Conexiones ilegales y mal uso de "zapatillas" figuran entre las principales causas de incendio Durante 2010, Bomberos atendió 1.047 incendios por causas eléctricas en la Región Metropolitana, cuenta Gustavo Verdugo, presidente del Consejo de Comandantes de la Región Metropolitana de Bomberos . La mayoría de ellos se produjeron durante el invierno. Este año ya han recibido más de 400 llamadas de emergencia por el mismo motivo. "Sólo se nota un leve aumento con respecto al año pasado, pero no por eso deja de preocuparnos", dice el comandante. Es que las noticias no dejan de ser alarmantes. En abril se incendiaron 14 locales comerciales en La Vega; en mayo, otro siniestro afectó al Pueblito de Los Dominicos, en Las Condes, y en junio hubo un amago de incendio en el Hospital Exequiel González Cortés que obligó a evacuar a 45 niños. En todos ellos, la causa más probable fue una falla eléctrica. Los expertos dicen que no es una casualidad. Por ejemplo, estudios solicitados a Copropiedad Inmobiliaria por el programa Casa Segura revelan que más del 90% de las viviendas con más de 18 años de antigüedad tienen instalaciones eléctricas inadecuadas o totalmente inseguras: tapones, cableado subdimensionado o en malas condiciones y ausencia de cable a tierra, por nombrar sólo algunos. Peligro latente También hay malas prácticas que han acentuado el problema. Afirma Gustavo Verdugo que el uso indebido de las llamadas "zapatillas", que sobrecargan los sistemas eléctricos, se ha transformado en una plaga que amenaza la seguridad de las viviendas. Señala que, también, otra realidad que ha generado inconvenientes son las conexiones ilegales al tendido eléctrico, que explicarían cerca del 10% de los incendios producidos por electricidad en la Región Metropolitana. Dicen los especialistas que llegó la hora de tomar conciencia. Y de saber que tener un hogar seguro va mucho más allá de arreglos cosméticos. Porque -explican los expertos- el llamado "cortocircuito" es sólo uno de los fenómenos eléctricos que pueden producir un incendio. Así, existen fenómenos como la sobrecarga, arco eléctrico, sobreintensidad o sobrecorriente, corrientes armónicas y electricidad estática. Todo ello es potenciado por los hábitos de consumo: "Actualmente, la potencia instalada en los hogares llega a ser seis veces mayor que hace 20 años, lo que exige que el cableado eléctrico de los hogares y las instalaciones se encuentren en óptimas condiciones, para así evitar fallas y sobrecargas que puedan provocar incendios y lesiones físicas y, a su vez, pérdidas de energía que se traducen en incrementos en las facturas de consumo eléctrico", dice Marcos Sepúlveda, gerente de Marketing de Procobre. Para evitar accidentes -señala el ejecutivo-, el más esencial de los elementos a considerar es la instalación de los conductores (cables eléctricos), que tengan el dimensionamiento (diámetro) especificado por la norma para que estén en condiciones de resistir el consumo propio de un hogar promedio. "Esto generará un importante ahorro, porque evita las pérdidas de electricidad por conductores subdimensionados que se calientan o pierden energía". "También -dice- el tablero es muy importante, ya que en él está el automático, que corta la luz ante cualquier alteración del voltaje. Es importante que esté claramente especificado a qué zona corresponde cada interruptor, ya que las luces deben ir separadas de los enchufes y de aquellas áreas de mayor consumo, como cocina y loggia". Además -señala Marcos Sepúlveda-, toda vivienda debe tener un tercer conductor, más comúnmente conocido como cable a tierra, ya que es el que evita el riesgo de electrocuciones, y los enchufes deben estar en buenas condiciones. "Si presentan cambios de color en torno a los agujeros o tienen un olor extraño, es posible que exista un cortocircuito. Y si le cuesta desenchufar un aparato, es porque hay un sobrecalentamiento, y un potencial incendio", señala. Agrega el experto que se debe hacer un esfuerzo e invertir en seguridad eléctrica. "Recablear los hogares, sin duda, representa un gasto que los consumidores no tienen incorporado en su presupuesto. Es necesario ver esto como una inversión en el mediano y largo plazo, ya que no sólo ahorrará dinero en concepto de pérdidas materiales en caso de incendio o de energía, sino que además conductores bien dimensionados permiten ahorrar consumo de energía y, lo más importante, puede salvar vidas".