Consenso sobre dolor irruptivo Dolor y Cáncer oncológico El pasado 15 de febrero expertos de 4 sociedades científicas implicadas en el manejo del dolor oncológico (Sociedad Española Oncológica Médica, Sociedad Española de Oncología Radioterápica, Sociedad Española del Dolor y Sociedad Española de Cuidados Paliativos), se reunieron con el objetivo de elaborar un Documento de Consenso sobre el diagnóstico y tratamiento del dolor irruptivo oncológico, un verdadero problema socio-sanitario actual, dada la incidencia por cáncer en nuestro país (400 pacientes por cada 100.000 habitantes/año). Introducción El dolor es un aspecto esencial de la enfermedad cancerosa que debe ser tratado como tal, conjunta o independientemente del tratamiento anti-neoplásico y cuyo abordaje terapéutico debe de ser considerado por el médico como una prioridad tan importante como la enfermedad subyacente, ya que el dolor y las crisis de dolor no controladas, pueden llegar a ser tan devastadoras como la enfermedad oncológica. Desgraciadamente aún hay actitudes que consideran el dolor y el sufrimiento como aspectos redentores de nuestra existencia, este tipo de creencias tan arraigadas en nuestra sociedad pretenden hacernos creer que el dolor es necesario para fortalecer nuestro carácter, y que por tanto, el enfermo de cáncer y su familia tiene casi “la obligación” de sufrir. Nada más lejos de lo que se considera una buena práctica clínica. Hoy existen medios para ofrecer al paciente una calidad de vida adecuada que le permita afrontar su enfermedad con dignidad. Este Documento de Consenso responde a la necesidad de tener herramientas para fomentar el correcto diagnóstico y tratar correctamente al paciente con dolor irruptivo oncológico. En España el 77% de los episodios de dolor irruptivo oncológico (1): No están diagnosticados o tratados. Son tratados aumentando la dosis del opioide utilizado para el control de base. Son tratados con analgésicos de II escalón de la OMS *. El 14% de los episodios de DI oncológico en España se tratan utilizando un opioide de acción corta (SAO). Estos fármacos (morfina, oxicodona e hidromorfina), no son 1 2 Dolor y Cáncer apropiados para el tratamiento del dolor irruptivo oncológico debido a su lento inicio de acción. *Escalera analgésica según la OMS: Primer escalón (dolor leve): administración de no-opioide con o sin un fármaco adyuvante. Segundo escalón (dolor moderado): se añade al tratamiento recomendado en el primer escalón, un opioide menor. Tercer escalón (dolor severo): sustituye el opioide recomendado en el segundo escalón por un opioide mayor, con o sin un no-opioide o adyuvante. 2 2 Dolor y Cáncer Consideraciones generales La calidad de vida del paciente se reduce notablemente al sufrir dolor irruptivo (DIO), por lo que es fundamental realizar un adecuado y eficaz diagnóstico. El DIO es un síntoma que puede aparecer en cualquier momento de la evolución de la enfermedad y debe ser tratado y controlado tan pronto aparezca. Es importante identificar y actuar sobre el agente específico que provoca el dolor irruptivo, pudiendo hacerlo de manera preventiva. Es imprescindible mantener al paciente con analgésicos adecuados para controlar el dolor basal y hacer un seguimiento estrecho y un tratamiento específico para aliviar el dolor irruptivo. El tratamiento analgésico del dolor irruptivo es específico y no sustituye al tratamiento del dolor basal (con opioides). Cada paciente recibirá un tratamiento individualizado, ya que el dolor irruptivo varía de una persona a otra y no se puede establecer un tratamiento generalizado. No obstante, los expertos señalan que los fármacos ideales para tratar el DIO deben cumplir: elevada potencia analgésica, inicio de acción rápido (10 minutos o menos), corta duración del efecto, mínimos efectos secundarios y fácil administración. Actualmente el fentanilo, con una elevada potencia analgésica y rapidez de actuación, es el principio activo que más se ajusta a las necesidades de los pacientes con dolor irruptivo oncológico. Hay que tener presente que un correcto manejo del dolor irruptivo, supone una reducción del consumo de recursos sanitarios, además de aliviar a los pacientes en su enfermedad. 3 2 2 Dolor y Cáncer Diagnóstico. ¿A qué nos enfrentamos? Un factor determinante para actuar de manera eficaz contra el dolor irruptivo es el diagnóstico. No se puede establecer una matriz general que englobe y catalogue todos los episodios de DIO ya que cada paciente lo sufre de una forma, tiene unas determinadas características y viene provocado por causas distintas. Por este motivo, llevar a cabo un exhaustivo diagnóstico que permita definir el dolor irruptivo del paciente, generará un tratamiento individualizado y totalmente adaptado a las necesidades del paciente. Fases del diagnóstico: Certificación de dolor irruptivo: Algoritmo Davies. Lo primero es asegurar que el paciente con cáncer sufre dolor irruptivo; para ello se formularán unas preguntas que responden al algoritmo de Davies (2), el cual pretende descartar que no se trate de otro tipo de dolor. Algoritmo Davies: ¿Tiene usted habitualmente dolor? NO El paciente no presenta dolor irruptivo SI ¿Su dolor está controlado? NO El paciente no presenta dolor irruptivo SI ¿Presenta usted crisis transitorias de dolor? NO El paciente no presenta dolor irruptivo 4 SI El paciente presenta dolor irruptivo Dolor y Cáncer Compilación de los datos clínicos del paciente: Se ha de completar la información clínica del paciente con datos sobre: valoración del número de episodios, características del dolor (tiempo de inicio, duración, intensidad, frecuencia, localización e irradiación), los factores que lo desencadenan y aquellos que lo reducen y por último, la medicación utilizada. Definición de las características del DIO: Es muy importante definir al máximo el tipo de dolor irruptivo. Esto se realizará mediante otro cuestionario mucho más detallado donde se incluyen preguntas que van más allá de la definición y clasificación. Por ejemplo, preguntas sobre la repercusión que estas crisis de dolor tienen en su vida diaria o si los efectos secundarios de algún fármaco le han llevado a dejar de consumirlo. Colaboración del paciente: Se aconseja que el paciente anote sus crisis de dolor para ampliar la información que se tiene y encontrar la solución más efectiva. 5 2 2 Dolor y Cáncer Control efectivo del DIO mediante el tratamiento: Un paso adelante hacia el alivio El fármaco ideal para tratar el DIO debe cumplir: Un analgésico potente. Con un inicio de acción rápido: no más de 10 minutos. Con una corta duración del efecto: no más de 2 horas. Con mínimos efectos secundarios. De fácil administración: cómodo, no invasivo y autoadministrable. Ante una crisis de dolor que llega de manera fulminante, se necesita una solución que actúe con rapidez y eficacia. Actualmente, y con independencia del opioide mayor utilizado para el control del dolor basal, el fentanilo es el Tipos de opioides según principio activo que más se ajusta a las necesidades liberación y duración analgésica: analgésicas del DIO por su elevada potencia analgésica y por LAO (Long Acting Opioids-Opioide su rapidez de actuación. Además, los expertos señalan la importancia de individualizar el tratamiento que se consigue con una óptima titulación y una correcta educación sanitaria. Titulación: Esta fase busca evaluar la eficacia y la tolerabilidad del tratamiento analgésico y su dosis adecuada, a la vez que determinar cualquier cambio que se pueda producir en el dolor irruptivo. Educación sanitaria: En este punto el médico tiene que conseguir transmitir al paciente, a su familia y al cuidador principal, la información adecuada sobre el dolor y su manejo. Y es 6 de Liberación Controlada), una duración del efecto analgésico de 8 a 72 horas y un lento inicio. SAO (Short Acting OpioidsOpioide de Liberación normal o rápida), una duración del efecto analgésico de 4 a 6 horas y un inicio a partir de los 30 – 40 minutos. ROO (Rapid Onset OpioidsOpioide de Liberación inmediata), Liberación inmediata, con una duración del efecto analgésico de 1 a 2 horas y un inicio a los 3 – 15 minutos. Dolor y Cáncer que una buena comprensión de estos conceptos mejorará el tratamiento y reducirá los posibles efectos adversos. Es vital comprender que el tratamiento a seguir para aliviar una crisis de dolor es específico y no sustituye al tratamiento que el paciente esté siguiendo para el dolor de base de la enfermedad. De este modo, se prescribirán opioides para minimizar las crisis de dolor, y éstos serán un complemento a los que ya consume el paciente para controlar el dolor basal. El tratamiento con opiodes tiene que ir acompañado de una prevención de los efectos secundarios que éstos puedan tener (náuseas, vómitos, estreñimiento). Otras consideraciones importantes. A menudo el dolor basal suele estar bien controlado, pero es habitual que el dolor irruptivo no lo esté. En estos casos, cuando se producen los episodios de crisis se genera una insatisfacción global en el paciente que afecta en gran manera a su calidad de vida. La estrategia terapéutica a seguir para paliar el dolor irruptivo, debe constar en la historia clínica y el informe del paciente. Si además los medios sanitarios permiten hacer un seguimiento telefónico al paciente, el control de la evolución del dolor será mucho más eficaz. Por último, no hay que olvidar implicar en los tratamientos y seguimientos de los pacientes con dolor irruptivo, a los equipos de atención primaria. 7 2 Dolor y Cáncer ¿Quién ha elaborado el documento de Consenso sobre DIO? Para la elaboración del Documento de Consenso Diagnóstico y Tratamiento del Dolor Irruptivo Oncológico se ha contado con el trabajo y colaboración de los siguientes expertos: De la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) o Dra. Yolanda Escobar. Madrid. Hospital Gregorio Marañón (Coordinadora del Documento de Consenso). o Dr. César Rodríguez. Salamanca. Hospital Universitario. De la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR): o Dra. Ana Mañas. Madrid. Hospital de La Paz. o Dr. Albert Biete i Solá. Barcelona. Hospital Clínic I Provincial. De la Sociedad Española del Dolor: o Dr. Rafael Gálvez. Granada. Hospital Universitario Virgen de las Nieves. o Dr. Manuel Camba. La Coruña. Hospital Arquitecto Marcide). De la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL): o Dr. Albert Tuca. Barcelona. Hospital Clínic i Provincial. o Dra. Dulce Rodríguez. Reus. Hospital Sant Joan. Este Documento de Consenso ha sido posible gracias a la colaboración de Cephalon y Ferrer. 8 2 2 Dolor y Cáncer Anexo I: Características generales de los SAOs y ROOs en el tratamiento del DIO Producto Inicio de Duración analgesia del efecto Ventajas y Desventajas Morfina (oral) 30-40 min 4 horas Oxicodona (oral) 30 min 4 horas Metadona (oral) 10-15 min 4-6 horas Fentanilo (transmucoso) 5-10 min 1-2 horas V: Disponible en diversas presentaciones y solución líquida. D: Inicio lento de analgesia y Biodisponibilidad muy variable. V: Disponible en diversas presentaciones y solución líquida. D: Inicio lento de analgesia y Biodisponibilidad muy variable. V: Inicio de acción más rápido en un estudio pequeño vs el opioide habitual del paciente. D: Farmacología y farmacocinética complejas. Duración prolongada del efecto: larga semivida de eliminación y riesgo de toxicidad por acumulación. V: Inicio de acción inmediato D: Requiere titulación de dosis en cada paciente. SAOs Short Acting Opioids ROOs Rapid Onset Opioids Referencias: 1. Según datos IMS QIII 2010. 2. Davies et al. The management of cancer-related breakthrough pain: Recommendations of the task group of the Association for Paliative Medicina of Great Britain and Ireland. European Journal of Pain. 2009;12:331-338 9 2 Dolor y Cáncer Información dirigida únicamente a profesionales de los medios de comunicación Para más información contactar con: Saatchi& Saatchi Health Departamento de Comunicación Cristina Coll / Itziar Fraile cristina.coll@saatchihealth.es Itziar.fraile@saatchihealth.es 10 Tel. 670 464 201 Tel. 93 241 91 50