Trabajo Fin de Máster Máster en Estudios Feministas Universidad Complutense de Madrid Series de televisión y jóvenes: estereotipos y relaciones de pareja El caso de La que se avecina Paloma Folgueras Castro Dirigido por Graciela Padillo 1 ÍNDICE: 1. Resumen / Abstract ................................................................. 3 2. Introducción …......................................................................... 4 3. Metodología …......................................................................... 5 4. Juventud y medios de comunicación …............................... 6 5. Estereotipos de género en los mass media ….....................10 6. Relaciones de pareja ….......................................................... 14 7. La que se avecina 7.1. Introducción …................................................................. 17 7.2. Personajes ….................................................................... 18 7.3. Estereotipos y relaciones ............................................... 22 7.4. Adjetivación ….................................................................. 27 7.5. Comparativa Los Simpsons y F o Q …........................... 29 8. Conclusiones …....................................................................... 32 9. Agradecimientos …................................................................. 33 10. Referencias bibliográficas .................................................... 34 11. Anexos …................................................................................. 35 2 1. Resumen / Abstract Resumen: Se pretende realizar un acercamiento a la percepción que los jóvenes de 15 a 18 años tienen en cuanto a las relaciones de pareja a través de la serie La que se avecina, una de las tres más seguidas por el grupo propuesto. Abordaremos el estudio mediante un breve recorrido a través de la dinámica que se establece entre juventud y el mundo televisivo e iremos profundizando en los temas que más propagan la desigualdad entre géneros, esto es, los estereotipos hacia la mujer y el tratamiento de las relaciones interpersonales que dan en la citada serie. Abstract: The aim of this study is to examine the perceptions of young people from 15 to 18 years old about the couple relationships shown in the TV series La que se avecina, one of the top three TV series in this demographic. The study will begin with a brief look at the dynamics that are set between youth and TV media, and will then analyze more deeply the topics which reinforce gender inequality the most, that is, stereotypes of women and the treatment of interpersonal relationships in the aforementioned TV series. Palabras clave: Jóvenes, televisión, series de televisión, estereotipos de género, relaciones de pareja. Key words: Young people, television, tv series, gender stereotypes, couple relationships. 3 2. Introducción Los medios de comunicación se han erigido en un potentísimo agente de socialización entre los jóvenes, especialmente la televisión e internet, que modula las relaciones entre ellos, convirtiéndose así mismo en punto de encuentro entre ellos. La ficción representada en las series televisivas es masivamente consumida por todo tipo de personas, si bien entre la juventud su consumo adquiere mayor relevancia por constituir una forma de vínculo para y entre el grupo, así, prácticamente la totalidad de los jóvenes sigue hoy en día alguna serie televisiva, a través de la televisión y a través de la red. El objetivo de este estudio es analizar cómo son percibidos los estereotipos de género y las relaciones de pareja, cuáles son las permanencias y cuáles los cambios, con el fin de valorar críticamente estos productos de entretenimiento. ¿Es válido mostrar cualquier tipo de relación en pro de la audiencia? ¿Hay una intención educativa o meramente cómica? ¿Son deseables estas representaciones de las mujeres y de los hombres, así como de las relaciones establecidas entre ambos? En el marco de una España avanzada en materia legislativa de género, donde de acuerdo a la Ley de Igualdad los medios habrán de velar por la no transmisión de estereotipos dañinos para la mujer, habremos de observar si esto se está cumpliendo o por el contrario los estereotipos de género permanecen, perpetuando la desigualdad. Este trabajo está especialmente orientado a la juventud por ser un grupo percibido por la publicidad como preferente para todo tipo de estrategias de consumo, y por tanto, más vulnerable a aprehender todo mecanismo soterrado de propagación de la desigualdad y que, dentro de la lógica neoliberal y capitalista, conviene mantener acrítico y pasivo. Sin embargo, diferentes estudios han confirmado que los adolescentes no se identifican con la imagen que de ellos proyectan los medios de comunicación, subrayando que no son una audiencia pasiva ni alienada ya que no apropian los mensajes emitidos, utilizando tan sólo “la televisión como un medio de interrelación personal1 ”. 1 (Estudios UAB) 4 3. Metodología Para el análisis de las series de televisión en relación a los jóvenes se realizaron 44 encuestas (ver Anexos) a jóvenes de entre 15 y 18 años en el I.E.S. Ciudad de los Ángeles, a través de las cuales se obtuvo como resultado que las series más seguidas por estos jóvenes eran Los Simpsons, con un 36,58%, Física o Química, con igual porcentaje, y finalmente La que se avecina con un 34,14%. Se seleccionó finalmente esta última para el análisis por dos motivos: se trataba de una serie nunca antes analizada en función de los jóvenes y de una serie producida en España, por lo que las representaciones emitidas tendrían aún más peso por resultar cercanas en sentido especial y temporal. El análisis más profundo se ha prestado a los 13 capítulos de la 5ª temporada, dado que éstos han sido los últimos emitidos y, por tanto, visionados por los encuestados. Las encuestas recogían datos acerca de los medios de comunicación preferentes para el consumo de series de televisión, siendo la televisión la más utilizada, en exclusiva en un 55,5% de los casos, en un 40,9% simultaneada con Internet (páginas web oficiales y de descargas) y tan sólo en un 2,27% no era utilizada para el visionado de series de televisión. Para un análisis cualitativo acerca de las relaciones de pareja representadas en las series y la percepción que de ellas tenían los jóvenes, se les preguntó acerca de la verosimilitud que encontraban en ellas, así como si llegaban a identificar con alguna de las propuestas. Por último, en una cuestión más amplia se planteó una proyección de vida, con el objeto de recoger las expectativas de los jóvenes acerca de sus relaciones de pareja en la edad adulta. 5 4. Juventud y medios de comunicación Vivimos en un mundo hiperconectado, donde las nuevas formas de conexión y comunicación entre individuos se suceden a una velocidad nunca antes vista en la historia, donde la convivencia, hasta podríamos hablar de connivencia, entre los artilugios del pasado y el futuro se viene dando en el presente como un hecho totalmente natural. La obsolescencia programada es una realidad conocida y asumida, y que a pocos indigna ya, sabemos que cuando compramos un aparato electrónico tendremos que cambiarlo en unos pocos años, ya que o bien se estropeará pasada convenientemente la fecha de garantía o bien, por decisión propia o con ayuda de una febril publicidad, percibiremos que el producto que compramos hace tiempo está desfasado o fuera de moda, está out. Cada vez es más frecuente la lectura en soporte digital, en contraposición con nuestros maltratados libros y la decadente prensa en soporte papel, el periódico de siempre, y cada vez más infrecuente recurrir a la telefonía fija para mantener el contacto con las personas de nuestro entorno. Internet, que engloba chats de todo tipo (Messenger, AOL, Gmail chat, Yahoo chat, etc.), programas de llamadas gratuitas como Skype, las omnipresentes redes sociales (Facebook, Twitter, etc.) y las nuevas aplicaciones para teléfonos móvil, como el caso de Wassap para Iphone, Blackberry, Android, etc., han sido introducidas en nuestras vidas como formas alternativas de comunicación interpersonal, en muchos casos más baratas y accesibles, más inmediatas y versátiles, y han cambiado, así, la manera en que nos comunicamos: si antes teníamos un teléfono entre dos personas ahora tenemos una pantalla entre nosotros y el resto del mundo. Así, ya en 2003 se percibió esta invasión tecnológica, cuando el INE publicó en un estudio los principales datos arrojado respecto a la equipación tecnológica en las familias españolas: El de los hogares tiene algún tipo de ordenador, casi el tiene al menos una TV y tres de cada cuatro ( ) tiene al menos un teléfono móvil. La tecnología está dentro de los hogares y entra cada vez con más fuerza. Los jóvenes son los principales usuarios de internet. El de las personas entre 15 y 24 años se ha conectado a internet en los tres meses previos a la encuesta, mientras que entre los mayores de 65 años sólo lo ha hecho el . El uso del teléfono 6 móvil se ha extendido tanto que el de los niños de 10 a 14 años ya dispone de uno.2 Estos cambios, potentísimos y de un alcance aún desconocido, son más significantes aún para la generación que ha nacido con ellos. Podríamos decir que la generación de comienzos del siglo XX es la generación de Internet, sin el cual ya no concebirán la comunicación. Nuestros jóvenes son, a día de hoy, los más integrados con la nueva tecnología y su capacidad de interacción con ella es adaptativamente muy superior a la de apenas dos generaciones anteriores. Teniendo en cuenta este contexto de fondo, ¿dónde queda la televisión? La televisión, que se empezó a comercializar masivamente a partir de finales de los años 50 en EEUU y, en el caso de España, ya entrada la década de los 60, ha sabido resistir 50 años de cambios sin apenas inmutarse, e incluso reinventándose en diferentes ocasiones, siendo la introducción de la Televisión Digital Terrestre el último gran cambio que hemos visto realizarse en este medio de comunicación tan querido en cada casa. El secreto de su éxito reside en su propio formato: un aparato que durante prácticamente las 24 horas del día está emitiendo diferentes contenidos de forma continua, principalmente basado en una programación de entretenimiento e información. ¿Cómo ha sabido permanecer la televisión como el medio de comunicación de masas por excelencia? La clave está, como no podía ser de otra manera, en los beneficios económicos: “Sólo teniendo presente dicho contexto [el contexto global], podremos entender por qué las que deberían ser las princpales funciones de la televisión, (…) - recordemos las tres máximas de informar, formar y entretener-, se han pervertido en función de un único objetivo: la rentabilidad económica, el share, la audiencia”3 Los programas sólo siguen en la parrilla si consiguen fidelizar clientes, esto es, si logran mantener una audiencia que a la vez les garantizará los contratos publicitarios y es de éstos de dónde las cadenas de televisión obtienen los beneficios reales. La publicidad está presente no sólo en los anuncios si no en los propios programas, que anuncian sin pudor aparente determinados productos de diferentes 2 INE 3 GARCÍA REINA, Leticia: Juventud y medios de comunicación... (pág. 116) 7 marcas en sus espacios propios, esto es, destinan parte del minutado de su programa al beneficio puramente económico porque, rara vez podemos catalogar a la publicidad así insertada de informativa, ni formativa ni entretenida, por grandiosos sean los esfuerzos de los creativos publicistas. Por otro lado, ya nos hemos acostumbrado al uso de marcas concretas en las series de televisión como una forma más de publicidad, eso sí, en segundo plano, y a que las cadenas de televisión anuncien en sus webs dónde y cómo conseguir la ropa que lucen sus personajes de ficción preferidos. Otras series, como la exitosa serie estadounidense Modern Family, ha llegado a convertir el afán de consumo de nuevos gadgets en argumento para un episodio, pasando así el gadget, el artilugio, junto con la publicidad asociada, a ser el verdadero protagonista del mismo. Todos estos mecanismos van en mucha medida enfocados a la juventud, población consumidora por antonomasia, que aún careciendo de medios económicos propios, desarrollan gran parte de su ocio en centros comerciales, y enfocan su consumo hacia marcas concretas que elevarán su estatus frente a su grupo; la etapa de la adolescencia está intrínsecamente relacionada con el diseño de una identidad propia y la aceptación del medio social, por lo que los bienes consumidos no cubren realmente una necesidad material real sino una necesidad creada para y por la popularidad y el éxito en el entramado social. Así, mientras la televisión les muestra aquello que quieren ser, la publicidad les vende la manera de conseguirlo. El poder de la televisión reside precisamente en su gran alcance y, por ello, el peligro que supone la difusión continua de este tipo de contenidos, totalmente dirigidos y diseñados por grandes corporaciones con intereses económicos, no es otro que el desmatelamiento de la capacidad crítica de la masa. La televisión, de esta manera: “forma parte de la superestructura que se ocupa de mantener, reforzar y alimentar la estructura mundial. ¿A qué fines sirve, qué mensajes emite, qué hilos la manejan?, es de suponer que los del capital y la globalización. Por tanto, la mayoría de los mensajes que emite la televisión, como otros tantos medios educativos y socializadores, la propia escuela, por ejemplo, están destinados a reforzar ese orden mundial, a mantener y justificar los beneficios de la 8 todopoderosa economía de mercado, con todos los “valores” que lleva implícita”4 Sin caer en una crítica absoluta de la televisión, hemos de señalar que la televisión como soporte que permite un fácil acceso, sigue teniendo una gran potencialidad como medio de masas que verdaderamente forme y entretenga de una manera menos banal y superficial, como lo confirman algunos programas excepcionales como el concurso Saber y Ganar o Redes, el programa de divulgación científica dirigido por Eduardo Punset, ambos emitidos en La 2. Como hemos señalado, Internet y televisión, se han establecido como medios complementarios5, dato ratificado por la encuesta realizada, y es fundamentalmente a través de ellos que los jóvenes acceden a los diferentes programas y contenidos. Esta simbiosis ha ayudado, por otro lado, al acceso a múltiples informaciones que sí dan la posibilidad de contratación y crítica propia, estableciéndose también Internet como refugio para la libre expresión de cada individuo, y en cuanto que la población joven es la principal usuaria de Internet, hemos de afirmar que caer en fatalismos acerca de la pasividad juvenil supondría un error. Los movimientos de asociacionismo están vinculados en muchas ocasiones con una población cada vez más joven, como ha sido demostrado gracias a movimientos sociales como el celebrado 15-M. Es, pues, la relación entre los medios de comunicación y los jóvenes una relación compleja en la que las generalizaciones no han de tener cabida; no hemos de verles como simples víctimas del sistema ni como agentes sociales imprescindibles, si no como otro grupo poblacional susceptible a los mensajes enviados pero también capaz de observarlos bajo un prisma más analítico. 4 GARCÍA REINA, Leticia: Juventud y medios de comunicación... (pág. 119) 5 REINARES LARA, Pedro: Jóvenes y televisión generalista en España: ¿Es Internet responsable de una audiencia perdida? 9 5. Estereotipos de género Es innegable que aún a día de hoy los estereotipos de género impregnan toda la producción cultural hegemónica, habiéndose, así, hecho parte de una lógica comunicativa normativa y que, por tanto, asimilamos como ordinaria, común, inocua. Un estereotipo queda definido como: “generalización el as atribuciones sociales sobre una persona por causa de su pertenencia a un grupo determinado o sobre el propio grupo”6 Sin embargo, este ahorro comunicativo puede suponer que la brecha de género se mantenga, consolide o incluso se haga más grande, tal es el alcance que la imagen proyectada a través de los medios de comunicación tiene en la sociedad. Se ha discutido a menudo si los estereotipos nacen de la sociedad y se reflejan en los mass-media o si, por el contrario, el orden de los factores se da justamente a la inversa. En nuestro caso, nos centraremos en las representaciones de las mujeres en La que se avecina sin entrar en ese debate, centrándonos en las características específicas de los modelos de mujer propuestos, mas para conocer a fondo los estereotipos, hemos de referir primero las clasificaciones que han propuesto los diversos autores. En primer lugar, resumimos los estereotipos que enumeran Bernárdez, García y González (2008: 122-129): • Mujeres que solo representan la belleza y la seducción. • Mujer dulce y tierna que reduce, según Kaplan, la amenaza que provoca la diferencia sexual en la cultura patriarcal. • Mujer pura, bella e inocente, bastante tradicional, con imágenes “actualizadas” que se han ganado el derecho a no ser “tan puras”, por ejemplo, ya no son vírgenes. • La femme fatale, mujer independiente y sexual, que representa una amenaza al dominio patriarcal y por ello sólo puede ser un personaje negativo, una mujer perversa. • La mujer como enigma y misterio, variante de la mujer fatal. Su carácter independiente y el uso de la violencia con destreza más que su sexualidad, se acaba revelando más como algo propio de un ser diabólico y no de una mujer 6 LOSCERTALES, F. y NÚÑEZ, T. : La imagen de las mujeres en la era de la comunicación 10 “normal”. • La madre represora, reprime a su vástagos masculinos, inpidiendo su desarrollo y crecimiento normal, siendo responsables de muchos de sus drama y dificultades. • Mujer sexualizada y objetualizada, uno de los más tradicionales. Única función es ser objeto de deseo sexual para el protagonista masculino, o para la mirada masculina. • Papel de la mujer tradicional, amas de casa o mujeres contentas con el destino de género que las espera, aparece como un modelo desprestigiado, sin ningún atractivo para las mujeres jóvenes. • Mujeres modernas; lo más llamativo, novedoso y frecuente. Mujeres modernas y sexualmente activas, que están más preparadas que los hombres para asumir los retos de la vida moderna. Mujeres que ya no necesitan a los hombres (o sólo como compañeros en el sexo), que no tienen dificultades para compaginar sus facetas pública y privada, ni sufren conflictos por los avances producidos gracias al movimiento de liberación de las mujeres, que sin embargo no las liberan de los modelos de belleza convencionales ( juventud). • Estereotipo sexista, mujeres teñidas por la rivalidad y la envidia. Guarinos7 amplía esta clasificación, que ya habíamos citado anteriormente, al hablar de los estereotipos de personajes, según Toledano y Verde: • La chica buena, sufridora, aspira a ser feliz con un buen esposo. • El ángel, de piel de cordero y lobo en su interior, ambiciosa y capaz de cualquier cosa. • La virgen, sumisa, beatífica. • La beata/solterona, solas, cincuentonas, con vocación religiosa y personalidad reprimida. 7 • Chica mala, variedad de ángel, a la caza de un hombre. • La guerrera. LOSCERTALES, Felicidad; NÚÑEZ, Trinidad (2007). La mirada de las mujeres en la sociedad de la información. Madrid: Siranda, pp. 106-107 11 • La femme fatale o vamp, mala por naturaleza, perdición de los hombres. • Mater amabilis, ama de casa feliz, atenta con sus hijos y marido, buena persona que no tiene mucho que aportar. • Mater dolorosa, sufridora, observa cómo sus hijos son maltratados por la vida y pueden maltratarla a ella. • Madre castradora, dominante, coarta la libertad de acción y pensamiento, sobre todo de sus hijos varones. • Madrastra, como la anterior pero con hijos no naturales. • Madre del monstruo. • Madre sin hijos. • Cenicienta. • La turris eburnea, torre de marfil, inalcanzable y por eso, más deseable, fuerte, fría, inflexible. • Reina negra/bruja/viuda negra, monstruosas, de belleza embriagadora, perversas. • Villana de oposición al héroe masculino. • Superheroína de corte masculino al servicio de la comunidad. • Dominatrix, procedente del cómic, imponente, independiente económicamente. Tras esta completa clasificación, añadir unas características de otro autor, Muñoz, para la mujer televisiva: • Frivolidad como actitud propia del mundo femenino. Banalización y superficialidad. • Cosificación, mujer como objeto de objetos. • Simbología sufriente, cuerpo enfermo. Como también señalan Loscertales y Núñez8, los estereotipos pueden ser de rol, esto es, lo prohibido y lo permitido para cada grupo, o de rasgo, más consistentes y elementales, que asignan rasgos de personalidad diferenciados a mujeres y 8 LOSCERTALES, F. y NÚÑEZ, T. : La imagen de las mujeres en la era de la comunicación 12 hombres y que pueden ser identificados por los adjetivos usados en sus descripciones o interacciones. En este sentido, uno de los estereotipos de base es aquel que relaciona directamente la capacidad femenina de reproducción al cuidado y educación de la familia, esto es, el que se ampara en un determinismo biológico ampliamente rebatido en la actualidad pero aún inmanente en todo tipo de representación cultural. 13 6. Relaciones de pareja Estando intrínsecamente relacionadas con los estereotipos de género, hemos de analizar las relaciones de pareja ofrecidas por los medios, ya que a través de una hábil conjugación de ambos, se mostrará a la mujer una forma de ser, una forma de comportarse y una serie de objetivos deseables a conseguir, siendo el amor el fundamental entre todos ellos. A la mujer, de esta manera, y en casi igual medida al hombre, se nos muestra cómo estar en el mundo y cómo relacionarnos con él. De manera más o menos sutil, las series de televisión enseñan una amplia, en principio, variedad de modelos de mujer. Tenemos a la tradicional ama de casa, a la mujer independiente, la mujer moderna, la mujer que-se-comporta-como-un-hombre (promiscua, asertiva, segura de sí misma, ambiciosa, …), mujeres sumisas, mujeres empoderadas, madres solteras, madres casadas, abuelas, esposas de, hijas de, hermanas de. Mujeres de (casi) todas las formas y colores que, como punto en común, conocen, han aprehendido y asimilado como lo mejor el cuento de hadas de La Cenicienta. Todas ellas buscan, por tanto, la horma de su zapato. La idea de amor se fundamento en una creencia de raigambre católica que nos dice que el amor es un acto desinteresado, un acto de valor propio en el que lo primordial es el ser amado, hacer todo por él dejando a un lado nuestras propias necesidades y deseos. Partiendo de esta base, los medios de comunicación, desde la literatura a las telenovelas, pasando por las series de televisión y las películas, nos sugieren un tipo de comportamiento para ese estado anímico excepcional que es el enamoramiento. Así, como explica Naranjo Hernández, cuando estamos enamoradas debemos, en primer lugar, entregarnos totalmente (lo contrario sería fuente de culpabilidad), sacrificarnos por amor (renunciar a nuestras propias aficiones o hábitos en pos de los de nuestra pareja), idealizar a la otra persona (excusando todo defecto o conducta no deseable) y, por supuesto, esperar que conozca nuestras necesidades mejor que nosotras mismas, esto es, anhelar una comprensión casi telepática con la otra persona, evitando una comunicación realmente funcional9. En nuestras sociedades de capitalismo avanzado, globalización e hiperconectividad, la idea de amor ha permanecido estancada en valores 9 NARANJO HERNÁNDEZ, Mª José: Renuncio a mí en nombre del amor (Asociación de Mujeres para la Salud, 2010, Nº XXX) 14 tradicionales que siguen coartando la actuación de la mujer, que ha de limitarse a buscar, encontrar y retener a su príncipe azul. Lo busca porque se presupone que el príncipe dotará de sentido su existencia y, una vez encontrado, lucha por retenerlo mediante el matrimonio, la renuncia y el sacrificio, para que el sueño de … y vivieron felices para siempre no se deslice entre sus dedos. Es por ello, que en los últimos años han surgido numerosos estudios y análisis de las diferentes concepciones del amor y, en especial, del preponderante en el mundo occidental, aquel que se ha venido a llamar amor romántico. Como se ha concluido, el amor romántico, basado en la pasión, no es un concepto dado de por sí, es decir, es una noción que se ha ido construyendo a lo largo del tiempo y que se ha ido justificando y aposentando en la mentalidad colectiva a través de todo tipo de manifestaciones culturales, tales como televisión, cine, literatura y arte. Un constructo social más que fundamenta la estructura social familiar, basada en la unión romántico-pasional y libre de dos personas. Dada la apariencia no utilitarista de nuestra sociedad, el amor romántico se establece como fundacional en el matrimonio: elegimos a nuestra pareja o compañera/o de vida libremente, porque compartimos cierta visión del mundo y porque hay un sentimiento amoroso y pasional entre ambos. Ya no es la familia, la sociedad, la coyuntura económica o el entorno quién dicta con quién habremos de estar, somos nosotros mismos, como sujetos autónomos. Sin embargo, las variables socio-económicas seguirán teniendo un gran peso pues nos movemos en ambientes determinados, desde el trabajo a nuestra zona de ocio, que determinarán a su vez las relaciones que yo pueda o no establecer y con qué tipo de personas habré de relacionarme o no. esto no indica que lejos de basarse meramente en una atracción más o menos fatal hacia otra persona, los vectores que configuran nuestra existencia en el mundo (como nuestro lugar de residencia, nuestra profesión, nuestro estatus social en general) seguirán llevándonos en direcciones que, normalmente, derivarán en personas afines con las que poder realizar un proyecto de vida factible. La realidad nos dice escogemos a nuestra pareja dentro de un entorno en el que nos sentimos cómodos, dentro del mismo grupo o de un grupo afín, y que las historias de princesas se dan muy raras veces, por más que la prensa se recree en historias de 15 corte romántico clásico como las protagonizadas por las princesas Letizia y MetteMarit (aunque ambas fueron presentadas a sus actuales maridos a través de amigos en común). Las nuevas formas de comunicación, en especial las relacionados con Internet, como Facebook, Twitter, etc. y las páginas web de contactos (Meetic, Match, etc.) han dado otra vuelta de tuerca a la manera que tenemos de relacionarnos, un giro que podríamos llamar revolucionario, pues nunca antes se había dado con tal facilidad el acceso a un banco de candidatos tan infinito como el mismo mundo. Sin embargo, esta nueva configuración en el establecimiento de relaciones tiene una contrapartida fundamental: el fin de estas relaciones es tan fácil como el comienzo, es decir, con un solo click podemos borrar a esa persona con la que habíamos establecido contacto previo con la misma comodidad con la que accedimos a ella10. Por lo tanto, el mito se perpetúa y las mujeres siguen buscando el amor como experiencia vital básica que de sentido a su vida, ordenando su biografía en torno a su consecución11. En el siguiente apartado veremos cómo esta concepción del amor impregna prácticamente todas las relaciones de pareja que mantienen los personajes femeninos de la serie. 10 BAUMAN, Zygmunt: Amor líquido. (FCE, 2008) 11 SAMPEDRO, Pilar: El mito del amor y sus consecuencias en los vínculos de pareja, pág. 5 16 7. La que se avecina 7.1. Introducción Desde su primera emisión en abril de 2007, La que se avecina se configuró desde un primer momento como sucesora de la aclamada Aquí no hay quien viva, serie de Antena 3 que a la manera del cómic de Ibañez, 13 rue del Percebe, mostraba la vida de los inquilinos de un inmueble de Madrid. En este caso, la acción tiene lugar en una urbanización de las afueras de una gran ciudad, Mirador de Montepinar, lugar recóndito y mal comunicado. El formato, así, cambió de nombre y de cadena, siendo producida por Alba Adriática, la productora de José Luis Moreno, durante las cuatro primeras temporadas y emitida por Tele 5, en horario prime-time. Más adelante, la propia cadena y la productora Infinia se hicieron cargo de la producción, debido a retrasos en los pagos. De una serie a otra los personajes se modificaron sustancialmente y actores como Fernando Tejero y Luis Merlo no se unieron al nuevo proyecto, otros, como Malena Alterio e Isabel Ordaz abandonaron en la segunda temporada. Sin embargo, la serie ha sabido conservar a sus telespectadores, y la audiencia se ha mantenido en una media en torno al 15%, considerable además si tenemos en cuenta los cambios sufridos también en la programación, pasando de emitirse los domingos a los jueves y de nuevo a los domingos. Las tramas giran en torno a las relaciones y problemas surgidos dentro del mismo edificio y en las relaciones entre ellos, siempre desde una mirada cómica, a menudo cercana al absurdo, siendo elaboradas a menudo a lo largo de varios capítulos. 17 7.2. Personajes Personajes principales Judith Becker: joven psicóloga a la que continuamente se la refiere como la “pelirroja guarrilla”. Vive en uno de los mejores pisos, el Ático A. De carácter y conducta muy variable, busca a su príncipe azul. Muy aficionada a la ropa, ve en su vestidor el único de sus sueños materializado. No hace gala de una gran profesionalidad, pasa consulta en su mismo salón, donde a menudo se ve interrumpido por los vecinos, algunos de los cuales son también sus pacientes. Javier Maroto (Javi): chico sensible y enamorado de su joven mujer, Lola. A lo largo de la temporada su actitud va cambiando y va pasando de “huevón” a “león”. Dolores Trujillo (Lola): actriz que trabaja en un serial erótico en Miami, quiere mucho a su marido Javi, aunque él teme que tenga “los genes de su madre”, muy promiscua. Cuando vuelve su actitud es de diva, expresándose “a lo Miami”, con multitud de términos en inglés. Vicente Maroto: padre de Javi, se lamenta constantemente de la muerte de su mujer Gregoria. Vago redomado, sólo deja de ver la televisión en el sofá para bajar al bar y asistir a las reuniones de “los leones”. Los tres viven en el Ático B Izaskun Sagastume: señora mayor que vive sola, una de sus señas de identidad es su adicción al tabaco y cotillear a los vecinos, cuya vida va anotando en una libreta. Vive en el 2ºA Araceli Madariaga: ex-mujer de Enrique, que tras tres años ausente regresa al inmueble acompañada con su nueva pareja, Reyes. Es aficionada al té, el yoga y se la presenta como algo lunática (dice chupar las pilas por lo beneficioso del litio). Desconocemos su profesión, aunque en un capítulo se dedica a hacer terapias alternativas aprendidas en sus viajes por Asia. Anteriormente era peluquera. 18 Reyes Ballesteros: pareja de Araceli, presentada como agresiva y masculina, más que con fuerte carácter como borde y bastante violenta. Viste siempre con chalecos o camisas. Es dentista. La pareja vive en el 2ºB. Berta: ex de Antonio, no desaprovecha ninguna oportunidad para demostrar su arrepentimiento aceptando cualquier sometimiento y humillación por parte de Antonio. Muy religiosa, temerosa de Dios, pero a la vez promiscua y dependiente del deseo de los hombres, especialmente del de Antonio. Vive en el 2ºC. Raquel: la rubia espectacular, no sabemos a qué se dedica. Es la más sensata de todos los personajes y sabe decir la verdad a sus amigas aunque pueda doler, también las sabe animar. Sin embargo, cuando se enamora de Javi no duda en jugar sucio. Nines: la prima fea y barriobajera, mal hablada y de modales rudos, siempre dice lo que piensa y se aprovecha de todas las situaciones. Tiene un hijo, Toñín, al que nunca vemos apegada, salvo cuando en un capítulo lo secuestran. Maite: mujer separada de Amador, muy preocupada por gustar a los hombres y por su edad (tiene 40 años y se ve estupenda). Dependienta en una tienda de ropa, su mayor afición es la moda, los cotilleos y las fiestas. Se la ve en estado ebrio algunas veces. Buena madre, se preocupa por ellos y es cariñosa. Las tres chicas viven en el 1ºA Leo: el pesadito, tiene buena voluntad pero siempre mete la pata. Vende aspiradores. Siempre ayuda a sus amigos con los disparatados planes que proponen. Se dice “single”, estado del que disfruta. Es el más listo de la pandilla, aunque su afición a corregir todos los errores de Amador le hacen ser el objetivo común de collejas y forcejeos. Vive en el 1ºB. Antonio Recio: reúne en sí mismo una serie de características que le hacen uno de los personajes más odiados por el resto de los inquilinos. Se declara pescadero 19 mayorista “no limpia-pescados”. Es homófobo, monárquico, racista, misógino, aficionado a la prostitución, fascista, etc. Conocido como “el rancio” entre los vecinos. Su máxima ambición es ser presidente de la comunidad. Vive en el 1ºA. Amador: ex marido de Maite, es el típico fracasado gracioso al que todo le sale mal. Su ambición es ser un “vividor follador” y tener un descapotable. Sin embargo, tiene que hacerse cargo de los niños, misión que sólo logra llevar a cabo con la ayuda de su madre. Ocasionalmente consigue algunos trabajos, que no suele mantener más allá de un capítulo. Durante toda la temporada permanece parado, mantenido por su madre. Justi: la madre tradicional, vela por el bienestar de su hijo, entrometiéndose en su relación con Maite para arreglar su matrimonio. Tiene una visión tradicional del matrimonio que incluye paciencia, entrega y aguante. Reparte collejas todo el tiempo. Carlota, Nano y Rodrigo: los hijos de Amador y Cuqui. Hay un cuarto niño al que llaman “Ojos de pollo”, ilegítimo (lo tuvo Cuqui con Sergio, un actor famoso, que ya no vive en el inmueble). Todos viven en el Bajo A. Enrique Pastor: ex-marido de Araceli, le llaman el “barbas”, tiene unos cincuenta años. Es concejal de urbanismo y gerente del bar de abajo, se preocupa por su hijo. Vivió un romance con Judith, que lucha por solidificar en una relación seria. Sin embargo, es manipulado constantemente por ella. Máximo: camarero del Max & Henry, convive con Enrique y su hijo, del que dice haber sido como una madre para él desde que su madre se fue. Es un hombre misterioso, del que se intuyen muchas vidas anteriores, y siempre es el encargado de planear los planes rocambolescos de la pandilla de “los leones”. Fran: el “adolescente problemático”, hijo de Enrique, es un joven que siempre está enganchado al teléfono, hablando con sus amigos. Tiene desplantes con su padre y cuando se enfada dice “cómeme la polla”. La familia Pastor vive en el Bajo B, piso 20 con jardín. Coque: ex-presidiario, portero del edificio (anteriormente trabajaba como jardinero), corto de luces, vive en la caravana que está aparcada enfrente del portal permanentemente. Rosario Parrales: asalariado en la empresa de Antonio Recio, Mariscos Recio, inmigrante dirigente y trabajador, siempre se presta a lo que sea por su jefe Antonio y no protesta cuando éste, entre otras cosas, le humilla disfrazándolo de quisquilla. Personajes secundarios Manolita: ex-novia de Rosario, viaja a España para mejorar económicamente, no duda en engañar a Antonio para conseguir su dinero. Washington: novio de Manolita y cómplice en el engaño a Antonio. Gigi Diamond (Marta): actriz porno, novia esporádica de Amador. Mario: controlador aéreo, novio esporádico de Judith. Carlos: novio esporádico de Judith, antiguo compañero del colegio con el que retoma el contacto a través de Facebook. Violeta: hermana de Antonio, enferma mental. Mantiene una breve relación con Amador. Ferrán Barreiros: rival de Antonio en el negocio del pescado. Blanca: pareja ocasional de Enrique, que resulta ser gafe. 21 7.3. Estereotipos y relaciones Según la clasificación de estereotipos de género antes referida, los personajes femeninos de La que se avecinaría se podrían encuadrar en diferentes modelos. Por un lado tendríamos a las mujeres jóvenes, Judith, Raquel, Nines y Maite, que encarnarían un papel de mujeres modernas, que, aparentemente, no necesitan un hombre para completar su existencia. Sin embargo, Raquel y Judith también se podrían enmarcar en un estereotipo de mujeres sexualizadas, dado las menciones repetidas que hacen a su cuerpo y a su vida sexual o sentimental, siendo, de hecho, los temas a los que con más frecuencia se refieren en las tramas por ellas protagonizadas, así como en un estereotipo sexista, ya que, aunque son amigas, la rivalidad empaña su amistad cuando ambas luchan por el amor de otro personaje de la serie, Javi. Como mujeres tradicionales tenemos a Justi y a Berta, ambas complacientes con el rol de género de esposas y madres serviciales que les ha sido asignado, siendo a veces humilladas y engañadas por los varones de su entorno. Uno de los estereotipos de género más ampliamente difundido es aquel que sitúa a la mujer en el entorno privado, en el ámbito doméstico. En la serie nos encontramos con diferentes personajes femeninos que tienen un trabajo asalariado fuera de su hogar, como es el caso de Lola, actriz, Raquel, agente comercial, Maite, dependienta en una tienda de ropa, o Reyes, dentista, mas el resto de las mujeres representadas se mueven en el hábitat del hogar, incluida Judith, cuyo salón cumple a la vez la función de consulta, desdibujándose los límites entre trabajo y ocio, como señal de la poca profesionalidad con la que este personaje a menudo actúa. Izaskun, Berta, Araceli, Nines y Justi permanecen en la vivienda realizando tareas típicamente asociadas al colectivo femenino, esto es, tareas reproductivas, cuidan de su casa, de su familia, cocinan, limpian y sólo en algún momento esporádico realizan algún trabajo remunerado. Hay que hacer mención al personaje de Nines, cuya máxima ambición es encontrar a un hombre con dinero para no tener que volver a trabajar (los trabajos que realiza Nines a lo largo de la serie son totalmente precarios). Cabe señalar que los trabajos más vinculados a la ciencia y a lo público son 22 desempeñados por hombres; Javi se dedica a la informática y Enrique trabaja en la administración pública. La empresa privada, símbolo del capital, también se mantiene en el ámbito masculino, es Antonio quien tiene una empresa y Enrique el gerente de un bar, quedando así los dos únicos negocios del edificio en manos de hombres. Podemos constatar en La que se avecina un control de los cuerpos de los principales personajes femeninos, que se imbrica con el estereotipo de género que relaciona, a su vez, mujer y corporalidad, adquiriendo la primera importancia o visibilidad tan sólo a través de la segunda. Así, el cuerpo de la mujer denota y conlleva una determinada ideología y a través de sus representaciones y el vocabulario a él asociado, se establecen y asimilan como buenos o deseables determinados modelos estéticos. En este contexto, es significativa la excesiva preocupación del personaje de Maite por su aspecto y su edad: en el capítulo 5x05 observamos cómo coge crema anti-arrugas de Raquel y decide después someterse a varias operaciones quirúrgicas para cambiar su aspecto casi por completo, asociando directamente su felicidad con la obtención de la atención masculina: “Necesito que los hombres me miren por la calle (…) Yo quiero ser feliz” (Cap. 5x05, min. 8:17 – 8:37). Cabría preguntarse, entre otras cosas, por qué el personaje de Raquel utiliza cremas anti-arrugas a su edad (que ronda la treintena), por qué el personaje de Maite, de 40 años, y habiendo tenido cuatro hijos, no ve la realidad de un cuerpo totalmente perfecto considerando sobre todo el factor de la maternidad, y que, incluso sin ellos, el cuerpo de Maite, mostrado semi-desnudo repetidas veces, sería envidiable para cualquier veinteañera. En sintonía con este personaje, también encontramos a Araceli, que ante la llegada inminente de su boda con Reyes, decide utilizar el vestido de su primera boda, en el que ya no entra, y se lanza a una insalubre dieta. Araceli, por lo demás un personaje tranquilo y aparentemente a gusto con su propio cuerpo, rompe aquí como modelo alternativo de mujer y muestra su lado más superficial. El cambio de look con el que Isabel Ordaz llegó de nuevo a la serie (abandonó en la segunda temporada, donde lucía un corte de pelo de media melena y gafas), también es valorado por un hombre, en este caso su ex marido Enrique, el cual comenta con su hijo lo guapa que está con el pelo largo y sin gafas. 23 En el caso de Berta, apodada “La quisquilla” y “La rancia”, desesperada por llamar la atención de su marido Antonio, pregunta a Enrique si le parece atractiva, éste le responde así: Enrique le recomienda a Berta un cambio de imagen: “igual si enseñaras un poco más de chicha conseguirías despertar su deseo (…) si te sacases más partido cualquier hombre caería rendido a tus pies” (Cap. 5x11, min. 8:10-8:23). Acto seguido, Berta le pregunta si le gustan sus pechos, él dice que sí: “debajo de esa rebeca cristiana se intuyen unas buenas...” (Cap. 5x11, min. 8:26-8:27). Tras esta afirmación, Berta, sin reflexionar un momento, se lanza a besarle. Tenemos aquí a una mujer que se declara necesitada de cariño, dispuesta a arrojarse a los brazos de cualquier hombre que le preste algo de atención. No hay que dejar de lado la vis cómica que rodea a toda la serie, con situaciones completamente surrealistas, propias del teatro del absurdo, y personajes esperpénticos, mas sigue siendo cuestionable el comportamiento aleatorio y promiscuo de personajes como Berta. Por otro lado, las mujeres jóvenes representadas son desmedidamente valoradas por su cuerpo, que es descrito y apropiado en ocasiones por el resto de personajes. De esta manera, Enrique dice de Judith que tiene “un cuerpo para el pecado”, Fran lo define como “brutal”, Antonio comenta en una ocasión que está “más gordita”, mientras que Araceli comenta que está más delgada por “los disgustos con los hombres”. Tanto su cuerpo como el de Raquel se acercan a los cánones de la moda actual: altas y delgadas, siempre arregladas, esto es, bien peinadas y maquilladas. Sólo las vemos de sport cuando van a hacer ejercicio o en escenas de cama, donde es frecuente ver a estos personajes en ropa interior. El cuerpo de Nines, más bajita y normal (entendiendo normal como dentro de la media), no se muestra tanto al público, salvo en las ocasiones en las que trabaja como ama del dolor, esto es, como semi-prostituta, practicando el sadomasoquismo con sus clientes. En el caso de las mujeres de mayor edad, como Justi e Izaskun, la corporalidad desaparece, como desaparecen prácticamente las tramas románticas o sexuales para estos personajes. Tenemos, en resumen, unos cuerpos ancianos ignorados, unos cuerpos maduros que han de cambiar para rejuvenecer y unos cuerpos jóvenes poco realistas 24 que son, casualmente, los más expuestos. Respecto a las relaciones interpersonales dadas en la serie, encontramos diferentes variantes en La que se avecina, desde la tormentosa relación de Judith y Enrique, hasta la del joven matrimonio formado por Lola y Javi, basado en el compromiso y fundamentado como relación prototípica de amor-pasión. La relación a la que se da más importancia en esta quinta temporada es sin duda a la de la joven psicóloga y el concejal maduro, tanto en minutos como en idas y venidas de la trama. Sin embargo, sus interacciones se pueden resumir en un simple argumento: Judith se siente protegida y segura con Enrique y lo utiliza para desempeñar sus labores de presidenta con el mínimo estrés posible, mientras que Enrique quiere consolidar la relación infructuosamente. Para Judith, Enrique es una especie de salvavidas emocional: si no encuentra a su príncipe azul soñado (un chico adinerado, joven y guapo) se habrá de conformar con él. Por su parte, Enrique también juega a su manera con las relaciones, saltando de Araceli a Judith en cada capítulo o incluso en el mismo, según la conveniencia propia y la predisposición de aquéllas. Tenemos así una relación completamente infantilizada en la que el chantaje emocional es constante y consciente por ambas partes. Se dan también con frecuencia escenas en las que Judith, cuando ya no siente a Enrique como un valor seguro, rompe a llorar y siente un repentino e incontrolable amor hacia él. Sólo en estos momentos reconoce el mal trato que le ha dado. Es curioso cómo el mismo nombre de Judith hace referencia a una mujer bella y culta que sabe utilizar sus atractivas características para atraer y manejar a los hombres a su manera, para humillarlos, como en el caso de Enrique, o en el caso extremo del personaje bíblico, para asesinarlos. Como otro ejemplo de relación asimétrica la encontramos en el matrimonio cristiano formado por Berta y Antonio. Éste hace gala de un machismo y una misoginia no disimulada, si no más bien lo contrario: la hostilidad y el desprecio con el que trata a las mujeres se lleva a cabo con naturalidad y hasta orgullo, no se dirige a su esposa como a una persona querida si no como a una esclava, que sólo existe para complacerle, limpiándole y cocinándole siempre que él así lo desea. Berta, finalmente, llega a cansarse de los continuos desprecios y deja de implorar por su 25 perdón (dado que había mantenido relaciones sexuales previamente con el portero del edificio, Coque) y exige que se la pague por realizar los trabajos domésticos ya que no es tratada como una esposa amante sino como una empleada explotada. Así, Berta pasa a ser la asistenta de su propio marido, teniendo que lucir un conjunto de empleada del hogar directamente relacionado con la iconografía pornográfica clásica. En este caso, la complacencia y el hondo sentimiento de culpabilidad (muy en relación con su fervor cristiano) llevan al personaje de Berta a aceptar humillaciones inaceptables y a agachar la cabeza frente a un marido despótico que utiliza la baza del perdón en su propio beneficio, cuando así lo cree conveniente. Las relaciones de pareja analizadas, junto con los estereotipos de género presentes, dan al conjunto de mujeres representadas un rasgo común de maldad y deshonestidad. Por un lado, podríamos hacer referencia a un grupo de mujeres infieles y, por ello, malvadas, encabezado por Maite, seguido por Berta y Judith. Judith no sólo engaña a Enrique sino que lo mangonea al vaivén de su beneficio, como viva encarnación de la femme-fatale. Araceli, como figura de madre y esposa huidiza, abandonadora, también proyecta una imagen negativa de la mujer, junto con Nines, egoísta y despreocupada por su hijo. Como contrapuntos positivos tenemos a Lola, joven esposa amante y fiel, a Reyes, que se mantiene firme en sus sentimientos hacia Araceli en todo momento y Justi, la madre y esposa sacrificada y tradicional. Por último, la figura de Raquel se nos muestra ambivalente, ya que, por un lado, traiciona a su amiga Lola manteniendo una relación con Javi, pero por otro, lo hace persiguiendo su propia felicidad, por el amor de Javi, que cree verdadero. A esta visión negativa contribuyen ciertos personajes secundarios como Manolita, inmigrante que seduce a Antonio por el interés económico, o Violeta, la desequilibrada hermana de éste último. Como señala Siles, si bien ciertos aspectos en la representatividad de las mujeres han variado, sobre todo en lo referente a su ocupación del espacio laboral y público, la televisión no ha conseguido superar el tema de la diferencia, siempre presente y que “no permite la complementariedad, ni el entendimiento entre los sexos, sino que se limita a marcar la incomunicación y la lucha constante entre 26 ellos12”. Así, en la serie que nos ocupa corroboramos esta división entre los géneros, teniendo por un lado a los hombres, reunidos en el bar (lugar público) y autodenominados “Leones”, y por otro a las mujeres, reunidas en el apartamento (lugar privado) y con escaso sentimiento de grupo y desintegrado en ocasiones por las rivalidades internas por un hombre. 7.4. Adjetivación Teniendo en cuenta que la propagación de los estereotipos en general y de género en particular, no sólo se extienden, perciben y asumen por medio de la imagen si no la palabra también se articula como agente de desigualdad, se ha procedido a analizar las diversas denominaciones que los personajes reciben a lo largo de los capítulos analizados. En este sentido, hemos de señalar que no sólo es importante el qué se dice, sino el quién lo dice y el cómo lo dice. El personaje que más apelativos recibe, siendo la mayoría de éstos de carácter negativo, es el de Judith Becker, la joven psicóloga apodada “La comecocos”. Casi todos los demás personajes recurren al insulto hacia ella en algún momento, destacando el papel de Antonio Recio en esta labor. Este personaje establece como mote principal de Judith el de “guarrilla pelirroja”, repetido en todos los capítulos y que acaba siendo usado no sólo por él sino por Enrique Pastor en alguna ocasión en la que se hallaba enojado con ella. El señor Recio, sin embargo, no se limita a denominarla de aquella manera, si no que también emplea términos como amargada, vieja y fea, con el objetivo obvio de minar el autoestima y la confianza de la apelada. Por otra parte, también recibe insultos de sus propias congéneres, Berta la reprende como “ninfómana” y Raquel le llama “cacho puta” cuando Judith se insinúa sensualmente a Javier, y “niñata inmadura” y “caprichosa” cuando observa el juego de manipulación que lleva a cabo con Enrique. Éste, por su parte, la apoda cariñosamente “cuchufleta”, además de apreciar su fogosidad y su “cuerpo para el pecado” en otras ocasiones. Sin embargo, también la tilda de “inestable”, definiendo su personalidad como “bipolar”, y “orgullosa”. Vemos, así, que Judith es vista como un personaje sensual y peligroso, a la vez que desorientado, 12 SILES, Begoña: Las series televisivas: discursos fragmentados sobre la emocionalidad (dentro de La identidad de género en la imagen televisiva, Instituto de la Mujer, 2004), pág.113 27 manipulador e inseguro. Por otro lado tenemos a Amador, que recibe multitud de apelativos como consecuencia de sus actos, dentro de lo esperable en una persona cuya aspiración es ser un “vividor-follador”, esto es, tener mujeres siempre disponibles a mantener relaciones sexuales con él y tener un coche descapotable, eso sí, sin tener que trabajar o trabajando el mínimo posible. Una vida de lujo sin esfuerzo ni compromiso, el sueño que la televisión y el cine vende con mayor éxito. Así, Amador es calificado con “inútil”, “burro”, “mentiroso”, “mal hijo”, “adúltero”, “adicto al sexo”, “parado”, “cornudo”, “impresentable”, etc., sobre todo por parte de su madre, Justi. Por su parte, Maite y sus compañeras de piso lo denominan a menudo como “gañán”. Amador resulta, como observamos, mal parado en el reparto de apelativos y se refuerza así su imagen de personaje fracasado y vago, por un lado, pero a la vez digno de lástima por su propia ignorancia y por la situación que tiene que manejar: trabajaba en un banco de donde le acabaron echando, su mujer le fue infiel y ahora tiene que cuidar de tres hijos suyos y un bebé, “Ojos de pollo”, que Maite tuvo con un ex-vecino y, para remate, ha de lidiar con su madre, que vive con él para ayudarlo a llevar la casa, pero de la que no puede deshacerse ni un instante para tener su propia vida, castigándole y propinándole temibles collejas a la menor ocasión. El tercer ejemplo de dañina adjetivación que se utiliza en la serie es, sin duda, el del personaje de Reyes, que además de mujer es homosexual, por lo que todos los prejuicios tanto de género como los referentes a la sexualidad se ven concretados en ella. Por tanto, los personajes de Antonio y Enrique, principales adversarios de Reyes, a menudo hacen referencia a ella como “bollera loca”, “resentida”, “desviada” o “marimacho grosera”, todos estos calificativos que refuerzan el estereotipo de lesbiana agresiva y masculina que odia a los hombres por una latente “envidia fálica”. Este análisis freudiano inherente al discurso de la serie, queda confirmado con la actitud de Reyes, que asume un papel combativo y defensivo frente a los hombres y un papel protector, romántico y paternalista frente a Araceli. Hay que destacar también el caso de Raquel, el personaje femenino quizás que más usa el sentido común en determinadas ocasiones que rayan el absurdo, y cuyo mote principal es “La Barbie”. Este apodo, institucionalizado ya en la estructura vecinal, viene a reflejar su actitud de niña buena pero que en mayor medida hace 28 referencia a su físico, así como los demás apelativos que recibe, especialmente “pivón”. Javi le dice en una ocasión que para los chicos ella es la “estrecha”, frente a Maite que es el “putón”. Así, Raquel es vista por una parte como sensata y poco accesible (en el plano sexual) y, por otra, como objeto de deseo de belleza casi inalcanzable (como la del mítico juguete de Mattel). Se nos presenta también como un personaje solidario y compasivo, propenso a ayudar a los demás, pero ambiciosa y cruel a la hora de conseguir sus objetivos, por ello, Nines, su prima, repite continuamente, como un mantra, “es que todas las rubias sois malas”. Por último señalar la apropiación que se da a menudo de ciertos términos acuñados en las series de televisión por parte de los jóvenes que, en el caso de los encuestados, utilizaron en varios ocasiones el concepto de “vividor-follador” para describir lo que ellos (en este caso eran todos varones) esperaban de sus relaciones de pareja en un su etapa adulta. 7.5. Comparativa Los Simpsons y Física o Química Siendo las series de Los Simpsons y de Física o Química muy seguidas también por los adolescentes encuestados, hemos encontrado relevante realizar una pequeña mención a ellas, buscando los puntos en común con la serie analizada, La que se avecina. En el caso de Los Simpsons, vemos cómo los personajes principales, que no crecen ni evolucionan, se mantienen a lo largo del tiempo en el mismo patrón, así como ocurre con las tramas, conclusivas en cada capítulo. Homer, el padre de familia, se nos presenta como vago, ignorante, alcohólico y empleado de escasa profesionalidad. Es Marge, la madre y ama de casa, la que saca adelante las situaciones comprometidas en las que la familia se ve continuamente enredada, bien por Homer o por Bart, el hijo travieso e irresponsable. Como modelo alternativo tenemos a Lisa, la hija prodigio, muy inteligente, trabajadora y comprometida, es vegetariana, se interesa por el budismo y critica todo el sistema establecido desde su perspicaz mirada de niña de 8 años de edad. Ella aporta lucidez y sentido común a la familia, la cual, sea el problema al que se enfrentan el que sea, acaba siempre unida. Encontramos, así, un punto en común en el uso del espacio privado como 29 principal escenario, la inclusión de figuras femeninas que cumplen con el rol tradicional de esposa (el paralelismo más claro podría darse entre el personaje de Berta y Marge), y su aspiración cómica. Sin embargo, el elemento de crítica, muy presente en Los Simpsons, se da de manera muy blanda en La que se avecina, en la que las referencias al orden social se dan en escasas ocasiones y nunca de una manera profunda. Por último, señalar que Raquel, al igual que Lisa, es vegetariana, si bien se nos aparece su elección como más estética que ética, por lo que, de nuevo, el elemento crítico se difumina y banaliza. En el caso de Física o Química, serie también especialmente dirigida a los jóvenes por centrar en ellos sus tramas, la acción se centra en los alumnos y profesores de un instituto madrileño y, más concretamente, en las relaciones que se establecen entre ellos. La serie, muy controvertida, muestra escenas en las que el sexo y las drogas se viven de forma natural y cotidiana, y multitud de situaciones que podríamos considerar anómalas en el devenir ordinario de cualquier instituto como embarazos de adolescentes, suicidios, violaciones, etc., y se dotan de proximidad y realismo. La vocación de esta serie televisiva no es, por tanto, cómica si no dramática, representando constantes conflictos emocionales y sociales, que cumplen una amplia gama de temáticas (racismo, anorexia, adicción, prostitución, etc.). Centrándose en el núcleo emotivo de cada personaje y coyuntura, Física o Química consigue mayor conexión e identificación con el público juvenil al que representan. En la encuesta realizada sólo hubo el caso de una chica que señalara una relación televisiva concreta con la que podía identificarse y ésa fue la personificada por los personajes de Gorka y Ruth, los cuales establecen una insana relación de dominador-dominada: “Ella [Ruth] está totalmente dominada por él [Gorka]. Las discusiones con su compañero (se supone que es su pareja porque le ha elegido libremente) son constantes y aunque denotan la agresividad del muchacho y su decisión de control (es “su rubia”), ella se pliega a sus deseos13”. En este sentido, es clara la transferencia. Entre los encuestados, mayoritariamente entre las chicas, se da esta identificación con los personajes de la serie, siendo éstos algunos de los comentarios realizados: “porque es como si fueran 13 VVAA: Análisis de la serie Física o Química, pág. 68 30 como nosotros” (encuesta nº 8, mujer, 16 años), “porque hay hechos y cosas que pasan en la vida real, jóvenes, instituto... (encuesta nº 18, hombre, 16 años), “porque es una serie de adolescentes y me identifico con algunas de las parejas por lo problemas, etc.” (encuesta nº 19, mujer, 15 años), “porque es un instituto y cuenta lo que nos pasa a nosotros” (encuesta nº 22, mujer, 15 años). Hay que señalar que entre los encuestados y encuestadas de 17 y 18 años, esto es, los de mayor edad, se da una menor identificación con cualquier relación mostrada en las series de ficción, viéndose éstas de forma general como poco verosímiles. 8. Conclusiones 31 Como productos de entretenimiento emitidos por medios de comunicación masivos, ya sea televisión o Internet, las series de ficción llegan a millones de personas y junto a las tramas y argumentos propuestos, multitud de otras connotaciones y mensajes, entre ellos, los estereotipos de género, aspecto que más nos concierne en este estudio. Hemos visto a lo largo de este opúsculo cómo determinados personajes y configuraciones de las relaciones de pareja contribuyen al fortalecimiento de ciertos patrones sexistas, no sólo a través de la imagen si no también a través de la palabra. Se invita, por tanto, a una reflexión en torno a los modelos presentes en la pequeña pantalla, aquellos que dada su amplia difusión pueden influir en muchos jóvenes, y a la posibilidad de establecer una mayor variedad de personajes, que demuestren la diversidad de mujeres existentes, así como de hombres, y que sigan unos patrones en sus relaciones no tan apegados a la emotividad (vinculada a la irreflexión y lo impulsivo) y más horizontales y comunicativas. En el caso analizado, el factor cómico explica (y justifica) en mucha medida las exageraciones en caracteres y tramas, siendo ésta una serie en principio hecha por y para reír, reinvindicándose así también la capacidad de la sátira como plataforma cuestionadora del orden social, sin embargo, las permanencias observadas en cuanto a los roles atribuidos a las mujeres, el lenguaje utilizado en varias ocasiones (y objetivamente más denigrante para las mujeres que para los hombres, tanto cualitativa como cuantitativamente), así como el tratamiento de los cuerpos de las mujeres, arrojan un resultado cuanto menos cuestionable respecto a un tratamiento de género libre de estereotipos en La que se avecina. 9. Agradecimientos 32 Quisiera dedicar un especial agradecimiento al personal docente del Instituto Ciudad de los Ángeles, al que debo mucho como persona y como estudiante, y en especial al director Antonio Corral Cañón y a los alumnos de 3º B, 4º D y 1º 2 del curso 2010-2011, que se prestaron a colaborar desinteresadamente en este proyecto. Gracias también a las profesoras del Máster en Estudios Feministas que han sabido trasmitirnos sus principios y sus conocimientos a lo largo de este curso. Así mismo, agradecer a mi tutora Graciela Padillo la ayuda, la orientación y el apoyo que me ha dado a lo largo de estos meses. Por último, a mis compañeras del Máster en Estudios Feministas, a las que agradezco los buenos momentos vividos y las conversaciones en clave feminista. 33 10. Referencias bibliográficas BAUMAN, Zygmunt: Amor líquido. Acerca de la fragilidad de los vínculos humanos (Fondo de Cultura Económica de España, Madrid, 2008) BERNÁRDEZ, A.; GARCÍA, I.; GONZÁLEZ, S. . Violencia de género en el cine español. Análisis y guía didáctica. (Madrid, 2008, Editorial Complutense) GARCÍA VARONA, S., GRÉGORI, J., PERTIERRA, I. SÁNCHEZ QUINTANA, V. : Análisis de la serie Física o Química (Dirigido por Graciela Padilla) Universidad Complutense de Madrid. INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA: Los hogares y la tecnología (Madrid, 2004, INE). Disponible en: http://www.ine.es/revistas/cifraine/cifine_hogytec0304.pdf GARCÍA REINA, Leticia: Juventud y medios de comunicación. La televisión y los jóvenes: aproximación estructural a la programación y los mensajes (Ámbitos, nº11-12 – 1er y 2º semestres de 2004, pp. 115-129) LOSCERTALES, F. y NÚÑEZ, T.: La imagen de las mujeres en la era de la comunicación (Universidad de Sevilla, I/C Revista Científica de Información y Comunicación, 2009, pp. 427-462) LOSCERTALES, F. y NÚÑEZ, T.: La mirada de las mujeres en la sociedad de la información. (Madrid, 2007, Siranda) NARANJO HERNÁNDEZ, Mª José: Renuncio a mí en nombre del amor (Asociación de Mujeres para la Salud, 2010, Nº XXX) NÚÑEZ, T.: La televisión, ¿invitada o intrusa? (Madrid, 2005, Área de Gobierno de Empleo y Servicios a la Ciudadanía. Dirección General de Igualdad de Oportunidades). OLÁBARRI, E., DE MIGUEL, C., SILES, B. y ITUARTE, L.: La identidad de género en la imagen televisiva (Madrid, Instituto de la Mujer, 2004) REINARES LARA, Pedro: Jóvenes y televisión generalista en España: ¿Es Internet responsable de una audiencia perdida? (Área de Investigación de Mercados, 2010, URJC). Disponible en: www.injuve.es/contenidos.downloadatt.action?id=177274291 SAMPEDRO, Pilar: El mito del amor y sus consecuencias en el vínculo de pareja (2005) Centro Pilar Sampedro. Disponible en: centropilarsampedro.es/documents/download/5 34 11. Anexos SONDEO SERIES TELEVISIÓN El objetivo de esta encuesta es obtener los datos suficientes para una investigación universitaria, sin ánimo de lucro, acerca de los jóvenes y su visión de las relaciones de pareja a través de las series de televisión. Todos los datos son confidenciales y no serán utilizados por ninguna empresa. Edad: Curso: Sexo: Por favor, contesta a las siguientes cuestiones: 1. ¿Cuáles son tus tres series de televisión preferidas?: • • • 2. ¿A través de qué medios las visionas? (Tacha la opción que corresponda): - Televisión - DVD - Internet (página Web oficial) - Internet (página Web de descargas) 3. Piensa en las relaciones de pareja que se dan en tus series de televisión preferidas, ¿te sientes identificada/o con alguna de ellas? ¿Con cuál? Explica brevemente el porqué. 4. Dichas relaciones de pareja, ¿te resultan verosímiles o, por el contrario, las encuentras poco creíbles? Explica brevemente porqué, dando algún ejemplo. 5. Reflexiona ahora acerca de tu propia vida ¿Qué esperas de tus relaciones de pareja de aquí a 10-15 años? ¡Gracias! 35