GESTIONAR: CONTAR (SE) CON OTROS: DE FORMATOS DOCUMENTALES A NARRATIVAS DE APRENDIZAJE Diodati, Mariano; Foix, Valeria Unión Docentes Argentinos –Seccional Santa Fe marianodiodati@hotmail.com; fabianafoix@hotmail.com Resumen Este trabajo surge como resultante de una propuesta de formación organizada por una Asociación Sindical Docente ante la convocatoria del Ministerio de Educación de la Provincia de Santa Fe para llevar a cabo el concurso de ascenso a cargos directivos para Docentes de Nivel Medio. Con formato de Curso-Taller y modalidad virtual se propuso un encuadre de trabajo que persiguió captar la singularidad de los fenómenos educativos, pero sin olvidar el paralelo ejercicio de historizar en torno a los mismos. El eje central giró en torno a la Gestión Institucional y el Director de Escuela Secundaria. Para esta oportunidad socializaremos “nuestras lecturas” acerca de las narrativas que provocaron las actividades propuestas en el Curso-Taller. Palabras clave: asociación sindical docente; directores; gestión institucional; escuela secundaria; narrativas Algunas consideraciones iniciales a manera de Exordio Soy un maestro sólo en la mente de alguien que cree que yo podría enseñarle algo que no sabe. Pero como yo no poseo el conocimiento que esa persona anhela, enseñar consiste en seguir generando el deseo del conocimiento (Ángela S. Moger 1982 en Philip Jackson, 1998) En la narración, la innovación semántica se materializa en la invención de una trama, que también resulta ser una obra de síntesis: en virtud de la trama, fines, causas y azares se congregan en la unidad temporal de una acción total y completa nos dice Paul Ricoeur (1995) en Tiempo y Narración. Haremos nuestras sus palabras para invitarlos a pensar en esta producción académica como la invención de una trama que intenta ordenar - en una, de las muchas maneras posibles -nuestra experiencia como contenidistas y tutores de una propuesta de formación docente. En tal sentido nuestra preocupación inicial radica en la posibilidad de generar las argumentaciones pertinentes que conviertan los primeros párrafos de esta trama en un exordio a través del cual podamos no solo conmover a nuestros interlocutores, sino provocarles el deseo de acompañarnos durante todo el recorrido de esta producción. La presentación de este trabajo surge como consecuencia de una propuesta de formación organizada por una Asociación Sindical Docente ante la posible convocatoria del Ministerio de Educación de la Provincia de Santa Fe para llevar a cabo el Concurso de ascenso a cargos directivos para Docentes de Nivel Medio -titulares e interinospertenecientes a todos sus ciclos orientados y modalidad técnica. Si bien en el mes de marzo del año 2013 la Dirección Provincial de Relaciones Laborales de Santa Fe -con la presentación de los gremios docentes de la provincia- ratifica la voluntad de continuar trabajando en las comisiones técnicas para el llamado a Concurso de ascensos directivos en el Nivel Medio, al día de la fecha aún no lo ha realizado. Lo cual puede interpretarse claramente como una promesa incumplida de nuestra democracia. Dado que consideramos de importancia la socialización de las experiencias, entendidas como un modo de habilitar diálogos con otros, y como un vehículo para la construcción de nuevos saberes, es que se torna oportuno para esta ocasión “contar (les)” acerca de esta propuesta de Formación Docente que hemos materializado con formato de Curso-Taller y que fue destinada a docentes aspirantes a cargos directivos en la Provincia de Santa Fe. Al mismo tiempo, nuestra intención es socializar los primeros análisis interpretativos que hemos realizado de las producciones de los docentes a lo largo del recorrido del mismo. El Curso-Taller: La Gestión Institucional en tiempos de inmediatez cuenta al momento con dos ediciones, presentadas entre los años 2013 y 2015 con cuatro meses de duración en cada caso. Acerca de quienes nos convocan La Asociación Gremial de Magisterio Unión Docentes Argentinos –en adelante UDA- surge en la década del 50, durante la primera presidencia de Juan Domingo Perón. Su conformación deviene de un largo debate, en el cual la docencia decide finalmente su destino sindical incorporándose a la Confederación General de Profesionales en la que cada jurisdicción elige a sus Delegados a la Asamblea Organizadora de la nueva entidad gremial a crearse. En el año 1953, en la cuarta sesión de deliberaciones, la Asamblea de Delegados resuelve constituir una Asociación Profesional integrada por los docentes de todas las ramas de enseñanza (Primaria, Secundaria, Técnica y de Cultura) y eligió para su denominación la sigla: U.D.A. Unión Docentes Argentinos-. El surgimiento de esta Asociación Gremial se inicia formalmente a través de la aprobación de su Carta Magna y el nombramiento de las Autoridades Provisorias de la Institución el día 26 de enero de 1954, constituyéndose como el primer Sindicato Docente en la Argentina. UDA cuenta con 18 Seccionales, correspondientes a 18 provincias del territorio Argentino con sus respectivas filiales en cada una de ellas. La seccional Santa Fe cuenta con tres filiales en las ciudades de: Rosario, Rafaela y Venado Tuerto. La Asociación gremial UDA (Seccional Santa Fe) nos convoca a través de un pedido explícito: la construcción de una oferta (propuesta) de formación que atienda a las particularidades y demandas inherentes a un Concurso de ascenso en la provincia de Santa Fe. Dicha construcción se cimentó a partir de la lectura que pudimos realizar, en relación con la proliferación de ofertas académicas de características similares, pero fundamentalmente sobre aquellas convicciones que de algún modo le otorgarían a nuestra propuesta una impronta distintiva. Desde el comienzo una premisa se tradujo en reto: evitar un desacople con las prácticas escolares y con los contextos en los cuales ellas ocurren. Esta lectura de la que hablamos es pensada a partir de dos criterios que consideramos inaugurales para pensar nuestro ofrecimiento en tanto docentes: recuperar las prácticas docentes y a partir de las mismas trazar un recorrido teórico-conceptual y práctico que nos acerque a la re-visión de aquellas temáticas que incumben a la Gestión Institucional y la figura del Director de Escuela Secundaria y, de manera concomitante, contextualizar las mismas en un momento histórico, determinado por la inmediatez. Como actores sociales sabemos que nuestro contexto social se encuentra inscripto por rasgos de inmediatez, en los cuales el tiempo se convierte en una variable irremediablemente efímera que condiciona las tareas, la mirada sobre los conflictos, la posibilidad de diseñar agendas, la coordinación de acciones y la configuración de nuevas situaciones que habiliten otro tipo de intercambios. De modo que el actual escenario en el cual se inscriben nuestras prácticas profesionales como docentes (nos) implican en la necesidad de superar la inmediatez es decir: llevar adelante un tipo de mirada política que contribuya a reflexionar sobre las problemáticas ligadas a la gestión institucional en pos de interpretar las contextualizaciones socio-históricas de las políticas educativas y sus incidencias en nuestras instituciones educativas. Lo cual no es otra cosa que un modo de pensar nuestro tiempo (Testero, 2009) Esto hizo que sea necesario el reconocimiento de la complejidad de la tarea, abordando un camino analítico conceptual donde las certezas son escasas. Nuestro desafío fue el trazado de un nuevo recorrido que recupere las experiencias, debates, los compromisos cotidianos, y el conflicto sobre todo, como elementos constitutivos de la tarea del Director para ser sometidos a una mirada nueva, que habilite la producción de nuevos sentidos. Consideramos entonces que la riqueza de esta propuesta construida, radicó en la posibilidad de acceder por lo menos a tres de los lineamientos que según la pedagoga argentina Margarita Poggi (2001) debe contener un programa de formación de Directivos: la apropiación de un saber teórico/práctico sobre gestión educativa, el conocimiento de un marco conceptual que permita fundamentar esos saberes prácticos y la capacidad de analizar y cuestionar (se) en la tarea. Acerca de la formación en ejercicio En relación con las consideraciones iniciales de las que hablábamos nos resulta relevante establecer en este apartado al menos dos premisas que responden a una misma línea de análisis: establecer qué entendemos por formación, dado que en función de los supuestos que subyacen en nosotros respecto de la misma, es que la propuesta responde a un formato singular y qué elementos la caracterizan cuando el trayecto de formación se enmarca en el pleno ejercicio de la profesión. En tal sentido nos valemos de las conceptualizaciones de la pedagoga argentina Alejandra Birgin (2012), porque además de considerarla una referente en la temática sobre la Formación Docente, sus postulados se enmarcan en sintonía con nuestra propuesta de formación. La autora, en la Introducción al libro Más allá de la capacitación. Debates acerca de la formación de los docentes en ejercicio comienza enunciando: “Un docente se hace (…) Las escenas y los escenarios en los que un docente se hace son variados y solo algunos de ellos, predecibles. No podemos calibrar cómo se construye ese camino en singular”. Sostiene además que la formación profesional de cada docente se desarrolla en la carrera inicial que cursa y en su formación posterior, aquella que atraviesa mientras ejerce la docencia. De modo que las instancias deliberadas que producimos para la formación de los docentes que se encuentran trabajando, dialogan con otras tantas experiencias individuales y colectivas que hacen que hoy seamos los que somos. De ninguna manera podemos pensar a nuestro ofrecimiento (Curso-Taller) como algo aislado, nos resulta apropiado mencionar que el mismo se encuentra inscripto en un contexto mayor, tal como lo menciona Birgin, es importante establecer que muchos de los problemas que preocupan del sistema educativo también son parte de las cuestiones que constituyen la Agenda de Capacitación. Al respecto, consideramos pertinente expresar al menos dos cuestiones que aportan al debate: a) en la Provincia de Santa Fe no hemos sido los únicos docentes que en el marco de una Asociación Gremial ofrecimos una propuesta de formación frente al posible Concurso de ascenso a cargos directivos, b) desde el Ministerio de Educación provincial no se han desarrollado políticas formativas en sintonía con el inminente Concurso. Desde nuestro lugar como docentes del Sistema educativo santafesino logramos retomar no solo los problemas de la educación desde el contacto cotidiano con los discursos y las prácticas de quienes hacen escuela secundaria, sino también desde el análisis de la opinión pública donde se reconoce a la Escuela como una institución de anclaje y agenciamiento ubicando a la educación como resolutora de todos los males; lo cual para nosotros presume el riesgo de pensar que todo se resuelve con más y mejor educación. En este sentido la capacitación representa un papel protagónico en la escena referida, volvemos a Birgin por su elocuencia a la hora de nombrar: “…más se alude a la formación de los docentes que están trabajando y a las escuelas como “solución” (…) Muchas veces la capacitación de los docentes aparece como la vía regia para atender a todas y cada una de las problemáticas contemporáneas (…)” y continúa haciendo propias las palabras de Viñao Frago: “El desplazar hacia la formación la responsabilidad de garantizar que se apliquen las nuevas propuestas/reformas a través de los que enseñan implica una simplificación naif de la complejidad del cambio escolar Es un modo de depositar en el individuo (y en su gerenciamiento de su formación) una responsabilidad que es, al menos política y colectiva” (Viñao Frago, 2002) Nos sumamos al decir de Alejandra Birgin, en tanto que elegir como modo de nombrar: Formación en ejercicio ha sido una opción que busca reconocer el peso de la simultaneidad de estar ejerciendo como docente y participar de instancias de formación y que esto supone que construir el perfeccionamiento docente requiere abandonar esta lógica reproductiva y tecnocrática para partir de una conceptualización del aprendizaje del adulto en situación de trabajo. Acerca de aquello que entendemos por Curso-Taller: “Lo valioso de esta experiencia es la invención de un espacio para pensar en voz alta con otros. Un espacio para que se me escapen cosas. Un dominio en el que dejo pastorear. Sin apuros. Sin preocupaciones. Sin temor a los zorros¨ (Marcelo Percia, 1994) Siguiendo referencias académicas, entendemos la modalidad Taller como espacio no escolar, pero que (lo) habitamos como un instrumento (más) para la enseñanza y para pensar en lo escolar, que cuenta con sus propios tiempos, espacios, rutinas, reglas, estrategias, aulas, lineamientos (Souto, 1999, Poggi, 2001, Pitman, 2012) Hemos pensado esta propuesta como un Colectivo de reflexión, es decir como una puesta en escena, dado que como mencionan los autores argentinos Daniel Suarez y Liliana Ochoa (2005) el énfasis del trayecto de formación está puesto en la producción autogenerada y guiada de relatos de experiencias pedagógicas, en su escritura y reescritura narrativa, en la lectura solitaria o compartida, en la conversación en torno de esas historias, en su difusión, circulación y transferencia; en darlos a leer para ser aprovechados y proyectados como contenidos de la formación de enseñantes. Entendemos un colectivo de reflexión como convite, como una posibilidad entre otras, pero sostenido en una finalidad que intentó no quedar unida a ciertos modos habituales de instancias de formación continua, en la procura que aquello expresado como vivencia del cuerpo pueda ser pensado teóricamente. Al decir de los pedagogos argentinos Daniel Suarez y Liliana Ochoa (2005) pensar teóricamente es, entre otras cosas, tratar de hacer explícitos los saberes prácticos construidos al mismo tiempo que se despliegan las experiencias, para tornarlos pasibles de reflexiones, discusiones y reformulaciones. No hay práctica, ni siquiera la espontánea, que no implique ciertos saberes y supuestos acerca de la gente, su aprendizaje, sus visiones de lo justo, de lo deseable y de lo posible. Nuestra propuesta toma forma de Curso-Taller porque lo entendemos como un dispositivo de formación que permite el intercambio, la socialización, el debate, lo consideramos como un dispositivo que permite encuentros y desencuentros. Hemos pensado las actividades (propuestas pedagógico-didácticas) como provocadoras del habla, como creaciones artificiales con intencionalidad y abiertas a lecturas disímiles. Los postulantes interesados en la propuesta ofrecida fueron en total 225 docentes de la Provincia de Santa Fe. En su gran mayoría fueron profesores de escuelas secundarias y en relación a sus procedencias la mayoría pertenecía al Departamento La Capital. Acerca de nuestra intencionalidad para este evento Académico Nuestra presencia se encuentra movilizada para esta oportunidad por la posibilidad de socializar nuestras lecturas acerca de las narrativas que los docentes pudieron hacer en relación con sus prácticas cotidianas ligadas a Gestión Institucional y la figura del Director escolar. Esta intención se constituye como un primer esbozo de aquello que pudiera desprenderse de algunos interrogantes que nos hemos planteado, aunque sin intención de responder: ¿Qué debates son oportunos abrir desde la formación docente para dar lugar a esos cambios educativos tan “esperados”? ¿Qué tienen los docentes en ejercicio para contar (nos) en esas experiencias narradas? Partiendo de esas consideraciones iniciales consideramos que es oportuno desplegar en estas páginas que siguen, algunos miramientos que se desprenden de interrogantes que, en nuestro caso, operaron como el puntapié que nos transportó a este evento académico. ¿Por qué estamos en esta Jornada? ¿Con qué nos queremos hacer visibles? La fundamentación sobre la cual se erige y sostiene a este evento académico proclama la importancia y la necesidad de establecer un diálogo crítico y comprometido que pueda situar a los docentes -maestros y profesores- desde un lugar de transformación social y que, a través del mismo, puedan generar las condiciones de posibilidad necesarias para el cambio educativo. En tal sentido se apuesta, como mirada central, a los aportes de la investigación educativa en la comprensión de los procesos de enseñanza y de aprendizaje centrados en el aula, en la reflexión y en la mejora de la formación profesional. Nuestra mirada investigativa se hizo presente desde el momento de diseñar el Curso-Taller, de manera que la función investigativa no devino como consecuencia de la finalización de las propuestas formativas, sino que estuvo presente de manera contigua en cada discusión pedagógica en pos de la elaboración de cada uno de los materiales y actividades propuestas. Desde el comienzo del Curso-Taller sabíamos que no queríamos quedarnos solo en la función de enseñantes, sino que queríamos provocar un análisis acerca de aquello que los docentes pudieran producir a partir del ofrecimiento que teníamos para hacerles. Consideramos que si bien no hemos traducido nuestra mirada en una propuesta de investigación sistemática, nuestra presentación en el marco de estas Jornadas intenta mostrar que nuestra intención se focalizó en comprender la realidad de la provincia de Santa Fe desde los que hacemos escuela secundaria en la procura de conseguir transformaciones en la formación profesional. Al respecto, volvemos a hacernos eco de las palabras de Suarez y Ochoa (2005) cuando plantean que aquello que se pretende, es contribuir a que, progresivamente y de acuerdo a sus posibilidades, apoyos y límites, las instituciones formadoras de docentes se constituyan o consoliden como activas comunidades de saber pedagógico, como usinas de pensamiento y acción educativos, como espacios de referencia, consulta e intercambio con y entre las escuelas. Es importante entonces, mientras entramos en diálogo con la comunidad académica, que nos interrogamos sobre lo siguiente: ¿Qué “condiciones de posibilidad” hemos podido generar para entrar en diálogo con los docentes santafesinos? ¿Con qué objetivos quisimos entrar en conversación con ellos? Contábamos con algunas certezas. Sólo algunas. Las cuales nos permitieron consolidar la propuesta de formación. Discurriremos con ustedes en tres de esas certezas: a) sabíamos que “generar una posibilidad” no se constituye per se un cambio, una trasformación, o un saber, pero abre nuevas líneas de acción, que habilitan a transitar nuevos sentidos, aquellos que pueden (o no) conducirnos a los mencionados “cambios educativos”; b) sabíamos que nuestra propuesta debía provocar el habla de otros. Nuestra premisa como docentes a cargo, se sustentaría en que los docentes nos cuenten acerca sus prácticas, de sus historias, de sus escuelas, de sus pasos por la escuela, de sus temores, de sus deseos, de sus frustraciones. Queríamos que nos cuenten acerca de aquello que representaba para ellos ser docentes que aspiran a ser Directores. Decimos que para ello es necesaria una provocación, porque la entendemos como un convite, como un espacio abierto para pensar con otros; c) sabíamos que esta posibilidad podía hacerse plausible a través de las condiciones que le ofrecieran a los docentes las propuestas didácticas (actividades) presentadas al interior del Curso Taller. Partiendo entonces de estas premisas que operaban en nosotros como saberes, es que pudimos construir la propuesta del trayecto de formación, nombrado como La Gestión Institucional en tiempos de inmediatez y constituirlo con formato de CursoTaller y como instancia de Colectivo de reflexión. La propuesta se organizó en tres Módulos temáticos y como estrategias metodológicas, durante el desarrollo de los mismos, se ofreció bibliografía obligatoria y sugerida. En el caso de las primeras fueron utilizadas al momento de realizar las actividades propuestas (una actividad obligatoria por cada Módulo temático). En relación con las actividades nos importa mencionar que en términos formales las mismas estaban orientadas a realizar ejercicios de reflexión y cuestionamientos desde la mirada del director escolar y en íntima relación con sus instituciones educativas de pertenencia. Se analizaron a través de las mismas los devenires institucionales, las prácticas educativas y los modos de responder a las problemáticas institucionales, ubicando al director como un agente social de cambio, posibilitador de nuevos espacios de trabajo y reflexión. Con la intención de promover socializaciones entre los partícipes del Curso-Taller, se realizaron devoluciones grupales de las actividades, con el propósito que las mismas propiciaran la revisión de problemáticas y fomentaran nuevas líneas de indagación, compartiendo diferentes puntos de vista. A través de la narrativa, tanto oral como escrita, podemos sentir profundamente en conjunción con otro ser, imaginar un mundo más amplio que el que habitamos. Esos saltos de empatía e imaginación pueden hacer que establezcamos mayor número de relaciones más duraderas, tendamos puentes a través de las culturas y seamos capaces de contemplar el corazón de la sabiduría (…) contar, recibir y crear historias puede llegar a ser (…) una actividad redentora, curadora y transformadora” (Witherell, 1998) Aquí es preciso detenerse, para argumentar el sentido que tiene para nosotros el ofrecimiento realizado a los docentes, pero sobre todo para poder hacer explícito porqué entendemos que el mismo se enmarca en el eje: Narrativas, de este evento académico. Para poder contar (nos) los docentes se tuvieron que pensar y pensar a otros, a sus pasos por la escuela, a sus propias instituciones, pensar un rol (Directores) que aún desconocen con el cuerpo, pero del que tenían mucho para decir. No obstante, ese contar estuvo mediatizado por la escritura, una escritura que es para otro. Otro que oficia la función de docente al interior de un aula virtual, pero aula al fin, con similitudes a las que habitan diariamente. Sabemos los que escribimos que escribir para otro es otorgarle una particular forma a aquello que escribimos. Le damos una forma porque lo sometemos a la mirada de otro que nos leerá, y ellos, más allá y más acá de las formas, se entregaron a nuestra lectura. Para poder desplegar este argumento que venimos anunciando consideramos que es oportuno introducirlo a partir de un interrogante: ¿Por qué decimos entonces que son narrativas sus escrituras? Es precisamente a través de la forma de sus escrituras que las mismas se transforman en narrativas y el medio a través del cual hemos provocado las mismas es mediante escenarios ficcionados. Los autores Hunter McEwan y Kieran Egan (1998) lo expresan de la siguiente manera La forma narrativa, invita al oyente o al lector a suspender ese escepticismo y adherir al flujo narrativo de los acontecimientos como una auténtica exploración de la experiencia desde una determinada perspectiva (…) El discurso narrativo, no es sólo una manera de hablar, son un elemento fundacional para el aprendizaje como un todo. Así la capacidad de narrar es una condición del aprendizaje de las formas más elaboradas del pensamiento y la escritura ( McEwan y Egan, 1998) Las actividades que hemos propuesto al interior del Curso-Taller buscaron correrse del lugar de consigna, esta es la razón por la que hablamos en todo momento de propuestas tanto en relación con la oferta académica en general como a cada actividad en particular. Consideramos que una consigna se responde por la vía de lo esperado, de aquello que es esperado por aquel que la enuncia, una lógica bastante similar a la lógica que circula en el ámbito escolar. Pensamos en propuestas a través de las cuales los docentes tuvieron la posibilidad de hacer elecciones respectos de los modos de abordarlas. De esta manera pensamos que aquello que se presenta como un pedido que se sostiene sobre un contrato didáctico explícito -debían realizar la actividad para poder acceder a la certificación- habilitó a la realización de producciones inéditas, únicas y singulares. Estas propuestas –tres obligatorias, en todo el trayecto de formación- fueron pensadas al decir del filósofo francés Gilles Deleuze (1990) como dispositivos, es decir: “…una especie de ovillo o madeja, un conjunto multilineal, (…) que siguen direcciones diferentes, forman procesos siempre en desequilibrio y esas líneas tanto se acercan unas a otras como se alejan unas de otras. (…) Lo cierto es que los dispositivos son como las máquinas, son máquinas para hacer ver y para hacer hablar” (Deleuze, 1990) La forma en la que esta máquina de hacer hablar se desplegó fue a través de formas narrativas. En otras palabras, pero con el mismo sentido, habilitamos un espacio para contar/narrar experiencias y no para ser acumuladas a modo de archivos o expedientes, guardables y plausibles de ser recuperados de manera idéntica, sino como historias que se visten y se embisten de recuerdos, de emociones, de dudas, de alegrías, de miedos, de personas, que toman nuevas formas en la lecturas de otros. Esto es aquello que hemos mencionado como narrativas de aprendizaje (Suárez y Ochoa, 2005) Un paradójico y temeroso Borges recomendaba no dar direcciones para eludir – (nos) decía- la angustia de tener que esperar cartas. Escribir cartas es apostar a una respuesta. (…) Nada peor que no tener quien te escriba, es decir que te enseñe. El que enseña es además de escritor de cartas un cartero que distribuye cartas. Un distribuidor, un repartidor. Lanza al mundo señas y señales que escribe prolijamente en papeles, en las almas y en los cuerpos (…) escribir es marcar un trazo. Del encuentro entre la carta (la enseñanza) y el destinatario queda una cicatriz (…) (Antelo, 1999) Ahora bien: ¿Por qué decimos de aprendizaje? ¿Por qué asumimos que cuando narramos aprendemos? Los pedagogos argentinos a los cuales hemos recurrido en varias oportunidades, Suarez y Ochoa (2005) lo expresan de este modo: “…quien escribe y da a leer espera que quien recibe la lectura se detenga, se tome un tiempo e imprima su propio sentido a eso que lee. Sin este trámite, el texto indefectiblemente se congela o desfallece. Por ello, se debe tomar la escritura y la lectura de relatos pedagógicos como un tránsito de formación entre docentes con potencia transformadora y productiva”. Asumimos que aprender implica cuanto menos un movimiento del que no es posible salir ileso, es decir aprender implica siempre una transformación, un cambio. En este sentido es importante destacar que las lecturas que realizamos de sus narraciones no fueron objeto de evaluaciones -noción que se emparenta con la lógica escolar-, sino que recuperamos, interpretamos y recreamos los saberes prácticos que los docentes producen a través de su ejercicio profesional. Al recibir sus narrativas las entendimos como historias personales y singulares, como escritos identitarios que muestran posibles modos de hacer docencia, de hacer gestión y sobre todo diferentes modos de existencia. Del mismo modo, aquello que les devolvíamos luego de leerlos se traducía en términos de problemáticas, de aperturas a nuevos interrogantes, abriendo siempre nuevos intersticios de reflexión y de intercambio. Algunos cierres provisorios para el inicio de nuevas aperturas (…) Se escribe siempre para dar vida, para liberar la vida allí donde esté presa, para trazar líneas de fuga. Escribir no es imponer una forma de expresión a una materia vivida. La literatura está al lado de lo informe, de lo inacabado. Escribir es un asunto con el devenir, siempre inacabado, siempre en curso, y que desborda cualquier materia vivible o vivida. (Gilles Deleuze) Como docentes del Curso-Taller hemos habilitado a la imaginación y creatividad pedagógicas y didácticas de los actores escolares para estimular el intercambio, siempre fundamentado, de experiencias y prácticas. Este posicionamiento, además de regirse como una decisión pedagógica y didáctica de la que estamos convencidos, resulta ser ante todo una postura política e ideológica. Hoy, sobre sus narrativas –relatos-, volvemos a entrar en diálogo con ellos –de modo diferido-, pero esta vez para poder conversar con una comunidad mayor en el marco de estas Jornadas académicas. Al mismo tiempo, las seleccionamos como insumo para nuevas propuestas de Formación Docente y anhelando a que puedan tomarse como aportes para el diseño de políticas de formación docente continúa comprendidas como políticas públicas. Nuestra intencionalidad fue, y sigue siendo, transitar un camino en relación con la formación docente que promueva la recreación de las prácticas cotidianas con el objeto de darle un nuevo sentido a la Gestión Institucional; apostando a reubicarla en un lugar que no sea solamente pensada como tareas de los directivos escolares. Para finalizar, recuperamos las palabras de la pedagoga argentina Lucia Garay (2000) quien dice que escribir es complejo, pero más complejo es escribir sobre un objeto complejo como lo son las instituciones educativas, es por ello que consideramos el formato narrativo como un terreno propicio para la promoción de la escritura de experiencias no para guardar, sino con potencia transformadora. Lo que estamos haciendo con este análisis de las narrativas de un grupo de docentes santafesinos es producir un saber pedagógico e intentar que el mismo no se sitúe por fuera de las geografías de las instituciones educativas. Referencias Bibliográficas: Antelo, E. (1999) Instrucciones para ser profesor. Buenos Aires: Santillana. Birgin, A. (2012) “Introducción. La formación, ¿una varita mágica? en: Birgin, A. (comp.) (2012) Más allá de la capacitación. Debates acerca de la formación de los docentes en ejercicio. Buenos Aires: Paidós. Deleuze, G. (1990) ¿Qué es un dispositivo? En: Michel Foucault, filósofo. Barcelona: Gedisa Garay, L. (2000): Algunos conceptos para analizar instituciones educativas. Cuaderno de Posgrado. Programa de Análisis Institucional. Jackson, Ph (1998) Sobre el lugar de la narrativa en la enseñanza. En: McEwan, H y Egan, K. (comp.) La narrativa en la enseñanza; el aprendizaje; y la investigación. Buenos Aires: Amorrortu editores. McEwan, H. y Kieran, E. (comp.) (1998), La narrativa en la enseñanza, el aprendizaje y la investigación. Buenos Aires: Amorrortu editores Percia, M. (1994) Una subjetividad que se inventa. Diálogo, demora, recepción. Buenos Aires: Lugar Editorial Pitman, L. (2012) Manual del capacitador. Capacitación docente, enfoque y método. En: Birgin, A. (comp.) (2012) Más allá de la capacitación. Debates acerca de la formación de los docentes en ejercicio. Buenos Aires: Paidós Poggi, M. (2001) La formación de directivos de instituciones educativas. Algunos aportes para el diseño de estrategias. 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