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Instituto Gal Einai
La Dimensión Interior
B”H
VIDEO MEDITACIÓN DE LA SEMANA
PARASHAT TAZRÍA – “DA SEMILLA”
EL PACTO QUE DESPLAZA AL SHABAT
La parashá de esta semana es Parashá Tazría. En el inicio del parashá se relata acerca de una
mujer dando a luz a un varón, y luego hay una mitzvá, ubaiom hashminí imol besar orlató, “y
en el octavo día su prepucio será circuncidado”. Entonces está es la mitzvá en la Torá del brit
milá, “el pacto de la circuncisión”.
Hay muchas cosas diferentes que los sabios aprenden de este verso al inicio de la parashá. Una
de ellas es que el brit milá dojá Shabat, “el brit milá desplaza al Shabat”. Ya que dice: ubaiom
hashminí, “en el octavo día”, en el octavo día tendrá que ser circuncidado. Eso significa el
octavo día desde su nacimiento. Si el niño nació en shabat, el octavo día es el siguiente shabat.
De lo anterior aprendemos que el brit milá se impone al Shabat, pues circuncidar a un niño
involucra hacer algo que de otra manera estaría prohibido, es uno de los actos de trabajo que
están prohibidos en Shabat. Así aprendemos que brit milá es dojá shabat.
Y la continuación de la parashá la Torá trata acerca de todas las leyes pertinentes a la
enfermedad de la lepra, tzaraat. Los sabios también aprenden algo sobre lo cual el brit milá se
impone, es dojé, que es la lepra. Si en ese miembro de la circuncisión, del brit, hay alguna señal
de lepra. En otro contexto está prohibido contundentemente cortar el indicio de lepra, pero para
poder cumplir con la mitzvá de brit milá, no tan sólo es permitido, sino que es recomendado
cortarlo.
¿Cuál es la diferencia entre estas 2 leyes? Una es que brit milá es dojé Shabat, y la otra es que
brit milá es dojé tzaraat, lepra. En relación a Shabat solamente si este es el octavo día, pero si
no es exactamente el octavo día desde el nacimiento, si por alguna razón fue imposible realizar
la circuncisión el octavo día y ahora se tiene que realizar en algún otro día, en Shabat no puede
ser. Solamente brit milá bizmaná, “en su momento”, si es realizada en el tiempo adecuado es
dojé Shabat, sino, no.
En lo que respecta a tzaraat, no importa en qué momento es, bein bezmaná bein shelobezmaná,
ya sea que fuese en el octavo día o en cualquier otro día, brit milá siempre está por encima de la
prohibición de cortar el signo de la lepra.
¿Qué aprendemos de lo anterior espiritualmente, en nuestras almas? Shabat es el placer, el
placer Divino, en el nefesh haelokit, el alma judía, el alma Divina. Estar enfermo o estar sano
tiene que ver con el poder de la voluntad, que es el origen de la sangre en el cuerpo, la sangre
es el alma, la sangre se relaciona implícitamente con el alma, hadam hu hanefesh, incluso la
sangre se la equipara con el alma. Y el poder de la sangre para fluir, y para la persona… para
que el cuerpo esté sano, también para que el funcionamiento del alma sea correcto, el origen de
la sangre en la voluntad, es también un poder supra-racional del alma, así como el placer es
supra-racional, así también la voluntad.
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Cortar un signo de lepra, que en otro contexto seria prohibido, significa que hay algo sobre brit
milá que corta las enfermedades. Es decir, que durante toda su vida la persona protege su pacto.
¿Qué es brit milá? Es el pacto en la carne que tenemos con HaKadosh Baruj Hu, Dios. Esa
protección del pacto, es una manera de prevenir, o de cortar enfermedades; es decir, corregir
nuestro poder de voluntad.
El hecho de que brit milá está por encima y desplaza inclusive al Shabat, significa que se deriva
en última instancia de un poder en el alma que está por encima del placer, ¿Cuál es el único
poder del alma que está por encima del placer Divino? Es la fe simple y pura que nos motiva a
estar siempre dispuestos a entregar la vida por Hashem, esto es llamado mesirut nefesh, autosacrificio.
Así que el hecho de que el brit milá representa, en el octavo día, cuando el niño es
circuncidado, que algo es implantado profundamente en el subconsciente de su alma: que él es
judío y que está siempre dispuesto a sacrificarse por Hashem. Esto está por encima incluso de
Shabat. Existe otra cosa que hace a un lado al Shabat: es pikuaj néfesh. Si tengo que salvar la
vida de una persona en peligro, puedo también no respetar todas las actividades prohibidas de
Shabat, y hacer todo lo necesario para salvar una vida. Eso es pikuaj néfesh.
Así tenemos 2 cosas que son dojé Shabat, que empujan al Shabat, es decir que desplazan al
Shabat, la circuncisión y el pikuaj néfesh, salvar una vida. ¿Cuál es la relación (entre ellas)? El
hecho de que el judío tiene en su esencia la disposición de sacrificarse, ese acto en sí es pikuaj
néfesh, es en aras de salvar al pueblo judío. El Pueblo Judío existe como una unidad colectiva
en virtud de que cada judío está dispuesto a sacrificar su vida por Dios, por la Torá, por su
pueblo.
En cierta manera, se dice que el brit milá es verdaderamente preparar a un jovencito, a un niño
para que en el futuro de su vida sea un soldado, que sea un haial, que sea un guerrero por
Hashem, cuando sea necesario, que es, obviamente, un estado de disponibilidad continua de
sacrificarse.
Así que vemos que el origen del brit milá proviene de lo más elevado de la corona. La corona
en Cabalá es el supra-consciente que tiene 3 niveles: el nivel más elevado es la fe pura y
simple, que motiva el auto-sacrificio; luego viene el segundo lugar de la corona que es el
principio del placer, el principio del placer Divino, el Shabat. Y luego el tercero que es la
voluntad Divina, la voluntad para realizar la voluntad de Hashem, de todos los preceptos de la
Torá, y una vez más, la voluntad tiene que ver con el sano flujo de la sangre que previene la
enfermedad.
Así que si mantenemos nuestro pacto fuerte, y protegemos el pacto, lograremos, desde el nivel
más elevado, lograremos el placer supremo, la voluntad suprema y perfeccionaremos. Cuando
la corona es perfeccionada, dice el Zohar que la corona perfecciona todas las sefirot, todas los
poderes del alma son perfeccionados.
Que merezcamos, especialmente esta semana, (la lectura de la Torá inicia con la circuncisión)
de circuncidarnos. La Torá dice que primero tenemos que circuncidar nuestros corazones, que
también hay un prepucio en nuestro corazón.
Que merezcamos circuncidarnos para servir a Hashem con alegría.
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