Alfonso XIII: las crisis de la Restauración. 1ª. La Semana Trágica de Barcelona de 1909 La Semana Trágica fue de gran importancia para la Historia de España, y es por ello que merece la pena repasarla un poco, aunque sea por encima. Lo que pasó: En el año 1909, la Restauración cuenta con más de treinta años ya de existencia. Es cierto que el rey que reina ya no es el mismo, pues Alfonso XII ya está muerto y ha sido sucedido por su hijo, Alfonso XIII, aún joven. Pero permanece el sistema puesto en marcha por Cánovas del Castillo, basado en el turno pacífico de dos grandes partidos, el conservador y el liberal. Los dos arquitectos del bipartidismo civilizado, Cánovas y Sagasta, han muerto ya. En el campo conservador, Antonio Maura manda en el partido conservador y el partido conservador es el que gobierna. Hasta 1909, el turno entre los dos partidos más o menos se ha respetado. Pero se romperá en 1909. Y será a causa de la Semana Trágica. España sestea. Hasta el 9 de julio, cuando estalla la guerra. Ese día, un grupo de marroquíes ataca y mata a unos obreros de las obras del ferrocarril de Melilla. El comandante de las tropas de Melilla contesta atacando a los moros hasta hacerlos retroceder. Esta acción provocará el inicio de la guerra de Marruecos, cuyo momento más grave, el desastre de Annual, provocará, dentro de 14 años, el golpe de Estado del general Primo de Rivera. Durante todo el siglo XIX y parte del XX, la guerra (o el servicio militar, en tiempo de paz) fue de la siguiente manera : los ricos, que podían pagar el impuesto, se quedaban en casa; y los pobres cargaban con el fusil y con la muerte. De estos tiempos son la costumbre de algunos padres de poner a sus hijos nombre de mujer (Cruz o Rosario eran nombres de hombre relativamente comunes). De todas las regiones de España, Cataluña era la más indicada para la movilización (tenía muchas tropas, un puerto grande y barcos en él). La guerra era cosa de pobres y si había un lugar en el que los pobres estaban organizados y tenían conciencia de clase, ése era la industriosa y relativamente próspera Cataluña). El día 18 de julio embarcó el Batallón de Cazadores de Reus, compuesto íntegramente por soldados catalanes. Se armó la de Dios. Era domingo, en un muelle tomado por la policía, las esposas de los soldados, pues muchos estaban casados, lloraban a gritos. Desde la popa del barco, los mismos soldados que iban movilizados gritaban mueras a la policía, a Maura y a la guerra, siendo aclamados por el público en los muelles. El gobierno, en todo caso, no se toma en serio las cosas. El lunes, 26 de julio, amanece la Semana Trágica de Barcelona con un montón de líderes obreros estratégicamente dispuestos por la ciudad. Comienza la violencia. En los barrios extremos de la ciudad se levantan barricadas. Durante la Semana Trágica, la calle es de la protesta; luego se vuelan puentes y vías férreas, en un intento de incomunicar Cataluña del resto de España para evitar el envío de tropas. Los huelguistas vuelan las estaciones eléctricas, dejan Barcelona sin gas, rompen casi todos los 7.000 faroles públicos. Se quemaron conventos e iglesias. En total, entre alzados y paseantes, murieron 104 personas. Hubo 296 heridos. 21 de las 56 iglesias de la ciudad fueron incendiadas, y 30 de los 75 conventos. Se practicaron centenares de detenciones, algunas de las cuales pasaron a la jurisdicción militar. Pero, de todos los procesos, uno destacará especialmente: el de Francisco Ferrer Guardia. Ferrer Guardia era un anarquista. El programa de Ferrer, que escribió en un pasquín, recoge todos los tópicos del anarquismo vehemente de la época: abolición de las leyes, expulsión de las órdenes religiosas, disolución de los tribunales y del ejército, derribo de las iglesias, expropiación de la banca… La condena a muerte de este conspirador fue, a todas luces, exagerada. La Semana Trágica, o más concretamente el fusilamiento de Francisco Ferrer, marca un antes y un después para España. El escándalo de la ejecución de Ferrer acabará con el gobierno Maura y acabará, de hecho, con algo mucho más importante: con el turno pacífico La suerte está echada. Desde ese día, el turno de partidos de la Restauración está ya, de alguna manera, muerto, y en España comienza otro ciclo histórico, que acabará causando centenares de miles de muertos. 2ª. La crisis de 1917. La llamada crisis del verano de 1917 puso de golpe sobre la mesa todas las cuestiones grandes y pequeñas que se habían manifestado a lo largo de unos años de esfuerzos por conseguir la regeneración de España. Fueron en realidad tres revoluciones las que coincidieron de forma consecutiva entre los meses de junio y agosto, aunque no conectaron entre sí. Todo comenzó con una "revolución" de los militares, siguió con otra de la burguesía y acabó con la del proletariado. Tras la crisis de 1917, la Monarquía quedó en pie, pero quebrantada; la opinión pública despertó y el proletariado agudizó su conciencia de clase. Militar: Las Juntas de Defensa Los oficiales del ejército se estaban organizando para reforzar su presencia en el Estado y mejorar sus salarios. Por eso, en el origen de las llamadas Juntas de Defensa existió una mentalidad sindicalista para ejercer presión Política: La Asamblea de Parlamentarios Los diputados y senadores catalanes se reunieron en la Asamblea de Parlamentarios en Barcelona e invitaron al resto de parlamentarios españoles. Pedían autonomía para Cataluña y unas Cortes Constituyentes para reformar el Estado. La convocatoria tuvo poco éxito, fue prohibida por el Gobierno y disuelta por el gobernador civil. Social: La huelga general La UGT y la CNT (sindicato anarquista) convocaron conjuntamente una huelga general en el mes de agosto. Pedían reformas laborales (salarios, precios) y reformas políticas. La huelga fue ampliamente respaldada en casi todo el país. Pero la detención del comité de huelga madrileño y la represión del ejército la hizo fracasar. El saldo fue de unos 2.000 obreros detenidos y un centenar de muertos. El Gobierno quedó seriamente debilitado como consecuencia del triple conflicto. Y se puso en evidencia la creciente descomposición del sistema de la Restauración. 3ª. El desastre de Annual, la gran vergüenza de la historia española Carga Para situarnos, hacia 1906, en la conferencia de Algeciras a España le correspondió la zona norte o protectorado de Marruecos, y a Francia las extensas zonas de agro situadas en el sur, más tranquilas. La adjudicación del área mediterránea para control de España, solo supuso quebraderos de cabeza y pesadillas sin cuento para nuestro país. Y mientras Europa salía gradualmente de la debacle de la Gran Guerra y crecía económicamente e industrialmente, nosotros invertíamos nuestros escasos recursos en una guerra estéril y sin futuro. La caída de Annual y más tarde la de Monte Arruit junto con otra veintena de posiciones menores nos trae a la memoria la entrega del regimiento de caballería Alcántara al mando de su comandante Primo de Rivera (hermano del futuro golpista y dictador), que con unas pérdidas al límite de la aniquilación, pudo contener los ataques de los rifeños, dando así tiempo a que la retirada no se convirtiera en una carnicería en toda regla. Todos los pueblos entre Annual y la costa fueron saqueados e incendiados por la turba, y sus habitantes, los que tuvieron suerte, pasados a cuchillo. Unos acabaron de esclavos, otros negociarían su rescate, otros fueron moneda de cambio en los abigarrados mercados de ganado locales Después de la terrible enseñanza, poco o nada se corrigió como Dios manda. El general al que se le adjudico la investigación de los acontecimientos, Picasso, era un honesto militar que solo quería descubrir la verdad. Pero eran muchos los responsables afectados por aquella vergüenza inconfesable. El general Silvestre, que estaba a escasa distancia en el enorme campamento de Annual, no hizo nada por socorrer a los arrojados defensores de la posición. El Informe Picasso se encontraría con todo tipo de obstáculos. Entre otros, que había que proteger la imagen del monarca, ya deteriorada y en entredicho por algunas ligeras palabras que se parecían más a ordenes o injerencias en el asunto militar. Cuando el informe mordía con ferocidad los talones de los intocables de arriba, el escándalo ya estaba servido y era clamorosa la demanda de justicia. Entonces Primo de Rivera,”casualmente”, daría su golpe de estado. Los responsables, para variar, se fueron de rositas y jamás serian juzgados. Es de esperar que los más de diez mil muertos en Annual y Monte Arruit no se los encuentren en el más allá. REALICE una síntesis de las 3 crisis y dibuje (calque) un mapa de la zona del Desastre.