20Ó Que se darían á los labradores que cultivasen por sí mismos sus c a m p o s , y que hubiesen dado pruebas de una conducta virtuosa y de amor al trabajo, ó que hubiesen hecho algún descubrimiento importante. Que se nombrarían comisionados para que se informasen de quienes eran los mas beneméritos, y que aquellos darían cuenta en la junta general de administradores ó directores. Que en dicha junta se eligirían los mas distinguidos de cada distrito, y que se enviaría la lista de ellos á los ayuntamientos subalternos para que de entre los propuestos escogiesen el que pareciese mas digno de la recompensa. Que cada ayuntamiento debiese avisar á la dirección central el nombre y circunstancia del elegido , encargando á éste que acudiese para el día del repartimiento de premios , en cuyo acto el labrador escogido se presentaría ante los directores del departamento, y después de leida al público la deliberación del ayuntamiento de su l u g a r , y la de dichos directores , se proclamaría al premiado en alta Voz diciendo: Este es el labrador que en el pueblo de N. se ha elegido por su virtud y laboriosidad , como el mas digno de la estimación de sus conciudadanos : luego le dará un abrazo el Presidente, y se le pondrá una corona de flores y frutos: se tomará testimonio de este a c t o , del qual se harán cinco copias : la p r i mera se entregará al premiado ; la segunda se enviará al ayuntamiento de su domicilio ; la tercera á la cabeza de partido ; la quarta á la junta de agricultura y a r t e s ; y la quinta se quedará en el archivo del departamento. Se pondrán carteles en todos los pueblos del departamento con los nombres de los labradores premiados. Conforme á esta determinación se celebró una fiesta en cada pueblo para distribuir la corta suma de 1 9 2 7 6 reales, (que por ser en p a p e l , quedarian reducidos á un cortísimo valor efectivo) y causó esta fiesta los mas saludables efectos entre los habitantes del campó excitándoles al trabajo , no tanto por la pequeña recompensa pecuniaria que se les distribuía , quanto por el noble entusiasmo que causaba en sus almas la idea de verse aplaudidos por todo su p u e b l o , y tenidos por los mas virtuosos y aplicados. De tal suerte ex-