FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS U.N.R.C METODOLOGIA DE LA CIENCIA Asignatura 1 Unidad 2. Conocimiento, Ciencia y Epistemología Conocimiento en general, ¿cómo conocemos? Conceptos. Juicios. Verdad. Discutir el problema de la realidad ¿existe? ¿O es una construcción? Tipos de conocimiento. El conocimiento científico. El concepto de ciencia. La epistemología. La clasificación de las ciencias: ciencias formales y ciencia fácticas. La actitud ética y científica como una búsqueda de conciencia. Paradigmas: de la Simplificación y de la Complejidad. Objetivos: 1. Definir qué es el conocimiento y cómo hacemos para conocer la realidad de acuerdo a las teorías del conocimiento. 2. Distinguir los criterios del conocimiento científico en relación con otro tipo de conocimiento. 3. Elaborar un concepto de Ciencia y señalar sus objetivos. 4. Caracterizar en qué consiste el oficio del científico en el hacer Ciencia en el mundo actual. Apunte de Cátedra Bibliografía ANDER-EGG, E (2001): Métodos y Técnicas de la Investigación Social. Acerca del conocimiento y del pensar científico. Editorial Lumen, Buenos Aires. ELIZONDO LÓPEZ, A (2002): Metodología de la Investigación Contable Editorial THOMSON, México. GIANELLA, A (2000): Introducción a la Epistemología y a la Metodología de la Ciencia, Universidad Nacional de la Plata. BONIL, J.; SANMARTI, N; TOMÁS, C. Y PUJOL, RM (2004): Un nuevo marco para orientar respuestas a las dinámicas sociales: el paradigma de la complejidad. Universidad Autónoma de Barcelona. ROMERO PEREZ, C.: Paradigma de la complejidad, modelos científicos y conocimiento educativo. Universidad de Huelva. Disponible en: http://www.uhu.es/agora/version01/digital/numeros/06/06articulos/monogr afico/pdf_6/clara_romero.pdf GUIBOURG, R.; GHIGLIANI, A. Y GUARINONI, R. (2001): Introducción al conocimiento científico. Editorial Universitaria de Buenos Aires, Buenos Aires. KLIMOVSKY, G.; HIDALGO, C. (1998): La inexplicable sociedad: cuestiones epistemológicas de las ciencias sociales. A-Z Editora, Buenos Aires. SOTOLONGO CODINA, P.L. Y DELGADO DIAZ, C.J. (2006): Revolución contemporánea del saber y la complejidad social. hacia unas nuevas ciencias sociales de nuevo tipo. CLACSO, Buenos Aires. CONOCIMIENTO EN GENERAL El conocimiento es la captación que el entendimiento humano efectúa de los fenómenos que los circundan. Dicha cognición o capacidad se utiliza para transformar el mundo y subordinar la naturaleza a las necesidades del hombre. El conocimiento y la transformación de la naturaleza y de la sociedad constituyen dos caras de la misma moneda que influyen recíprocamente. Por eso, como considera (Cendejas y Rico, p 60) “El conocimiento debe revisarse y perfeccionarse, acrecentarse y no sólo acumularse y conservarse”. Los elementos del conocimiento son tres: 1. el sujeto o persona que conoce 2. el objeto del conocimiento 3. la relación que se establece entre el sujeto que conoce y el objeto conocido. El conocimiento se puede clasificar con el grado de profundidad con el que el sujeto conoce, penetra en la causalidad de los fenómenos que contempla. Existen tres tipos de conocimientos: natural, científico y extracientíficos. - Conocimiento natural, denominado también vulgar, popular, cotidiano o empírico, es aquel que se produce a través de la captación de los fenómenos que circundan al hombre, sin que este trate de obtener una explicación sobre las causas que los producen. - Conocimiento científico, también conocido, en su acepción más amplia, como racional o filosófico, es “aquel que adquiere el ser humano cuando siguiendo un método y haciendo uso de su razón, descubre las causas y los principios de las cosas” (Flores Meyer, p 22). - Conocimiento extracientífico: es aquel que se encuentra dentro de un conjunto de explicaciones provisionales que el hombre ha dado, aún lo hace, de los fenómenos que escapan a su entendimiento, ejemplo pensamiento mágico. A través del tiempo se han elaborado diversas corrientes de pensamiento para explicar la relación entre sujeto y objeto de conocimiento. Aunque numerosas y de muy variados matices, las escuelas filosóficas han postulado dos teorías fundamentales: el idealismo y el realismo. Como se advierte a lo largo de la ciencia han predominado éstas dos tendencia opuestas principales: la primera el idealismo, más formal y donde predomina la idea del objeto o fenómeno que se estudia; y la otra, el realismo, más práctica y materialista. En los últimos tiempos, también se habla del eclecticismo, como una forma de acceder al conocimiento. El idealismo: esta corriente sostiene que el hombre está impedido para conocer la realidad, sus sentidos son limitados, deforman los objetos y hechos que lo rodean y le impiden conocer al objeto tal como es. Por lo tanto, el hombre es incapaz de vivir experiencias. El único camino que le queda para adquirir conocimiento es el de las ideas y los conceptos, lo cual se consigue por medio de la razón. El Realismo: esta corriente de pensamiento, también denominada materialismo, si bien acepta la posibilidad de conocer, separa el sujeto de la realidad que lo circunda, pues sostiene que la experiencia es el camino único de acceso al conocimiento. Es así, sólo las vivencias del hombre le permiten tener acceso a los hechos y a los objetos que lo rodean. El Eclecticismo es el método filosófico que consiste en escoger entre diversos sistemas las tesis que parecen aceptables, para formar con ellas un cuerpo de doctrina coherente, sistemático y organizado (según Meza y Dávalos, p 14 y 15). Esta teórica con respecto al conocimiento sintetiza la razón y la experiencia para producir una tercera corriente de pensamiento filosófico. En consecuencia, todos los que han expresado su opinión sobre si existe o no el conocimiento no han hecho sino adquirir un conocimiento para demostrar su supuesto, por lo que se concluye que el conocimiento existe. Una vez que hemos aceptado que el hombre puede conocer, nos preguntamos qué caminos puede seguir para aprehender el conocimiento. Es necesario comprender la naturaleza de los métodos de conocimientos que se suceden en el proceso cognitivo del hombre. Nos referimos a las operaciones del proceso de pensamiento que se realiza para el trabajo intelectual: la abstracción, el juicio y el raciocinio que son las fases que realiza la mente humana para conocer. La abstracción es cuando el entendimiento aprehende algo de la realidad que lo rodea, sin afirmarlo o negarlo, la operación es el concepto, la determinación unitaria del objeto. De aquí sale la idea, toda idea debe ser de algo o alguien. La forma de expresión manifiesta externa de la idea mediante un signo llamado término, y un ejemplo simplificado es el concepto de “hombre”. Enseguida se forma un juicio, en el cual se afirma o niega los atributos del objeto del conocimiento, ejemplo “Todo los hombres son mortales”; por último se elabora un raciocinio, que consiste en obtener a partir de los otros anteriores, encadenamientos de juicios y síntesis de conceptos, el medio que utiliza es la inferencia y la forma de expresión la argumentación deductiva o inductiva. Ejemplo: Argumento deductivo “Todos los hombres son mortales” “Sócrates es un hombre” “Sócrates es mortal” Argumento Inductivo “Sócrates es un hombre mortal” “Aristóteles es un hombre mortal” “Todos los hombres son mortales” Según Ander-Egg, Ezequiel, considera ¿cómo hacemos para conocer? El punto de partida es el conocimiento del conocimiento para aprender a pensar científicamente. Ahora bien ¿qué conocemos?, ¿qué podemos conocer? ¿qué podemos saber acerca de la realidad?, ¿cómo sabemos lo que creemos saber? ¿Cómo adquirimos conocimiento de la realidad y en qué medida ese conocimiento es seguro? Durante mucho tiempo, los filósofos han reflexionado sobre estos problemas hasta el siglo XX estas cuestiones del conocimiento han llegado a plantear su complejidad y pasaremos a explicar la posición del conocimiento del conocimiento pensado científicamente. ¿Qué es la realidad? La realidad es simplemente lo “dado”, lo “existente”, y es todo aquello con lo que el hombre se relaciona o puede relacionarse en su devenir, es el mundo en toda su base ontológica. Es decir, “lo que puede existir” y “lo que ha existido”. Este concepto de realidad se advierte en dos dimensiones: - la realidad natural, que se identifica con el no-humano (naturaleza). - La realidad social, que se identifica con lo humano (sociedad). Mediante la actividad humana, el hombre se vincula con “lo otro” que no es él. Entonces, según la dimensión de la realidad, esta actividad, se la define como práctica social, que se desarrolla en dos perspectivas: el de las relaciones de los hombres entre sí y de estos con la naturaleza exterior. A lo largo de la historia ésta se ha presentado bajo formas de cooperación o de conflicto, y ambas aparecen como modos de prácticas sociales. Asimismo, la ciencia, el arte, la ética y la moral son formas de prácticas sociales. Los conocimientos científicos surgen de esa práctica, el hombre interroga a la realidad desde determinado marco de referencia y da respuestas no ajenas a ese marco dentro de determinados contextos históricos y espaciales. Esta práctica social se pone de relieve en tres modos de relación del hombre con la realidad. El modo de trabajar es la actividad mediadora de las relaciones con la realidad, es el origen del conocer y el ser. Formulado de manera más precisa, la actividad humana del trabajo no se reduce solamente a lo económico, sino también con las personas vinculadas con la naturaleza y con los demás seres humanos. El modo de conocer es que las personas nos relacionamos con los modos de conocer, es decir ¿cómo conocemos? El hombre se inserta dentro de una trama socio-natural, y pensamos a partir de nuestras experiencias, como así también desde un cuerpo de conocimientos que nos proporciona nuestra cultura. El conocimiento no es ni una simple y exclusiva especulación intelectual, ni un reflejo de experiencias, sino que en la Ciencia contemporánea muchos conocimientos se adquieren por experiencia indirecta. El modo de ser es preguntarnos ¿cómo son las relaciones del individuo con la realidad? La respuesta a esta cuestión condiciona la problemática a la metodología de la investigación social. La realidad es dinámica y cambiante, así el método para “aprendeher” esa realidad, es la perspectiva desde la cual la analizamos, y ha de ser convincente con ella. El enfoque dialéctico de los problemas consistirá en como captar el movimiento de las cosas cuya forma hecha es más que una configuración transitoria. La necesidad es captar lo diacrónico y lo sincrónico de toda realidad con la que nos relacionamos y esta es la exigencia central para conocer. El problema del conocimiento está relacionado al problema de la realidad o, para ser más precisos de cómo nos relacionamos con esa realidad. El sujeto de conocimiento es un sistema viviente en las condiciones reales de su existencia; y el sujeto-objeto son dos polos de una realidad en relación dialéctica, el primero desde su operar biológico, el segundo como aquello que es observado y conceptuado. En suma, el conocimiento parece ser la resultante de unas interacciones que se producen a medio camino entre la relación del sujeto que conoce y el objeto a conocer. Todos los hombres poseen mayores o menores conocimientos según el grado y modo de participación de la cultura. También existen saberes, que por las formas o tipos de conocimientos se diferencias en dos: saber cotidiano que se adquiere por la experiencia cotidiana, son saberes inconexos entre sí, a veces superficiales constituidos por yuxtaposición de casos, es un modo común, espontáneo que se adquiere con el trato directo de los hombres con las cosas, no sistemático y acrítico, es un saber que puede decir acerca de lo que pasa, pero no por qué pasa lo que pasa. saber científico es una práctica social que se obtiene mediante procedimientos metódicos con pretensión de validez utilizando la reflexión sistemática, los razonamientos lógicos y respondiendo a una búsqueda intencionada. El conocimiento científico nos lleva a una divergencia amplia con el conocimiento de la vida cotidiana y su objeto. En los saberes que se adquieren en la vida, existen conocimientos que se evidencian en la frontera misma del saber científico. El conocimiento científico pretende relacionar de manera sistemática todos los conocimientos adquiridos acerca de un determinado ámbito de la realidad. En consecuencia, se parte del supuesto que existe un mundo objetivo, independiente del sujeto, pero esa realidad del mundo objetivo debe ser captada y aprendida por alguien, un sujeto cognoscente que percibe a través de mediaciones (teorías, conceptos, categorías, modelos) y a través de predisposiciones, es decir, elementos que están subyaciendo en nuestro modo de pensar y hacer, y de los cuales no siempre somos conscientes como, los paradigmas, las cosmovisiones etc. Afirmamos que existe una realidad independiente del sujeto cognoscente, pero el conocimiento que tiene el sujeto se encuentra enraizado vitalmente con la constitución física, biológica, cultural de la persona que conoce. Este lee la realidad, la observa y la conceptualiza a través de las mediaciones que ya se han hecho referencia. No existe una simple relación entre objeto y sujeto, no hay lectura directa de hechos, ni de fenómenos, ni de procesos, ni de experiencia. Hay pues: Un sujeto/Observador/Conceptualizador Un objeto/Observado/Conceptualizado Este modo de ver el problema del conocimiento nos condiciona en ver nuestro pensamiento con el enraizamiento del sujeto en las condiciones de su sociedad y el carácter histórico de la producción científica nos lleva a suponer el condicionamiento del conocimiento en cuanto a producto cultural. La situación contextual, en la coyuntura en que se desarrolla ese conocimiento Los marcos referenciales apriorísticos como las opciones científica e ideológicas Los supuestos metateóricos subyacentes: ontológicos, gnoseológicos, lógicos, epistemológicos y paradigmáticos Los factores personales Por último, preguntarnos ¿para qué se conoce?, tiene una respuesta: El conocer no es neutro en su intencionalidad, siempre se conoce para algo. Aquí no se entiende la intención como acto del entendimiento dirigido al conocimiento de un objeto, sino la intención de la finalidad del conocer. Esta cuestión no se agota con sólo indicar la finalidad del conocer (verificar hipótesis, diagnosticar una situación problema, etc.), sino que alcanza el problema de a quién sirve el conocimiento. Las Ciencias Sociales no son avalorativas ni apolíticas; la intencionalidad última del quehacer científico es la dimensión política de la ciencia. Por lo tanto, la tarea de hacer ciencia no puede desvincularse de su intencionalidad, y esto por una razón fundamental, la ciencia no tiene en sí misma su razón de ser. Cuestionarnos ¿cómo conocemos? ¿Qué conocemos? Y ¿cómo se ordena nuestro conocimiento? Son puntos que se han formulados todos los hombres de ciencia desde la antigüedad. Hoy la gnoseología y la epistemología son las disciplinas que desde la filosofía se ocupan de contestar estas preguntas. El término epistemología, en algunos casos significa lo mismo que gnoseología o teoría del conocimiento. En un caso más limitado, se contextualiza a la temática que describe al conocimiento científico. Debido a su referencia de la ciencia, su lenguaje y su metodología se fueron acercando en muchos aspectos a los modos del trabajo del científico, sin que por eso se confunda con la ciencia y se tomo distancia simultáneamente del lenguaje filosófico más tradicional. Algunos autores la consideran que la epistemología es la “ciencia de la ciencia”. En un sentido más amplio, la Epistemología, también estudia sobre la estructura interna de las teorías, analizando los aspectos semánticos y sintácticos de los conceptos y enunciados científicos; además indaga sobre la vinculación de las teorías con sus referentes empíricos o no y las relaciones con las diferentes teorías; asimismo, tiene especial interés por las prácticas científicas y sus contextos (psicológico, sociológico y político). Desde esta mirada la Epistemología pierde su carácter metateórico, es decir, la relación entre ciencia y filosofía, y en algunos aspectos esta reflexión se acerca al conocimiento que se realiza desde una teoría determinada, sobre todo con algún alcance explicativo de sus propias categorías e hipótesis, tales como, la psicología, biología y otras. A la Metodología de las Ciencias se la considera como un subconjunto de problemas dentro de la epistemología, y tiene como objetivo evaluar los procedimientos utilizados por la ciencia. En un nivel más de precisión dentro de la metodología se encuentran las técnicas de investigación, que analizan y discuten los procedimientos particulares de búsqueda y procesamiento de conocimientos, como la confección de encuestas, diseño de experimentos o técnicas de muestreo. Asimismo existe otra disciplina filosófica que se ocupa de la ciencia y que se la puede considerar con el mismo alcance que la epistemología que es la Filosofía de la Ciencia, aunque existen algunas diferencias entre ambas. Si la epistemología estudia el conocimiento científico, la filosofía de la ciencia indaga un campo más amplio referido a las cuestiones éticas y ontológicas. Entre las primeras están los valores que sustentan a la ciencia y los conflictos internos y externos. En tanto, los segundos se encuentran los problemas referidos a la naturaleza de las entidades estudiadas, sus propiedades y sus relaciones. Componentes del conocimiento La idea de conocimiento se mezcla con cuestiones lingüísticas, el conocer o saber puede ser de dos tipos, un saber proposicional donde “saber que p” es una proposición cualquiera, ejemplo Río Cuarto es una ciudad de la provincia de Córdoba; y por otro lado un saber práctico que responde a un “saber cómo”, de carácter instrumental, ejemplo saber manejar un auto. Se corresponde en parte con el saber natural y está referido al aprendizaje de procedimientos y de destrezas y habilidades. El saber proposicional se caracteriza por un sujeto que conoce lo que expresa la proposición “p”, si cree en la verdad de “p” y si hay fundamento para creer en ella. Por creencia se denomina a la operación psicológica de adhesión o asentimiento a una proposición o enunciado. Por verdad se entiende la relación de correspondencia entre un enunciado y un estado de cosas. Este saber proposicional es fundamentalmente conocimiento intelectual. Saber proposicional es un saber expresado en proposiciones, este es el saber producido por la Ciencia. Las proposiciones son enunciados descriptivos que se refieren a hechos o fenómenos que afirman o niegan “algo” sobre el mundo. Por eso una pregunta o una orden no puede ser nunca proposición. No se pueden aplicar los criterios de verdadero o falso. Hemos llegado a decir que saber es conocer el valor de verdad de una proposición, por ej. “sea que el hombre llego a la luna”. El conocimiento contenido en esta proposición es algo que me pertenece, que está contenido en mi conciencia y por lo tanto, me pertenece. Ese estado de conciencia que nos hace poseedores del saber es la creencia en la verdad de esa afirmación. En consecuencia, la creencia en la verdad de las proposiciones que formulamos es algo que nos pertenece, que está en nuestra conciencia, entonces la creencia no es independiente de nuestras opiniones y, por lo tanto es el factor subjetivo del conocimiento. De modo que no podemos saber lo falso, pero tampoco sabemos lo que no creemos, aunque sea verdad. Se puede creer sin saber, no es posible saber sin creer. Conocer implica creer. Creer no implica necesariamente conocer. La creencia es una condición o característica del conocimiento. Conocimiento natural es aquel que se adquiere en forma espontánea, informal, es importante para la supervivencia humana en el medio natural y social y se construye sobre prácticas que pasan a formar parte del “sentido común”. Esta compleja trama de conocimiento constituye la base de otro tipo de conocimiento, es a partir de las cuales adquirimos habilidades, pensamientos, inferimos, comparamos, deducimos, adquirimos preguntas, establecemos regularidades. Este es un campo muy rico de la experiencia humana que se da informalmente y que está moldeada por nuestras disposiciones biológicas y de orden natural y cultural. Muchas veces estos conocimientos obstaculizan el conocimiento científico porque generan estereotipos y expectativas que es difícil de abandonar, cuando la realidad demanda una revisión crítica de nuestras creencias y la búsqueda de conocimientos mejor fundados El conocimiento científico es una modalidad de conocimiento que es interesante considerar desarrollo histórico. Sus orígenes se remontan a la antigüedad (VI A.c. matemática de Pitágoras, física y biología de los jónicos y la historia de Herodoto). El período helenístico, permitió la confluencia del pensamiento especulativo y teórico de los griegos con los conocimientos prácticos de otra cultura como la egipcia. Tuvo importante figuras como Arquímedes, Euclides y Heron. Sin duda la ciencia moderna apareció con Galileo y Torricelli en el siglo XVII. Su característica fue la convergencia del pensamiento teórico con la observación y experimentación empírica. Caracterización del conocimiento científico Búsqueda de la verdad: acceso al conocimiento Racional: debe ser coherente, fundado en razones y argumentos Crítico: auto correctivo, corregible, provisorio Sistematicidad: integración de diferentes sistemas y estructuras lógicamente articuladas Lenguaje Preciso: técnico, empleo de herramientas formales (hipótesis y formulas lógicas) Metódico: procedimientos confiables, para la obtención y validación del conocimiento. General: formulación de leyes, regularidades Por último, en cuento a la integración entre conocimiento natural y científico, se escuchan voces que afirman una completa continuidad entre ambos tipos de conocimiento; en tanto otros marcan radicales diferencias. Mientras que el conocimiento natural tiende a ser rígido y responde a estereotipos, el conocimiento científico es crítico. Muchas de las creencias ordinarias se ven cotidianamente refutadas y cierto conservadurismo, o atrincheramiento del sentido común, ligado algunas veces a prejuicios y a economías de esfuerzos, nos dan cuenta de las discrepancias. Conocimiento Técnico y Tecnológico La técnica constituye un ámbito de conocimiento que tiene una finalidad práctica, porque pretende actuar sobre la realidad. La tecnología es un tipo especial de técnica, es aquella que adopta la metodología científica y que presupone conocimientos científicos. La importancia de la tecnología en nuestra cultura y en el desarrollo del conocimiento es bien conocida. El poder que este conocimiento ha generado y la cultura tecnológica que se ha instalado en las últimas décadas es tema de permanente reflexión. Los cambios sociales que la tecnología es capaz de generar son debatidos desde diferentes perspectivas y modelos políticos. Modo de composición del conocimiento científico Teorías Leyes Disciplinas Modelo a. La teoría es un conjunto de enunciados de distinto tipo conectado con relaciones de compatibilidad e implicación, que pretenden comprender y explicar un determinado dominio de la realidad. Ejemplos teorías darwiniana, la molecular, la cuántica, la de la relatividad. Toda teoría tiene tres niveles: N1. Está formado por enunciados empíricos básicos, singulares y descriptivos, datos y observaciones conectados con la base empírica de las teorías. La base empírica es un conjunto de entidades, fenómenos, propiedades y relaciones de un sector de la realidad los que hace referencia la teoría. Describen, analizan, registran, enumeran, atribuyen propiedades y relaciones. N2. Lo constituyen las generalizaciones empíricas, que pueden ser enunciados universales, enunciados estadísticos, o existenciales. El conjunto de términos de este nivel sigue siendo observacional y preteórico. Generalizan, correlaciona, subsumen, clasifican. N3. Enunciados teóricos, que intentan dar cuenta en profundidad de lo que se conoce de los niveles anteriores y hace uso de conceptos teóricos. Explican, predicen, comprenden, sistematizan, llevan a descubrimientos. Las teorías tienen una serie de requisitos: Consistencia interna (no debe ser contradictoria) Contenido empírico (se pueden deducir los enunciados) Contrastabilidad (se pone a prueba por la experiencia) Sistematicidad (conjunto de hipótesis generales, datos y regularidades de variado contenido) Poder explicativo Capaz de predecir Poder heurístico (capaz de generar nuevos conocimientos) Apoyo empírico (la efectiva contrastación de resultados favorables) Refutabilidad (toda teoría debe ser falsable y cuanto más mejor) Apoyo teórico Aplicabilidad (contribuye a mejorar las condiciones de la vida humana ) b. Leyes científicas son aquellas hipótesis que gozan de cierto reconocimiento por sus amplias confirmaciones durante un tiempo prolongado. c. Las disciplinas científicas La interacción de las disciplinas en el trabajo científico tienen grado de integración creciente, especialmente en el trabajo de investigación se utilizan tres términos: Multidisciplinar: conjunto de científicos que trabajan mancomunadamente desde distintas disciplinas en torno a la resolución de problemas, sin la modificación de conceptos o procedimientos de cada una de ellas. Interdisciplinar: intercambio de información y procedimientos, pero manteniendo las categorías propia de cada ciencia. Transdisciplinar: requiere la creación de categorías y procedimientos nuevos, que van allá de las contribuciones de cada disciplina. d. Modelos estructurales Además de las disciplinas y las teorías existen otras formas de integración de los conocimientos. En algunos casos hay conexiones entre teorías que recorren distintas disciplinas, creando nexos más firme que las disciplinas mismas. Por ejemplo, la teoría mecanicista de distintas disciplinas como la física, la astronomía y la biología. En este caso se comparten principios y supuestos generales a cerca de la realidad y cómo conocerla, así como las metodologías. Khum introdujo el concepto de paradigma científico y trata a esos supuestos generales que condicionan el trabajo del investigador y que trascienden las teorías y en algunos casos las disciplinas. Esos supuestos paradigmáticos determinan, que problemas van a ser abordados, tras ellos se encuadran los investigadores con sus objetivos y métodos durante, un largo tiempo, denominado ciencia normal. Luego aparecen las crisis en las que un nuevo paradigma entra en competencia con el anterior, hasta su triunfo definitivo. Luego se origina un nuevo periodo de ciencia normal en que el paradigma triunfante provee de un marco conceptual distinto e incomparable con al anterior. Ejemplo es la astronomía tolemaica a la copernicana. De este modo, el desarrollo histórico de la ciencia es concebido como una secuencia en la que hay momentos de acumulación lineal de conocimientos, seguidos de saltos disruptivos, que una vez producidos vuelven a estabilizarse en mesetas de ciencia normal. LA CIENCIA Antes de entrar de lleno a definir ¿qué es la ciencia? Es oportuno que ustedes piensen qué idea de Ciencia poseen, como una primera aproximación, ya que han estudiado conocimientos proporcionados por otras disciplinas científicas y, de manera especial, por formar parte de nuestra cultura, en la cual la ciencia es muy famosa. Es una definición preliminar y provisoria, pero constituye la base, sobre la cual se hará más profunda y compleja a medida que vayamos entrando en su estudio. Ciertas definiciones de Ciencia Ciencia y método Es un conjunto acumulativo de conocimientos obtenidos por el método científico Ciencia y conocimiento El conocimiento obtenido debe ser general, falible, exacto y objetivo. Ciencia y tecnología Semejanza tecnología. Ciencia y sociedad Carácter social de la ciencia aceptamos y valoramos el conocimiento científico determinado por las situaciones socio-históricas en que trabajan los científicos. Ciencia concepto múltiple Todas las definiciones pueden ser objetadas, pero cada una de ellas entre ciencia y nos ofrece información valiosa para entender la complejidad y la multiplicidad del sus dimensiones. Cómo se dividen la Ciencias Desde la antigüedad hasta nuestros días hubo una variada gama de cómo se separaban las ciencia, algunas se encontraban dentro de clasificaciones más amplias del conocimiento humano en general. Se agrupaban en ciencias experimentales y no experimentales, sagradas y profanas, morales y positivas, naturales y sociales, duras y blandas. Es evidente que al comparar las clasificaciones, cada una de ellas se funda a partir de algún criterio o propiedad que se destaque y que constituye el fundamento para su clasificación. En muchos casos el supuesto subyacente a la clasificación es ontológico y da por sentado que la realidad está formada por distintos tipos de entidades, y a partir de esa división se asigna a cada disciplina científica el estudio de cada una de ellas. También ha sido frecuente clasificar las ciencias desde el punto de vista gnoseológico, es decir, sobre las bases de supuestos acerca de cómo conoce el ser humano. Bacón, en el siglo XVII distingue en el hombre tres facultades: razón, memoria, y fantasía, en la primera hace corresponder a la ciencia propiamente dicha, subdividida en ciencia natural, teología natural, y ciencias del hombre; en la segunda la historia y, en la tercera, la poesía. Otro criterio ha sido el metodológico, por eso la división entre ciencia experimentales y no experimentales, inductiva y deductiva. Cuando los supuestos que dan fundamentos a una clasificación son discutidos la clasificación es abandonada y reemplazada por otras. Actualmente se ha impuesto una clasificación que se divide en ciencias formales y ciencias fácticas, esta clasificación es necesaria para los intereses de la epistemología, metodología y el tipo de enunciados propios de cada una de estos dos grupos de ciencias. Ciencia Formales Ciencias Fácticas Disciplinas Disciplinas Naturales Sociales Lógica y Matemática Física Psicología Química Sociología Astronomía Antropología Biología Economía Geología Lingüística Meteorología Pedagogía Historia Las ciencias formales se identifican por no son empíricas, ya que no hacen referencia a ningún dominio de la realidad. Sus enunciados son analíticos, cuya verdad o falsedad no depende de su correspondencia con la realidad, sino de los componentes internos de los enunciados, y la verdad es necesaria como verdades de razón que es verdadera en todo mundo posible. Con respecto a la naturaleza de las ciencias formales en su objeto estudia entes ideales, según esta posición los objetos matemáticos existen y el matemático los descubre. En contraposición se afirma, la posición constructivista, que dice que las construcciones de las entidades las realiza la mente del hombre y son producto de la creación humana y ponen de manifiesto las estructuras de la inteligencia humana. No habría nada que descubrir, sino que son creaciones de nuestra especie. Otros sostienen el carácter meramente sintáctico de estas ciencias, piensan solamente en el lenguaje artificial, que parte de conjuntos reducidos de signos y fórmulas primitivas y mediante reglas de formación y de transformación generan un sistema complejo de fórmulas derivadas del conjunto de partida. El método que utilizan la lógica y la matemática es la deducción, en algunos casos las inferencias se efectúan a partir de hipótesis o premisas, o en otros a partir de axiomas, en cuyo caso la secuencia deductiva se considera que es una demostración. Lo relevante de las ciencias formales es su doble rol. Por un lado, funcionan como cualquier disciplina científica, con sus problemas, métodos y temáticas propias, sus conceptos y campo de investigación. Pero por otro lado, tienen un valor instrumental, ya que son herramientas de amplia aplicación en cualquier otra disciplina científica. Las ciencias fácticas se caracterizan porque recortan como tema de estudio determinado campo de la realidad, delimitan problemas, procesos, y propiedades de un dominio, como por ejemplo la física, la biología, la química, la economía. Estas problemáticas no son fijas ni rígidas, sino que van cambiando a los largo de la historia de los pueblos, a veces se amplían las áreas de investigación, y otras suelen reducirse perdiendo vigencia o se subsumen en otras. Lo relevante de las ciencias fácticas es que deben contrastar sus afirmaciones con la realidad, deben poner a prueba la verdad o falsedad de sus enunciados. En cuanto al lenguaje, sus enunciados son sintéticos, a veces tienen enunciados analíticos cumpliendo funciones instrumentales y organizacionales. Existen, también definiciones estipulativas, enunciación de reglas y leyes lógicas y matemáticas que se utilizan. Las unidades de análisis más importantes son las teorías que configuran sistemas de conocimientos y de creencias que en forma simultánea y sucesiva están presentes en todas las ciencias fácticas. Las ciencias fácticas de dividen en dos grandes grupos: las naturales y las sociales Existe una discusión ardua entre esta división, pero desde el punto de vista metodológico, cabe destacar que los dos tipos de ciencias utilizan teorías y, ambas contrastan sus afirmaciones con la realidad. Algunos interesados, en resaltar las diferencias, contraponen ciencias humanas con ciencias exactas, cuando en sentido estricto sólo son exactas las ciencias formales. También distinguen entre ciencias duras y blandas (las humanas), pero se puede argumentar, como bien se ha dicho, que no hay ciencias duras y blandas sino modos “duros” y “blandos” de hacer ciencia. Es convincente que en las ciencias humanas se enfrentan a problemas específicos, que tienen que ver con la multiplicidad de factores intervinientes, la presencia de valores, la intencionalidad de las acciones humanas, su carácter histórico y el doble rol del sujeto-objeto de conocimiento. Estas diferencias han llevado a los epistemólogos a defender la división radical entre lo que es propio de las ciencias naturales y los que es característico de las ciencia humanas. Aprender a pensar desde el Paradigma de la Simplificación al de la Complejidad Existe una interdependencia entre el conocer y el pensar. Saber pensar no es lo mismo que saber estudiar. Por eso pensar es la forma de detenerse frente a las cosas, de interrogarlas y de expresar las respuestas razonadas y reflexionadas. Cuando se trata de Ciencia estas respuestas se expresan en una abstracción científica. El pensar es algo más complejo y más importante que saber estudiar, es una cualidad. Simplemente se comparten algunas reflexiones del pensar para incitar a la ello... ¿por qué no se enseña a pensar, siendo una capacidad que se puede adquirir? Es cierto que pensar es algo peligroso contra lo establecido. Para ello hay que “ver” “algo que pasa”, para saber cómo dice Morin requiere saber pensar lo que se ve y saber pensar el propio pensamiento. De ahí la necesidad de pensarnos pensando; de conocernos conociendo. Cómo desarrollar esas capacidades del pensamiento. Este saber pensar no se obtiene por medio de una receta técnica o método. Para ello Morín nos indica el camino: Tenemos que comprender: Qué reglas ordenan el pensamiento que nos hace organizar lo real; Qué principios, seleccionan/privilegian ciertos datos, elimina otros. Saber pensar significa indisociablemente saber pensar el propio pensamiento Aprender a pensar es que cada persona es capaz de pensar en sí mismo acerca de sus sistemas referenciales Hoy para pensar hay que situarse en un contexto global y planetario El impacto de la revolución científica, la globalización, mundialización mercado, la inmediatez, lo qué es, lo dado, lo real. Se advierte que teorías, ideologías, paradigmas, categorías de análisis están puestas en insuficiencia explicativa. Aprender a pensar en la era planetaria es necesario situarse en ese contexto y exige que la evolución de la ciencia y métodos científicos un nuevo modo de pensar. La revolución científica ha provocado en la Ciencia una mirada positiva con fe en la ciencia, y otra, más pesimista y crítica. Problemas que enfrenta la humanidad actualmente. Expansión demográfica, diferencias sociales, problemas climáticos, deterioro ambiental, Saber Pensar 1. Rapidez en la obsolencia de conocimientos científicos La sociología estudió el cambio hoy se indaga sobre la aceleración del cambio se produjo un obsolescencia de los conocimientos entre 1900 1985 el campo de la ciencia duras física, química y biología se multiplicaron por dos cada década y entre 1985-2000 se acortó. En la informática en dos o tres años se duplicaron las mejoras proceso de autoestructuración de nuevos conocimientos aprender a aprender. Necesidad de formación permanente y revisión y crítica constante de nuestros saberes. 2. Pensar desde la incertidumbre y perplejidad Las sociedades se hicieron más complejas, la incertidumbre mayores en los personal, social, económico, político y cultural, la incertidumbre se extendió al universo en su totalidad. Según Hannh Arendt pensar sin barandas. Hoy en el campo de la ciencia hemos pedido las barandas que eran certeza donde nos apoyábamos. Esto se expresa en una relación dialógica orden/desorden/organización, los hechos son simple constructos intelectuales, es decir, una creación cultural, no hay realidad objetiva, sino tantas construcciones mentales como afirmaciones que se hacen de esa realidad. Este modo de pensar y de actuar nada tiene que ver con la ciencia cuyas conclusiones y resultados son apenas una etapa en el camino hacia la verdad como dice Bertrand Russell la ciencia es un conjunto de verdades de validez relativa, nunca se tiene la certeza de haber captado a la verdad. Toda Ciencia, toda técnica, todo pensamiento, toda vida está siempre en permanente devenir. Ese devenir nos hace vivir en la incertidumbre. Quien dice yo pienso siempre igual, dudo que sean personas que piensan. Las ideas, los pensamientos, las formulaciones teóricas no son dogmas, todo es siempre indefinidamente modificable. Esto elimina toda soberbia intelectual y los lleva a una interpelación permanente del aprender haciendo. 3. Pensar la complejidad La complejidad es un concepto que la ciencia moderna intenta aprender sin haber conseguido todavía definir satisfactoriamente. Por eso el conocimiento complejo nos exige, situarnos en la situación, comprendernos en la comprensión y conocernos conocedores. Según Morin. Esto nos lleva a expresarnos Desde el paradigma de la simplicidad a de la complejidad. Estamos frente un cambio de paradigma, según Khun, no es momentos para avanzar en la ciencia normal, sino en la ciencia revolucionaria. Un paradigma entre en crisis cuando los problemas no se pueden solucionar dentro del paradigma vigente. ¿Qué es un Paradigma? Vamos a recordar lo que significa esta palabra. Un paradigma es un modelo de interpretación de la realidad pasada y presente, en palabras de Guibourg y otros (2001: pp.188-189): “es un grupo de proposiciones que, aceptado por la comunidad científica en un momento dado, determinan que es lo que va a considerarse como ciencia en el período de su predominio. El paradigma constituye el trasfondo de toda investigación científica, y determina el alcance y los límites de ésta. El hombre de ciencia no vive fuera de la historia: forma parte de su propia época y su actividad se desarrolla en medio de la aceptación general de cierto paradigma. El investigador comparte habitualmente este paradigma (a menudo tan fielmente que ni siquiera se le ocurre que pudiese ser distinto). Otras veces está en desacuerdo y trata de modificarlo, pero esto último solo ocurre cuando están dadas las condiciones sociales y psicológicas para hacerlo, dado que un cambio en el paradigma representa una modificación de la estructura que percibimos en el mundo, una variación en nuestros esquemas generales de interpretación de la realidad”. Quien introdujo el tema de los paradigmas de la ciencia fue el historiador Thomas Kuhn, a través de su trabajo titulado “La estructura de las revoluciones científicas”. En dicho trabajo analiza los paradigmas dominantes según las diferentes etapas históricas y, a partir de allí, explora cuales han sido los diferentes mecanismos psicológicos y sociológicos por los cuales se fueron produciendo las rupturas de los paradigmas, como, así también, las continuidades de los mismos. En esta parte de la unidad, nos centraremos en analizar dos paradigmas de la ciencia que están en contraposición en este momento histórico en el campo de la investigación científica. Ambos representan formas de aprehender la realidad de manera distinta y, por lo tanto, presentan particularidades que enunciaremos a continuación. Estos dos paradigmas de la ciencia son: El paradigma de la Simplificación. El paradigma de la Complejidad. PARADIGMA DE LA SIMPLIFICACION El paradigma de la simplificación tiene sus inicios durante el siglo XIX, cuando la ciencia clásica positivista se instala en la sociedad occidental aportando su método, el cual se transforma en el único método capaz de aportar “criterios de verdad” a los procesos que se estudiaban. Ahora bien, al paradigma de la simplificación también se lo puede reconocer bajo diferentes denominaciones como positivismo científico, cosmología occidental, racionalidad separada, ciencia clásica, pensamiento único, entre otros. Se puede remontar sus orígenes hasta Descartes y a partir de allí a los inicios de la sociología moderna, a mediados del siglo XIX. El conocimiento científico se identifica como una dualidad, aislando lo que se encuentra unido o igualando lo diverso. En este sentido, el pensamiento originado en este paradigma es de de tipo disociativo, reduccionista, simplificador, unidimensional y disyuntivo, es decir, centrado en observar y explicar una sola dimensión de la realidad. Propende a una visión determinista y mecanicista, a una excesiva racionalización y a la mitificación del método, ya que aspira al conocimiento de lo universal. Exige una interpretación de los fenómenos a partir de la aplicación del método utilizado en las Ciencias Naturales, como la única y exclusiva manera de encontrar respuestas a la realidad que nos rodea. En este sentido, las ciencias Sociales son ubicadas en un estrato inferior, calificadas en muchas ocasiones como “menos científicas”, ya que la aplicación del método positivista mostró desde los comienzos sus limitaciones en este campo de estudio. A continuación vamos a mencionar los principios sobre los cuales se asienta este paradigma, a saber: Disyunción: hace referencia a la separación, es decir separar el objeto de estudio de la realidad para poder comprenderlo. Reducción: se entiende que un sistema puede estudiado a partir del estudio de sus unidades elementales. Abstracción: en este punto se busca lo que unifica a los objetos, descartándose lo que los diversifica. Orden: el universo funciona como un “orden perfecto”. No existe lugar para el “caos”. Determinación: ese mismo universo perfecto obedece a leyes inmutables, es decir, no cambiantes, no modificables, por ende eternas. Objetividad: de la mano de la disyunción se busca que el sujeto se aparte totalmente del objeto a estudiar. De esa manera, se entiende, la subjetividad da lugar a un análisis objetivo, avalorativo. Aespacialidad: el espacio no juega un rol importante, es por esto, que el objeto debe ser separado de su medio, para de esta manera aumentar la objetividad del estudio. Atemporalidad: se produce la aceptación de un solo tiempo. Causalidad: se centra en la linealidad y la simplicidad de los objetos. Mecanicismo: entiende que la sociedad funciona como una máquina. Racionalismo: se fundamenta en el imperio de la razón, fiabilidad absoluta en la lógica para establecer la verdad de las teorías. Control: necesidad de previsibilidad, orden y linealidad. Certidumbre: no existe lugar para la incertidumbre. El conocimiento debe ser claro, y por ende, certero. Es importante, que una vez leído estas líneas busques la definición de las palabras que te resultan desconocidas, para de esta manera, tener una idea más clara de cómo enfrenta la comprensión de la realidad este paradigma. PARADIGMA DE LA COMPLEJIDAD El paradigma de la complejidad sienta sus bases en la Teoría General de los Sistemas, ya que a mediados del siglo XX se asiste a una reformulación de los postulados científicos. Esta reformulación introduce un contenido de tipo sistémico en la forma de hacer ciencia. Como sabemos, la palabra paradigma hace referencia a modelo, a un modo de pensar y de construir los fundamentos científicos de la realidad que nos circunda- A esta nueva modelización se le agrega el sentido de lo “complejo”, no en un sentido peyorativo, sino desde un lugar de superación del paradigma dominante anteriormente citado. El paradigma de la complejidad permite pensar a la vez en una visión tanto estática como dinámica, en la cual la repetición y el cambio están introducidos como variables a tener en cuenta. Es por ello que ordendesorden funcionan como categorías no excluyentes, sino complementarias. Es por esto que se centras en el “análisis de lo caótico”, “es decir, el comportamiento impredecible del sistema pero que responde, no obstante, a un orden subyacente” (Romero Pérez, s/d). Conduce a admitir la diversidad y multidimensionalidad de la realidad antroposocial, introduciendo una visión poliocular de los fenómenos que son objeto de estudio. Por lo tanto, se dice que se persigue la formulación de una teoría polinucleada, es decir, que reconoce que la forma de lograr la comprensión del mundo que nos rodea es a partir de la confluencia de las diferentes disciplinas, reformulado en este sentido los modelos teóricos, metodológicos y los epistemológicos. Así el paradigma de la complejidad reúne una serie de características, a saber: El reconocimiento de la presencia del sujeto en el objeto. No acepta la neutralidad científica, ya que, se insiste en que el investigador es parte integrante de la realidad que intenta estudiar. Ese objeto de estudio se encuentra permeado por su subjetividad, sus valores, sus deseos y su necesidad de conocerlo. La forma de conocerlo es lo que determina desde que lugar se sitúa el investigar. Se concibe a la sociedad como una unidad en la que existe una marcada multiplicidad. No se asienta en la existencia de leyes dominantes, únicas, sino de conductas que regulan a las sociedades, las cuales son múltiples y variadas y sometidas al cambio en todo momento y lugar. Además, concibe la noción de “rizo discursivo” para comprender la autoorganización. No hay una linealidad en el discurso utilizado por la sociedad, no todos hablan el mismo idioma o centran el lente en las mismas necesidades. La forma de expresarse de las sociedades varía con el contexto y por lo tanto ello se manifiesta en el discurso. Realiza una asociación de lo que está desunido, intentando reunir las diferentes partes, relacionando la teoría con la práctica, ya que no se acepta la disyunción (“o es una cosa”; “o es otra cosa”). en este sentido, rescatan la complementariedad de los procesos. A su vez, Edgar Morín (2001; citado en Bonil y otros, 2004) uno de los referentes de este paradigma define siete principios básicos que acompañan guían a este tipo de pensamiento: El principio sistémico u organizador: relaciona el conocimiento de las partes con el conocimiento del todo; El principio hologramático: intenta superar la visión reduccionista y la holísta reconociendo que en las partes esta el todo y el todo en las partes ; El principio retroactivo: muestra como una causa-efecto es también un efecto-causa; El principio recursivo: es decir que la relación comentada en el anterior principio puede presentarse indefinidamente ; El principio de autonomía y dependencia: los seres humanos son autónomos, es decir, poseen la capacidad de “gobernarse a sí mismos”, pero a su vez dependen del medio en el cual se encuentran insertos; El principio dialógico: supera el antagonismo propiciado por la dialéctica reformulando la complementariedad y coexistencia de los términos; El principio de reintroducción: la incertidumbre se transforma en una variable a tener en cuenta ya que todo conocimiento es, ante todo, una construcción mental. En síntesis, hoy la ciencia reconoce que mayor conocimiento, acelera la obsolescencia. Cada vez los cambios que ocurren en el mundo requieren de respuestas más rápidas y flexibles por parte de los investigadores, para no caer en “desuso”. El clima de incertidumbre y perplejidad acelera este proceso de búsqueda del conocimiento como tarea incesante. En este sentido, un buen ejemplo es el desarrollo que en los últimos años adquirió el pensamiento ecológico, que ha ido incorporando términos sistémicos y replanteando la necesidad de incorporar en la ciencia la actitud y ética científica. Podemos afirmar como lo expresa Romero Pérez (s/d) que”si el gran desafío cognitivo que tiene la comunidad académica es, ante todo, contribuir a edificar ese conocimiento unificado, integral, no reduccionista, el gran desafío ético consiste en la no menos importante tarea de hacer emerger un nuevo humanismo que restaure lo humano en el Cosmos”. A partir de lo expuesto en ambos paradigmas, se comprende que la realidad es compleja y que por lo tanto los principios sostenidos y mantenidos por el paradigma de la simplificación deben, en este sentido, también “complejizarse” o bien “sustituirse” por otros principios, que sean más representativos de los tiempos actuales. A continuación, en el siguiente cuadro, se presenta dicha “complejización” o “sustitución” de los principios de la simplificación, en el ámbito del conocimiento científico, hacia el estudio de los fenómenos desde el paradigma de la complejidad. DISYUNCIÓN/REDUCCIÓN POR DISTINCIÓN/CONJUNCIÓN SIMPLIFICACIÓN POR UNIDADES MÚLTIPLES ORDEN PERFECTO POR ORGANIZACIÓN DETERMINISMO POR SINGULARIDAD ABSTRACCIÓN POR HOLOGRAMÁTICO OBJETIVIDAD POR UNIDAD SUJETO-OBJETO AESPACIALIDAD POR UNIDAD ECO-SISTÉMICA ATEMPORALIDAD POR MULTITEMPORALIDAD CAUSALIDAD POR RECURSIVIDAD MECANICISMO POR EMERGENCIAS RACIONALISMO POR DIALÓGICA Y TRANSLÓGICA CONTROL POR AUTOORGANIZACIÓN