<<Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. En vano me rinde culto, enseñando preceptos que son humanos. Dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres... Así anulan la palabra de Dios por la tradición que ustedes mismos se han transmitido. >> Mc 7: 6-8, 1 EL MENSAJE [Dios] & EL CANAL [Los Hombres] Instituciones, Escritos, Predicas y Practicas entre otros, han constituido las innumerables formas de comunicación (canal) de un mensaje universal creyente. Los errores cometidos por sus representantes “enseñando preceptos que son humanos”, desde la inquisición hasta la pedofilia, discriminación, intolerancia y otros (asumidos y lamentados por el Papa Juan Pablo II en 1982, 1985, 1987, 1992, 1994, 1995, 1997, 2000, 2004 y por el Papa Benedicto XVI en 2010, 2012, etc.) han empañado sin embargo a la imagen de Dios mismo. LA CONFUSION ENTRE EL MENSAJE DIVINO Y EL CANAL (medios evangelizadores), ha polarizado las distintas posturas espirituales al punto de convertir la diversidad de opiniones en una lucha impositiva por la “razón”. Los problemas de comunicación (la falta del respeto, el extremismo, la superficialidad en la comprensión, la generalización, el estigma de la obligación por sobre la invitación, etc.) se han desperfilado tanto del esencial cristiano (EL AMOR, primer mandamiento), como de la formula mas armónica de convivencia (aunque sea esta libre de creencias). CRISTIANOS La misión evangelizadora dirigida a un público heterogéneo (cristianos, agnósticos, ateos), requiere de un lenguaje correspondiente, idóneo y comprensible a cada tipo de receptor, según sus creencias, su visión de mundo, y particularmente los PUNTOS EN COMUN. Hablar de Dios en un modo religioso ante un a-teo (sin Dios), carece de receptividad, no así hablar de los valores comunes (la etiqueta Dios suele asociar el prejuicio a este, inhibiendo la atención al mensaje mismo). Por el contrario, expresar a Dios en un “mismo idioma”, ofrece las posibilidades de un complemento (tomando el ejemplo de la ciencia, si Dios existe coexiste con la ciencia, y si creó el mundo es porque la ciencia la pensó). La verdadera fe no niega sino que avanza. Una confianza integral supera las fallas, las confusiones, las incomprensiones que parecieran divergir de la percepción cristiana: Dios procede en formas infinitas. AGNOSTICOS Las fallas institucionales, gatillantes de la pérdida de confianza, junto a la carencia de una relación espiritual PERSONAL (“Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mi”) han contribuido significativamente como factores que encauzan una respuesta agnóstica. La percepción de la religión en contestación a los deseos y necesidades (cuando estas no se cumplen, pareciera fracasar) junto con las aparentes incompatibilidades entre el “carpe diem” (“vivir el presente”) y los argumentos cristianos (disciplina, entrega, compromiso, mesura, humildad, sobriedad, etc.) desacierta el sentido del real cristianismo. Dios es el modelador que actúa a través de las personas y no la imagen conveniente de un hada mágica. ATEOS Tanto las “incongruencias” generadas por una comprensión parcial del mensaje cristiano (noticias controversiales, generalización de las malas conductas, interpretaciones arbitrarias, mitos etc.), como las contradicciones entre la predica y la practica (defectos del canal) parecieran justificar la “invalidez” de un mensaje teísta. La percepción caricaturesca de la religión como un poder vengativo-extremista, manipulador y oportunista (canal) ha seducido ante la propuesta cristiana del AMOR (MENSAJE): Jesús fue el primero en consolidar el amor al prójimo (prioridad) como estilo de vida, y esta es una novedad del Nuevo Testamento. Los defectos institucionales, masificados en el estereotipo cristiano, se han difundido en pseudoargumentos al rechazo del cristianismo. Los errores que cuestionamos y criticamos, sin embargo son de los hombres, y no de Dios en el cual nos excusamos. El no existe en función del actuar de sus seguidores ni de la popularidad que reciba, no depende de estos ni desaparece con estos. El Cristianismo no es el bote salvavidas que rescata ante los problemas; es más bien un estilo de vida relacional (un DIALOGO constante entre creyente y Dios, en palabra y acción), cuyo único centro es el Amor. Justamente donde se contradice el amor (“Dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres”), es donde deja de ser cristianismo, pasando a ser falsas interpretaciones. Dios sobrepasa cualquier catalogación en la que se le busque definir. Acordando que ninguna persona tiene la verdad absoluta y nadie está totalmente equivocado, los distintos puntos de vista ganan su derecho al respeto, a la tolerancia, y a la coexistencia. En presencia de estos, el Cristianismo es una propuesta de formación intra e interpersonal, en la que Dios actúa a través de los hombres, bajo el fundamento supremo del AMOR. Señor director: La reciente noticia de la elección del nuevo sucesor de Pedro ha inundado de alegría al mundo católico. Un Pontífice ejemplo de humildad y entrega a la obra de Dios en la tierra. La posibilidad de tenerlo en nuestro país se convierte en un sueño esperanzador. La invitación realizada por el gobierno para cumplir este anhelo transversal a toda nuestra sociedad se suma a las invitaciones ya realizadas por la jerarquía de la Iglesia, y de la ciudadanía completa a través de la campaña “Soy Católico”. Confiamos en que estas gestiones, junto a la oración de todo un pueblo y la providencia de Dios, permitan tener a Francisco este año en Chile tras la Jornada Mundial de la juventud. Pamela Harris Directora de Comunicaciones Soy Católico “Sientan los mas jóvenes que esta llamada se hace de manera especial a ellos; recíbanla pues, con entusiasmo y magnanimidad” (Tomás Morales S.J) A través de la historia, hemos sido testigos de la vida y obra de grandes líderes católicos, hombres y mujeres que fueron capaces de cambiar la historia de la humanidad llevando un mensaje de paz, de amor, de lucha por la vida y de justicia social. Sin ir más lejos, durante el siglo XX personajes como Padre Alberto Hurtado, Karol Wojtyla, fueron quienes a través de su constante entrega dieron testimonio vivo de las enseñanzas de Jesús. Participar activamente en la misión salvadora de la Iglesia ha sido durante el siglo XX y XXI, el principal llamado de los Papas hacia la juventud. Ya lo decía San Pio X: “Lo más necesario en la sociedad de hoy, es tener en cada parroquia un grupo de seglares virtuosos, resueltos, intrépidos, verdaderos apóstoles”. Fue esa también la consigna del Concilio Vaticano II: “Los laicos están llamados a procurar el crecimiento de la Iglesia, a hacerla presente y operante en los lugares y condiciones donde ella no puede ser sal de la tierra sino a través de ellos”. Pero, ¿cómo asumir este llamado que la Iglesia nos hace? Hacernos parte de este llamado implica asumir responsabilidades, implica convertirnos en verdaderos líderes capaces de llevar con fuerza el mensaje evangelizador a cada persona y lugar. El padre Tomás Morales S.J. a través de sus obras “Forja de Hombres” y “Laicos en Marcha”, nos orienta para convertirnos en verdaderos líderes católicos: Según él, el líder debe en primer lugar, “hacer-hacer”, es decir, no asumir toda la responsabilidad él mismo, sino que confiar o delegar en otros las tareas que son necesarias para la causa: “hacer trabajar a diez en vez de trabajar por diez”. Hacer esto, implica suscitar en el otro la colaboración, apoyarse en el equipo de seglares, repartir tareas, estar al corriente de necesidades y situaciones, ejercer una autoridad discreta y paternal. Debe ser también reflexivo, constante, responsable y humilde, debe saber escuchar y corregir a quien se equivoca, conocer la realidad del otro, debe vencer el miedo y la timidez.En segundo lugar, un buen líder debe renunciar a la prisa. La paciencia es la clave de la santidad personal y por lo tanto, del éxito en el apostolado. Una gran obra comienza Iglesia universal y no dejarse llevar por con un pequeño grupo selecto de personas cierta congregación, o inspirarse en tal o comprometidas que durante el tiempo se cual sacerdote. “No hay actividad humana van multiplicando. Si se fracasa, se debe alguna que sea ajena a la solidaria tarea comenzar la labor con otros sin desalentarse evangelizadora de los laicos”. jamás. Conquistar alma por Y por último “Es la hora de las almas que han alma debe ser la premisa, debe primar en él la comprendido que ser cristiano es una escuchar, conocer y formar vida interior, debe ser fortuna, pero también un gran peso, peligro y deber… Es preciso trabajar son procesos lentos que reflexivo y mantener hoy, porque mañana sería tarde” deben tomar el tiempo que oración constante. Pablo VI sea necesario. Buscar constantemente el camino a Cristo por En tercer lugar, no dejarse encandilar por medio de la Virgen, tal como afirma Pablo mesianismos sociales ni políticos. Las VI: “María es siempre camino que conduce a estructuras sólo se reforman si se cambia el Cristo. Todo encuentro con Ella no puede hombre. Esto es lo verdaderamente difícil y menos que acabar en un encuentro con lo único decisivo a la larga. Se será mejor Cristo mismo. El continuo recurso a María cristiano en la medida que sea mejor no es sino buscar en sus brazos, en Ella, por obrero, mejor estudiante, mejor artista, Ella y con Ella, a Cristo nuestro Salvador, a mejor jefe de empresa, mejor hombre de quien los hombres, en los desalientos y Estado. Cristo no es sólo vida del alma, sino peligros, tienen necesidad de dirigirse como vida de todo el hombre. Nada escapa a su puerto de salvación y fuente trascendente acción: familia, profesión, economía, de la vida”. Cultivar una vida interior educación, pasatiempos, etc. intensa es la clave del éxito, más aún, si lo hacemos a través de María. En cuarto lugar, no convertirse en Un líder católico al mundo debe tener organizador de entretenciones. Cuando la siempre presente que no debe desperdiciar llama del ideal prende, la juventud, no ocasiones, ya que desperdiciar una ocasión encuentra mayor diversión que en el implica perder un alma, una palabra puede apostolado, en la conquista de sus ser decisiva en la vida de una persona. hermanos, por lo tanto un buen líder debe Debe saber esperar y no desanimarse ante saber conquistar almas sin recurrir a la la adversidad o diversión como medio de atracción de el fracaso. multitudes. En quinto lugar, el líder debe BOLETIN DESARROLLADO POR tener amplitud ecuménica en la mentalidad y en la acción. Un líder católico debe ser capaz de llegar a todas y cada una ilcrobertschuman.wordpress.com @ilcschuman de las personas que aparezcan en su camino. Debe sentirse un ciudadano de la