Título: “¿Tecnología o/y cambio cultural?” Autor: Agustí Casas Romeo, profesor asociado de la UB y consultor de empresas Fecha: 20-05-2005 La Gestión del Conocimiento siempre ha sido factor decisivo en el surgimiento de civilizaciones y organizaciones. Esta pasada primavera leí un libro que me gustó mucho, precisamente por esta reflexión. Se trata de una obra de un autor científico, Eudald Carbonell, el título de la cual es “Els somnis de l’evolució”, ignoro si está traducido. No obstante, el argumento está escrito para profanos; es descriptivo y es una combinación de varias disciplinas: arqueología, paleontología, geología y genética. En el texto se explica claramente un cambio de paradigma. Se sabía que por lo menos durante 60.000 años, los hombres de CroMagnon vivieron simultáneamente con los de Neandertal. Hace unos 30.000 años éstos desaparecieron. ¿Por qué sobrevivió una especie y la otra pereció si ambas se servían de herramientas y de lenguajes? Los hombres de CroMagnon tenían un calendario lunar y correlacionaron este transcurso de los días con los hábitos migratorios del bisonte, el alce y el ciervo rojo. Esta percepción quedó documentada en pinturas rupestres y en series de 28 muescas en astas de ciervos. El hombre de CroMagnon aprendió que le bastaba ponerse al acecho ciertos días, jabalina en mano, en el paso de un río, mientras que el de Neandertal dispersó sus recursos y hombres en busca de encuentros ocasionales. Asignó mal sus recursos y desapareció. Pero ¿cómo consiguió el hombre de CroMagnon los conocimientos sobre los hábitos migratorios? Sin duda mediante múltiples observaciones realizadas por diferentes individuos en diversas etapas. ¿Qué hubiese sucedido si el primer hombre de CroMagnon que observó los hábitos migratorios de los animales no hubiese comunicado su observación a sus congéneres? El conocimiento se habría perdido con él y otros de CroMagnon habría tenido que comenzar de nuevo, desde el principio. El hombre de CroMagnon utilizó los métodos tecnológicos disponibles en ese momento pinturas y astas de ciervo- para transmitir sus conocimientos a sus descendientes. Con el tiempo acumuló los conocimientos de múltiples observaciones, llegando a poder planificar sus actividades de caza cada vez con mayor eficiencia. El resultado final fue que el hombre de CroMagnon fue mucho más competitivo que el de Neanderthal y consiguió triunfar en un mercado donde lo que estaba en juego era la supervivencia. Muchas personas piensan en introducir las tecnologías de las telecomunicaciones y la informática en la organización, pero si antes ello no se halla arraigado a una cultura de sacarles el mejor provecho a las mismas, se comete un grave error. Es cierto que los ordenadores aceleran el trabajo y permiten que el conocimiento se extienda a toda la organización con mayor rapidez, y que en el transcurso de los últimos cuarenta años las organizaciones han invertido miles de millones de dólares para automatizar las tareas que antes se hacían manualmente. Sin duda la automatización permite realizar algunas tareas más rápidamente, pero en el fondo están haciendo los mismos trabajos y eso significa que no ha habido mejoras fundamentales en los rendimientos. Además, no hacer un buen uso de las nuevas tecnologías puede ser perjudicial para las organizaciones, ya que ello puede contribuir a la creación de barreras y obstáculos al aprendizaje, innovación y creatividad, derivado de su desventaja más significativa, aíslan al hombre de la sociedad y aparece una gran barrera entre los amantes de las mismas y los apáticos, que en la mayoría de los casos son los que tienen el conocimiento implícito más importante. El actual overflow de información y la globalización de las economías, provocada por la aparición de Internet, ha dado lugar a que el conocimiento se haya convertido en un factor emergente y diferenciador entre la pobreza y la riqueza y a menudo entre el éxito o fracaso, lo cual ha traído consigo la aparición de una nueva disciplina para su administración, distribución y uso: la Gestión del Conocimiento. 1 ¿Qué es la Gestión del Conocimiento? Existe una gran variedad de conceptos dados por distintos investigadores a la Gestión del Conocimiento según su “sesgo” empresarial (financieros, marketing, recursos de las personas, departamentos de I+D+I, jurídicos,…); pero todos concuerdan en que la Gestión del Conocimiento es un proceso continuo de adquisición, distribución y análisis de la información que se mueve en el entorno de la organización para hacer más útil la inteligencia de sus trabajadores (entiéndase como más innovadores y creativos) y de esta forma ser más precisos en la toma decisiones, dar una respuesta más rápida a las necesidades del mercado, obtener un desarrollo sostenible y ser más competitivos en este entorno tan turbulento, cambiante y lleno de incertidumbre. En este nuevo entorno económico, donde cada vez más los errores son imperdonables, las organizaciones antes de introducir estas tecnologías, deben primeramente preocuparse por crear una cultura organizacional que facilite que se comparta el conocimiento, y cuando esto se logre, entonces hacer ver que la tecnología es el mejor medio para lograr esto; primero la necesidad o el problema y después la solución, y no como sucede en la mayoría de las ocasiones, el medio y después vemos para qué nos pueda servir. ¡Las nuevas tecnologías de las telecomunicaciones y la informática son una herramienta y no una moda! Esta nueva era se diferencia de las otras en que mientras en la economía agrícola (véase esquema), la tierra determinaba quién ganaba y quién perdía, y en la economía industrial, la conocida cadena de valor de M. Porter era la base de la competitividad, en la era del conocimiento, las nuevas reglas son creadas por el propio conocimiento combinado con el tiempo y la información. Una parte cada vez mayor de las actividades económicas está concentrándose en la creación, manipulación y distribución de información. Por lo que si todo lo que se hace e invierte no está encaminado en función de estos aspectos, se puede afirmar que se está jugando con el futuro de la organización. Sociedad agrícola Sociedad industrial Sociedad del conocimiento capital Conocimiento Knowledge(K) trabajo Know how tierra Fuente:Savage Ch. 1991 Todo ello ha traído como consecuencia que la competitiva lucha se hace más rigurosa en condiciones de un extraordinario incremento de la productividad del trabajo, que se refleja en los costos y en la calidad de productos. En la competitividad crece el papel de las ventajas competitivas creadas en relación con las ventajas naturales. 2 Quién iba a decir que 30 años atrás las pequeñas y medianas empresas con fuerza de trabajo reducida y sin una larga historia pero con un alto nivel de calificación, iban a desplazar, como tendencia, a las tradicionales grandes empresas de abundante mano de obra, por lo general poco calificada, con un alto nivel tecnológico; por lo que la calificación del personal se convierte en la principal ventaja de las empresas, hasta el punto que el principal factor para medir el valor de las organizaciones en la actualidad es su capital intelectual (sus recursos humanos, su relación con los clientes y sus estructuras organizacionales). Hay innumerables ejemplos de multinacionales como la SHELL, GENERAL ELECTRIC, TSYSTEMS; ejemplos europeos como la compañía aérea RYANAIR, que nos ha sorprendido con su política de reducción de tarifas y alianzas entre “pequeñas” compañías de forma que se está comportando como una verdadera competencia a las grandes compañías “institucionales” como la KLM y AIR FRANCE, hasta el punto de forzarlas a estructurar alianzas en cadena o CITIBANK, que opera desde la plaza de Cataluña de Barcelona con un call center para todo el mundo, trabajando personal de 19 nacionalidades. Para los que piensen que esta realidad sólo afecta a los grandes, les diré que no es cierto. La cultura empresarial no se mide con el tamaño o la edad de las empresas, si bien es verdad que a menudo las grandes compañías tienen más medios para adjudicarse nueva tecnología; un ejemplo lo encontraremos en la empresa MEDIA MARK, empresa alemana líder en distribución informática que ni siquiera existía hace seis años y que ahora incluso cotiza en bolsa. También tenemos ejemplos en la administración pública como el Ayuntamiento de Mataró, que está saliendo muy aventajada con una aplicación de un ”cuadro integral de mando” (el The balanced scorecard de Kaplan y Norton), o de la UOC, universidad que hace un par de décadas no existía y que gracias a la combinación equilibrada de una determinada cultura con la tecnología adecuada, puede ofrecer hoy una gama de servicios competentes a todo el mundo. Para concluir podemos afirmar que la tecnología no es lo primordial si antes no se cuenta con una cultura adecuada que permita sacarle el mejor provecho, por lo que los responsables de las organizaciones deben preocuparse por la capacitación de los trabajadores antes de introducir las mismas, debido a que nos ha tocado vivir en una época en la que la capacitación continuada del personal se ha convertido de por sí en una ventaja competitiva potencial y tal vez en el nuevo paradigma. No quisiera concluir sin antes mencionar un párrafo extraído del propio libro de Eudald Carbonell que por si sólo merece una atención especial: El 30 de julio de 1860, en el museo de Oxford, tuvo lugar una reunión para debatir las teorías de la evolución. Esta reunión no tendría nada de particular si no fuera porque se encontraron dos personalidades fuertemente opuestas, se trata del obispo Samuel Wilberforce y el naturalista Thomas Huxley. Wilberforce protagonizó una encendida defensa del creacionismo desde las posiciones de la iglesia y cargó contra Darwin y su discípulo Huxley. El obispo, dirigiéndose a su contrincante, le dijo: “ Me gustaría preguntarle si usted cree seriamente si venimos del mono. Y si la respuesta es sí, me interesaría saber si el mono es por parte de la familia del abuelo , o de la familia de la abuela”. Las risas de los creacionistas llenaron la sala. Hurtey, se levantó y dijo: “Si tengo que elegir entre tener un abuelo mono o un hombre de gran inteligencia que utiliza su influencia para ridiculizar en un debate científico, entonces, excelencia, mis preferencias serian , sin vacilarlo, para el mono.”. Los creacionistas se quedaron desbordados ante tan magnífica respuesta, y los evolucionistas nos han dado la razón, el nuevo paradigma está en el conocimiento, espero que el futuro también nos dé la razón. Obviamente no podemos comparar los contextos, ni la época en que se desarrollan los hechos, sólo es una cita para la reflexión, la aplicación de una determinada tecnología del conocimiento sin ningún cambio cultural son dos conceptos antagónicos, tienen que ir acompasados. 3