Suplemento electrónico semanal de la Coordinación de Comunicación Social, UAZ, No. 66 El papel de la familia ante la discapacidad por Parálisis Cerebral Infantil • Aceptación, integración, estimulación y rehabilitación de los pequeños con esta condición • Acerca del tema habla la egresada de Psicología Edith Geraldín Guardado, así como los doctores Jorge Luis Girón y Juan Carlos Olivas Francisca Ramírez expuso que su experiencia fue muy difícil, no lo quería aceptar, ni siquiera se atrevía a hablar del tema porque le daba mucha tristeza y se ponía a llorar. “Lo superé en el momento en que lleve a mi hija a los centros recomendados por los especialistas”. Ella comentó que se pudo percatar que había otros niños en situaciones más difíciles. “Fue cuando me dije: Mi niña está bien, está completa, que es lo más importante”. La madre de familia agregó que ya ha aprendido a vivir con esta situación, por la que no tiene motivo para avergonzarse: “Es una bendición de Dios –dijo-- y el motor de mi vida”. Enfatizó que ya no la lastima la discriminación de la gente inconsciente que se mofa y asusta de ver personas con parálisis cerebral, “como si fuera algo malo o contagioso”. Sobre su trabajo de investigación denominado: “Familia y discapacidad: Parálisis Cerebral” conversó con nosotros Edith Geraldín Guardado Flores, egresada del Área Educativa de la Unidad Académica de Psicología de la Universidad Autónoma de Zacatecas. Con esta idea, lo primero que nos dijo es que se debe tenerse claro el concepto de ‘familia’ considerando ésta como el recinto sagrado, el sitio privilegiado para el crecimiento integral y de desarrollo de cada una de las personas que la forman; como el núcleo que da origen a una primera sociedad basada en valores que favorezca en los hijos la estabilidad, las relaciones interpersonales y la madurez de cada uno de sus integrantes. Toda familia humana –dijo-- nace de la unión y entrega recíproca de un hombre y una mujer. La institución familiar tradicional está conformada por el padre, la madre y los hijos, y la clave de su estabilidad es la convivencia armónica y la vivencia de valores éticos, porque ésta es la escuela de las virtudes y el humanismo. La entrevistada expuso que todo ser humano en la familia desarrolla sus capacidades mentales y sus facultades antes que en las instituciones educativas, es ahí precisamente donde aprende a valorar la importancia del mundo social a través de sus relaciones con otras personas. • El nacimiento de un hijo con discapacidad Con respecto a la llegada de un niño a la familia, Guardado Flores señaló que es necesario que la pareja viva la relación emocional con él, pues se requiere del apoyo mutuo para no perder la unión entre ambos, aun con la aparición de un nuevo miembro. No obstante, el nacimiento de un hijo con discapacidad supone un shock dentro de la familia, pues rompe las ilusiones. Es normal que los futuros padres tengan sus fantasías sobre el bebé; imágenes físicas y características del nuevo ser que se incorporará al núcleo familiar. A lo largo de los nueve meses esas expectativas se han ido alimentando esperando con ansia el momento del nacimiento. La inesperada noticia de la discapacidad –explicó-- produce un gran impacto en todo el núcleo familiar, porque la confusión y los sentimientos de aceptación, rechazo y culpabilidad se mezclan de manera incesante, surgiendo constantemente el porqué de la ‘deficiencia física o psíquica’ de un hijo. En muchas ocasiones lo anterior es causal de separación o divorcio que, por lo regular, se debe a la presión económica, que produce trastornos, fricciones, peleas y agresiones destructivas que rompen el matrimonio, y muchas veces se acaba la esperanza de formar una nueva familia. Tener un hijo con discapacidad implica una serie de cambios a los que hay que adaptarse y asimilar cuanto antes de manera positiva, aseveró la universitaria. Agregó que en la actualidad, la visión de la discapacidad está centrada en la integración y la rehabilitación de las personas en su deficiencia o minusvalía. Al respecto, señaló que, como agente activador para la rehabilitación e integración, es necesario conocer a la familia en sus diferentes etapas y situaciones, incluyendo la heterogeneidad de los integrantes y entre las familias, para saber cómo vive el proceso de aceptación. Y es que –afirmó-- en el núcleo familiar donde nace un hijo o un hermano discapacitado existe un duelo que afecta a cada uno de sus integrantes y al funcionamiento como tal. En el matrimonio –continuó-- surgen sentimientos diversos: depresión, pena, coraje, impotencia, ya que la pareja no imaginó que pudieran tener un hijo con problema de discapacidad. Su visión de mundo se afecta enormemente porque ambos se sienten desesperados frente a las visiones de vida, tanto para el hijo como para la propia familia. En cuanto al duelo por discapacidad, éste constituye un constante llamado a vivir los valores de solidaridad, el cuidado y el amor. • ¿Qué es la Parálisis Cerebral? Terapia El Especialista en Cardiología Pediátrica y docente de las Unidades Académicas de Enfermería y Medicina Humana, Jorge Luis Girón Carrillo, tras explicar que la Parálisis Cerebral Infantil (PCI) es una alteración de movimiento y de postura, dijo que “la gente debe entender que todo niño con este problema” tiene una parte afectada del cerebro y que ya no es progresiva la lesión”, a menos, aclaró, que “sea una enfermedad completamente diferente la que haya provocado la PCI. Me refiero a una enfermedad metabólica”. El profesor universitario explicó que el principal factor de riesgo de la PCI (40 a 50 por ciento de los casos) lo constituye el parto prematuro, porque la parte que cubre el cerebro es más delgada y durante el nacimiento rompen vasitos o venas, que trae como consecuencia la hipoxia o baja de glucosa que finalmente puede terminar en una Parálisis Cerebral Infantil. • Clasificación de la PCI Dr. Jorge Luis Girón Al tiempo de señalar que, de acuerdo con la parte afectada y motricidad, la PCI se puede clasificar como leve, moderada, grave y profunda, Girón Carrillo señaló que, en cuanto al aspecto motor, una forma de observar si hay una Parálisis Cerebral Infantil es la siguiente: Si el niño no se lleva las manos a la boca, no pasa objetos de una mano a otra, si no es capaz de sostener la cabeza a los cuatro meses, sentarse a los seis, gatear a los ocho, de pararse a los diez. “Todo lo anterior son señales para que los padres acudan con los especialistas”. El universitario mencionó que el principal tratamiento que existe para esta condición es la fisioterapia, a través de rehabilitación o estimulación temprana. Aunque también --dijo-- existe el tratamiento farmacológico y el quirúrgico, cuando se tienen alteraciones de postura y movimiento y, sobre todo, de calidad de vida. Añadió: “La madre tiene que saber que el primer año de vida del bebé es el más importante para detectar alteraciones motoras y funcionales y que urge una estimulación temprana”. En opinión de la entrevistada, si un niño con discapacidad es acogido y aceptado en el seno familiar, la manera de enfrentar la vida es de aceptación. De manera contraria sucede cuando el pequeño nace en un hogar donde parece ser rechazado o no tomado en cuenta y carece de la atención requerida, la reacción puede ser de rabia y negación frente a su discapacidad. Incluso, muchas veces, un niño discapacitado crece con el sentimiento de culpa de las discusiones y la separación de los padres. • Discriminación por discapacidad Hay familias que discriminan al niño con discapacidad, o bien lo ponen como el centro de sus vidas, olvidando otros aspectos o áreas personales. Al asegurar que “la discriminación social y psicológica es el trato inadecuado y diferente a personas con capacidades diferentes”, la egresada universitaria apuntó que los seres humanos con alguna discapacidad frecuentemente son rechazados y objeto de burlas, de asombro, de aislamiento o exclusión, así como de un trato injusto. “Los discapacitados tienen igualdad de derechos; como todos, sienten y piensan”. De acuerdo con la entrevistada, para superar el bloqueo es necesario que la familia reciba una orientación profesional para que acepte la situación de su hijo, sobre todo cuando surgen sentimientos de desesperanza. “Aunque no es una tarea fácil, todo se puede lograr con amor, confianza, decisión de salir adelante y querer que sea capaz de enfrentarse al mundo y no depender de quienes lo rodean. Se debe estar consciente que tener un hijo discapacitado no es el fin del mundo. Lo que más necesita la familia es ser partícipes en el proceso de educación y rehabilitación del mismo”. • Testimonio Testimonio de una madre Texto y fotos M. en E. Sergio Guardado Ramos, Comunicación Social UAZ Geraldín Guardado compartió el testimonio de la señora Francisca Ramírez, quien dijo ser madre soltera y que su embarazo fue deseado y planeado. Pero, por falta por falta de oxígeno al momento del nacimiento, a su hija le diagnosticaron parálisis cerebral Dr. Juan Carlos Olivas • Importancia del control prenatal Por otra parte, el Especialista en Ginecología y Obstetricia, Juan Carlos Olivas Chávez, Responsable de la Clínica Universitaria de la Unidad Académica de Medicina Humana y Ciencias de la Salud de la UAZ, expuso que es muy importante que la mujer embarazada acuda con regularidad al médico para su control prenatal, así como cuidar que su embarazo curse en los mejores términos hasta la hora del nacimiento. Olivas Chávez explicó que mediante el control prenatal se puede identificar en la paciente la edad materna avanzada, hipertensión, diabetes o alguna otra circunstancia o patología que impliquen riesgos para el feto. Indicó que el trabajo de parto debe darse en un lugar adecuado y bajo la vigilancia profesional de los especialistas, como el pediatra, experto que en un momento dado puede dar la reanimación, cuando el recién nacido sale con alguna señal de hipoxia. “Los primeros cinco minutos del nacimiento son clave” para que el neonatólogo atienda al bebé, concluyó el especialista universitario.