada de los medicamentos. Y así, recomienda que se guarde el medicamento del que se quiera desprender en una bolsa de plástico, se añada arena para gatos, serrín o posos del café para hacerlo repelente para niños o mascotas, se selle luego la bolsa y se deposite en el contenedor de la basura, destruyendo previamente toda la información que pueda ser de identificación personal. La iniciativa española de que sean las oficinas de farmacia los puntos de depósito y recogida está siendo adoptada progresivamente cada vez en más países, al cumplir las recomendaciones de las instituciones comunitarias, de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y de las organizaciones más representativas del sector farmacéutico: por razones de seguridad y eficacia, los envases y restos de medicamentos deben mantenerse dentro del propio canal farmacéutico hasta ser entregados a las entidades autorizadas que se ocupen de su adecuado tratamiento medioambiental. En este sentido, la EMA ha aprobado una “Guía para la evaluación de los riesgos medioambientales de los medicamentos de uso humano”, donde propone que en los prospectos de los medicamentos se inste a los ciudadanos a acudir a la oficina de farmacia para conocer el sistema que deben emplear para deshacerse de los residuos de medicamentos (en España a partir de este mismo año se señalará en el prospecto al Punto SIGRE como lugar de depósito). También el informe “Pharmaceuticals in the environment” elaborado por la Agencia Europea del Medio Ambiente, recomienda que los residuos de medicamentos sean recogidos a través de las oficinas de farmacia. :: El 29 de octubre se celebró la tercera edición de la “National Take Back Initiative” en numerosas ciudades de Estados Unidos, con el objetivo de que los ciudadanos pudieran deshacerse de los medicamentos que ya no necesitasen Un modelo original 57 Un compromiso global Cuanto más conoces SIGRE y su actividad, más te das cuenta de que se trata de una de esas iniciativas que no deja nada al azar, y que se cree lo que predica. Mis visitas a las oficinas centrales y luego a la planta de Cerceda, y todo lo que he leído en sus informes, sus memorias y su web –aparte de lo que he ido observando estos años desde mi quiosco en la farmacia de enfrente, y lo que en prensa, radio y televisión han publicado de este sistema– me han confirmado la idea de que el compromiso no es un elemento más o un añadido a su actividad, sino que es su actividad misma, porque está comprometida, en primer lugar, con el medio ambiente; en segundo lugar, con la sociedad; y por último, me atrevería a decir que con el buen hacer. Puede sonar pomposo o exagerado pero creo que no va a ser discutible en cuanto lo explique. Un compromiso global 59 60 SIGRE. Diez años cuidando la salud de la naturaleza Compromiso con el Medio Ambiente Planes de prevención Uno de los libros que me llevé de la sede de SIGRE bajo el brazo fue un informe que al principio no me llamó mucho la atención. Era un catálogo de medidas o iniciativas preventivas que el sector farmacéutico había llevado a cabo en los tres años anteriores. Se explicaba, por ejemplo, el caso de un fabricante que al reducir el tamaño del blíster de cápsulas (y consiguientemente el del estuche), había logrado un ahorro anual de 4,85 toneladas de cartón y otras 8,47 toneladas de material compuesto (aluminio y plástico). O la idea de modificar la forma de agrupar las cajas de medicamentos en el envase de agrupación para evitar colocar una plancha interna de cartón que separase los envases de venta, que consiguió una reducción de peso de 665 kilos de cartón y un ahorro de 744 euros en un año. ¿Qué hacían estos casos en una publicación de SIGRE? ¿A cuento de qué una entidad como esa, centrada en la recogida y el reciclaje de los envases y residuos de medicamentos, tenía que preocuparse del proceso de fabricación de aquéllos? para prevenir y reducir la generación de residuos de envases, reduciendo así el volumen de material que después hubiera que reciclar. Ese informe denominado PEP parte de un compendio de datos detallados que aporta cada laboratorio, sobre las unidades y aspectos técnicos (características generales, pesos, tipo de material de cada componente del envase, etc.) de todos los envases y productos de las distintas presentaciones farmacéuticas que comercializa (más de 15.500 en todo el sector, incluyendo también las que van directamente a hospitales) así como del resto de los envases que utiliza para ponerlas en Pues todo formaba parte de lo mismo: el cuidado del medio ambiente. Pero en este caso, en el ámbito de la prevención. Enseguida vinculé aquel catálogo con otro informe, titulado Plan Empresarial de Prevención (PEP), que me molesté en leer de principio a fin, sin saltarme siquiera los tecnicismos. Así me enteré de que SIGRE, con la ayuda de un comité de expertos de la industria farmacéutica creado para este fin, había tomado desde el principio las riendas de la tarea, prevista en la Ley de Envases, de que cada sector garantizase en origen medidas :: Innovar para que los envases de medicamentos sean cada vez más ecológicos y respetuosos con el medio ambiente ha sido una constante en la industria farmacéutica Un compromiso global 61 el mercado. Una de las claves de estos planes de prevención es la información (cualitativa y cuantitativa) que cada laboratorio aporta sobre las medidas de prevención que ha aplicado sobre sus envases. Es fácil imaginar que es un trabajo complejo y laborioso que requiere la colaboración de todos y cada uno de los laboratorios, y en muchos casos la de sus casas matrices o fábricas, situadas fuera de nuestro país. Cuando es así, frecuentemente se complica aún más la labor, ya que a veces no es sencillo hacer entender la finalidad de tanto esfuerzo. Cada laboratorio accede a través de la web de SIGRE a un formulario que debe cumplimentar con los datos solicitados. La información de estos formularios se procesa en una base de datos única que sirve de punto de partida para elaborar los planes de prevención. :: A pesar de su complejidad técnica, administrativa y económica, todos los años millones de envases de medicamentos salen al mercado utilizando materiales más fácilmente reciclables, reduciendo el peso de sus materiales o disminuyendo su volumen Son muchos laboratorios, demasiadas presentaciones farmacéuticas diferentes, como para hacer el trabajo directamente, por lo que la colaboración de los laboratorios es clave. La información que aportan suele ser correcta y fiable, lo que no quita para que deba ser revisada periódicamente. SIGRE también se encarga de esto, empezando por la revisión interna de los datos que recibe, contrastándolos con los de otros años para asegurarse de que no hay desviaciones importantes debidas probablemente a errores de los laboratorios. Después de entregados los informes a la Administración, SIGRE lleva a cabo otra revisión pormenorizada de los datos aportados por cada laboratorio para mejorar la calidad de la información y detectar y corregir posibles fallos. Pero además, cada año una empresa externa realiza una auditoría para verificar aleatoriamente los principales datos aportados por los laboratorios. Se seleccionan unos cuarenta laboratorios para esta revisión, de forma que en los cinco años del contrato de adhesión la práctica totalidad de los laboratorios habrá pasado la auditoría. Una de las claves de estos planes de prevención es la información (cualitativa y cuantitativa) que cada laboratorio aporta sobre las medidas de prevención que ha aplicado sobre sus envases Leyendo aquel documento de medidas de prevención, caí en la cuenta de que los envases de medicamentos tienen gran cantidad de condicionantes técnicos y de seguridad que no se les exigen a otros tipos de envases, desde toda la información que legalmente deben llevar los envases de los medicamentos, hasta la incorporación de leyendas en Braille; espacio para anotaciones del farmacéutico, que determinan tamaño y material; sistemas de apertura de seguridad a prueba de niños… Y esto en muchos casos ha limitado y dificultado enormemente la adopción de medidas de prevención. 62 SIGRE. Diez años cuidando la salud de la naturaleza :: Ejemplo de medida de prevención que ha supuesto una reducción de peso por cambio de diseño del envase inmediato :: Ejemplo de medida de prevención que ha supuesto una reducción de peso por la reducción del tamaño del estuche En los informes, las medidas se clasifican en función de los cuatro grupos de indicadores que SIGRE estableció (adaptando los diez que se fijaban legalmente), y que se refieren a la reducción de peso de los envases, la minimización del impacto ambiental y la mejora de la reutilización o del reciclaje. Y ahí se encuadran las distintas actuaciones de prevención propuestas: por ejemplo, para la mejora del reciclaje se sugiere que se usen materiales más fácilmente reciclables y se incorporen materiales reciclados al envase, y para favorecer su reutilización: conversión de envases de un solo uso en reutilizables; reintroducción de los envases destinados a ser desechados en el circuito; uso de elementos recargables donde se contiene el producto; y mejora de los envases reutilizables para prolongar su vida útil. En el entorno de la minimización del impacto ambiental, las medidas propuestas van desde la sustitución del material del envase, o de alguno de sus componentes por otros más ecológicos, hasta el cambio de materiales compuestos por monomateriales. algún componente del envase o cambiar el diseño para aligerarlo o hacerlo más pequeño, hasta reducir el espesor del material, pasando por el juego de la relación entre envase y producto: optimizar el número de envases por caja; utilizar envases de mayor capacidad con mejor relación continente/contenido o aumentar la cantidad de producto incluido en el envase, sin modificar el tamaño de éste. La Ley exigía reducir un 10% el peso (en realidad el indicador es un poco más complejo: una relación entre el peso de los residuos de envases generados y el peso de los productos envasados consumidos; pero para entendernos, se trata esencialmente de perder peso), pero luego el objetivo ha ido suavizándose. Como me pasó cuando me puse a régimen para adelgazar, después de una primera pérdida de peso bastante rápida y no demasiado traumática, seguir reduciendo es cada vez más difícil. Incluso llega un momento en que ya no puedes continuar. También ocurrió aquí. De entre todas las medidas propuestas, la estrella es la reducción de peso, quizá porque es la más fácilmente medible. Va desde suprimir envases o Si el primer Plan asumió ese 10%, el segundo (20032005) logró que los laboratorios aplicaran un total de 373 medidas de prevención (cinco veces más que Un compromiso global 63 en el anterior), pero el porcentaje de reducción fue más bajo (3,2%), en gran parte por las ya mencionadas limitaciones técnicas y legales existentes. El tercero fue aún más comedido: el número de medidas aplicadas fue muy similar, pero la disminución se quedó en el 0,5%, resultado que en todo caso daba cumplimiento, como en ocasiones anteriores, a los objetivos establecidos en el Plan. Gracias a las medidas de prevención aplicadas durante los diez últimos años por la industria farmacéutica, casi 300 millones de envases de medicamentos, puestos anualmente en el mercado español, son más ecológicos :: Ejemplo de medida de prevención que ha supuesto una reducción de peso por cambio de diseño del envase inmediato y por reducción del tamaño del envase En conjunto, los tres planes elaborados desde 2000 hasta 2008 lograron reducir el peso de los envases farmacéuticos en casi un 15%. Pero ya en el correspondiente a 2009-11, teniendo en cuenta la tendencia y la evolución real, se fijó como objetivo un intervalo que iba desde una reducción de peso del 0,4% hasta incluso un aumento del mismo no superior a 1,75%, respecto al dato de 2008, con el fin de intentar equilibrar la tendencia generalizada de aumento de peso de los envases. Durante estos diez años transcurridos, han sido más de mil las actuaciones de prevención de residuos de envases aplicadas sobre los distintos envases de medicamentos, que han afectado a casi 300 millones de unidades. 64 SIGRE. Diez años cuidando la salud de la naturaleza :: Ejemplo de medida de prevención que ha supuesto una reducción de peso por la reducción del tamaño del estuche Concienciación Social: La Comunicación Me siento especialmente próximo al mundo de la comunicación. Vivo rodeado de prensa, reparto información y vendo actualidad. Y me interesa personalmente el mundo de la noticia. Por eso, me interesó también la vertiente de comunicación que un sistema como este tiene necesariamente que desarrollar si quiere implantarse. Y por eso me preocupé de seguir muy de cerca los planes y las campañas de comunicación que iban desarrollando, de coleccionar los anuncios que publicaban y los folletos que editaban, de analizar los contenidos de sus mensajes en entrevistas y ruedas de prensa… Y así me fui haciendo una idea, completada con los datos de su web, de cómo habían planteado la comunicación como la herramienta principal de sensibilización ciudadana. Este de la comunicación tiene necesariamente que ser uno de los puntos críticos de un sistema de reciclaje como el de SIGRE, en el que esa tarea de concienciación asume un protagonismo central. Si no es capaz de hacer llegar su mensaje adecuadamente al ciudadano, será imposible que funcione el sistema. Desde un principio han funcionado planes de comunicación trienales, supervisados y aprobados por cada una de las Comunidades Autónomas y las ciudades autónomas en términos de imágenes y motivos, mensajes, actuaciones, herramientas y eventos… Los planes sirven para marcar la estrategia y las grandes líneas de actuación, planificar carteles, eventos, campañas, instrumentos, etc., que luego se concretan más sobre el terreno. Al ser planes trienales, las campañas son las mismas para toda España y, por ejemplo, se hace un único spot de televisión para todo el territorio estatal. También tiene algún inconveniente, que forma parte de la naturaleza del sistema: la fase de revisión y aprobación por parte de 19 “jueces” (las 17 Comunidades y las dos :: Materiales promocionales de diferentes campañas de comunicación de SIGRE para sensibilizar al ciudadano y motivarle a colaborar Un compromiso global 65 Las campañas de comunicación se articulan en torno a un mensaje central que combina aspectos sanitarios y medioambientales para conseguir una mayor eficacia y efectividad en la concienciación social ciudades autónomas) es compleja y laboriosa, pero se acepta como parte de las reglas del juego. Además, las campañas se hacen en las lenguas oficiales del Estado y también en las cooficiales de cada Comunidad Autónoma: catalán, euskera, gallego, mallorquín y valenciano y en algunos casos con locutores locales para dotar a los mensajes del acento de la región. El tono de cercanía y proximidad, y al mismo tiempo la repetición que conlleva encontrar siempre el mismo mensaje –la línea gráfica puede modificarse, pero el mensaje no varía durante el tiempo de la campaña– proporciona a las campañas una gran eficacia y efectividad. También cada campaña sirve de alguna manera de test de la siguiente, ya que se potencia lo que funciona, todo lo que llega, y se corrigen los elementos mejorables. Por ejemplo, en la primera campaña se utilizó un blíster personalizado, con ojos y extremidades. El primer diseño, de color metálico, se desechó por su similitud con otro personaje del ámbito del reciclado, pero de telefonía móvil, y se optó por otro de color dorado, con un semblante más simpático. Cada campaña de comunicación se enfoca desde diferentes frentes simultáneos: por un lado, se prevé la cobertura informativa en medios locales, regionales y nacionales, tanto escritos como digitales y audiovisuales, a través de acciones de comunicación como notas de prensa, ruedas de prensa entrevistas y reportajes. Por otro lado, la inserción de publicidad en diversos medios; la colocación de carteles en centros de salud, ayuntamientos y sedes sociales de organizaciones; mailings informativos a instituciones, organismos y asociaciones; y difusión de material promocional en las oficinas de farmacia (folletos, adhesivos, imanes…). Las campañas de comunicación siempre se desarrollan bajo el paraguas de un lema, que suele tener un par de años de vida: los primeros años de puesta en marcha en las distintas comunidades autónomas (2001-2003), se realizaba la campaña de implantación genérica, cuyo lema era: “Por la salud de la naturaleza”, que ha quedado como claim permanente de SIGRE. Entre 2003 y 2004 se utilizó “Revisa tu botiquín periódicamente”; en 2004-2005, “Cuida tu salud, cuida la naturaleza”; en los dos años siguientes: “Un gesto por el medio ambiente”; luego: “La naturaleza como siempre ha sido”; y finalmente, en el bienio 2010-11: “Reciclar medicamentos, una costumbre muy sana”. :: Los medios de comunicación siempre han atendido las informaciones facilitadas por SIGRE 66 SIGRE. Diez años cuidando la salud de la naturaleza conlleve importantes riesgos, porque la comunicación directa, sin intermediarios, precisamente se caracteriza por no tener filtros, y en ocasiones provoca situaciones sin duda incómodas. :: Grandes prescriptores de opinión han colaborado en la difusión de los mensajes sanitarios y medioambientales de SIGRE En estos diez años transcurridos desde la puesta en marcha del sistema, SIGRE ha emitido más de un centenar de notas de prensa y 125 flashes Informativos de Farmaindustria; ha realizado 75 ruedas de prensa y ha protagonizado casi mil entrevistas y reportajes. Ha aparecido 263 veces en informativos o programas educativos de televisión y ha emitido más de 51.000 cuñas de radio y cerca de 10.000 anuncios de televisión. Comenzada la segunda década del siglo XXI, ninguna organización que aspire a desempeñar algún papel social puede prescindir de los denominados medios sociales, o también conocidos como redes sociales de Internet. Son una vía más directa de conectar con los públicos, de transmitir mensajes pero también de escucharles y aprender de ellos. Internet ha abierto nuevos canales y aportado nuevas herramientas que no pueden ser ignorados. Incluso aunque a veces Pero SIGRE es plenamente consciente de la trascendencia de todo este mundo digital, y ha decidido apostar por él. Ha empezado a cuidar su posicionamiento en buscadores y a atender su presencia en medios como Wikipedia. Tiene un canal en Youtube donde sube vídeos de interés para sus públicos objetivo, y ha abierto una página en Flickr, para colgar fotos e imágenes específicas de la compañía o del sistema, que puedan tener alguna utilidad. Junto a todo esto y al celo puesto en la página web, SIGRE ha abierto dos blogs de temas relacionados con el medio ambiente y el destino final de los medicamentos y sus envases. Y a través de algunas webs de los Colegios de Farmacéuticos, mantiene una sección de revisión periódica del botiquín, y enlaces con las Consejerías de Medio Ambiente y webs de reciclaje y ecología. Los próximos pasos serán abrir sendos perfiles en Twitter y Facebook. SIGRE es plenamente consciente de la trascendencia que tiene la comunicación bidireccional a través de la Red y ha decidido apostar por ella :: La comunicación 2.0 cobra cada día una mayor importancia para incorporar a los más jóvenes al hábito del reciclado de medicamentos Un compromiso global 67 68 SIGRE. Diez años cuidando la salud de la naturaleza Compromiso con la sociedad Responsabilidad social Al principio, me pareció paradójico que una empresa cuya razón de ser no es otra que la responsabilidad social deba implantar una política propia de Responsabilidad Social Empresarial (RSE). Pues no lo es. He leído en su memoria que se trata de articular, sistematizar, dar forma a todos los procedimientos y las prácticas que implican la actividad de la propia empresa, tanto en su quehacer hacia el resto de la sociedad y su interactuación con los agentes con los que trabaja, como de manera interna. Por eso, es lógico que el esqueleto de la política de responsabilidad social de SIGRE esté sustentado sobre la concienciación social, en materia medioambiental y sociosanitaria, ya que es su hábitat natural. Y también por eso, para SIGRE, la Responsabilidad Social Corporativa no podía ser un ejercicio cosmético o una mera declaración de intenciones, sino un compromiso permanente plasmado en una política integrada con objetivos precisos, tal como se desprende de su web. Misión, visión, valores Todo esto no se improvisa de un día para otro. Es el resultado de un empeño de los accionistas que puso en marcha un engranaje que, como es lógico, tenía que empezar por el principio, definiendo la misión de la compañía (es decir, a qué se dedica, qué necesidades cubren sus servicios, en definitiva, para qué existe); la visión (hacia dónde va, que desea ser en el futuro y cómo pretende alcanzar ese estado); y los valores (el conjunto de principios, creencias, reglas que regulan la gestión de la organización, la filosofía institucional y el soporte de la cultura organizacional). Misión Garantizar el correcto tratamiento medioambiental de los envases y restos de medicamentos de origen domiciliario y sensibilizar al ciudadano sobre los riesgos sanitarios derivados del uso inadecuado de los mismos, favoreciendo la no acumulación de medicamentos en los hogares y su uso responsable. Visión Ser una entidad que se distinga por la calidad y la innovación en su trabajo, y en donde la excelencia impregne la actividad de todos sus empleados y colaboradores, generando así valor en todos sus grupos de interés. Valores :: SIGRE ha sido una de las primeras empresas españolas en editar su Memoria de RSC y obtener el nivel A del GRI, calificación que muy pocas empresas españolas han alcanzado La excelencia, el compromiso con el desarrollo sostenible, la transparencia, el diálogo, la confianza, la conducta ética, el compromiso mutuo, así como la búsqueda de los máximos estándares de seguridad y calidad en todos nuestros productos y servicios. Un compromiso global 69 La responsabilidad asumida por SIGRE es la de realizar su cometido compatibilizando las necesidades de hoy con el derecho que las generaciones de mañana tienen de satisfacer las suyas. Y es por ello por lo que, en el marco de un sector muy comprometido con la responsabilidad social como es el farmacéutico, SIGRE ha integrado los criterios y valores de la sostenibilidad como base de cultura corporativa y de su actividad diaria. Así es como SIGRE ha logrado conectar con las nuevas sensibilidades de una ciudadanía cada vez más concienciada, y se ha situado entre los sistemas de recogida y reciclaje que mejor respuesta social obtienen, de forma que se sitúa claramente entre los hábitos medioambientales de reciclaje más arraigados en la sociedad española, según indican las encuestas. También es clave la definición de los grupos de interés, algo que no siempre es evidente, porque la actividad de SIGRE afecta de una u otra forma, más o menos directamente, a diferentes colectivos. Desde luego algunos sí son claros, porque se interactúa a diario con ellos, pero hay otros, a veces igualmente importantes, que no se identifican con tanta facilidad. Me llamó la atención la importancia que dan en su memoria de RSC a distinguirlos correctamente porque de esa identificación se derivan determinados patrones hay que seguir para actuar de manera responsable con cada uno de los grupos de interés que interactúan con la entidad y participan continuamente en la mejora del sistema: empleados, laboratorios adheridos, profesionales farmacéuticos, distribuidores, proveedores, colectivo médico y de enfermería, administraciones públicas, medios de comunicación y la sociedad en su conjunto. Responsabilidad Social para con los grupos de interés Estas son algunas de las pautas seguidas por SIGRE para impregnar de responsabilidad social el trato con estos colectivos: •Empleados: empleo estable, formación y sensibilización, beneficios sociales, apuesta por la conciliación entre trabajo y vida personal y prácticas no discriminatorias. •Laboratorios: transparencia en la gestión, cumplimiento de la normativa medioambiental y sanitaria vigente, elaboración y seguimiento de los Planes Empresariales de Prevención y formación e información continuada. •Farmacéuticos: campañas de imagen, formación, asesoramiento medioambiental y apoyo en las labores de información y concienciación ciudadana. •Distribuidores: establecimiento del sistema de logística inversa, control de la trazabilidad de los residuos. •Proveedores: cumplimiento de plazos y obligaciones, establecimiento de alianzas estratégicas, exigencia de requisitos ambientales y evaluación, cercanía, visibilidad y accesibilidad. 70 SIGRE. Diez años cuidando la salud de la naturaleza •Colectivo médico y de enfermería: participación en las campañas sobre el uso responsable del medicamento, asesoramiento medioambiental y sanitario y colaboración y apoyo en las tareas de información y concienciación de los pacientes. •Administraciones públicas: información constante y precisa, colaboración en campañas de concienciación ciudadana y ampliación de compromisos más allá del cumplimiento de la legislación medioambiental, social y laboral. •Medios de comunicación: transparencia informativa basada en la regularidad y fiabilidad de los datos proporcionados. •Sociedad: actuación ética y sostenible, información clara y completa, y excelencia en los servicios y labores de educación socio-sanitaria. Y estas pautas se traducen después también en actuaciones e iniciativas concretas, como por ejemplo, en la propia sede de la empresa, el uso de material reciclado al 100% en todas aquellas áreas en que es posible, y el reciclado de todo el material de oficina, desde papel, envases o pilas hasta cartuchos de tinta o tóner. En cuanto a la plantilla, que ha mantenido totalmente estable, con un 0% de rotación, se ha avanzado en la conciliación de la vida laboral y familiar, y se ha creado un sistema de sugerencias para incentivar la participación de los trabajadores. Y en términos de formación y sensibilización, todos los empleados de la entidad han recibido formación en materia de RSC y el grado de concienciación medioambiental en la plantilla es mucho más elevado que la media en España. He revisado despacio toda la documentación pública sobre RSC, que está disponible en su página web, y, sinceramente, hay tantos puntos que me ha costado seleccionar los más importantes, pero hay algunos que hay que destacar, como el del empleo. Entre empleados y directivos de SIGRE y la gente que presta sus servicios en la Planta de Clasificación de Residuos de Medicamentos, SIGRE ha creado medio centenar de puestos de trabajo directos, a los que se suman otros 60 empleos indirectos generados por el transporte de los residuos hasta la planta, así como la parte proporcional de las personas que trabajan en las empresas de reciclado de los distintos materiales obtenidos en la planta y de los trabajadores de las empresas que transforman algunos de estos residuos en electricidad. Hay también una dedicación a tiempo parcial de los más de 21.000 farmacéuticos y sus empelados prestan en la atención al público y al Punto SIGRE, el de los conductores de las más de 2.500 furgonetas de la distribución que recogen estos residuos de las farmacias y los trasladan a los almacenes de la distribución, así como el de los propios empleados de los 141 almacenes que se encargan de la custodia y almacenamiento de estos residuos. Con los laboratorios y los farmacéuticos, la actuación responsable se traduce, según pude ver también en la memoria de RSC, en la propia gestión del día a día de SIGRE: el cumplimiento de la normativa, Así es como SIGRE ha logrado conectar con las nuevas sensibilidades de una ciudadanía cada vez más concienciada, y se ha situado entre los sistemas de recogida y reciclaje que mejor respuesta social obtienen la elaboración trienal de los PEP, las permanentes campañas de imagen, comunicación y formación, etc., todo de lo que se ha hablado en capítulos anteriores. Lo mismo podría decirse en cuanto a las Administraciones Públicas, a las que se mantiene puntualmente informadas, y con las que se colabora siempre que hay oportunidad en cualquier tipo de campaña de sensibilización ciudadana respecto al medio ambiente. También se las hace partícipes de las campañas propias de SIGRE, a las que dan su aprobación previa al lanzamiento público. Un compromiso global 71 En cuanto a los proveedores, SIGRE contrata siempre suministradores locales, para evitar en la medida de lo posible las emisiones generadas por transportes, generar riqueza en cada una de las zonas de actuación y conseguir también ahorros económicos, y ha establecido el plazo de 30 días para los pagos, que cumple rigurosamente. En los últimos años está tratando además de establecer acuerdos con empresas de economía social (cuyo fin es la integración laboral y social de colectivos desfavorecidos). En este sentido, mantiene una línea de colaboración con organizaciones como Fundación Humanitaria Dr. Trueta, cuyo objetivo es mejorar la salud de las familias sin recursos de Catalunya y de los países en vías de desarrollo, además de fomentar la reinserción laboral de personas con disminución derivada de la enfermedad mental; la Asociación andaluza Madre Coraje, una ONG fundada para el Desarrollo que trabaja prioritariamente en Perú, autorizada como Gestor de Residuos Urbanos; y la navarra ATMM (Ayuda al Tercer Mundo-Medicamentos), otra ONG que opera en países del Tercer Mundo, principalmente de habla hispana, en este mismo ámbito. Al colectivo médico, he podido comprobar que SIGRE tiene intención de acercarse cada vez más, dada su importante papel como prescriptores del medicamento, lo que les permite asesorar apropiadamente al paciente sobre el uso responsable del :: El objetivo de SIGRE es que médicos y profesionales de enfermería se unan a la labor del sector farmacéutico por fomentar el uso responsable del medicamento, tanto desde el punto de vista sanitario como medioambiental mismo. Por eso se han puesto en marcha diferentes iniciativas informativas dirigidas a ellos para mejorar su conocimiento de la actividad del sistema y los beneficios sanitarios y medioambientales que aporta, y puedan transmitirlos a sus pacientes. Las relaciones de SIGRE con los medios de comunicación están basadas en la transparencia y contacto continuado En concreto, en 2008 dio comienzo una campaña, “receta salud + receta medio ambiente”, inicialmente en el ámbito de Castilla y León (con una primera prueba piloto en Segovia), pero con vocación de extenderse a toda España, enfocada hacia la vertiente del objetivo sociosanitario de promover en el paciente el uso racional del medicamento. Con este fin, se elaboró una guía sencilla pero muy cuidada y fácil de manejar para implicar a los médicos y enfermeros en el proceso, limitado en el origen al colectivo de farmacéuticos. La guía orienta sobre el destino que se debe dar a los medicamentos una vez concluido el tratamiento, y se complementa con un novedoso y muy gráfico recetario, que incluye las instrucciones básicas para usar bien los medicamentos y ser respetuoso con el medio ambiente en este terreno. Así, el médico da al paciente, junto con la receta del medicamento, otra de este recetario con consejos sanitarios y medioambientales, de forma que el ciudadano se lleve en la mano la referencia de lo que debe o no hacer. En lo que a la actuación con los medios de comunicación se refiere, la máxima consiste en mantener la mayor transparencia y el mejor contacto posible con la prensa en general, con comunicados y ruedas de prensa para dar a conocer las iniciativas y actuaciones de SIGRE, así como sus resultados, y entrevistas y tribunas de opinión para mantener una presencia en los medios más o menos continuada. También he visto en la web de SIGRE que, en busca de esa transparencia informativa, ha desarrollado diversos canales de muy distinta índole como herramientas de comunicación, desde la propia web 72 SIGRE. Diez años cuidando la salud de la naturaleza Las herramientas de comunicación de SIGRE La página web de SIGRE (www.sigre.es) Memoria de Responsabilidad Social Es el escaparate y punto de referencia no ya de la compañía, sino de la actividad de reciclado farmacéutico en general. Renovada en 2005 y de nuevo en 2010, se ha hecho cada vez más amigable, gráfica, limpia e intuitiva, manteniendo siempre los colores corporativos e incluyendo cada vez más información. La evolución de la web ha tenido en cuenta también el cuidado del posicionamiento SEO, de forma que se incluyen todas las herramientas que permiten que aparezca rápidamente en los buscadores. Las 250.000 visitas que tiene cada año siguen creciendo, porque es un sitio útil. Incluye además una Sala de Prensa para los medios de comunicación, donde se pueden consultar los resultados de los sondeos de opinión, las campañas de comunicación, los datos de reciclaje o las notas de prensa emitidas. Y como novedad, se ha añadido también un diccionario de términos relacionados con la gestión medioambiental, así como la posibilidad de contactar directamente con la entidad para realizar consultas relacionadas con el sistema, con el compromiso de contestar antes de 15 días, y buzón de quejas. La Memoria de Actividades es, desde 2009, la Memoria de Responsabilidad Social, desde el momento en que se optó por una mayor integración de toda la RSC con la propia actividad normal de SIGRE con la inclusión de objetivos específicos de RSC en la Política Integrada de la entidad–, se publica anualmente en formato digital interactivo, para preservar los recursos naturales, con información sobre lo más relevante del sistema, incluyendo temas de legislación, laborales, de actividad, etc. Con un diseño atractivo y sencillo que permite una fácil navegación, la memoria hace posible que todas las partes interesadas puedan conocer y valorar el grado de desempeño medioambiental, social y económico de SIGRE. Es una de las doscientas memorias españolas que se elaboran de acuerdo al estándar internacional de GRI (Global Reporting Initiative), la principal referencia a nivel mundial en informes de sostenibilidad, y según este estándar tiene el Nivel A (de máxima información facilitada). SIGRE Informa Es el boletín informativo de SIGRE que se publica online cuatro veces al año y se remite a todos los que conforman los grupos de interés (laboratorios, distribuidores, farmacéuticos, Administraciones públicas, consumidores…), además de estar disponible en el sitio web de SIGRE. En él se incluyen todas las noticias relevantes ocurridas durante los tres meses anteriores, y se da cuenta de las acciones más importantes de SIGRE, los datos que se recaban, o cualquier novedad que afecte de una u otra forma a la actividad principal del sistema. También ha evolucionado desde un documento en Word, que fue el primero, en marzo de 2002, hasta el formato actual, mucho más moderno, manejable y agradable para la lectura. Sus contenidos informativos se organizan en secciones fijas como el editorial o “SIGRE al día”, e incluyen entrevistas, crónicas de la participación en congresos o jornadas, etc. Las Jornadas Informativas Se hacen con los laboratorios adheridos tienen siempre un éxito de asistencia sorprendente, aunque acorde con el esmero con que se preparan. Inicialmente se organizaba cada año una en Madrid y otra en Barcelona, pero ya desde hace unos años se optó por hacer solo una al año, alternando las dos grandes urbes. Una de las claves de su buena acogida es sin duda la invitación que se hace a una personalidad destacada del mundo farmacéutico, medioambiental o de sostenibilidad. Las jornadas organizadas por SIGRE son “Eventos de Emisiones Compensadas”, lo que quiere decir que las emisiones de gases de efecto invernadero que se generen como consecuencia de la celebración de actos organizados por el sector se compensarán, aplicando las directrices del Protocolo de Kioto. En concreto, se valora económicamente el impacto medioambiental por emisiones de CO2 que puedan haberse realizado por el evento y esa cantidad se destina a la promoción de energías renovables en países en vías de desarrollo. Un compromiso global 73 hasta el boletín trimestral SIGRE Informa, pasando por las Jornadas informativas con los laboratorios o la Memoria de Actividades (además de otras publicaciones periódicas de las que ya se ha hablado, como los resultados de los sondeos de opinión, los catálogos de medidas de prevención, los informes de progreso del Pacto Mundial, etc.) Finalmente, el compromiso de SIGRE con la sociedad en su conjunto es el cumplimiento de los compromisos con todos y cada uno de los demás agentes o públicos de interés, manteniendo una actuación ética y sostenible, con la máxima transparencia, y persiguiendo la excelencia en su actividad. Aquí se engloba también todo el esfuerzo medioambiental que la propia empresa está realizando de forma paralela a su actividad principal de reciclaje de envases y medicamentos. SIGRE se ha adherido a estándares normativos u orientativos para el desarrollo de actitudes responsables como el Global Compact o la Red Local del Pacto Mundial en España, y ha asumido responsabilidades en la gestión para la prevención del cambio climático, tales como el mencionado patrocinio de Eventos de Emisiones Compensadas en materia de CO2 (Jornadas Informativas a Laboratorios y Congresos Farmacéuticos) y la implantación de un sistema de gestión energética que mejore la eficiencia energética y el ahorro en el consumo energético. :: Con el patrocinio de actividades como “Eventos de Emisiones Compensadas”, en aplicación de las directrices de Kyoto, SIGRE contribuye a la prevención del cambio climático 74 SIGRE. Diez años cuidando la salud de la naturaleza Entidades donde está presente SIGRE SIGRE participa en comités, o es miembro, patrono o socio en varias entidades, entre las que destacan las siguientes. Plataforma Tecnológica Española de Envase y Embalaje (PACKNET) Es la agrupación de todos los agentes económicos relacionados con la cadena del envase y embalaje cuyo fin es dar una respuesta estratégica conjunta al objetivo de crecimiento, competitividad y sostenibilidad a través de los avances tecnológicos que permitan atender los retos de la sociedad. Farmaindustria La Asociación Nacional Empresarial de la Industria Farmacéutica establecida en España, agrupa a una gran mayoría de laboratorios farmacéuticos, que representan la práctica totalidad de las ventas de medicamentos de prescripción en España. Federación Española de Industrias Químicas (FEIQUE) Representa a la industria química española, un sector compuesto por más de 3.300 empresas que, con una facturación anual de 50.000 millones de euros, genera el 10% del PIB, y más de medio millón de puestos de trabajo en España. Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR) Es una entidad privada sin fines lucrativos que se creó en 1986 para contribuir a mejorar la calidad y competitividad de las empresas, sus productos y servicios, a través del desarrollo de normas técnicas (tiene más de 28.900 documentos normativos que indican cómo debe ser un producto o cómo debe funcionar un servicio para que sea seguro y responda a lo que el consumidor espera de él) y certificaciones (con los certificados de Aenor más valorados, no sólo en España sino también en el ámbito internacional, habiendo emitido certificados en más de 60 países). Instituto para la Sostenibilidad de los Recursos - Club Español de los Residuos (ISR-CER) Es una fundación privada, de ámbito ibérico y proyección supranacional, formada por un centenar de patronos entre los que figuran personalidades y expertos mundiales, administraciones públicas, entidades privadas y agentes sociales. Trabaja en tareas relacionadas con la sostenibilidad, el uso de los recursos y el medio ambiente. Club Español de Medio Ambiente (CEMA) Es una asociación sin ánimo de lucro, constituida en 1997, integrada por socios de diferentes y variadas disciplinas, con actividades profesionales enmarcadas en un amplio abanico dentro del mundo de la técnica, la industria, la enseñanza y la comunicación. Asociación Española para la Calidad (AEC) Es una entidad privada sin ánimo de lucro, fundada en 1961, cuya finalidad es fomentar y apoyar la competitividad de las empresas y organizaciones españolas, promoviendo la cultura de calidad y el desarrollo sostenible. Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) Es una institución fundada en junio de 1977 que representa a los empresarios de España. Agrupa a 230 organizaciones empresariales (55 territoriales y 175 de carácter sectorial), a través de las cuales integra y representa a más de 5.000 organizaciones de base que aglutinan a 1.450.000 empresarios y autónomos. SIGRE se ha adherido a estándares normativos para el desarrollo de actividades responsables como el Global Concept o la Red Local del Pacto Mundial El enfoque preventivo en materia medioambiental es también un capítulo importante de la actividad de SIGRE y su contribución a la sociedad, como artífice de los Planes Empresariales de Prevención, que permiten reducir el volumen de envases susceptibles de convertirse en residuos que se ponen en el mercado, y también en su aportación como miembro del Consejo Rector de la Plataforma Tecnológica Española de Envase y Embalaje. Pertenece al Grupo de Trabajo de Medio Ambiente de Farmaindustria, al de la Federación Española de Industrias Químicas (Feique), así como al Grupo Técnico de Trabajo de Embalajes de la Asociación Española de Normalización y Certificación (Aenor), además de ser patrono del Instituto para la Sostenibilidad de los Recursos y el Club Español de los Residuos. También participa en el Club Español de Medio Ambiente y en la sección de Medio Ambiente de la Asociación Española para la Calidad. Asimismo, el lanzamiento del Aula Medioambiental en la Planta de Clasificación de Cerceda, aunque forme parte de las tareas de sensibilización, que es una de las ramas de su actividad principal, también es otra de sus aportaciones medioambientales. Y por último, cabe destacar la puesta en marcha de un innovador proyecto para el uso de residuos de medicamentos no peligrosos como combustible en instalaciones industriales en España: la consecuencia directa es que se evita el uso de combustibles fósiles, normalmente gasóleo, con el consiguiente beneficio ambiental. SIGRE, en colaboración con un grupo cementero, ha puesto en marcha la fabricación de CDR (Combustible Derivado de Residuos) para instalaciones industriales. La mezcla de estos residuos con otros de otro tipo consigue un poder calorífico suficiente para su uso en plantas industriales, como sustitutos de los combustibles fósiles convencionales, y genera menores impactos ambientales. Además, se ha probado que su uso es seguro y económicamente viable, al tiempo que contribuye a reducir la demanda de fuentes de energías fósiles y no renovables. A todas estas iniciativas me parece importante añadir otras de carácter educativo, formativo y de sensibilización social, enfocadas tanto a estudiantes Un compromiso global 75 SIGRElandia reproduce una ciudad virtual en la que se pueden visitar diferentes escenarios que introducen al niño en el ciclo de vida del medicamento: un laboratorio, un centro de salud, una farmacia, un hogar y una planta de reciclado :: Una nueva herramienta de comunicación para acercar el mensaje medioambiental de SIGRE a los colegios universitarios como al público infantil. No se trata ni mucho menos de relegar a un segundo plano la gran tarea de comunicación para la concienciación del gran público, sino de ir ampliando las audiencias y focalizando el modo de llegar mejor a aquella parte de la población española que se estime más oportuno en cada momento. La Universidad constituye, como todo el mundo sabe, un espacio único de aprendizaje y sensibilización para concienciar a los estudiantes sobre la importancia de hacer un uso responsable de los medicamentos. Por eso no me sorprendió descubrir en su memoria que SIGRE ha diseñado una unidad didáctica dirigida a estudiantes de los últimos cursos de Farmacia, Enfermería, Medicina, Ciencias Ambientales y otros estudios universitarios relacionados con la sanidad y el medio ambiente, que los profesores pueden incluir como módulo en su asignatura. Mediante esta unidad didáctica, los estudiantes –futuros profesionales y prescriptores de opinión en estas áreas—tendrán ocasión de conocer la legislación vinculada con la actividad que el sector farmacéutico realiza a través de SIGRE, el funcionamiento del sistema y los objetivos que persigue. Aparte de esta iniciativa, he podido ver en la web que SIGRE colabora habitualmente con universidades y escuelas de formación para facilitar la adaptación de los alumnos al mundo laboral. Tiene firmados convenios con la Fundación General de la Universidad Autónoma de Madrid, la Fundación Universidad 76 SIGRE. Diez años cuidando la salud de la naturaleza Carlos III, la EOI Escuela de Negocios y la Fundación Biodiversidad para la realización de prácticas remuneradas de sus alumnos durante un plazo de entre seis meses y un año en SIGRE. El otro colectivo al que SIGRE ha decidido acercarse, con todas las cautelas, pero sin complejos, es el de los niños, ya que es en la infancia cuando se asimila de verdad la auténtica educación en valores –y el mensaje de SIGRE no deja de serlo– y se crean los hábitos de conducta correctos. Este es el sentido de la puesta en marcha de SIGRElandia (www.SIGRElandia.es), una página web interactiva dirigida a profesores y a chavales de los últimos cursos de primaria, que en forma de juego, pretende sensibilizarles –con todas las precauciones lógicas al dirigirse a los niños con temas vinculados a medicamentos–, sobre la necesidad de realizar un uso responsable de los mismos, tanto desde el punto de vista sanitario como medioambiental. SIGRElandia reproduce una ciudad virtual en la que se pueden visitar diferentes escenarios que introducen al niño en el ciclo de vida del medicamento: un laboratorio, un centro de salud, una farmacia, un hogar y una planta de reciclado. A través de diferentes personajes, se van mostrando los hábitos medioambientales y sanitarios apropiados y dando instrucciones y consejos para realizar un correcto reciclado de los restos de medicamentos y envases que tenemos en nuestros hogares. Código de conducta ¡Cuántas veces no habré oído decir de una organización que la ética, la integridad y la transparencia impregnan su actividad! Pero ¡qué pocas veces he visto que esa afirmación vaya acompañada de hechos! ¡Y aún menos, que este comportamiento se convierta en un estándar de actuación recogido en un código! Y es que, mientras no se concrete, todo queda en bonitas palabras y buenas intenciones. Por eso, cuando descubrí el Código de Conducta que marca las pautas de actuación ética y responsable de la compañía, de todos sus empleados, pero también de todos los que trabajaran con y para SIGRE, no pude sino quitarme el sombrero. •Respeto a la legalidad y a los valores éticos •Desarrollo profesional e igualdad de oportunidades •Seguridad y salud en el trabajo •Conciliación del entorno personal con la actividad laboral •Desempeño de una conducta profesional íntegra •Tratamiento y confidencialidad de la información •Conflictos de intereses •Respeto al medio ambiente :: El Código de Conducta define los valores que deben sustentar la actuación de SIGRE como entidad socialmente responsable Según pude leer en el propio código de conducta, que se encuentra fácilmente en la web de SIGRE, fue aprobado por el Consejo de Administración en la reunión celebrada el 27 de octubre de 2009, e inmediatamente (un mes después) entró en vigor. El documento define los valores que deben sustentar la conducta socialmente responsable de esta entidad, y de todos sus colaboradores en el cumplimiento de sus funciones y de sus relaciones profesionales. Las actuaciones que se realicen deben basarse en valores tales como la excelencia, el compromiso con el desarrollo sostenible, la transparencia, el diálogo, la confianza, la conducta ética, el compromiso mutuo y la búsqueda de los máximos estándares de seguridad y calidad. Estos valores, generalmente reconocidos por todas las organizaciones, se exigen en todos los proveedores y empresas o entidades colaboradoras, de forma que ante comportamientos que se aparten de estas pautas, SIGRE reconsiderará la continuidad de la relación contractual. Es más, el Código de Conducta se convierte para socios próximos y estables en una cláusula más del contrato que la compañía que quiera trabajar con SIGRE debe firmar. El Código de Conducta determina pautas específicas de actuación en las siguientes áreas de contenidos: Pacto Mundial Otro de los puntos que me han llamado la atención al navegar dentro de su web fue descubrir que SIGRE es una de las selectas compañías firmantes del denominado Pacto Mundial de las Naciones Unidas (Global Compact), una iniciativa internacional de compromiso ético propuesta por la ONU en el año 2000. SIGRE suscribió en 2009 su decálogo de principios de conducta y acción en materia de Derechos Humanos, Trabajo, Medio Ambiente y Lucha Contra la Corrupción. El principal objetivo de esta iniciativa es involucrar a las empresas en la gestión de algunos de los principales retos sociales y medioambientales que la creciente globalización nos ha puesto encima de la mesa. Desde sus primeros meses de vida comenzaron a adherirse empresas de todo el mundo, empezando por las mayores y las más comprometidas socialmente. En la actualidad son más de 10.000 empresas de 130 países diferentes, gran parte de ellas multinacionales, tanto del Norte como del Sur. Un compromiso global 77 Los Diez Principios del Pacto Mundial están basados en Declaraciones y Convenciones Universales. Cuando se puso en marcha, la iniciativa sólo contaba con nueve principios: dos sobre derechos humanos basados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos; cuatro laborales, inspirados en la Declaración de la OIT sobre Principios Fundamentales, y Derechos Laborales; y tres sobre medio ambiente tomando como referencia la Declaración de Río sobre Medio Ambiente y Desarrollo. A mediados de 2004 se vio la necesidad de reforzar los nueve principios ya existentes con un décimo principio de lucha contra la corrupción, basándose en la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción. SIGRE adoptó también el compromiso con el Global Compact, totalmente en línea con su propio Código de Conducta, un importante paso en su compromiso con la responsabilidad y con el desarrollo de acciones de Responsabilidad Social Corporativa, y en diciembre de 2009 tomó la decisión de convertirse en socio de la Red Española del Pacto Mundial, haciendo de los diez principios una parte esencial de sus estrategias y políticas, de sus procesos, productos, servicios y operaciones, y en especial en la interacción con los distintos grupos de interés. Asumir el compromiso de implantar gradualmente los 10 Principios del Pacto Mundial de las Naciones Unidas, conlleva también la exigencia de publicar cada año un informe de progreso describiendo las acciones, resultados y objetivos llevados a cabo en relación a cada uno de los principios. Pero cuál no sería mi sorpresa cuando, revisando la memoria que cuelgan en su página web, me di cuenta de que SIGRE incluye en ella una tabla con la correspondencia entre los diez principios del Pacto Mundial y los indicadores GRI (Global Reporting Initiative, los estándares más extendidos para la elaboración de informes de sostenibilidad y responsabilidad social en todo el mundo). Es decir, que en su línea habitual de dar un paso más sobre lo exigible, en la búsqueda de los máximos patrones de transparencia informativa tanto para sus públicos internos como para los externos, había hecho de nuevo un alarde que pocas organizaciones podrían emular. No es sólo estar en el Pacto Mundial de la ONU; es cómo estar. 78 SIGRE. Diez años cuidando la salud de la naturaleza SIGRE suscribió en 2009 su decálogo de principios de conducta y acción en materia de derechos humanos, trabajo, medio ambiente y lucha contra la corrupción Los diez principios del Pacto Mundial 1.Las empresas deben apoyar y respetar la protección de los derechos humanos fundamentales, reconocidos internacionalmente, dentro de su ámbito de influencia. 2.Las empresas deben asegurarse de que sus empresas no son cómplices en la vulneración de los derechos humanos. 3.Las empresas deben apoyar la libertad de asociación y el reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva. 4.Las empresas deben apoyar la eliminación de toda forma de trabajo forzoso o realizado bajo coacción. 5.Las empresas deben apoyar la erradicación del trabajo infantil. 6.Las empresas deben apoyar la abolición de las prácticas de discriminación en el empleo y la ocupación. 7.Las empresas deberán mantener un enfoque preventivo que favorezca el medio ambiente. 8.Las empresas deben fomentar las iniciativas que promuevan una mayor responsabilidad ambiental. 9.Las empresas deben favorecer el desarrollo y la difusión de las tecnologías respetuosas con el medio ambiente. 10.Las empresas deben trabajar contra la corrupción en todas sus formas, incluidas extorsión y soborno. Compromiso con el buen hacer Cuádruple certificación AENOR Todos tenemos la experiencia de creer estar haciendo algo bien y que alguien de fuera venga a decirte lo mal que lo estás haciendo. No basta con poner buena voluntad, ni siquiera con seguir unas pautas marcadas para hacer las cosas, cuando tu tarea es delicada y de ella depende algo importante. En mi caso, nunca me dicen si hago bien mi trabajo, porque con tal de abrir puntualmente todos los días y tener las publicaciones que la gente me pide, parece que no hay mucho más de qué preocuparse. Pero incluso lo que parece más sencillo no siempre lo es. De ahí que existen las certificaciones externas, es decir, alguien acreditado de fuera, un tercero, que garantiza que cumples los estándares y los requisitos necesarios para hacer bien tu trabajo. Puede ser de productos, procesos, sistemas o personas, y su valor es proporcional al prestigio de quien lo certifique. En nuestro país es Aenor (Asociación Española de :: SIGRE siempre ha tenido como objetivo ofrecer los mejores estándares de calidad al sector y a la sociedad Normalización y Certificación) una de las entidades más conocidas para estas certificaciones, de la que nadie duda. Es la única manera de realizar una evaluación imparcial e independiente, contrastando el cumplimiento de los requisitos, contenidos en normas, especificaciones técnicas, reglamentos o cualquier otro documento normativo. Pues bien, SIGRE ha querido confrontar su modo de actuar con los estándares de las mejores prácticas, impregnado por la misma cultura del sector farmacéutico, que siempre se ha caracterizado por la creación de protocolos en todo lo que hace para garantizar la calidad, la seguridad y la eficacia, mucho más allá del mero cumplimiento de las normativas. La filosofía de que si el proceso es bueno, el resultado debe también serlo movió a SIGRE a establecer desde el principio mecánicas, métodos y procedimientos que garanticen que cada proceso se realiza de la manera adecuada. Y así, en el año 2006 se convirtió en el primer Sistema Integrado de Gestión (SIG) en obtener una triple certificación de AENOR, y cuatro años después en el primero también en formar parte del reducido club de empresas españolas en lograr cuatro certificaciones de Aenor. En 2006 se convirtió en el primer Sistema Integrado de Gestión (SIG) en obtener una triple certificación de AENOR, y cuatro años después en el primero en formar parte del reducido club de empresas españolas en lograr cuatro certificaciones de AENOR Un compromiso global 79 Las primeras tres certificaciones que se pidieron fueron las relativas a los sistemas de Gestión de Calidad (que dé fe de la optimización de sus métodos de gestión de cara a los servicios que presta), Medio Ambiente (que acredite que integra un comportamiento respetuoso con el entorno en todas las actividades que lleve a cabo) y Riesgos Laborales (cumplimiento de toda la normativa en relación a la seguridad y salud laboral), y en 2010 se completó con el sistema de Gestión Energética, cuyo objetivo es la mejora de la eficiencia en el aprovechamiento de los recursos y la reducción de los consumos de energía. La exigencia interna en los procesos de poco valdría si no se trasladara lo mismo a los agentes, colaboradores, suministradores y subcontratistas que trabajan con SIGRE. Por eso, además del control de las autoridades medioambientales y sanitarias (tramitando los permisos, recabando información o realizando inspecciones), la propia SIGRE ha establecido una serie de controles directos sobre los distintos agentes que participan en el Sistema para garantizar su adecuado funcionamiento: auditorías, aplicación de instrucciones técnicas, protocolos de seguridad, trazabilidad del residuo, etc. :: La mejor medida ante los recursos naturales no renovables es la reducción de su consumo Las certificaciones La certificación del sistema de Gestión de Calidad (ER-1824/2006, conforme a la Norma UNE-EN ISO 9001:2000) Acredita que la compañía basa su razón de ser en la búsqueda de la satisfacción de sus clientes o sus grupos de interés y en la consecución de un progreso continuo de las actividades que se lleven a cabo. En suma, lo que certifica es la voluntad y capacidad de SIGRE de mantener un sistema eficiente en lo que a la calidad del servicio prestado se refiere. La certificación del sistema de Gestión de Seguridad y Salud Laboral (SSL-0126/2006 conforme a la especificación OHSAS 18001:1999) Lo que garantiza es el cumplimiento de las disposiciones legales en materia de prevención de riesgos laborales, tanto en la propia SIGRE como en subcontratistas y proveedores, y el fomento de la participación del personal para mantener un nivel adecuado de seguridad y salud en la empresa. La certificación del sistema de Gestión Ambiental (GA-2006/0499 conforme a la Norma UNE-EN ISO 14001:2004 de Aenor) Da fe de que SIGRE cumple con todas las disposiciones legales en materia de medio ambiente y evalúa de forma sistemática y periódica su gestión medioambiental. De igual forma, previene, minimiza y en la medida de lo posible elimina la contaminación y las perturbaciones que inciden negativamente en el entorno ambiental mediante la reducción de consumos, la correcta gestión de sus residuos, la calificación ambiental de sus proveedores y la formación y sensibilización de sus empleados en este campo. La certificación de Aenor al Sistema de Gestión Energética (de acuerdo con la norma UNE 2163001:2007) Acredita la búsqueda permanente de la mejora en la eficiencia en el aprovechamiento de los recursos y reducir los consumos de energía, con su consiguiente ahorro financiero y beneficio medioambiental. Para ello, SIGRE implementó un sistema de gestión energética en sus instalaciones con la colaboración de la consultora Emes, experta en eficiencia energética. De hecho, SIGRE ha sido una de las treinta empresas seleccionadas en nuestro país dentro del programa piloto para implantar Sistemas de Gestión Energética certificados por Aenor. 80 SIGRE. Diez años cuidando la salud de la naturaleza Premios y reconocimientos Soy de esa gran masa de gente que nunca ha ganado nada, ni la lotería de Navidad (aparte de la pedrea), ni una quiniela, ni una primitiva… Pero tampoco he recibido nunca un premio. No conozco la sensación que debe producir que alguien desde fuera reconozca tu trabajo y, públicamente, te otorgue una distinción. A veces he pensado que si tuviera algún tipo de trofeo, construiría una vitrina solo para exhibirlo, porque seguro que estaría muy orgulloso de él, aunque fuera de un torneo de ajedrez del barrio. Me imagino entonces la satisfacción que debe producir acumular más de un premio por año, en una década de operatividad, como le ha ocurrido a SIGRE. Sin duda es difícil destacar un premio sobre otro, porque todos son importantes y todos suponen ese reconocimiento externo a la tarea bien hecha del que hablaba. En estos diez años, la labor de SIGRE ha sido reconocida por diversas instituciones y organizaciones, públicas y privadas, tanto por la innovación en sus iniciativas como por el esfuerzo y la efectividad en las campañas de sensibilización, en las acciones de formación, o simplemente por su actuación en beneficio del medio ambiente. Entidades como la Comunidad de Madrid, la Fundación Mapfre, la Cámara de Comercio de Madrid, el CEIM, el IESE, la consultora Garrigues, la Fundación Ciencias del Medicamento o IBDOS-Microsoft; y medios de comunicación económicos de la talla de Expansión o Actualidad Económica (en tres ocasiones); o especializados como Diario Médico, El Global o Correo Farmacéutico (tres veces), también han sabido reconocer el buen hacer del sistema de reciclado del sector farmacéutico español. Sé a ciencia cierta que estos premios son difíciles de ganar, que hay muchos candidatos y no se los da a cualquiera. Es cierto que cada premio es especial, pero no es menos cierto que algunos tienen un sabor más dulce, bien porque se reconoce algo en lo que se había puesto un particular esmero; bien por quién lo concede; bien incluso por quién lo entrega. :: S.M. La Reina hizo entrega al presidente de SIGRE del premio MAPFRE a la Mejor Actuación Ambiental en 2009 Un compromiso global 81 En este último caso estaría el que entregó S.M. la Reina Doña Sofía, en abril de 2009, por la “Mejor Actuación Medioambiental”, que recogió el presidente de SIGRE, Humberto Arnés, en presencia de la entonces Ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez. El Jurado de estos premios, que anualmente otorga la Fundación Mapfre, distinguió la contribución que los agentes del sector farmacéutico están realizando a través de SIGRE para el desarrollo sostenible de la sociedad. Curiosamente, la entrega de este premio generó la concesión de otro, ya que, en línea con la visión medioambiental que rige las actuaciones de SIGRE, la compañía decidió destinar la dotación económica de ese galardón a promover y financiar “Eventos de Emisiones Compensadas” dentro del sector farmacéutico, compensando económicamente las emisiones de CO2 provocadas como consecuencia de la celebración de actos organizados por el sector. Esta iniciativa le valió uno de los premios otorgados por la revista Actualidad Económica a las 100 Mejores Ideas del año. Otro galardón de especial significación fue el concedido por IBDOS-Microsoft en 2007, que reconocía a SIGRE como Empresa Innovadora por su base de datos que recoge todas las especialidades farmacéuticas que se comercializan en nuestro país. Y también significativos fueron los premios que ganó unos meses después de ponerse en marcha el sistema, en 2002, a la Mejor Idea (de Actualidad Económica) y a la Mejor Iniciativa Ambiental Empresarial, en la V Edición de los Premios de Medio Ambiente (de Garrigues Medio Ambiente, Expansión y el IESE). Si continúa trabajando como hasta ahora, no me cabe la menor duda de que continuará engrosando sus vitrinas con nuevos premios cada año. En estos diez años, la labor de SIGRE ha sido reconocida por diversas instituciones y organizaciones, públicas y privadas, tanto por la innovación en sus iniciativas como por el esfuerzo y la efectividad en las campañas de sensibilización, en las acciones de formación, o simplemente por su actuación en beneficio del medio ambiente :: Han sido numerosas las instituciones, empresas y medios de comunicación que han reconocido públicamente y en forma de premios la labor llevada a cabo por SIGRE durante estos años 82 SIGRE. Diez años cuidando la salud de la naturaleza Los galardones Esta es la relación de los galardones concedidos a SIGRE en estos años: 2002 •Premio a la Mejor iniciativa ambiental empresarial (V Edición de los Premios de Medio Ambiente) concedido por Garrigues Medio Ambiente, Expansión y el IESE. Entregado por la Secretaria de Estado de Medio Ambiente y Antonio Garrigues. •Mejores Ideas de 2002 concedido por Actualidad Económica. 2003 •Mejor campaña socio-sanitaria del año concedido por la Fundación Ciencias del Medicamento y El Global (periódico de referencia en el sector farmacéutico), por la campaña de revisión de botiquines. 2004 •Premio a la Planta de Clasificación concedido por Correo Farmacéutico (periódico de referencia en el sector farmacéutico) 2005 •Premio de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid concedido por Comunidad de Madrid, la Cámara Oficial de Comercio e Industria de Madrid y la Confederación de Empresarios Independientes de Madrid. Premio Accésit Medio Ambiente 2005. •Mejores Ideas 2005 concedido por Diario Médico, por la Campaña de Comunicación de SIGRE sobre revisión de botiquines domésticos. •Mejores Ideas 2005 concedido por Correo Farmacéutico, por la Guía sobre formulación editada por SIGRE para los farmacéuticos. 2006 •Premio a la Labor formativa concedido por Correo Farmacéutico. 2007 •Empresa innovadora concedido por IBDOSMicrosoft, a la base de datos de SIGRE que recoge todas las especialidades farmacéuticas que se comercializan en nuestro país. 2009 •Premio a la Mejor actuación medioambiental concedido por la Fundación Mapfre y entregado por S.M. La Reina Doña Sofía. •Premio a las 100 Mejores Ideas concedido por Actualidad Económica, por la iniciativa de patrocinar actos como “Eventos de emisiones compensadas”. 2010 •Premio a las 100 Mejores Ideas de 2010 concedido por Actualidad Económica, por la campaña “receta salud + receta medio ambiente”. Un compromiso global 83 Hacia dónde vamos Ya iba a dar por terminado este breve trabajo sobre mi visión de lo que ha sido una de las iniciativas más interesantes en el terreno del reciclado en el mundo, dentro de su modestia, después de haber contado su puesta en marcha y su expansión, el funcionamiento del sistema, quién está detrás, sus compromisos hacia dentro y hacia afuera… después de haber desvelado y desgranado, en definitiva, lo que es y ha sido SIGRE en estos diez años de trabajo. Me disponía ya a despedirme del lector, cuando en una de mis charlas interminables con mi amigo el farmacéutico, en la que le puse un poco al día de la tarea que me ocupaba, nos adentramos en lo que cada uno creíamos que sería el futuro del reciclado de los envases y restos de medicamentos. Ignoro si al común de los mortales puede parecerle un tema apasionante, pero a mí me lo pareció. Y me convencí de que no podía terminar esta humilde obra sin investigar un poco sobre por dónde irían los tiros en el futuro y aportar una breve reflexión. Es por eso por lo que me atreví a contactar de nuevo con la gente de SIGRE que, una vez más, atendieron gentilmente mis peticiones y pude tener de nuevo una amigable y distendida conversación sobre el tema que me preocupaba. Hacia dónde vamos 85 Una de las conclusiones que saqué fue que la Sociedad del Reciclado –esto es, una sociedad que previene la generación de residuos y los aprovecha como nuevos recursos– no es una moda pasajera ni un invento efímero. Todo parece indicar que está aquí para quedarse, y no solo por motivos de concienciación ecológica ciudadana (el tema del cambio climático es algo que mueve y sensibiliza a la ciudadanía, porque hay conciencia de que va a más), sino también por razones económicas. Me resultó sorprendente el dato aportado por el estudio “Más empleos, menos residuos” que la Asociación Amigos de la Tierra entregó a la Comisión Europea, que afirma que aumentar el porcentaje de reciclaje de residuos podría crear medio millón de empleos en la UE. En la misma línea se manifestó el Presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, en el Informe del Estado de la Unión: para 2020 se podrían haber creado tres millones de empleos verdes. El compromiso es cuidar cada vez más el medio ambiente, con unos objetivos en el campo del reciclaje en general o en el de generación de residuos, sin descender a los medicamentos, cada vez más ambiciosos y exigentes. Desde evitar progresivamente los envases hasta utilizar materiales más ecológicos, pasando por reciclar más y prohibir materiales tóxicos... Lo que conduce a regular la composición de los envases y productos. La demanda proviene de la sociedad, a través de instituciones, ONGs, agrupaciones de ciudadanos… La nueva Directiva Marco de Residuos, que incide en el concepto de ciclo de vida, estableciendo el orden de prioridad a la hora de reciclar residuos, apunta por ese camino. En lo más alto de la lista está la prevención de generarlos, y a continuación le siguen la reutilización, el reciclado, la recuperación y la eliminación (vertido o valorización energética), que sería el último recurso. No todos los Estados miembros se comportan de igual manera en la recogida, gestión y reciclado de residuos. En algunos han desaparecido prácticamente los vertidos, mientras que en otros se sigue enterrando el 90% de las basuras. Muchos de ellos no han transpuesto la citada Directiva Marco, algo que en diciembre de 2010 debería estar hecho, al concluir el período transitorio de dos años que se otorgó. Así, no es extraño que una de cada cinco infracciones en materia de medio ambiente en la UE tenga que ver con el tema de los residuos. En el ámbito de los medicamentos, todo esto es igualmente aplicable, pero aumenta la complejidad, tanto por la propia composición de los productos como :: Los ciudadanos disponen de un Punto SIGRE cerca de su domicilio, con las garantías sanitarias y medioambientales que le ofrece la farmacia 86 SIGRE. Diez años cuidando la salud de la naturaleza por el índice de asimilación en el cuerpo humano que tienen, o los hábitos inadecuados que todavía persisten en muchos sociedades europeas para deshacerse de sus restos de medicamentos. En primer lugar, debemos prestar más atención a los llamados contaminantes emergentes (farmacia y cosmética), por lo que hay que afinar cada vez más, ver qué y cómo contaminan, qué daña la capa de ozono, qué tiene mayor impacto ambiental. En los últimos diez años se han intensificado los estudios sobre el impacto medioambiental de los medicamentos. Por ejemplo, para detectar posibles contaminantes en las aguas superficiales, ya que ahora se detectan medicamentos que antes no se consideraban. En los ríos o en las aguas que salen de las depuradoras, hay unas muy pequeñas dosis de los medicamentos más consumidos, como analgésicos, antiinflamatorios, anticonceptivos, antidepresivos, ansiolíticos, etc. Son concentraciones mínimas, pero que pueden tener efectos sobre la vida acuática y que prácticamente provienen en su totalidad de las excreciones tanto humanas como de los animales. Hasta ahora no se ha demostrado nada en el sentido de causa-efecto en el hombre, pero hay un principio de prevención. De ahí que los medicamentos están teniendo que salvar filtros medioambientales cada vez más exigentes a través de la Evaluación de Riesgos Medioambientales. Se trata de prever (y prevenir) los daños ambientales de cada uno de los medicamentos que se sacan al mercado. Si un medicamento tiene cierto grado de toxicidad tendrá muchas más dificultades para ser aprobado y autorizada su venta, aún en el caso de que primen sus efectos curativos. Por otro lado, y puesto que las pequeñas concentraciones detectadas en los ríos provienen principalmente de la excreción, ya que los medicamentos no se asimilan en un 100%: la parte que se asimila y se queda en el cuerpo, es la que cura, pero el resto se elimina; La industria farmacéutica está haciendo un gran esfuerzo fijándose como objetivo diseñar medicamentos que se asimilen en un alto porcentaje –si es posible en un 100%–, para que sean más ecológicos y evitar así su presencia en las aguas. Lo que acompañado de la mejora en las técnicas de depuración paliarán en gran medida los efectos de los llamados contaminantes emergentes farmacéuticos. En Europa y en el ámbito de los residuos que son responsabilidad de SIGRE, todo apunta a que se van a consolidar los sistemas de recogida de residuos domiciliarios de medicamentos a través de las farmacias, y evitando así que los potencialmente peligrosos sean desechados por los desagües o por la basura, minimizando aún más, si cabe, sus posibles efectos sobre las aguas, como ya se ha comentado. Por tanto, en España no es previsible que se produzcan cambios radicales en el funcionamiento del sistema, sino simplemente mejoras en el sistema. La situación española es muy flexible y adaptable de cara a los cambios. Pero, ¿el objetivo es aumentar cada año en volumen de reciclado? Pues aunque pueda parecer paradójico para un sistema de recogida de residuos, no exactamente. Lo lógico es que aumente el volumen de recogida en función del aumento del número de medicamentos que se venden. Una vez conseguida una “velocidad de crucero”, una vez implantado el hábito de hacer revisiones periódicas del botiquín y con crecimientos de recogida de envases y medicamentos caducados que denotan ya una madurez en el sistema, el objetivo podría ser paradójicamente recoger menos –o como mucho, con crecimientos vegetativos–, ya que eso indicaría que lo que mejora es el uso responsable del medicamento, el primer objetivo de SIGRE y del sistema. Que se recogiera menos querría decir que los ciudadanos cumplen los tratamientos, que no acumulan medicación en sus botiquines y, en definitiva, que el uso es más responsable. En Europa y en el ámbito de los residuos que son responsabilidad de SIGRE, todo apunta a que se van a consolidar los sistemas de recogida de residuos domiciliarios de medicamentos a través de las farmacias Hacia dónde vamos 87 Los retos de SIGRE Hasta aquí, he intentado resumir en unos cuantos folios lo que ha hecho SIGRE en estos diez últimos años de actividad. Pero, a partir de ahora, ¿qué? ¿Cuáles son sus retos como empresa para los próximos diez años? La pregunta pude hacérsela a diferentes empleados de SIGRE, con lo que me hice una composición creo que bastante ajustada. El más importante con diferencia es dar la mayor satisfacción a las demandas de los grupos de interés, ya que eso supondría estar cumpliendo con los compromisos adquiridos ante la sociedad, así como seguir actuando con total transparencia para continuar generando confianza. Para ello, el mayor desafío para el futuro es profundizar en la línea ya iniciada de integrar la Responsabilidad Social en la estrategia de gestión de la entidad. Ejemplo de ello es la sistematización de las buenas prácticas, creando documentos como el Código de Conducta o la Memoria Anual RSC, pero más concretamente el Plan Estratégico de RSC 2010-2012, en el que se detallan las líneas de actuación en el terreno social, económico y medioambiental así como la situación actual y los objetivos a tres años. El mayor desafío de SIGRE para el futuro es profundizar en la línea ya iniciada de integrar la Responsabilidad Social en la estrategia de gestión de la entidad Todo esto no es fruto de una improvisación espontánea, sino de un proceso de maduración interna de casi cuatro años, definiendo los pasos para introducirse en este área con garantías. No es una fachada, una táctica publicitaria, o una operación cosmética, sino que responde a la convicción profunda del Consejo de Administración y de la dirección de SIGRE. Se trata de actuar simbióticamente con el medio, de dar y recibir en proporciones similares. Todo ello, se ha reflejado en el Manifiesto del 10º aniversario que SIGRE ha redactado y en el que se recogen sus compromisos con la innovación, su empeño por la promoción e integración de los valores de la responsabilidad social en su cultura, la apuesta por ofrecer el mejor servicio al ciudadano y al sector o la incorporación de prácticas sostenibles a su actividad. Con esto creo que doy cumplida cuenta de mi propósito inicial, que no era otro que desvelar lo que hay detrás del simbolito verde de SIGRE y el contenedor blanco que un día, hace ahora diez años, colocaron en la farmacia de enfrente de mi quiosco para que depositáramos en él los medicamentos caducados y los envases de las medicinas terminadas con el fin de darles el correcto destino medioambiental. He intentado modestamente hacer una breve crónica de estos diez años, tratando de acercar un poco al lector una actividad no muy conocida pero riquísima e interesante, que nos afecta a todos porque vela por nuestra salud y la de la naturaleza, como dice su eslogan, y de la que los españoles podemos estar orgullosos. Diez años de una actividad intensa y productiva, que prometen otros diez años más llenos de vigor y movimiento, y que, si las fuerzas me llegan, trataré de contarles de nuevo en el año 2021. :: (Página siguiente) Tras 10 años de actividad, SIGRE ha querido actualizar sus compromisos con la sociedad española y ha hecho público este nuevo Manifiesto 88 SIGRE. Diez años cuidando la salud de la naturaleza Hacia dónde vamos 89 ¡Gracias! La celebración del décimo aniversario es motivo de echar la vista atrás y agradecer lo vivido y a quienes lo han hecho posible. En el caso de SIGRE, son muchos los colectivos, grupos e instituciones los que han aportado trabajo, ilusión, tiempo y dedicación para que todo esto saliera adelante, empezando por los propios ciudadanos quienes, con su colaboración, permiten que funcione el sistema. El equipo humano que integra SIGRE, compuesto por catorce personas, también ha sido clave fundamental para dar forma, continuidad y buen fin a esta trayectoria de los últimos diez años. Lo mismo que los miembros del Consejo de Administración –los que estuvieron, los que desgraciadamente nos dejaron y los actuales–, así como quienes han formado y forman parte de los comités de expertos que nos asesoran tanto en las tareas de comunicación como en los planes de prevención. ¡Gracias! 91 A ellos habría que sumar también los proveedores y colaboradores habituales, que nos han acompañado durante estos diez años de actividad y han contribuido estratégicamente en los ámbitos de la consultoría de comunicación y la asesoría global, legal, fiscal y medioambiental. Pero aparte de todos ellos, están muy claramente identificados los colectivos que, gracias a su apoyo y participación, han contribuido desde el principio al éxito de este proyecto. Son los tres agentes que configuran el proceso: la industria farmacéutica, las oficinas de farmacia y la distribución; y por otro lado, las Administraciones públicas como impulsoras y favorecedoras de estas actuaciones en cada Comunidad Autónoma. Estos agradecimientos toman forma de insignias y reconocimientos que se otorgan a aquellas personas o instituciones que han destacado particularmente por alguna circunstancia en estos diez años de funcionamiento. •En el campo de la industria, quien más ha despuntado por su apoyo y contribución a que SIGRE esté hoy donde está, y por tanto quien se ha hecho acreedor de este agradecimiento especial, es Jesús Acebillo, CEO de Novartis, quien en su etapa como presidente de Farmaindustria puso en marcha el sistema de reciclado. Acebillo creyó en este sistema pionero e innovador y le dio el impulso definitivo. •En el ámbito de las farmacias, es el hasta hace poco presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, Pedro Capilla, quien además fue durante nueve años vicepresidente del Consejo de Administración de SIGRE, la persona que más ayudó a implantar el sistema, y que supo canalizar la sensibilidad del farmacéutico en materia de medio ambiente, lo que ha permitido que el ciudadano también pueda contar con su asesoramiento en esta materia. •En cuanto a los distribuidores, Antonio Peleteiro, que fuera secretario general de la patronal desde su fundación, estuvo con SIGRE desde el primer momento. Siempre fue el interlocutor y el mediador con la distribución farmacéutica, siempre mostró un apoyo incondicional al proyecto y es de justicia reconocerlo. :: De arriba a abajo: Jesús Acebillo, Pedro Capilla y Antonio Peleteiro, tres de los artífices que con su visión de futuro hicieron posible la realidad que hoy es SIGRE 92 SIGRE. Diez años cuidando la salud de la naturaleza :: El equipo humano de SIGRE, capitaneado por Juan Carlos Mampaso, su Director General, ha sido clave para dar forma y continuidad a la trayectoria de SIGRE durante estos 10 años •Es difícil destacar una Administración medioambiental sobre otra, pero también es cierto que hay datos objetivos que apuntan más a alguna: en este caso, en Galicia se hizo la prueba piloto de Orense; en Galicia se inició la implantación y arrancó el sistema; y Galicia ha albergado la planta de clasificación todos estos años. Parece también justo destacar a la Consellería de Medio Ambiente por el apoyo dado desde el principio, las facilidades otorgadas para la puesta en marcha, y, simplemente, porque ha estado junto a SIGRE allí. AEMPS autorizó la inclusión del logotipo de SIGRE en los envases y lo tramitó ante la Agencia Europea (EMEA) para su utilización en Europa. La inclusión de la leyenda sobre SIGRE en los prospectos de medicamentos, autorizada por la Agencia, recogiendo el espíritu de la Ley de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos, será una nueva llamada de atención al ciudadano sobre la forma correcta de cerrar el ciclo de vida del medicamento. •También es justo reconocer el impulso que han dado al reciclado de los restos de medicamentos las autoridades sanitarias, nacionales y autonómicas, y, en especial, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad. La ¡Gracias! 93 José Manuel Burgueño es periodista, doctor en Ciencias de la Información y profesor de Periodismo en la Universidad Antonio de Nebrija. Autor de varios libros de periodismo y divulgación, es experto en comunicación institucional, área en la que ha desarrollado gran parte de su carrera. Este libro ha sido impreso en papel 100% reciclado y con certificación FSC. Las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) asociadas a la edición y distribución de este libro han sido compensadas mediante proyectos de reducción de emisiones de GEI a través de CeroCO2.