Corrientes teóricas de la historia Existen corrientes teóricas que interpretan la historia basándose en elementos fundamentales, tales como: - - - Historicismo: a través del análisis de la historicidad de todo momento social y de postularse como el principio explicativo de las ciencias sociales y humanas en su conjunto a fin de ubicar este principio en la ciencia histórica. El positivismo: como corriente historiográfica que considera los hechos históricos en sí mismos, sin intentar una explicación teórica y de conjunto, sin perder de vista los elementos que dieron valor a esta propuesta como son los conceptos de crítica textual, objetividad, veracidad del hecho, crítica histórica y otros para poder definir el alcance que tienen en la historia. El materialismo histórico: mediante el análisis de las categorías básicas de los modos de producción y fuerzas productivas a fin de comprender que la producción material rige la vida de la sociedad. Dichas corrientes teóricas tienen por objeto conocer los diferentes discursos que utilizan las mismas en la explicación de los procesos y hechos históricos. Historiografía Es el arte de escribir la historia, esto es, la producción escrita y la fuente de interpretación de los hechos históricos. El término Historiografía hace referencia al modo en el cual la Historia es escrita por el ser humano en determinado momento y espacio. Al ser una producción subjetiva que toma y deja ciertos elementos de acuerdo a su interés y a los métodos utilizados, el estudio de la Historia no es nunca igual, lineal e irrefutable, si no que, muy por el contrario, cada momento histórico ha mostrado diversas inclinaciones tanto en lo que hace a la metodología (pasando de estudios empíricos a estudios críticos), como en el objeto de estudio (los grandes hombres, las sociedades, las estructuras de pensamiento, etc.). La Historiografía se ha consolidado como una disciplina científica ya que cuenta con un objeto de estudio y con métodos y recursos con los cuales operar para analizar tal objeto de estudio. En este sentido, algunas de las cuestiones que la Historiografía buscará desentrañar serán elementos como la confiabilidad de las fuentes utilizadas, el marco ideológico de la corriente histórica analizada (ya que tal espectro influye claramente en la visión del proceso histórico que se realiza), la narrativa desarrollada entre otras. Además, la Historiografía también busca entender qué es lo que nos enseña la Historia de la Humanidad, cuál es el objetivo de su desarrollo, cómo pueden convivir o coexistir la subjetividad y la objetividad a la hora de realizar Historia, qué es lo que se considera un evento o acontecimiento histórico y cómo influye el medio en la comprensión de determinados fenómenos históricos. Positivismo En el sentido estricto, el positivismo es el sistema filosófico de Augusto Comte, que fue quien introdujo este vocablo. En su sistema de la ciencia, influye en la difusión de la ideología positivista con la doctrina de la historia llamada “ley de los tres estadios”. Se positivizan así la teología, en que el hombre explica los hechos haciéndolos derivar de la potencia divina; la metafísica, en que los explica recurriendo a nociones abstractas como la sustancia; la positiva que se inauguraba con el mismo Comte, en que los explicaba recurriendo simplemente a los hechos, buscando las leyes que los rigen. En la tercera etapa se renuncia a la búsqueda de lo absoluto, ya se trate de “cosas en sí”, de causas primeras o de causas finales. Por otra parte, Comte procede a clasificar las ciencias para ubicar al positivismo dentro de ellas. Tales criterios de clasificación se ponen de manifiesta en el siguiente orden: a. b. c. d. e. De carácter histórico o cronológico De complejidad creciente De abstracción decreciente Pedagógico o didáctico Serial, en que cada ciencia presupone la anterior y agrega información sobre nuevos aspectos. Dice José Carrillo que: “El primer criterio es el histórico o cronológico; significa que las ciencias están colocadas de acuerdo a su aparición, las más antiguas en primer lugar y las más recientes al final. El segundo criterio es la complejidad creciente que indica que la clasificación de estas ciencias lleva un orden de complejidad que va aumentando, o sea, de las menos compleja (la más simple) a la más compleja. El tercer punto de vista es el de la abstracción decreciente, el cual implica que cada ciencia está colocada de la menos abstracta a la más concreta. El cuarto criterio es el pedagógico o didáctico, que señala el orden en que deben enseñarse las ciencias fundamentales. El quinto y último juicio clasificatorio es el orden serial, que muestra que las ciencias están ordenadas en serie, porque se hallan íntimamente vinculadas entre sí, de modo que cada una enlaza con la anterior, por supuesto estudiando nuevos aspectos. Materialismo histórico Con objeto de comprender que la producción material determina la vida de sociedad, es preciso referirnos al materialismo histórico que nace en la década de 1940 en que Marx y Engels extendieron su tesis del materialismo dialéctico al conocimiento del desarrollo de la sociedad y explicaron la historia por medio de diferentes formaciones económicas-sociales que aparecen a lo largo de la historia. Los varios modos de producción son los que, en el desarrollo histórico de una sociedad, constituyen la base de la vida del hombre; en ese proceso progresivo que va desde la forma más baja de la sociedad hasta las más altas se da una serie de contradicciones y luchas entre las fuerzas sociales nuevas y las ya caducas. La expresión materialismo histórico fue empleada por Federico Engels para aplicarla a la doctrina de Carlos Marx, según la cual el factor económico es el que condiciona todos los hechos sociales. Engels escribió: “es la estructura económica lo que constituye la base real que permite explicar, en último análisis, todas las superestructuras de las instituciones políticas y jurídicas, lo mismo que las maneras de pensar filosóficas, religiosas y demás de cada época. Las relaciones económicas son relaciones de producción e intercambio y se fundan en el trabajo, actividad esta última que el hombre ha desarrollado siempre. Las relaciones de producción y de intercambio son las que originan la aparición de las clases sociales, cuyas luchas constituyen toda la historia. Es en función de esas luchas que puede entenderse por qué los hombres piensan, sienten y hacen actuar luego a su vez sobre la economía y sobre la lucha de clases”.