Año 2006, Volumen 22 nº 1 Redacción: CADIME Escuela Andaluza de Salud Pública. Cuesta del Observatorio, n.º 4 Aptdo. 2070. 18080 Granada. España. Tfno. 958 027 400, Fax 958 027 505 www.easp.es e-mail: cadime.easp@juntadeandalucia.es EN ESTE NÚMERO … 1 • Utilización de medicamentos Dermatitis seborreica: tratamiento La dermatitis seborreica es una enfermedad de la piel que no suele ser grave, pero que en ocasiones puede tener una repercusión estética importante. 2 • Tribuna terapéutica Hiperplasia gingival por medicamentos El Boletín Terapéutico Andaluz (BTA) es una publicación bimestral, que de forma gratuita se destina a los sanitarios de Andalucía con el fin de informar y contribuir a promover el uso racional de los medicamentos. Este boletín es miembro de la Sociedad Internacional de Boletines Independientes de Medicamentos (I.S.D.B.). 1 Utilización de medicamentos Dermatitis seborreica: tratamiento RESUMEN ANDALUZ Boletín Terapéutico Depósito Legal: GR–356–1984. ISSN 0212–9450. Año XXI, n.º 153 Enero-Febrero 2006, Franqueo Concertado 18/30 La hiperplasia gingival es una reacción adversa que puede aparecer tras la administración sistémica de algunos fármacos. Puede causar dolor, hemorragia y alteraciones dentarias, además de afectar la estética. La dermatitis seborreica es una enfermedad dermatológica crónica de causa desconocida, que suele afectar a lactantes y adultos. Cursa con lesiones de aspecto rosado-edematoso graso, con escamas amarillo-parduscas, que afectan generalmente al cuero cabelludo, la cara y al tronco, por lo que puede tener consecuencias de tipo estético. Existen diversas opciones que han mostrado eficacia en ensayos clínicos controlados como tratamiento sintomático de la dermatitis seborreica. Entre los tratamientos tópicos, se utilizan medicamentos antifúngicos, corticoesteroides de baja potencia, y algunos preparados con propiedades queratolíticas. También se puede recurrir a un tratamiento antifúngico oral, que generalmente se reserva para las formas graves y refractarias. Así mismo, en la literatura se proponen algunos medicamentos que no están autorizados en nuestro país para esta indicación. INTRODUCCIÓN La dermatitis seborreica es una enfermedad eritematoescamosa y crónica de la piel, de causa desconocida, que afecta principalmente a lactantes y adultos. Con frecuencia cursa con un aumento de la secreción grasa (seborrea) en el cuero cabelludo y en zonas de la cara (nariz, pestañas, orejas) y tronco (áreas preesternal e interescapular) donde los folículos sebáceos son más abundantes. La piel afectada presenta un aspecto rosado y edematoso, con escamas amarillo-parduscas. Su intensidad es variable, y puede adoptar formas clínicas psoriasiformes, pitiriasiformes, y un cuadro de eritrodermia (1). La dermatitis seborreica constituye una de las manifestaciones cutáneas más frecuentes de la infección por VIH, que puede afectar hasta el 85% de estos pacientes (1-3), y también es un signo conocido de los pacientes con enfermedad de Parkinson (2-4). Principalmente se manifiesta en dos periodos de edad: entre los 0 y 3 meses, siendo frecuente; y, durante la edad adulta, debutando a menudo durante la pubertad (2,4,5). Suele cursar por brotes y aunque no suele ser una enfermedad grave, su repercusión estética resulta a veces importante para algunos pacientes; así mismo, las formas extensas y con presencia de prurito son particularmente molestas (5). La causa de la dermatitis seborreica es desconocida (4,5), si bien se ha venido relacionando con Malassezia –anteriormente conocido por Pityrosporum–, que es un hongo comensal presente en la superficie de la piel. El hecho de que la dermatitis seborreica responda a la terapia antifúngica se ha considerado sugerente de que los hongos juegan un papel en esta situación clíni- PRINCIPALES MEDICAMENTOS UTILIZADOS EN EL TRATAMIENTO TÓPICO DE LA DERMATITIS SEBORREICA Medicamento Especialidad Farmacéutica(*) Ketoconazol (DCI) Fungarest®, Fungo Farmasierra®, Keto Cure®, Ketoconazol genérico®, Ketoderma®, Ketoisdin®, Medezol®, Panfungol®. Ciclopirox (DCI) Batrafen®, Ciclochem®, Fugowas®, Sebiprox®. Hidrocortisona (DCI) Ceneo®, Dermosa Hidrocortisona®, Hidrocisdin®, Hidrocortisona Pensa®, Isdinium®, Lactisona®, Scalpicin Capilar®, Schericur®, Suniderma®. Piritiona cíncica (DCI) Zincation®. Brea de hulla Alfitar®, Alphosyl®, Piroxgel®, Tar Isdin®, Tarmed®, Tejel®. Selenio, sulfuro Abbotselsun®, Bioselenium®, Caspiselenium®, Sebumselen®. (*)Especialidades farmacéuticas disponibles en España (junio 2006), excluyendo asociaciones. Tabla 1. Tomada de 7 ca (2). Algunos autores proponen que el cuadro sería la consecuencia de una reacción de la piel a los hongos, por sí mismos o por las toxinas que éstos producen (5); no obstante, su relación con Malassezia no es completamente conocida, y pueden estar implicados diversos factores endógenos del huésped –lipídicos, hormonales, situaciones de comorbilidad y de respuesta inmune– que podrían dar lugar a una reacción individual hacia los hongos de la piel (2,4). En cuanto a su diagnóstico, la dermatitis seborreica puede ser difícil de distinguir de una dermatitis atópica, psoriasis, rosacea o una infección fúngica superficial. Estos casos, así como los pacientes que no responden al tratamiento, deberían derivarse al especialista en dermatología (2). Datos de los EE.UU. presentan una incidencia de dermatitis seborreica en adultos del 3-5% de la población general (1,2) superior a la de la psoriasis (1). En Francia se ha estimado una prevalencia que afecta al 2% de la población general (6), y más generalmente se considera una incidencia del 1-3% entre los adultos (4,6), siendo más frecuente entre hombres que en mujeres (1,6). No obstante, la prevalencia de la dermatitis seborreica resulta difícil de establecer porque a veces los límites entre lo normal y lo patológico pueden ser confusos y, con elevada frecuencia, el paciente no acude al médico (5). No se dispone de datos sobre su incidencia actualmente en nuestro medio. TRATAMIENTO En la actualidad no se dispone de un tratamiento curativo definitivo para la dermatitis seborreica, empleándose diversos tratamientos sintomáticos locales, tanto medicamentos como cosméticos, recurriendo incluso en ocasiones a un tratamiento antifúngico por vía oral. Entre los medicamentos tópicos se utilizan antifúngicos (ketoconazol, ciclopirox); corticoesteroides (hidrocortisona); y otras sustancias, como: zinc piritiona (DCI: piritiona 2 Bol Ter ANDAL 2006; 22 (1) cíncica), sulfuro de selenio y preparados de brea, por su efecto antifúngico, antiseborreico y/o queratolítico (5,7) (ver tabla 1). Así mismo, se emplean preparados cosméticos, principalmente en forma de champús, que tienen una composición compleja que suelen incluir alguna de las sustancias con propiedades antifúngicas y queratolíticas antes relacionadas (7). En el tratamiento de la dermatitis seborreica también se han utilizado otros medicamentos como: peroxido de benzoilo, metronidazol, propilenglicol, calcipotriol, etc. La mayoría de éstos sólo cuentan con estudios abiertos o que se realizaron en un escaso número de pacientes, por lo que sus resultados son difíciles de interpretar, dado que esta enfermedad cursa con fases de remisión espontánea (8). La higiene juega un importante papel en la dermatitis seborreica. El lavado frecuente de las lesiones, retira la grasa del área afectada y mejora la seborrea, por lo que los pacientes deben ser aconsejados para mantener una higiene adecuada. Así mismo, la práctica de ejercicio al aire libre, especialmente en verano, mejora la seborrea; si bien, se debe prevenir una excesiva exposición al sol (2). MEDICAMENTOS TÓPICOS Ketoconazol El ketoconazol es un antifúngico, derivado azólico, que actúa inhibiendo la síntesis de la pared celular fúngica (9). Es uno de los medicamentos más frecuentemente utilizado para tratar la dermatitis seborreica, generalmente en formas de administración tópica al 2% (4,5). Este fármaco se ha utilizado frecuentemente como el comparador de referencia en los ensayos clínicos realizados para el tratamiento de la dermatitis seborreica (5). Se dispone de algunos ensayos clínicos aleatorizados en los que la utilización de ketoconazol al 2% tópico se mostró más eficaz que el placebo (excipiente sólo) en pacientes con dermatitis seborreica (5,8). En estos estudios se utilizaron como criterios de eficacia clínica, la reducción del eritema, la descamación, y el prurito. En algunos de estos ensayos las recidivas fueron frecuentes al cesar el tratamiento, mientras que los efectos adversos observados –prurito y sensación de quemadura, locales– se consideraron generalmente aceptables. No obstante, los ensayos clínicos disponibles en este tratamiento no son homogéneos en cuanto a la gravedad de los pacientes, y se han realizado sobre una muy escasa población (5). Ciclopirox Ciclopirox es un antifúngico que actúa por un mecanismo –diferente al de los imidazoles– de inhibición de las enzimas responsables de la degradación de los peróxidos en la célula fúngica (9). Se han realizado varios ensayos clínicos en este tratamiento, en los que se ha utilizado en champú de ciclopirox al 1-1,5% para el cuero cabelludo (4,5), y en crema al 1% para la cara, en los que se ha mostrado más eficaz que el placebo. No obstante, en los estudios comparativos, no ha mostrado una eficacia superior al ketoconazol; para un tratamiento de 4 semanas con ciclopirox en forma de crema serían necesarias 56 aplicaciones, mientras que con ketoconazol en forma de gel bastaría con sólo 8 (5). Los efectos adversos asociados a la administración tópica de ciclopirox, son el prurito y la sensación de quemadura, locales (5,8). El ciclopirox se ha evaluado en un mayor número de pacientes que ketoconazol; si bien, no ha sido estudiado de forma específica en pacientes con dermatitis seborreica que no responden adecuadamente al tratamiento con ketoconazol (5). Corticoesteroides Los corticoesteroides se han venido utilizando en este tratamiento por su efecto antiinflamatorio prefiriéndose los de baja potencia no fluorados (3-5), como por ejemplo la hidrocortisona en crema en concentraciones del 0,25 al 1% (5,8,10). No obstante, su uso presenta riesgo de aparición de efectos adversos como: atrofia cutánea, teleangiestasia, depigmentación (4,8), especialmente problemáticos en la zona facial; y también, puede producirse el rebrote de las lesiones al cesar su administración (5). Se dispone de un ensayo clínico aletorizado a doble ciego en el que se comparó hidrocortisona al 1% frente a ketoconazol al 1%, ambos en forma de crema, en el que no se observaron diferencias de eficacia (11). Por estos motivos, la administración de un corticoesteroide tópico se suele reservar para aquellos casos que no responden a otros tratamientos, y durante periodos de corta duración (5). Piritiona cíncica Se utiliza por su acción queratolítica inespecífica y su actividad antifúngica. Se dispone de un ensayo clínico comparativo, en el que un champú con piritiona cíncica y brea mostró una eficacia similar frente al sulfuro de selenio en el tratamiento de la dermatitis seborreica del cuero cabelludo (4). En nuestro país está disponible, sólo o asociado a brea, en forma de champú (7). Brea de hulla Los preparados que contienen brea o alquitrán de hulla se emplean en este tratamiento por sus propiedades queratolíticas. Su utilización se ve limitada por sus efectos adversos (irritación cutánea, erupción acneiforme, fotosensibilidad); y, por manchar la piel y la ropa (5). Se dispone de un ensayo clínico aleatorizado a doble ciego realizado en 111 pacientes frente a placebo (excipiente) en el que no se observaron diferencias significativas en la sintomatología. En otro ECA a doble ciego realizado en 163 pacientes, se evaluó la eficacia de la brea de hulla en asociación con ciclopirox frente a ketoconazol, para el tratamiento de la dermatitis seborreica del cuero cabelludo, no mostrando diferencias significativas. Considerándose que la utilización de ketoconazol presentó una mejor relación beneficio-riesgo (5). Sulfuro de selenio Se utiliza en forma de champú para el tratamiento de la dermatitis seborreica del cuero cabelludo, por su acción antifúngica y antiseborreica. En un ensayo clínico a doble ciego comparativo, el sulfuro de selenio al 2,5% mostró una eficacia similar al ketoconazol al 2%, siendo ambos más eficaces que el placebo (12). No obstante, parece que el sulfuro de selenio puede presentar más efectos secundarios, siendo su toxicidad por vía cutánea mal conocida (5). poco cuentan con respaldo de evidencia clínica. Inmunomoduladores tópicos MEDICAMENTOS ORALES Tanto el ketoconazol como el itraconazol, antifúngicos azólicos, se han utilizado administrados por vía oral (4,13). Se dispone de algunos ensayos clínicos que muestran la eficacia del ketoconazol oral (1,13); no obstante, en ellos no se evaluaron pacientes con dermatitis seborreica que no respondieron a otras terapias. El ketoconazol por vía oral puede producir efectos adversos graves, especialmente hepáticos, además de presentar riesgo de interacción con un buen numero de medicamentos (5), por lo que se suele reservar para los casos graves o que son refractarios a otros tratamientos (1,3). En cuanto al itraconazol oral, también se ha mostrado eficaz, e incluso algunos autores lo proponen de primera línea, cuando: la superficie afectada por la dermatitis seborreica es ampliamente difusa, es resistente al tratamiento tópico, estén contraindicados los corticoesteroides, o induce problemas psicológicos que afectan el estilo de vida del paciente (4). La terbinafina oral, también se ha propuesto como tratamiento de la dermatitis seborreica, y se dispone de un ensayo clínico a simple ciego, en el que se mostró eficaz. No obstante, algunos autores expresan ciertas dudas (4,13) y manifiestan las deficiencias metodológicas del estudio, que aconsejan la realización de más ensayos para establecer su papel en esta terapia (13). OTRAS ALTERNATIVAS Agentes queratolíticos En este tratamiento se utilizan ampliamente ácido salicílico al 2-5%, urea al 5-10%, ácido retinoico (DCI: tretinoino) al 0,01-0,025%, alfahidroxiácidos, keluamida y ácido undecilenico, aunque no disponen de los correspondientes ensayos clínicos aleatorizados que apoyen su uso (3). Algunos de ellos están disponibles como preparados de parafarmacia, de composición múltiple, en distintas formas farmacéuticas –champús, lociones, cremas, etc.– de aplicación tópica (7). Cosméticos Se utilizan algunos preparados tópicos cuya composición incluye extractos de plantas –Ruscus aculeatus– propuestos para disminuir la inflamación, así como algunos compuestos que contienen derivados de bacterias del género Hafnia, que se utilizan para prolongar el periodo entre recidivas (3); si bien tam- Se han publicado algunos ensayos clínicos -abiertos y de corta duración- en los que se han comparado pimecrolimus 1% frente a betametasona valerato 0,1% ambos en administración tópica (14); y también se ha ensayado el tacrolimus 0,1% tópico en este tratamiento (15,16). Sin embargo, ninguno de estos medicamentos está autorizado para esta indicación (17,18), y de otra parte, la escasa experiencia clínica disponible aconseja considerarlos sólo como una línea de investigación en esta terapia. Isotretinoina Se ha propuesto su utilización por su efecto inhibidor sobre las glándulas sebáceas (8) y algunos autores la consideran muy útil en la mayoría de los casos de dermatitis seborreica resistente al tratamiento (1). Así, la administración de una dosis oral de 0,1 a 0,3 mg/Kg/d puede mejorar una dermatitis seborreica grave en unas 4 semanas, pudiendo proseguirse con una dosis de mantenimiento muy baja (5-10 mg/d) durante un periodo de tiempo prolongado. No obstante, el isotretinoino puede producir efectos adversos graves –hiperlipidemia, neutropenia, anemia y hepatitis; y, en mujeres fértiles, hay que tener presente su elevada teratogenia (2). En todo caso, la consideración previa, es que la isotretinoina no esta aprobada para esta indicación (19) y por el momento, no dispone de estudios controlados que respalden su eficacia (8). Fototerapia Aunque resulta conocido que las lesiones de la dermatitis seborreica mejoran durante el periodo estival y empeoran durante el invierno, la fototerapia no se ha evaluado mediante ensayos clínicos (8). Algunos autores proponen la fototerapia con radiaciones UVB de banda estrecha como una opción eficaz y segura para los casos graves refractarios (1). En contraposición, han aparecido casos de dermatitis seborreica subsiguientes a la terapia con psoralenos más radiación ultravioleta A (PUVA) (4). Adicionalmente, el riesgo de cáncer asociado a la fototerapia prolongada hace que algunos autores la consideren inadmisible para tratar una afección benigna como es la dermatitis seborreica (5). DERMATITIS SEBORREICA DEL LACTANTE La dermatitis seborreica del lactante es una dermatosis eritematosa, a menudo cubierta de costras grasas, que Bol Ter ANDAL 2006; 22 (1) 2/I suele afectar al cuero cabelludo, la cara y las nalgas (20). Se trata de un trastorno benigno y autolimitado, por lo que su pronóstico es muy bueno (1); desapareciendo usualmente de forma progresiva (2,8,20), incluso sin tratamiento (8,20). En una encuesta realizada en Australia se estimó una prevalencia del 7% en niños de 3 meses, que disminuía al 1% a la edad de 3 años (6). A lo largo de los años la dermatitis seborreica del niño se ha ido haciendo menos frecuente y, aunque se desconocen los motivos, su presentación en la zona de asiento se relaciona con el uso de pañales desechables (20). En la mayoría de los lactantes la dermatitis seborreica es benigna y transitoria, no necesitando tratamiento específico. Parece esencial evitar la irritación que produce la aplicación repetida de jabones y antisépticos, utilizando para el lavado un jabón suave, que se debe aclarar de forma cuidadosa. Algunos autores proponen, utilizar formulaciones tópicas a base de aceite de oliva, así como champús, pomadas y pastas blandas con agentes emolientes, para desprender las costras, especialmente de la zona del cuero cabelludo, que suele ser la más afectada (1); siendo frecuente la utilización de compuestos cosméticos de composición múltiple como los reflejados en el correspondiente apartado (3). No obstante, pueden presentarse formas graves, en las que sea necesario utilizar formulaciones tópicas con ketoconazol, ciclopirox (8) o corticoesteroides (1,20). CONCLUSIONES – La dermatitis seborreica es una enfermedad crónica de la piel, de causa desconocida, que afecta principalmente a los adultos y a los lactantes; siendo en estos últimos generalmente benigna y autolimitada. – En la actualidad no se dispone de tratamiento curativo; aunque, en general, los tratamientos tópicos, permiten un alivio temporal. – Los antifúngicos tópicos (ketoconazol, ciclopirox) parecen ser los tratamientos sintomáticos que presentan una mejor relación beneficio/riesgo, sin gran diferencia entre ellos. – La administración oral de antifúngicos –ketoconazol, itraconazol– constituye una alternativa que debería reservarse para los casos más graves y refractarios a otros tratamientos, para evitar efectos adversos e interacciones que pueden ser graves. – Algunos de los medicamentos propuestos para este tratamiento –isotretinoina, pimecrolimus, tacrolimus– no están autorizados para esta indicación, mientras que su administración no está exenta riesgos. 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Tacrolimus 0.1% ointment for seborrhoeic dermatitis: an open-label pilot study. Br J Dermatol 2003; 148(6): 1242-4. 16- Meshkinpour A et al. An open pilot study using tacrolimus ointment in the treatment of seborrheic dermatitis. J Am Acad Dermatol 2003; 49(1): 145-7. 17- Ficha técnica de Elidel 1%. (Laboratorio Novartis). 18- Ficha técnica de Protopic 0,1% (Laboratorio Fujisawa). 19- Ficha técnica de Isotretinoina (Laboratorio Bexal). 20- Lorette G. La dermatite seborrheique de l'enfant. Ann Dermatol Venereol 2004; 131(1 Pt 2): 123-5. En la revisión de este artículo ha participado como consultor externo el Dr. D. Jesús Tercedor Sánchez, Facultativo Especialista de Área, Servicio de Dermatología, Hospital Universitario Virgen de las Nieves, Granada. 2/II Bol Ter ANDAL 2006; 22 (1) 2 Tribuna Terapéutica RESUMEN Hiperplasia gingival por medicamentos La hiperplasia gingival asociada a medicamentos es una reacción adversa que aparece tras el uso sistémico de algunos fármacos. Por el momento, no se conoce con precisión su patogénesis y su etiología es desconocida. Causa dolor al masticar, trastornos del habla, hemorragia gingival, alteraciones periodontales, oclusión dentaria y daños estéticos. La hiperplasia gingival puede aparecer hasta en un 50% de pacientes tratados con fenitoína y asimismo se ha asociado (aunque con menor frecuencia) con la administración de otros antiepilépticos, como: ácido valproico, carbamazepina, fenobarbitona y vigabatrina. La incidencia de hiperplasia gingival asociada a ciclosporina oscila ampliamente entre un 7% y un 70%; siendo la presencia de placa dental un factor agravante del cuadro. Así mismo constituye uno de los efectos adversos más frecuentes (incidencia entre 0,5% y 83%) de los antagonistas del calcio, en especial de nifedipino; aunque también se ha asociado a otros agentes: diltiazem, verapamilo, amlodipino, felodipino, manidipino, nicardipino y nitrendipino. La hiperplasia gingival asociada a medicamentos es una reacción adversa relacionada con el uso sistémico de varios fármacos del tipo de la fenitoína, ciclosporina y antagonistas del calcio, especialmente nifedipino. Estos medicamentos son estructuralmente distintos, pero tienen en común la acción de inhibir la captación celular de calcio, mecanismo que se considera implicado en la patogenia de la hiperplasia gingival. La hiperplasia gingival de origen farmacológico se describió por primera vez en 1939 en un paciente epiléptico que recibía tratamiento prolongado con fenitoína. Con posterioridad, desde el inicio de los años 1980 y hasta nuestros días se describieron algunos casos asociados a la utilización de ciclosporina, nifedipino y otros medicamentos, en su mayoría relacionados con los anteriores. Por el momento no se conoce con precisión la patogénesis de la hiperplasia gingival, siendo su etiología desconocida; su desarrollo se ha relacionado con diversos factores, como: inflamación, uso de algunos fármacos, neoplasias, alteraciones hormonales, deficiencia de vitamina C, etc. Uno de los factores de riesgo que contribuye al desarrollo de HG es la presencia de placa dental y gingivitis por una mala higiene bucal (1-6). En la hiperplasia gingival inducida por estos fármacos, las lesiones se presentan con características clínicas e histológicas similares (2,5,7); observándose una variación en la respuesta entre pacientes y dentro del mismo paciente, lo que sugiere la existencia de una posible predisposición genética (7). Apreciándose un aumento de la actividad fibroblástica con un incremento de la matriz extracelular del tejido conectivo gingival (2,5). Este aumento crónico del volumen de los tejidos gingivales, que usualmente comienza a nivel de las papilas gingivales interdentales anteriores, para extenderse a continuación al sector posterior de la boca, adquiriendo la encía un aspecto lobulado. En general, la hiperplasia gingival afecta de forma más importante al maxilar superior que al maxilar inferior. Después de algunos años, en algunos pacientes, la encía puede aumentar de volumen hasta recubrir casi todas las piezas dentarias. La hiperplasia gingival causa dolor en la masticación, alteración en la deglución, trastornos del habla, hemorragia gingival, alteraciones periodontales, oclusión dentaria y daños estéticos (1,2). El diagnóstico de hiperplasia gingival de origen farmacológico es generalmente fácil, ya que suele tratarse de una afectación grave de la encía tras varios años de evolución. El aspecto clínico fibroso de la encía es característico independientemente del medicamento que la origine. Si bien, hay que descartar otras posibles causas de hiperplasia gingival, como: alteraciones hormonales, embarazo, ciertas neoplasias, algunas leucemias, entre otras. La incidencia de hiperplasia gingival en la población general es de un 4% a un 7,5% (1). ANTIEPILÉPTICOS: FENITOÍNA La hiperplasia gingival puede afectar hasta un 50% de los pacientes tratados con fenitoína (8,9). Se caracteriza por la presencia de inflamación y una importante respuesta fibrótica, sin que se identifique una mayor pérdida de hueso alveolar. Se manifiesta en los primeros meses de tratamiento y aparece con mayor frecuencia en niños. Se desconoce el mecanismo subyacente a su desarrollo, aunque se ha implicado al princi- pal metabolito de la fenitoína, la 5-(4hidroxifenil)-5-fenilhidantoína (9). Algunos autores relacionan el grado de agrandamiento con la dosis, duración del tratamiento y los niveles plasmáticos de fenitoína; sin embargo, otros no apoyan la existencia de esta correlación (1,4). La gravedad de la hiperplasia gingival se ha relacionado con la presencia de placa dental como consecuencia de una higiene bucodental defectuosa (1). Otros antiepilépticos que también se han asociado a hiperplasia gingival, son: ácido valproico, carbamazepina, fenobarbitona y vigabatrina. No obstante, la incidencia de presentación del cuadro parece mucho más baja que la descrita con fenitoína (4,10). INMUNOSUPRESORES: CICLOSPORINA Resulta bien conocida la relación entre la utilización de ciclosporina y desarrollo de hiperplasia gingival. Este agente inmunosupresor que actúa suprimiendo la respuesta celular inmune, se prescribe de forma frecuente para aumentar la supervivencia de pacientes sometidos a trasplante renal o de médula ósea, así como para el tratamiento de enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide y enfermedades dermatológicas (10). Aunque en una revisión se estimó una incidencia de hiperplasia gingival asociada a ciclosporina en torno al 30% de los pacientes trasplantados (9,10), los valores descritos en la bibliografía oscilan desde un 7% a un 70% (9). La presencia de placa dental puede agravar la hiperplasia gingival; siendo importante para prevenirla o minimizarla una buena higiene bucal. La hiperplasia gingival Bol Ter ANDAL 2005; 22 (1) 3 suele ser reversible después de reducir la dosis de ciclosporina o tras su retirada; si bien, esto no es posible en todos los casos, por lo que se recomienda la escisión quirúrgica (2). Algunos agentes antimicrobianos como metronidazol, claritromizina y azitromicina se han empleado para tratarla. En concreto, la azitromicina ha mostrado su eficacia en un estudio realizado en pacientes sometidos a trasplante renal; si bien, se precisa de más evidencia para poder establecer su papel en la terapéutica de esta enfermedad (9,11). ANTAGONISTAS DEL CALCIO: NIFEDIPINO La hiperplasia gingival es uno de los efectos adversos asociados con mayor frecuencia a la utilización de los antagonistas del calcio y, en especial a las dihidropiridinas: nifedipino, felodipino, amlodipino (8,12). Así, este grupo de antagonistas del calcio se contó entre los fármacos asociados con mayor frecuencia a hiperplasia gingival en la base de datos del Australian Adverse Drug Reactions Advisory Committee (13); siendo nifedipino, el que la origina en mayor número de casos, después de tratamientos de larga duración (12). En un reciente estudio epidemiológico controlado, realizado en pacientes tratados con nifedipino, la incidencia fue del 6% (10); si bien, en otros trabajos la hiperplasia gingival –que aparece entre el primer y noveno mes de tratamiento– se ha estimado entre 0,5% y 83% (1). El agrandamiento gingival se resuelve tras la retirada del fármaco, siendo la mala higiene bucal un factor agravante del cuadro (1,2). Otros antagonistas del calcio tales como diltiazem, verapamilo, amlodipino, felodipino, manidipino, nicardipino y nitrendipino también se han asociado a hiperplasia gingival, aunque con una menor incidencia (10,12). En un reciente estudio se ha señalado que, aunque la patogénesis de la hiperplasia gingival por antagonistas del calcio sea desconocida, existen evidencias que la relacionan con un proceso inflamatorio asociado al polimorfismo del gen MDR1 (14). A la vista de lo anterior, reemplazar un antagonistas del calcio por otro en muchas ocasiones no prevendría las recurrencias. Teniendo que considerar la utilización de alternativas de diferente grupo terapéutico que no se asocien a hiperplasia gingival (10). PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO La hiperplasia gingival originada por medicamentos es un proceso patológico que requiere un tratamiento combinado. En primer lugar es importante evitar –cuando sea posible– el empleo de los medicamentos que la originan o reemplazarlos por alternativas que presenten una eficacia similar. Así, la fenitoína podría sustituirse por un antiepiléptico que presente una baja incidencia de hiperplasia gingival (carbamazepina o ác. valproico), la ciclosporina se podría sustituir por tacrolimus y los antagonistas del calcio por otras alternativas que no se asocien a hiperplasia gingival (1,2). En los casos en los que no sea posible retirar o sustituir el medicamento que origine la hiperplasia gingival, puede realizarse una gingivectomía; no obstante, al no poder retirar el agente causal, tras la intervención quirúrgica pueden aparecer recidivas a los 3-6 meses o incluso al año. Por ello, los controles post-operatorios frecuentes de salud periodontal contribuirán a prevenir o minimizar la recurrencia de la lesión (1,2,9). Aunque la asociación entre placa bacteriana y desarrollo/gravedad de la hiperplasia gingival es controvertida, las medidas higiénicas bucodentales estrictas y las visitas regulares al dentista para la limpieza del sarro, podrían reducir la gravedad de la hiperplasia gingival; considerándose estas medidas como coadyuvantes, pero nunca como determinantes en el tratamiento de la enfermedad (1,2). Es importante informar a los pacientes del posible efecto adverso, así como de las medidas preventivas que estarían indicadas para reducir la gravedad de las lesiones, como: higiene bucodental estricta y revisiones dentales para la limpieza del sarro (1,2). CONCLUSIONES – La hiperplasia gingival asociada a medicamentos es una reacción adversa que aparece tras el uso sistémico de fenitoína, ciclosporina y antagonistas del calcio (nifedipino), principalmente. Aunque su etiología es desconocida, la presencia de inflamación gingival y de placa dental constituye un factor de riesgo que contribuye al desarrollo de misma. – En el tratamiento y prevención de la hiperplasia gingival, en primer lugar es importante evitar –cuando sea posible– el empleo de los medicamentos que la originan o reemplazarlos por alternativas que presenten una eficacia similar, así como las medidas higiénicas bucodentales estrictas. Considerándose la gingivectomía en los casos en los que no sea posible retirar o sustituir el medicamento causante. BIBLIOGRAFÍA 1- Accroissement gingival dû aux médicaments. Rev Prescr 2003; (240): 433-5. 2- Brunet L et al. Gingival enlargement induced by drugs. Drug Saf 1996; 15: 219-31. 3- Drug-induced gingival hyperplasia. Disponible en URL: http://www.emedicine.com/derm /topic645.htm 4- Meraw SJ et al. Medically induced gingival hyperplasia. Mayo Clin Proc 1998; 73(12): 11969. 5- Kataoka M et al. 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