P a g e | 1 LA LEY Y LAS DOS NATURALEZAS DEL CREYENTE Romanos 7:12-­‐25 I. El problema no está en la ley, está en mí hombre interior. Rom 7:12 De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno. 1. ¿Cuáles son las características de la ley o mandamiento? 2. ¿Tiene algo de malo decirte: no adulteres, no mates, no codicies, ama a tu prójimo? 3. Si la ley declara y nos muestra la justicia, santidad y bondad de Dios, ¿habrá algo de malo con la ley? Rom 7:13 ¿Luego lo que es bueno, vino a ser muerte para mí? En ninguna manera; sino que el pecado, para mostrarse pecado, produjo en mí la muerte por medio de lo que es bueno, a fin de que por el mandamiento el pecado llegase a ser sobremanera pecaminoso. 4. Según este versículo, ¿quién es el problema, la ley o mi naturaleza pecaminosa? 5. ¿Cómo utilizó mi naturaleza pecaminosa una ley santa, justa y buena? 6. ¿Qué dejó claro la ley cuando mi naturaleza pecaminosa fue expuesta por ella? 7. ¿Quién define la gravedad de mi pecado, mi propia prudencia, mi escala de valores, la escala de valores del mundo o la ley, la cual es santa, justa y buena? 8. ¿Qué nos deja claro la ley con respecto a nuestra persona, que somos buenos, más o menos buenos, que somos malos, o más o menos malos, o más bien que somos unos pecadores? 9. ¿Cuál es la tendencia de mi naturaleza pecaminosa al ver el mandato santo, justo y bueno de la ley, obedecer o hacer justo lo contrario? 10. ¿Cómo es mi naturaleza pecaminosa buena y a veces mala o irremediable, terrible y extremadamente mala? a) Yo no puedo cumplir la ley en mis fuerzas porque simplemente ella es espiritual y yo soy carnal. Rom 7:14 Porque sabemos que la ley es espiritual; mas yo soy carnal, vendido al pecado. 11. ¿Cuál es la naturaleza de la ley? ¿Cuál es la naturaleza de mi cuerpo terrenal? 1 Co 2:14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. 12. ¿Puede lo que es carnal vendido al pecado percibir o entender lo que es espiritual? 13. ¿Podemos en nuestra carne alcanzar alguna meta espiritual? 14. Aún que los creyentes hemos nacido de nuevo y tenemos una nueva naturaleza, ¿cuál es la situación de nuestra vieja naturaleza? Si está vendida al pecado, ¿tiene algún remedio? ¿Es redimible? ¿Puedo esperar que en algún momento mi naturaleza pecaminosa mejorará? 15. ¿Puedes ver que aunque ya no somos esclavos de nuestra naturaleza pecaminosa, la naturaleza pecaminosa sigue en nosotros? 16. ¿Te das cuenta que aunque hemos sido rescatados por Cristo, lavados, limpiados, mientras sigamos en este cuerpo tendremos un residuo de pecado y vamos a vivir con ese residuo toda nuestra vida terrenal? 2 Co 10:3 Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; 17. ¿Aunque somos carne, es correcto militar o vivir de acuerdo a la carne? Gál 5:19-­‐21 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, 20 idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 21 P a g e | 2 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. 18. De acuerdo a este texto, ¿de qué maneras prácticas se conduce la carne o naturaleza pecaminosa? 19. Aunque como cristianos no podemos evitar vivir en esta carne, ¿deberíamos evitar por todos los medios andar según sus hábitos pecaminosos? II. Mi naturaleza pecaminosa es algo con lo que tendré que lidiar toda mi vida terrenal. Rom 7:15 Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago. Rom 7:16 Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena. Rom 7:17 De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí. 20. ¿Qué terminaba haciendo Pablo, lo que quería y anhelaba hacer, o lo que aborrecía? 21. Nuestro deseo de cumplir la ley, y su justicia, ¿muestra que la ley es buena o mala? 22. ¿Quién es el autor de las obras que hago contrarias a la ley? ¿Qué no debo olvidar que hay en mi ser? 23. Aunque la ley me enseña siendo un excelente maestro, me da determinación siendo un increíble entrenador, me da el diagnóstico de mi problema, siendo un gran doctor, ¿me da la ley el poder para poder cumplir lo que me enseña? 24. ¿Es la ley una fuente de poder que me pueda libertar de esa condición perversa? ¿Tiene la ley algún recurso moral o espiritual para vencer mi pecado? 25. ¿Podrías mencionar algunos ejemplos de cómo aún con buenas intenciones de pronto te hallas haciendo lo que aborreces? ¿Es esta una batalla de algunos o de todos? Rom 7:18 Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. 26. ¿Cómo sabemos que en nuestra carne no mora el bien? 27. ¿En qué momento una persona anhela hacer el bien, cuando conoce al Señor o cuando no lo conoce? Rom 3:10-­‐12 Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; 11 No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios. 12 Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. 1 Pe 1:18a sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres. Efe 2:1-­‐3 Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, 2 en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, 3 los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. 28. ¿Cuál es la actitud y la situación de alguien que está fuera de Cristo? 29. Aunque un hijo de Dios tiene un deseo profundo por hacer lo correcto, ¿qué le estorba para poder hacerlo libremente? 30. ¿Puedes ver cómo nuestra naturaleza pecaminosa está en rotunda rebeldía en contra de Dios? 31. ¿Dónde está la fuente del pecado del creyente, en su corazón o en su cuerpo terrenal? ¿Dónde está la fuente del pecado del no creyente? 32. ¿Te das cuenta cómo en su interior el creyente anhela la voluntad, la justicia de Dios, pero su carne se rebela? P a g e | 3 33. ¿Deberíamos tener la esperanza de que en algún momento nuestra carne va a desear hacer el bien? ¿Es sabio vivir de acuerdo a la carne? ¿Es sabio pretender vivir una vida cristiane en la carne? ¿Es sabio pretender fortalecerse en la carne? 34. ¿Qué va a suceder invariablemente si yo confío en mi carne? Rom 7:19 Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. 35. ¿Qué se comprueba que habita en mí, si aún teniendo el entendimiento, la determinación y el diagnóstico, de hacer lo que la ley dice, hago lo contrario? 36. ¿Te has encontrado en el punto en el cual entiendes la verdad, te determinas a cumplirla, sabiendo dónde exactamente está el problema, pero terminas haciendo justo lo contrario? 37. ¿Has encontrado en tu vida momentos en los cuales estás en el piso preguntándote: “porqué otra vez, esto no es lo que quiero, lo aborrezco”? 38. ¿Está esto justificando una conducta pecaminosa como estilo de vida o más bien está mostrando la realidad de que todos vivimos y convivimos con una naturaleza caída a la cual no debemos obedecer? 39. ¿En qué convierte a una persona el hecho de vivir pecando como un patrón de vida definido, en un creyente o en un incrédulo? Rom 7:20 Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. 40. ¿Quién eres tú? ¿De qué lado de la moneda estás? ¿Eres esta carne que hace justo lo contrario a lo que Dios demanda, o eres aquel que se deleita en la ley de Dios y que ama su santidad, su justicia, su bondad? 41. ¿Es mi deber y responsabilidad pretender controlar mi naturaleza caída en mis esfuerzos, en mi disciplina, en mi autocontrol, o por cumplir leyes o estatutos, o más bien darle al Espíritu el control de mi vida? III. En el creyente hay un conflicto porque tiene dos naturalezas, no así en el que no ha creído porque solo tiene una. Rom 7:21 Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí. Rom 7:22 Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; Rom 7:23 pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. 42. ¿Qué encuentra Pablo que hay en él al querer hacer el bien? ¿De qué manera se deleita Pablo en la ley de Dios? 43. ¿Contra qué ley se rebela la ley del mal que está en sus miembros? ¿Qué poder tiene esta ley de maldad en nuestra contra? 44. ¿Cuentas con un hombre interior que se deleita en la ley de Dios, aún cuando no siempre se halla cumpliéndola? 45. ¿Encuentras un conflicto entre tu hombre interior y la ley de Dios que está en tu mente y corazón? 46. ¿Existe este conflicto en alguien que no tiene una nueva naturaleza? 47. Si alguien se dice creyente, y el conflicto que siente es mínimo o ninguno, ¿habrá verdaderamente nacido de nuevo? 48. Si alguien se dice creyente y no tiene este conflicto en su interior, porque siente que es bueno, ¿será que está engañado por la religiosidad? Sal 51:1-­‐3 Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. 2 Lávame más y más de mi maldad, Y límpiame de mi pecado. 3 Porque yo reconozco mis rebeliones, Y mi pecado está siempre delante de mí. P a g e | 4 49. Aún siendo David siendo un hombre conforme al corazón de Dios, ¿qué tenía claro con respecto a sí mismo? 1 Jn 1:8-­‐10 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. 9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. 10 Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros. 50. ¿Qué debe estar reconociendo constantemente el creyente maduro? Isa 6:5 Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos. 51. ¿Cuál fue la reacción de Isaías al ser impactado por la justicia y santidad de un Dios perfecto y omnipotente? 52. ¿Será algo lógico que el creyente maduro, al verse delante de la justicia y santidad Dios, tenga conflicto, sabiendo y entendiendo que tan por de bajo está con respecto a la justicia y santidad de Dios? 53. ¿Qué tanto tiempo estás pasando con el Señor para poder deleitarte reconociendo, admirando y adorando su santidad, perfección y todo lo que él es? Sal 130:1-­‐5 De lo profundo, oh Jehová, a ti clamo. 2 Señor, oye mi voz; Estén atentos tus oídos A la voz de mi súplica. 3 JAH, si mirares a los pecados, ¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse? 4 Pero en ti hay perdón, Para que seas reverenciado. 5 Esperé yo a Jehová, esperó mi alma; En su palabra he esperado. 54. ¿Hacia dónde llevó a este salmista el saberse pecador? ¿Qué pudo entender y disfrutar en el proceso? 55. ¿Has entendido que tan necesitado estás de su gracia? 56. Si no tienes este conflicto en ti, ¿será posible que verdaderamente estés anhelando ver la justicia de Dios en tu vida? 57. ¿Ya te diste cuenta que un no creyente no tiene ningún conflicto dentro de sí mismo, y que un carnal, el conflicto que tiene es mínimo, tal vez algo de remordimiento, pero, nada que le lleve al verdadero arrepentimiento y esto los hace muy parecidos? 58. ¿Puedes ver lo peligroso que es aceptarse un cristiano carnal? 59. ¿Qué será lo único que hace diferente un cristiano carnal de un no creyente? ¿Será tal vez la religión? IV. La bancarrota espiritual es la plataforma de la verdadera victoria. Rom 7:24 ¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte? 60. ¿A qué conclusión llega Pablo al verse tan falto de todo recurso espiritual para contrarrestar su naturaleza pecaminosa? 61. ¿Puedes ver que Pablo no está preguntando qué, sino quien lo librará de su naturaleza pecaminosa? 62. ¿Te has sentido como Pablo, desventurado, miserable espiritual, cansado de una larga jornada de estar intentando en tus fuerzas controlar tu naturaleza pecaminosa? 63. ¿A dónde llevará una persona el hecho de estarse enfocando en sí mismo y en la ley? 64. ¿Ya pudiste ver que en ti no mora el bien, y no solo eso, sino que en ti no hay recursos morales o espirituales, de que en ti no existe ni la más mínima pizca de poder para hacer lo que Dios demanda? P a g e | 5 Mat 5:3 Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. 65. ¿Puedes darte cuenta de que no hay un lugar más hermoso, más glorioso, más necesario para un ser humano, que la miseria espiritual, porque esta te lleva directamente a los brazos de Cristo? 66. ¿Te das cuenta cómo nunca estás más consiente de tu pobreza espiritual que cuando quieres relacionarte con un Dios santo, justo, perfecto porque te das cuenta de que no tienes los recursos para hacerlo? 67. ¿Es buena y necesaria esta miseria espiritual? 68. ¿Cuál sería el contraste con aquellos que se engañan en su religiosidad en su falsa escala de valores, creyéndose autosuficientes delante de Dios, quedarán descalificados? Isa 64:6 Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento. 69. ¿Cómo lucen nuestras buenas obras, nuestros mejores esfuerzos, nuestras más altas justicias, nuestras piedades, delante de la perfecta santidad y justicia de Dios? 70. ¿Qué es lo que Dios está esperando de nosotros nuestras ridículas justicias o que finalmente nos demos por vencidos en una bancarrota espiritual que nos lleve a él? Apo 3:17 Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo. 71. ¿Cuál es la triste realidad de cada ser humano? ¿Entiendes que la única diferencia es reconocerlo en humillación? 72. ¿Se trata entonces nuestra vida cristiana de pretender cumplir, entender, tener la voluntad o saber manejar la ley para poder ser mejores, o es más bien un asunto de salvación? 73. ¿A dónde nos llevará el hecho de enfocarnos en nosotros mismos y en nuestros recursos, a la derrota y frustración o a la victoria y el descanso? 74. ¿Entiendes ahora que cada vez que tú buscas en tu naturaleza humana, recursos para vivir una vida espiritual, encontrarás que no es posible y te encontrarás una vez más miserable? 75. ¿Te das cuenta que el porqué de muchos de tus fracasos, tiene que ver con que cuando menos acuerdas ya estás queriendo alcanzar victoria, motivación, ánimo, fuerzas, en tú carne y observando una ley? 76. ¿Te das cuenta que una vida verdaderamente espiritual se vive únicamente con recursos espirituales, mismos que no habitan en un cuerpo terrenal? 77. ¿Ya viste cómo la psicología y el humanismo han fracasado en pretender mejorar al hombre porque están fundamentadas en la capacidad del hombre? 78. ¿Entiendes que el problema del hombre no es de educación, filosófico, psicológico, sino que es un problema de pecado y solo Cristo tiene el poder de tratar con el pecado? 79. ¿Por qué crees que es de tan corta duración la motivación que recibes cuando te dicen: tú puedes, tú tienes fuerza de voluntad, eres un campeón? ¿Entiendes que la Biblia afirma todo lo contrario, que nuestra humanidad está podrida y vendida al pecado? 80. Si la religión es la iniciativa del hombre, la provisión del hombre, los medios del hombre para alcanzar a Dios, ¿será eficaz para las necesidades espirituales del ser humano? 81. Hasta qué momento un salvavidas se avienta por alguien que se está ahogando, ¿cuando todavía está luchando o cuando se da por vencido? ¿Hasta cuándo dejarás de luchar para que Cristo venga a salvarte? 82. ¿Será algo realmente malo el momento de llegar a decir: “Miserable de mí”? ¿Es más bien una bendición llegar a sentirse y a saberse miserable, totalmente necesitado del Señor? P a g e | 6 83. ¿Puedes ver entonces que el problema no está en la ley, sino en mi pecado, y que la solución tampoco está en la ley, ya que la ley me da entendimiento, me da luz, me da determinación, pero no me puede ayudar, no tiene los recursos para hacer que yo obedezca? 84. ¿Te das cuenta que tu necesidad no es de conocimiento, sino de una nueva naturaleza que te haga capaz de hacer lo que Dios quiere que hagas? 85. ¿Dónde es donde empieza una persona a no solo conocer la ley, sino a recibir la capacidad de cumplirla, de amarla y de verla suceder en su vida? ¿Cuál es la plataforma de vivir en una constante victoria? a) La autosuficiencia, autocontrol, y disciplina. b) La bancarrota moral y espiritual: Miserable de mí. Señor soy un miserable, soy un necesitado, en mí nada hay bueno Señor, ¿puedes hacer algo en mí? 86. ¿Dónde te encuentras en este momento, luchando todavía o ya reconociste tu miseria? 87. Si Pablo está preguntando quién y no qué, ¿está hablando Pablo de una fórmula, una religión, o estará hablando más bien de una persona, la persona de Jesucristo? 88. ¿Sigues buscando una fórmula, una nueva religión, una nueva filosofía o manera para salir adelante, o ya entendiste que lo único que necesitas es confiar en Jesucristo y su Evangelio? 89. ¿Ya te encontraste no con el qué, sino con quien dio su vida por ti para darte libertad de ese cuerpo de muerte, con aquel que resucitó y está sentado a la derecha del padre y que te está invitando a pertenecerle? 90. ¿Ya entendiste que no se trata de religión, filosofía, conocimiento, voluntad, diagnóstico, se trata de Jesucristo, el infinito Dios hombre quien dio su vida en rescate por muchos y hoy en especial por ti? 91. ¿Vendría Jesucristo al mundo a caminar, a vivir, a enseñar, a morir y a resucitar para dejar una receta de cocina, para darme más ley, para darme más mandamientos o vino al mundo a salvarnos de nuestros pecados, a buscar y salvar lo que se había perdido? 92. ¿Te das cuenta cómo no es un asunto de entendimiento o determinación, es un asunto de salvación, cómo tú y yo, necesitamos un salvador, no una ley más pura, más clara, no mayor entendimiento de la religión? 2 Co 5:16-­‐18 De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne; y aun si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos así. 17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. 18 Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; 93. ¿Cómo se ve aquel que ha confiado en Jesucristo y ha recibido salvación, gracia, adopción y muchas cosas más? ¿Se ve como una persona auto mejorada o como algo nuevo, totalmente diferente? 94. ¿Te das cuenta que lo que necesitamos no es una religión, sino una nueva naturaleza, necesitamos ser una nueva creación, necesitamos ser nuevas criaturas, y es precisamente lo que Cristo nos quiere otorgar por su gracia? Rom 7:25 Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado. 95. ¿Quién es el maravilloso salvador que nos viene a dar libertad de este terrible cuerpo de muerte, tú mismo, algún iluminado, una nueva filosofía, o nuestro inigualable Señor y Salvador Jesucristo? 96. ¿Ya llegaste al punto de entender que la mayor necesidad en tu vida es entender que para tratar con tu pecado, necesitas a Cristo, y que él es tú única salvación? 97. Si Pablo termina mencionando las dos naturalezas, ¿será algo importante a tomar en cuenta? P a g e | 7 98. Si has creído Hay dos naturalezas en ti, ¿cuál eres tú? ¿El que codicia, el que guarda resentimiento, el soberbio, o el que se deleita en la ley de Dios? ¿Quién eres tú realmente? Rom 6:6-­‐7 sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. 7 Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado. 99. ¿Qué ha pasado con nuestra vieja naturaleza? Efe 4:22-­‐32 En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, 23 y renovaos en el espíritu de vuestra mente, 24 y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad. 25 Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros. 26 Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, 27 ni deis lugar al diablo. 28 El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad. 29 Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. 30 Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. 31 Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. 32 Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo. 100. ¿Qué me pide el Señor con respecto a mi vieja naturaleza? 101. ¿Te das cuenta que cuando decides transgredir la ley de Dios, estás atentando contra tu verdadera naturaleza? Flp 3:20-­‐21 Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; 21 el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas. 102. Como creyentes, ¿estamos esperando algo de este cuerpo de muerte o más bien algo completamente nuevo y glorioso? 103. Si no has creído, ¿entiendes que no tienes esta nueva naturaleza y eres esclavo de tu naturaleza pecaminosa? Pero, ¿Te gustaría hoy ser libre? ¿No te gustaría tener al Espíritu Santo viviendo en ti hoy y disfrutar de una nueva naturaleza? ¿No te gustaría ser salvo de tus pecados hoy? 104. Si te encuentras siendo un hombre carnal, ¿no crees que deberías arrepentirte y comenzar a vivir la vida que Dios anhela que vivas? ¿El bien sería para Dios, o para ti?