Tesis - Universidad de Colima

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UNI
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AD
ID
RS
UNIVERSIDAD DE COLIMA
Facultad de Medicina
FRECUENCIA DE ANEMIA EN RECIÉN NACIDOS A TÉRMINO EN EL
HOSPITAL REGIONAL UNIVERSITARIO
Tesis que para obtener el Diploma de
Especialidad en Pediatría
Presenta:
Patricia Hernández Pérez
• Asesor básico:
M. en C. Oscar Alberto Newton Sánchez
• Asesor clínico:
Dra. Juana de la Luz Castellanos Morfín
Colima, Colima, diciembre de 2006
DR. ALEJANDRO ELIZALDE LOZANO
Director
Facultad de Medicina
Presente
Por medio de la presente comunicamos a usted que la alumna HERNÁNDEZ PÉREZ
PATRICIA inscrito en el Programa de Especialidad médica en Pediatría (generación 20022005), con número de cuenta 2002-9391 y adscrito a la Facultad de Medicina de la
Universidad de Colima, ha concluido la tesis titulada “FRECUENCIA DE ANEMIA EN
RECIÉN NACIDOS A TÉRMINO EN EL HOSPITAL REGIONAL UNIVERSITARIO”, la cual
reúne la originalidad y calidad suficiente para ser sometida a la consideración de jurado
de examen de titulación correspondiente.
ATENTAMENTE
Colima, Col. 18 de diciembre de 2006
M. en C. OSCAR A. NEWTON SÁNCHEZ
Profesor-Investigador Tiempo Completo
Dra. JUANA DE LA LUZ CASTELLANOS M.
Profesora Titular de Pediatría
1
AGRADECIMIENTOS:
Para mis padres, mi mayor estimulo de superación y apoyo incondicional.
Para mis profesores y amigos, que soportaron tanto buenos como malos ratos, pero
hicieron mi trabajo y mi vida mas productivos y enriquecedores.
A Dios, gracias por permitirme existir y ayudar a mis semejantes...
2
INDICE
1. RESUMEN ...................................................................
5
Ingles (Abstract) .........................................................
6
2. MARCO TEORICO.........................................................
7
Deficiencia de hierro y anemia en el embarazo ..............
7
Fisiología de la producción de hemoglobina ...................
9
Desarrollo normal: anemia fisiológica del neonato...........
11
Relación de anemia con pinzamiento precoz del cordón
umbilical ....................................................................
13
Etiología de la anemia en el recién nacido .....................
14
2. JUSTIFICACIÓN ............................................................
19
3. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA...................................
20
4. OBJETIVO .....................................................................
20
5. MATERIAL Y METODOS ..................................................
21
Periodo de estudio
Tipo de estudio
Universo de trabajo
Tamaño de muestra
6. CRITERIOS DE SELECCIÓN .............................................
22
Criterios de inclusión
Criterios de no inclusión
Criterios de eliminación
7. VARIABLES ....................................................................
22
Dependientes
Independientes
8. DESARROLLO DEL ESTUDIO ...........................................
24
9. ANÁLISIS ESTADÍSTICO .................................................
25
10. RECURSOS ...................................................................
25
Humanos
Físicos
3
Financieros
11. ASPECTOS ETICOS ......................................................
26
12. RESULTADOS ...............................................................
28
13. DISCUSIÓN ..................................................................
30
14. CONCLUSIONES ...........................................................
35
15. ANEXOS:
ANEXO 1. Hoja de consentimiento informado ..............
36
16. TABLAS:
Tabla 1: Valores normales de hemoglobina ................
13
Tabla 2: Variables desarrolladas en el estudio .............
24
Tabla 3: Características generales de la muestra
de pacientes del estudio..............................
28
Tabla 4: Características generales de los pacientes
con anemia ...............................................
29
17. BIBLIOGRAFÍA .............................................................
39
4
RESUMEN
OBJETIVO: Determinar la frecuencia de anemia de los recién nacidos (RN) de término
sanos en el Hospital Regional Universitario de Colima determinada en cordón umbilical.
MATERIAL Y METODOS: Estudio transversal descriptivo desarrollado de mayo de 2004 a
febrero de 2005 que incluyo RN de término sanos donde se midió el nivel de hemoglobina
(Hb) en cordón umbilical considerando como anemia aquellos niveles < 14 g/dL.
RESULTADOS: Se incluyeron 564 RN al estudio, de los cuales se capturaron en una base
de datos su vía de nacimiento, peso al nacer, edad gestacional, Hb y hematocrito al
nacer, además de su sexo. Se encontró que la frecuencia de RN con anemia fue del
24.6%, de los cuales 51% fueron masculinos y 49% femeninos, predominando en
aquellos que nacieron por vía parto (60.5%). El promedio de Hb en los RN con anemia
fue de 12.9 g/dl.
CONCLUSIONES: La frecuencia de anemia encontrada en nuestra muestra de estudio es
alta en comparación con lo reportado por la literatura. Se requieren estudios descriptivos
y comparativos para establecer o modificar los criterios de manejo en los RN, como
niveles de Hb y Hto normales en nuestro medio, tiempo adecuado de pinzamiento de
cordón, detección de madres con anemia en el embarazo y seguimiento de sus menores
durante el primer año de vida ya que son considerados como grupo de riesgo para
anemia (sobre todo por deficiencia de hierro) durante esta etapa de la vida.
5
SUMMARY
OBJECTIVE: To determine the frequency of anemia (determined in umbilical cord) in
healthy full-term newborn babies (NB), born at the Colima Regional Hospital.
MATERIAL AND METHODS: Cross-sectional, descriptive study carried out from May 2004
to February 2005, on healthy full-term NB; hemoglobin levels (Hb) were measured in the
umbilical cord considering anemia to be levels <14 g/dl.
RESULTS: 564 NB were included in the study. A data base was created with the following
data: type of birth, weight, gestational age, Hb and hematocrit at birth and sex. It was
found that the frequency of NB with anemia was 24.6% of which 51% were male and
49% female; it predominated in those who were born through labor (60.%). 12.9 g/dl
was the average of Hb in the NB with anemia.
CONCLUSIONS: The frequency of anemia found within our study sample is high in
relation to the frequency reported by the literature. Descriptive and Comparative studies
are required to establish or modify the management criteria of the NB, such as normal Hb
and Hto levels in our environment, adequate time for sampling blood from the cord,
detection of mothers with anemia during pregnancy and follow-up on
their children
during their first year of life, since they are considered a high-risk group for anemia
(especially due to iron deficiency) during this stage of life.
6
MARCO TEORICO
Una adecuada ingesta de micronutrientes en la madre es esencialmente importante
durante el embarazo y la lactancia, lo que repercutirá directamente en el estado fetal y
del infante (Allen, 2005). La deficiencia de estos componentes generalmente es debida a
ingesta pobre de productos animales y sus derivados, especialmente en países en vías de
desarrollo. Las deficiencias severas de micronutrientes (especialmente ácido fólico,
vitamina B y D, hierro y yodo) están plenamente identificadas como factores
contribuyentes para una concepción anormal así como repercusiones en el resultado del
embarazo (Allen, 2005; School, 2005).
Deficiencia de hierro y anemia en el embarazo.
El hierro es un importante micronutriente durante la concepción y hasta la lactancia. La
deficiencia de hierro es el déficit nutricional más reconocido en los países en vías de
desarrollo. Durante la edad reproductiva, las mujeres tienen mayor riesgo de deficiencia
de hierro debido a las pérdidas sanguíneas por la menstruación, en particular el 10% que
sufre pérdidas altas (> 80 mL/periodo), por algunas prácticas anticonceptivas, etc.
Aunque es controvertido el estado óptimo de suplementación con hierro en el embarazo,
estudios serios muestran que el almacén de hierro en la concepción es un importante
factor predictor del estado materno de hierro y el riesgo de anemia en el embarazo
avanzado. Una deficiencia materna de hierro en el embarazo temprano se hace un factor
predictor de riesgo de nacimiento pretérmino, peso bajo al nacimiento o combinación de
ambos (Scholl, 2005). También es muy difícil reponer las reservas de hierro durante
embarazo en progreso; por ejemplo, las mujeres suecas que no tomaron suplementos de
hierro durante su embarazo, no tuvieron virtualmente ningún remanente de hierro en su
medula ósea durante el embarazo avanzado, en comparación con 35% de esta reserva en
quienes consumieron 100 mg de hierro diariamente a partir de la semana 16 de gestación
(Milman, 1999).
7
Una limitación severa en el establecimiento adecuado del papel que juega el hierro en el
embarazo a través de estudios de investigación ha sido la exclusión de mujeres con
anemia de base, y /o carencia de un grupo placebo, debido principalmente a las
implicaciones éticas que esto conlleva. Usando un abordaje innovador para limitar este
problema, Cogswell y otros condujeron un estudio en Cleveland donde dieron 30 mg de
hierro diariamente de las semanas 20 a 28 de gestación; incluyeron un grupo placebo en
mujeres donde encontraron una concentración de hemoglobina < 100g/L o ferritina < 20
ug/L, y las suplementaron con hierro de la semana 28 a la 38 de embarazo. La
suplementación con hierro en el embarazo antes de la semana 28, no tuvo efecto sobre la
prevalencia de anemia, pero si incrementó el peso bajo al nacimiento en 206 gramos y
disminuyó la proporción de recién nacido con peso extremadamente bajo de 17% a 4%
de presentación (Allen, 2005).
Mientras el estado fetal del hierro se ha asumido que es relativamente independiente del
estado materno de hierro durante el embarazo, es claro que este último estado afecta
fuertemente las reservas del niño al nacimiento. En indonesia, De Pee y cols. demostraron
que comparando un peso normal al nacimiento de infantes de madres sin anemia, un
niño nacido con un peso similar hijo de madre con anemia tiene 1.8 veces más riesgo de
desarrollar anemia a los 3 a 5 meses de vida. La mayor prevalencia de anemia entre los 3
a 5 meses ocurre en niños con peso bajo al nacimiento e hijos de madres con anemia
durante el embarazo, con un odds ratio de 3.7 comparado con un peso adecuado al
nacimiento en hijos de madres no anémicas (De Pee, 2002).
Si la mujer que desarrolla anemia por deficiencia de hierro antes o durante el embarazo
temprano (primer trimestre) incrementa el riesgo de presentar embarazos prematuros,
entonces el mecanismo que envuelve el hierro puede ser integrado al desarrollo del
embarazo. Allen sugiere tres potenciales mecanismos por los cuales las madres con
anemia por deficiencia de hierro pueden presentar nacimientos prematuros: hipoxia,
estrés oxidativo e infección. La hipoxia crónica de la anemia puede iniciar una respuesta
de estrés, con la consecuente liberación de hormona liberadora de corticotropina por la
placenta, lo que aumenta la producción de cortisol por el feto y un parto temprano. El
8
incremento del estrés oxidativo en la anemia por deficiencia de hierro en mujeres que no
compensan con antioxidantes endógenos o por la dieta puede dañar la unidad maternofetal y resultar en parto prematuro. Con la función inmune reducida y el incremento del
riesgo de infección en las mujeres con anemia por deficiencia de hierro, puede
incrementarse la producción de citocinas, la secreción de hormona liberadora de
corticotropina y la producción de prostaglandinas, incrementando el riesgo de nacimiento
prematuro (Allen, 2001).
Otro problema en las mujeres con deficiencia de hierro es la anemia postparto, que se
observo en 27% de mujeres estadounidenses, y hasta en un 49% de mujeres hispanas.
Una inadecuada atención de estas mujeres ha incrementado el riesgo de deficiencia de
hierro en sus hijos recién nacidos (Allen, 2005).
Fisiología de la producción de hemoglobina.
La eritropoyetina es la hormona primaria en la regulación de la producción de glóbulos
rojos. En el feto, la eritropoyetina viene desde el sistema reticuloendotelial del hígado. En
forma posnatal, la eritropoyetina es producida en las células peritubulares del riñón. Los
pasos en la diferenciación de los glóbulos rojos incluyen condensación del material
nuclear de la célula roja, producción de hemoglobina útil en un porcentaje cercano a 90%
del total de células rojas producidas, y eliminación del núcleo que causa la pérdida de la
capacidad de síntesis del glóbulo rojo. La vida media del glóbulo rojo normalmente es de
80-120 días, y cuando se presenta alguna anormalidad en el mismo su vida puede ser tan
corta como 15 días (Irwin, 2001).
La molécula de hemoglobina es un complejo de proteína-hem formada por dos pares de
cadenas de polipéptidos similares. Estos son seis tipos de hemoglobina en el desarrollo de
los humanos: la embriónica, Gower-I, Gower-II, Pórtland, hemoglobina fetal (HbF) y
hemoglobina normal del adulto (HbA y HbA2). HbF es la primera hemoglobina encontrada
en el feto. Esta tiene mayor afinidad al oxígeno que la del adulto, lo que incrementa la
eficiencia de la transferencia de oxígeno al feto. La cantidad de HbF disminuye a solo
9
trazas a la edad de 6 a 12 meses, donde es finalmente reemplazada por las formas del
adulto, HbA y HbA2. (Irwin, 2001).
El cuerpo del recién nacido gana y almacena hierro, y sus niveles de hematocrito
disminuyen en los primeros meses de vida. Por lo tanto, en los recién nacidos de término,
la deficiencia de hierro es una causa rara antes de los 6 meses de edad. En niños
prematuros, la deficiencia de hierro puede ocurrir solo después de que su peso al
nacimiento ha sido duplicado (Coolí-Kumar 2001).
El hierro es un micronutriente esencial para la producción eritrocitaria, toda vez que se
incorpora para la síntesis de la hemoglobina, mioglobina o la actividad mitocondrial. De
tal suerte que existe una estrecha relación entre los cambios en la cinética del hierro
corporal y los valores de hemoglobina y hematocrito a lo largo de la vida del ser humano.
La reserva de hierro y los valores de hemoglobina, hematocrito y el resto de índices
eritrocitarios obtenidos al nacimiento están determinados por el efecto combinado de
diversas variables, algunas de ellas exclusivas del periodo perinatal. Esas variables
incluyen la edad gestacional, volumen de transfusión placentaria derivado del manejo que
se otorga a los vasos umbilicales o la vía de nacimiento. Así como de las variables
comunes a estas pruebas como el sitio de la toma de la muestra (arterial, venosa o
capilar), tipo de anticoagulante empleado (sólido o líquido) y las técnicas analíticas del
laboratorio (recuento manual, microhematocrito o contador electrónico). Otras mas no
tiene efecto clínico significativo al nacimiento, como es el caso de la altura sobre el nivel
del mar (Cavill, 2002) o la edad materna.
En particular, la reserva fetal de hierro, valorada mediante ferritina sérica se acumula
principalmente en el último trimestre del embrazo y las concentraciones de hierro
materno influyen directamente en el estado de la reserva al nacimiento. Cuando en la
gestante se encuentran valores muy disminuidos de ferritina sérica, se espera que el
recién nacido tenga también concentraciones más bajas de ferritina sérica y solamente en
situaciones extremas de anemia materna podrán verse afectadas las concentraciones de
hemoglobina neonatal (Baptista, 2005).
10
Desarrollo normal: anemia fisiológica del neonato.
En útero, la saturación de oxígeno en la aorta fetal es del 45%, los niveles de
eritropoyetina son elevados, la producción de hematíes es rápida y las cifras de
reticulocitos son del 3 al 7%. Después del nacimiento, la saturación de oxígeno es del
95% y la eritropoyetina es indetectable. La producción de hematíes al séptimo día es
menos de una décima parte del nivel que tenia en útero. Las cifras de reticulocitos son
bajas y el nivel de hemoglobina disminuye (Cloherty, 2001). A pesar de la disminución de
los niveles de hemoglobina, aumenta la proporción entre hemoglobina A y hemoglobina F,
y los niveles de 2,3-difosfoglicerato (que interacciona con la hemoglobina A para disminuir
su afinidad con el oxígeno, lo que incrementa la liberación de este a los tejidos) son
elevados. A consecuencia de ello, en realidad se incrementa la llegada de oxígeno a los
tejidos. Esta “anemia” fisiológica no es una anemia funcional, ya que la entrega de
oxígeno a los tejidos es suficiente. Se almacena el hierro procedente de los hematíes
degradados. Entre las 8-12 semanas, los niveles de hemoglobina alcanzan su punto más
bajo; al disminuir la entrega de oxígeno a los tejidos se estimula la producción de
eritropoyetina y, por ende, la de hematíes. Los neonatos que han recibido transfusiones
en el periodo neonatal registran cifras mínimas más bajas de lo normal, debido a sus
mayores porcentajes de hemoglobina A. Durante este periodo de eritropoyesis activa se
consumen rápidamente los depósitos de hierro. El sistema reticuloendotelial posee hierro
suficiente para un periodo entre 15 y 20 semanas en el recién nacido a término. Pasado
este tiempo, el nivel de hemoglobina disminuye si no se aporte hierro (Cloherty, 2001).
Se estima que 38,000 neonatos prematuros reciben anualmente más de 300,000
transfusiones. La práctica de transfusión se realiza con base a signos y síntomas de
anemia, así como la medición de hematocrito. No existen criterios objetivos de transfusión
de paquete globular en los recién nacidos prematuros. Se considera indicativo de
transfusión actualmente un hematocrito < 21%. Una consecuencia clínica de anemia
crónica en el feto es el hidrops fetalis, como resultado de insuficiencia cardiaca
11
congestiva. Estudios previos mostraron un incremento en el gasto cardiaco en prematuros
con anemia, que disminuyó después de la transfusión, pero no se notaron cambios en la
función cardiaca de los que la tenían en forma crónica (Alkalay, 2003).
Al momento se cuenta con múltiples estudios de anemia en la edad pediátrica,
encontrando su mayor incidencia en los prematuros (debido generalmente al muestreo
sanguíneo frecuente, disminución en la vida media de sus eritrocitos inmaduros, procesos
infecciosos agregados, hemorragia intracraneana, mayor incremento ponderal y por ende
mayor incremento en su volemia, etcétera) y en los lactantes menores donde el mayor
pico de anemia se encuentra alrededor de los 5 a 11 meses de vida, donde se aprecia que
en los países en vías de desarrollo y los del continente africano son los más afectados
gracias a que la mayoría de su población vive en situación de pobreza; encontrando como
etiología predominante la deficiencia de hierro por la mala calidad de alimentos ingeridos
en dichos lugares –escasa ingesta de leche, carnes y sus derivados-, así como
enfermedades endémicas como la malaria para el segundo ejemplo, y otras como las
parasitosis intestinales, infecciones crónicas como el VIH, entre otras (Schellenberg,
2003; Cessie, 2002; McGuire, 2004). A este respecto un estudio dirigido en Tanzania,
mostró que en dicho país la incidencia de anemia fue de hasta el 87% en niños menores
de 5 años; en ese mismo estudio, la Hb media encontrada en los menores de 1 mes de
edad fue de 13.5 +0.4 g/dL (Schellemberg, 2003).
Sin embargo existen en la literatura pocos estudios con respecto a la anemia en el recién
nacido, encontramos que las tablas de hemoglobina y hematocrito utilizadas actualmente
para la valoración de normalidad en el recién nacido, datan de los años 70’s (y además
de países como Canadá o Estados Unidos donde el aspecto socioeconómico es muy
diferente al nuestro). La concentración media de hemoglobina en sangre de cordón de
recién nacidos varia entre 16.7 a 17.9 g/dL, con un rango de normalidad de14 a 20 g/dL.
En una revisión de los valores normales en sangre de recién nacido, Oski y Naiman
informaron una concentración media de hemoglobina en sangre de cordón de 16.8 g/dL,
con inclusión del 95% de todos los valores entre 13.7 y 20.1 g/dL. Los resultados
obtenidos en estudios de recién nacidos sanos en guarderías neonatales de Hamilton,
Canadá, son similares, con niveles medios de hemoglobina en sangre de cordón de 16.9
12
+ 1.6 g/dL en los recién nacidos de término y 15.9 + 2.4 g/dL en recién nacidos
prematuros. Sobre la base de estos datos consideramos como anormales los niveles de
hemoglobina en sangre de cordón inferiores a 14 g/dL (Avery, 1987). Existen algunos
otros estudios nacionales como el del Instituto Nacional de Perinatología (Normas, 2003)
(tabla 1), donde se nos ofrecen niveles de hematocrito frecuentes en el recién nacido a
término sano pero a nivel de la ciudad de México, es decir a más de 2000 metros sobre el
nivel del mar, no encontrando al momento estudio alguno donde se nos proporcionen
dichos niveles a nivel del mar, situación semejante a la ciudad de Colima, motivo de
nuestro estudio.
Los valores promedio de Hemoglobina (Hb) en muestra de vena periférica, reportados
para la población de recién nacidos a término, de bajo riesgo perinatal y con pinzamiento
de cordón a los 20 segundos son los siguientes:
TABLA 1. Valores normales de Hemoglobina
Hemoglobina (g/dl)
Percentila
Al nacer
97
23.2
90
21.8
75
20.6
50
19.4
25
18.1
10
16.9
3
16.1
Por tanto, es ciertamente difícil definir en nuestras condiciones un nivel de hemoglobina
que nos sea indicativo de anemia, por que la mayoría de los estudios se encuentran a
grandes alturas sobre el nivel del mar. En un estudio realizado en la ciudad de Perú a una
altitud de 3750 metros, se tomaron muestras de hematocrito de sangre venosa de cordón
umbilical al momento de nacer, encontrando la media de 57.9% de un total de 36 recién
13
nacidos, donde los que tuvieron mayor nivel de hematocrito fueron los hijos de madres
con anemia. (Ramírez, 2004).
Otros estudios realizados en prematuros en la ciudad de Malawi en África, encontró que
hasta el 56.7% de una muestra de 51 recién nacidos vivos prematuros con peso bajo al
nacimiento padecían anemia, y en forma general el 45% de los prematuros en su
localidad (Cessie, 2002). Esto es importante en el sentido que ellos son países con
grandes deficiencias tanto alimentarias como de atención a la salud por ser comunidades
pobres y con enfermedades endémicas importantes como la malaria y el VIH. Sin
embargo, en nuestro país no se tiene una estadística definitiva del porcentaje de recién
nacidos portadores de anemia al momento del nacimiento y sabemos que compartimos
características semejantes en cuanto a incidencia de anemia en nuestras embarazadas, lo
que nos ha inducido a estudiar más al respecto.
Relación de anemia con pinzamiento precoz de cordón umbilical
Existe evidencia importante que refiere que el pinzamiento tardío del cordón umbilical
(30-60 segundos posterior al nacimiento) disminuye en forma importante la necesidad de
transfusión sanguínea, secundario a que se facilita
la transfusión fetoplacentaria
(McGuire, 2004).
Se han realizado otros estudios en el continente Africano donde se ha reportado gran
incidencia de anemia en la edad pediátrica, encontrando la asociación de la anemia en la
edad lactante con la anemia materna y se han propuesto estrategias como pinzamiento
tardío de cordón umbilical al momento de nacer para tratar de prevenir la misma. Se
encontró en la hemoglobina de cordón una media de 13.9 g/dL (15 pacientes) en un
pinzamiento temprano de cordón umbilical, en comparación con una Hb media de 14.1
g/dL (29 pacientes) en los que se pinzó en forma tardía, pero el tamaño muestral de este
estudio no permite evaluar en forma concreta los resultados (Gupta, 2002). Aunque no se
consiguió eliminar la anemia en esos pacientes, a los 3 meses la diferencia en el nivel de
Hb fue de solo 1 gr/dL más de diferencia en los pacientes con pinzamiento tardío en
relación con los de pinzamiento temprano.
14
Similar a este estudio, encontramos una revisión sistemática de la literatura (Lainez,
2005) donde se buscaron todos los estudios existentes al respecto identificando 7 en
total, de los cuales cuatro fueron considerados para su análisis. En términos generales,
ningunos de ellos fue concluyente, encontrando que el pinzamiento tardío reduce la
prevalencia de ferritina baja a los 3 meses en 37%, pero en cuanto a la anemia dos de
los estudios realizados en el mismo continente (África) se contraponen diciendo el
primero que se redujo su incidencia con el pinzamiento tardío, mientras el otro afirma que
hubo niveles de hemoglobina menores en los recién nacidos con pinzamiento tardío. El
estudio de mayor tamaño muestral no evaluó la anemia a los 3 meses y los demás
estudios no tienen poder estadístico para poder llegar a conclusiones significativas. En
conclusión, el pinzamiento tardío del cordón umbilical es el tratamiento fisiológico del
cordón umbilical. La práctica del pinzamiento precoz se introdujo como practica habitual y
forma parte del tratamiento activo del alumbramiento. Esta revisión muestra que no
existe clara evidencia para propiciar ninguna de las dos maneras de pinzamiento del
cordón.
Etiología de la anemia en el recién nacido.
La anemia significativa al nacer se debe invariablemente a pérdida de sangre o
secundaria a hemólisis, principalmente de etiología isoinmune. Después de 24 horas de
vida se hacen manifiestas las hemorragias internas y otras causas de hemolisis. La
etiología que aparece varias semanas después del nacimiento puede ser causada por una
variedad de afecciones, incluyendo anomalías en la síntesis de la cadena beta de la
hemoglobina, trastornos hipoplásicos eritrocitarios y la anemia fisiológica de la lactancia o
de la prematuridad (Glader, 1988).
A. La pérdida hemática se manifiesta por cifras de hematocrito disminuidas o normales,
reticulocitos aumentados o normales y bilirrubina normal (a menos que la sangre
quede retenida). Si la pérdida de sangre es reciente (por ej. en el parto), las cifras de
hematocrito y reticulocitos pueden ser normales y, en cambio, el recién nacido puede
hallarse en choque hipovolémico. Mas tarde disminuye el hematocrito al producirse la
15
hemodilución. Si la hemorragia es crónica, el hematocrito será bajo, las cifras de
reticulocitos estará elevada y habrá normovolemia.
1. Causas obstétricas de pérdida hemática, incluidas las malformaciones de la
placenta y el cordón:

Desprendimiento prematuro de placenta

Placenta previa

Incisión de la placenta en la cesárea

Rotura de vasos anormales (por ej. vasa praevia, inserción
velamentosa del cordón, rotura de vasos comunicantes en una
placenta multilobulada).

Hematoma del cordón por várices o aneurismas

Rotura del cordón (más frecuente en cordones cortos o dismaduros).
2. Pérdida oculta de sangre.

La transfusión fetomaterna puede ser crónica o aguda. Ocurre en el
8% de los embarazos; en el 1% de casos el volumen transfundido
puede ser de hasta 40 mL. El diagnóstico se realiza mediante la
tinción de Kleihauer-Betke para la búsqueda de hematíes fetales en
una extensión de sangre materna. Muchas situaciones pueden
predisponer este tipo de transfusión: malformaciones placentarias
(corioangioma
o
coriocarcinoma),
procedimientos
obstétricos
(amniocentesis traumática, versión cefálica externa o interna o parto
de nalgas), transfusión fetomaterna espontánea.

Hemorragia fetoplacentaria
o Corioangioma o coriocarcinoma con hematoma placentario.
o Cesárea con posicionamiento del neonato por encima de la
placenta.
o Nudos de cordón apretados o prolapso oculto de cordón.

Transfusión de gemelo a gemelo.
3. La hemorragia en el periodo neonatal puede deberse a las siguientes causas:

Hemorragia intracraneal relacionada con: prematuridad, segundo
gemelo, parto de nalgas, parto rápido, hipoxia.
16

Cefalohematoma masivo, hemorragia subgaleal o caput succedaneum
hemorrágico.

Hemorragia retroperitoneal

Ruptura del hígado o bazo

Hemorragia renal o suprarrenal

Hemorragia gastrointestinal: úlcera péptica, enterocolitis, sonda
nasogástrica, y es preciso descartar la posibilidad de sangre materna
deglutida durante el parto o la lactancia mediante la prueba de Apt.

Hemorragia umbilical.
4. Causas iatrogénicas: pueden producirse pérdidas excesivas de sangre por
extracciones de muestras sin la debida reposición.
B. La hemólisis se manifiesta por disminución del hematocrito y por aumento de la cifra
de reticulocitos y bilirrubina.
1. Hemólisis de causa inmunológica:

Incompatibilidad Rh

Incompatibilidad ABO

Incompatibilidad de grupos sanguíneos menores (por ej. c E, Kell y Duffly).

Enfermedad materna (por ej. Lupus eritematoso sistémico), enfermedad
hemolítica autoinmune, artritis reumatoidea (prueba directa de Coombs
positiva en la madre y en el niño), ausencia de anticuerpos frente a los
antígenos eritrocitarios comunes (Rh, AB, etc.), o fármacos (por ej.,
anticuerpos penicilínicos en la madre o en el niño, o tratamiento con
penicilina en el niño.
2. Trastornos hereditarios de los hematíes.

Defectos de la membrana eritrocitaria: esferocitosis, eliptocitosis y
estomatocitosis.

Defectos metabólicos: déficit de glucosa-6-fosfato deshidrogenasa (G-6-PD)
(la hemólisis neonatal importante por déficit de G-6-PD se observa
únicamente en varones de origen mediterráneo o asiático; en los
afroamericanos el 10% de los casos muestran déficit de G-6-PD, pero raras
veces se producen problemas neonatales importantes, a menos que
17
intervengan
factores
infecciosos
o
medicamentosos),
déficit
de
piruvatocinasa, déficit de 5’-nucleotidasa y déficit de glucosa-fosfato
isomerasa.

Hemoglobinopatías:
o Síndrome de talasemia alfa y gama.
o Anomalías estructurales de las cadenas alfa y gamma.
3. Hemólisis adquirida.

Infección: bacteriana o viral.

Coagulación intravascular diseminada.

Déficit de vitamina E y otras anemias nutricionales.

Anemia hemolítica microangiopática: hemangioma cavernoso,
estenosis de la arteria renal, coartación aórtica grave.
C. La disminución en la producción de hematíes se manifiesta por descenso de las cifras
de hematocrito y reticulocitos, y anormalidad de la bilirrubina:
1. Síndrome de Diamond-Blackfan
2. Leucemia congénita u otros tumores
3. Infecciones, especialmente rubéola y parvovirus
4. Osteopetrosis, con eritropoyesis insuficiente.
5. Supresión eritrocitaria inducida por fármacos.
6. Anemia fisiológica o anemia de la prematuridad.
18
JUSTIFICACIÓN
Existen múltiples variables que pueden ocasionar anemia en el ser humano, tales como
factores de tipo nutricional, hemorragias agudas y crónicas, altura sobre el nivel del mar
en la región, población urbana o rural, pero específicamente en el paciente recién nacido
pueden ser principalmente alteraciones nutricionales de las gestantes y hemorragia
durante el parto, hemólisis, entre otras, lo cual llega a afectar los niveles de hemoglobina
de los recién nacidos. Esta condición provoca un riesgo para el desarrollo de alteraciones
mediatas o crónicas, las cuales son identificadas hasta que sus manifestaciones clínicas
están presentes; por lo tanto, debemos medir la magnitud real del problema de anemia
en los recién nacidos de nuestra región, para llegar en un futuro no lejano a lo ideal que
sería tratar de identificar en forma temprana y realizar intervención en estos pacientes.
La malnutrición en nuestro país continua como un problema vigente, considerando que en
la mayoría de las veces se desarrolla el vínculo de pobreza-enfermedad, así mismo las
enfermedades secundarias al evento perinatal es una de las que mayor morbilidad se
presenta en nuestro país y en nuestra región, por estos motivos consideramos necesario
conocer la frecuencia de anemia en el recién nacido sano, con base en los valores
tomados de cordón umbilical, de los nacimientos del Hospital Regional Universitario de
Colima, los cuales proceden de una población homogénea y con características
socioeconómicas similares.
19
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
La anemia es una alteración que se presentará en diferentes grados en alguna etapa de
la vida de un paciente pediátrico, siendo de aproximadamente 20% en los niños que
viven en países considerados de primer mundo y de hasta el 80% de los niños que viven
en los países en vías de desarrollo (Irwin, 2001).
En la primera etapa de la vida sabemos la importancia de investigar la presencia de
anemia como parte de la rutina en el recién nacido pretérmino, considerando que muchos
de ellos la desarrollarán en algún momento y en alta proporción, pero en el recién nacido
de término, no se investiga este parámetro en forma rutinaria, así mismo en nuestro
hospital no existe el protocolo generalizado en el personal de salud responsable de la
atención del parto de realizar pinzamiento tardío del cordón umbilical (60 a 90 segundos)
como una rutina en todos los nacimientos para disminuir el riesgo de desarrollo de
anemia en el periodo postnatal, es por eso que consideramos necesario realizar la
siguiente pregunta de investigación
¿Cuál es la frecuencia de anemia en los recién nacidos a término en el Hospital Regional
Universitario de Colima?
OBJETIVO
Determinar la frecuencia de anemia de los recién nacidos de término sanos en el Hospital
Regional Universitario de Colima determinada en cordón umbilical.
20
MATERIAL Y MÉTODOS
PERIODO DE ESTUDIO
El estudio se realizó de mayo 2004 a febrero de 2005; el periodo de recolección de la
variable dependiente fue de mayo a agosto del año 2004.
TIPO DE ESTUDIO
Estudio tranversal descriptivo
UNIVERSO DE TRABAJO
Todos los recién nacidos vivos de término nacidos en el Hospital Regional Universitario,
en el periodo señalado.
TAMAÑO DE MUESTRA
El cálculo del tamaño de la muestra se realizó con la fórmula de una proporción:
Donde:

Z・ 2 = 1.962 (ya que la seguridad es del 95%)

p = proporción esperada (50%)

q=1–p

d = precisión
21
n= (1.96)2*[(50*50)]
(5)2
n= (3.84)*(2500)
25
Se usaron los estimados de frecuencia esperada con la fuente de información disponible,
la cual indica que es de alrededor de 50% (Scholl, 2005). Resultando un tamaño de
muestra de:
n = 384
CRITERIOS DE SELECCIÓN
Criterios de inclusió
ón:
• Todos los recién nacidos vivos de término sanos y con peso adecuado para su edad
gestacional, nacidos en el Hospital Regional Universitario.
• Haber nacido en el periodo de mayo a agosto de 2004.
•
Apgar de 7 o más al minuto de vida
Criterios de no inclusió
ón:
• Recién nacidos muertos.
• Recién nacidos en quienes no se haya tomado la muestra de sangre.
• Recién nacidos pretérmino y postérmino.
• Recién nacidos con peso alto o bajo para la edad gestacional.
• Recién nacidos con malformaciones congénitas
• Recién nacido con asfixia neonatal de cualquier grado
22
• Recién nacidos con patología materna que puedan condicionar alteraciones de la
hemoglobina (desprendimiento prematuro de placenta, placenta previa, o cualquier
causa de hemorragia masiva en la madre).
Criterios de eliminació
ón:
• Aquellos recién nacidos en quienes el reporte de laboratorio no se haya encontrado
(extravío de la muestra o no haber sido reportada por el químico que la procesó
ó).
• Aquellos niños cuyas muestras no se hayan procesado en las primeras dos horas
posteriores a su toma.
VARIABLES:
Dependiente:
Nivel de hemoglobina de cordón umbilical: será considerado como anemia aquellos
valores < 14.0 g/dL (valor normal a los niveles por arriba o igual a 14.0 g/dL de
hemoglobina tomadas a nivel de cordón umbilical).
Independientes:
• Peso al nacimiento: cuantificada en gramos totales de peso al momento de realizar la
rutina del recién nacido en donde se incluye el peso al nacimiento (paciente desnudo).
• Edad gestacional: edad cronológica en semanas de gestación y realizada con los
parámetros considerados en según la valoración de capurro (Cloherty, 2001).
• Género: definida según la identificación del fenotipo considerando las opciones de
masculino o femenino.
23
Tabla 2. Variables desarrolladas en el estudio
Variable
Escala de
Indicador
Interrelación
Medición
Anemia
Género
Nominal
Presente
dicotómica
Ausente
Nominal
De
dicotómica
fenotipo: femenino o
acuerdo
Dependiente
al Independiente
masculino.
Edad gestacional
Cuantitativa
Edad
continua
semanas de gestación
según
cronológica
valoración
en Independiente
de
Capurro.
Peso al nacer
Cuantitativa
Kilogramos.
Independiente
continua
DESARROLLO DEL ESTUDIO
Se capturaron a todos los recién nacidos que cumplieron con los criterios de inclusión y
que nacieron durante el periodo de estudio. El primer paso fue pedir la firma de
consentimiento informado (anexo 1) a la madre embarazada, para poder tomar la
muestra de cordón umbilical, mediante el siguiente procedimiento:
• Se tomó la muestra de sangre de cordón umbilical (2 mL), inmediatamente después del
momento del nacimiento de todo aquel neonato nacido vivo, sin considerar el tiempo
de pinzamiento; la muestra fue recolectada en un tubo de ensaye que contenía
anticoagulante EDTA.
24
• La muestra fue rotulada con los apellidos de la madre y enviada en forma inmediata al
laboratorio clínico de la institución (Hospital Regional Universitario) para su
procesamiento.
• Una vez en el laboratorio, se le asignó a la muestra un número de identificación y se
colocó en una máquina mezcladora Coulter Mixer durante 5 minutos e introducida
posteriormente en una máquina Advin 60 para su análisis con un set de análisis TimePack.
• Se recabaron los resultados del laboratorio y se vaciaron en una base de datos (en
forma codificada) donde además se recolectaran datos adicionales como edad
gestacional, género y peso al nacimiento, además de otros de importancia de
valoración pediátrica (vía de resolución del parto, calificación de Apgar, somatometría).
ANÁLISIS ESTADÍSTICO
Se analizaron los datos por medio de estadística descriptiva con medidas de tendencia
central (media, mediana, moda) y de dispersión (desviación estándar).
RECURSOS
Humanos
El Hospital Regional Universitario cuenta con personal adscrito a las áreas de Tococirugía
(12 médicos y 18 enfermeras) y Pediatría (12 médicos y 22 enfermeras), en tres
diferentes turnos, lo cual permitió el desarrollo del estudio.
25
El presente trabajo fue coordinado por una alumna de posgrado (Especialidad en
Pediatría) y dos asesores (clínico y básico); con la participación de los Médicos Internos
de Pregrado y Pasantes en Servicio Social de Enfermería.
Físicos
Hospital Regional Universitario:
Servicio de Tococirugía.
Servicio de Pediatría.
Programa de Alojamiento conjunto
Universidad de Colima:
Facultad de Medicina.
Financieros
Las fuentes de financiamiento para este proyecto fueron consideradas dentro del
presupuesto de la atención de los pacientes recién nacidos y sus madres, considerando
que la toma de biometría hemática se realiza en forma rutinaria en todos los pacientes
que nacen en la institución.
ASPECTOS ÉTICOS
Debido a que el proyecto implicó la toma de muestras sanguíneas directas de cordón
umbilical de los niños que nacieron en la institución sede del estudio se elaboró una hoja
de consentimiento informado en la cual se mencionaron los
riesgos y beneficios
potenciales para el niño participante (Anexo 1).
Se considera como un estudio con riesgo mayor al mínimo, según el artículo 17, incisos I,
II, y III y artículo 65 del Reglamento de la Ley General en Salud en Materia de
26
Investigación para la Salud. Durante todo el estudio la información es manejada en forma
confidencial y no se mencionan nombres ni datos de los pacientes en la presentación de
resultados en congresos o publicaciones.
El proyecto fue autorizado por los Comités de Investigación de las Instituciones
participantes (Hospital Regional Universitario y Universidad de Colima); las autoridades
respectivas del Servicio de Pediatría del Hospital Regional Universitario fueron usuarios de
la información generada por la investigación.
27
RESULTADOS
Se lograron capturar a 564 sujetos de estudio, de los cuales el 53% fueron del género
masculino (299/564) y el 47% del género femenino (265/564). El 61% (344/564)
nacieron por parto y el restante 39% (220/564) fueron obtenidos por operación cesárea
por diferentes indicaciones.
Tabla 3. Características generales de la muestra de pacientes del estudio
n = 564
n (%)
Género masculino
299 (53)
Género femenino
265 (47)
Nacimiento por parto
344 (61)
Nacimiento por cesárea
220 (39)
El promedio de peso al nacer fue de 3,237 g (d. e. 364 g) con un recorrido de 2,510-3970
g. El promedio de edad por valoración de capurro fue de 39.04 semanas de gestación (d.
e. 1.03 semanas de gestación) con un recorrido de 37-42 semanas de gestación.
El promedio de los niveles de hemoglobina en sangre obtenidos a nivel de cordón
umbilical fue de 15.36 g/dL (d. e. 1.90 g/dL) con un recorrido de 9.1-23.4 g/dL; los
niveles de hematocrito presentaron un promedio de 45.2% (d. e. 6.2%) con un recorrido
de 25.4-54.3.1%.
El nivel de plaquetas presentó un promedio de 279,645 plaquetas/mm3 (d. e. 97,025
plaquetas/mm3), con un recorrido de 7,000-667,000 plaquetas/mm3.
Se identificaron a 139/491 recién nacidos con anemia (hemoglobina menor a 14.0 g/dL)
lo que corresponde a una frecuencia de 24.6%.
28
Considerando únicamente a este grupo de 139 pacientes que presentaron anemia, el
51% (71/139) fueron del género masculino y el 49% del género femenino (68/139); el
60.5% fue obtenido por parto (84/139) y el restante 39.5% por cesárea (55/139);
presentaron un promedio de edad de 39.04 semanas de gestación (d. e. 1.06 semanas de
gestación) y con un peso promedio de 3,236 g (d. e. 349 g).
Tabla 4. Características generales del grupo de pacientes con anemia
n = 139
n (%)
Género masculino
71 (51)
Género femenino
68 (49)
Nacimiento por parto
84 (60.5)
Nacimiento por cesárea
55 (39.5)
Respecto a este grupo, el promedio de hemoglobina de cordón umbilical que presentaron
fue de 12.9 g/dL (d. e. 0.99 g/dL) y un promedio de hematocrito de 37.8% (d. e. 3.2%).
29
DISCUSIÓN
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), anemia es un estado en el cual la
concentración de hemoglobina en sangre es menor a los niveles considerados como
normales para la edad, género, estado fisiológico y altitud sobre el nivel de mar y que
tiene diferentes causas (Paes, 2005; Irwin, 2001); en nuestro estudio se consideró como
punto de corte a 14 g/dL para anemia, considerando que esta referencia es aceptada
mundialmente (Avery, 1987).
La reserva de hierro y los valores de hemoglobina, hematocrito y el resto de índices
eritrocitarios obtenidos al nacimiento están determinados por el efecto combinado de
diversas variables, algunas de ellas exclusivas del periodo perinatal (Baptista, 2005). Esas
variables incluyen:
a) la edad gestacional, variable que no debe de influir en los resultados de
nuestro estudio ya que se incluyeron sólo recién nacidos de término (recorrido 3742 semanas de gestación por capurro).
b) volumen de transfusión placentaria derivado del manejo que se otorga a
los vasos umbilicales o la vía de nacimiento; esta variable no fue controlada en
nuestro estudio ya que no fue considerado el tiempo de pinzamiento del cordón
umbilical, debido a que no existe una rutina o protocolo para este procedimiento.
Así como de las variables comunes a estas pruebas como:
a) sitio de la toma de la muestra, arterial, venosa o capilar; en nuestra
investigación, todas las muestras fueron tomadas directamente del cordón
umbilical del extremo placentario, lo cual nos podría dar variación en los resultados
al tener mezcla de sangre arterial y venosa.
30
b) tipo de anticoagulante empleado (sólido o líquido); en nuestro estudio se
utilizo EDTA (líquido) en todas nuestros muestreos lo que nos da la misma
variabilidad en toda la muestra de estudio.
c) las técnicas analíticas del laboratorio clínico (recuento manual,
microhematocrito o contador electrónico); la técnica utilizada en nuestro estudio
fue de manera automatizada en todos los procesos, permitiendo la misma
variabilidad en toda la muestra de estudio.
Otras más no tienen efecto clínico significativo al nacimiento, como es el caso de la altura
sobre el nivel del mar o la edad materna (Baptista, 2005); respecto a la altitud, todos los
pacientes proceden de la misma región, por lo tanto la variabilidad en la altitud en
nuestra región no es amplia, lo que permite analizar en forma conjunta a toda los sujetos
de estudio.
Con respecto a la vía de nacimiento se observa que la gran mayoría fueron obtenidos por
parto, aunque con una proporción muy alta de nacidos por cesárea (40%), lo cual
concuerda con lo reportado en la literatura internacional y nacional desde el punto de
vista de servicios de salud institucionales, en donde se reporta una frecuencia de 40% y
36% respectivamente, lo cual es mucho menor que la frecuencia de 70% reportada a
nivel de servicios de salud privados (Gómez-Dantís, 2004).
La Academia Americana de Pediatría (AAP) recomienda realizar un rastreo para anemia
entre los 9 y 12 meses de edad y en el periodo de 1 a 5 años en pacientes con algún
factor de riesgo para desarrollarla (prematurez, bajo peso al nacer, estancia prolongada
en unidad de cuidados intensivos neonatal, uso de fórmulas lácteas no fortificadas con
hierro en el primer año de vida, historia de pérdida sanguínea, infección crónica, inicio
temprano de leche entera de vaca, factores sociales, etc.), aunque debe ser considerada
la prevalencia de anemia por deficiencia de hierro en la región para realizar este rastreo
en forma abierta o dirigida a determinada población; así mismo la AAP recomienda el uso
de leches en fórmulas fortificadas con hierro desde el nacimiento hasta el año de edad
31
para aquellos niños que no son alimentados al seno materno por cualquier causa y para
aquellos que si se les alimenta de esta manera iniciar suplementación con hierro a partir
de los cuatro meses de edad (Kohli-Kumar, 2001)
La prevalencia de anemia en mujeres embarazadas ha disminuido en forma progresiva a
través de la intervención con programas de prevención y control en muchos países,
disminuyendo desde 40% hasta 15%, pero las cifras en mujeres lactando ha permanecido
sin cambios a pesar de estas intervenciones (Winichagoon, 2002); en consecuencia esto
debería disminuir el riesgo de anemia en el recién nacido, para lo cual se requiere
confirmar por estudios de seguimiento en el binomio madre-recién nacido.
Baptista y cols. realizaron una investigación en donde excluyeron al 11.5% de los recién
nacidos por presentar anemia al nacimiento, aunque el objetivo del estudio fue otro
(variaciones de ferritina sérica en recién nacidos a término), llama la atención que en
nuestro estudio se presentó la anemia con una frecuencia mayor al doble, lo cual podría
estar relacionado con las variables de edad gestacional, tiempo de pinzamiento del cordón
umbilical posterior al nacimiento, en donde en nuestro estudio no fue estandarizado a
diferencia en el otro estudio es que se estableció en 20 segundos.
Se han manejado programas de detección de escolares anémicos a través de la medición
de hematocrito en forma conjunta entre los servicios de salud y las autoridades escolares,
aunque estos han sido programas curativos más que estrategias preventivas
(Winichagoon, 2002), lo que nos orienta a que en el periodo de recién nacido debemos
establecer estrategias orientadas a la detección de estos pacientes y buscar realizar
intervención en los factores de riesgo detectados.
En una revisión sistemática sobre el efecto de suplementación de hierro en la incidencia
de enfermedades infecciosas, se llegó a la conclusión de que esta suplementación con
hierro no incrementa significativamente el riesgo global de infección, sin embargo hubo
un incremento en el riesgo de desarrollo de diarrea (Gera, 2002), considerando que
nuestro estudio incluye población considerada como inmunodeficiente (desarrollo
32
inmunológico inmaduro), el tener anemia en el recién nacido podría favorecer el
desarrollo de enfermedades gastrointestinales diarreicas.
El pinzamiento del cordón umbilical en forma tardía beneficia al recién nacido con una
transfusión placentaria de aproximadamente 80 mL de sangre si el pinzamiento es
después de un minuto del nacimiento y de aproximadamente 100 mL con pinzamiento a
los tres minutos (20-35 mL/kg), lo que representa aproximadamente un 50% del volumen
sanguíneo circulante del recién nacido (70-80 mL/kg); este volumen de sangre provee de
40 a 50 mg/kg de hierro extra a los aproximadamente 75 mg/kg de hierro corporal que el
recién nacido de término tiene, dando un total de 115-120 mg/kg y lo cual puede prevenir
deficiencia de hierro en el primer año de vida, así como niveles bajos de hemoglobina al
momento del nacimiento (Villabona, 2005; Lainez, 2005; Baptista, 2005; Ceriani, 2006).
Así mismo, el retraso en el pinzamiento del cordón umbilical al nacer incrementa el nivel
de hematocrito con lo que se disminuye el riesgo de anemia neonatal, en donde mientras
mayor retraso en el tiempo de pinzamiento (15, 60 y 180 segundos) menor es la
frecuencia de anemia en el recién nacido (Ceriani, 2006).
A pesar de que algunos estudios de tipo observacional han mostrado que el pinzamiento
tardío del cordón umbilical en el recién nacido tiene alto riesgo de provocarle policitemia,
síntomas respiratorios, hiperbilirrubinemia, sin embargo estos estudios no tienen la
fortaleza de ser ensayos controlados y aleatorizados (Ceriani, 2006).
El promedio de hemoglobina al nacer reportado en otros estudios difieren de los
resultados encontrados con el nuestro (15.36 + 1.90 g/dL) ya que en Guadalajara se
reportó de 17.5 g/dL (Romero, 1980) y en Toluca de 19.1 g/dL (Mejía, 1985), las cuales
tienen una diferencia en la altitud diferente a nuestra región.
Aunque existen estudios que demuestran que los niveles de hemoglobina al nacer no
muestran relación alguna con el estado de reserva neonatal de hierro, a diferencia de que
la reserva de hierro a los 2 meses de edad depende de los valores de ferritina sérica al
33
nacer (Baptista, 2005), lo cual podrá condicionar en etapas tempranas de la vida
(menores de un año de edad) el desarrollo de una anemia por deficiencia de hierro, sin
olvidar que esta entidad tiene una etiología multifactorial.
34
CONCLUSIONES
La frecuencia de anemia encontrada en nuestra muestra de estudio es alta en
comparación con lo reportado por la literatura.
Se requieren estudios descriptivos y comparativos para establecer los siguientes criterios
de manejo en los pacientes recién nacidos:

Establecer parámetros normales de niveles de hemoglobina y hematocrito en
recién nacidos de nuestra región.

Definir tiempo de pinzamiento de cordón umbilical como protocolo de atención del
recién nacido en el Hospital Regional Universitario.

Detección temprana rutinaria de pacientes con niveles bajos de hemoglobina.

Detección de madres con anemia durante el embarazo, para considerar a su
producto como de riesgo de anemia en el primer año de vida.

Seguimiento de recién nacidos de madres anémicas durante el primer año de vida
para detección de anemia, con énfasis en anemia por deficiencia de hierro.
35
ANEXO 1
UNI
VE
UNIVERSIDAD DE COLIMA
AD
ID
RS
FACULTAD DE MEDICINA
HOSPITAL REGIONAL UNIVERSITARIO
SERVICIOS DE SALUD DEL ESTADO DE COLIMA
HOJA DE CONSENTIMIENTO INFORMADO
Introducción.
El niño recién nacido tiene un sistema hematológico inmaduro que pudiera favorecer la
presencia de anemia en etapas tempranas. La búsqueda intencionada de esta deficiencia
con base en la toma de niveles de hemoglobina en sangre, nos permite implementar
medidas correctivas y detectar sus causas. La información sobre la frecuencia de esta
enfermedad es importante para la implantación de lineamientos para su detección y
tratamiento apropiados.
Propósito del Estudio.
El propósito de este estudio es determinar los niveles de hemoglobina en sangre de
cordón umbilical y establecer su frecuencia en niños recién nacidos del Hospital Regional
Universitario en la ciudad de Colima.
Procedimientos.
Las muestras de sangre serán tomadas directamente del cordón umbilical de su bebé,
posterior al corte del mismo por el médico gineco-obstetra; la muestra de sangre (2 mL)
será colocada en un tubo de ensayo con anticoagulante para su traslado al laboratorio
clínico del hospital.
Beneficios.
El beneficio de la participación del niño en el estudio es conocer con certeza el nivel de
hemoglobina de su bebé y así poder descartar la posibilidad de la presencia de anemia al
nacer. El conocimiento generado a través de la participación de su niño en el estudio
permitirá conocer las cifras de hemoglobina en forma individual y global y establecer cuál
36
es el porcentaje de anemia al nacer. La información generada permitirá proponer
recomendaciones para prevenir o disminuir esta enfermedad en la comunidad.
Inconvenientes.
La toma de muestra no provocará molestia alguna a su bebé, ya que será tomada
posterior al corte del cordón umbilical del extremo de la placenta, mientras se espera el
alumbramiento (expulsión de la placenta), lo cual no implica ningún riesgo para la salud
de su bebé; este es un procedimiento que se realiza rutinariamente cuando los recién
nacidos son pretérmino (nacen antes de tiempo), debido a la gran frecuencia de este
padecimiento en este grupo de niños.
Derechos.
Se me ha mencionado que la participación en el estudio es voluntaria y que mi niño
puede retirarse del estudio en cualquier momento del mismo sin que esto implique
ninguna penalización ni afecte la atención que mi niño recibe en el hospital o
posteriormente en su seguimiento de niño sano. Cuando se detecte la presencia de
anemia se me proporcionará el resultado por escrito para que mi médico pediatra pueda
determinar el tratamiento más adecuado. Así mismo, se me ha mencionado que cualquier
duda que tenga sobre la participación de mi niño en el proyecto puedo consultarla con los
investigadores responsables del proyecto: Dra. Juana de la Luz Castellanos Morfin al
teléfono (312) 317-15-13; Dra. Patricia Hernández Pérez al teléfono (312) 119-24-95 y
con el Dr. Oscar Alberto Newton Sánchez al teléfono 316-10-99 extensión 37501.
Confidencialidad.
La confidencialidad de la información generada durante el estudio siempre será
mantenida y por ningún motivo el nombre de mi niño será mencionado durante la
presentación de los resultados en congresos o la publicación de los mismos.
37
Con la firma de esta forma de consentimiento otorgo mi autorización para que mi niño
participe en el proyecto de investigación titulado: “ANEMIA EN RECIÉN NACIDOS DE
TÉRMINO DEL HOSPITAL REGIONAL UNIVERSITARIO DE COLIMA”
Fecha: _____/_____/_____/
Nombre Del niño(a): __________________________________________________
Nombre del Padre o Tutor: _____________________________________________
Firma del Padre o Tutor: _______________________________________________
Investigador del Proyecto:______________________________________________
Testigo 1: ___________________________________________________________
Testigo 2: ___________________________________________________________
38
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