1 EL HADES NO ES EL INFIERNO Hades no puede ser sinónimo de infierno, como está manifestado en el hecho de que, antes de la ascensión de Cristo, el Hades es representado como el lugar en donde moran las almas de todos los que han muerto (incluyendo los muertos justos). Hombres tan devotos como Jacob (Gén. 37:25), Job (Job 17:13), David (Sal. 16:10), y Ezequías (Isa. 38:18), esperaban ir al Hades. Y si éstos héroes fueron al Hades, lo mismo ocurrió con todo el resto de justos de la era del Antiguo Testamento. En Génesis 49:33 leemos de uno de los justos de la era del Antiguo Testamento y encontramos las palabras, «...y fue reunido con sus padres.» Este lenguaje aquí no habla de enterrar o dar sepultura. El fue «reunido con sus padres» inmediatamente después de su muerte, porque tenemos el registro en la Biblia de que no fue enterrado hasta después de un buen tiempo (Gén. 50:13). Si él fue al Hades, y si se «reunió con sus padres,» entonces sus padres deben haber estado en el Hades también. (Véase también Gén. 25:8-9; 35:29; 2 Rey. 22:20). Anotaciones