Monumentos para visitar en el pueblo de Alcalá del Júcar. Aunque Alcalá del Júcar es una población relativamente pequeña, en ella podemos encontrar cosas muy interesantes para visitar. 1º-En primer lugar iremos a El Castillo de Alcalá del Júcar, según las crónicas, nuestro castillo es de origen árabe y, al igual que el de Jorquera, posiblemente almohade. La extensión del recinto ronda los 4.000 metros cuadrados y, pese a lo vistoso de su emplazamiento, su ocupación debió depender del destino de los castillos de Jorquera y Ves, ya que al estar rodeado de cimas más altas (Las Eras y Las Casas del Cerro), lo hacían relativamente débil, máxime si tenemos en cuenta que la actual torre del homenaje no existía aún en esa época y que la original, la que había entonces, era mucho más baja. Quizás sea Roa y Erostarbe, según nuestra opinión, quien mejor haya definido la apariencia del castillo alcalaeño, al decir que sobre la peña se destacaba “...cual petrificada osamenta de colosal gigante, las ruinas árabes de su castillo, en tiempos inexpugnable”. Esta fortaleza se sitúa en lo alto de un peñón, y allí se encuentran las ruinas de las murallas y un importante albacar separado del resto del espolón por un foso artificial excavado en la piedra, el cual debería ser cruzado mediante una pasarela, ya que los puentes levadizos no se conocían en aquella época. Como se dice en viejas crónicas, Alcalá del Júcar “...tiene un castillo irruido en un espolon que vaja desde donde dicen El Cerro de la Orea, y como en la metad del declive que este tiene hasta el Rio se alia situado dicho Castillo, el que hoy mantiene parte de sus murallas, por la parte del Norte, aunque por las demas partes no la necesita por circunbalarlo un cinto de piedra elevadísimo, y sin albitrio para poderlo escalar.." 2º-Despues bajaremos por sus estrechas calles en busca de su etapa "Troglodítica", y nos adentraremos en sus singulares "cuevas visitables", las mas características son Las cuevas de Masagó, Cuevas del Diablo y Cuevas del Rey Garadén. Las viviendas normales suelen tener, casi siempre, algunas dependencias abiertas a pico en la pared rocosa sobre la que se asienta el pueblo. Cada vecino no tiene sino que ponerse a trabajar en la pared interior si es que necesita ampliar su vivienda. Con este sistema han sido trazadas las cuevas más originales del mundo, que tienen la entrada por el lado del pueblo y se han prolongado a través de un largo túnel, horadando toda la montaña de parte a parte a lo largo de más de cien metros, hasta llegar a la otra vertiente. En el extremo opuesto se han construido restaurantes, cafeterías, etc., entre las que sobresale un comedor con la mesa del centro de roca, moldeada a pico y que se encuentra en las llamadas “Cuevas de Masagó”. 3º- En tercer lugar y callejeando hacia el rio Júcar nos encontraríamos con La Iglesia de San Andrés Apostol, situada en la calle Pósito, en lo alto de la Cuesta Hondonera, a la salida principal se encuentra una especie de rellano que se le dice "El Pretil" el cual nos puede servir para hacer un pequeño descanso. El templo tiene planta de cruz latina, es decir, formada por una nave central y un crucero, siendo su cabecera plana. Las naves que forman la iglesia están cubiertas con bóvedas de cañón, es decir, de sección semicircular. Estas bóvedas de cañón, se construyen con series de arcos de medio punto, pero el gran peso de la bóveda y su carácter macizo, requiere unos reforzamientos internos y otros externos. Los refuerzos internos están formados por arcos transversales que en arquitectura se denominan arcos fajones, los cuales se prolongan hasta el suelo a modo de columnas semicilíndricas adosadas a la pared. Los refuerzos externos, están formados por muros gruesos y los denominados contrafuertes, que son unos machones salientes en el paramento del muro. 4º-Bajamos la Cuesta Hondonera para cruzar el Puente Romano, este es de sillería y consta de cuatro ojos, bajo los cuales corren raudas las aguas del río. Su longitud no es muy grande, ni siquiera importante; la gran luz de sus arcos provoca problemas que sus constructores resolvieron recurriendo a arcos levemente elípticos, que amplían su alcance horizontal sin requerir más altura. Pero el mayor problema, y que no pudieron resolver, fue el de la rigidez física de su estructura. La piedra no admite apenas flexibilidad y ello obliga a que los arcos sean sólidos, indeformables y no excesivamente abiertos para poder resistir cualquier peso. Por eso, el puente de Alcalá del Júcar es macizo de estructura. En la mitad del puente, se hallaba la llamada “Cruz del Puente”, realizada en piedra y derribada durante la última contienda; tras la confrontación bélica se construyó algo parecido a una flecha, llamada “Cruz de la Victoria” y construida para conmemorar el triunfó franquista en la Guerra Civil. Bajo esta cruz, hay situada una lápida que nos fecha la construcción de esta pasarela en el año 1771; en esta losa todavía subsiste una inscripción en cuyas cinco líneas se declara: ESTE PASO ES DE EL AÑO DE 1771 A 27 DE MARZO QUE SE REMATO EL PUENTE 4º- Una vez cruzado el Puente Romano de Alcalá del Júcar podemos dirigirnos hacia la Plaza de Toros, Alcalá del Júcar cuenta con una de las más originales plazas de toros que se hayan construido jamás. Sobre su construcción no se sabe gran cosa aunque esta plaza cuenta, según algunos, con más de 200 años estando considerada por muchos autores como una de las más antiguas de España. Antes de levantarse la plaza, allí había una era para trillar enclavada en la roca y, con anterioridad, la ermita de San Pedro. La portada está realizada a base de sillares y el resto, hasta nivelar el punto más alto, es mampostería trabada con mortero de cal. A partir de ahí, se usa el alzado de tapial calicastrado. También aparece el uso de cadenas (bloques escuadrados) para unir dos lienzos convergentes. Por su parte, las gradas están esculpidas en la roca y los muros son de adobe, habiéndose utilizado, además, el barro, la grava y el ladrillo. La disposición de todos estos materiales hace parecer que los muros estén hechos para soportar un tobogán. En cuanto a su forma, esta plaza no es cuadrada ni redonda, es ovalada y desde arriba recuerda una lucerna paleocristiana. 5º- Bordeando el rio en dirección a La Recueja, a su derecha podemos encontrar La Ermita de San Lorenzo , en un paraje de una gran belleza natural, a unos 3 kilómetros de Alcalá del Júcar. Data de 1579, consta de una sola nave cubierta con bóveda de cañón. Es el templo en donde está todo el año el patrón de Alcalá del Júcar, San Lorenzo, que en las fiestas viene al pueblo hasta el día 15 de agosto que regresa en procesión de nuevo a su Ermita. 6º- De camino a la Ermita, a su izquierda, también podemos visitar La cueva de Garadén, que no tiene nada que ver con la que hemos visto en el pueblo, y que fue un antiguo castillo. Hoy solo podemos ver una gigantesca oquedad, ya que se ha caído el peñón dentro del cual se encontraba. Es un único ejemplo de Castillo Cueva en nuestra península. La tradición cuenta que el Señor de esta fortaleza era un Rey Moro llamado Garadén.