6. técnicas diágósticas Procesado de muestras de sangre en el laboratorio de la clínica La fiabilidad de un análisis de sangre y su interpretación dependen en gran medida de la calidad de la muestra que se analiza o que se envía al laboratorio. El manejo adecuado de las muestras desde que se obtienen hasta que se procesan es muy importante para poder realizar un análisis correcto y no tener resultados erróneos. 7 Repasaremos algunas normas de manejo de muestras que nos pueden servir tanto si los análisis se hacen en la clínica como si se envían fuera, a laboratorios externos. Análisis de sangre Hemograma El hemograma proporciona el recuento de glóbulos rojos, blancos y plaquetas. Para poder realizarlo la sangre tiene que conservar sus características físicas y químicas, debe permanecer líquida, no puede coagularse ni tener ningún coágulo. La muestra que necesitamos es sangre entera recogida en tubos con anticoagulante EDTA ya que es el que mejor conserva la morfología de las células sanguíneas. También debemos tener en cuenta que es muy importante ajustar la cantidad de sangre que se echa al tubo. Normalmente los tubos vienen con una línea que indica la cantidad de sangre que hay que adicionar. Es fundamental respetar la recomendación ya que un defecto o exceso de sangre va a producir alteraciones hematológicas. • Si hay demasiada sangre y sobrepasa el nivel indicado en el tubo, la muestra se coagulará. • Si hay poca sangre y no llega al nivel indicado se producirán falsos valores del hematocrito y alteraciones de la morfología de las células. El hemograma se puede realizar en muestras recogidas en tubos con otros anticoagulantes como la heparina, pero este anticoagulante conserva peor la morfología celular y favorece que las plaquetas formen grupos (agregación plaquetaria) lo cual altera su contaje. Conservación de la muestra Si no hacemos el hemograma en dos o tres horas la sangre debe ser refrigerada a 4º C -debe estar en nevera-. El recuento de glóbulos rojos, la hemoglobina y el hematocrito no sufren modificaciones si la sangre se refrigera durante unas 24 horas. 8 ¿Cómo se realiza un frotis sanguíneo? Utilizaremos dos portas, uno con la gota de muestra en un extremo, y el otro lo usaremos para realizar la extensión. El porta de arriba puede ser sustituido por un cubre. • Apoyaremos uno de los bordes cortos del porta de extensión (o un cubre), sobre el porta con la muestra, formando un ángulo de 30-40º • Deslizaremos el porta de extensión hasta contactar con la gota, con lo que el material se extenderá en forma de línea en el borde corto del porta de extensión • Con un movimiento rápido y suave deslizamos el porta de extensión, alejándonos de la gota, formándose una capa uniforme Frotis sanguíneo Además de realizar los recuentos celulares, para completar un análisis hematológico debemos realizar también un frotis sanguíneo. Hay que extender una pequeña gota de sangre sobre un portaobjetos para formar una película delgada, el frotis sanguíneo. Lo dejamos secar al aire, lo fijamos introduciéndolo en un pocillo que contenga metanol y después lo teñimos. El fro- tis se examina con un microscopio, se cuentan los distintos tipos de glóbulos blancos y se examinan las células. Al observar esta extensión de sangre se buscan también posibles parásitos sanguíneos que pudieran aparecer. Los frotis sanguíneos también deberían ser preparados inmediatamente después de haber obtenido la muestra o como máximo transcurridas dos horas tras la extracción de la sangre, así se evitan los problemas derivados de que la sangre esté mucho tiempo en el anticoagulante como el deterioro de las células. técnicas diágósticas.9 Si el frotis una vez hecho, no puede teñirse inmediatamente, es importante por lo menos fijarlo sumergiéndolo en metanol durante dos minutos. Las células fijadas se conservan durante mucho tiempo. Análisis bioquímico Recordemos que la sangre es un tejido líquido, está formada por dos partes, las células y el líquido en el que sobrenadan, que se denomina plasma. El plasma se obtiene tras centrifugar la sangre que se ha introducido en un tubo con anticoagulante y contiene factores de la coagulación (fibrinógeno). Si ponemos sangre en un tubo de ensayo sin anticoagulante y dejamos pasar unos minutos se forma un coágulo. Posteriormente, el coágulo se contrae y se separa de un líquido ambarino y transparente, el suero sanguíneo. Suero y plama El suero se obtiene dejando que se produzca la coagulación espontáneamente en un tubo, preferentemente de vidrio, en el que no se ha puesto anticoagulante y después centrifugando. El plasma se obtiene tras centrifugar la sangre que se ha introducido en un tubo con anticoagulante La mayoría de las pruebas bioquímicas que se hacen en el laboratorio de análisis clínicos pueden realizarse en muestras de suero. Muchas de estas determinaciones pueden realizase también en muestras de plasma teniendo en cuenta que el anticoagulante que usemos no interfiera en la prueba. Como hemos dicho para obtener suero para hacer las pruebas bioquímicas la muestra de sangre debe introducirse en un tubo seco sin anticoagulante. Las muestras así obtenidas se dejan a temperatura ambiente en posición vertical hasta que se coagulen y se inicie la retracción del coágulo (30-40 minutos después de obtener la muestra). Posteriormente se centrifugan los tubos a 2500-3000 rpm (510 min) para separar el suero del coágulo. Esta separación conviene realizarla dentro de las dos horas siguientes a la toma de muestras para evitar el intercambio de compuestos entre las células y el suero y su deterioro. Para obtener el plasma, las muestras se han de recoger en tubos que contengan heparina, preferentemente de litio, ya que este anticoagulante interfiere en muy pocas determinaciones bioquímicas. Igual que para hacer el hemograma es muy importante adicionar al tubo el volumen de sangre indicado en el mismo. El plasma se obtiene centrifugando la muestra a 2500-3000 rpm (5-10 min). Al igual que el suero, conviene separar el plasma de las células dentro de las dos horas después de la toma de muestras. Conservación del suero/plasma Si las determinaciones no se realizan inmediatamente después de haber obtenido el suero o plasma: • conservar el suero/plasma a 4ºC: la mayoría de los compuestos se conservan bien a esta temperatura al menos durante 3 días. • congelar el suero/plasma a -20 ºC: hay muy pocos compuestos que no son estables a esta temperatura durante largo tiempo