San Manuel Bueno, mártir Miguel de Unamuno 1.Temática La novela condensa el mismo sentimiento trágico de la vida expuesto por Unamuno en sus ensayos, novelas, poemas y dramas anteriores: la duda, el temor de que el yo íntimo del autor desaparezca definitivamente con la muerte. Tema central: la inmortalidad del hombre Toda la trama gira en torno a la angustia íntima de don Manuel, que desea creer en la inmortalidad del alma, pero se siente incapaz de tener fe, de vivir de la misma fe de su pueblo. Don Manuel se debate en una lucha íntima entre la razón –que le niega la inmortalidad del alma-, y la voluntad –que le alienta en la búsqueda de la fe. La novela, a través de la narradora, va desvelándonos progresivamente la falta de fe de don Manuel: - - Oscura y desconocida angustia al repetir con sentimiento trágico cada viernes santo la invocación de Cristo al Padre: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?” Silencios del sacerdote al rezar el credo. Actividad exagerada que delata su miedo a la soledad. En la agonía de la madre de Ángela, don Manuel intenta convencer a Lázaro para que haga a su madre la promesa de que rezará por ella. Lázaro comunica a Ángela el secreto de don Manuel: el párroco no cree en la vida eterna. La propia Ángela cree reconocer la confesión de su secreto en las evasivas de don Manuel. En su última misa, le dice a Lázaro al darle la comunión: “No hay más vida eterna que ésta…” En la hora de su muerte continúa sin poder creer y pide, por ello, a Ángela y Lázaro que se ocupen del pueblo como él lo había hecho. No obstante, su deseo de fe se revela en su última voluntad, en su solicitud de que lo entierren en una caja hecha con las tablas del nogal a cuya sombra jugó de niño, porque Manuel identifica infancia con fe. Ángela, finalmente, duda de la falta de fe de don Manuel y de su hermano Lázaro. Al cabo, para Unamuno, la verdadera fe del hombre es la fe del que duda, del que desea creer. Sólo la duda alimenta la fe. Tema secundario: enfrentamiento entre una verdad dolorosa y una paz ilusoria En la novela aparecen dos concepciones de la existencia: 1. Aquella que se basa en una verdad dolorosa, dictada por la razón, según la cual el hombre es un ser destinado a la muerte y a la inmortalidad del alma es sólo una ilusión inventada por el hombre para hacer más soportable la existencia. 2. Aquella que se basa en una paz ilusoria, fruto de la fe en Dios y en la inmortalidad del alma. De esta forma, el hombre vive feliz y tiene paz interior, alimentando la esperanza en la vida eterna. Lucha dialéctica entre contrarios Planteamiento del problema Reacción Personajes La razón nos dicta que no hay vida eterna. Verdad dolorosa: vida angustiada Don Manuel Lázaro La fe permite creer en la inmortalidad del alma. Verdad gozosa: paz y contento de vivir. El pueblo (Blasillo) ↓ ↓ Confusión y duda —> Ángela Carballino ¿Qué es verdad y qué es mentira? ¿Qué es lo vivido y qué lo soñado? ¿Qué es creer? 2.Estructura 2.1.Externa La novela está dividida en 24 secuencias breves sin numerar ni titular. El fin de una secuencia se separa del comienzo de la siguiente por un espacio en blanco. Cada secuencia desarrolla un motivo o anécdota argumental distinta. 2.2.Interna Las memorias de Ángela Carballino. Adoptando la forma externa de un libro de memorias, Ángela narra en primera persona sus recuerdos de la vida de don Manuel. Conocemos, por tanto, la historia del párroco desde la perspectiva de Ángela y a través de sus recuerdos. El recurso del manuscrito encontrado. La novela consta de una última secuencia en la que el autor –Miguel de Unamuno- finge haber encontrado “este documento, esta memoria de Ángela Carballino”, y se hace pasar por mero editor de texto, aunque comentando el contenido de la narración. 1. Presentación y justificación de las memorias (secuencia 1). 1.Memorias de Ángela Carballino (secuencias 1-23) 2.Epílogo de Unamuno (secuencia 24) 2.Cuerpo central de las memorias (secuencias 2-21) -Primeros recuerdos de Ángela sobre don Manuel. -Recuerdos de Ángela, entre los 16 y los 24 años -Relaciones Lázaro-don Manuel. Revelación del secreto del párroco. -Muertes de don Manuel y Lázaro. 3.Reflexiones finales de Ángela (secuencias 22-23) -Referencias al “manuscrito encontrado”. -Unamuno finge ser mero editor de las memorias. -Opiniones de Unamuno sobre el contenido del relato: -Paralelismo don Manuel-Moisés en torno al problema de la salvación. -El pueblo no hubiese aceptado nunca la falta de fe de don Manuel. Voz de la narradora Voz del autor 3.Tiempo Tiempo histórico o externo. Aunque el tiempo histórico de la novela puede situarse en la España rural de principios del siglo XX, la escasez de referencias pone de manifiesto la intención de Unamuno de mantener la atemporalidad del relato, al autor le interesa poner de relieve un problema humano que puede darse en cualquier tiempo y lugar. Tiempo interno. A. El presente del editor de las memorias. Unamuno –autor de la novela- simula haber encontrado un manuscrito de memorias y decide darlo a conocer. B. El presente de la narración. Es el momento en el que Ángela Carballino escribe sus memorias. La narradora expone en la primera secuencia los motivos por los que ha decidido escribir sus recuerdos acerca de don Manuel y reflexiona al final sobre la historia narrada. La nebulosa del tiempo pone un velo entre la narradora y sus recuerdos que permite a Ángela mantenerse en la ambigüedad respecto a la interpretación de los hechos narrados. C. Lo acaecido en el pasado, esto es, la historia del párroco que la narradora rememora. Esta historia sigue un desarrollo lineal, desde el pasado hasta el presente con el ritmo caprichoso de la memoria de la narradora. Aunque intenta recordar los hechos más significativos de la vida de don Manuel, Ángela no puede evitar que el tiempo sea contemplado literariamente desde su propia vivencia personal, desde su perspectiva de narradora-personaje. 4.Espacio El espacio en el que se desarrollan los hechos no se describe, dado que nos hallamos ante una novela de “personalidad”. El paisaje adquiere importancia no por sus características físicas, sino por su función simbólica. Valverde de Lucerna (valle / verde como símbolo de esperanza / luz) es el espacio novelesco vivido como monasterio por don Manuel y como convento por Ángela, dos ámbitos de vida en comunidad, marcados por el deseo de la fe. En la novela se establece una oposición básica entre lo permanente y lo pasajero, entre lo mortal y lo inmortal. El paisaje es permanente, estable… La historia pasa, pero la naturaleza permanece siempre. Por eso, la narradora trata de identificar a don Manuel con el lago, con la montaña, con la aldea, con todo aquello que tiende a la permanencia. El espacio adquiere, pues un significado simbólico paralelo al tema central de la novela, la inmortalidad. Así, la montaña y la nieve sobre ella simbolizarían la permanencia, la inmortalidad, mientras que el lago con la villa sumergida y fundiendo la nieve significaría la desaparición, la aniquilación definitiva. 5.Personajes San Manuel es una novela de ideas y de personajes en la que apenas sucede nada. Los personajes encarnan ideas y sentimientos, sufren, viven, luchan y mueren. No se nos facilitan sus rasgos físicos, sino sus rasgos espirituales: carácter, personalidad, vivencias, sentimientos, creencias… Y los conocemos a través de Ángela, desde su particular posición y su intervención en los hechos, a través de sus propios sentimientos; además, habla desde la perspectiva del recuerdo. El simbolismo de los nombres también se utiliza para su caracterización: o Manuel (Enmanuel): “Dios con nosotros”. o Lázaro: el amigo de Cristo, al que éste resucita. Relaciones entre los personajes: Lázaro (de antagonista a discípulo) ↓ El pueblo y la madre (la admiración) → Don Manuel ← Ángela (hija espiritual: de la admiración al sufrimiento) ↑ Blasillo el bobo (el afecto) Don Manuel Es una personalidad compleja y en ciertos aspectos resulta compleja y contradictoria. En ello influye el que lo conozcamos a través de los recuerdos de que forma fragmentaria acuden a la memoria de Ángela. La personalidad de don Manuel se caracteriza por una contradicción desgarradora entre lo que siente y lo que manifiesta, entre lo que cree y su vida. Su racionalismo lo aleja de la fe, pero ante los demás es un sacerdote de una fe ejemplar. Estas contradicciones llevan a la conclusión de que para Unamuno el problema de la fe consiste en un estado de duda y lucha constantes. Don Manuel no es en sentido estricto un buen sacerdote: carece de vocación, no cree en la vida eterna, se refugia en la hiperactividad y no lleva vida de oración… Pero se compromete voluntariamente a trabajar por el bienestar, la paz y la felicidad de su pueblo. Relaciones simbólicas de don Manuel: o Cristo: el autor busca conscientemente el paralelismo desde el nombre, a frases pronunciadas por el personaje. Se simboliza que don Manuel padeció el mismo sentimiento de abandono y soledad que sintió Cristo en la cruz. o Moisés: al igual que éste guía a su pueblo a la tierra prometida, don Manuel conduce al suyo a la vida eterna. Y al igual que Moisés no pudo entrar en la tierra prometida por haber dudado de Dios, don Manuel queda excluido de la fe en la salvación. o Don Quijote: el apellido de don Manuel coincide con el sobrenombre que daban en su tierra al hidalgo Alonso Quijano, “El Bueno”. o Payaso: éste, aunque embargado por la infinita tristeza por la muerte de su mujer, trabaja manteniendo la apariencia alegre para dar alegría a los demás; es lo mismo que hace don Manuel. Ángela Hay que diferenciar dos facetas: Ángela-narradora. Es un narrador testigo. Para la elaboración de sus memorias se sirve de lo que ella vio y oyó directamente, de lo que le contó Lázaro y de unas memorias que éste empezó a escribir tras la muerte de don Manuel. Mantiene una actitud vacilante ante la verdadera personalidad de don Manuel. Nos presenta a un cura admirable, un santo; pero cuestiona su falta de fe. De ahí su paradójica afirmación final de que Lázaro y don Manuel creían sin creer que creían. Ángela-personaje. Cuando escribe, es una mujer madura. Se trata de una mujer sensible, atormentada por el recuerdo, que quiere desahogarse revelando el secreto que la angustia desde mucho tiempo atrás. Su angustia se ha agudizado con la iniciativa del obispo de beatificar a don Manuel y, por ello, comienza a escribir. El personaje de Ángela carece de sentido si no lo ponemos en relación con don Manuel; sus sentimientos hacia el sacerdote evolucionan a lo largo del relato: o Inicialmente, la admiración. o Cuando regresa a la ciudad, siente por él un profundo respeto y decide ponerse bajo su protección. o Al intuir que algo angustia al sacerdote, aparece la lástima. o Después pasa a colaborar con el párroco. o Finalmente, llega a sentir por él un afecto maternal, que le lleva a preocuparse por su vida espiritual. Lázaro. Simboliza la “resurrección”, es decir, la transformación de un ser muerto a la vida de la fe en un ser vivo, creyente. No obstante, esta resurrección es sólo aparente, puesta al servicio de la obra de don Manuel. No cree y no siente la necesidad de creer. Pero se presta a colaborar con don Manuel porque comprende la importancia de su labor. 6.Técnica narrativa La novela se construye sobre el artificio literario del manuscrito encontrado; así se afianza la verosimilitud del relato, ya que se da mayor entidad física a Ángela y a don Manuel. Además, permite al autor formular comentarios y reflexiones acerca de lo que va sucediendo en el relato. Cuestiones para la valoración crítica 1. ¿Es don Manuel una persona creyente? 2. ¿Cómo es el comportamiento de don Manuel, correcto o equivocado? 3. Reflexiona sobre las actitudes de don Manuel, Ángela y Lázaro ante la fe. 4. Comenta las actitudes que se derivan del tema secundario de la novela: el enfrentamiento entre la verdad dolorosa y la paz ilusoria. 5. Valora el tema de la fe en la duda. 6. Relaciona la novela con el pensamiento de Unamuno.