¿Puede prevenirse un cáncer de mama? El cáncer de mama no se puede prevenir, sin embargo estudios recientes parecen demostrar que el riesgo de padecer cáncer de mama se puede reducir realizando ejercicio físico de forma regular (al menos 4 horas a la semana), evitando el sobrepeso y la obesidad tras la menopausia y el consumo regular de alcohol. Además, se ha podido demostrar mediante estudios epidemiológicos, que el uso de tratamientos hormonales sustitutivos durante la menopausia se asocia a un incremento del riesgo de padecer cáncer de mama. El descenso de número de mujeres que reciben este tipo de tratamientos sustitutivos ha coincidido con un descenso proporcional en el número de casos nuevos de cáncer de mama. Por tanto: Evite el tratamiento hormonal sustitutivo tras la menopausia. Si existe una historia familiar de cáncer de mama es conveniente que se pida Consejo genético, que permitirá determinar si se asocia con una mutación genética (BRAC1, BRAC2). En mujeres con riesgo muy elevado de desarrollar cáncer de mama existen varias opciones terapéuticas. La paciente, junto con su médico debe valorar las ventajas e inconvenientes de cada una de ellas y decidir qué opción es la más adecuada. Las posibilidades terapéuticas son las revisiones frecuentes la mastectomía profiláctica y la quimioprevención. ¿Cuándo se debe acudir con un especialista? Los signos clínicos o síntomas del cáncer de mama son variables y pueden ser distintos en cada mujer. Por eso es importante conocer la anatomía normal de la mama y aprender bien la técnica del auto examen para poder detectar cambios sutiles y acudir al médico. Algunos signos de advertencia para detectar el cáncer de mama a tiempo son: Aparición de un tumor o masa palpable en las mamas o en la axila. Endurecimiento o hinchazón focal en la mama. Enrojecimiento focal o hundimientos en la piel de las mamas. Eritema, descamación, ulceración o retracción del pezón. Secreción anormal por el pezón (secreción transparente o sangre). Cualquier cambio en el tamaño o la forma de las mamas. Dolor focal persistente (más de un mes y en la misma región de la mama). Factores de riesgo de cáncer de mama en hombres Existe una serie de factores que pueden aumentar el riesgo de que los hombres desarrollen cáncer de mama: Envejecimiento: este es el factor más importante. Tal como sucede con las mujeres, el riesgo aumenta a medida que pasan los años. La edad promedio de los hombres que son diagnosticados con cáncer de mama es de 67 años aproximadamente. Esto significa que la mitad de ellos tiene más de 67 años y la otra mitad tiene menos. Niveles altos de estrógeno: la presencia de estrógeno estimula la multiplicación celular mamaria, tanto la normal como la anormal. Los hombres pueden tener altos niveles de estrógeno a causa de: o tomar medicinas hormonales o tener sobrepeso, lo cual aumenta la producción de estrógeno o haber estado expuestos a estrógenos en el ambiente (p. ej., el estrógeno y demás hormonas que se utilizan para engordar el ganado, o los productos de descomposición del pesticida DDT, que imita los efectos del estrógeno en el cuerpo) o consumir grandes cantidades de alcohol, lo cual puede afectar la función hepática que regula los niveles de estrógeno en sangre o padecer una enfermedad hepática, que suele producir niveles bajos de andrógenos (hormonas masculinas) y niveles altos de estrógeno (hormonas femeninas). Esto aumenta el riesgo de desarrollar una ginecomastia (crecimiento no canceroso del tejido mamario) así como un cáncer de mama. El tratamiento del cáncer de seno en hombres suele ser una mastectomía, que es una cirugía para extirpar el seno. Otros tratamientos incluyen radiación, quimioterapia y/o terapia hormonal.