CULTURA El Himno Nacional y sus letras D iez años después de la publicación del Real Decreto 1560/1977, por el que se modifica y regula el Himno Nacional, ha vuelto a suscitarse el ya manoseado tema de su letra. Nuevamente salta la polémica y la controversia sobre la necesidad o conveniencia de ponerle texto a la composición hímnica. Como sabemos por los medios de comunicación, han sido los deportistas y más concretamente Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español, quien ha puesto sobre el tapete, y digo bien tapete porque parece un juego, el controvertido tema. Los deportistas españoles, y tienen razón, se sienten incómodos cuando asisten a la interpretación del Himno Nacional en los campos de fútbol y otros foros deportivos, y tienen que permanecer mudos, cuando sus compañeros de otras nacionalidades entonan con orgullo sus respectivos himnos. Para corregir esta situación, el señor Blanco lanzó su idea, que creemos no sólo acertada sino plausible; sin embargo, en las circunstancias políticas actuales de nuestra Nación, la idea nos parece un poco fuera de lugar e inviable, como se ha podido constatar recientemente. Por otro lado, resulta sorprendente y casi surrealista que sean los deportistas y no los políticos, como debiera ser, quienes se preocupen por un tema que en realidad nos afecta a todos los que nos sentimos españoles. En el polémico tema, personalmente me inclino a favor de los que defienden que es mejor dejarlo como está, es decir, sin letra. En primer lugar, porque resulta paradójico y casi absurdo que en una época en que se cuestiona no sólo la unidad de España sino su propia existencia, atacada abierta o solapadamente por políticos e ideólogos de determinadas tendencias, sea el texto del Himno Nacional tema que haya levantado tanta polvareda. En segundo lugar, consideramos que en estos momentos es sumamente difícil elaborar una letra que satisfaga a todos los españoles, pues seguramente agradará a unos, enfadará a otros y dejará indiferentes a una gran mayoría, dado el reverdecimiento actual de antiguas querellas de las dos Españas, y dado también que han nacido una serie de generaciones de jóvenes menores de treinta Paulio Cubero, autor de la letra para el Himno Nacional seleccionada por el Comité Olímpico Español. MILITARES 83 42 MARZO 2008 años que no han recibido la adecuada formación que les permita identificarse con los valores patrióticos que todo himno nacional comporta. Queda por último el aspecto técnico de la cuestión. El Himno Nacional de España no nació como tal, sino como adaptación de una marcha militar, en este caso «La Marcha de Granaderos», de Manuel de Espinosa, compuesta en el siglo xviii y que nada tiene que ver con la estructura y la naturaleza de un himno nacional como, por ejemplo, los de Alemania, Austria, Hungría o Gran Bretaña, de ahí la gran dificultad de concertar música y letra. CULTURA Las letras Según el diario El Mundo del 4 de noviembre de 2007, el Comité Olímpico, la Sociedad General de Autores de España y otras entidades recibieron siete mil letras diferentes, de las cuales mil cuatrocientas llegaron al Jurado Calificador, que eligió la de un señor llamado Paulino Cubero, de Granátula de Calatrava (Ciudad Real), que reza así: ¡Viva España! Cantemos todos juntos con distinta voz y un solo corazón. ¡Viva España! Desde los verdes valles al inmenso mar, un himno de hermandad. Ama la Patria pues sabe abrazar, bajo su cielo azul, pueblos en libertad. Gloria a los hijos que a la Historia dan justicia y grandeza democracia y paz. Para lo que nos temíamos, la letra que acabamos de transcribir –dado el momento político presente–, no está del todo mal, pero a nuestro juicio le falta belleza poética y el reflejo de la grandeza histórica de esta Nación milenaria que ha dado luz a los pueblos de la inmensa Hispanidad. Como diría aquél, para este viaje no se necesitaban alforjas, pues si entre siete mil letras no se ha encontrado una que mejorase la presente, que por cierto ha sido retirada, el españolito de hoy más vale que se dedique a otra cosa. De todas formas, no alcanzamos a comprender, o lo comprendemos muy bien, por qué se ha montado todo este número de la letra, cuando lo único que habrá que hacer es revisar las ya existentes, alguna de las Monumento a José María Pemán situado en el Parque Genovés de Cádiz. cuales podrá ser válida con pequeñas modificaciones. A partir de 1843, en que Ventura de la Vega pone letra a la «Marcha Real», hoy Himno Nacional, se han escrito más de una docena de textos, entre los cuales elegiríamos algunas estrofas del compuesto por Eduardo Marquina en 1927, o mejor aún el de José María Pemán, ilustre poeta y escritor en el olvido, que la escribió durante el Gobierno del general Primo de Rivera (1928) con la siguiente letra: ¡Viva España! Alzad las frentes hijos del pueblo español que vuelve a resurgir. Gloria a la Patria que supo seguir sobre el azul del mar, el caminar / del sol. ¡Triunfa España! Los yunques y las ruedas cantan al compás del himno de la fe. Juntos con ellos cantemos de pie la vida nueva y fuerte de trabajo / y paz. Durante los años de la Guerra de 1936-1939, se cambió la frase «Alzad MILITARES 83 43 MARZO 2008 las frentes hijos» por «Alzad los brazos hijos». Entendemos que sustituyendo la segunda de las frases, que puede ofender los castos oídos demo-liberales, podría servir la letra, que por supuesto es –a nuestro juicio– la mejor, y además la hemos cantado millones de españoles durante la década de los cuarenta y ya minoritariamente en nuestros días. Para terminar diremos que en principio nada hemos tenido que objetar a la composición del Jurado calificador del Himno Nacional, únicamente que resulta chocante e incongruente que en él no figurasen un compositor y un escritor militar, como por ejemplo José López Calvo, músico militar, y José María Gárate Córdoba, prestigioso escritos e historiador, autores, entre otras muchas obras, de la letra y música del «Himno de la Hermandad de Veteranos de las Fuerzas Armadas». Pensamos en buena lógica, que los autores castrenses suelen ser los que más saben de himnos y canciones patrióticas, especialmente en casos como el de nuestro Himno Nacional, cuyo origen es claramente militar. A. M. C.