EL GENERAL JOSE HILARIO LOPEZ Alonso Valencia Llano Profesor Universidad del Valle EL JOVEN MILITAR José Hilario López nació el 18 de febrero de 1798 en el seno de una de las más tradicionales familias de Popayán, que debido a la temprana muerte del padre debió sufrir la dilapidación de la fortuna familiar. Estudió en el Seminario de Popayán, donde no se distinguió como buen estudiante, pero si mostró una clara vocación hacia los ejercicios militares, la que pudo ejercitar en 1812 bajo el mando de José María Cabal en las batallas de Calibío, Juanambú, Chacapamba, Tasines, Ejido de Pasto, El Palo, en las que alcanzó el grado de subteniente. Fue hecho prisionero en la Cuchilla del Tambo, el 30 de junio de 1816, y condenado a muerte, pero su sentencia fue suspendida pasando como soldado prisionero a Santafé donde presenció el fusilamiento de Policarpa Salavarrieta. Puesto en libertad el 28 de junio de 1819, entró a servir en el ejército patriota bajo mando del Libertador quien lo ascendió a teniente efectivo con grado de capitán. Su carrerra militar fue una de las más vertiginosas de la historia del ejército colombiano, pues con sólo 23 años fue nombrado Jefe Civil y Militar de la Provincia de Valencia, en Venezuela. Sus éxitos militares lo llevaron a que en 1824 fuera ascendido a coronel y que al lado de José María Córdoba participara en las operaciones sobre Pasto y Juanambú. A partir de 1827, y con mando más efectivo en las Provincias del Cauca se opuso a los planes dictatoriales de los amigos de Bolívar, hecho que lo llevó a que en 1828 fuera designado Diputado por la Provincia del Chocó a la Convención de Ocaña. Allí expuso que el ejército debe estar al servicio del orden legal prescindiendo de aspiraciones políticas. Al disolverse la Convención regresó a Popayán a luchar contra la dictadura de Bolívar, para lo que contó con el apoyo de José María Obando, quien tenía inmenso influjo en las provincias de Popayán y Pasto. La campaña culminó el 12 de noviembre de 1828 en el combate de La Ladera, cuando Obando y López derrotaron a Mosquera, intendente y comandante general del Cauca. EL HOMBRE DE ESTADO El 13 de junio de 1830 cuando el Congreso Admirable aceptó la renuncia del Libertador y eligió presidente y vicepresidente de Colombia a Don Joaquín Mosquera y al General Domingo Caicedo, José Hilario López fue ascendido a General de Brigada a los 32 años de edad y nombrado Comandante General en Popayán, lo que sirvió para, en conjunto con Obando, enfrentar la dictadura del general venezolano Rafael Urdaneta quien pretendía defender las ideas de Bolívar. Obando y López quienes habían logrado controlar la provincia de Popayán y el territorio adyacente, dirigieron sus fuerzas al Valle del Cauca y libraron en Palmira la batalla que les abrió 1 las puertas de Cali, asegurándoles el dominio del sur de colombia. En esta época anexaron las provincias del Sur al Ecuador, en un intento por sustraerlas del dominio de los dictadores. Gracias a sus acciones se logró la recuperación del poder lo que le mereció al General López ser ascendido a General Jefe del Ejército del Cauca y Cundinamarca con el que logró el sometimiento de Urdaneta mediante las conferencias de Apulo, el 28 de Abril de 1831. El Dr. José Ignacio Márquez, quien asumió la Presidencia de la República el 1 de abril de 1837, le asignó a López la cartera de guerra, la que desempeñó hasta marzo de 1837 cuando fue nombrado Encargado de Negocios ante la Santa Sede. Su regreso al país en 1840 coincidió con la revolución de los "Supremos", en la que estuvo al servicio del presidente Márquez, quien lo encargó de la Secretaría de Guerra. Al finalizar la revolución se retiró a la vida privada, sin intervenir en los asuntos políticos de los gobiernos de Pedro Alcántara Herrán y Tomás Cipriano de Mosquera. LOPEZ Y LAS REFORMAS LIBERALES Aunque las definiciones partidistas no estaban todavía muy claras, en 1848 un sector mayoritario del partido liberal lo candidatizó a la presidencia de la Nueva Granada. En las elecciones los conservadores también se presentaron divididos, esto hizo que ningún candidato -ni liberal ni conservador- alcanzara una mayoría absoluta, obligando a que el Congreso perfeccionara la elección. En consecuencia, el 7 de marzo de 1849, en el templo de Santo Domingo y en medio de una fuerte presión de las barras, López fue electo a la primera Magistratura del Estado Granadino. Durante su gobierno se inició la Comisión Corográfica -iniciativa del general Mosquera-, se decretó la libertad del cultivo del tabaco, se suprimió la pena de muerte y la prisión por deudas; se consagró la libertad de prensa y el juicio por jurados, y se avanzó en la descentralización administrativa que dotó a las provincias de ingresos como el impuesto directo a la renta. La reforma más importante consistió en decretar la libertad definitiva de los esclavos, que no se había logrado a pesar de la ley de "libertad de vientres" promulgada en 1821. Todas estas reformas produjeron grandes reacciones políticas que se expresaron en dos órdenes: por una parte un crecimiento del liberalismo, al vincular sectores populares que empezaban a disfrutar de las bondades de la democracia y que expresaron su apoyo al gobierno de López de una forma bastante violenta, sobretodo en las provincias caucanas, donde los negros recorrían los campos derribando cercas, asaltando propiedades y castigando con sus látigos de arrear ganado a los conservadores. Esto que fue conocido como "la época del perrero", fue bautizada por el gobierno de López como "los retozos democráticos". A esto se unió la llamada "Cuestión Religiosa", suscitada por el decreto del 18 de mayo de 1850 que expulsaba a los Jesuítas de la Nueva Granada. El Gobierno expidió después la ley que sustraía de los tribunales eclesiásticos el conocimiento de los juicios seguidos a los arzobispos y obispos por mal desempeño de sus funciones, y la que atribuía a los cabildos el nombramiento de los curas párrocos, lo que produjo la protesta del Arzobispo Mosquera, quien en compañía de otros prelados fue enviado al destierro. 2 Todo esto llevó a que los conservadores iniciaran la Revolución del 51 que fue rápidamente develada. LA DICTADURA DE MELO Durante el gobierno de López el liberalismo avanzó de manera extraordinaria. Esto se reflejó en la organización de las "Sociedades Democráticas", que de asociaciones de ayuda mutua o de solidaridad gremial, pasaron a ser fuerzas de choque de las autoridades liberales, especialmente en el Cauca. Estas acciones merecieron el rechazo del conservatismo y del sector civilista del liberalisno, pero sirvieron para apoyar al caudillo popular José María Obando, quien fue electo presidente de la Nueva Granada con un considerable caudal de votos. Gracias a esto, el general López le hizo entrega del poder a su gran amigo y compañero de luchas el 1 de abril de 1853. El gobierno de Obando contó con la oposición de los civilistas liberales conocidos como "los gólgotas" quienes se aliaron con los conservadores para controlar el Congreso y expedir la Constitución de 1853 que le quitó al poder Ejecutivo la facultad de nombrar los gobernadores de las provincias, redujo el pie de fuerza y declaró libre el comercio de armas y municiones. Todo esto produjo un gran malestar en la Guardia Nacional y llevó a que su comandante, el general José María Melo quien había sido acusado del asesinato de un subalterno, se tomara el poder el 17 de abril de 1854, con el estusiasta apoyo de los artesanos agrupados en las Sociedades Democráticas. La reacción de las fuerzas coaligadas en el Congreso no se hizo esperar, y un ejército comandado por López, Mosquera y Herrán se encargó de someter a los rebeldes en forma definitiva el 4 de diciembre de aquel año. Como consecuencia de este triunfo Obando fue juzgado como cómplice, Melo y miles de artesanos expulsados del país y, otro caucano -esta vez conservador- Manuel María Mallarino fue ascendido al solio presidencial. LOPEZ REPRESIVO A López le tocó someter a los rebeldes caucanos. Las medidas que tomó son de ingrata recordación para los habitantes de Cali, ya que no esperaron que un militar y político, al que siempre habían apoyado como liberal democrático, se comportara con tanta saña con sus antiguos correligionarios. En efecto, la mayoría de miembros de las sociedades democráticas fueron puestos en la cárcel en terribles condiciones higiénicas; otros fueron colgados de las manos hasta desangrarse y venerables ancianos amarrados con cerdos en chiqueros para que sufrieran la burla de los soldados conservadores. Muchos fueron enrolados como "voluntarios" para luchar contra sus correligionarios y los que no lo hicieron de buen grado, fueron amarrados por el cuello y llevados a los combates. Un testigo, el Sr. Juan Antonio Delgado, escribió a López desde su prisión "que en su vida había visto dos dias del juicio final, el dia que entró Sámano a Popayán, i el dia que entró López a Cali". En adelante López perdió el apoyo político de los caucanos. 3 Frente a estas acciones de López han habido varios intentos de explicación. Quizás la más eceptada es que a pesar de su impresionante carrera militar, López fue siempre un liberal civilista, por ello siempre apoyó los gobiernos legalmente constituídos fueran estos liberales o conservadores. Como quiera que sea, es necesario decir que López, a pesar de las reformas democráticas que lideró, perteneció siempre al círculo liberal conocido como el "radicalismo", que fue conocido popularmente como "la oligarquía". LOPEZ Y LA REVOLUCIÓN DE 1860 Restablecida la paz López viajó a Europa con su familia. Cuando regresó a la Nueva Granada, el General Tomás Cipriano de Mosquera, Presidente del Estado del Cauca apoyado por José María Obando, había desconocido a Mariano Ospina Rodríguez, Presidente de la Confederación Granadina. Su participación al lado de Mosquera no fue inmediata, la hizo cuando Ospina se negó a aceptar la "Esponsión" de Manizales, allí participó en los combates de la Barrigona, Chaguaní, Subachoque, Usaquén y en la ocupación de Bogotá el 18 de julio de 1861. Gracias al triunfo liberal asistió a la Convención de Rionegro, en representación de Tolima, donde encabezó el grupo civilista que se opuso a las medidas militaristas de Mosquera, a pesar de lo cual fue nombrado Secretario de Relaciones Exteriores en el ejecutivo plural que asumió el gobierno durante las sesiones de la Convención. Esta Convención expidió la Constitución de 1863 que organizó los Estados Unidos de Colombia, lo que permitió que López fuera nombrado Presidente del Estado del Tolima, cuyo gobierno asumió el 27 de agosto de 1863. En 1865 aceptó una candidatura a la Presidencia de la Unión y en 1867 participó en el golpe que derrocó a Mosquera y lo envió al exilio. Reducida ya su actividad política al ámbito regional, murió en Neiva el 27 de noviembre de 1869. BIBLIOGRAFIA Arboleda, Gustavo: Diccionario Biográfico y Genealógico del Antiguo departamento del Cauca, Cali, Gobernación del Valle, 1997. ----, -------: Historia Contemporánea de Colombia, Bogotá, Banco central Hipotecario, 1990. Bosh, Manuel Joaquín: Reseña histórica de los principales acontecimientos políticos de la ciudad de Cali, desde el año de 1849 hasta el de 1855 inclusive, Cali, Centro de Estudios Históricos Santiago de Cali/Gerencia Cultural de la Gobernación del Valle, 1997. Castellanos, Jorge: La abolición de la esclavitud en Popayán. 1832-1852, Cali, Universidad del Valle, 1980. López, José Hilario: Memorias, Medellín, Ed. Bedout, 1969. (Varios): General José Hilario López, 1869-noviembre 27-1969, homenaje de las Fuerzas Armadas en el Centenario de su muerte, Bogotá, Imp. de las Fuerzas Armadas, 1969. Posada Gutiérrez, Joaquín: Memorias histórico-políticas, Medellín, Ed. Bedout, 1971. 4