TER del paciente con inso 1529 la ila as co a; 31/8/04 10:58 Página 1 TERAPÉUTICA Terapéutica del paciente con insomnio J. Albares, V. de la Fuente, F. Segarra y E. Estivill d Clínica del sueño Dr. Estivill. Instituto Universitario Dexeus. Barcelona. España. n E de s, s, ola l insomnio es una alteración altamente prevalente, y se trata de la enfermedad del sueño más frecuente. El insomnio crónico afecta a un 10% de la población1 y si al insomnio crónico se le suma el transitorio, las cifras llegan hasta el 34%2. El impacto social y sanitario es alto, de ahí la importancia de realizar un tratamiento adecuado. El insomnio debe tratarse tras un diagnóstico correcto, que debe orientarse hacia un tratamiento etiológico con medidas no farmacológicas y, eventualmente, farmacológicas. El término insomnio hace referencia a la incapacidad para dormir o a la falta total de sueño, lo que en términos clínicos es una percepción subjetiva de insatisfacción con la cantidad y/o calidad del sueño, que incluye una dificultad para iniciar o mantener el sueño y/o un despertar precoz, y que va asociada a una queja por un sueño no reparador acompañado de un mal funcionamiento diurno3 (tabla I)4. Por su alta prevalencia, es importante conocer el insomnio causado por el síndrome de piernas inquietas. Este tipo de alteración se caracteriza por una desagradable sensación de inquietud en las piernas. Los síntomas siguen un curso de aparición circadiano, y son más intensos a última hora de la tarde y por la noche. Es característico que estas molestias aumenten con el reposo y disminuyan o desaparezcan con el movimiento de las extremidades inferiores, lo que ocasiona dificultades para iniciar el sueño y da lugar a un insomnio de inicio. Con mucha frecuencia se asocia a un mioclonus nocturno (sacudidas de las extremidades), y precisamente por un despertar nocturno puede volver a aparecer la sensación de “piernas inquietas”. Es muy importante entender que “no se trata de contracturas, ni de parestesias, ni de dolor, ni de problemas en la circulación” sino una sensación real de “inquietud”. Es vital para los pacientes la necesidad de movilizar las piernas con el fin de mejorar esta desagradable sensación. Este trastorno puede llegar a ser grave cuando alcanza una fase avanzada, ya que la persona no puede estar acostada para dormir, y lo que en un principio pueden ser molestias termina convirtiéndose en una sensación desesperante. La intensidad varía según los casos y puede aparecer, ocasionalmente, incluso en formas gravísimas que conducen a una incapacitación, ya que, al no poder conciliar el sueño a pesar de la “gran cantidad de sueño que se acumula”, el paciente llega a ser considerado “enfermo psiquiátrico” cuando no se conoce este síndrome. Normalmente, se observa en distintos miembros de una familia, y ocasionalmente también se manifiesta durante el día (aunque siempre de forma más llamativa durante la noche); en alguna ocasión, los síntomas aparecen también en las extremidades superiores. En la tabla II se presenta el esquema diagnóstico5. TABLA I Clasificación del insomnio Por duración Transitorio o agudo: menos de 4 semanas A corto plazo o subagudo: más de 4 semanas pero menos de 3-6 meses A largo plazo o crónico: más de 3-6 meses Por gravedad Leve o ligero: casi cada noche. Asociado a mínimo deterioro de la calidad de vida Moderado: cada noche. Asociado a moderado deterioro de la calidad de vida con síntomas asociados (irritabilidad, fatiga, ansiedad) Grave: cada noche. Asociado a importante deterioro de la calidad de vida con síntomas asociados (irritabilidad, fatiga, ansiedad) intensos Por forma de presentación Insomnio de inicio o de conciliación Insomnio de mantenimiento Insomnio de final de sueño Clasificación por etiología Asociado con trastornos comportamentales/psicofisiológicos Asociado con trastornos psiquiátricos Asociado con factores ambientales Asociado con dependencia de drogas Asociado con empeoramiento respiratorio inducido por el sueño Asociado con trastornos del movimiento Asociado con trastornos del modelo temporal del ciclo sueño-vigilia Asociado con parasomnias Asociado con trastornos del sistema nervioso central (SNC) Insomnio idiopático TABLA II Diagnóstico del insomnio Diagnóstico: entrevista Exploración psicopatológica Factores predisponentes, desencadenantes, perpetuantes Trastornos depresivos/ansiedad/trastornos de la personalidad Exploración de la afectación diurna Consumo de sustancias y fármacos Entorno psicosocial Hábitos Diagnóstico: exploraciones complementarias Estudio psicopatológico MMPI, SCL-90R Evaluación de la ansiedad y/o la depresión Hamilton de ansiedad, STAI Escala de depresión de Beck Polisomnografía nocturna Analítica al menos, mitigar los problemas subyacentes para prevenir la evolución de un insomnio agudo hacia un insomnio crónico y mejorar la calidad de vida del paciente. Si solamente eliminamos las quejas, sin conseguir una mejor calidad del sueño, con el tiempo es posible que ejerzamos un efecto negativo en la salud del paciente. Las posibilidades de abordaje del insomnio giran alrededor de 2 tipos de medidas, generalmente complementarias: biológicas (psicofarmacológicas y cronobiológicas) y psicológicas (cognitivas y conductuales), de forma que se pueden utilizar varios recursos: TRATAMIENTO DEL INSOMNIO Una vez realizada una correcta evaluación de los problemas médicos y/o psiquiátricos, el objetivo del médico debería ser eliminar o, (735) 1. Tratamiento etiológico: implica el diagnóstico diferencial de las causas del insomnio, ya que su etiología determinará su tratamiento6. JANO 10-16 SEPTIEMBRE 2004. VOL. LXVII N.º 1.531 49 TER del paciente con inso 1529 TERAPÉUTICA 31/8/04 10:58 Página 2 Terapéutica del paciente con insomnio J. Albares, V. de la Fuente, F. Segarra y E. Estivill TABLA III Consejos para una mejor noche (todo lo que produce relajación reduce la ansiedad y favorece la aparición del sueño) Procure levantarse cada día a la misma hora. Por la noche acuéstese cuando sienta sueño pero nunca antes de las 23 h Tomar un baño caliente antes de acostarse relaja (procure estar al menos 10 min dentro del agua) El café, el té, las colas y el chocolate son excitantes. Evítelos El alcohol “atonta” y da un sueño de mala calidad. No tome Deje pasar al menos 2 h después de la cena antes de acostarse Mantenga una temperatura constante en la habitación (18-22 °C) El ruido y la luz excesiva rompen el sueño. Duerma sin luz y sin ruido TABLA IV Consejos para un mejor día Seguir horarios regulares de comida, trabajo y ocio Realice ejercicios suaves (andar o gimnasia), al mediodía o por la tarde Aprenda a saber decir que no está siempre disponible Guarde momentos para “desconectar” y reflexionar sobre su actividad La vida se compone de tareas por acabar que requieren un tiempo Organice su tiempo, haga listas de las cosas que deba hacer, establezca prioridades Durante al menos 2 momentos durante el día, y con una duración de 5 min, relájese y respire profundamente 2. Intervenciones psicológicas y educativas: medidas de higiene del sueño, técnicas de control de estímulos, técnicas de relajación, restricción de sueño y terapias cognitivas7 (tablas III y IV). 3. Cronoterapia y fototerapia. Farmacología Como norma general, al iniciar un tratamiento con fármacos hipnóticos, deben asociarse siempre medidas de higiene del sueño. Sin embargo, el tipo de tratamiento dependerá del tipo de insomnio: – Insomnio transitorio: el tratamiento hipnótico puede estar indicado desde el principio del síntoma. – Insomnio subagudo: el tratamiento hipnótico puede estar también indicado desde el inicio del síntoma, y además se debe recomendar tratamiento cognitivo-conductual. – Insomnio crónico: si se administra medicación hipnótica, deberá ser de manera temporal e intermitente. Siempre debe realizarse terapia cognitivo-conductual, que será la piedra angular del tratamiento. En pacientes cuyo insomnio sea secundario a otra enfermedad, por ejemplo psiquiátrica (ansiedad, depresión, esquizofrenia, demencia), se dará prioridad al tratamiento de ésta, con antidepresivos, ansiolíticos, etc. En otros casos, el insomnio es secundario a afecciones que causan dolor, como por ejemplo la fibromialgia, y será de vital importancia asociar un correcto tratamiento analgésico e hipnótico, ya que estos tratamientos usados conjuntamente consiguen interrumpir la retroalimentación positiva que existe entre los mecanismos del dolor y los del insomnio. Fármacos más utilizados en el tratamiento del insomnio Fármacos hipnóticos. En la mayoría de los casos son de elección los hipnóticos no benzodiacepínicos de acción rápida y vida media corta, tomados a demanda y de forma intermitente antes de acostarse8. Los más usados por sus características son el zolpidem, 10 mg, o el zaleplón, 10 mg. Éstos tienen distintas ventajas sobre los hipnóticos benzodiacepínicos: – Son hipnóticos puros (acción selectiva) y no presentan efecto ansiolítico, miorrelajante ni anticonvulsivo, como los hipnóticos benzodiacepínicos. 50 JANO 10-16 SEPTIEMBRE 2004. VOL. LXVII N.º 1.531 – Respetan la arquitectura del sueño en personas sanas e incluso la mejoran en pacientes insomnes. – No producen insomnio de rebote ni síndrome de retirada administrados a dosis terapéuticas. Hay que tener especial cuidado en los pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS); en estos casos son siempre de elección los hipnóticos no benzodiacepínicos, ya que, como ya se ha comentado, producen miorrelajación, por lo que dificultan aún más la función respiratoria ya comprometida. Fármacos ansiolíticos. En el caso del insomnio secundario a un trastorno de ansiedad diurna, están indicados los ansiolíticos. Los fármacos de elección son las benzodiacepinas de vida media-larga, administradas durante el día. Un fármaco útil en este caso es el cloracepato dipotásico, en dosis variables, entre 5 y 10 mg/día, en función del tipo de trastorno. Fármacos antidepresivos. Si el insomnio es consecuencia de un trastorno depresivo, se recomendarán los antidepresivos administrados durante el día, pero hay pocos datos que apoyen su uso en otros insomnios. Hay que tener especial cuidado por la posibilidad de efectos adversos, y hay que informar de antemano al paciente acerca de su posible aparición, para que si llegan a aparecer el paciente pueda llevarlos mejor. En la actualidad, son muy eficaces los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS). En función del tipo de paciente, se puede utilizar la paroxetina, 20 mg, o la fluoxetina, 20 mg. Otro fármaco que se puede administrar es la venlafaxina. El modo de administración de los antidepresivos es el siguiente: – ISRS: los primeros 6 días, medio comprimido en el desayuno; a partir del séptimo, un comprimido (mínimo durante 3 meses). – Venlafaxina: empezar por 25 mg durante 6 días; después, 50 mg durante otros 6 días, para pasar después a 75 mg. Otros tratamientos. Los principales son: – Antihistamínicos: la doxilamina y la difenhibramina son antihistamínicos que se usan habitualmente como inductores de sueño, a pesar de que producen sedación diurna, deterioro psicomotor y efectos adversos anticolinérgicos. No son recomendables, por su larga duración. – Valeriana: en su uso como hipnótico, los estudios son escasos y poco concluyentes. Utilizada durante el día, puede ser útil para mejorar el sueño debido a su efecto ansiolítico, ya que evita la acumulación de ansiedad durante el día. – Melatonina: se ha demostrado su implicación en la regulación del ciclo sueño-vigilia. Tiene una especial eficacia terapéutica para disminuir el jet-lag, así como para tratar el síndrome de fase retrasada de sueño. Los estudios sobre eficacia hipnótica no son concluyentes. En España no está disponible para prescripción. CONCLUSIONES En primer lugar, debe quedar claro que para tratar el insomnio no hay que utilizar sólo hipnóticos, sino que la medicación debe seleccionarse según el tipo de insomnio, el perfil y la demanda del paciente, así como por el riesgo/beneficio del fármaco. En segundo lugar, no hay que olvidar que un importante número de pacientes permanecen sin tratamiento por insatisfacción con (736) TER del paciente con inso 1529 TERAPÉUTICA 31/8/04 10:58 Página 3 Terapéutica del paciente con insomnio J. Albares, V. de la Fuente, F. Segarra y E. Estivill las medicaciones existentes, por lo que son necesarios nuevos enfoques terapéuticos. Por último, es importante recalcar que se precisa algo más que hipnóticos para tratar el insomnio. Siempre será interesante intentar combinar enfoques farmacológicos y no farmacológicos, y es de gran utilidad mejorar los conocimientos de los pacientes sobre sus consecuencias y profundizar en el estudio de la etiología. Bibliografía 1. Gallup Organization. Sep in America. Princeton: Gallup Organization, 1995. 2. Sateia MJ, Doghramji K, Hauri PJ, et al. Evaluation of chronic insomnia. Sleep 2000;23:243-302. 3. Consenso sobre el Tratamiento Farmacológico del Insomnio. Cádiz; 2001, mayo. Adis Internacional Ediciones Médicas, 2002. 4. Internacional Consensus Conference on Insomnia. Versailles, France. October 1996. Sep 1999;22(Supl 3):S413-52. 5. Thorpy MJ. ASDA. International Classification of Sep Disorders: Diagnostic and Coding Manual. Diagnostic classification steering committee. Rochester: American Sleep Disorders Association, 1990. 6. Roehrs T, Pedrosi B, Rosenthal L, et al. Hypnotic self administration and dose escalation. Psychopharmacology 1996;127:150-4. 7. 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