1 MINISTERIO DE SALUD Secretaría de Vigilancia de Salud Programa Nacional de ITS y Sida Guía de Manejo Clínico del Paciente con HTLV Serie A. Normas y Manuales Técnicos Serie Manuales n.º 58 Brasilia – DF 2004 1 2 © 2003. Ministerio de Salud. Queda permitida la reproducción parcial o total de esta obra, siempre que sea citada la fuente. Serie A. Normas y Manuales Técnicos – MS Serie Manuales; n.º 3 – CN-ITS y Sida Tiraje: 50.000 ejemplares Elaboración, distribución e informaciones: MINISTERIO DE SALUD Secretaria de Vigilancia de Salud Programa Nacional de ITS y Sida Av. W3 Norte, SEPN 511, bloco C CEP: 70750-543, Brasilia – DF E-mail: aids@aids.gov.br Home Page: http://www.aids.gov.br Dizque Salud/Pregunte Sida: 0800 61 1997 Programa Nacional de ITS y Sida Alexandre Grangeiro Edición: Eliane Izolan – Responsable por la Asesoría de Comunicación del PN-ITS/SIDA Responsable por la Unidad de Diagnóstico, Asistencia y Tratamiento del PNITS/SIDA: Rogério Luis Scapini Impresso no Brasil / Printed in Brazil / Impreso en Brasil ---------------------------------Ficha Catalográfica: Brasil. Ministerio de Salud. Secretaría de Vigilancia de Salud. Programa Nacional de ITS y Sida. Guía de manejo clínico del HTLV / Ministerio de Salud, Secretaría de Vigilancia de Salud, Programa Nacional de ITS y Sida. – Brasilia: Ministerio de Salud, 2003. 52 p.: il.: – (Serie A. Normas y Manuales Técnicos) – (Serie Manuales; n.º 3 – CN-ITS y Sida ISBN 85-334-xxxx-x 1. Retrovirus. 2. HTLV. I. Brasil. Ministerio de Salud. II. Brasil. Secretaría de Vigilancia de Salud. Programa Nacional de ITS y Sida. III. Título. IV. Serie. NLM QW 168.5.R18 Catalogación en la fuente – Editorial MS 2 3 SUMARIO 1. 2. 3. 4. HISTÓRICO DE LOS RETROVIRUS DESCRIPCIÓN DEL HTLV SITUACIÓN TAXONÓMICA DEL HTLV EPIDEMIOLOGÍA Distribución Geográfica Distribución en Brasil 5. MECANISMOS DE TRANSMISIÓN 6. PATOGENIA Mecanismos Patogenéticos de la Infección Factores Pronósticos Asociados a la Historia Natural de la Infección 7. ENFERMEDADES Y SÍNDROMES ASOCIADOS A LA INFECCIÓN POR HTLV HTLV-I HTLV-II HIV / HTLV 8. ABORDAJE CLÍNICO DEL PACIENTE CON INFECCIÓN POR EL HTLV Abordaje Terapéutico de la Infección por el HTLV y sus Complicaciones Consejería y Orientación a Portadores de la Infección por HTLV-I/II 9. LEUCEMIA/LINFOMA DE CÉLULAS T DEL ADULTO ¿Cuándo Sospechar de LLTA ? ¿Cómo Caracterizar Clínicamente la LLTA? Tabla 1: Características clínico-laboratoriales de los subtipos de LLTA Diagnóstico Laboratorial de la LLTA Tratamiento 10. ASPECTOS NEUROLÓGICOS ¿Cuándo Derivar al Neurólogo Clínico un Caso Sospechado de Enfermedad Neurológica Asociada al HTLV? ¿Cómo Investigar un Caso Sospechado de Comprometimiento Neurológico por el HTLV? Criterios para el Diagnóstico de Enfermedades Neurológicas Asociadas al HTLV Tratamiento de las Manifestaciones Neurológicas Tabla 2: Manifestaciones neurológicas de paraparesia espástica tropical/mielopatía asociada al HTLV-I (PET/MAH) Tabla 3: Manifestaciones neurológicas menos frecuentes de la infección por el HTLV-I 11. DIAGNÓSTICO LABORATORIAL DEL HTLV Diagnóstico Serológico Tabla 4: Proteínas del HTLV usadas en el criterio de interpretación del examen de Western Blot Tabla 5: Criterios de interpretación del Western-Blot anti-HTLV Diagnóstico Molecular Algoritmo para el Diagnóstico Laboratorial de la Infección por el HTLV Figura 5: Algoritmo para el Diagnóstico Laboratorial de la Infección por el HTLV 3 4 1. HISTÓRICO DE LOS RETROVIRUS Los virus de la familia Retroviridae ganaron notoriedad a partir de la descripción del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), entretanto, este grupo de agentes virales ya vienen recibiendo atención de la comunidad científica desde inicios del siglo pasado. Aún cuando todavía no se había hecho la caracterización de los virus como agentes microbianos, en 1908, Ellerman & Bang, consiguieron inducir procesos de leucemia en gallinas a partir de la inoculación de filtrado celular obtenido de tejidos leucémicos de pájaros. Posteriormente, Rous, en 1911, confirmó la posibilidad de la etiología infecciosa en procesos neoplásicos al aislar el primer virus de gallinas, que desarrollaba un tipo frecuente de malignidad, el llamado sarcoma de Rous. El estudio de los retrovirus de esta manera pasó a despertar una gran esperanza de que otros retrovirus pudiesen ser descritos en la etiología, particularmente, de neoplasias humanas. El esfuerzo investigación dedicado a los retrovirus llevó en un primer momento, a la descripción de innumerables virus animales oncogénicos que nos enseñaron nuevos conceptos de interacciones entre un virus y el huésped, incluyéndose el magnífico avance evolutivo representado por la integración de ácidos nucleicos viral y celular, la transmisión vertical del virus hacia la progenie del huésped, la persistencia viral y el proceso da latencia. Posteriormente, se hicieron las descripciones de los oncogenes (secuencias de ácido nucleico que generan productos capaces de inducir la aparición de neoplasias) y de una enzima que presentaba una función (hasta entonces no descrita en la biología celular) de lectura de un molde de RNA viral y a partir de ahí intermediar la síntesis de una molécula de DNA. Como consecuencia de esa función, la enzima fue denominada como transcriptasa reversa y su presencia en este grupo de agentes virales dio origen al nombre de la familia viral hoy conocida como Retroviridae (Reverse transcriptase). La 4 5 importancia de la retrovirología para las ciencias biológicas generó la premiación, por las dos descripciones, con dos premios Nóbel. 2. DESCRIPCIÓN DEL HTLV Sucesivamente se fueron describiendo agentes virales de la familia Retroviridae, a partir de su aislamiento en peces, reptiles, aves y mamíferos (aunque el potencial patogénico haya sido demostrado de forma convincente sólo en las aves y mamíferos). Este hecho tornó particularmente atrayente el estudio de la retrovirología, pues la generación del nuevo conocimiento traía embutida la posibilidad de reducir la incidencia de tumores por el uso de medidas profilácticas que comenzaban a volverse más frecuentes a otros agentes de naturaleza infecciosa. La variedad de neoplasias asociadas a los retrovirus animales (linfomas, leucemias, sarcomas y, ocasionalmente, carcinomas) generó una metodología de cultura viral que fue de gran utilidad práctica cuando se buscó el aislamiento del primer retrovirus humano. La posibilidad de la asociación entre los retrovirus y neoplasias en seres humanos, pudo hacerse con éxito en la década de 1980, cuando se logró aislar el primer retrovirus humano (HTLV), a partir de un linaje de células linfoblastoides, obtenido de un paciente con linfoma cutáneo de células T en los EE.UU., así como en pacientes de Japón, con cuadros de leucemia/linfoma de células T de adultos, LLTA (adult T-cell leukemia/lymphoma, ATLL) en situaciones independientes. En el año 1982, fue aislado un segundo tipo de HTLV, a partir de un paciente con tricoleucemia. Métodos de cultura in vitro y la caracterización biológica y molecular de esos agentes evidenciaron que se estaba frente a dos agentes relacionados, sin embargo distintos, que pasaron a ser denominados HTLV-I y HTLV-II. Posteriormente, se definió el tropismo de esos dos virus para linfocitos T, CD4+ e CD8+. 5 6 A partir de estudios seroepidemiológicos fue posible mostrar que el HTLV-I también estaba asociado a una encefalomieloneuropatía endémica en la región del Caribe, conocida como Paraparesia Espástica Tropical y también referida como Mielopatía Asociada al HTLV-I, PET/MAH (o TSP/HAM, en inglés). 3. SITUACIÓN TAXONÓMICA DEL HTLV Los HTLV-I/II son agentes virales de tamaño mediano (100-120 nm), que pertenecen a la Familia Retroviridae, género Deltaretrovirus y contienen dos moléculas de RNA de cadena simple, iguales, con polaridad positiva. Utilizan una estrategia de replicación semejante a la de los demás retrovirus, siendo capaces de persistir en el huésped infectado, lo que torna viable su transmisión por vía vertical, tal cual ocurre con otros retrovirus de mamíferos. Además de los genes estructurales comunes a los retrovirus (gag, env y pol), los HTLV también presentan una región denominada como pX, que exhibe cuatro áreas de lectura (Open Reading Frames, ORF) codificadoras de seis proteínas como las proteínas reguladoras Tax y Rex y otras proteínas con funciones todavía no totalmente definidas. El genoma viral además presenta dos regiones en las extremidades, denominadas LTR (Long Terminal Repeats), que son secuencias repetitivas, sin función de codificación. Las proteínas estructurales codificadas por los genes gag y env tienen su importancia en el reconocimiento laboratorial de la infección, como está detallado en el capítulo de diagnóstico. La homología entre el HTLV-I y el HTLV-II varía de acuerdo con la región génica analizada. La región gag presenta un 85% de similitud, mientras que la región env muestra una concordancia del 65%. La región LTR ha sido utilizada para subtipificar genotípicamente los dos tipos de HTLV. La heterogeneidad genética entre los HTLV ha generado informaciones valiosas acerca de la distribución geográfica y la transmisión viral. 6 7 4. EPIDEMIOLOGÍA Distribución Geográfica Aunque las infecciones por HTLV puedan encontrarse en los distintos continentes, el estudio de su distribución revela la existencia de áreas de mayor endemicidad, más allá de particularidades propias del tipo de HTLV considerado. Así, en relación a la infección por HTLV-I, se describen, como áreas de mayor seroprevalencia, el sudoeste del Japón, donde se estima la existencia de 1,2 millones de portadores de esta retrovirosis, el Caribe, América Central y diferentes regiones de América del Sur, las porciones centrales y occidentales de África y la Melanesia. Basado en investigaciones seroepidemiológicas de base poblacional, en esas regiones se verifican tasas de seroprevalencia variables entre el 3 al 6%, en el Caribe, y hasta del 30%, en la región rural de Miyazaki, situada al sur de Japón (Figura 1). Figura 1 DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA DEL HTLV - I 7 8 A su vez, la infección por HTLV-II parece aquejar con mayor frecuencia a grupos poblacionales distintos y aparentemente no relacionados entre sí, habitando diferentes regiones geográficas. Por un lado, las poblaciones nativas de indígenas de América del Norte, Central y del Sur, pigmeos de África Central y mongoles en Asia y, por otro, a los usuarios de drogas inyectables en los Estados Unidos, en países europeos y en países asiáticos, como Vietnam (Figura 2). Figura 2 DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA DEL HTLV - II Distribución en Brasil En Brasil, las evidencias de infección por HTLV-I/II provinieron inicialmente de investigaciones seroepidemiológicas que incluyeron la descripción de la seroprevalencia del 13,7% en indios Yanomami, con base sólo en 8 9 resultados de ensayos inmunoenzimáticos y la seroprevalencia también elevada entre inmigrantes japoneses, residentes en Mato Grosso do Sul. Investigaciones posteriores, valiéndose ya de exámenes serológicos confirmatorios (radioinmunoprecipitación o Western blot), demostraron seroprevalencias de un 10% entre pacientes con SIDA en São Paulo, 4% entre homosexuales en Río de Janeiro y 9% entre trabajadores/as sexuales en Río de Janeiro y Minas Gerais, 1% entre portadores asintomáticos del VIH en São Paulo; 2,8% entre trabajadores/as sexuales de la ciudad de Santos y 2% entre sus parejas sexuales; 18,2% entre pacientes con dolencias hematológicas en Río de Janeiro y 35,2% entre usuarios de drogas inyectables en Bahía. Entre candidatos a donador de sangre voluntarios, se encontraron prevalencias variables: del 0,42% al 0,78%, en investigaciones conducidas en Río de Janeiro, 0,15% en São Paulo, mientras que en Bahía y Pernambuco fueron identificados índices de hasta el 1,35%. Más recientemente, en Bahía, un estudio de base poblacional revelo una prevalencia de 1,8% en la población general. Con base en los diferentes estudios serológicos ya conducidos en el país, se estimó la existencia de cerca de 750.000 portadores de infección por HTLV en Brasil. 5. MECANISMOS DE TRANSMISIÓN Los retrovirus humanos HTLV-I, HTLV-II y VIH comparten las mismas formas de transmisión. A diferencia del VIH, se admite que la transmisión interhumana del HTLV I/II depende esencialmente de la vehiculación de linfocitos infectados. Basándose en investigaciones epidemiológicas, se ha demostrado que la infección por HTLV-I puede ocurrir tanto por vía vertical como horizontal. En la transmisión de la madre infectada para su hijo, el amamantamiento materno prolongado tiene fundamental importancia. Ahora, la transmisión horizontal se observa a través del uso común de objetos contaminados con sangre, por vía 9 10 sexual o también en la transfusión de hemocomponentes1 celulares. Por vía sexual, existe una mayor eficacia de transmisión cuando los contactos se hacen entre el hombre infectado y la mujer, particularmente en parejas de larga duración. La infección por HTLV-II se transmite por los mismos mecanismos. En este caso de destaca la vehiculación del agente por medio del uso común de jeringas y agujas contaminadas, al verificarse que del 0,4 al 17,6% de los usuarios de drogas en los Estados Unidos y en Suecia presentan infección por HTLV-II. Se reconoce amamantamiento también materno, por el la potencial actividad de sexual transmisión por el y uso de elucidar el por el hemocomponentes celulares. Algunos comportamiento investigadores brasileños epidemiológico de estas han buscado retrovirosis en nuestro país, demostrando evidencias de transmisión sexual y vertical de HTLV-II, en nativos procedentes de comunidades indígenas de la Amazonia brasileña, así como en hijos amamantados por madres seropositivas para HTLV-I/II en São Paulo. 6. PATOGENIA Mecanismos Patogenéticos de la Infección Se admite que la infección por los virus HTLV tenga inicio a través de la interacción de las glicoproteínas del envoltorio viral con receptores situados junto a la membrana plasmática de las células-blanco. No obstante, a pesar de reconocer que el receptor para HTLV-I pueda ser encontrado en gran variedad _______________________________ (1) Los hemocomponentes son "fracciones obtenidas por la separación de la sangre total y pasibles de utilización en hemoterapia, como: concentrado de hematíes, concentrado de leucocitos, concentrado de plaquetas o plasma". Los hemoderivados son "productos resultantes del procesamiento de la sangre, como albúmina humana, factores de coagulación sanguínea”. 10 11 de linajes celulares, no se identificaron, hasta el momento, las moléculas involucradas en esa interacción, al contrario de lo que se describe en relación a la infección por el VIH. Posterior a la introducción del material genético viral en el citoplasma de la célula, se observa la trascripción reversa del RNA viral, dando origen a la molécula de DNA complementaria de doble cadena, que luego de la migración hacia el núcleo de la célula, se integra al genoma de la misma, pasando entonces a ser denominada DNA proviral. En esas etapas actúan las enzimas virales esenciales para mantener el ciclo replicativo del agente, la transcriptasa reversa y la integrasa. Luego de la integración, el provirus se torna estable, haciendo su replicación y manteniéndose persistente en oportunidad de la duplicación del DNA durante el ciclo celular. La dinámica molecular de la infección por HTLV-I y por HTLV-II no parece ser altamente productiva. En éstas, generalmente no se verifica una intensa replicación del agente in vivo, lo que podría justificar la ausencia habitual de partículas virales libres en la sangre periférica o en otros fluidos biológicos de individuos infectados, y, consecuentemente, su menor no efectividad, además del bajo nivel de variabilidad genotípica característico de esas retrovirosis. En la infección por HTLV, se cree que los incrementos de la carga proviral en la sangre periférica puedan depender más de la expansión policlonal de linfocitos infectados que de la replicación viral in vivo propiamente dicha. Factores Pronósticos Asociados a la Historia Natural de la Infección A pesar de que la mayoría de los individuos infectados por HTLV-I o HTLV-II permanezcan asintomáticos a lo largo de toda su vida, se sabe que estos agentes retrovirales son etiológicamente responsables por algunos síndromes clínicos de naturaleza neoplásica, inflamatoria o degenerativa. Aún se desconocen las razones por las cuales, apenas una pequeña parcela de portadores de la infección evoluciona para el desarrollo de enfermedades asociadas a ella. 11 12 Algunos estudios recientes han procurado identificar marcadores pronósticos evolutivos de la infección, que puedan estar asociados a un mayor riesgo de desarrollo de enfermedades. Merecen mención la investigación del eventual rol pronóstico de la carga proviral de HTLV-I. Se sabe que la carga proviral de HTLV-I en la sangre periférica es más elevada entre pacientes con LLTA, con PET/MAH y con uveítis, si se compara con la exhibida por portadores asintomáticos de la infección. También se investigó el posible papel de la susceptibilidad genética individual en el riesgo de desarrollo de enfermedades como consecuencia de la infección por HTLV-I. Así se verificó que ante la presencia del alelo HLA-A*02, se reduce significativamente el riesgo de incidencia de PET/MAH, mientras que el haplotipo HLA-DRB1*0101 aumenta esa probabilidad, ante la ausencia del efecto protector del alelo anteriormente citado. La infección por HTLV-I puede determinar la inmortalización y eventualmente la transformación linfocitaria in vitro. No obstante, a pesar de su potencial actividad oncogénica, no se identifican oncogenes en su genoma, al contrario de lo que ocurre en otros retrovirus de animales. Mientras el fenómeno de inmortalización parece relacionado a la acción transactivadora de la proteína viral Tax, la transformación celular propiamente dicha debe ser consecuente a una compleja interacción de factores virales y celulares, aún no completamente aclarados. 7. ENFERMEDADES Y SÍNDROMES ASOCIADOS A LA INFECCIÓN POR HTLV HTLV-I Entre las enfermedades etiológicamente relacionadas a la infección por HTLV-I, se destacan la leucemia-linfoma de células T del adulto y la paraparesia espástica tropical-mielopatía asociada al HTLV-I. 12 13 Otros síndromes clínicos también fueron descritos como manifestaciones de la infección por HTLV-I, entre los cuales pueden citarse: uveítis, polimiositis, artropatías, el síndrome de Sjögren, neumonitis linfocítica, la dermatitis infecciosa asociada al HTLV-I y otras dermatosis, además de manifestaciones resultantes de coinfecciones con otros agentes infecciosos. La dermatitis infecciosa fue descrita inicialmente en niños da Jamaica, y posteriormente reconocida en Brasil, como un síndrome caracterizado por eczemas repetidos, rinorrea crónica e infección cutánea causada por Staphyloccocus aureus y Streptoccocus pyogenes, de curso crónico y recidivante, a pesar de recibir un tratamiento antibiótico adecuado. Existen evidencias sugiriendo que cargas provirales elevadas de HTLV-I en esos pacientes favorecen el surgimiento de ese síndrome. En otros relatos, se sugiere que esas dermatosis crónicas puedan evolucionar en el transcurso de los años hacia la forma linfomatosa de la LLTA. Por lo tanto, es recomendable que un equipo multidisciplinario (infectólogos, pediatras, dermatólogos e hematólogos) realice, a largo plazo, el seguimiento de esos niños. Otras alteraciones cutáneas, como xerosis, acompañadas o no de sequedad de mucosas (xeroftalmia y xerostomía) son comúnmente descritas en adultos infectados por el HTLV-I. Se especula que el tropismo del HTLV-I para linfocitos T CD4+ pueda ocasionar algún grado de disfunción inmunitaria, lo que potencialmente podría modificar la interacción del huésped con otros agentes infecciosos. De esta manera han sido descritos casos graves de escabiosis y estrongiloidiasis entre portadores de HTLV-I. Varios autores encontraron una prevalencia significativamente más elevada de infestación por aquel parásito en portadores del HTLV, cuando son comparados a seronegativos. Además de esto, la coinfección HTLV-I y Strongyloides stercoralis está asociada a una mayor dificultad en erradicar la parasitosis y consecuentemente a una menor eficacia al tratamiento de la parasitosis, no sólo en pacientes con LLTA, donde esa situación 13 14 es bien documentada, sino también entre individuos sin otras manifestaciones clínicas de enfermedad por HTLV. HTLV-II La infección por HTLV-II presenta un riesgo todavía menor de desencadenar manifestaciones clínicas. No obstante, se encuentran descritos en la literatura, casos esporádicos de mielopatía, clínicamente indistinguibles de PET/MAH, en pacientes infectados exclusivamente por HTLV-II, demostrando así el potencial neuropatogénico de este agente. También hay evidencias de asociación de la infección por HTLV-II con polineuropatías de predominio sensitivo y con cuadros de miopatía inflamatoria. Por otro lado, el estudio de cohortes de pacientes infectados por HTLV-II ha posibilitado verificar una mayor frecuencia de síndromes respiratorios, como neumonías y bronquitis aguda, además de infecciones urinarias y dermatofitosis, cuando son comparados a individuos seronegativos. Sin embargo, el eventual nexo causal de esas incidencias con la retrovirosis en cuestión todavía carece de una mayor investigación. VIH / HTLV Se debe destacar también la coinfección VIH-HTLV. Se observa una alta prevalencia de esa coinfección en algunas regiones brasileñas, alcanzando 1520% entre usuarios de drogas intravenosas en Bahía. Las vías comunes de transmisión de esos dos agentes virales justifican la incidencia da coinfección. Su impacto clínico y las repercusiones laboratoriales están siendo investigados recientemente. Se verifica que individuos coinfectados tienden a presentar un número de células CD4+ elevados, sin que, necesariamente, eso signifique inmunocompetencia o una respuesta favorable a la terapéutica anti-VIH. Además de esto, entre los coinfectados se manifiesta una mayor mortalidad y una mayor incidencia de mielopatía, así como la asociación con formas graves de escabiosis, 14 15 significativamente sus formas crostosas (“sarna noruega”), y un mayor riesgo de infestación por S. stercoralis. De esta forma, se constata que el verdadero espectro clínico de la infección por el HTLV aún está por ser definido. Los datos existentes permiten concluir que la infección por medio de este agente es el responsable de una pléyade de manifestaciones clínicas, que probablemente todavía está lejos de ser identificada en su totalidad. 8. ABORDAJE CLÍNICO DEL PACIENTE CON INFECCIÓN POR EL HTLV Al ser diagnosticada la infección por el HTLV, inicialmente, se recomienda la consejería del paciente, aclarando las diferencias entre este agente y el VIH. La mayoría de los individuos infectados por el HTLV no desarrollará enfermedad, permaneciendo asintomático por el resto de sus vidas. Este hecho tiene implicancias importantes en la consejería y evaluación prospectiva de esa población. Los portadores del virus deben ser sometidos a anamnesis, a examen físico general y evaluación neurológica sumaria, objetivando la identificación de manifestaciones precoces de enfermedad (adenomegalias, hepatoesplenomegalia, lesiones cutáneas, síndrome del ojo seco, alteraciones de fuerza muscular, de los reflejos, de la sensibilidad y de los esfínteres). En caso de que los exámenes clínico y neurológico sean normales, ante la ausencia de síntomas, los portadores deben ser reevaluados cada 6-12 meses. Ante la detección de síntomas y/o señales sugestivas de enfermedad asociada al HTLV, se recomienda que los pacientes sean o derivados a un servicio especializado de hematología, neurología, oftalmología o dermatología, dependiendo de los hallazgos. Para los portadores de HTLV además se recomienda el tamizaje serológico de otros patógenos que comparten la misma vía de transmisión, como el virus de la hepatitis B, virus de la hepatitis C y el VIH. Para los individuos sexualmente 15 16 activos se recomienda el examen para HTLV de las parejas. A todos los hijos de mujeres infectadas por el HTLV se les debe realizar análisis, debido a la posibilidad de transmisión vertical. Por otro lado, las madres y amas de leche de individuos con infección documentada por el HTLV también deben ser sometidas a la serología específica. En la evaluación inicial de portadores de HTLV, se recomienda realizar: o Hemograma, buscando identificar la incidencia de leucocitosis, linfocitosis, con o sin leucocitosis, eosinofilia o identificación de atipias linfocitarias o Dosaje sérico de deshidrogenasa láctica (DHL) y cálcio o Rayo X de tórax, para verificar la existencia de masas mediastinales o Examen parasitológico de heces (incluyendo investigación de Strongyloides sp) Una vez constatada cualquier alteración clínica o laboratorial, se recomienda una evaluación especializada, para definir si existe relación entre los hallazgos y la infección por el HTLV. Se reitera que la presencia de estrongiloidiasis puede constituirse en un factor de riesgo para el desarrollo de complicaciones hematológicas de la infección por el HTLV, siendo crucial su tratamiento específico. Ante la ausencia de alteraciones laboratoriales, los portadores deberán permanecer con seguimiento clínico, repitiéndose la evaluación laboratorial (hematológica y bioquímica) cada 6-12 meses. Se recomienda repetir el estudio radiológico del tórax por lo menos cada 2 años. Abordaje Terapéutico de la Infección por el HTLV y sus Complicaciones Una vez que la mayoría de los pacientes es asintomática, no se recomienda ninguna intervención terapéutica rutinaria. Aquellos que ya presentan sintomatología clínica, deberán ser tratados de acuerdo con el nivel de comprometimiento, y con las opciones terapéuticas específicas para el tipo de complicación presentada (ver capítulos correspondientes). Los portadores 16 17 coinfectados por Strongyloides stercoralis deben ser tratados, empleando los esquemas terapéuticos habituales. Deben realizarse reevaluaciones periódicas, para evaluar la cura o persistencia de la infestación. Algunos casos pueden requerir una terapia de supresión (uso periódico de antiparasitarios). Consejería y Orientación a Portadores de la Infección por HTLV-I/II Los individuos que presenten serología positiva o indeterminada para infección por HTLV-I/II deben ser orientados sobre el significado de la seropositividad para el HTLV y sobre el potencial evolutivo de esta infección. Además de esto, deben ser aconsejados para evitar la transmisión interhumana de los virus. Los portadores deben ser orientados a: a) abstenerse de la donación de sangre, órganos, leche o esperma; b) abstenerse del uso compartido de agujas, jeringas u otros objetos perforocortantes; c) discutir con sus parejas sexuales la transmisión de la infección por esta vía y la adopción de medidas preventivas, como el uso de preservativos; d) evitar el amamantamiento materno, buscando garantizar la nutrición del lactante a través de amamantamiento artificial; e) todos los hijos de mujeres infectadas deben hacer análisis. Para parejas discordantes que desean tener hijos, aún no hay recomendaciones consolidadas. Los pacientes deben encontrar el espacio necesario para aclarar sus dudas, en relación al significado del estado de portador de estos retrovirus y, también, muchas veces, para aliviar su ansiedad y sus temores. Es esencial buscar alertarlos sobre el potencial evolutivo de estas afecciones y, sobretodo, en relación a los cuidados a ser tomados, con el objetivo de reducir su potencial transmisibilidad. 17 18 Se debe establecer claramente la distinción entre las infecciones por el HTLV y aquella causada por el VIH, teniendo en vista no sólo las marcadas diferencias en su potencial de morbilidad y letalidad, sino que también, sin dejar de considerar las profundas repercusiones psicosociales que puede acarrear el diagnóstico de infección por VIH. Los individuos con resultados serológicos indeterminados son aquellos que presentan reactividad al Western blot (Wb) sin completar criterios de positividad. En este caso se le debe informar al paciente que el resultado no es definitivo, necesitando exámenes complementarios (pruebas moleculares) o seguimiento serológico para definir una posible seroconversión (para posibles causas de Wb indeterminado consulte capítulo sobre diagnóstico laboratorial). Hasta que sea definido el status serológico, a los individuos con Wb indeterminado se les debe recomendar que sigan las mismas orientaciones descritas para los infectados apuntando hacia un eventual riesgo de transmisión del virus. Es importante resaltar el concepto básico de que el HTLV NO causa SIDA 9. LEUCEMIA/LINFOMA DE CÉLULAS T DEL ADULTO El linfoma/leucemia de células T del adulto es una neoplasia de linfocitos T maduros, asociada a la infección por el HTLV-I. Es una enfermedad agresiva con una sobrevida inferior a 12 meses, en la forma aguda o linfoma. En una cohorte de individuos infectados por el HTLV-I, se estima que menos del 5% venga a desarrollar LLTA, después de un largo período de latencia, si la infección viral ocurriere en una fase precoz de la vida. Acontece más frecuentemente en regiones donde la infección por el HTLV-I es endémica, 18 19 aunque ya fueron descritas una serie de casos esporádicos en regiones no endémicas. En Brasil, el promedio de edad de los pacientes con LLTA es de 40 años. Las formas clínicas más reconocidas por los especialistas son las formas agudas y linfomatosas (85%), seguida de las formas menos diagnosticadas de LLTA crónica y smoldering (15%). ¿Cuándo sospechar de LLTA ? Los principales síntomas y señales de la LLTA son astenia, dolor abdominal, tos, artropatía, ascitis, diarrea y episodios de infecciones repetidas, que pueden ser observados durante el seguimiento de individuos infectados con HTLV-I. En algunos casos las primeras señales clínicas encontradas son la ascitis, el derrame pleural y lesiones osteolíticas. Las manifestaciones clínicas y laboratoriales iniciales que pueden ser indicativas de un proceso onco-hematológico, durante el curso de la infección por HTLV-I, pueden ser reconocidas a través de los siguientes hallazgos: • Lesiones de piel persistentes • Linfadenopatía y ensanchamiento de mediastino (diferente de linfoadenitis satélite benigna) • Aparición de hepatoesplenomegalia • Artropatía persistente (excluyendo proceso auto-inmune previo) • Linfocitosis persistente (aun con leucometría normal) • Presencia de linfocitos con morfología atípica, incluyendo flower cells, células linfocitarias con núcleos polilobulados, características de esta neoplasia (Figura 3) 19 20 • Eosinofilia con leucocitosis • Infiltración pulmonar intersticial • Elevación de los dosajes bioquímicos de β-2 microglobulina, DHL o calcio séricos • Alteración del perfil inmunofenotípico de linfocitos T circulantes [aumento de células CD4+/CD25+ y disminución de CD8+/CD56+] • Estrongiloidiasis refractaria a tratamiento habitual. ¿Cómo Caracterizar Clínicamente al LLTA? Las formas clínicas de la LLTA se caracterizan en cuatro subtipos: agudo, linfoma, crónico y smoldering (forma más arrastrada de la enfermedad). A la par de éstas se reconoce un estadio clínico borderline, entre individuos asintomáticos y LLTA clásica, denominado como fase pre- LLTA. Este estadio intermedio se caracteriza por la monoclonalidad de la inserción proviral del HTLV-I en el linfocito T. En las formas clínicas más agresivas de la LLTA (aguda y linfoma), el paciente se presenta con una rebaja del estado general, señales de síndrome 20 21 tumoral, caracterizado por linfoadenomegalias, hepatoesplenomegalia, presencia de lesiones de piel, lesiones óseas, lesiones viscerales múltiples o infiltración pulmonar. La hipercalcemia, como consecuencia de la reabsorción ósea por los osteoclastos, ocurre en un 50% de los casos. Los pacientes con LLTA generalmente son inmunodeficientes con predisposición a infecciones bacterianas, fúngicas, parasitarias y virales oportunistas. La sobrevida, en la gran mayoría de los casos, no sobrepasa los 9 meses, aun estando vigente el tratamiento. La forma linfomatosa es semejante a cualquier tipo de linfoma, involucrando cadenas ganglionares superficiales o profundas (se destaca el ensanchamiento mediastinal), a veces con comprometimiento extranodal, lesiones de piel y ausencia de células malignas circulantes. Cuando el paciente cursa con las formas smoldering o crónica de LLTA no existe masa tumoral, los síntomas son más inespecíficos y el desarrollo clínico es menos agresivo. Predomina el compromiso cutáneo, pudiendo haber pápulas, placas, tumores o eritrodermia, de larga evolución (Figura 4). La evolución natural de estos subtipos es la agudización del cuadro. 21 22 La estrongiloidiasis frecuentemente está asociada tanto al estadio de portador del HTLV-I como a todos los subtipos de la LLTA. Es importante resaltar que algunos pacientes presentan como primeras señales y síntomas de LLTA, manifestaciones decurrentes de la hipercalcemia, como taquicardia y/o arritmia cardiaca, somnolencia, con confusión mental, letargo, disminución del flujo urinario y/o insuficiencia renal. Tabla 1: Características clínico-laboratoriales de los sub-tipos de LLTA Características Clínicolaboratoriales Serología HTLV-I+ Leucocitos x10 9/L Linfocitos atípicos Flower cells DHL Calcio sérico Histología linfoma T Piel Pulmón Linfoadenopatía Hígado Bazo Sistema nervioso central Hueso Ascitis Derrame pleural TGI in Smoldering LLTA Crónica Linfoma Aguda + <4 <5% Ocasional ≤1.5 N(1) <2.74 No ** ** No No No No + ≥ 4*** +b 10 ≤2.0 N(1) <2.74 * * * * * * No + <4 ≤1% No * * + * * Si * * * + * +**** + * * * * * * * * * No No No No No No No No * * * * * * * * (1) N = Normal. * No es esencial. ** No es esencial si fuesen completados otros ítems, empero la prueba histológica de lesión maligna es requerida si los linfocitos atípicos estuviesen en la sangre periférica en una cantidad inferior al 5%. *** Acompañada por linfocitosis T (3,5x10/L o más) **** La prueba histológica de la lesión tumoral es necesaria cuando hay < 5% linfocitos T atípicos en la sangre periférica. 22 23 Diagnóstico Laboratorial de la LLTA Para el diagnóstico de LLTA es necesario que el paciente presente características laboratoriales que completen los siguientes criterios: • Anticuerpos anti-HTLV-I por prueba serológica (ELISA y Wb); • Presencia de células malignas de origen linfóide en sangre periférica o linfonodo; • Células malignas de linaje T (CD2+, CD3+, CD4+/CD25+) demostradas por citometría de flujo; • Integración del DNA proviral del HTLV-I en patrón monoclonal. El examen morfológico de las células linfoides muchas veces es la primera señal a despertar para el diagnóstico de la LLTA. Los linfocitos son caracterizados por un acentuado pleomorfismo, irregularidades nucleares y condensación de cromatina nuclear. Las células más típicas de la LLTA son linfocitos de tamaño medio con núcleos polilobulados, denominados células en flor (flower cells). El citoplasma frecuentemente es escaso y el núcleo irregular puede presentar esbozos de nucléolos. Las células grandes son semejantes a inmunoblastos con citoplasma basofílico y cromatina nuclear delicada, con nucléolos prominentes y aberrantes. Los aspirados de medula ósea (mielograma) normalmente presentan una pequeña infiltración de linfocitos polilobulados. Los dosajes de calcio sérico y DHL son indispensables para la evaluación de los pacientes. La hipercalcemia puede ser una complicación fatal en cerca del 37% de los pacientes con LLTA aguda. La DHL se presenta elevada en cerca del 80% de los casos ante la presentación inicial de la enfermedad, resultando importante para la caracterización de los subtipos crónico y smoldering. Un paciente portador de HTLV ante la sospecha inicial de un cuadro clínico o laboratorial de LLTA, debería ser derivado a una evaluación con un especialista en hematología, preferentemente con experiencia en hematología oncológica. 23 24 Deberá utilizarse un panel de anticuerpos monoclonales para la caracterización inmunofenotípica de la LLTA. Las células expresan la mayoría de los marcadores de células T: (CD2, CD7, CD3, CD5 y CD4) además de antígenos de activación celular (CD38, CD30, HLA-DR y CD25). Las células de la LLTA en su mayoría son CD4+/CD8- y la co-expresión o la falta de expresión de estos dos antígenos es rara. Existe una correlación importante entre los altos niveles de células en actividad proliferativa (Ki-67+), con la rápida progresión de la enfermedad desde la forma crónica hacia la forma aguda. Histológicamente, la LLTA normalmente se presenta como un linfoma difuso, compuesto por células con polimorfismo y pleomorfismo nuclear. Grandes células y/o inmunoblastos pueden ser la población predominante, mientras que, en otros casos, hay una mezcla de células pequeñas, medianas y grandes. No existe un estándar histológico arquitectural patognomónico para el diagnóstico de LLTA y existe un grado de superposición con hallazgos histopatológicos de otros linfomas de células T. Es bueno resaltar que otros tipos de linfoma con diferentes características histológicas fueron descritos asociados al HTLV-I, especialmente los linfomas de piel CD30+ y la micosis fungoide. Tratamiento En los pacientes con las formas crónica y smoldering de la LLTA no existen evidencias de que un tratamiento con quimioterápicos pueda evitar la transformación aguda. Al contrario, debido al estado de deficiencia inmune, el tratamiento podrá aumentar la morbilidad con episodios de infecciones oportunistas. Los principales factores pronósticos para la LLTA son el estado general y la edad del paciente, la extensión del comprometimiento clínico y los niveles séricos de calcio y de DHL Las formas agudas y linfomatosas de la LLTA se tratan con poliquimioterapia en diversas combinaciones, sin que con esto se verifique un aumento de la sobrevida de los pacientes. Los principales obstáculos para el éxito del tratamiento poliquimioterápico son: (1) resistencia a las drogas; (2) 24 25 inmunodeficiencia, con consecuentes complicaciones clínicas de infecciones oportunistas y (3) hipercalcemia, voluminosas masas tumorales, disfunciones hepática y renal. Están a prueba nuevos agentes con el objetivo de alcanzar mejores tasas de sobrevida. Una alternativa promisoria parece ser la combinación de interferón-α con drogas antirretrovirales, como la zidovudina (AZT). Esta combinación se mostró altamente citotóxica para células de LLTA in vitro. En los casos con lesiones de piel, en pacientes con LLTA smoldering, la fotoquimioterapia extracorpórea ha sido usada con beneficios estéticos. Son necesarias acciones correctivas, en cuanto a la hipercalcemia, con hiper-hidratación (3L/m2, dependiendo de la gravedad de la deshidratación y de la tolerancia del sistema cardiovascular) y el uso de bifosfanatos y calcitonina en las dosis estandarizadas. Las principales complicaciones secundarias al tratamiento y estado inmunológico de los pacientes son: infección de piel por parte de varios hongos, neumonía por Pneumocystis carinii, herpes zoster, neumonía intersticial, coagulopatía intravascular diseminada, meningitis criptocóccica, taquicardia supraventricular y estrongiloidiasis diseminada. Pacientes con LLTA necesitan de profilaxis primaria y secundaria para hongos, neumocistosis e infecciones virales. Para esta finalidad se recomiendan bajas dosis de cotrimoxazol, aciclovir oral y antifúngicos orales. 10. ASPECTOS NEUROLÓGICOS Se describieron varias manifestaciones neurológicas en individuos infectados por el HTLV-I. La paraparesia espástica tropical/mielopatía asociada al HTLV-I (PET/MAH) acostumbra aquejar más mujeres y adultos jóvenes, en tanto, ninguna franja etarea está libre de enfermarse. Se caracteriza por aquejar insidiosa y progresivamente la debilidad muscular en los miembros inferiores y 25 26 espasticidad, asociada en un nivel variado a disturbios esfinterianos y sensitivos. La Tabla 2 resume las principales manifestaciones de PET/MAH. Menos frecuentemente, pueden surgir otros síndromes listados en la Tabla 3. Estos síndromes tienen un substrato patogénico distinto al de la LLTA. Histopatológicamente se observa un proceso inflamatorio crónico, a costa de infiltración linfocitaria. En el caso específico de la PET/MAH, los elementos inflamatorios celulares son, con el transcurso del tiempo, sustituidos por la degeneración de la sustancia blanca y la reacción gliomesenquimal. En estos casos el sitio de mayor acometimiento es la médula toráxica baja, aunque todo el neuro-eje pueda estar involucrado. Según datos de la literatura, menos del 5% de los infectados irán a desarrollar PET/MAH, a lo largo de sus vidas. Todavía no se conocen con exactitud los mecanismos por los cuales un portador asintomático del virus evoluciona hacia la enfermedad. A continuación se abordan algunas cuestiones de orden práctica. ¿Cuándo Derivar al Neurólogo Clínico un Caso Sospechado de Enfermedad Neurológica Asociada al HTLV? Todos los individuos sabidamente infectados y que presenten señales y/o síntomas incipientes o establecidos de compromiso del sistema nervioso central o periférico, como (uno o más de los de abajo): i. Debilidad muscular predominando en los miembros inferiores, con reflejos profundos aumentados, con o sin clono y señal de Babinski; debilidad muscular generalizada, con o sin mialgias, asociada, o no, a la disminución de reflejos profundos; ii. Adormecimientos u hormigueos de predominio distal en los miembros superiores y/o inferiores; iii. Disfunción autonómica caracterizada por disturbio miccional (aumento de la frecuencia urinaria, urgencia, incontinencia, 26 27 disuria, chorro débil o intermitente y sensación de vacío incompleto de la vejiga), disturbio intestinal (constipación o incontinencia) y disfunción eréctil. ¿Cómo Investigar un Caso Sospechado de Comprometimiento Neurológico por el HTLV? a) Historia y examen neurológico indicando una o más, de los siguientes síndromes completos o incompletos: i. síndrome medular (disminución de la fuerza, reflejos profundos y tono muscular aumentados, clono, señal de Babinski y disfunción esfinteriana, disminución de sensibilidad profunda); ii. síndrome neuropático periférico (disminución de la fuerza distal de las extremidades, reflejos profundos y tono muscular disminuidos y disturbio de sensibilidad en las porciones distales de las extremidades); iii. síndrome muscular (disminución de la fuerza proximal de los miembros, tono muscular disminuido, sensibilidad normal y reflejos profundos usualmente normales); iv. síndrome autonómico (disfunción esfinteriana y eréctil, hipotensión postural y disturbios de la sudoresis). b. Deberán solicitarse exámenes complementarios de acuerdo con el cuadro clínico presentado por el paciente, a saber: i. Síndrome medular: 1. resonancia magnética o mielografía de todo el canal medular; 2. examen del líquido cefalorraquídeo (LCR) con, como mínimo, análisis para la presencia de anticuerpos anti- HTLV, celularidad global y específica, dosaje de proteínas totales. ii. Síndrome neuropático periférico: 27 28 1. electroneuromiografía de los miembros superiores e inferiores. iii. Síndrome muscular: 1. electroneuromiografía de los miembros superiores e inferiores; 2. dosaje de creatina fosfoquinasa sérica – CPK. iv. Síndrome autonómico: 1. investigación de hipotensión postural con maniobras desarmadas o prueba de la mesa de inclinación (tilt-table test)1; 2. ultrasonografía de vías urinarias; 3. estudio urodinámico. Criterios Para el Diagnóstico de Enfermedades Neurológicas Asociadas al HTLV a. Infección por el HTLV, comprobada por métodos serológicos y/o moleculares en la sangre periférica; b. Individuos que presenten uno o más de los síndromes mencionadas en el ítem anterior (comprobados clínica y laboratorialmente), teniendo el cuidado de investigar otras enfermedades con cuadro clínico similar (ver a continuación); • Mielopatías traumáticas o compresivas; • Tumores medulares; • Esclerosis múltiple; • Enfermedades de la neurona motor; • Deficiencia de vitamina B12 o folato; 1 Las maniobras desarmadas engloban la mensuración de la presión arterial (PA) con el paciente acostado, sentado y parado, anotando caídas significativas de la PA, asociadas a síntomas sincopales; lo mismo se aplica a la prueba de la mesa de inclinación, donde se monitorea continuamente la PA y el ECG mientras el paciente permanece acostado en una camilla especial con un mecanismo de angulación de su cabecera motorizado. 28 29 • Neurosífilis; • Mielopatía en pacientes coinfectados por el VIH-1; • Neuro esquistosomosis; • Colagenosis; • Enfermedades neurológicas genéticamente determinadas (ej.: adrenomieloneuropatía, paraparesia espástica familiar, enfermedad de Charcot-Marie-Tooth, etc.); • Etilismo crónico, uremia, diabetes mellitus, disfunciones tiroideas, intoxicaciones exógenas, paraneoplasias. Tratamiento de las Manifestaciones Neurológicas Los pacientes con manifestaciones neurológicas comprobadamente asociadas al HTLV deberán ser, idealmente, seguidos en un servicio médico que disponga de neurólogo clínico. a) Tratamiento geral y sintomático Al respecto del tratamiento sintomático de la paresia, con el objetivo de mejorar la fuerza, mantener la musculatura activa, evitando la atrofia y contracturas, se sugiere: • Fisioterapia: fortalecimiento de los miembros superiores y del tronco; entrenamiento de equilibrio estático y dinámico; maniobras de relajación muscular (ej., elongación de isquiotibiales y aductores); mejora de la amplitud articular; entrenamiento de marcha; uso de ortesis, cuando sea necesario; para las persona en sillas de rueda: terapia ocupacional; En cuanto al tratamiento sintomático de la espasticidad, con la finalidad de mejorar la movilidad, se sugiere el uso de: • Baclofeno vo 10-80 mg/día y/o Tizanidina vo 4-16 mg/día y/o Diazepán vo 5-40 mg/día y/o toxina botulínica intramuscular en la 29 30 musculatura de los miembros inferiores (particularmente en los músculos aductores); El tratamiento sintomático de la vejiga neurogénica incluye: • Cateterización vesical intermitente cada 4 o cada 6 horas, objetivando un volumen residual inferior a 500 mL; Oxibutinina 515 mg vo/día o Imipramina 10-75mg vo/día; idealmente los pacientes deben someterse a un estudio urodinámico y a evaluación urológica; Profilaxis de infecciones urinarias: Nitrofurantoina 100 mg vo/día o Norfloxacina 400 mg vo/día, entre otros; El tratamiento para los síntomas provenientes de la constipación intestinal crónica incluye: • Evaluación nutricional, objetivando una dieta anticonstipante, rica en fibras y con elevado tenor hídrico; muciloide psyllium o aceite mineral vo 1-3 veces por día, entre otros; Dolores neuropáticos de origen medular, radicular o neural periférico: • Amitriptilina, Nortriptilina o Imipramina 25-150 mg vo/día; Gabapentina 900-1800 mg vo/día; Carbamazepina vo 400-1200 mg/día; Hidantoína vo 200-300 mg/día. b) Tratamiento específico En la literatura no hay consenso acerca de la existencia de un tratamiento específico comprobadamente eficaz para las manifestaciones neurológicas del HTLV. Se sugiere, en esa circunstancia, la derivación a centros especializados. 30 31 Tabla 2. Manifestaciones neurológicas de paraparesia espástica tropical/mielopatía asociada al HTLV-I (PET/MAH) Síndrome Cuadro clínico Exámenes complementarios Paraparesia Espástica Debilidad crónica y progresiva de los miembros Serología positiva en la sangre y en el LCR; RM Tropical/Mielopatía inferiores, disturbios esfinterianos, señales puede revelar atrofia de la médula toráxica, asociada al HTLV-I* sensitivas, objetivos pobres o ausentes, imágenes hiper intensas en sustancia blanca síndrome tetrapiramidal**. cerebral; PESS con lentificación de la velocidad de conducción sensitiva central; LCR puede presentar leve pleocitosis mononuclear, hiperproteinorraquia, bandas oligoclonales de IgG y aumento de la síntesis intratecal de anticuerpos específicos; urodinámica con vejiga neurogénica * Cuadros clínicos similares, aunque con menor frecuencia, han sido descritos en pacientes infectados por el HTLV-II. ** El diagnóstico de PET/MAH se basa en la presencia de señales clínicas compatibles y en datos laboratoriales que comprueben la infección pelo HTLV en la sangre y, simultáneamente, en el líquido cefalorraquídeo. RM: Resonancia Magnética; PESS: potenciales evocados somatosensitivos; ENMG: electroneuromiografía; LCR: líquido cefalorraquídeo; CPK: creatina fosfoquinasa. 31 32 Tabla 3. Manifestaciones neurológicas menos frecuentes de la infección por el HTLV-I Síndromes Miopatía Enfermedad de la Neurona Motora Neuropatía periférica Disautonomía Ataxia cerebelosa Disfunción cognitiva Cuadro clínico Debilidad muscular proximal y mialgias Exámenes complementarios ENMG con patrón miopático; aumento de CPK; infiltrado inflamatorio linfomonocitario y degeneración difusa de fibras musculares a la biopsia muscular Debilidad muscular, amiotrofias, ENMG con señales de denervación síndrome piramidal, miofasciculaciones, activa sugiriendo comprometimiento de sensibilidad normal la punta anterior de la médula; histopatología del músculo con señales de atrofia muscular por denervación (atrofia en pequeños grupos) Debilidad muscular distal, hipoestesia ENMG con patrón axonal o en guantes y/o en medias, hipo o desmielinizante; comprometimiento arreflexia profunda sensitivo habitualmente mayor que el motor Hipotensión ortostática, disfunción Respuestas cutáneas simpáticas esfinteriana, hipo/hiperhidrosis, anormales; señales objetivas de disfunción eréctil, hipotensión ortostática; disinergía urgencia/incontinencia/retención detrusor-esfínter a la urodinámica urinaria, constipación intestinal Temblor de acción, dismetría, asinergia Similar a la PET/MAH de tronco, nistagmo Lentificación psicomotora, disturbios de Anormalidades en pruebas memoria de evocación, hipoatención, neuropsicológicas específicas; RM del disturbio visomotor cráneo ENMG: electroneuromiografía; LCR: líquido cefalorraquídeo; CPK: creatina fosfoquinasa; RM: Resonancia Magnética 32 33 11. DIAGNÓSTICO LABORATORIAL DEL HTLV Diagnóstico Serológico El diagnóstico serológico de la infección por el HTLV está fundamentado en la detección de anticuerpos específicos al virus, los cuales están presentes en fluidos orgánicos y son generados a partir de una respuesta inmunológica dirigida contra antígenos virales codificados por genes estructurales y reguladores. De acuerdo con el poder de resolución diagnóstica, los métodos serológicos pueden clasificarse en dos categorías: las reacciones de tamizaje y las de confirmación. Los ensayos de tamizaje rutinarios detectan anticuerpos contra el HTLV-I y el HTLV-II. Sin embargo, no presentan una capacidad discriminatoria entre esas infecciones, resultando necesaria la confirmación del resultado por medio de ensayos con alta especificidad capaces de distinguir la infección causada por el HTLV-I de aquella causada por el HTLV-II. Ensayos de Tamizaje a) Ensayos inmunoenzimáticos El principal examen utilizado para el tamizaje serológico del HTLV es el ensayo inmunoenzimático (EIA), como por ejemplo el examen de ELISA, en el que los antígenos (Ag) específicos son absorbidos a una placa de polietileno, donde se incuban con los sueros en análisis. La reacción se define como positiva por intensidad colorimétrica, medida en densidad óptica (DO), a partir de un valor de corte definido o “cut-off” (CO). El resultado positivo (“suero reactivo”) indica la presencia de anticuerpos contra el HTLV I/II, el resultado negativo (“suero no reactivo”) indica la ausencia de esos anticuerpos. Los resultados no conclusivos pueden ser indicativos de la presencia de anticuerpos en bajos niveles, necesitando una investigación complementaria. 33 34 El método de EIA sufrió varias modificaciones desde su desarrollo. Los exámenes iniciales estaban basados en el lisado viral de linajes celulares infectados por HTLV-I. Estos exámenes fueron sustituidos por ensayos que además del lisado viral, contenían proteínas recombinantes. Más recientemente se desarrollaron pruebas que contienen sólo proteínas recombinantes y peptídos sintéticos. Además de ser más sensibles, estos exámenes tienen una mayor especificidad y deben ser usados preferentemente. b) Reacciones de Aglutinación Las reacciones de aglutinación se caracterizan por la utilización de partículas de gelatina o de látex sensibilizadas con antígenos virales no activados. Estos exámenes presentan una alta sensibilidad y son de fácil y rápida ejecución. Los exámenes de aglutinación se han utilizado en investigaciones epidemiológicas y, en algunos países, como pruebas de tamizaje serológica. Exámenes confirmatorios La confirmación diagnóstica de la infección por el HTLV puede realizarse a partir de diferentes métodos serológicos, de los cuales el más utilizado es el Western blot (Wb). Este examen permite reconocer la presencia de anticuerpos para diferentes Ag virales, separados electroforéticamente, según su peso molecular y carga eléctrica, adheridos a un soporte sólido de nitrocelulosa. La identificación de los anticuerpos se hace por medio de un ensayo inmunoenzimático, revelado por la visualización de bandas correspondientes a los diferentes Ags virales. En la Tabla 4 están descritos los perfiles de bandas normalmente visualizadas en el Western blot. Además del Wb, existe el examen de Inmunoblot (Ib) cuyo principio metodológico es muy semejante al del Wb, sin embargo, los antígenos fijados en las tiras de nitrocelulosa son de origen recombinante. Los resultados son semejantes a los obtenidos por el Wb, con la ventaja de que presentan una proporción menor de resultados indeterminados. La Tabla 5 resume los criterios adoptados para interpretación de los 34 35 resultados de Wb anti-HTLV., según la reactividad encontrada en los diferentes Ag virales. Tabla 4 Proteínas del HTLV usadas en el criterio de interpretación del examen de Western blot Proteínas virales Genes Características gp46 Env proteína de superficie del envoltorio viral rgp46 Env proteína recombinante derivada de la gp 46 gp21 Env proteína transmembrana del envoltorio viral gd21 pol Proteína recombinante conteniendo el epitope inmunodominante de la gp 21 p24 Gag proteína del cápside viral p19 Gag proteína de la matriz viral Tabla 5 Criterios de interpretación del Western blot anti-HTLV Resultado Positivo para HTLV-I Positivo para HTLV-II Positivo para HTLV-I y HTLV-II* Positivo para HTLV (no tipificado) Indeterminado Negativo Bandas encontradas p19 y/ó p24 + gd 21 + rgp 46-I P19 y/ó p24 + gd21 + rgp 46-II P19 y/ó p24 + gd 21 + rgp 46-I + rgp 46-II P19 y/ó p24 + gd 21 ou gp46 (nativa o recombinante) Cualquier combinación de bandas que no se describen arriba Ninguna reactividad Nota: Proteínas de gag: p19 y p 24 Proteínas transmembrana: gd 21 Proteínas de env: rgp 46-I, rgp 46-II * Si no es posible realizar pruebas de biología molecular la doble infección puede ser diagnosticada cuando el estándar de bandas presentado persistiese, aún después de la dilución del suero 1/10, 1/100 y 1/1000. 35 36 Diagnóstico Molecular Las técnicas de biología molecular, para diagnóstico confirmatorio y diferencial de la infección por los HTLV-I y HTLV-II, se fundamentan primariamente en la detección del ácido nucleico viral en la forma de DNA proviral. El HTLV no presenta viremia plasmática (presencia de RNA viral circulante en grandes cantidades en el plasma o suero). Esta característica significa que la búsqueda del DNA proviral, obtenido de células mononucleares de sangre periférica, sea el método de elección y el más adecuado para el diagnóstico molecular del HTLV. De esta manera, es necesario colectar una muestra de sangre total, ya que el uso de plasma o suero no es apropiado en esta etapa. La elevada especificidad y sensibilidad de la metodología son el resultado: (i) del uso de iniciadores (primers) específicos a una determinada región genómica del virus y, (ii) de la amplificación exponencial del ácido nucleico, lo que permite la detección del material genómico viral, aunque esté presente en pequeñas cantidades. Entre los métodos que se basan en la amplificación genómica se destacan la PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa) y la nested PCR. El diagnóstico molecular de la infección por el HTLV contribuye en las siguientes situaciones: (i) para la resolución de los niveles indeterminados del Western blot; (ii) para la discriminación entre las infecciones y coinfección por el HTLV-I y HTLV-II; (iii) para el diagnóstico precoz de la transmisión vertical. No existen exámenes comerciales para realizar la técnica de la PCR para HTLV, por lo tanto los laboratorios que realizan este examen se basan en tecnología propia (in house). Los métodos moleculares aunque presenten una alta sensibilidad y especificidad para el diagnóstico diferencial de la infección 36 37 por el HTLV, están sujetos a factores, enumerados a continuación, que pueden interferir en la resolución de la técnica, acarreando errores diagnósticos. (i) iniciadores inadecuados; (ii) cantidad y cualidad del DNA meta extraído; (iii) ausencia de estandarización de la metodología; (iv) resultados falso-positivos debidos a la contaminación por producto de PCR, y (v) presencia de inhibidores de amplificación en la muestra. Algoritmo para el Diagnóstico Laboratorial de la Infección por el HTLV Con el objetivo de realizar el diagnóstico laboratorial de la infección por el HTLV, se recomienda el cumplimiento de los procedimientos secuenciados en la Figura 5, agrupados en tres etapas: - Etapa I – Tamizaje serológico. - Etapa II – Confirmación serológica por medio de la realización del examen de Western blot para HTLV-I/II. - Etapa III – Confirmación de la infección por el HTLV I/II, por medio de la realización de la PCR. Todos los conjuntos de diagnóstico serológico utilizados obligatoriamente deberán estar registrados en el Ministerio de Salud. Etapa I – Tamizaje Serológico A) para las muestras no reactivas su resultado será definido como “Muestra Negativa para HTLV I/II”; B) las muestras reactivas o no conclusivas deben ser reanalizadas en duplicata, utilizando el mismo conjunto de diagnóstico. En el reanálisis en duplicada, A) de las muestras con dos resultados no reactivos, su resultado será definido como “ Muestra Negativa para HTLV I/II”; 37 38 B) las muestras cuyo resultado inicial del tamizaje fue reactivo o no conclusivo, y que presenten los resultados reactivo/reactivo, reactivo/no reactivo, no reactivo/reactivo, reactivo/no conclusivo, no conclusivo/reactivo, no conclusivo/no conclusivo, no conclusivo/no reactivo, no reactivo/no conclusivo, deberán ser sometidas al examen de Western blot. Las etapas subsiguientes (II y III) se destinan a la confirmación del diagnóstico. Etapa II – Confirmación Serológica por medio de la realización del examen de Western blot para HTLV-I/II. Para interpretación del examen de Western blot, deberán observarse los criterios ya descritos en la Tabla 5: A) Para las muestras negativas en el examen de Western blot su resultado será definido como “Muestra Negativa para HTLV-I/HTLVII”; B) Para las muestras positivas en el examen de Western blot su resultado será definido como “Positiva para HTLV-I o HTLV-II”, “Positiva no tipificada” o “Positiva para HTLV I/II”. En estos dos últimos casos, se recomienda que la muestra sea sometida a la PCR; C) Para las muestras indeterminadas en el examen de Western blot su resultado será definido como “Indeterminada para HTLV”. En este caso, se recomienda realizar la PCR. Etapa III – Confirmación de la infección por el HTLV I/II, a través de la realización de la PCR 38 39 A) Para las muestras indeterminadas en el examen de Western blot y negativas en la PCR su resultado será definido como “Muestra negativa para HTLV-I/II”; B) Para las muestras indeterminadas en el examen de Western blot y positivas en la PCR su resultado será definido como “Muestra positiva para HTLV-I y/o HTLV-II”; C) Para las muestras cuyo resultado fue positivo no tipificado en el examen de Western blot y negativas en la PCR, su resultado será definido como “Muestra negativa para HTLV-I/II”; D) Para las muestras cuyo resultado fue positivo no tipificado en el examen western blot y positivas en la PCR, su resultado será definido como “Muestra positiva para HTLV-I y/o HTLV-II”; E) Las muestras positivas para HTLV-I y HTLV-II, podrán ser sometidas a la PCR para la discriminación del virus causador de la infección. En este caso, podremos tener los siguientes resultados: • Muestras positivas para HTLV-I; • Muestras positivas para HTLV-II, y • Muestras positivas para HTLV-I y HTLV-II, caracterizando, en este caso, una doble infección. 39 40 Figura 5. Algoritmo para el diagnóstico laboratorial de infección por el HTLV Análisis de Tamizaje (-) Muestra no reactiva (+ / I ) Muestra negativa para HTLV I / II Reanalizar en Duplicada (+/+) (+/-) (-/+) (+/ I) ( I /+) ( I / I ) (-/ I ) ( I /-) (-/-) Muestra no reactiva Muestra reactiva o no conclusiva Muestra negativa para HTLV I / II Western blot Positivo para HTLV-I y HTLV-II Positivo no tipificado PCR Positivo para HTLV-I Positivo para HTLV-II Indeterminada para HTLV PCR Positivo para HTLV-I y HTLV-II (doble infección) Positivo para HTLV-I y/o HTLV-II Negativo para HTLV-I / HTLV-II Positivo para HTLV-I ó HTLV-II Negativo para HTLV-I/HTLV-II PCR Positivo para HTLV-I y/o HTLV-II Negativo para HTLV-I / HTLV-II 40