Vida del Buscón La vida del Buscón se publica en 1626, la Historia de la vida del Buscón, llamado don Pablos, ejemplo de Vagabundos y espejo de Tacaños, en una imprenta de Zaragoza, aunque antes ya había circulado en forma de manuscrito. Se conocen tres manuscritos apógrafos con ligeras diferencias con respecto al original, con variaciones tales como un refinamiento de los temas escatológicos, atenuación en las críticas al clero, mayor perfección lingüística… Lo cierto es que la vida del Buscón sigue la trayectoria marcada por El Lazarillo y El Guzmán de Alfarache en cuanto al género picaresco. El género picaresco, en tanto descripción “autobiográfica” de las desgracias de un antihéroe, se hace muy popular en la sociedad renacentista a partir de la aparición de El Lazarillo, ya que es un género popular que recoge materiales que de forma oral o escrita proceden de elementos folclóricos. La novela está dividida en 23 capítulos, repartidos en tres libros, que distribuyen la vida del pícaro narrador en tres etapas fundamentales: formación, experiencia de conductas extravagantes, carrera de embaucador. El argumento de la obra se resume sucintamente como sigue: Libro Primero Pablos era hijo de una familia pobre y con problemas. Su padre, llamado Clemente Pablo era barbero, pero en el pueblo todos sabían cual era su verdadero oficio, pues robaba a sus clientes mientras les afeitaba o les cortaba el pelo. Por este mismo motivo ya había estado en la cárcel varias veces. De su madre Aldonza. Hechicera y alcahueta, de sangre conversa judía, se decía que era bruja y que hacía pactos con el diablo. Además se rumoreaba por el pueblo que Pablos era hijo de un criado. Visto lo que había en su casa, Pablos abomina de sus orígenes y desea convertirse en caballero y hombre de bien, por lo que decide entrar en un colegio, donde conoce a Diego, el que será su inseparable amigo. A causa de un problema que tiene en el colegio se marcha y decide irse como criado y acompañante de Diego a una casa de estudiantes en Segovia. Allí conocen al licenciado Dómine Cabra, clérigo, regidor de la casa y un gran tacaño que los mata de hambre. No conformes con la tacañería y comportamiento del licenciado y enfermos y desnutridos deciden marcharse a casa de Don Alonso Zúñiga (padre de Diego). Una vez repuestos de su enfermedad, Diego y Pablos se marchan a estudiar a Alcalá de Henares. Allí son víctimas de las típicas novatadas crueles y salvajes de los estudiantes, y Pablos más que Diego, porque Diego sabía ingeniárselas para comprar la amistad de los cabecillas. Harto de tanta deshonra y vergüenza, Pablos empieza a cometer travesuras y engaños como el resto de los estudiantes. A partir de ahora es cuando se convierte en un auténtico pícaro. En cuanto el padre de Diego se entera de lo que le estaba sucediendo a su hijo con Pablos, obliga a Diego a volver a su casa. Al mismo tiempo, Pablos recibe una carta de su tío Alonso Ramplón, en la que le comunica que su padre había sido ahorcado por robo y que su madre estaba en la cárcel de la Santa Inquisición acusada de brujería. Pablos decide dejar sus estudios y volver a Segovia para cobrar su herencia. Libro Segundo De regreso a su casa Pablos encuentra a distintos personajes. Primero se encuentra con un hombre un tanto loco con el que mantiene una conversación. Después conoce a un fanático del esgrima que se pasa el día midiendo ángulos y calculando los movimientos de la espada. Prosigue su viaje y topa con un clérigo poeta. Los dos llegan juntos a Madrid y después se separan siguiendo cada uno su camino. Coincide en el camino con un soldado, y más tarde con un ermitaño. Los tres continúan su viaje hasta llegar a Cercedilla, donde se hospedan en una posada. Allí deciden apostarse su dinero en un juego, pero Pablos y el soldado lo pierden todo ante el ermitaño. Pablos y el soldado siguen juntos hasta Segovia. Por fin, encuentra a su tío Alonso Ramplón, el cual lo acoge en su casa y le invita a comer junto a unos amigos. Tras la comida, todos se quedan dormidos a causa de la gran borrachera. Pablos aprovecha la oportunidad, coge la herencia y se marcha, dejándole una carta a su tío. En ella le comunica su intención de no volver nunca a Segovia. Después de esto, Pablos parte hacia Madrid, encontrando en el camino a un hidalgo, que en realidad no era más que un noble arruinado que intentaba ocultar su situación. Este hidalgo enseña a Pablos a engañar a la Corte sobre su identidad, al igual que él lo había hecho. Libro Tercero Llegan a la Corte y se instalan en la casa donde estaban todos los farsantes que se hacían pasar por nobles. Estos estafadores le dan consejos sobre como guardar las formas para que su condición humilde no le delatara. En ocasiones adopta otros nombres, por ejemplo, Álvaro de Córdoba. Pablos simula llevar una vida sin muchas complicaciones, hasta que alguien lo delata y él y el resto de los farsantes acaban todos en la cárcel, de la cual logra escapar tras sobornar a los carceleros. Recién salido de la cárcel, Pablos se dirige a una posada haciéndose pasar por Ramiro de Guzmán, que era un noble muy rico. Allí encuentra a una dama muy hermosa con la que pretende casarse. Una noche intenta llegar a ella cruzando un tejado, pero lo descubren, lo toman por ladrón y lo llevan a la cárcel, de la cual consigue escapar por mediación de unos amigos que hizo en la posada. Al salir de la cárcel sigue con su farsa. Parte hacia la Casa de Campo haciéndose pasar por Felipe Tristán y conoce a unos nobles que le presentan a una dama rica que le puede asegurar su futuro. Con esta finalidad Pablos intenta conquistar a la dama, pero Diego, su señor, es primo de la dama y advierte a todo el mundo de la procedencia de Pablos y de sus mentiras y engaños. Indignados, le propinan una paliza. Pablos va a una posada a curar sus heridas, con tan mala suerte que se ve obligado a abandonarla a causa de la detención de la dueña. Dolorido y sin dinero, Pablos encuentra su única salida en pedir limosnas. Con estas limosnas consigue mucho dinero y decide ir a Toledo, donde conoce a un grupo de actores a los que se une. Pablos tiene mucho éxito como actor y escritor de comedias, pero este bienestar no le dura mucho tiempo, ya que el dueño de la compañía es detenido y los actores toman rumbos diferentes. Pablo abandona su profesión. Después de esto, Pablos acaba enamorado de una religiosa, pero no es correspondido y decide irse a Sevilla. En Sevilla encuentra a unos ladrones con los que entabla amistad. Una noche, tras una borrachera, asesinan a los guardias que estaban patrullando y corren a esconderse en una iglesia. Salen de allí disfrazados y logran escapar. Finalmente, Pablos decide marcharse a la Indias para intentar cambiar de vida, pero el autor nos da a entender que no lo consigue. Francisco Gómez de Quevedo y Santibáñez Villegas (Madrid, 17 de septiembre de 1580)-Villanueva de los Infantes, Ciudad Real, 8 de septiembre de 1645) fue un noble, político y escritor español del Siglo de Oro, uno de los más destacados de la Historia de España. El linaje de los Quevedo, familia hidalga y montañesa, descendiente de ricos hombres de Castilla, estaba acreditado en el valle de Toranzo, en las montañas de Burgos, actual Cantabria. Su casa infanzona y solariega se hallaba cerca de Vejorís de Toranzo, sobre una eminencia llamada barrio de Cerceda. Nació Quevedo en Madrid, siendo bautizado en la parroquia de San Ginés el 26 de septiembre de 1580. Su infancia transcurrió en la Villa y Corte, rodeado de nobles y potentados, ya que sus padres desempeñaban altos cargos en Palacio. El padre, Francisco Gómez de Quevedo, era secretario de la princesa María, esposa de Maximiliano de Alemania, y su madre, María de Santibáñez (madrileña, de madre también montañesa), era camarera de la reina. El muchacho, superdotado, de pies deformes, cojo de uno, gordo y muy corto de vista quedó huérfano a los seis años y se refugió en los libros dentro del Colegio Imperial de la Compañía de Jesús en Madrid. En 1596 marchó a la Universidad de Alcalá de Henares, donde estudió incansablemente hasta 1600 Por su cuenta profundizó también en filosofía, lenguas clásicas, árabe, hebreo, francés e italiano. Se trasladó a Valladolid en 1601 siguiendo la Corte que trasladó allí el Duque de Lerma y estudió también Teología, para la que hará posteriormente algunas aportaciones, como el tratado contra el ateismo Providencia de Dios. Ya por entonces destacó como poeta y figuró en la antología generacional de Pedro Espinosa Flores de poetas ilustres (1605), pero el conjunto de su obra poética fue editado póstumamente y puede clasificarse dentro del Conceptismo Barroco. De su estancia vallisoletana datan también los comienzos de su larga enemistad con Luis de Góngora. También había cultivado la prosa, escribiendo como juego cortesano en el que lo más importante era exhibir ingenio, la primera versión manuscrita de una novela picaresca, la Vida del Buscón, y un cierto número de cortos opúsculos burlescos que le ganaron cierta celebridad entre los estudiantes y de los que habría de renegar en su edad madura como travesuras de juventud; igualmente por esas fechas sostiene un muy erudito intercambio epistolar con el humanista Justo Lipsio, deplorando las guerras que estremecen Europa, según puede verse en el Epistolario reunido por Luis Astrana Marín. . Enrique Bonín LECTURAS / mispublicaciones.com