La Guerra del Pacífico (1879-1883) Este conflicto enfrentó a Chile con Bolivia y Perú, y se debió a problemas territoriales y el interés por controlar la producción de salitre –nitrato usado como fertilizante y para la fabricación de pólvora–, que daba excelentes utilidades en aquella época. Al finalizar la guerra con España, Chile y Bolivia firmaron un tratado (10-8-1866) que señalaba que el límite entre ambos países era el paralelo 24¼ de latitud sur, y que las ganancias obtenidas por la explotación salitrera entre los paralelos 23¼ y 25¼ sería repartida en partes iguales. Sin embargo, el tratado de 1866 no se respetó; Chile nunca recibió ganancias. Tras nuevas negociaciones diplomáticas, se firmó el tratado de 1874, por el que el límite entre Chile y Bolivia se mantuvo en el paralelo 24¼ –con lo que Antofagasta, que había sido fundada por chilenos, quedó dentro del territorio boliviano– y se eliminó la zona de utilidades compartidas. A cambio, el gobierno boliviano se comprometió a no subir los impuestos a los capitales chilenos que se encontraban en su territorio durante los siguientes 25 años. A Perú le interesaba obtener las salitreras de Tarapacá, explotadas por trabajadores y capital chilenos. Con el respaldo de un acuerdo secreto con Bolivia (1873), expropió las salitreras, pero como no tenía dinero para comprarlas, fijó un sistema de pagos a largo plazo que después no cumplió. En 1878, el Presidente boliviano Hilarión Daza aprobó una ley que aumentó en diez centavos el impuesto a los empresarios chilenos que explotaban el salitre. Como se negaron a pagar, se dio la orden de embargar y rematar las salitreras chilenas. El Presidente chileno, Aníbal Pinto, reaccionó ordenando la toma de Antofagasta el mismo día en que estaba previsto el remate (14-2-1879). Después, la Escuadra se apoderó del litoral boliviano hasta el río Loa, en el límite con Perú. Bolivia declaró la guerra a Chile el 1 de marzo de 1879. Ante la solicitud del gobierno chileno de declararse neutral, Perú respondió que un tratado secreto lo unía con Bolivia. Le declaró la guerra a Chile el 4 de abril. Chile declaró la guerra a ambos países el 5 de abril de 1879. Como el espacio no nos permite detallar la Guerra del Pacífico, mencionaremos sus cinco fases y los enfrentamientos más trascendentes: Campaña marítima: el combate de Chipana (12-4-1879), combate naval de Iquique (21-5-1879), combate de Punta Gruesa (21-5-1879), combate nocturno de Iquique (10-7-1879) y combate naval de Angamos (8-10-1879). Campaña de Tarapacá: la toma de Pisagua (2-11-1879), la batalla de Dolores (1911-1879) y el combate de Tarapacá (27-11-1879). Campaña de Tacna: batalla de Tacna (26-5-1880) y toma del Morro de Arica (7-61880). Campaña de Lima: las batallas de Chorrillos (13-1-1881) y Miraflores (15-1-1881), y la ocupación de Lima (17-1-1881). Campaña de la Sierra: combates de Sangra (26-6-1881), de la Concepción (9/10-71882) y de Huamachuco (10-7-1883). La guerra culminó con dos tratados: Tratado de Ancón (20 de octubre de 1883): Perú le cedió a Chile a perpetuidad el territorio de la provincia de Tarapacá, que limita al norte con la quebrada y el río Camarones, al sur con la quebrada y el río Loa, y al oriente con Bolivia. Además, el territorio de las provincias de Arica y Tacna, que limita al norte con el río Sama y al sur con la quebrada y el río Camarones, sería administrado temporalmente por Chile. Su soberanía sería definida por un plebiscito que se realizaría en diez años. Dicha votación no se llevó a cabo. En 1929 (3 de junio), un nuevo tratado entre ambos países estableció que Perú se quedaría con Tacna y Chile con Arica. La frontera quedó establecida de oeste a este desde un punto de la costa que se denominaría Concordia, ubicada a diez km del puente del río Lluta, paralela a la vía férrea de Arica a La Paz y distante 10 km de esta, hasta la frontera con Bolivia. Pacto de Tregua con Bolivia (4 de abril de 1884): Declaró terminado el estado de guerra y que Chile mantendría la ocupación del territorio entre el río Loa y el paralelo 23¼, la región de Antofagasta. Esta entrega fue definitiva con el tratado que se firmó en 1904 (20 de octubre). Este también estableció la construcción del tren Arica-La Paz financiada por el gobierno chileno, estableciéndose que la sección boliviana se traspasaría a dicho país en quince años. El gobierno chileno le pagó a Bolivia trescientas mil libras esterlinas, y además, le concedió amplio y libre derecho a tránsito comercial por el territorio chileno y los puertos del Pacífico (en la I y II Región). Podía establecer agencias aduaneras en los puertos. Gracias a estos tratados, los yacimientos de salitre y cobre quedaron en territorio chileno.