XIV Reunión Nacional de Cuaternario, Granada 2015 LA MÁXIMA EXTENSIÓN DE LOS HIELOS EN EL SISTEMA CENTRAL IBÉRICO DURANTE EL ÚLTIMO CICLO GLACIAR R.M. Carrasco (1), J. Pedraza(2), D. Domínguez-Villar(3), J.K. Willembring (4). (1) (2) (3) (4) Dpto. Ingeniería Geológica y Minera. Facultad de Ciencias Ambientales y Bioquímica. Universidad de Castilla-La Castilla Mancha. Avda. Carlos III, s/n. 45071-Toledo. Toledo. Rosa.Carrasco@uclm.es Dpto. Geodinámica, Facultad de Ciencias Geológicas, Universidad Complutense de Madrid. C/ José Antonio Novais, 12. 28040-Madrid. School of Geography, Earth and Environmental Sciences, University of Birmingham, Edgbaston, B15 2TT Birmingham, UK. Dpto. Earth and Environmental Sciences, University of Pennsylvania, 240 S. 33rd Street, Philadelphia, PA 19104-6313, 19104 USA. The maximum ice extent in the Iberian Central System during the Last Glacial Cycle): Cycle) Using the 10Be terrestrial Abstract (The cosmogenic nuclide (TCN) have been analysed 12 samples corresponding to 9 paleoglaciers the Spanish Central System. These samples were collected in the erratic boulders indicating the maximum ice extent (MIE) of glaciers during the LGC. The results result are grouped into two age populations, ∼23 ka and ∼ 26 ka. The context of these chronologies regarding with the obtained from similar areas and its relation to the LGM are discussed. For consolidate or no these asynchronies, along with the recommendations to increase the population pulation of chronological data and review the procedures used for dating, also advised investigate the possible influence of local factors in the evolution of each paleoglacier. Palabras clave: Cronología, máximo glaciar, último ciclo glaciar, Sistema Cen Central Ibérico Key words:: Chronology, glacial maximum, Last Glacial Cycle, Iberian Central System INTRODUCCIÓN Los datos aportados por el proyecto Climate Long Longrange Investigation Mapping and Prediction (CLIMAP, 1976) y su actualización posterior (Mix et al, 2001), proponían una cronozona de referencia global para situar la etapa de máxima extensión de los glaciares durante el último ciclo glaciar y conocido por las siglas glas LGM (Last Glacial Maximum). La constatación de que la máxima extensión de los glaciares (MIE) no fue síncrónico en todas las regiones del Planeta, polarizó el interés por estos temas debido a sus implicaciones paleo paleoclimáticas. En las regiones meridionales onales de Europa, concretamente en los Alpes Europeos, la MIE local (MIE-wurmian) resultó ultó mucho más temprana que el LGM (Seret et al., 1990; Florineth and Schlüchter, 2000). Adelantos similares se detectaron también en algunas montañas de la región mediter mediterránea occidental (ver: Garcia Ruíz et al., 2003; Hughes y Woodward, 2008). ). Estos desfases en general se han explicado como los efectos regionales de las modificaciones globales del clima durante la glaciación (ver por ejemplo: Florineth and Schlüchter, 2000; 0; Hughes et al., 2006; Domínguez et al., 2013) 2013). Sin embargo, en esa misma región también aparecieron registros que sitúan las MIEs locales acordes con el LGM (ver: Pallàs et al., 200 2006). Estos desfases, detectados incluso entre diferentes zonas de un mismo macizo montañoso, aconsejaron buscar otros fundamentos para explicar esas asíncronas asíncronas. Uno de los factores a los que se ha asociado ese desacuerdo entre e las cronologías asignadas a la las MIES locales en macizos casi limítrofes de una misma cadena montañosa, son las técnicas de datación (Carrasco, 2007;; Carrasco et al., 2013; Pallás et al., 2006; Hughes y Woodward, 2008; Garcia-Ruíz et al., 2010). En el Sistema Central Ibérico (Fig. 1), esas asincronías se detectaron con los primeros trabajos de cronología absoluta bsoluta (Vieira et al., 2001; Palacios et al., 2007), por ello en un proyecto sobre la cronología del glaciarismo de Sistema Central Ibérico, se abordaba este problema como uno de los principales: “Esto hace necesario plantear un procedimiento de datación bien estructurado en base a los indicadores evolutivos más significativos que, en general, son los geomorfológicos. Con ello se pretende obtener una población de datos representativa para establecer una cronología fiable, y aclarar si la discrepancia ia en la asignación de edad al Ultimo Máximo Glaciar responde a limitaciones en los procedimientos analíticos o se fundamenta por los desfases temporales en el desarrollo de los procesos climáticos y oceánicos que parecen detectarse en la región mediterránea (ver al respecto: Moreno et al., 2005; Florineth y Schlüchter, 2000; Hughes et al., 2006).” 006).” (Carrasco, 2007). Asumiendo esos fundamentos, se presenta aquí las cronologías absolutas obtenidas en Sistema Central Ibérico para las MIEs locales y se discute su fiabilidad. METODOLOGÍA El procedimiento utilizado para obtener las cronologías absolutas, ha sido el de nucleídos 10 cosmogénicos terrestre Be. Los trabajos para la selección de zonas y puntos de muestreo se estructuraron en las siguientes etapas: (1) una cartografía geomorfológica de detalle para identificar los indicadores geomorfológicos más adecuados a los fines propuestos,, (2) un análisis para establecer su sucesión morfoestratigráfica y, de acuerdo con ello, elaborar una secuencia evolutiva del glaciarismo glacia del Sistema Central Ibérico como patrón o referencia general, (3) planificar una serie de campañas de muestreo basada en los indicadores precisos preciso de acuerdo rdo con esa secuencia evolutiva de referencia. referencia Tanto la planificación de las campañas de muestreo, muestr como la localización y recogida de las muestras, su preparación y el procesado final ha sido realizado XIV Reunión Nacional de Cuaternario, Granada 2015 Fig. 1: Situación del área de estudio y localización de las muestras analizadas mediante 10Be. En el mapa se muestran los límites de los glaciares durante la máxima extensión de los hielos en el Sistema Central (sector español).. por los mismos investigadores y se ha utilizado en todos los casos los mismos procedimientos (Carrasco et al., 2013).. Esto reduce al máximo la incertidumbre sobre la influencia fluencia que pueden tener en los resultados las heterogeneidades de los métodos de datación o los equipos que las realizan. RESULTADOS Y DISCUSIÓN De acuerdo con el patrón evolutivo de referencia (Pedraza et al., 2011, 2013), el indicador de la máxima extensión de los glaciares en el Sistema Central Ibérico es la secuencia denominada Depósitos Periféricos (PD). Esta secuencia está definida por dos formaciones, la más externa de bloque erráticos (PD-B) B) y la más interna de morrenas menores (PD-M). En estos indicadores más externos (PD-B) se tomaron y analizaron 12 muestras de 9 paleoglaciares regularmente repartidos en las sierras de Béjar, Gredos Central y Guadarrama ((ver Fig. 1). Las edades obtenidas enidas se muestran en la tabla 1. De acuerdo con ello, la MIEss locales están en dos poblaciones de edades bastante homogéneas: homogéneas entorno a los 23 ka y entorno a los 26 ka. La primera prime está en el límite MIS2-MIS3, y es correlacionable con el LGM de la Cronozona Nivel 1 (23-19 ( ka; Mix et al., 2001).. También resulta equiparable con las edades obtenidas en esta zona por otro equipo de trabajo (Palacios et al., 2011, 2012a, 2102b). La otra población está claramente incluida en el MIS3, pero sincrónica también al LGM si se consideran los nuevos límites establecidos para esa cronozona LGM comprendida en varios niveles (26.5-19 (26.5 ka; Clark et al., 2009). Aplicando el test Kolmogorov-Smirnov Smirnov a un conjunto de 25 muestras correspondientes tanto a las referidas en este trabajo, como otras localizadas en los depósitos más internos (PD-M) (PD y que ya representan un proceso de retroceso de los glaciares, se obtuvieron varias poblaciones de edades como posibles osibles MIEs entre las que se incluyen las citadas previamente. Contrastadas todas Tabla 1: Edad obtenida mediante 10Be en las muestras analizadas de las sierras de Béjar, Gredos y Guadarrama. Código de muestra EN-03 DU-10 VE-18 SE-23 PE-26 CH-38 CA-44 CA-45 BO-51a BO-51b HG-64 HG-66 Latitud 40.34005 40.30335 40.26973 40.23007 40.83500 40.31940 40.23454 40.23305 40.27308 40.27308 40.98071 40.98044 Longitud Altitud (m) 10Be (103 at/g) 5.65111 5.66457 5.60252 5.64836 3.94540 5.77798 5.50705 5.50689 5.39108 5.39108 3.82365 3.82403 1853 1436 1607 1862 1828 1503 1295 1329 1687 1687 1801 1793 -3 477408 ±15254 336701 ±10101 342894 ±10250 423356 ±7287 345871 ±6311 310108 ±6202 282030 ±5919 287155 ±4922 437679 ±23560 435133 ±16288 376952 ±11578 384507 ±15152 Espesor de la muestra (cm) 2.5 5 5* 5 2 2* 3* 3* 3* 3* 4* 5* Edad (ka BP)** -1 [ε=0 cma ] 26.5 ±2.8 27.0 ±2.8 22.5 ±2.3 23.3 ±2.4 19.7 ±2.0 23.0 ±2.3 24.5 ±2.5 24.5 ±2.5 27.6 ±3.1 26.7 ± 2.8 21.6 ±2.2 22.7 ±2.4 Mod. tasa de -1 erosión (cma ) Edad (ka BP)** [ε=modelled] 0.00004387 0.00002302 0.00003162 0.00004437 0.00004267 0.00002642 0.00001602 0.00001767 0.00003562 0.00003562 0.00004147 0.00004092 26.7 ±2.8 27.1 ±2.8 22.6 ±2.4 23.5 ±2.4 19.9 ±2.0 23.1 ±2.4 24.6 ±2.5 24.6 ±2.5 27.8 ±3.2 26.9 ±2.9 21.7 ±2.3 22.9 ±2.5 -3 Densidad de las muestras es 2,7 g cm excepto las que se indican con un * que es 2,65 gcm . BP: antes del presente, coniderando “presente” como el año de referencia 1950 dC; ε= tasa de erosión; ** esquema de la escala de referencia según Lifton et al., 2005, se considera la incertidumbre externa externa. Edad calculada usando los procedimientos estandarizados CRONUS-Earth v.2.258 (Lifton et al., 2005) and 07KNSTD. XIV Reunión Nacional de Cuaternario, Granada 2015 esas posibilidades con los datos paleo paleoclimáticos de precipitación obtenidos mediante dos estalagmitas de la Cueva del Águila (Gredos meridional), la estimada como más probable le para la Máxima Extensión de los Hielos en el Sistema Central Ibérico (MIE-ICS), ICS), es la de 26.1±1.3 ka BP (Domínguez et al., 2013). Como se ha demostrado en este y otros macizos montañosos de la Península, a lo largo del LGM se produjeron distintos avances/reavances /reavances de los glaciares de extensión muy similar a la máxima o MIE (Jalut et al., 2010; Serrano et al 2012, 2013; Pedraza et al., 2013; Rodriguez--Rodriguez, et al., 2014). Por ello es posible que en algunos casos no se tenga registro del máximo absoluto oluto o no se haya detectado con exactitud el indicador preciso (a veces es un único bloque). Sin embargo, también hay que considerar que las condiciones locales del macizo (orientación, continentalidad, morfología de las laderas y cuencas de acumulación, etc.), pueden haber sido suficientes para acelerar o retrasar la evolución de glaciar y, por tanto, las distintas cronologías representan realmente esa heterogeneidad evolutiva. CONCLUSIONES De acuerdo con los datos obtenidos para la cronología de las MIEs locales de varios paleoglaciares del Sistema Central Ibérico, esos máximos podrían no haber sido sincrónicos aunque sí contemporáneos del LGM. Este referente global, es en realidad un periodo de tiempo con condiciones ambientales adecuadas para el ava avance de los glaciares. Las diferencias tan escasas detectadas en la extensión de los hielos entre esos avances en estas áreas, permite suponer que puede tratarse de diferentes respuestas (extensión, volúmenes de hielo, edad) a los cambios ambientales (traye (trayectoria de las borrascas, direcciones dominantes de las vientos, insolación, etc.) debido a la incidencia de algunos factores locales. Por otra parte, no se pueden descartar posibles defectos o limitaciones en los procedimientos de datación, debido a la elección de indicadores adecuados o la ausencia de registros de esa etapa evolutiva. Para dar una respuesta adecuada a estas cuestiones, es indudable que deberán aumentarse las poblaciones de datos cronológicos y profundizar en el conocimiento de cada pale paleoglaciar para determinar cuáles son los indicadores precisos de sus etapas evolutivas. Agradecimientos: Este trabajo es una contribución al proyecto GLACIOSICE II (referencia CGL2013-44076-P), financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad y GLASIGUA (referencia 1092/2014) financiado por el Organismo Autónomo Parques Nacionales (Ministerio de Agricultura, alimentación y Medio Ambiente). Referencias bibliográficas Balco, G., Stone, J., Lifton, N., Dunai, T. (2008). A complete and easily accessible means of calculating surface exposure ages or erosion rates from 10Be and 26Al measurements. Quaternary Geochronology Geochronology, 3, 174–195. Carrasco, R. M. (IP). 2007. El glaciarismo Pleistoceno del Sistema Central Español. 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