Conferencias e Introducciones AUTOPSIA Y ENFERMEDAD EN LOS RESTOS MOMIFICADOS AUTOPSY AND DISEASES OF A MUMMY CORPSE Albert Isidro Llorens Unitat d'Antropología. Dpto. BABVE/ Universitat Autónoma de Barcelona RESUMEN Las momias son una constante en la historia del hombre. En este trabajo, en primer lugar, se describen los diferentes métodos de momificación, tanto naturales como antropogénicos. Se realiza una visión histórica de las momias desde Herodoto hasta el siglo XIX. Se pormenoriza la autopsia de una momia y, los resultados que de ello podemos sintetizar. Finalizando con un recorrido por el amplio abanico que, las diferentes enfermedades han dejado en los cuerpos momificados. ABSTRACT Mummies are very frequent in all the wold across the History. In this manuscript and, in the first time, we describes the different types of mummification either the natural as anthropogenic ones. A glimpse over the history of the mummies from Herodoto until s. XIX is carried out. We made also a step-by-step description of the autopsy of a mummy corpse, their results and what can afford to us. Finally a travel over the different diseases is performed RESUM Les momies son una constant en l'historia del home. En aquest trevall, en primer lloc, es descriuen els diferents metodes de momificado, tant naturals como antropogenics. Es fá un cop d'ull al devenir historie de les momies des d'Herodot fins al segle XIX. Es pormenoritza ('autopsia d'una momia i els resultáis que nosaltres en podem treure. Per a finalitzar es fá un recorregut per el ventall que les diferentes enfermetats han deixat en els cosos momificats. INTRODUCCIÓN Las Momias y demás restos humanos momificados, han tenido una gran influencia en la imaginación de las gentes tanto en tiempos antiguos como en los nuestros. Respeto, interés, temor y hasta terror han sido sentimientos que por contrastados que parezcan, a menudo están presentes al unísono ante la visión de una momia. La proximidad y, yo me atrevería de decir, el tipo de relación (muy diferente al que uno puede mostrar frente a la visión de un esqueleto) así como el respeto y cuidado que el estudioso 101 VII Congreso Nacional de Paleopatología muestra ante la visión de la cara de una momia que, por ejemplo, falleció de una muerte violenta y que no está muy alejada de aquella cara plasmada en pintura por el pintor noruego Munch en "El Grito" puede dar ejemplo del sentimiento de terror que puede desencadenar la visión de una momia. Pero el concepto de momia no se circunscribe tan solo al estereotipo que durante tiempo ha representado el estudio de las momias reales del Egipto Dinástico y algunas otras que aparecen puntualmente en el National Geographyc, las momias y los restos momificados son multitud en numerosos lugares de nuestro planeta y en muy diversas épocas y, para el científico, tanto se considera momia a Tutankhamon (en pésimo estado por cierto) como a una "tsantsa" o cabeza reducida trofeo antiguo de la cultura Nasca del Perú o de la Amazonia del siglo XX efectuada por jíbaros o, más cercano a nosotros, el "brazo incorrupto de Santa Teresa". Métodos de Momificación Los procesos por los cuales un cuerpo se momifica pueden ser totalmente naturales y entonces hablaremos de Momificación Natural o por el contrario llevar la firma del hombre en cuyo caso hablaremos de Momificación Antropogénica. Los principales procesos de momificación natural son: 1.- por Deshidratación en la cual debido a la acción y suma de diversos factores como son la baja humedad, la temperatura elevada y la presencia de aire circulante hacen que los tejidos del cadáver se deshidraten convirtiéndose el cadáver en momia. De este tipo podemos dar como ejemplos las momias halladas en algunos de los desiertos de nuestro planeta: el Egipcio (como ejemplo la momia conservada en la sección egipcia del British Museum del yacimiento de Djebel Gebelin correspondiente al periodo predinástico hacia los 3200 a. C.), las que aparecen en el desierto de Atacama en Chile, las del sudoeste de los EE.UU o aquellas presentes en algunas zonas de la costa peruana; por su excepcional grado de preservación citaremos a parte las momias aparecidas en el desierto del Takla-Makan en la provincia autónoma de Sinkiang-Uigur en el noroeste de la China (en cuyo caso hemos de hacer referencia a la momias depositadas en el Museo de Urumqchi y entre ellas, de especial interés por sus excepcionales características de preservación, la llamada "Loulan Beauty" del 1800 a. C. cuyo rostro muestra una serenidad poco común en estas momias). 2.- por las características del Substrato: circunstancia por la cual las propiedades químicas del suelo donde yace el cuerpo, como por ejemplo, aquellos que son ricos en nitrato potásico, hacen que su afinidad por el agua desemboquen en una desecación rápida del cadáver; esto ocurre en los estados de Nuevo México y en otros del Sudeste de los EE.UU. 3.- 'Bog Bodies" este es un tipo de momificación muy especial y a la vez espectacular que tiene lugar en los pantanos, ciénagas y turberas del Norte de Europa (Dinamarca, Suecia, Islas Británicas, Alemania) en las cuales el cadáver cae, o es lanzado tras su ejecución, a pantanos o ciénagas en las cuales a través de procesos anaeróbioticos juntamente con la acción antibiótica del musgo esfango hacen que el cadáver sufra una extrema desmineralización con preservación de las partes blandas más superficiales (como ejemplos más notorios podemos citar los casos del Hombre de Tollund, el de Borremose, el de Grauhalle en cual se puede ver perfectamente el trazo del corte en la garganta durante su degollación, etc.) todos ellos datados entre los siglos II al V d. C.) 4.- por Saponificación: en este tipo de momificación juega un papel determinante la producción de un depósito de grasa en la superficie del cadáver la cual es el resultado de una hidrólisis post-mortem y una hidrogenación del tejido adiposo, también intervienen en este procedimiento la acción del germen Clostridium welchiíy de la lecitinasa. Este fenómeno de la saponificación es centrípeto durante la cual hay, paralelamente, una desaparición de los órganos internos. Este tipo de momificación tiene predilección por el sexo femenino. 5.- por Corificación: este tipo de momificación aparece en algunos cadáveres almacenados en cajas de zinc herméticas, en su interior, además de los procesos iniciales de la putrefacción, se 102 Conferencias e Introducciones producen la interacción de aquello que podríamos denominar pares como son la coagulación /deshidratación y la polimerización/acidificación, el efecto de estos procesos nos conduce a la obtención de unas momias similares a las que se producen por deshidratación simple pero con la característica de que son más flexibles, llevando a una reducción importante de todos los órganos internos y de los músculos así como un abdomen muy deprimido. 6.- por Congelación: en la que los cuerpos, debido a la hipotermia, existe un bloqueo de la mayoría de los procesos de putrefacción. Entre los casos más espectaculares citaremos las momias andinas fruto de ofrendas rituales de mujeres adolescentes del imperio inca como la de Cerro Llullaillaco en los Andes argentinos o la de la "Doncella de los Hielos" de los Andes peruanos ambas del siglo XV d. C.; también son destacables las momias tanto humanas como animales encontradas en la región del los Montes Altay en la frontera entre la Mongolia Exterior y Siberia y que pertenecen a la Cultura Pazyryc, estas momias aparecen en el subsuelo helado o "permafrost”; las momias de la costa oeste de Groenlandia como el "bebe de Qilaqitsok" del siglo XV d. C. portada de un National Geographyc y actualmente depositado en el Museo de Nuuk (Groenlandia) para finalizar con el famoso "Hombre del Tiról" hallado hace poco en el Glaciar Niederjoch y estudiado por Luigi Capasso. La Momificaciones Antropogénicas son aquellas practicadas, directa o indirectamente por la mano del hombre y que las podemos dividir en: 1.- Momias de Máxima Extracción: en las cuales se les sacaba los órganos, los músculos y el tejido subcutáneo y se substituían por diversos materiales como el barro y la madera, a este tipo corresponden las Momias de Chinchorro en el Perú que, con una antigüedad de hasta los 8000 a. C., son las momias más antiguas que conocemos. 2.- Momias de Extracción Selectiva y Tratamiento Químico: con las conocidas momias del Egipto Dinástico en las cuales los órganos intraperitoneales, torácicos y craneales de mayor metabolismo eran extraídos (algunos de los cuales se guardaban en los vasos canópicos) y el resto del cadáver, según su categoría y después de ser preparado, era tratado en una solución con natrón y envueltas minuciosamente, a este tipo cabe destacar las Momias Reales Egipcias. 3.- Momias sin Extracción en las cuales se preservaban los órganos internos y se practicaba un tratamiento externo con substancias conservantes a base de hierbas, piedra pómez, polvo, fango, maderas etc., a este tipo corresponden algunas de las Momias Guanches (momias de la Guía de Isora) en las Islas Cananas. 4.- Aprovechamiento de las condiciones Ambientales: en este tipo de momificación la mano de hombre de reduce a colocar al cadáver en zonas donde "se sabe" que su preservación será un hecho. A este tipo de momificación cabría destacar como ejemplos la "Oval Pottery” de la I Dinastía egipcia del yacimiento de Beni Masan, las momias de la Cultura Chachapoya del Perú del siglo XV. o las de la Cultura Ibaloi (s. X al XVIII) de las Islas Filipinas), en estos dos últimos casos se demuestra que el proceso de momificación no es una rareza ni una exclusividad de zonas desérticas puesto que tanto las Filipinas como la selva del Perú son zonas con muy alta humedad y temperatura. En el estudio general de los restos momificados se puede observar de entrada unas variaciones en el grado de momificación cuyos principales factores consisten en el intervalos entre el fallecimiento y el enterramiento, la existencia o no de una contaminación de tipo infeccioso en el cadáver, la obesidad y las fluctuaciones ambientales del sitio de enterramiento, por regla general es más posible el proceso de momificación cuanto menor sea el intervalo entre fallecimiento y enterramiento, si la muerte no ha sido de causa infecciosa, cuanto más delgado sea el cadáver y que el lugar de enterramiento posea un microclima lo más estable posible. Los datos más relevantes en cuanto a la patocrónia de la momificación de tipo natural son que la duración de este proceso puede oscilar entre el mes y el año y que siempre se inicia por las zonas más expuestas o acras como son cara, manos y pies. Las características generales de todo cuerpo momificado son: el color parduzco de la piel (color de cuero curtido), la perdida de forma y turgencia de los globos oculares, la preservación exquisita y casi constante de pelo y uñas y la disminución del volumen corporal. 103 VII Congreso Nacional de Paleopatología Las Momias en la Historia Las momias son conocidas desde la Antigüedad pero su interés se inicia con el meramente descriptivo. Encontramos las primeras reseñas en una edad tan temprana como el s. IV a. C. gracias al viajero e historiador griego Herodoto que en su obra Tos Nueve Libros de la Historia" hace mención a diversas momias egipcias así como su localización geográfica. Tres siglos más tarde en el s. I a. C. Diodoro de Sicilia hace la primera aproximación descriptiva de algunas momias. En el siglo I, Dioscorides, introduce los derivados de las momias en sus fármacos. Mil años después, en el s. X, el gran médico y humanista árabe Ibn Sina (Avicena) inicia o prosigue anteriores estudios y en la práctica diaria de su medicina incluye derivados de restos momificados en su farmacopea situación que persistirá hasta bien entrado el s. XIX. El denominado "polvo de momia" será utilizado entre otras afecciones para el tratamiento de cuadros tan dispares como abscesos, erupciones, fracturas, contusiones, parálisis, cefaleas, epilepsia, vértigo, hemoptisis, faringitis, tos, nauseas, ulceras, venenos y alteraciones del hígado y bazo. De la famosa escuela médica de Ispahán en Persia, dos de sus más renombrados médicos, Ab el Latif y Ab el Magan en el s.XII indican las proporciones del polvo de momia y agua para la obtención de distintas inhalaciones y otros brebajes. No olvidemos que la palabra momia deriva del vocablo persa mum (mummia en árabe) que significa betún mineral. Grandes humanistas y científicos de la Edad Media citan en sus obras la importancia que poseen las substancia relacionadas con las momias en entre ellos cabe destacar a Francis Bacon y Gilles de la Fontaine en el s. XVI, André Thevet en el s. XVI y a Pierre Pomet en el s. XVII. También son mencionadas las momias en textos literarios de autores clásicos como W. Shakespeare que las cita en Romeo & Julieta, The Merry Wives of Windsor o en Othello; o también, en el s. XX, la bruja de Blancanieves usa, entre otras pócimas, el polvo de momia para fabricar su suculenta manzana. Únicamente una voz discordante en este contexto "endiosador" de la utilidad terapéutica de los derivados de los cuerpos momificados y fue gracias al médico francés Ambroise Paré que en su obra "Discours contre la Momie" califica de falsas la ideas tenidas por ciertas hasta esa fecha, o la postura que defendió sir Thomas Browne en 1660 poniendo énfasis en que el comercio de derivados de momia era únicamente especulativo por parte de las autoridades egipcias. La facilidad que durante el siglo XIX hubo para encontrar momias en Egipto y los nulos trámites para su trasiego iniciaron la moda de que toda persona de un cierto nivel tanto cultural como económico debía tener una momia egipcia en su residencia y mostrarla a sus amigos. El estudio "in situ" así como también aquel realizado en el laboratorio de las momias conlleva una serie de problemas técnicos que los podríamos centrar en tres principales tipos: 1.- Problemas derivados del Ámbito Biológico (Auferheide, 1981): como son la degradación o desnaturalización de las proteínas, la pérdida de células epiteliales, la acción enzimática (principalmente lisosomas), la acción de microorganismos como bacterias y hongos, la afectación por parte de fenómenos diagenéticos y tafonómicos, la contaminación humana exógena y los problemas derivados del método de rehidratación del tejido momificado. 2.- Pseudo-patoloqía: como la substitución de partes del cuerpo por la de otros cadáveres, la aparición de moldes de resina, el cabello exógeno de animal, el relleno subdérmico con todo tipo de materiales como por ejemplo la arena, la obturación y clausura de orificios naturales así como también los procesos de cremación, las diferentes deformidades derivadas del lugar de enterramiento y el modo del enterramiento y los procesos diagenéticos y tafonómicos que han ocurrido de una forma póstuma. 3.- Problemas derivados del Ámbito Cultural: los cuerpos momificados, por lo general, no son portadores, como en el caso de las momias reales egipcias, de ningún tipo de información, lo más destacable para el estudio de una momia es la carencia de objetos y utensilios de los cuales se pueda extraer una mayor información. El examen científico de las momias se inició durante el siglo XVIII. No obstante durante mucho tiempo lo predominante en cuanto al estudio de las momias fueron aquellos actos o eventos que podríamos denominar "autopsias por invitación" muy de moda durante la Inglaterra Victoriana y llevada a cabo por lo general por egiptólogos poco escrupulosos pero dotados de una gran imaginación como es el caso de Giovanni Batista Belzoni, un gigante italiano, que logro abrir las envolturas de momias reales tan importantes como la de Kefren de la IV dinastía, Ay Ramses I y Seti I del Imperio Nuevo. Un gran paso hacia delante, vistas las condiciones de estudio reinantes, fue la expedición de Napoleón Bonaparte en 1798, el cual tuvo la delicadeza de llevar a diversos científicos en ella fruto de cual se conocen un gran número de grabados y estudios de esa época. 104 Conferencias e Introducciones Es curioso pero pese a estar en la mente de numerosos científicos durante la Edad Antigua y la Edad Media, no fue hasta 1828 cuando se practico el que podríamos denominar primer examen científico de una momia, y este honor correspondió a la "Leed's mummy" de la XX dinastía del yacimiento egipcio de Nesamun. Este hito fue el paso previo a una serie progresiva de proyectos científicos que realizados por una persona o por un grupo de científicos quisieron dar a luz la información real que de las momias se podía desentrañar a través de un procedimiento científico. Los primeros estudios sobre momias corresponden, como era de suponer, a las momias egipcias y fueron practicados en su mayoría por anatomistas adscritos, de una manera u otra, al Museo Egipcio del Cairo. En esta línea fue Daniel Fouquet (1850-1914) el primero que estudio anatómicamente las momias de Bab el-Gasul, poco más tarde el gran egiptólogo G. EIliot-Smith (1871-1937) estudia la primera momia real, la de Amenophis II; con el hallazgo de la tumba de Tutankamon, Douglas Derry (1874-1961) estudia, bajo la atenta mirada del mundo, la momia de este faraón de la XVIII dinastía, mientras que poco después el primer egipcio, Ahmed Batrawi (1902-1964), estudia la tumba y la momia del faraón Snefru. Autopsia de una Momia. El examen autopsico que se practica a una momia en el laboratorio se basa en tres principales grupos de exploraciones, de menor a mayor agresividad: en primer lugar un Examen Macroscópico, en segundo lugar un Examen Radiológico y en tercer lugar un Examen Interno. 1/ El examen microscópico se inicia con la visualización del tipo de envoltura en la cual esta amortajada la momia y de la cual podemos extraer mucha información a través de las características del vendaje, la presencia de amuletos, joyas etc., y que desde un primer momento nos pueden dar una preciosa información de a quien perteneció el cadáver; también es muy importante la inspección externa de la momia una vez retirado escrupulosamente el vendaje (si lo hubiera), en esta podemos destacar como datos a tener en cuenta: la posición de los brazos (importante en la datación de momias egipcias), la existencia de tatuajes en la piel, heridas, ulceraciones cutáneas etc., este examen debe contar siempre con un soporte fotográfico minucioso de cada detalle estudiado. 2/ El examen radiológico es una parte no invasiva primordial en el estudio de una momia. Ya Koenig en Viena en el año 1896 efectuó radiografías a diversos restos momificados entre ellos un pájaro y un niño; en 1898 en el Museo del Cairo, Flinders Petrie hizo la primera radiografía a una momia egipcia "in situ" (en este caso alguna de las momias del yacimiento de Deshashesh); Smith & Khayat en 1903 radiografiaron la primera momia real egipcia, la de Tutmosis IV; en Italia, en el Museo Egipcio de Turín, Barlotti, practico la radiografía a un momia infantil (6 años) perteneciente a la XI Dinastía y por último, a modo de reseña de los principales pasos que se han sucedido en el estudio radiológico de las momias, citaremos a Moodie que en 1931 en Chicago, estudio, además de momias de la XXVI dinastía, algunas momias precolombinas procedentes del Perú. Las expectativas que se pueden derivar tras el examen radiográfico de una momia son: la valoración de la integridad esquelética, la presencia de patología ósea así como de calcificaciones, la utilidad que del examen se desprende para la determinación de la edad y el sexo de dicha momia, la presencia de amuletos y otros ornamentos y, por último, la demostración de métodos utilizados en su tiempo como son la extracción del cerebro a través del etmoides cuya corroboración puede muy bien ser radiológica. A medida que las técnicas de diagnostico por la imagen han ido avanzando, han podido ser introducidas para el estudio de las momias con mayor o menor utilidad, dentro de los otros métodos radiológicos son cada vez más útiles la Tomografía Computerizada o TC (helicoidal o no), a través de la cual es posible evitar la superposición de imágenes; la reconstrucción tridimensional del TC. utilizado en individuos de alto valor y que permite obtener imágenes muy espectaculares y por último la Resonancia Magnética Nuclear RMN. la cual precisa de métodos de rehidratación y es útil, principalmente, en las momificaciones por congelación. 3/ El examen interno de una momia se suele iniciar con la disección de la misma y que ha de ser lo más escrupulosa posible. La disección suele utilizarse, por regla general, en individuos de poco valor puesto que implica una destrucción parcial de la momia. La vía de abordaje habitual es la toraco-abdominal en Y utilizándose sierras y retractores similares a los que son utilizados en las necropsias de tipo forense. En este examen se pueden ya identificar macroscópicamente algunas lesiones internas. 105 VII Congreso Nacional de Paleopatología En individuos de más alto valor se suele recurrir al examen endoscópico que se practica por aberturas no naturales por medio de un endoscopio rígido de 0.5 a 1.5 cm de diámetro, siendo este examen muy útil para la toma de muestras. El análisis de las muestras recogidas a través de la disección o bien a través de la endoscopia son muy valiosas para realizar exámenes histopatológicos tras la obtención de cortes entre 4 y 16 mieras de espesor, estas preparaciones mediante la utilización de un gran arsenal de diversas tinciones histológicas y las técnicas de rehidratación de tejidos momificados (solución de Ruffer, método de Sandison, etc.), pueden aportar datos de muy alto valor científico. El examen microscópico puede realizarse en primer lugar con una lupa de aumentos, un microscopio óptico (20x/50x) o un microscópico electrónico que puede ser de transmisión, analítico o de barrido. Con este examen seremos capaces de mostrar imágenes tridimensionales de células momificadas o de gérmenes que parasitaron en algún momento de la vida a la momia objeto del estudio. Del análisis de las muestras obtenidas se pueden practicar diferentes técnicas moleculares como aquellas que demuestran la presencia de Elementos Traza y oligoelementos para la reconstrucción de la dieta a través de diferentes coeficientes (Sr,Ca y Ba) y la Proporción de Isótopos Estables (C12/C13 y N14/N15). Toda esta información nos acerca a la existencia de una dieta vegetal, cárnica o marina, también es posible efectuar estudios genéticos de estas muestras y reconstruir los grupos sanguinos ABO y Rh, o también intentar la extracción de DNA (no contaminado) de la muestra (la primera extracción se debe al grupo de Cambridge y fue en el año 1983). Por último hay una miscelánea de pruebas que se pueden efectuar con las muestras tomas de restos momificados y van desde la inmunohistoquimica, la espectrografía, la cromatografía, la detección de drogas y sus derivados en el pelo y por último el análisis de coprolitos. La Enfermedad en las Momias Según la definición de sir Armand Ruffer la Paleopatología es una ciencia que estudia la enfermedad en restos antiguos tanto del hombre como de fauna. La mayoría de los restos estudiados por esta disciplina científica corresponden a restos esqueléticos de antigüedades muy diversas. La momificación nos permite contar, además de con el esqueleto, con partes blandas, en mayor o menor grado, las cuales pueden ser de gran utilidad para el conocimiento de la enfermedad pero, por otro lado, la excesiva sobre valoración de algunos hallazgos en momias nos puede hacer caer en un "triunfalismo diagnóstico" del cual es preciso quedar al margen. Fue precisamente Ruffer en 1910 el primero en constatar la presencia de Bilharzia (Schistosoma haematobium) en los riñones de dos momias de la XX dinastía causantes de la hematuria que los papiros egipcios describían, desde ese instante la búsqueda de los vestigios y huellas de la enfermedad en las momias no ha cesado. Para un mejor entendimiento del global patológico que de las momias se puede extraer, este autor, ha dividido la enfermedad en procesos por sistemas. 1/ Enfermedades Osteo-articulares El aparato locomotor y sus órganos (huesos, articulaciones y músculos) son, a excepción de los dientes, las partes mejor preservadas dentro del contexto global de los restos momificados. En su contexto podemos encontrar todo tipo de alteraciones y patología que van desde la patología degenerativa articular, de la cual no haremos una lista de su presencia en momias, hasta anomalías muy poco frecuentes. Las fracturas ante-mortem y sus secuelas son patología común en las momias. Un ejemplo de ello lo podemos encontrar en la pseudoartrosis de clavícula que muestra la momia 3 del yacimiento de Qilaqitsok (Groenlandia) perteneciente a una mujer entre los 20 y 30 años de edad y publicada en un National Geographic. Las infecciones en el hueso y articulaciones son un tipo de patología que suele dejar huellas en el esqueleto o secuelas en el mismo en forma de atrofias o de deformidades. La tuberculosis ósea y su vertiente axial el Mal de Pott es una patología frecuente en algunas momias y entre ellas cabe destacar la cifoescoliosis que muestra la momia del sacerdote Nesperehan del templo de Amón de la XXI dinastía (Museo Egipcio del Cairo) o la constatación de un absceso del psoas iliaco (drenaje natural del los Potts dorsales) que muestra por radiología y tras la autopsia la momia de un niño de 8 años del Perú del s. II d. C. La Lepra o Enfermedad de Hansen (enfermedad bíblica por excelencia, pero cuya incidencia es mucho menor a lo que se podría pensar), muestra sus típicas secuelas en 106 Conferencias e Introducciones manos y pies debido a la artropatía neuropática hanseana como es el caso del pie que estudió G. EIIiot-Smith & Douglas Deny en 1910 de una momia nubia del yacimiento de AI-Bigha del periodo copto o las manos y pies deformes que presentan diversas momias pertenecientes también al periodo copto datadas en torno al s. VI d. C., por lo cual atestigua la ausencia de la enfermedad durante el periodo faraónico. La Poliomielitis es una enfermedad vírica que afecta al sistema nervioso pero que deja secuelas en el aparato locomotor, es muy conocido el caso del faraón Siptah de la XIX dinastía afecto de un pie equino izquierdo. Las osteomielitis y las osteítis inespecíficas son bastante frecuentes con sus secuelas de osteolisis, periostitis, secuestros óseos y fístulas. La leismaniasis es una parasitación que puede afectar a diversas partes del cuerpo, en el caso de algunas momias sudamericanas, parcialmente esqueletizadas, estudiadas por Gertzen & Allison es posible observar la destrucción del esqueleto de la cara, situación similar a la que presenta una momia femenina de unos 40 años del yacimiento de Naga ed Dur (Lowie Mus. Of Anthopology, Berkeley/California) u otras momias que están afectas de un tumor de cavum y que esta descrita por los mismos autores (G. & A.), también personajes históricos como el Duque de Gravina del s. XVI presenta de un tumor que le afecta la órbita y la región nasal. El osteocondroma es el tumor óseo más frecuente encontrado en momias y el mejor estudiado es el caso de un fémur perteneciente a una momia de la V dinastía de Gizeh estudiado por Elliot-Smith & Dawson en 1924, otros tumores están presentes en diversas partes del mundo siendo más infrecuentes los tumores malignos, entre ellos cabe destacar un rhadomiosarcoma mandibular en una momia infantil entre los 12 y los 18 meses de edad y el conocido caso de un meningosarcoma en la calota craneal de un individuo masculino del sitio de Cuzco estudia en 1923 por McCurdy. Los tumores metastáticos están presentes en algunas momias y en alguna de ella se ha podido practicar el estudio inmunológico correspondiente como es el caso de algunas metástasis de neoplasia de mama en momias de Azapa / Perú (500-1000 d. C.) Las osteocondritis y osteonecrosis son enfermedades que afectan al hueso subcondral y que están presenten en algunas momias como es el caso de la momia de "Lady Tashat" donde puede observarse la presencia de una osteonecrosis del cóndilo medial de la rodilla izquierda. Las anomalías congénitas pueden aparecer en cual parte de la anatomía de los restos momificados, suelen ser principalmente esqueléticas y centradas en el esqueleto axial, pero también pueden ser apendiculares como el caso de un Talipes Equino-varo de la momia guanche de Araya de Candelaria /Tenerife). Por último y, por lo anecdótico, subrayaremos la presencia de ortesis que, como los casos de la exoprotesis de hallux de la momia de Ankhefenmut (sacerdote de la XXI dinastía) en Albany (USA) o la exoprotesis de madera del un hallux amputado del yacimiento de Sheik-abd-el-Gurna de la XIX dinastía, pueden dar paso a conjeturas con respecto al tratamiento de algunas afecciones del aparato locomotor. 2/ Enfermedades Respiratorias Los pulmones y las vías aéreas superiores son órganos que suelen preservarse bastante mal durante los diferentes procesos de momificación. En Egipto Dinástico y, en determinados tipos de momificación, estos órganos eran extraídos e introducidos en los vasos canópicos. Pese a ello y principalmente presentes en momias sudamericanas podemos referir algunas afecciones pulmonares. Es clásica la descripción de neumoconiosis y antracosis por aspiración de partículas de polvo y arena presente en elevada frecuencia en momias egipcias. En momias sudamericanas podemos observar casos de enfisema Belloso, neumonías segmentarías y libares, hatéele asías, como en el caso de la aspiración de un diente (Ser molar en un bronquio secundario) o la presencia de nódulos plurales vistos por toracoscopia en una momia inca del Perú del s. ll d. C. que tras practicarse la radiología pudo apreciarse perfectamente el complejo calcificado de Ghon (ganglio calcificado) y lo que es más interesante, la presencia microscópica, tras las tinciones pertinentes de bacilos ácido-alcohol resistentes (Mycobacterium tuberculosis). Es interesante destacar el derrame pleural bilateral y el colapso pulmonar por neumotórax que muestra el estudio por tomografía computerizada de la momia de época romana de Grottarossa/ltalia. También son detectables casos de micosis pulmonares en algunas momias peruanas como la blastomicosis pulmonar. 3/ Enfermedades Cardio-vasculares Las ateromatosis vasculares es un hallazgo muy frecuente en diversas momias de distintas regiones, algunas de ellas llegando a obliterar la luz del vaso, en este sentido cabe destacar la arteriosclerosis calcificante que muestra la momia real de Ramses II, durante su estudio en Paris, localizada en manos y 107 VII Congreso Nacional de Paleopatología pies así como en las arterias temporales, circunstancia mas que fisiológica dada la extremada longevidad de este faraón de la XIX dinastía. Por lo que respecta a las patologías halladas en el corazón destacaremos pericarditis y algunos casos de proliferaciones valvulares con el diagnóstico microscópico de endocarditis bacteriana. 4/ Enfermedades del Aparato Digestivo Los diversos órganos y estructuras que forman el aparato digestivo tienen un importante grado de preservación, excepto el páncreas, en los restos momificados. Las patologías que podemos hallar son muy diversas pudiendo variar desde la constatación de un mega-esófago típico de la Enfermedad de Chagas, parasitación producida por Tripanosoma cruz/7, en una momia del Valle de Tarapacá (Chile) con una antigüedad en torno a los 3.000 BP. Hernia de hiatus en la momia de un minero del Perú del s.XVI. Presencia de Helycobacter pilorii en al menos 3 momias de una antigüedad de 3.000 BP. Aislamientos en intestino delgado y grueso de diversas especies de Salmonella spp., o la presencia de Taenia en momias egipcias estudiadas durante el proyecto NAKHT del Royal Ontario Museum. Por otro lado las vísceras macizas muestran diferentes patologías siendo las más comunes la colelitiasis, estudiadas por primera vez por Ruffer en el examen de una momia de la XXI dinastía, la cirrosis hepática es una enfermedad que se ha podido detectar en algunas momias y cabe destacar la cirrosis por déficit de alfa-l antitripsina que presenta la momia de un niño esquimal de Groenlandia. Por ser un caso poco frecuente haremos mención de la constatación radiológica de una autolisis del páncreas mediante radiología en una momia sudamericana. De especial interés en la patología del aparto digestivo es el análisis de contenido fecal en el interior del intestino grueso de algunas momias sudamericanas en las cuales se ha podido aislar parásitos y hongos como Entoameba, Giardia, Cryptosporidium e Isospora. 5/ Enfermedades del Aparato Urinario Los riñones y el árbol urinario inferior es asiento de determinadas patologías observables en los restos momificados, de entre ellas, se han podido observar casos de riñón poliquístico y de hidronefrosis al diseccionar el árbol urinario de diferentes momias sudamericanas. No obstante la patología más frecuente es la presencia de litiasis renal o cálculos urinarios de diferentes tamaños y composiciones. En nuestro país es reseñable la presencia de litiasis renal en la momia de Inés Ruiz de Otarola (Navarra) estudiada por el Francisco Etxeberria y colaboradores en la Universidad del País Vasco, también en España y, analizado histológicamente por el equipo dirigido por el histopatólogo P.L. Fernández del servicio de anatomía patológica del Hospital Clinic i Provincial de Barcelona, una hipertensión renal con fibrosis vascular concéntrica en una muestra de riñón de una momia andina. 6/ Enfermedades ginecológicas. Como pueden ser momificaciones de madre e hijo en casos de partos distócicos. Momificaciones gemelares. Mioma uterino calcificado del yacimiento de Sayala (Nubia) perteneciente al periodo romano tardío (Naturhistorishes Museum de Viena), o algunos raros casos de pseudohermafroditismo en momias incaicas (Gertzen & Allison) II Enfermedades Neurológicas Poco frecuentes son las alteraciones del sistema nervioso central en restos momificados quizás destacar el caso de una probable meningitis observada en una momia infantil andina perteneciente a un niño de 4 años y, cuya probable etiología, sea debida a Haemophylus influenza. 8/ Enfermedades Endocrinas Lo más destacable en este capítulo es la presencia de bocio en el tiroides de algunas momias situadas en zonas con déficit de yodo como Comiso (Italia). Quedamos a la espera que sea algún día encontrada la momia del faraón Akenathon (Amenophis IV). 108 Conferencias e Introducciones 9/ Enfermedades de la piel La piel es una constante en casi todos los procesos y tipos de momificación tanto natural como antropogénica, por ello la información que de su estudio se puede desprender es de gran utilidad para el conocimiento de la salud en general de la población y en particular de la momia que estamos estudiando. El estudio del pelo puede mostrarnos desde patologías de "visu" como la pediculosis (piojos) hasta enfermedades debidas a envenenamientos. Por lo que a la piel, propiamente dicha, se refiere es frecuente la presencia de verrugas, lipomas y otras patologías secundarias a enfermedades infecciosas como es el caso de las marcas que deja la viruela, en este caso reseñamos la momia real del faraón Ramses V en cuya cara podemos observar perfectamente los estigmas de dicha enfermedad o el caso del niño de la Corona de Aragón en Nápoles estudiado por Fomacciari. También se ha podido constatar la fase verrugosa de la Enfermedad de Carrión causa por Bartonella bacilliformis en una momia de la Costa Sur del Perú perteneciente al Horizonte Medio (600 a 900 d. C.) 10/ Enfermedades Infecciosas Desde la primera reseña de enfermedad infecciosa en una momia egipcia (Schistosoma haematobium / Ruffer, 1910) hasta nuestros días, la presencia de agentes infecciosos en las momias ha aumentado en una progresión geométrica. No solamente la tipificación microscópica del germen si no que también su caracterización a través de las diferentes pruebas moleculares. Durante la realización del proyecto NAKHT/ROM (Nakht es el nombre dado a una momia masculina objeto del estudio) en Toronto/Canadá se pudieron constatar la presencia de Schistosoma en momias predinásticas, Trichina en musculatura estriada y en diafragma, Taenia en el intestino de varias de ellas etc. Por otra parte durante el proyecto PUM 1 (Philadelphia Art Museum) se pudieron constatar, no tan solo gérmenes patógenos como Strongiloides en la momia bautizada como "Chantress of Amun", sino que también fueron analizados los insectos que actuaron sobre el cadáver durante el inicio del proceso de momificación (Dermestes, Piophila, Atheta & Chrysomya). En este mismo estudio (PUM 2) fueron analizados diversos tipos de Echinoccocus. En Manchester se pudieron observar restos calcificados del gusano de Medina (Dracunculus mediniensis) en la momia 1770 cuyas piernas habían sido amputadas. La presencia de Plasmodium, agente causal de la malaria, no fue detectada de una manera fehaciente hasta 1994 mediante PCR. En el otro extremo del mundo, las momias sudamericanas de finales del periodo Chinchorro presentan una alta prevalencia de infestación por Dyphyllobrotium pacificum como consecuencia de ingerir pescado crudo. La treponematosis es presente en alguna de las momias medievales localizadas en Europa y de especial interés es el caso de la afectación por esta patología de la momia de María de Aragón (s.XVI) comprobada por reacción antígeno-anticuerpo 11/ Enfermedades O.R.L. Poca información en este respecto en restos momificados. Perforación timpánica probablemente debida al drenaje de una otitis media en la momia egipcia estudiada en el proyecto PUM 2. Presencia de exostosis auditivas externas en momias de finales del periodo Chinchorro debido, probablemente, a su contacto con el agua fría. 12/ Enfermedades Odonto-estomatológicas. La presencia de enfermedades en el aparato masticador de las momias cubre un muy importante abanico debido, entre otras circunstancias, a que los dientes son la parte más resistente del cuerpo humano tras el fallecimiento. En las momias podemos encontrar todo tipo de alteraciones en los dientes por lo cual su lista sería absurdamente exhaustiva. También es importante tener en cuenta las patologías que muestran los huesos maxilar y la mandíbula derivados o no de la patología dental (tumores, infecciones, malformaciones, fracturas, etc.). Quizás y entrando en el campo de lo anecdótico cabría destacar el puente de oro de 3 piezas dentales pertenecientes a una momia del Reino Antiguo (2500 a. C.) 13/ Muerte Violenta En muchos casos las momias nos muestran que no murieron de muerte natural sino que por el contrario esta se debió a una causa violenta. Esta circunstancia es absolutamente normal teniendo en cuenta la cantidad de conflictos bélicos o episodios de violencia que nuestro género humano ha sido capaz de 109 VII Congreso Nacional de Paleopatología generar a lo largo de la historia. En algunos casos hasta hemos sido capaces de encontrar "el arma del delito" de algunas de ellas. El numero de momias que presentan heridas que dadas sus características podríamos hablar de mortales son muy numerosas pero quizás el caso más conocido, dada la relevancia de su portador, sea el caso de la momia del faraón Sequenenre de la XVII dinastía el cual muestra en su cabeza cuatro heridas causas por sable o lanza de al menos dos atacantes y posiblemente producidas mientras dormía, dos de las cuales son mortales. Por otra parte creo interesante incluir en este apartado al Hombre de Grauballe un "bog body" descubierto en Dinamarca en 1952 en el cual se aprecia un degollamiento en toda regla. Una parte importante de todo el inmenso listado de las patologías a las que estamos sometidos hoy en día pueden ser encontradas en las momias. Su diagnóstico ha de ser lo más objetivable posible para no caer en la tentación de "sobrediagnosticar" como hemos mencionado con anterioridad, para finalizar quiero hacer referencia a las aventuras del reportero Tintín que en "El Templo del Sol" y "Las 7 Bolas de Cristal" de Hergé (Georges Remy), aparece la momia incaica de Rascar Cápac. Hergé se baso en una momia auténtica depositada en el Museo Real de Arte e Historia de Bruselas, la cual estudiada mediante métodos radiológicos muestra una patología lumbosacra (dismorfogenesis). Agradecimientos Este autor quiere agradecer al Dr. Conrado Rodríguez por su aporte científico en la elaboración de este trabajo, también agradecer a Agustina Rodríguez por su colaboración en el mismo. BIBLIOGRAFÍA Mummies. Mith and Magic in Ancient Egipt. Christine el Mahdy. Thames & Hudson Itd. London, 1989. The Mummy in Ancient Egipt. Equiping the Dead for Eternity. Salima Ikram & Aidan Dodson Thames & Hidson Itd. London, 1998. El Valle de las Momias de Oro. Nacho Ares Oberon (Anaya). Madrid, 1999. Disease in Antiquity. Brothwell & Sandison Charles C. Thomas. Illinois, 1967. Mummies, Disease & Ancient Cultures. Cockburn, Cockburn & Reyman Cambridge Univ. Press, 1998. th The mummies from Qilakitsoq. Eskimos in the 15 century. Hart-Hansen & Gullov Meddelelser om Gronland, Man & Society, 1989. Paleopatologia. La enfermedad no escrita Isidro & Malgosa. Masson. Barcelona, 2003. Paleopathology 1 y 2. Gertzen Allison & Sawyer. En CD. 110