Nombre de la actividad: Comprensión de texto mutilado Módulo: Lectura Intermedia Objetivos: • Favorecer uso del contexto como clave de reconocimiento de palabras. • Estimular la comprensión lectora como proceso de interacción entre las estructuras cognitivas del lector y la información proveniente del texto. Descripción: Se presenta un texto que contiene un número limitado de palabras que han sido escritas con otros signos. El niño debe leer atentamente el texto y responder las preguntas que se le ofrecen al finalizar la lectura y que demandan la interpretación de las palabras que no pudieron ser leídas o decodificadas. Consigna: "Lee atentamente el texto y responde a las afirmaciones que se presentan inmediatamente. Tienes tres alternativas de respuesta: Verdadero, Falso, No se puede saber. Ésta última señala que la información del texto no es suficiente para afirmar o negar la aseveración presentada." Antecedentes para el profesor: Las respuestas del niño debieran dar cuenta de su capacidad para utilizar el contexto como clave de reconocimiento de palabras y poder anticiparse a su significado a pesar de no poder descifrarlas. Esta actividad deja de manifiesto la importancia de la extracción de significado de palabras particulares a partir del contexto general. Hay muchas personas que se han dedicado a escribir cuentos para niños y niñas como tú. Aquí hemos elegido una bonita historia para que leas y puedas compartir con tus amigos y familia. Pero al traducir no pudimos entender algunas palabras y tendrás que descubrir tú cuáles eran. Luego de leer encontrarás unas preguntas que te ayudarán a saber si entendiste o no este cuento, que tiene un mensaje muy importante El Caracol y el rosal Cuento de Hans Christian Andersen (Adaptación) Este era un bello jardín desde donde se veían los campos y praderas donde estaban las ovejas y las vacas. En el centro del jardín crecía un rosal todo lleno de ροσασ, y a su abrigo vivía un caracol que llevaba todo un mundo dentro de su χαπαραζον, pues se llevaba a sí mismo. -¡Paciencia!- decía el caracol-. Ya llegará mi ηορα. Haré mucho más que dar rosas, muchísimo más que dar leche como las ϖαχασ y lana como las οϖεϕασ. -Espero mucho de ti -dijo el rosal-. ¿Podría saberse cuándo me enseñarás lo que eres capaz de ηαχερ? - Me tomo mi tiempo -dijo el caracol-. Un año más tarde el χαραχολ se hallaba tomando el sol casi en el mismo sitio que antes, mientras el rosal se afanaba en echar capullos y mantener la lozanía de sus ροσασ, siempre frescas y siempre nuevas. El caracol se sacó medio cuerpo fuera, estiró sus cachitos y los encogió de nuevo. - Nada ha cambiado -dijo- . El rosal sigue con sus rosas, y eso es todo lo que hace. Pasó el verano y vino el ινϖιερνο, y el rosal continuó dando χαπυλλοσ y rosas hasta que llegó el invierno. El tiempo se hizo húmedo y hosco. El rosal se inclinó hacia la tierra, el caracol se escondió bajo el suelo. Luego comenzó un nueva εσταχι⌠ν, y las rosas salieron al aire y el caracol hizo lo mismo. -Ahora ya eres rosal viejo -dijo el caracol-. Pronto tendrás que ir pensando en morirte. Ya has δαδο al mundo cuanto tenías dentro de ti. Si era o no de mucho valor es cosa que no he tenido tiempo de pensar coon calma. Pero está claro que no has hecho nada por ti ¿Te das cuenta de lo que quiero decirte? -Me asustas- dijo el rosal. Nunca he πενσαδο en eso. -Claro, nunca te has molestado en pensar en nada. ¿Te preguntaste alguna vez porqué florecías y cómo florecías, porqué lo hacías de esa manera y no de otra? -No -contestó el rosal-. Florecía de puro contento, porque no podía evitarlo. ¡El sol era tan 〈λιδο, el aire tan refrescante!... Me bebía el límpido rocío y la lluvia generosa, respiraba, estaba vivo. De la tierra, allá abajo me subía la fuerza, que descendía también sobre mí desde lo alto. Sentía una felicidad que era siempre nueva, profunda siempre, y así tenía que florecer sin remedio. Tal era mi vida; no podía hacer otra χοσα. -Tu vida fue demasiado fácil- dijo el caracol. -Cierto -dijo el rosal-. Me lo daban kgjs. Pero tú tuviste más suerte aún. Tu eres una de esas criaturas que piensan mucho, uno de esos seren de gran ιντελιγενχια que se proponen asombrar al mundo algún día. -No, no, de ningún modo -dijo el caracol-. El mundo no existe para mí. ¿Qué tengo yo que ver con el mundo? Bastante es que me ocupe de mí mismo y en mí mismo. -¡Pero no deberíamos todos dar a los δεµασ lo mejor de nosotros, no deberíamos ofrecerles cuanto pudiéramos? Es cierto que no te he dado sino rosas, pero tú, en cambio, que posees tantos dones, ¿qué has dado tú al mundo?¿Qué puedes darle? El Caracol y el rosal Responde las siguientes preguntas 1) Las vacas y las ovejas pastaban en un bello jardín SI No 2) En el centro del jardín crecía un rosal lleno de flores SI No 3) Un caracol hablaba con el rosal SI No 4) Cuando comenzaba una nueva estación, el rosal salía al aire. SI No 5) El rosal pensaba mucho en lo que hacía año tras año. SI No 6) El rosal se sentía triste por su vida monótona y fácil SI No 7) El caracol era un ser de gran inteligencia. SI No 8) El caracol pensaba que todos debemos entregar lo mejor de nosotros a los demás. SI No