LA INQUISICIÓN ISABEL “LA CATÓLICA” Y TORQUEMADA -Hija mía –le dice el monje dejando a un lado sus habituales sermones de moral- hija mía, la Providencia la destina a ser grande, según el sentir mundano. Sobre sus hombros pesarán un día tantas responsabilidades y tantos honores que su alma estará en grave peligro…. Siguióse un largo silencio… -Es preciso que haga usted ante Dios una promesa de la que depende la grandeza de Castilla y la salvación de su alma. Nuestra nación está infectada de descreídos, de judíos, que niegas sacrílegamente la venida del Salvador, de moros y de impíos. Es preciso que toda esa realea impía desaparezca. Júreme ante ese Cristo que está ahí, bañado en la sangre que derramó por nosotros, júreme que perseguirá usted por la espada y por el fuego a todos los descreídos, y a todos los renegados, a los relapsos, y a los herejes, a los promovedores de desórdenes y a los locos que pretenden criticar los misterios de nuestra santa Religión. Isabel frunció las cejas y palideció ligeramente… -Jure. No tiene usted derecho a regatear a Cristo la parte que él reclama. Bastante tiempo ha sido ya deshonrado y escarnecido… Es preciso barrer las impurezas, mandar al fuego las inmundicias. Jure, lo exige la salvación de su alma; lo exige la grandeza de castilla; lo exige la gloria de Dios…. -Juro que si subo al trono de Castilla he de perseguir por la espada y por el fuego a todos los descreídos y a todos los renegados, a los relapsos y a los herejes, a los promovedores de desórdenes y a los l ocos que pretendan juzgar los misterios de nuestra santa Religión… A esa misma hora deletreaban en la mayor inocencia las sílabas del santo Torá… Los mahometanos hacían sus abluciones rituales… Los discípulos de Averroes platicaban sobre los misterios del mundo y comentaban los últimos discursos de Pedro de Osma. Ni una sombra pasó por sus espíritus mientras se deslizaba aquel instante que el tiempo se llevaba en su torbellino.1 Una vez en el poder, Isabel mandó erigir el Santo Oficio de la Inquisición Española, poniéndolo en manos de su fraile confesor. “Torquemada, pues, hizo en España durante los diez y ocho años de su ministerio inquisitorial diez mil doscientas veinte víctimas que murieron en llamas; seis mil ochocientas sesenta que hizo quemar en efigie por muerte o ausencia de la persona, y noventa y siete mil trescientas veintiuna que castigó con infamia, confiscación de bienes, cárcel perpetua e inhabilidad para empleos con título de penitencia; todas las cuales tres clases componen ciento catorce mil cuatrocientas unas familias perdidas para siempre.”2 Visiblemente, “esta Inquisición favorecía mucho más el absolutismo político que la pureza del dogma”.3 EL TRIBUNAL Organización La Inquisición fue una institución extremadamente bien ordenada y dispuesta. Su más concienzudo historiador, el norteamericano Henry Charles Lea, nada proclive a elogiarla, reconoció sin ambages la perfección de su organización.4 A la cabeza de toda la red de tribunales figuraba un organismo, el Consejo de la General y Suprema Inquisición (o, según era más conocido, la Suprema), que formaba parte de la estructura de la administración central de la monarquía. Las tareas de gobierno de ésta se realizaban a través de unas corporaciones, los llamados Consejos, que o bien tenían una competencia territorial definida (Castilla, Aragón, Indias, Italia, etcétera), o bien la tenían de carácter material, es decir, en función de un tipo de materias o asuntos para todos los territorios del Estado. El hecho de que los tribunales del Santo Oficio dependieran de 1 Marguerite Jouve, Torquemada, Gran Inquisidor de España, Ed. Ercilla, p. 18-19. “...Siendo cofessor de la Reyna (fray Tomás de Torquemada)...la conjuro en nombre d nuestro Señor, q quado Dios ensalcasse en la dignidad real, boluiesse por su gloria y hora: y de tal manera madasse proceder contra el delito de heregia, q aquello se tuuiesse por el mas principal negocio de su estado real”. Con este conjuro pudo fácilmente el terrible fraile obtener de Isabel... la temprana promesa de que, cuando ascendiese al trono, se consagraría á la extirpación de la heregía para gloria de Dios y exaltación de la fe católica. Proclamada soberana Isabel en 1474, no olvidó su religiosa promesa, y cuatro años después, con anuencia de su esposo, solicitó del Papa Sixto IV una bula para la introducción del Santo Oficio den Castilla, bula que se expidió sin ninguna dilación con fecha 1o de noviembre de 1478”. García, 1990:22 2 Llorente, 1981, I: 213-216 3 Jouve, 1935: 102 4 Escudero, 1985: 8 un órgano de la administración central, muestra a las claras el peculiarismo de la Inquisición española, que estatalizó aquello que había sido creado para velar por la ortodoxia. Incluso el hecho mismo de que esa Suprema aparezca en 1488, diez años después de la bula de Sixto IV, puede dar a entender que lo que en un principio surgió con fines estrictamente religiosos, fue luego instrumentalizado al servicio del Estado.5 El poder de la Suprema sobre todo el aparato inquisitorial se vio facilitado por el absoluto control económico que aquélla ejercía. Al Consejo iban a parar los ingresos producto de multas y confiscaciones, haciéndose él cargo de los sueldos de inquisidores y funcionarios, así como de las contribuciones que hubiera que satisfacer a la Hacienda regia. La tendencia a emanciparse de la supervisión de la Corona se consolidó durante el reinado de Felipe IV, con lo que la Inquisición llegó a convertirse, ocasionalmente, en un cuerpo cerrado que incluso prestó dinero al monarca como si se tratara de una transacción entre iguales. Hacia abajo, desde la Suprema a los tribunales inferiores, el control era total, tanto en lo jurisdiccional como en lo económico. En el siglo XVII la centralización fue tan extrema que llegó a disponerse, en 1647, que todas las sentencias debían ser ratificadas por el Consejo antes de la correspondiente ejecución. Los gastos de los tribunales, a su vez, habrían de estar autorizados por el poderoso organismo, y ello hasta tal punto que, según sabemos, necesitando el tribunal de Valencia un reloj en el año antes citado, hubo de solicitar permiso a la Suprema para adquirirlo; la autorización sólo llegó tres años más tarde.6 Al fiscal, oficio propio de la Inquisición española y que no había existido en la medieval, le correspondía la acusación. El receptor se ocupaba del secuestro de bienes de los procesados. Notarios y secretarios redactaban los documentos, levantando acta del desarrollo del proceso. La presencia del médico era requerida antes y después de la práctica del tormento. El capellán celebraba misa y administraba los sacramentos, ejerciendo sus funciones más hacia el tribunal que hacia los presos, de ordinario privados de ellos. Carceleros y alguaciles cumplían con su deber de custodia y de llevar a cabo tareas ejecutivas de diversa índole. Todos estos cargos y algún otro, como el de comisario (delegado de los inquisidores en diversos lugares), constituían lo que podemos llamar estructura técnica del tribunal.7 5 6 7 Escudero, 1985: 11 Escudero, 1985: 12 Escudero, 1985: 13 Eran los familiares unos servidores o colaboradores laicos del Santo Oficio, que a cambio de ciertas inmunidades y privilegios, como el de llevar armas, prestaban su cooperación informando al tribunal, denunciando o deteniendo a los herejes, o prestando cualquier otro servicio. Su origen se remonta a la Inquisición medieval, que permitió a los inquisidores rodearse de gentes armadas, a veces de su propia familia, como garantía de seguridad personal. En la Inquisición española, las familiaturas fueron codiciosamente apetecidas, incorporándose a ellas gentes de todos los estratos sociales, en especial de la nobleza. Requisito necesario fue poder acreditar la limpieza de sangre…8 En los primeros tiempos, tras la instalación del tribunal en un lugar cualquiera, se pronunciaba un sermón solemne, a cuyo término los inquisidores anunciaban un tiempo de gracia, de treinta o cuarenta días, durante el cual quienes se consideraran incursos en herejía podían hacer confesión de sus errores y reconciliarse con la Iglesia. Con este procedimiento, heredado de la Inquisición medieval y que ya aparece recogido en las Instrucciones de 1484, los fieles quedaban a salvo de penas graves, estando sólo obligados a cumplir una penitencia razonable y al pago de una limosna. Si la confesión espontánea tenía lugar tras el período de gracia, la pena se agravaba con la confiscación de bienes e, incluso, de existir testimonios adversos, con la reclusión en la cárcel. El sistema del edicto de gracia reportó a la Inquisición, en base a las limosnas, considerables ingresos, facilitando además las confesiones de información sobre otros herejes. Pese a lo dicho, y pese a que al parecer los plazos marcados se exigieron con férrea rigidez, aquello resultó bastante tolerable en relación a lo que iba a venir después. Y lo que vino, desde comienzos del siglo XVI, fue la sustitución de esos edictos de gracia por los llamados edictos de fe. Consistía el edicto de fe en una proclamación solemne de los errores heréticos al uso, lo que prolongó la extensión del edicto al irse advirtiendo nuevas desviaciones y prácticas heterodoxas, conminando bajo pena de excomunión tanto a la autodenuncia como a la delación de cualquier presunto hereje. Transcurrida una semana desde la lectura del edicto, que solía tener lugar durante la misa del domingo, y agotado ese plazo de pocos días que se concedía para denunciar, los desobedientes eran requeridos con la excomunión y otros anatemas. En el edicto de fe ya no existe período de gracia. Se trata de denunciar la posible herejía en uno mismo o en los demás: vivos o muertos, extraños, amigos o parientes. Con ello, la Inquisición asentó en toda regla lo que un 8 Escudero, 1985: 14 autor francés, Bartolomé Bennassar ha llamado pedagogía del miedo.9 Abogado defensor La acusación difusa e inconcreta podía colocar al reo en una situación dramática. Porque sucedía a menudo que él no sabía por qué estaba allí, o suponía algo distinto de lo que se le imputaba, lo que retrasaba el proceso y abría nuevas pistas a otros complementarios. Cuando se había centrado la acusación real, la víctima, a quien se hacía recitar oraciones comunes para descubrir si era un converso ficticio o reciente, podía aceptar los cargos o rechazarlos. Entraba entonces en juego el abogado defensor -figura inexistente en la Inquisición romana- con el concurso de los testigos. El abogado era elegido, en principio, por el reo, pero luego designado por el propio tribunal, lo que, como es lógico, reportó menos garantías. En cuanto a los testigos, se podía recabar la asistencia de gentes que informaran favorablemente y también recusar al denunciante, ya descubierto, y a los testigos que él presentara, en el caso de que se pudiese probar que entre el reo y ellos existía enemistad manifiesta. Por lo mismo era posible recusar al juez, aunque ese medio de defensa raramente se puso en práctica. Tras la ceremonia de ratificación, en la que se leían a los testigos todas las declaraciones, el reo y su abogado formalizaban la defensa. Tratándose de dichos o proposiciones heréticas, el abogado apenas tenía posibilidad de defender lo manifestado en sus propios términos, pues ello equivalía a situarse él mismo en condición de sospechoso.10 “El tribunal asignaba abogado a los acusados. Sin embargo, eran pocos abogados los que se atrevían a aceptar (aunque de no hacerlo, incurrían en sospecha), ya que con frecuencia también acababan perseguidos como protectores de herejes… No les era permitido hallarse presentes en los interrogatorios de sus defendidos, ni tampoco enfocar su argumentación hacia la inocencia… es por esto que para salir de apuros se limitaban a aconsejar el reconocimiento del delito, en momentos en que su espontaneidad pudiera ser valorada como atenuante a la hora de la condena.”11 La Tortura “El interrogatorio a la bruja o hereje debe ser repentino, tratando de tomarlo desprevenido; de esta manera, asombrado, confesará todo, ya que se creerá abandonado por el demonio. Si metemos primero al hereje en prisión, 9 10 11 Escudero, 1985: 15 Escudero, 1985: 17 Antin, 1973:62 el demonio tendrá tiempo de decirle qué es lo que debe hacer y decir. En caso de que el hereje no confiese a pesar de las torturas, habrá que clavarle instrumentos afilados en las uñas de pies y manos. El lugar de las torturas debe tener un ambiente de pena y dolor para atemorizar a la víctima, se debe procurar que estén a la vista toda clase de instrumentos de tortura, cuerdas, cadenas, grilletes, clavos, martillos, pinzas, ganchos. En fin, todo aquello que pueda asustar al malvado...”12 La tortura, empleada al término de la fase probatoria del proceso, tenía lugar cuando el reo entraba en contradicciones o era incongruente con su declaración, cuando reconocía una acción torpe pero negaba su intención herética, y cuando realizaba sólo una confesión parcial. En concreto, la Inquisición hizo uso de tres procedimientos: la garrucha, la toca y el potro. El primero consistía en sujetar a la víctima los brazos detrás de la espalda, alzándole desde el suelo con una soga atada a las muñecas, mientras de los pies pendían las pesas. En tal posición era mantenido durante un tiempo, agravándose a veces el tormento soltando bruscamente la soga -que colgaba de una polea- y dejándole caer, con el consiguiente peligro de descoyuntar las extremidades. Más sofisticada era la tortura del agua, en la que el reo era subido a una especie de escalera, para luego doblarle sobre sí mismo con la cabeza más baja que los pies. Situado así, se le inmovilizaba la cabeza para introducirle por la boca una toca o venda de lino, a la que fluía agua de una jarra con capacidad para algo más de un litro. La víctima sufría la consiguiente sensación de ahogo, mientras de vez en cuando le era retirada la toca para conminarle a confesar. La severidad del castigo se medía por el número de jarras consumidas, a veces hasta seis u ocho.13 Estas dos formas de tortura, las más primitivas, cayeron luego en desuso y fueron reemplazadas por el potro, instrumento al que era atada la víctima. Con la cuerda alrededor de su cuerpo y en las extremidades, el verdugo daba vueltas a un dispositivo que progresivamente la ceñía, mientras el reo era advertido de que, de no decir la verdad, proseguiría el tormento dando otra o varias vueltas más. La presencia y el control del médico no dejan de ser muy laudables, aunque… resultara a veces un sarcasmo. (Asimismo) hay que observar que el tormento se aplicó sin excesivas concesiones a edad ni sexo. Según Llorente, las personas ancianas debían ser puestas a la vista del tormento (in conspectu tormentorum) sin ser sometidas a él, aunque se han encontrado algunos testimonios de septuagenarios que hubieron de afrontar ese trance. En el otro extremo, nos consta que los niños no se libraron del todo, y así sabemos 12 13 http://www.fortunecity.es/salsa/techno/908/textos2/inquisicion.htm Escudero, 1985: 18 del caso de Isabel Magdalena, adolescente de trece años, que en Valencia resistió la tortura y luego fue penitenciada con cien azotes.14 Las confesiones obtenidas durante el tormento no eran válidas por sí mismas y debían ser ratificadas, fuera de él, en las veinticuatro horas siguientes. El desarrollo de la tortura era registrado escrupulosamente por los secretarios, incluyendo los quejidos y exclamaciones proferidas por las víctimas. En verdad cabe afirmar, como algunos autores han señalado, que lo más impresionante de la literatura inquisitorial no son los aparatosos relatos de las víctimas ni los tremendistas comentarios de los autores, sino la sobria e implacable descripción del escribano que recoge estas dolorosas escenas sin el menor comentario, con absoluta frialdad y asepsia.15 Las confesiones obtenidas bajo tortura, a diferencia de las obtenidas libremente durante el interrogatorio, implicaban el fracaso de todos los esfuerzos para hacer que el acusado jugara el papel de partícipe voluntario en el procedimiento y, de este modo, legitimar político religioso de la Inquisición. Comoquiera que el ritual de la aceptación y el arrepentimiento podía no ser válido sin una fuerte dosis de voluntariedad, el acusado que confesaba bajo tortura tenía que ser devuelto en un plazo de 24 horas para confirmar la confesión que había hecho… Por supuesto el acusado podía ser absuelto, pero la absolución total era más bien rara en la Inquisición, porque constituía una admisión de que el Tribunal se había equivocado al perseguir el caso, y dada la sensibilidad de los inquisidores a su honor y reputación, de ninguna de las maneras deseaban exponerse a tal eventualidad… La simple suspensión de un caso era mucho más común que la absolución sin reservas… Los casos suspendidos, además, siempre podían ser abiertos de nuevo si se presentaban nuevas evidencias.”16 “Si el sospechoso, tras haber sido sometido a las torturas, no confesaba, el tribunal debía absolverlo. Esta medida de clemencia, no obstante, se limitaba a los hechos precisos por los cuales había sido torturado. En definitiva, los jueces podían ‘interrogarlo’, acerca de otros temas. En realidad, era muy difícil escapar de las garras de los inquisidores. Si el acusado negaba cuanto había dicho para detener el proceso de las torturas, la declaración de los testigos adquiría toda su importancia. Así, salvo en el caso de confesión, la condena no podía ser formulada si las pruebas no eran absolutamente ciertas. Si eran apartadas tales pruebas, el acusado tenía aun la posibilidad de abjurar de todos sus errores pasados.”17 14 Escudero, 1985: 19 15 Escudero, 1985: 20 16 “Entre 1478 y 1530, el tribunal de Valencia sólo concedió 12 absoluciones entre 1,862 sentencias.” Haliczer, 1993: 134 17 Sanzioni, 2004: 90 Abjuraciones “No siempre era posible lograr demostrar la culpabilidad del encausado y se llegaba solo a indicios o pruebas poco firmes sobre la comisión de un delito. En esos casos, carentes de argumentos de peso, se obligaba a abjurar de los errores. Dependiendo de la consistencia de los indicios o pruebas existían dos clases de Abjuración: Abjuración de levi: “El tribunal impone al acusado la abjuración de levi cuando es considerado levemente sospechoso de herejía, y ello ocurre cuando contra el delatado no hay graves o sólidos indicios de herejía, sino simplemente una sospecha leve. Pero aun así se le obliga a abjurar de los errores. Si la persona que abjura de leve sospecha vuelve a incidir en esa herejía o en otra, no debe ser considerado relapso ni ncastigado como tal, sino simplemente ser gravemente castigado.”18 Abjuración de vehementi: Cuando no se había podido probar pero existían fuertes indicios de delito. Implicaba un grado de culapabilidad superior al anterior. Lo habitual era que el Penitenciado comparecieran en el Auto de fe con sambenito de media aspa, llevarlo durante uno o dos años, permanecer encarcelado aproximadamente durante un año, multa dineraria de pérdida de la mitad de los bienes y destierro por un un tiempo que solía no ser superior a seis años. En ocasiones eran castigados con azotes (200 los hombres y 100 las mujeres). Si con el tiempo volvían a a ser juzgados, eran considerados relapsos y podían ser relajados (pena de muerte). El acto de la abjuración consistía en que el enjuiciado juraba públicamente no apartarse de la fe católica, detestar todo tipo de herejía y denunciar a los que actuasen de palabra o de obra contra la Iglesia católica. A lo largo de la historia de la Inquisición fueron más habituales las abjuraciones de levi que las de vehementi.”19 La sentencia Desde un punto de vista formal, la sentencia, que ponía término al proceso, adoptó dos modalidades: con méritos y sin méritos. La primera consistía en una exposición detallada de los errores y delitos del reo, mientras la segunda se limitaba a exponer el carácter y naturaleza de la falta, siguiendo a ambas la resolución correspondiente. Algunas sentencias con méritos alcanzaron legendaria extensión. Tal fue el caso de la que concluyó la causa abierta a una 18 Fernández, María, La sentencia inquisitorial, Complutense, 2000: 171 19 Bernat, Gabriel, La Inquisición Española (1478-1813), Miami, Diciembre 2002 en: http://www.gabrielbernat.es/espana/inquisicion/index.html famosa beata, Magdalena de la Cruz, cuya lectura en Córdoba, el 13 de mayo de 1546, se inició a las seis de la mañana y concluyó a las cuatro de la tarde. La sentencia podía ser absolutoria y condenatoria. Las sentencias condenatorias daban lugar a que el reo fuera penitenciado, reconciliado o quemado en la hoguera. Los penitenciarios debían abjurar de sus errores, abjuración que era llamada de levi en los casos de menor importancia, y de vehementi en los más graves. Ante una cruz y con la mano puesta sobre los evangelios, el reo juraba acatar la fe católica. Si la falta había sido leve, aceptaba ya entonces, para el caso de una recaída futura, ser declarado impenitente con las penas oportunas. Si la falta había sido grave, se daba por enterado de que, caso de reincidir en ello, sería declarado relapso con el consiguiente castigo en la hoguera… De ordinario, las penas fueron regladas y fijas, consistiendo fundamentalmente en el sambenito, los azotes, el encarcelamiento, las galeras y la ejecución en la hoguera.20 Penas “Inocencio IV, que había autorizado el uso de las torturas, ordenó en 1251 que no se impusieran penas graves sin la autorización de los obispos.”21 “Finalmente, hemos de precisar que las penas pecuniarias fueron autorizadas por Inocencio IV, hasta el año de 1251, para aquellos casos en que no podía ser impuesta ninguna otra sanción, y se advirtió el ‘rescate’ de algunos castigos mediante las ‘limosnas’. Así las personas imposibilitadas para cumplir los peregrinajes decretados por los tribunales, podían hacer a cambio donativos al Santo Oficio o a las instituciones benéficas. Los señores y los prelados opusieron a ello grandes problemas de atribución”22 El sambenito, o saco bendito, era un hábito penitencial cuyo uso arranca de la Inquisición medieval. Debían llevarlo los que comparecían en el auto de fe, siendo entonces negro con algunos dibujos -llamas, demonios- alusivos a la suerte que amenazaba al condenado. Cuando el sambenito era impuesto como pena, era amarillo con la cruz de San Andrés bordada en la espalda y en el pecho. En los primeros tiempos se castigó a llevar el sambenito de por vida, pero luego las sentencias solían equiparar la obligatoriedad de su uso con el tiempo de reclusión -era el castigo a cárcel y hábito- o bien, imponían llevarlo en la vida cotidiana durante un cierto período, lo que acarreaba el escarnio y mofa de los vecinos. Quitárselo entonces constituía una falta grave. 20 21 22 Escudero, 1985: 21 Sanzioni, 2004: 90 Sanzioni, 2004: 93 El uso del sambenito no sólo fue un castigo para la víctima, sino también para su familia e incluso para sus descendientes. Y ello porque se introdujo la costumbre de ordenar que los sambenitos de los penitenciados fueran colgados en las catedrales, y luego también en las iglesias parroquiales, lo que perpetuaba la infamia de la familia. Incluso cuando las ropas se deterioraban, eran reemplazadas por paños donde figuraba el nombre, linaje, crimen y castigo del culpable… una de las obligaciones del inquisidor al visitar su distrito era precisamente comprobar que todos los sambenitos estaban en su sitio y que se encontraban en estado de perfecto reconocimiento. El castigo de los azotes, que tenía que ver con el uso ascético de las disciplinas en la Iglesia, fue muy corriente y tuvo carácter público. Los penitenciados, subidos en asnos y desnudos hasta la cintura, recorrían las calles con una capucha en la cabeza donde constaba su delito, mientras el verdugo iba propinando los azotes con la penca o látigo de cuero. Lo normal era recibir doscientos azotes, acompañados, como es de suponer, por las burlas y escarnio del pueblo. Ni la edad ni el sexo impidieron la práctica de este castigo, que cayó en desuso ya en el siglo XVIII, aunque a veces se practicó el mero desfile vejatorio sin el correctivo corporal.23 La cárcel fue también una pena muy común, oscilando el tiempo de reclusión entre unos meses y toda la vida… Desde mediados del siglo XVI se impuso el sistema de los establecimientos permanentes, conocidos como casas de la penitencia o de la misericordia, donde debió imperar una cierta laxitud. Ya antes, la Suprema había tolerado que los indigentes encarcelados pudieran salir a mendigar, llevando el sambenito, para regresar por la noche bajo pena de ser declarados relapsos.24 La condena a galeras fue peculiar de la Inquisición española, fruto de su carácter mixto eclesiástico-estatal, y vino a aliviar la necesidad de hombres en las flotas. Muchas veces la sentencia establecía un determinado período de reclusión, cuyos primeros años debían, ser cumplidos en galeras, lo que motivaba, transcurrido ese plazo, la reclamación del tribunal y el consiguiente forcejeo con quienes no se querían desprender de los remeros. El servicio en galeras era de notable dureza y dejó de emplearse a mediados del siglo XVIII. Para las mujeres, el castigo equivalente fue el trabajo en hospitales y casas de corrección. Por último, la pena de muerte. El castigo máximo estaba reservado a los herejes no arrepentidos y a los relapsos, esto es, a los reincidentes en materia grave. 23 24 Escudero, 1985: 22 Escudero, 1985: 22 Si en esa hora final se negaban a reconciliarse con la Iglesia eran quemados vivos. Quienes lo hacían recibían el mejor trato de ser estrangulados por medio del garrote, entregándose luego el cadáver a las llamas. La ejecución correspondía a las autoridades seculares, a quienes la Inquisición relajaba o entregaba las víctimas. Si éstas habían fallecido antes o habían conseguido huir, se procedía a la quema en efigie, es decir, a que las llamas exterminaran una imagen simbólica de la persona desaparecida.25 …No había transcurrido mucho tiempo cuando el Santo Oficio lo había invadido todo, convirtiéndose en una institución omnipresente a la que veremos perseguir tanto a un bígamo como al arzobispo primado de España, prohibir un folleto extravagante o censurar El Quijote, vigilar a una beata de pueblo o seguir los pasos de fray Luis de León, enfrentarse con un blasfemo de taberna o con un ilustrado jansenista, encausar al que había fornicado o al que era tildado de masón.26 La Inquisición no tenía en principio nada que decir respecto a la fornicación cometida por hombre y mujer. Cabía sin embargo suponer, ya partir de ello debía procederse a la oportuna averiguación, si fornicaban por creer que no había pecado en la unión carnal, lo que evidentemente contradecía un mandamiento cristiano. O en otro supuesto: la Inquisición no tenía misión específica para ocuparse de la blasfemia, que era un delito y un pecado, y como tal objeto de la jurisdicción secular y eclesiástica, pero persiguió a los blasfemos por si la imprecación torpe respondía a algo que el sujeto creyera. Con tales presupuestos, es fácil imaginar que el Santo Oficio invadiera los más heterogéneos aspectos de la conducta humana y ampliara desmesuradamente sus competencias.27 La flagelación “Podía constituir la pena principal o sólo una pena accesoria. El condenado, con los pies descalzos, iba a la iglesia llevando en sus manos un cirio y las varas que serían empleadas para golpearle. Durante una misa solemne y generalmente después del sermón, ofrecía las varas al sacerdote, quien se encargaba de fustigarlo. Acto seguido, participaba en una procesión que recorría el pueblo, y, una vez más era flagelado en la última estación. El pecador arrepentido declaraba entonces ante el pueblo reunido haber merecido tal sanción debido a sus faltas contra la Iglesia.”28 25 26 27 28 Escudero, 1985: 24 Escudero, 1985: 27 Escudero, 1985: 28 Sanzioni, 2004: 94 Presos Son muy numerosos los casos en que los presos murieron o se volvieron locos en las cárceles secretas antes o durante el proceso. En los reos, encarcelados sin conocer el motivo, se creaba un fuerte sentimiento de culpa; se les conminaba a buscar en su memoria en qué, cuándo y cómo habían actuado contra la fe, y así el Santo Oficio provocaba su rápida y profunda destrucción psíquica. A consecuencia de ello, y día tras día, algunos perdían la razón. En numerosos casos era el mismo personal de la cárcel (el alcaide y su ayudante) el que informaba a los inquisidores de que tal o cual recluso estaba teniendo un comportamiento raro.29 Locos En muchas ocasiones, cuando un preso se volvía loco, lo enviaban al hospital de orates más próximo o, si no era peligroso, a alguna casa particular. Si no escandalizaba demasiado, lo dejaban en la cárcel, le confiscaban sus bienes y aguardaban a que recobrara el juicio para poder aplicarle las penas, ya que, como había señalado Peña, si bien no se puede ejecutar a un loco, tampoco se le puede dejar impune.30 En efecto, como lo recuerda el Manual de los Inquisidores: ‘entre las diez argucias de los herejes para responder sin confesar […], la novena consiste en simular estupidezo locura’ (Manual, 150). El tema de la locura fingida merece particular atención. ¿Y si, por una vez, se tratase de un loco auténtico? Para tener la conciencia limpia, se someterá a tormento al loco, verdadero o falso’ (Manual, 150).31 Autos de fe Los autos de fe constituían la cara pública del Santo Oficio y tenían como objeto imponer ciertos códigos de comportamiento ortodoxo sobre el público tanto como sobre el individuo. Un Manual de inquisidores así lo explica: 29 Hèlené Tropé, “Locura e inquisición en la España del siglo XVII”, Centre de Recherche sur l’Espagne des XVIe et XVIIe siècles (CRES-LECEMO). Université de la Sorbonne Nouvelle (PARIS III). UFR d’Etudes Ibériques et latino-américaines. París, 2009 30 Tropé, 2009: 92. “Leonor López, conversa portuguesa procesada en Toledo en 1670, que, según los médicos, estaba ‘loca, falta de juicio, por sequedad del cerebro demasiado caliente’. Estaba furiosa, lanzaba palos y piedras por la ventana, llegando al punto de herir al hijo de otro preso. Éste y otros testimoniaron que la rea era una ‘loca rematada’, que alborotaba con sus gritos no sólo a toda la cárcel sino incluso al barrio entero.” Tropé, 2009: 93 31 Tropé, 2009:95 Hay que recordar que la finalidad primera de los procesos y de la condena a muerte no es salvar el alma del acusado sino procurar el bien público y aterrorizar a la gente.32 “Los autos de fe eran las manifestaciones más grandiosas del poder del Santo Oficio. En los autos generales se decretaba un día de fiesta, con la asistencia obligatoria de prácticamente toda la población local, y la participación activa de todos los oficiales religiosos tanto como seculares de la colonia…33 Era la ceremonia que acompañaba la celebración del juicio de la Inquisición, y estaba seguida por la ejecución de las sentencias por las autoridades seculares… Primero había la llamada procesión de la Cruz Verde, el lema del santo Oficio, donde participaban los frailes, los oficiales reales y los reos. Después había la presentación pública de los reos, quienes tenían la oportunidad de “reconciliarse” o sea de confesar sus errores y recibir el perdón y un castigo (que incluía desde las penas espirituales –como oraciones, misas y limosnashasta la imposición de llevar el sambenito, la confiscación de bienes, los castigos corporales, las multas y el destierro). En caso de negar a confesarse o arrepentirse, o si el reo había reincidido en la herejía, el penitente era “relajado”, o entregado a las autoridades seculares para ser quemado en una de las hogueras… Es de notar que los religiosos nunca participaron directamente en las hogueras, sino que entregaron a los reos “relajados” a la justicia secular.34 La mayoría de los reos no recibieron la muerte por haberse mostrado cooperativos con las autoridades inquisitoriales.35 No se llegaba celebrar jamás el auto de fe sin haber procurado por largo tiempo su conversión a la unidad católica por cuantos medios sugería la prudencia humana. Teniéndole bien asegurado en la cárcel, se permitía y aun procuraba que le visitasen sus parientes, amigos y paisanos; los sacerdotes y cuantos tuvieran opinión de sabios: el obispo mismo y el inquisidor lo exhortaban. Aunque manifestara el reo en su pertinacia deseos de ser quemado cuanto antes (lo cual era frecuente porque tales hombres creían mártires), no por eso el inquisidor condescendía jamás; antes bien multiplicaba los medios de suavidad y dulzura, dejando a un lado la ira, y procurando hacerle creer que si se convertía evitaría la muerte, puesto que no era relapso. Y con efecto, si se verificaba si llegar el día del auto de fe, se convertía la pena capital en cárcel perpetua. 32 33 34 35 Bouvier, 1999: 71 Bouvier, 1999: 68 Bouvier, 1999: 69 Bouvier, 1999: 70 No bastando estas diligencias para su conversión, se anunciaba el auto de fe de manera que lo supiesen todos los habitantes de la comarca, para que pudiesen concurrir; se preparaba en la plaza el tablado; se leía la relación de crímenes, predicaba el inquisidor; el reo era entregado a la justicia secular, que lo hacía conducir a la hoguera ya preparada fuera del pueblo, y se le echaba vivo en llamas, habiéndose antes pronunciado la sentencia de condenación a esta pena, conforme a las leyes civiles. Cuando el infeliz hereje era relapso, aunque se arrepintiese, sufría la pena de muerte, pero no la del fuego, porque después de confesado y comulgado, como hemos dicho, se le quitaba la vida por mano del verdugo, y su cadáver era quemado.36 En el juramento de lealtad a la Inquisición que tenían que hacer todos los presentes en la proclamación anual del Edicto de la Fe, al público en general se le inculcaba la gravedad de oponer cualquier resistencia equiparando a “los obstructores del Santo Oficio” con los herejes.37 “A comienzos del siglo XVI, en toda sede de obispado y puerto de mar había ya un comisario de la Inquisición, siempre eclesiástico, y cuatro familiares.”38 Funcionarios Es de notar que el Santo Oficio de un extremo a otro del escalafón, no escogía a sus miembros más que entre familias de sangre pura, es decir, familias que no contaban en su ascendencia ni un solo judío, aunque fuera converso, ni un moro.39 LA “CONQUISTA ESPIRITUAL” Se estableció un verdadero ejército religioso, pertrechado en fortalezasmonasterios, o “castillos fortificados de monjes”, que transformo, a lo largo del tiempo y con metódica paciencia, las estructuras físicas y mentales del imperio conquistado. Desde un principio se elimino cualquier testimonio del decir religioso anterior, bajo el escudo de las Sagradas Escrituras: “Infandorum enim idolorum cultura omnis mali causa est et initium et finis”; “Pues el culto de los abominables ídolos, es principio, causa y fin de todo mal” (Sabiduría, 14, 27).40 36 37 38 39 40 Llorente, 1981, I: 112 Haliczer, 1993: 43 Lewin, 1960: 38 Jouve, 1935: 84-85 Arturo S. Dávila, “¿Conquista espiritual o satanización del panteón aztekatl?”, en Revista de Fray Pedro de Gante, pariente de Carlos V, primer religioso que llegó a México, junto con fray Juan de Tecto y fray Juan de Ayora (quienes murieron en la expedición de Cortes a las Hibueras) escribe a sus compañeros de Flandes, en carta fechada el 27 de junio de 1529: “Cada vez que salgo a predicar tengo sobrado que hacer en destruir ídolos y alzar templos al Dios verdadero”. En otra carta, dirigida a Carlos V, el 31 de octubre de 1532, vuelve a mencionar esa doble labor de catequizar y destruir: …mi oficio ha sido y es enseñarle la doctrina cristiana generalmente y dársela a entender en su lengua: esto a los principios en Tetzcuco yTlaxcala; de seis años a esta parte en México y los pueblos comarcanos y otros pueblos más lejos, visitando y trabajando de destruir los ídolos e idolatrías. Esta práctica de destrucción de monumentos y estatuas prehispánicas fue sistemática y ellos mismos la documentaron. Igualmente, se quemaron atavíos, vestimentas y adornos que, según los frailes, tenían significación religiosa y por lo tanto “idolátrica”. La confederación Aztekatl, así como otros reinados del México antiguo, sufrieron la misma persecución. Los Porepeça (Tarascos) no se salvaron del celo religioso. Fray Alonso de la Rea dejo testimonio del fanatismo de fray Martin de la Corunia (uno de “los Doce”) y de la entrada del evangelio en Mechoacan: Y asi acabó de asentar el fin del Evangelio y cortó el lazo de la carne y nudos de los casamientos; con que tuvo lugar para asentar los preceptos de nuestra ley e introducir la verdadera adoración, y reprobar la profesión de su falsa secta. Derribando y destruyendo todos los templos de Tzintzuntzan, a vista de toda la ciudad. Con que tuvo lugar de coger todos los idolos de oro, plata y otras piedras preciosas y hacerlas pedazos; y haciendo de ellos un gran montón los arrojó a la laguna, con el desprecio igual a su falsedad; con que cayeron en la cuenta todos los concurrentes, pues veían a sus dioses sepultados en la laguna. Otros juntó en medio de la plaza y los quemó, para que las cenizas arrebatadas del viento, les diesen en los ojos y los sacase de su ceguedad y advirtiesen el engaño pasado y la verdad presente. Quedó con esto la gran ciudad Tzintzuntzan y sus moradores con la serenidad que suele el cielo después de una gran tormenta, limpia de las nieblas del error y del engaño de la idolatría con que el santo fundador levantó iglesias, erigió altares y administró los Sacramentos, quedando la fe asentada en todo Michoacán y Jalisco por él.41 Crítica Literaria Latinoamericana, No. 49, Lima-Hanover, 1er semestre de 1999, p. 100 41 Dávila, 1999:100-101. Cita a su vez: Fray Alonso de la Rea, Cr6nica de la Orden de N. Otro controvertido documento acerca de la destrucción del pasado cultural mexicano es el de fray Juan de Zumárraga, primer obispo e inquisidor de México, célebre por su participación –junto con Andrés de Olmos- en el juicio de las brujas de Navarra, también liamado “el aquelarre de Zagarramurdi”42, y quien escribió, en carta al Capitulo General de Tolosa, el 12 de junio de 1532: Muy reuerendos padres, hacemos saber a vuestras reuerencias: & notificamos les que nosotros estamos puestos & occupados en grandissimos & continuos trabajos, acerca de la conuersión de aquestos infieles. De los cuales proueyendo lo la gracia de nuestro senior Jesu Christo: por las manos de los frayles de nuestra orden de nuestro serdphico padre sant Francisco de la regular obseruancia, baptizados mds de dozientos & cinquenta mil. E son destruydos bien quinientos templos de ydolos, & mds de veynte mil figuras de demonios. Las cuales ellos adorauan, son hechas pedagos & quemadas. Y en muchos lugares son ya hedificados muchos oratorios & capillas y en muchos mas estdn leuantadas y ensalgadas aquellas muy hermosas & muy resplandecientes armas de la sanctissima Cruz. La cual es de los yndios con muy gran reuerencia adorada. A lo cual habrá que añadir… la quema de la biblioteca de Tetzikoko. De ahí que se le llamara el “Omar del Nuevo Mundo”, en referencia al Califa que Seráfico P. S. Francisco, Provincia de San Pedro y San Pablo de Mechoacán en la Nueva España [16431, México: Imprenta de J. R. Barbedillo y C., 1882, cap. XXI, pp. 95-96. 42 “Las sorgiñak fueron las mujeres bascas curanderas portadoras de la sabiduría en el uso de las plantas, con las que hacían toda clase de infusiones y pócimas, la farmacia y medicina de la epoca. Para paliar los dolores usaban el cornezuelo del centeno, un hongo alucinogeno, parasito del centeno.En una sociedad y epoca en que las pestes y enfermedades contagiosas causaban grandes mortandades, el papel de las curanderas era fundamental. Su poder llego a hacer competencia al de la Iglesia, que solo podia ofrecer misas y oraciones para curar. La Iglesia, que nunca le ha gustado la competencia, decidio acabar con las curanderas, con sus metodos habituales. Primero se invento una falsa historia sobre las curanderas basconabarras y luego las detuvo, torturo, encarcelo y asesino. Los juicios contra la sorgiñak se basaban en autoinculpaciones obtenidas bajo tortura, metodo muy conocido en nuestra tierra. Los propios acusadores les hacian relatar delirios calenturientos de aquellas mentes reprimidas que eran los frailes dominicos que se encargaban de los procesos: unas mujeres que apenas entendian el castellano, afirmaban haber mantenido relaciones sexuales por via vaginal y anal con un demonio con cuerpo de chivo, y otras lindezas que les iban dictando los frailes . En Iparralde el inquisidor frances Pierre Lancre afirmaba que el euskara era la lengua del diablo y que por eso se entendia tan bien con las sorgiñak. En Egoalde hacia 1500 comenzo la persecucion por la zona alredeor de la sierra de Amboto, en el duranguesado, de la mano de Fray Juan de Zumarraga, que llamaba a las procesadas “las durangas de embote”, y que como premio le dieron un arzobispado en Mexico. En Zeberio, Catalina Gesala, de solo 8 años, fue declarada bruja. En 1527 se realizaron grandes redadas de brujas por Nabarra, que termino en el proceso de Iruña dirigido por el inquisidor Avellaneda: misas negras, envenenamiento de aguas, orgias... eran las pruebas que las condenaban. El proceso mas famoso fue el de Zugarramurdi, celebrado en Logroño, sede central del Tribunal del Santo Oficio de la Inquisicion, el año 1610, dirigido por Juan del Valle Alvarado, fueron procesadas 40 sorgiñak y de ellas 12 fueron quemadas vivas, por celebrar akelarres con el diablo en las famosas cuevas.” José Landain, “Sorgiñak: las brujas basconabarras”, En: http://server3.foros.net/viewtopic.php?t=72&mforum=ESTADOPROPIO destruyó la biblioteca de Alejandría… Observemos, por otra parte, como se habla de las “armas” de la santísima cruz, aludiendo en cierto sentido al carácter “militar” de la obra.43 Zumárraga aconsejaba el buen trato, pero también que se aplicara el castigo piadoso: …porque asi como tienen los naturales necesidad de ser atraidos a nuestra fe con beninidad y amor, asi después que son miembros de la Iglesia han menester muchas veces algiin piadoso castigo, porque de su condición natural son tan descuidados aun en lo temporal, cuanto mas en lo espiritual, que siempre han menester espuela, ni quieren venir muchos a la doctrina ni hacer otras cosas a que la religión cristiana los obliga si no son a ello compelidos.44 Zumárraga era, en teoría, partidario de la “conversión pacífica”, pero se valió de la represión y de su poder inquisitorial para imponer la Corona hispana y el Papado en México. Recordemos otro evento memorable. Fray Diego de Landa, provincial de Yucatán, guardián del convento franciscano de Mérida, describió con admiración la escritura de los Mayas. Según le contaron algunos viejos, Que escribían sus libros en una hoja larga doblada con pliegues que se venía a cerrar toda entre dos tablas que hacían muy galanas, y que escribían de una parte y de otra a columnas, según eran los pliegues; y que este papel lo hacían de las raíces de un árbol y que le daban un lustre blanco en que se podía escribir bien, y que algunos señores principales sabían de estas ciencias, y por esto eran mas estimados aunque no las usaban en público. En esta relación de los viejos se distingue el respeto a la escritura y a los depositarios de esta ciencia en el mundo precolombino; sin embargo, fray Diego, al hallarse más tarde con algunos de estos preciosos documentos, encegueció y actuó, sin permiso, como inquisidor, destinándolos a la hoguera. El mismo da esta explicación: Hallámosle gran número de libros de estas sus letras, y porque no tenían cosa en que no hubiese superstición y falsedades del demonio, se los quemamos todos, lo cual sentían a maravilla y les daba pena.45 43 Dávila, 1999: 102 44 Dávila, 1999: 103 45 Arturo S. Dávila, “¿Conquista espiritual o satanización del panteón aztekatl?” Revista de crítica literaria latinoamericana, Año 25, No. 49, Lima-Hanover, 1999, p. 103 … (Pero también) se opto por otra solución para endoctrinar a los nativos, más dramática, pero más eficaz y poderosa. Por orden de Cortes y de los frailes, se recogió a niños nobles, descendientes de los reinos conquistados y, literalmente, se les “secuestro” y “enclaustro”. Cuenta fray Pedro de Gante: Por ser la tierra grandísima, poblada de infinita gente, y los frailes que predican pocos para enseñar a tanta multitud, nosotros los frailes, recogimos en nuestras casas a los hijos de los señores principales para instruirlos en la fe católica, y aquéllos después enseñan a sus padres. Saben estos muchachos leer, escribir, cantar, predicar y celebrar el oficio divino a uso de la iglesia. De ellos tengo a mi cargo en esta ciudad de México al pie de quinientos o más, porque es cabeza de la tierra.’ Esta política de “desmantelamiento familiar” se siguió en todo el territorio conquistado. En Tlaxkallan, la resistencia de los naturales fue grande, y cuenta Motolinía que “al principio se les hizo tan cuesta arriba que algunos señores escondían sus hijos y en su lugar ataviaban y componían algún hijo de su criado o vasallo o esclavillo, y enviábanle acompañado con otros que le sirviesen por mejor disimular, y por no dar el hijo propio. Otros daban algunos de sus hijos, y guardaban los mayores y los mas regalados”. Esta fractura en los lazos familiares tuvo consecuencias graves. De entrada, se quito a los progenitores el derecho natural de educar a sus hijos. Además, se separo a niños y niñas de toda actividad en común que no estuviera estrictamente vigilada, marcando una diferencia de géneros y la concepción medieval de la honra femenina. La mujer como un sujeto siempre proclive a caer en la tentación sexual. Por otro lado, los niños fueron simbólicamente castrados: es decir, se les corto el pelo y se les vistió a la usanza española. Desaparecieron los colores, penachos, plumas, tilmas, huaraches, mantos y pelo largo. Esta represión corporal es señal de un rasgo ideológico hispano de la época que ingreso en la cultura de los vencidos: la vergüenza ante su propio cuerpo y el pecado de la desnudez. Inmediatamente después apareció también el diablo. A los niños que recibían fundamentalmente instrucción religiosa se les hablo de los pecados, las tentaciones y los castigos infernales como parte integral de su educación. Después se les utilizo para transmitir este conocimiento a los Mazeualtin (personas de la clase humilde en la sociedad Aztekatl) así como para vigilar a sus familias y denunciarlas en caso de reincidencia en la “idolatría”. Fray Pedro de Gante nos relata el celo religioso de los neófitos: Los domingos salen estos muchachos a predicar por la ciudad y toda la comarca, a cuatro, a ocho, a diez, a veinte o treinta millas, anunciando la fe católica, y preparando con su doctrina a la gente para recibir el bautismo. Nosotros con ellos vamos a la redonda destruyendo ídolos y templos por una parte, mientras ellos hacen lo mismo en otra y levantamos iglesias al Dios verdadero.46 Domingo de Betanzos y otro dominico exponían en una carta a Carlos V… Los indios no deben estudiar, porque ningún fruto se espera de su estudio, lo primero, porque no son para predicar en largos tiempos… porque verdaderamente son viciosos… Lo segundo, porque no es gente segura de quien se debe confiar la predicación del evangelio, lo tercero, porque no tienen habilidad para entender recta y ciertamente las cosas de la fe ni las razones de ellas, ni su lenguaje es tal ni tan copioso, que se pueda con él explicar sin grandes impropiedades que fácilmente puedan llevar a grandes errores.47 EL PROCESO VS DON CARLOS Los cargos: El 22 de junio de 1539, un indio denunció que Don Carlos “había murmurado frases de desprecio a los frailes, exhortando al denunciante y a otros a que se apartaran del cristianismo y de las prácticas cristianas “por vanas e inútiles”… otro testigo añadió que oyó a Don Carlos persuadir a que no enseñasen la doctrina cristiana y que decía “que no les quitasen ni estorbasen a los indios de sus vicios y costumbres antiguas, sino que les dejasen vivir como sus antepasados”. Dada la gravedad de las denuncias, Zumárraga ordenó de inmediato el registro de la casa del seño de Texcoco, el cual fue llevado a cabo por agentes de la Inquisición. Y éstos hallaron, entre otras cosas, un libro o pintura “que dijeron ser la pintura o cuenta de las fiestas del demonio que los indios solían celebrar e su ley, y dos adoratorios que dijeron ser de ídolos”. La esposa de Don Carlos (que fue interrogada) negó lo de los ídolos y lo único que le sacaron fue que su marido le era infiel y que la maltrataba. -De dos años a esta parte me ha dado muy mala vida- dijo. Declaración de Don Carlos “Al preguntarle “si ha dogmatizado, predicado y amonestado contra nuestra santa fe católica, o si ha hehco o visto o mandado hacer algunos sacrificios o idolatrías, o si ha persuadido y amonestado que sigan la ley 46 47 Dávila, 1999: 114. Cita a Sahagún: Relación del autor digna de ser anotada…, Cap. X Jiménez, 2009: 142 de sus antepasados”, dijo que nunca había dicho, ni hecho ni predicado, ni amonestado. En suma, al negar de plano correspondía a los jueces demostrar los cargos. Entonces Zumárraga nombró un abogado defensor, y éste se limitó a salir del paso pidiendo prórrogas para que acudiesen los testigos de la defensa. Pero resulta que no dieron señales de vida por temor al Santo Oficio, y el cacique halló solo y desamparado en el momento supremo frente a la formidable Inquisición… fue considerado culpable. No obstante, Zumárraga, dada la gravedad del caso, decidió que el virrey Don Antonio de Mendoza y sus asesores jurídicos examinaran el expediente y se lo envió. Su dictamen debio de ser favorable a la condena, puesto que Don Carlos acabó en la hoguera. Sentencia y ejecución “La sentencia es de fecha 23 de noviembre de 1539. En ella se afirma que Don Carlos no quiso confesar su error, negándose a pedir misericordia. Por ello decía la condena: “Debemos declara y declaramos a Don Carlos, etc., ser hereje dogmatizador.” A continuación, seguía la formula usual, de entrega a la justicia seglar u ordinaria… “A la cual rogamos y encargamos que con el dicho Don Carlos sea benigna”. Recomendación igualmente usual y sin más valor que el puramente formulario. No quiso confesar su error ni pedir misericordia en caso que por Nos fue avisado sería recibido a penitencia con misericordia… confesando sus idolatrías y excesos”. “En Domingo treinta días del mes de Noviembre del dicho año de mil e quinientos e treinta e nueve años, que fue día de Sant Adnrés Apóstol, por la mañana fue sacado Don Carlos de la cárcel de este Santo Oficio, con un sambenito puesto, e una corona en la cabeza, y con una candela en las manos, y con una cruz delante tué llevado al cadalso, que para ello estaba puesto en la plaza pública desta cibdad, donde estaba mucho número de gente ayuntada, así de españoles como de naturales desta tierra, y allí, estando presentes el Ilustrísimo Señor Don Antonio de Mendoza, Visorrey e Gobernador desta Nueva España por su Majestad… e luego, por mandado de su Señoría Reverendísima, Juan González, intérprete, predicó a los naturales desta Nueva España en su contra, y les dio a entender las culpas de Don Carlos y la casa de su penitencia y condenación…”48 CALZONTZIN: CACIQUE, IDÓLATRA… Y SODOMITA “En 1530, durante la conquista de Michoacán, Nuño de Guzmán, el presidente de la primera audiencia de la Nueva España pasó a través de la región hacia el pueblo de Tzintzuntzan con soldados españoles y aliados indígenas. Entre los 48 Antin, 1973: 73-78 aliados se encontraba El Caltzontzin, conocido también bajo el nombre de don Francisco. El Caltzontzin fue acusado de graves Crímenes poro la encomienda española de Uruapan. El más serio de los cargos era que había ordenado repetidas veces el asesinato de varios soldados españoles y además había cometido varios actos de sodomía. Durante el juicio se supo que Caltzontzin había sido enjuiciado anteriormente por Pedro Sánchez Farfán, por el crimen de sodomía… Por estos crímenes, Guzmán lo sentenció a muerte, por garrote, estrangulación y posterior quema del cuerpo, la sentencia fue llevada a cabo el 14 de febrero de 1530.”49 LOS SACERDOTES DE MITLA Los sacerdotes de Mitla vivían en casa de Cosijopii, en Tehuantepec, desde hacía mucho tiempo, y seguramente esto no se consideró un problema mientras el líder zapoteco fue útil a los frailes y burócratas españoles. Convertido Cosijopii en persona non grata se comienza a preparar su caída… …Por la mañana venía (Cosijopii) a la iglesia acompañado siempre de los viejos que había llevado de Mitla, que en mexicano significaba el infierno aquel lugar, y no era buena compañía para quien por el bautismo debía huir de ellos… El buen Vicario (Bernardo de Santa María) reparaba en las acciones del don Juan (nombre impuesto por los españoles a Cosijopii) y aunque eran afectadas y de mucho exterior y del amor y liberalidad con que había hecho el convento y la iglesia y cuidado de socorrer al sustento de los religiosos, con todo no se satisfacía de su cristiandad y… en cuantas ocasiones hallaba con entrañable amor y respeto lo doctrinaba, dándole a entender… que echara de su casa aquellos viejos que había traído y le acompañaban, porque eran muy sospechosos y estaban tenidos en malísima opinión… No podía ser otro el desenlace de tantas sospechas; un español disfrazado se había dado cuenta de ceremonias no católicas, aparentemente, en casa de Cosijopii; pero el vicario se valió de “un indio principal capacísimo y cristiano de veras que hacía oficio de fiscal de la Iglesia” para llegar a la denuncia de que Cosijopii practicaba esos cultos: …para cuyo ejercicio procedió con tanto secreto,. Que se pudo ocultarlo de todos en muchos días. Llevando del gran adoratorio de Mitla los sacerdotes mayores como Pontífices, a quienes llaman 49 Zeb Tortorici, “Heran Todos Putos”: Sodimitical Subcultures and Disordered Desire in Early Colonial Mexico, Etnohistory, University of Calaifornia, 2007: 39 Huipatoo, en su lengua que quiere decir grande atalaya, y el que lo ve todo; y otros sacerdotes menores que llaman Copa vitoo, guarda de los dioses y así llaman a los ministros y sacerdotes mercenarios agora, y con el otro, sólo a nuestros Ssmo. Padre cuando lo nombran, por Único Cabeza de la Iglesia, con los sacerdotes que el Rey trajo de Mitla, que era el tempo supremo, como agora nuestra Roma. Viendo impedido aquel adoratorio le pasó a su palacio… Asiéndole del brazo con blandura el vicario y diciéndole dese Vm. por preso por orden del señor Obispo… la justicia aprisionó a los viejos (los sacerdotes de Mitla), y levó la cárcel pública y el vicario trajo al convento al señor y con muchos agasajos le mandó componer una celda decentemente consolándolo con la facilidad del remedio, buscándole él con verdadera y pública enmienda, fue muy para temer la alteración del pueblo y de los demás de la comarca, luego que se supo la prisión de su señor… Los indios de Tehuantepec hombres, mujeres y niños, con otra multitud que de otras partes habían venido a la voz del retiro de su señor, impacientes de su ausencia, en tropas llegaron con voces y alaridos al convento pidiendo a su señor, fue día de grandísima confusión y la tuvo la justicia y los religiosos, por no llegar a las manos con tanta multitud, que irritados se expondrían a cualquier temerario arrojamiento.50 …El obispo lo era nuestro Fr. Bernardo de Alburquerque, tan ajustado y docto, como amante del D. Juan (Cosijopii), desde que fue vicario de aquesta doctrina de Tehuantepeque, así porque conocía la capacidad de este señor, como lo mucho que le debía de limosnas, regalo y respeto, sobre la magnificencia con que había edificado aquel suntuoso convento y sintió con extremo verse obligado a castigar a tan gran bienhechor y pidió al Provincial le diese dos religiosos muy de su elección, para jueces de aquella causa… Cosijopii no había aceptado la juridsdicción del obispo, tanto por ser su amigo como por acogerse a la del virrey y la audiencia. Se esperó la respuesta de la ciudad de México; Cosijopii sería llevado a la capital y desaparecería del escenario de Tehuantepec… “vino el orden de la Audiencia para que lo llevaran a México…” Algo parecido se había hecho en Yanhuitlán, como habremos de ver: el cacique fue igualmente remitido a México y liberado después. Cosijopii fue desojado –al fin- de sus bienes y cargos y estuvo bajo proceso un año, al cabo del cual se le regresó a Oaxaca. Al aproximarse a Nexapa muere en circunstancias obscuras. Alburquerque dejó en otras manos una parte del asunto (el de Cosijopii no era únicamente su problema) y resolvió por sí 50 Jiménez, 2009: 99 mismo aquella otra impuesta en que tenía mayor experiencia y atribuciones. Éste sería, con mucho, el acto estelar de la Inquisición bajo su mandato. Los sacerdotes de Mitla, que eran seis, ya ancianos, no pudieron eludir el papel (en el sentido teatral) que les correspondía escenificar: eran prominentes y su castigo representaría un escarmiento proporcional a la enorme atención que el pueblo tenía en ese momento puesto en ellos. Se convirtieron, así, en personajes de esa representación calculada para inspirar el máximo temor …aquí fue donde se acrisoló el oro de su valor, sin que les tocase un indivisible de intereses temporales que habría muchos, substanciaron todos tres la causa, recibidas las confesiones de los cómplices, sin que sus procuradores hallasen defensa para sus delitos y reservando la sentencia para un día solemne, los sacaron a la iglesia a oírla, saliendo con el traje, e insignias de reos de aquella especie, con sogas, corozas, velas y azotes por las calles, que el juez secular relajados les mandó ejecutar.51 …El clero era consciente de la superficialidad del avance católico en aquellos momentos y el manejo del caso de los sacerdotes de Mitla permitiría consolidar los avances y proseguir… Y también está, dentro de la misma lógica, la fachada que decidió dar a su nuevo palacio el inquisidor Alburquerque, luego del auto de fe en que fueron quemados vivos, por orden suya, los últimos sacerdotes zapotecos de Mitla.52 GALERÍA DE HEREJES Martín Baptista, por haber dicho y porfiado que más servía a Dios el casado que el fraile… Santos García, que se hallaba sólo en el tribunal, y ya electo obispo de Guadalajara, a cuyo destino habría de partir dentro de poco (20 de abril de 1594), procedió a celebrar un nuevo auto de fe el cuarto domingo de Cuaresma, 28 de mayo de 1593, presentando los siguientes reos: Francisco de Santaella por bígamo… Juan Vanegas, soldado, por haber usado del arte de la quiromancia y de cercos, poniendo en ellos los nombres de Jesucristo y de tres demonios particulares para saber cosas ocultas dl porvenir… Gregoria de Silva, sevillana, por haber usado de hechicerías, sortilegios e invocación de demonios para traer hombres a su amistad…53 Inés Osorno… extremeña, que rezaba muchas oraciones para saber el porvenir y atraerse a los hombres… No llevó pena corporal por haberse denunciado… 51 52 53 Jiménez, 2009: 100-101 Jiménez, 2009: 105 Medina, 1991: 115 Inés de Rivera, igualmente sevillana, que usaba para los mismos internos de habas que bautizaba en el nombre del padre, el hijo y el espíritu santo, para averiguar si los hombres que eran de su amistad entraban a casas de otras mujeres.54 Mari López, que para atraerse a los hombres rezaba la oración de la estrella y de la martilla y la de San Silvestre… para averiguar si cierto hombre la quería bien… Juanes de Arrieta, porque reprendido de su mujer, de que andaba con otras hembras, respondió que no era pecado tratar con ellas… Miguel Redelic, bohemio, por haber referido y alabado los errores de Martín Lutero, sobre que le dio tormento, en el cual confesó haber aprendido y guardado aquella secta, admitido a reconciliación con hábito y cárcel por cuatro años.55 Domingo, negro, esclavo, “porque llevó recados de unos presos a otros, habiéndoles metido por un agujero tinta y plumas y haber avisado a las familias de los reos que estaban con salud”, fue condenado con doscientos azotes y a que su amo le vendiese fuera de México…. Gaspar de Villafranca, “mozo soltero que andaba en las comedias”, porque en el juego dijo que no había dios para él, y contaba un cuento de estilo de los de Bocaccio sobre el hallazgo de una bragueta que habían hecho unas monjas… Como hechiceras que usaban las cosas santas y benditas para saber el porvenir y para que sus amigos las quisiesen bien… Juan Luis, mestizo, testificado de tener pacto con el demonio y de traer su figura pintada en un brazo y valerse de él para librarse de algunos negocios. Recibió doscientos azotes y cinco años de galeras a remo y sin sueldo…. Jorge Álvarez, “habiéndosele dado bueno porque se le dieron ocho vueltas de cordel, doce garrotes y nueve jarros de agua y él venciólo, sobrevivió más probanza de otro testigo cómplice”… Clara Enriquez, acusada de expresarse en términos desvergonzados de la Virginidad de María y de que cantaba la siguiente copla: “Santa Bartola fue doncella-Y en el cielo está hecha estrella-Dios me libre de la centella-Y el árbol de la cruz-Digan todos amén, Jesús.” Antón Gómez, portugués, vecino que era de Puebla, hombre de sesenta y tres años, acusado de haber dicho que no debían reverenciarse las imágenes de los santos, que eran de palo, sino á los hombres, que lo eran de Jesucristo. Francisco Báez, testificado de haber causado gran escándalo con decir que el hombre que en esta vida no hacía el amor, el diablo en la otra le pediría estrecha cuenta. 54 55 Medina, 1991: 116 Medina, 1991: 117 María Gerónima, mulata que hacía conjuros para que la quisiesen.56 Gaspar de la Plaza, por haber escrito oraciones en una ballesta.57 Benaldo del Castillo, por blasfemo y murmurante de los inquisidores. Juan Toledo, por ser hijo de reconciliado y decir que los ángeles debían comerse asados y que no estaba bien poner cruces en las calles. Alonso de Ávila tenía un crucifijo debajo de su escritorio y ponía los pies sobre éste. Rodrigo Simón y Alonso Valiente, por haber negado que la simple fornicación es pecado mortal.58 Gaspar de la Plaza, por asegurar que no era pecado tener relaciones sexuales con una india. Pedro de la Torre, por haber dicho que “Dios y la naturaleza son una misma cosa”. Juan Jorge, veneciano, por haber dicho que “el diablo valía más que Dios”. Antonio de Morales por haber afirmado que es herejía hincarse cuando pasa el santísimo. Cristóbal Herrera por haber afirmado que en el infierno había muchísimas ánimas que no tenían pena. Juan Bautista Corvera, por haber compuesto versos con proposiciones heréticas. Bartolomé Díaz de Piza, clérigo, por haber negado a la trinidad en la hostia consagrada. Francisca de la Anunciación, monja profesa, por asegurar que no merecía condenación quien se suicidaba. Lázaro de Aragón, por haber dicho que “Dios muchas veces quería hacer bien a los hombres y no podía”. Juan Flores, mestizo, por no haberse confesado, negar que había infierno y afirmar que éste y las excomuniones se habían inventado para causar temor. Bartolomé Cibo de Sopranos, calcetero, por haber sostenido que su mujer había dicho palabras tan ciertas como el Evangelio. Martín Garrido, por haber afirmado que la fornicación no era pecado mortal sino venial. Tomás de Lorrio, por hablar sobre el peyote y por decir que “si estuviera amancebado no tendría por qué ir al infierno”. 56 57 58 Medina, 1991: 175 Ramírez, 1982: 38-39 Ramírez, 1982: 48 Nicolás, maestre genovés, por haber interpretado mal el pasaje bíblico relativo a lo que Dios prohibió a Adán en el paraíso. Francisco Hernández, por posiciones heréticas, con motivo del pleito que sostuvo con los frailes franciscanos que azotaban, maltrataban y cobraban tributos a los indios. Juan de Morales, por haber dicho “aquí estamos Padre, Hijo y Espíritu Santo”, al hallarse con otras dos personas. Martín de Rojas, por afirmar que no existía el infierno, y que sólo tres almas se habían condenado, la de Caín, la del rico avariento y la de Judas. Cristóbal García, pertiguero, por haber dicho que Jesucristo estaba enfermo. Diego Díaz del Castillo, hijo de Bernal Díaz del Castillo, corregidor de Teloloapa, Ixcateopa y Atenango, por atribuírsele haber dicho a los indios, que no reedificasen las iglesias caídas; menospreciar al papa y a los arzobispos y tratar mal a los clérigos. Pedro Sánchez de Reyna, mestizo, por haber afirmado: “no es pecado dormir un hombre con mujer ajena”. Gonzalo de Ávila, por desconfiar de la misericordia de Dios. María de Espinosa, esclava, por blasfema. Luis de Mingnolla, por haber dicho que los diezmos no debían pagarse. Juan Ruiz, platero, por haber dicho “que era un gran necio quien mandaba prohibir los libros” y como se le advirtiese que los prohibía el sumo pontífice, dijo que el también era un necio. Alonso Soltero, conquistador, por haber dicho: “muchos santos tiene la Iglesia por santos y están en el infierno, porque los canonizaron por favores…” Ventura León por haber dicho: “no hay justicia en la tierra ni Dios en el cielo”. Jorge, griego, por blasfemo, al decir: “Doy al diablo las misas”. Duarte Rodríguez por decir: “No doy ciertas cosas aunque me lo mande Dios”. Bartolomé Pérez Ventero por blasfemo: “Descreo de Dios”. Francisco Tejera, portugués, por blasfemo y escupir a un Cristo “Pues Dios no me quiere ayudar, el diablo me ha de llevar”. Al escupir dijo: “Pese a quien te pintó”. Juan de Acuña por blasfemo: “Maldito sea Dios”. Juan de la Serna por pronunciar palabras malsonantes: “Adán no pecó por la manzana sino por lujuria”. Ambrosio Xinovés, mesonero, por pronunciar palabras malsonantes: “no es justo descomulgar a los que tratan con descomulgados”. Pedro Martínez Matamoros, maestre del navío San Miguel, por blasfemo: “Malhaya Dios”. Alonso de Miranda, por decir que le dijeran 6 misas a un gallo muerto. Juana Vázquez, por blasfema, dijo: “Ya no me puede Dios hacer más mal que el que me ha hecho”. Fray Hernándo Álvarez por haber dicho: “reniego de Dios y gloria al diablo”. Antón Martín, vecino de Granada, por haber dicho que: “No hay poder en Dios para ciertas causas”. Sebastián de Arcos por pronunciar palabras malsonantes: “Dios no me puede hacer bien en esta tierra”. Domingo de Plazaola, por decir “que en la hostia no estaba Jesucristo”. Francisco, indio de coyoacán, por bígamo. Felipe Palacios, por otro nombre Felipe napolitano, por decir: “que valía más estar amancebado, que mal casado”. Juan Nizardo, sastre y zapatero, de origen italiano, por no haberse querido confesar y haber roto una bula papal. Va precedido de una pragmática sin firma contra los herejes, y de una relación del Santo Oficio. Juan, cacique del pueblo de Totoltepec, por idólatra. Cristóbal y Catalina, su mujer, y Martín hermano de Cristóbal, indios de Ocuituco, por idólatras y por ocultar ídolos.59 Nicolás de Mosquera, bombardero, por haber golpeado a un fraile. Alonso de San Pedro, por no querer oír misa completa. Sebastián de Miranda, por haber comulgado sin confesarse. El licenciado Cabello, alcalde mayor, por haber impedido leer una carta de excomunión y decir que eran niñerías. Jerónimo López de Pavón, por invocar al demonio. Tomás, indio de Tecoalcoya y María, india, con quien se había casado antes de la conquista conforme a los ritos de su gentilidad y acusados por tanto de mancebía. Francisco de Valle Marroquin y María Campos, su mujer, por bruja, tener pacto con el demonio y vivir amancebados. Bernardo del Castillo, minero, por vivir amancebado con muchas esclavas indias suyas. 59 Ramírez, 1982: 84 Ana Hernández “la serrana”, por polígama. Tacatle y Tacuxtecle, indios que bautizados se llamaron Antonio y Alonso respectivamente, vecinos de Tlacopan, por idólatras y sacrificadores según su modo y rito gentílico. Martín y Juan Pedro, indios de Atzcapotzalco, por idólatras. Miguel, indio, vecino de México, por otro nombre Puxtécatl Tlaylotla, por haber ocultado ídolos del templo mayor. Alonso Tlilanci, indio de Izúcar, por idólatra. Los caciques de Cótalan, Don Alonso, Don Juan y Don Andrés, por idólatras Contra Mixcóatl y Papalote, indios, por hechiceros. Contra María de León, por maléfica y hechicera. Elvira Jiménez, la vaquera, por supersticiosa Diego Tacateca, indio gobernador de Tlapanaloa, por idólatra. Esperanza Pérez, por supersticiosa. (¿CÓMO PUEDE SER POSIBLE QUE ESTE TRIBUNAL JUZGUE A ALGUIEN POR “SUPERSTICIOSA”?) Denuncia contra la mujer de Castillo por predecir el futuro. Juan, indio cacique del pueblo de Iguala, por idólatra y vivir amancebado Pablo Tecatlecle, indio de Zumpango, por haber hecho ciertos sacrificios y ceremonias según sus ritos antiguos. Miguel García de la Banda, por no quererse apear del caballo cuando el cura le hablaba. Antón Moreno y Cristóbal Barrera, trompeteros, por haberse negado a tocar en recibiendo de “los poderes de la Inquisición”. Catalina García y Domingo, indio, por haber enterrado en el atrio de la iglesia a un indio que no estaba bautizado. Isabel López, por haber dicho que ella decía mas verdad que el Ave María. Rodrigo de Figueroa, barbero, por pelearse con un mozo del arzobispo. LA SENTENCIA “Cristo nomine invocato.- Fallamos atentos los autos y méritos del proceso, indicios y sospechas que dél resultan contra la dicha doña Francisca de Carvajal, que la debemos de condenar y condenamos a que sea puesta a cuestión de tormento sobre las diminuciones que de su probanza y confesiones resultan conforme a lo en esta causa votado, en el cual, mandamos que esté y permanezca tanto y cuanto nuestra voluntad fuere, para que diga y confiese enteramente la verdad según y como ha sido amonestada, con apercibimiento y protestación que le hacemos que si en el dicho tormento muriere o fuese liciada, o dél se le siguiere efusión de sangre o mutilación de miembro, sea á su culpa y cargo, y no á la nuestra, por no haber querido confesar enteramente verdad; y por esta nuestra sentencia, juzgando, así lo pronunciamos y mandamos.”60 INDIOS “Los frailes de Oaxaca continuaron operando una inquisición monacal en la Mixteca, y el ordinario siguió dándose el título de “inquisidor ordinario” hasta que se lo prohibieron en una cédula real de 1623. A pesar de esta prohibición, continuó habiendo en el mismo tipo de actividad inquisitorial fuera de la jurisdicción del tribunal de la Inquisición ya muy avanzado el siglo XVIII.”61 EL SABBAT SEGÚN LOS INQUISIDORES El sabbat tiene lugar tres días a la semana: lunes, miércoles y viernes, y a él acuden participantes de todas las edades. Los más ancianos se ocupan en buscar nuevos adeptos y ensenar a los jóvenes. Estos, cuando consienten, son llevados por los brujos maestros ante la presencia del Demonio, que tiene una apariencia monstruosa y está sentado en un trono; entonces, los novicios reniegan de la Fe católica, adoran al Diablo besándole en el culo y a cambio son señalados por Él en el cuerpo y en la niña de los ojos. Además reciben un sapo vestido “que es un demonio en aquella figura para que sirva como ángel de la guarda al brujo novicio que ha renegado”. Para renegar hay que haber llegado a la “edad de discreción”. Pero también hay niños en el aquelarre, que previamente han consentido en asistir a cambio de algunas golosinas…”62 El aquelarre comienza “como dos o tres horas antes de medianoche” y dura “hasta que es hora de cantar el gallo, después de medianoche, que se vuelven todos a sus casas acompañados de sus sapos vestidos”. Durante este tiempo, los asistentes danzan al son de tamboril y flauta; tienen relaciones sexuales unos con otros “sin consideración a grados o a parentescos” y también con el Demonio; azotan a los que habían dejado de ir a otros aquelarres e incluso van a azotar a sus casas a los que no han ido; 60 61 62 Medina, 1991: 125 Greenleaf, 1981:192 Tausiet, 1993: 15 salen a los caminos metamorfoseados en figuras de animales para espantar a los viandantes; van a casas donde no se bendice la mesa antes de comer o no se da gracias después de comer y cometen todo tipo de destrozos; acuden a los cementerios portando antorchas, que son brazos de niños muertos sin bautizar, para recoger restos de difuntos y comerlos después o utilizarlos como ingrediente de las ponzoñas; dividen a los muertos en tres partes antes de comerlos: una la asan, otra la cuecen, la tercera la comen cruda, “declarando los padres que han comido a sus hijos y los hijos a sus padres”; chupan la sangre y extraen el seso de los niños más pequeños, etc. La inversión de la liturgia cristiana se manifiesta en multitud de aspectos: los asistentes no pueden, en el aquelarre, nombrar a Jesús ni a la Virgen pues si alguno lo hace, al punto se disuelve la reunión; en las vísperas de las principales fiestas del año litúrgico hacen solemne adoración al Demonio “y todos se confiesan con él, y se acusan por pecados de las veces que han entrado a la iglesia, misas que han oído, y de todo lo demás que han hecho como cristianos, y de los males que, pudiendo, han dejado de hacer”; ofician una misa al Demonio que imita a la cristiana sustituyendo cada elemento por su contrario.63 1649 El auto grande Uno de los propósitos del gran auto de 1649 era reivindicar “los fueros, la autoridad, el prestigio y el temor de que por ese entonces se veía privado el Santo Oficio.64 La verdad era que a pesar de tan repetidas muestras de actividad, los ministros del santo oficio estaban muy decaídos ante la opinión. Contribuia a tal estado de cosas desde luego sus mismas personas, sin letras, canas y experiencia y enseguida el haberse dejado demasiadamente manosear de los oidores y seculares, por sus particulares dependencias… Todo esto era lo que importaba borrar con la celebración del Auto gtrandioso y nunca hasta entonces visto en aquella ciudad, que se preparaba para el 11 de abril de ese año de 1649… el anuncio de la fiesta se había dado a nombre del tribunal… don marcos obispo de Yucatán el 8 de enero de ese año…. El 11 de marzo se hizo la publicación solemne de la fiesta, para la cual se invitó a los caballeros y a lo más distinguido de la ciudad, que se presentaron en las casas del santo oficio adornados con sus mejores galas… una vez reunido 63 64 Tausiet, 1993: 15 Bouvier, 1999: 71 el acompañamiento… Dióse el primer pregón a las puertas de las casa del mismo Santo Oficio, y suscesivamente, delante del arzobispo, Palacio Real y del Cabildo. El 5º en la calle de san Francisco y el último en la de Tacuba… Llevaba el secretario escrito en un papel el texto del pregón, que fue distado al pregonero las seis veces que se detuvo la comitiva; siendo digno de notarse que el tribunal dispuso que aquel se publicase el mismo día y a la misma hora en todas las ciudades donde había comisarios y ministros del Santo oficio…65 16 mil espectadores presenciaron la construcción del anfiteatro… se levantó eledificio de la media naranja para los reos, sobre diez gradas de a media vara de alto y dos tercias de ancho, fábricas en ochavo, teniendo la primera grada 14 varas de ámbito y al respecto subían las demás en diminución hasta la superior, que remataba en nueve varas de longitud; y sobre el macizo se volaron cuatro arcos en cuadro sobre pedestales, columnas, alquitrave, friso y cornisa de orden dórica, con cuatro escudos con las armas del Santo Oficio, de Santo Domingo y de San Pedro Martir, en las cuatro claves de los arcos sobre los cuales se levantó la media naranja de hermosa arquitectura y labor… Estaba adornado de pedestales, barandillas y remantes que le hacían vistosos en la guarnición sobre descollado en el edificio… Dentro del hueco de los cuatro arcos… se colocó una hermosísima cruz de verde y oro, dándosele con razón el más alto y suntuoso lugar en todo el teatro, pues eran suyos los trofeos y blasones de todo el acto. Quedó tan eminente este cuerpo que se dejaba ver su lúcido bulto desde lo más distante de las calles traviesas y de muchas de las ventanas y balcones de las fronteras y plaza mayor… “Enfrente de la media naranja, en el mismo tablado principal, se labró el altar en que había de colocarse la cruz verde de la procesión… Las comunidades de indios de Santiago y San Juan que se ofrecieron para ayudar, concurrieron el día de la formación con sus trajes de gala, capitaneados por sus gobernadores y alcaldes y fueron las que sacaron las estatuas y cajas de los huesos de los reos ausentes y fallecidos condenados á relajar y las cargaron hasta dejarlas en el bracero… Las partes por donde debíoa pasar hasta llegar a la plazuela del volador, estaban llenas de tablados, andamios, asientos y carrozas… pasaba de 50 mil almas… A la ciudad habían acudido para asistir la fiesta… más de 20 mil forasteros y parecía pues que en aquel acto iban a quedar por completos reivindicados de los fueros la autoridad, el prestigio y el temor de que por ese entonces se veía privado el Santo Oficio. Gobernaba entonces el virreinato y presidía a ese título a la Real Audiencia… el obispo de Yucatán, y componían aquella algunos ministros poco afectos a la inquisición, que creyeron era aquel momento oportuno para continuar dispensándole humillaciones. Persuadieron pues, al obispo, que… no debía 65 Medina, 1991: 213 en manera alguna que el arzobispo que era además visitador de la iqnuisición, asistiese al acto como prelado, ni que llevase cruz episcopal y usase almohada, ni tocase la campanilla en el curso de la lectura de las causas, reservando en ellos la presidencia de la ceremonia y otras prerrogativas de la precedencia; y que no habían de ir a sacar a los inquisidores a las casas del tribunal, teniéndoles por todo eso “gravemente amenazados”. En estas circunstancias enfermó el obispo virrey en tales tñerminos, que conoció luego que no le sería ya posible asistir al auto, y entonces los oidores hicieron suyas todas las pretensiones anunciadas, reuniéndose la víspera de la procesión de la cruz verde para despachar a las diez de la noche emisario que fuese a intimar una provisión a los inquisidores, buscándoles uno a uno en sus casas. A las 3 de la mañana… corría el rumor de que aquellos (es decir los oidores) tenían acordado cercar la inquisición y sacar desterrados a sus ministros, cuyos partidarios a la vez, se temía que levantasen un alboroto contra los que se decía que trataban de impedir la celebración del Auto… A las siete de la mañana se presentó en la inquisición un secretario de la Audiencia informándoles que tenían resuelto presidir el Auto y de que en él presidiese el oídor fiscal al del Santo Oficio… Contestóseles que no tenían derecho para intimar una semejante provisión, comunicándoles que si no desistían de aquella intención el Santo Oficio procedería como podía y debía… Mientras los oídores deliberaban se iba pasando la mañana y sin darles tiempo para nuevo acuerdo el arzobispo se trasladó a la hora de medio día a la Inquisición y dispuso que comenzase desde luego a salir la procesión de la Cruz Verde… Por esto se explica que los oidores no concurrieran a ella… A las dos de la tarde empezaron a llegar a la iglesia y convento las comunidades religiosas, sumamente numerosas entonces y la gente distinguida de la ciudad… El alguacil mayor del santo oficio Don Juan de Zaznabar Y Aguirre, vestido de chamelote pardo de flores moradas, guarnecido con alamares y lentejuelas de plata, la capa adornada de los mismo, con espada y cintillo de diamantes, precedido de dos alabarderos de librea imperial, verde y negra con galón de oro y plata y seguido de pajes y lacayos… A las 3, seguido de todo el concurso inquisitorial, se trasladó a la iglesia a donde a poco llegaba el conde de Santiago, que debía sacar el estandarte de la fe… (con) gran acompañamiento de caballeros de las órdenes militares y de otros muchos de la nobleza de México que arribaron también en sus carrozas…66 Empezaba el fúnebre tañido de las campanas de todas las iglesias de la ciudad, que duró todo el tiempo quetardó la procesión en llegar a su destino… a la cabeza de esta iban 12 alabarderos para despejar el paso, y seguíanles los 66 Medina, 1991: 215-217 ministros de varas del Santo Oficio, luego los familiares y comisarios, todos con sus respectivas insignias y bastones dorados, luego la nobleza con la cruz de la inquisición agregada a sus respectivos hábitos, y detrás de ellos, el conde de Santiago con el estandarte… Inmediatas iban las comunidades religiosas seguidas de los principales ministros del Treibunal, consultores y calificadores con sus insignias en las capas y veneras, y más atrás los frailes de Santo Domingo con velas de cera encendidas, acompañando al prior fray Luis de Mérida que llevaba la Cruz Verde, de cuyos clavos pendía un velo negro en señal de luto marchando todos al compás del cántico Vexilla Regis que entonaba la capilla de la Catedral… Eran entonces las siete de la noche, el teatro estaba profusamente alumbrado y en el altar donde se enarboló la Cruz ardía en blandones y candeleros de plata considerable número de cirios y velas de cera. Luego que el concurso acabó de tomar colocación en el teatro, puestos todos de rodillas, oyeron cantar a la capilla la Antífona y el versículo de la Cruz y su oración a fray Luis de Mérida… 67 Los reos condenados a relajar, a quienes en esos momentos se les notificó su sentencia, eran catorce, y todos, así hombres como mujeres, con excepción de Tomás Treviño de Sobremonte, que declaró quería guardar la Ley de Moisés hasta morir, no hacían sino protestar de su iinocencia y “aunque entre ellos –declara uno de aquellos confesores- había algunos que tuvieron en su mano el salvar la vida, pues sólo la perdían por inconfitentes o diminutos, no hubo razón que los persuadiese a conseguir su remedio”…68 A las 4 llegó al Santo Oficio el arzobispo, que era, como hemos indicado… el famoso Don Juan de Mañozca, el mismo que había fundado la inquisición en Cartagena en Indias, que actuó en la de Lima y en el Consejo Supremo, hombre, entonces de más de setenta años, cuarenta de los cuales llevaba empleados en servicio de los Tribunales del Santo Oficio… Luego de haber legado se dio desayuno a los reos, y como no había nadie más a quien esperar, desde que el obispo de Yucatán se encontraba moribundo y la Audiencia no concluía al Auto, Mañozca dispuso que desde luego se empezase a organizar la procesión… Al intento se ordenó que doblasen las campanas de la Catedral, a que siguieron las de todas las iglesias y a poco llegaron a la puerta de la Inquisición las cruces de las tres parroquias de la ciudad con un mango negro y velo de luto acompañadas de sus respectivos párrocos… Estaban ya en el primer patio de las cárceles secretas las estatuas de los reos difuntos, reconciliados y condenados a relajar en número de setenta y siete, que había fabricado con singular arte el clérigo Diego de Muedano, 67 68 Medina, 1991: 218 Medina, 1991: 219 todas las cuales llevaban en letras grandes en la espalda el nombre de los que representaban… Iba llamando a los reos el inquisidor Sáenz de Mañozca, asistido de los secretarios y otros ministros, y en el patio principal haciendo entrega de las estatuas a los indios que habían de cargarlas… Las 23 cajas de huesos destinadas al bracero se pusieron detrás de las estatuas a que correspondían. Al atrevesar los reos por el pasadizo, Sáenz de Mañozca iba entregando a cada uno las insignias que le correspondían y que allí sobre una mesa estaban. Las de los condenados a relajar consistían en Sambenitos pintados con llamas y figuras de demonios y las mismas en las corozas con culebras que las cercaban… Algunos que no querían callar se les pusieron mordazas, a todos los relajados se les dio una cruz verde que a los hombres por ir con los brazos atados por detrás se las llevaban los confesores. Las mujeres las sostenían en las manos. A cada relajado acompañaban los dos confesores que habían estado auxiliándolos durante la noche. Concluida la entrada al amanecer, empezó a salir la procesión de las casas del santo Oficio, fiándose su dirección al secretario Sarabia. Marcharon a la cabeza 16 familiares, luego los curas con las cruces de las parroquias, después las 77 estatuas y entre ellas las veintitrés cajas de huesos; luego los reos con sambenitos de media aspa, los reconciliados de aspa entera, que por todos eran 40, con sus respectivas insignias y vela verde en las manos; cada uno con sus padrinos, y al final los trece relajados, con sambenitos y corozas, todos con sus dos confesores, que iban exhortándolos y preparándolos a la muerte…69 De los reos el que llamaba la atención de la gente era Treviño de Sobremonte que a pesar de ir amordazado no cesaba de articular las voces que podía, gesticulando de manera desesperada a quien muchos le dirigían denuestos, imprecaciones y consejos, si bien él seguía fiero su camino… El prelado se situó debajo de un baldaquín de terciopelo con cenefas y goteras de brocado de oro, amarillo y negro, con flecadura también de oro; a ambos lados los inquisidores con el fiscal, que seguía enarbolando el estandarte… La procesión en que se conducían los reos llegó al teatro cerca de las siete de la mañana… tomaron todos asiento…70 Abjuró de vehemnti por sospechoso en las sectas de Lutero y Calvino, Francisco Razen, francés, que llegó a Centroamérica en el séquito de un obispo… por sospechosos de judío, Diego Díaz, Francisco Botello, andaluz, mesonero, Francisco Gómez de Medina, portugués, Francisco Luis, de 70 años… entre otros, todos portugueses… Estos reos salieron en forma de penitentes, en 69 70 Medina, 1991: 220-221 Medina, 1991: 221-222 cuerpo sin cinto, sin bonete, con sambenito de media aspa y vela verde en las manos: fueron condenadas en destierro perpetuo de las Indias occidentales, y los que tenían bienes en multas más o menos cuantiosas… Reconcialiados con abjuración formal y sambenito y confiscación de bienes ``or judíos observantes de al ley de Moisñ´ñes: Antonio Caravllo, natural de Badajoz, Baltasar Díaz Santillán, Diego Correa, Duarte Castaño, Doña Elena Silva, Francisco Nieto, Francisco López de Fonseca, Gómez de Silva, portugueses… Inés Pereira, Jorge Duarte, Isabel Tinoco, mexicanos… Isabel de Silva y doña Juana Enríquez, de quien se dice que “causaron gran admiración las maldades y enormes delitos que se leyeron en su causa en toda esta ciudad, donde fue vista y aplaudida por el Fausto de galas y ostentación de coches y criados con que andaba por la grande vanidad con que se había tratado como si fuera una gran señora y noble matrona”. Después de haber salido en forma de penitente con vela verde en las manos y soga en la garganta, se le confiscaron sus bienes como a los demás reos de su mismo delito y se le condenó en destierro de las indias, en cárcel perpetua irredimible y en doscientos azotes… Juan Duarte, Luis Pérez Roldán, el bachiller Pedro Tinoco, médico, natural de México, hijo de doña Catalina de Silva o Enríquez que fue relajada en persona en este Auto. Y Simón Váez Sevilla, el más rico de todos los procesados. “Era grande la magestad y pompa con que se trataba, cuenta el P. Bocanegra, y se hacía tratar de los demás judaizantes, a cuya casa venían recomendados desde Liorna, Pizza, España y otras ciudades, como la mayoral de ellos y él los acomodaba y repartía por toda la tierra…, siendo cierto que sólo se sustentaba de crédito atravesando desde el comino al diamante y desde el sayal al brocado.” Reconciliados en estatua por igual delito resultaron Catalina Enríquez, que ingresó a la prisión cuando contaba ochenta años y que sólo alcanzó a permanecer en ellas seis meses, siempre enferma, y Gaspar Juárez, ambos fallecidos en la cárcel. Relajados en persona por relapsos en la ley de Moisés, fueron: doña Ana de León Carvajal, natural de Medina del Campo, edad de 67 años, reconciliada en el auto general de 1601, cuando apenas contaba 19. Entonces era viuda de un mercachifle. Su padre Francisco Rodríguez Matos, portugués, había sido relajado en estatua en el auto de 1590 y su madre doña Francisca Nuñez de Carvajal llevó la misma pena pero en su persona en el 8 de diciembre de 1596. Su hermano Luis de Carvajal se dejó quemar vivo, como se recordará en esa misma ocasión. Y en este tenor su familia entera había sido perseguida y condenada por el Santo Oifcio… La muerte debió servir de descanso a la infeliz anciana, pues sin otras gravísimas enfermedades padecía de un cáncer de pecho tan profundo que casi se le veían las entrañas…71 Francisco López Blancón, natural de México, de edad de 31 años, dorador, fue reconciliado por judaizante en el Auto citado de 1635, como lo había sido también Leonor Núñez, madrileña de 64 años, madre d Ana Gómez, condenada a la misma pena, y por fin el marido de esta última, Tomás Treviño de Sobremonte, natural de Medina de Rioseco, de 57 años, mercader “que hacía viajes la tierra adentro”. Después de habers ido reconciliado en el auto particular de 15 de junio de 1625, preso con secuestro de bienes, por judío, judaizante, relapso, se le probó que durante su prisión había ayunado cinco años, “y a no haber acudido con hacerle comer por fuerza –afirma el padre Bocanegra- hubiera muerto deste rigor de ayunos”. La noche en que se le notificó su sentencia de relajación, añade el mismo autor, descubrió el rostro y se quitó la máscara de fingido católico y dijo que era judío y quería morir como tal, y que le cogía la muerte habiendo acabado de hacer un ayuno de setenta y dos horas. Salió al cadalso con sambenito y coroza de condenado, sin cruz verde en las manos porque no la quiso admitir, mordaza en la boca porque eran tantas las blasfemias que decía, que uso deste medio, que aun no aprovechó según las bramuras que hacía: fue entregado a la justicia y brazo seglar, que vivo le hizo quemar.”72 Agustín de Rojas, marido de Leonor Báez, portugués, quien desesperado a los cuatro días de estar preso se ahorcó “y en el ruido y espantos que aquella y otras noches hubo en las cárceles –expresa el jesuita historiador de este auto- se echó bien de ver había ocurrido y cooperado el demonio a tan ciega y obstinada desesperación, porque otro no pudo entrar ni hacer los destrozos que hizo, abollando los goznes fuertes y redoblados de la puerta de la cárcel y quebrando uno de ellos por la parte de afuera, donde así se vieron grandes golpes de barretazos.” Doña Blanca Enríquez, natural de Sevilla, hija de Juana Rodríguez, relajada también en estatua, “famosa dogmatista, rabina, que había estado antes presa en la Inquisición de su ciudad natal, habiendo salido de la cárcel por haber vencido la tortura. Doña Catalina de rivera, sevillana, de 27 años; Diego Núñez, Enrique Fernández, Francisco Home, Isabel Nuñez, natural de los Burdeos, casada con Luis Pérez Roldán, reconciliado en el Auto de que tratamos, hijo de Diego Fernández Cardón y hermano de Ana Gómez, María Gómez y Francisco Blandón, todos quemados en esta misma ocasión. Cercana a la muerte, pidió audiencia a deshoras de la noche, y estando ya a punto de confesar el judaísmo de que se le acusaba “retrocedió con ubna vehemencia tan notable y demudado el rostro en el de otra persona que ponía horror y 71 72 Medina, 1991: 224-225 Medina, 1991: 226 se echaba de ver la tenía poseída el Demonio como a suya y así murió en su impenitencia”. Doña Isabel de Silva, de 52 años, doña María de Rivera, sevillana de 38 años, que se dejó moriri de hambre “y expiró haciendo tantos y tan formidables viajes que ponía horror, y como quien entregaba su condenada alma para los tormentos eternos”.73 “Era común voz el decir que se había despoblado la Nueva España y trasladádose a México”. Oigamos ahora contar al padre Bocanegra los últimos incidentes de aquella tremenda hecatombe… Pronunció contra los reos en compañía de su asesor la sentencias definitivas de muerte, condenándolos al bracero, donde fuesen quemados después de haberles dado garrote, excepto Tomás Treviño de Sobremonte, judío relapso y rebelde, que fue sentenciado a quemarle vivo por la obstinación diabólica en su sacrilegio y perfidia, sin que para ablandarle bastase el verse condenado a tan doloroso suplicio, ni los ruegos y exhortaciones que el mismo general y los circundantes le hacían. “Pronunciadas que fueron las sentencias pusieron a los justiciados caballeros en bestias de albarda y con la escolta de las compañías de milicia y acompañamiento de los ministros ejecutores y oficiales de la justicia seglar, con trompeta y voz de pregonero, pasearon a los condenados sacándolos por la calle de San Francisco que es la de la platería, la vuelta que sale a la de Tacuba, por la esquina del convento de religiosas de Santa Clara hasta la esquina de caja maestra de agua en que remata la suntuosa arquería de los caños de esta ciudad y por la vuelta de la sequía y alameda salieron a la plaza del convento de religiosos franciscanos descalzos de San Diego, donde está fabricado, y para esta ocasión renovado el capacícimo bracero del Santo Oficio, en un anchuroso cuadro de cal y canto, con sus cuatro remates esféricos de lo mismo… Juzgo haber en plaza, alameda y arcos, de treinta mil personas para arriba, siendo más de 500 las carrozas que hallaron comodidad… Tomás Treviño de Sobremonte… queriéndole poner a caballo en una mula mansa de albarda, apenas la bestia sintió sobre sí la carga infernal, cuando como quien detestaba la iniquidad de tan sacrílega persona, le sacudió de sí con tanta furia y braveza que sin poderla sujetar rompió por medio de toda la gente huyendo de llevar al apóstata, cuyo aspecto feroz bastaba poner horro a los mismos brutos… se mudaron otras seis bestias trayendo las mismas en que ya iban otros relajados, y las que hasta allí domésticas se volvían bravas en sintiendo a sus cuestas a este maldito hereje… Y hubo de caminar algún trecho a pìe, hasta que se trajo un 73 Medina, 1991: 228 caballo muy flaco que tampoco le consintiera si lo sucedido con otros brutos no bvastara para evidente testimonio de que era misterioso el caso porque el pérfido hombre era tan desespertado y rabioso, le pusieron en ancas un indio que le fuese teniendo, el cual con fervor excesivo a su capacidad y natural rudeza, se convirtió con espanto de todos en celoso predicador de nuestra santa fe, y en especial del misterio de la unión hipostática, repitiéndole el verbum carofactum est de San Juan y diciéndole ardientes exhortaciones a su conversión… Y habiéndose dado el último pregón, los fueron subiendo al bracero donde estaban clavados catorce palos y aunque ya los relajados eran trece (por haberse impedido el suplicio de Isabel Nuñez, que con las dos audiencias que pidió la noche antes consiguió la misericordia y según se colige estorbó el salir en el Auto general a Leonor Báez las cuales diez días después fueron reconciliadas en la iglesia de Santo Domingo penitenciadas y azotadas como se dijo arriba… Como los iban subiendo les fueron dando garrotes, ayudándolos los confesores con la última diligencia de persuadirle a su arrepentimiento y actos de contrición llegándoles el santocristo de la cofradía de la misericordia, que vino con ellos y les andaba convidando con el remedio de su preciosísima sangre. Echaron la leña en bracero y subieron el último al infelice Tomás Treviñó de Sobremonte, a quien le aplicaron la llama a la barba y rostro por ver si la pena le hacía cuerdo y el dolor desengañado; mas él con las palabras y acciones consumó su impenitencia final y atrayendo leña con los pies se dejó quemar vivo, sin dar un solo indicio de arrepentimiento, antes no pudiendo ya hablar, desde la llama se le veía hacer muecos con la cabeza y manos, como quien decía que no a la voz común que le aclamaba su conversión… Ardió la espantosa hoguera y resolvió en pavesa y humo las estatuas, las cajas de huesos y los cuerpos miserables de los apóstatas, siendo la vengadora llama ejecutora de la divina justicia y forja de los trofeos que el Tribunal Sagrado de la Fe levantaba aquel día; en crédito de la persona de Cristo cruicificado, y en honra y gloria de su eterno padre y de su santísima ley. Acabose este suplicio a poco más de las siete de la noche.74 “Duró toda la noche el fuego hasta el lunes a medio día que llegó el corregidor, y con gente que llevó, juntando las cenizas, las hizo llevar en unos carretones y que se echasen en una acequia que pasa por detrás del convento de San Diego.”75 SOLICITANTES76 74 Medina, 1991: 230-233 75 Tomado del Diario de sucesos notables de Don Gregorio Martín de Guijo, citado en Sosa, 1985: 285-293 76 “En el siglo XI, el término nicolaísmo es entendido como amancebamiento de clérigos, o sea, la convivencia sexual sistemática de los clérigos con alguna mujer, que acostumbraba a ser su ama de llaves o su cocinera y que, en castellano, se conocía con el nombre de barragana o manceba.” Perez, 1992:29 “En sentido estricto… clérigo es el cura o fraile que ha llegado al sacerdocio, que administra los sacramentos, que predica, confiesa y tiene a su cargo la “cura de almas”, o sea, el cuidado de la salud espiritual de un pequeño o gran rebaño. Ambos son célibes. Los curas – o clero secular-, por imposición canónica en la Iglesia católica de rito latino, los frailes – o clero regular- lo son por propia decisión al hacer voto de castidad.”77 “El confesionario fue inventado en el siglo XVI… en el proceso de 1526 seguido en Lorgoño contra el bachiller Antonio de Medrano, uno de los alumbrados del Reino de Toledo, le atribuyen a éste la siguiente declaración: “Malos confesionarios tenéis en esta iglesia; maravíllome cómo los podéis soportar… porque las mujeres se os echan encima las rodillas e de fuerza tenéis mucha pena y tentaciones.” 78 Mención especial merece el problema de los llamados solicitantes, es decir, de los sacerdotes que, con ocasión de la confesión, requerían a la penitente. La solicitación, cuya abundancia en los registros inquisitoriales no deja de sorprender hoy, era competencia de los tribunales episcopales, pero la Inquisición intervino por presumir una fe equívoca o corrompida en quienes abusaban del sacramento. Si el requerimiento del sacerdote había tenido lugar antes o después de la confesión, el Santo Oficio quedaba al margen. Hay que señalar además los casos de falsas delaciones, por parte de mujeres que creían, imaginaban o deseaban haber sido solicitadas, así como los de la llamada solicitación pasiva, donde la iniciativa corría a cargo de la mujer, y el sacerdote resultaba comprometido por el sigilo sacramental. Otra irregularidad en cierto modo asimilada a la solicitación era la flagelación y uso de disciplinas, impuestas como penitencia de la confesión y que el propio sacerdote administraba abusivamente.79 “…Aparecieron oscuros e inescrupulosos religiosos, que en el sacramento de la penitencia y bajo la autoridad de falsos arrebatos místicos extáticos, solicitaban a sus feligresas contacto carnal o sexo. Era la solicitación de aquellos falsos alumbrados y oportunistas embaucadores, de ética muy degradada. Algunas veces, sobre todo en los alumbrados de Extremadura y Andalucía, mezclaban doctrinas heterodoxas con raptos místico-sensuales, presencias diabólicas y delirios escatológicos, conminando lo herético con depravaciones morales. 77 Perez, 1992:21-22 78 Perez, 1992:33 79 “Nos encontramos así con los solicitantes y flagelantes, de los que existen testimonios hasta fines del siglo XVIII”. Escudero, 1985: 33 En el acto de proceso inquisitorial contra el religioso Juan de Villalpando, se lee: “en el acto de la confesión babeaba a las mujeres en el rostro y ponía las manos en los pechos, y partes ocultas, diciendo que por allí avía de entrar el espíritu, y que aquello era lo mejor para estar en gracia…” La solicitación era una práctica generalizada, como lo demuestra el Edicto de Gracia, promulgado por el inquisidor general, Andrés Pacheco, 1623, en que afirma las mil maneras que el confesor utiliza para conseguir favores sexuales de sus penitentes. Estos Edictos, al conocerse las prácticas obscenas de estos religiosos desvergonzados, produjeron el consabido escándalo. Para justificar sus abusos sexuales y vencer los lógicos escrúpulos de las penitentes, estos religiosos inventaban doctrinas falsas: dándoles a entender y diciendo que aquellos tocamientos no eran pecado, que lo hacían para alegrarlas, consolarlas y ayudarlas. Para sojuzgar y humillar a las mujeres a través del confesionario: confiesan a las discípulas en lugares secretos retirándose siempre de los templos y yglesias parrochiales donde concurre el pueblo cristiano… Las discípulas las eran las beatas alumbradas.”80 “Era… muy frecuente que los confesores solicitantes tranquilizaran a sus penitentes diciéndoles que acceder a sus deseos sexuales no era pecado o que el propio confesor con quien se pecaba podía perdonarlo.”81 “Especialmente (a partir de) la segunda mitad del siglo XVI, el delito (de solicitación) sería tan frecuente que los inquisidores… llegaron a confeccionar un formulario de preguntas a rellenar por las mujeres que denunciaban solicitaciones en el confesionario.”82 “Cristóbal Chamizo, el más mozo del grupo, y el más lujurioso, quitó sus virginidades a muchas ingenuas beatas diciéndoles que no era pecado y que las absolvería de todo. “Y estuvo una noche acostado con tres beatas”; además, les decía que “si se sintiesen preñadas le avisasen, que él les daría con que echasen las criaturas; y que si hubiesen de casarse les daría con qué pareciese que estaban con su virginidad, y habiéndole pedido una de las beatas este remedio, después de hecho y aplicado, volvió a tener cuenta con ella, diciendo que él quería probar que era verdad”. Usaba “hechizos y encantamientos”, y “no quería confesar sino a las mozas”, y obligaba a “las tales beatas que le prestasen obediencia”, y “prohibirles que se confesasen con otro.”83 En el Manual de Confesores y Penitentes de Martín Azpilcueta, publicado en 1556, todavía se advierte al confesor que obligue al penitente a “hincar 80 81 82 83 Martínez, 2009: 120 Perez, 1992:38 Perez, 1992:40 Martínez, 2009:120 ambas rodillas en tierra y poner la cara hacia un lado suyo”. Se cuenta de la reina Isabel la Católica que al ser confesada por primera vez por el famoso fray Hernando de Talavera, éste le dijo que tenía que confesarse arrodillada y no sentada; tras el hecho, se dice que la reina comentó: “Este es el confesor que me conviene.”84 “En el caso de doña Leonor de Mendoza –de cuarenta años y monja profesasu confesor, el jesuita Gil de Salcedo. El padre jesuita estaba rendidamente enamorado de doña Leonor y así se lo había manifestado repetidas veces en la confesión. Un día –según relata Leonor a la Inquisición, en 1570- llegó al confesionario “y halló que estaba quitada una llave de un candadillo que sele estar echada por parte de adentro”. La señora se extraña, pero la abre; el jesuita aprovecha para besarle la falda y le propone que haga una copia de la llave. Doña Leonor hace su copia y cuando vuelve al confesionario “abrió la dicha reja, e allí ovo entre ambos palabras amorosas y tocamientos torpes y deshonestos de una parte a otra… y en parte deshonesta… y que entendió de él que vino en polución”.85 “El sacerdote médico Juan Benimelis, de sesenta y cinco años, fue denunciado por cinco mujeres en 1604. A una de ellas le dijo “que se cortase los pelos de las partes deshonestas… y la dijo aquello porque fuese más santa”. Fray Matías Rodríguez, confesando en la villa de Aranda de Duero a Luisa Antolín, doncella, le preguntó: “¿Tú ya tendrás pelos en tus partes? ¿Tienes pocos o muchos?”; y para complementar el caso, como la chica se había ido a confesar por haber robado unos huevos a su abuela, fray Matías le impuso la pena de doce azotes. Algunos solicitantes extremaban sus cuidados para no caer dentro del delito y, por ejemplo, utilizaban la penitencia de la flagelación como otro modo de satisfacer sin duda su voyeurismo y, de paso, su odio a las mujeres con la excusa del castigo por las faltas confesadas.”86 “Juan Antonio Llorente relata… un caso de solicitación y seducción de toda una casa en la que estaban retiradas dieciséis beatas; su confesor, un auténtico héroe de la novela galante francesa… consiguió llevarse al huerto a trece de ellas; el resto, eran viejas o feas. El propio Llorente intervino en el caso y trató personalmente al fraile, que había sido misionero en América y llegó a ocupar cargos en su Orden. El fraile sedujo a las monjas diciéndoles que todas y cada una estaban muy avanzadas en la vida espiritual, pero les faltaba superar la sensualidad, debido a “su juventud, robustez y gracias naturales”. El método, aunque estamos en el siglo XIX, era viejo y pertenecía a la picaresca más 84 85 86 Perez, 1992:33 Perez, 1992:34 Perez, 1992:44 elemental. Recuerda inevitablemente la novelita de Boccaccio en la que una joven, con ansias de perfección espiritual, se dirige a varios ermitaños para que la conduzcan en ese complicado camino del espíritu. Los ermitaños se asustan de aquel bombón relleno de buenas intenciones y le dan la dirección de un joven ermita que se compromete a orientarla. La joven, que se llamaba Alibec, descubre que el ermita, llamado Rústico, posee en su cuerpo una protuberancia que ella no tiene. Rústico le aclara que se trata de un temible diablo que se encrespa y revive con sólo verla, pero que afortunadamente ella posee un verdadero infierno donde debe y puede ser castigada su altivez. De mutuo acuerdo deciden doblegar al diablo de Rústico “metiéndolo en el infierno” del Alibec… Alibec se da cuenta que este servicio a Dios es “la cosa más dulce del mundo” y se lanza a una desenfrenada carrera de perfección a través del mismo método de castigar al enervante diablo metiéndolo en su infierno. El fraile Llorente, además aconsejaba a sus beatas que sólo podrían superar la lujuria a través de relaciones con él mismo y manteniendo en secreto lo que entre ellos sucediera. Trece cedieron a sus proposiciones; pero la más joven –de veinticinco años- cayó enferma y quiso cambiar de confesor, y éste le informó que debía denunciar el caso a la Inquisición. Su proceso se ha perdido, pero el relato de Llorente se sabe que en el juicio el fraile todavía insistía en que aquella idea se la había revelado el propio Jesucristo. El fraile era un perfecto o disimulado ignorante, pues esa misma idea, con más o menos variantes, ya tenía su historia y había sido perseguida por la Inquisición medieval bajo los nombres de adamitas y libertinos espirituales, quienes defendieron que la mejor manera de superar el tirón de la carne era darle su ración.”87 87 Perez, 1992:48 VENUSTIANO CARRANZA CÓMO ERA DON VENUSTIANO “Físicamente, era de constitución vigorosa; bien musculado, algo obeso; de alta estatura, barba florida y espeso bigote. Usaba constantemente lentes para mirar a larga distancia; para leer u observar de cerca alguna cosa se despojaba de sus espejuelos. A veces, cuando reconcentraba su pensamiento interesante, acariciaba con la mano diestra su barba entrecana. Era tardo en sus movimientos, reposado en el hablar y sobrio en la palabra. Su sola presencia inspiraba respeto. Su traje favorito, desde que se lanzó a la lucha contra Huerta, hasta que cayó acribillado... era: Sombrero de fieltro gris, de anchas alas, estilo norteño; chaquetín de gabardina sin insignias militares; pero con botones dorados de General del Ejército; pantalón de montar, botas de charol o mitazas de cuero amarillo de Saltillo. Cuando despachaba en el Palacio Nacional o en el Castillo de Chapultepec, vestía de saco o jaquet y se tocaba con un sombrero bombín. En cualquier parte que estuviera, tenía por costumbre levantarse temprano y, como la gente campirana de la frontera, tomaba una taza de café solo y después, hacía a caballo un recorrido de una o dos horas. Le acompañaban siempre uno o dos ayudantes y su fiel amigo Secundino Reyes. Andaba sin temor por todas partes, sin escolta, a la que solamente utilizaba para las jornadas formales o para el resguardo de su alojamiento. Cuando regresaba de su paseo diario, almorzaba al estilo coahuilense: chile con queso, cabeza de carnero tatemada al horno o carne asada. Nunca faltaba el café negro ni las tortillas de harina. Después del almuerzo se dedicaba de lleno al trabajo; se enteraba de la voluminoso correspondencia diaria, de los telegramas en clave; acordaba con los Secretarios de Estado, con el Jefe del Estado Mayor; daba audiencias, dictaba órdenes y formaba planes para actividades futuras, tanto de orden civil, como militar. A las once de la mañana tenía por costumbre comer un poco de fruta fresca. Continuaba su trabajo y comía invariablemente entre una y dos de la tarde, en compañía de su familia, del Ayudante de Guardia y de algún convidado, siempre alimentos hogareños: caldo, sopa de arroz, cocido con verduras, algún guisado y café. Nunca tomaba una copa de licor ni tenía el hábito de fumar. Por la tarde continuaba su trabajo. Cenaba a la hora ordinaria y proseguía despachando asuntos oficiales hasta altas horas de la noche. No era amante de diversiones; pero tampoco era insociable. Concurría con su familia a las recepciones oficiales y cumplimentaba a las damas; a las señoritas, daba agradable conversación. Tenía dentro de su austeridad, un exquisito don de gentes que hacía atractiva su personalidad. En campaña, a pesar de su edad, era el más duro para rendirse a la fatiga. El y su caballo negro eran una sola pieza desde Saltillo hasta Monclova cuando desconoció a Huerta desde Monclova hasta Candela, cuando derrotó a a la caballería federal de Rubio Navarrete.”88 “Era sobrio sin ser puritano (“cortejaba a las señoras con tacto finísimo, a las señoritas las protegía paternalmente.”)89 “Nada ágil, lento en el ademán y un tanto torpe en sus movimientos, habría parecido muy pesado si no fuera porque, siempre erguido, desmentía con su postura la pesadez de su complexión.” “Era el defecto que le encontraba Obregón, Alvarado, Diéguez, Murguía y el que más generalmente se le criticaba. Y, sin embargo, era incesante. Su acción era lenta, pero persistente.”90 Sobrio en extremo, nadie hubiera creído que un cuerpo tan grande pudiera vivir con lo poco que comía. Nunca se le veía beber más de un pequeño dedal de coñac antes de la comida, y en los banquetes, paladear por cortesía los vinos. Dormía relativamente poco, pero conservaba la necesidad de la siesta después de la comida. Su cualidad física dominante era la resistencia: resistencia a la fatiga física como a la intelectual, y que convencía de debilidad a quienes tenían que acompañarlo o seguirlo en el camino o en la oficina en el trabajo. En el trabajo, su resistencia fue siempre superior a la de sus más incansables colaboradores. Sin más orden que la que los Secretarios pusieran en 88 89 90 Urquizo, 1970:22-23 Krauze, 2002:32 Cabrera, 1920: 11 sus carteras de acuerdos, y en último caso sin otro orden que el que impusiera el montón formidable de papeles, despachaba lentamente pero irremisiblemente cuanto le llevaban el Jefe del Estado Mayor, el Secretario Particular y el Encargado de Guerra, diariamente; y luego el de Gobernación, y los Jefes de Departamentos.”91 “No era orador de fácil palabra, no era brillante en sus conceptos, no era sutil, no era analítico, no era fino en la dialéctica: no podía ser inteligente. Tal razonaban muchos sin decirlo. Y, sin embargo... mil veces oí desahuciarlo en materias diplomáticas... todos los que a su lado desempeñaron alguna vez comisión diplomática o labor internacional -Oesqueira, Zubaran, Sánzchez Azcona, Ureta, Cabrera, Bonillas, Pani- saben que sin parar mientes en las formas, acertaba siempre en el fondo.”92 “Tenía una excelente memoria, no sólo para fisonomías, o nombres, o cifras, sino principalmente para hechos. Recordaba siempre de cualquier asunto que se le hubiera hablado, y quién, dónde, cuándo y en qué sentidos. Esto, unido a su gran paciencia para escuchar, le permitía estar siempre en posesión de un enorme caudal de hechos concretos recientes de los cuales se servía. Tenía también una buena memoria de futuro, es decir, recordaba con facilidad y a tiempo lo que tenía que hacer.”93 “No entraba en detalles, no era minucioso, no era analítico, pero tenía una comprensión clara, aunque lenta, de los lineamientos esenciales de todo problema que se le sometía, por técnico que fuese. Su cultura literaria era vasta en Historia. Especialmente en historia de México y Sudamérica en lo cual era una verdadera enciclopedia aplicada. En otras ciencias su cultura era fruto de una provechosa lectura elemental que servía de cimiento a un gran caudal de conocimientos acumulados por la observación, la reflexión y la experiencia. Cualquiera, al oírlo hablar sobre agricultura, minería, comercio, banca, por ejemplo, se engañaba sobre la profundidad de sus conocimientos a causa de la sencillez de su palabra y de la ausencia de términos técnicos. Su lenguaje era sencillo, sobrio, casi clásico. Enemigo de los rebuscamientos y de los eufemismos, con frecuencia se enajenaba voluntades y aparecía arrogante y autoritario en sus escritos sólo porque prefería las formas precisas y cortas: “haga usted,” “proceda usted” “absténgase usted” en vez 91 92 93 Cabrera, Luis, “La herencia de Carranza”, Imprenta Nacional, 1920: 8 Cabrera, 1920: 10 Cabrera, 1920: 10 del consabido: “este gobierno espera del nunca desmentido patriotismo de usted que no encontrara inconveniente en hacer, o en abstenerse, etc. etc.”94 Carta dirigida a Díaz de parte de Carranza: 25 de marzo, 1909. “Con mi carácter de representante de los intereses del Estado de Coahuila en la importante cuestión que ahora se ventila en el Ministerio de Fomento, sobre el reparto de las aguas del Río Nazas... he arreglado con el sindicato de ribereños se retire la representación que en él tiene el señor Francisco I. Madero, quien pudiera aprovechar esta circunstancia para agregar un nuevo elemento en la campaña que contra el gobierno de usted tiene emprendida y que se ha hecho pública por su libro titulado “La Sucesión Presidencial.” Espero que esta labor será de la respetable aprobación de usted, a la vez que servirá de prueba de mi invariable adhesión a la buena marcha de su gobierno, hoy criticada por persona de ninguna significación política...” Carranza, puesto a prueba por don Porfirio “Era por el año de 1909… cuando… Don Venustiano Carrranza era Senador y estaba en México, a donde lo visitó una comisión de señores de Saltillo con el objeto de ofrecerle la candidatura para Gobernador del Estado de Coahuila. Habiéndolo entrevistado en el Hotel Iturbide… contestó que para resolverlos necesitaba hablar con el señor Presidente don Porfirio Díaz, y del resultado de la entrevista con él, les avisaría… en seguida fue a ver al Presidente Díaz, para hacerle saber de lo que se trataba. Tan luego como se presentó con el Presidente, le puso al corriente del objeto de su visita; contestándole el señor Presidente que aceptara la candidatura; que mucho gusto tendría en tener un buen amigo de Gobernador en el Estado de Coahuila.”95 No obstante, poco después Porfirio retiró su apoyo a la candidatura de Venustiano, “cayó el gobernador Miguel Cárdenas –amigo de Carranza- y fue nombrado gobernador interino de Coahuila el licenciado don Praxedis de la Peña. Las elecciones fueron… fraudulentas, y resultó impuesto como gobernador constitucional el licenciado Jesús del Valle. Carranza procedió seguidamente a convocar a una junta de los principales líderes antirreleccionistas, inclusive el señor Madero, en la propia casa de don 94 95 Cabrera, 1920: 10 Junco: 218-220 Venustiano, en Monclova. Fue en el mes de septiembre de 1909. Como se proyectaba un movimiento armado, se resolvió aplazarlo para el año siguiente, después de las elecciones presidenciales. También se acordó que todos los antirreleccionistas se desligaran del reyismo, acuerdo que se publicó en el periódico “El Progreso”, editado en San Antonio, Texas, por maderistas exiliados, entre ellos el Dr. Cepeda.”96 Estando en mi casa (habla Niceforo) me platicó cómo había estado todo lo anterior, diciéndome que no había otro remedio que suspender su jira, como lo hizo, porque tendría que salir mal, y se quedó pensando por un momento y me dijo: “Traigo un proyecto, pero es bastante serio”; diciéndole yo: suéltelo, y me dice: ¿qué le parece si le hacemos una invitación al Gral. Reyes, para que nos autorice a tomar su nombre como bandera para iniciar un movimiento de rebelión contra el gobierno del Gral. Díaz? Y añadió: ya es mucho soportar la tiranía de ese hombre; diciéndole yo: me parece muy arriesgada la empresa; me gustaría, siempre que Reyes aceptara, pero creo que no lo hará a lo que contestó Carranza que estaba seguro de que sí aceptaría. Pues bien, le dije, como lo que estamos tratando es sumamente serio, creo que debemos arreglarlo en otro lugar donde no nos interrumpan, y resolvimos ir a ocupar un cuarto del Hotel Continental de esta ciudad. En esos momentos llegó el doctor Lorenzo Sepúlveda, muy amigo de Carranza y mío… Empezamos a cambiar impresiones y terminamos en el acuerdo de que el señor Carranza fuera a Galeana a visitar al Gral. Reyes… Estando en Galeana… entró en pláticas con el general Reyes imponiéndolo del objeto de su visita…. Reyes metió la mano a la bolsa del saco y sacó dos pliegos mostrándoselos al señor Carranza, uno de Díaz a Reyes, donde lo llamaba a Méjico para que recibiera órdenes de salir a Europa a una comisión, y el otro contestación de Reyes al Presidente aceptando dicha comisión, saliendo en seguida a la capital para desempeñarla. Después de enterarse Carranza de dichos pliegos, le dijo Reyes: ya ve que no me es posible aceptar lo que me ofrece; debe saber que a ese hombre no le puedo faltar porque lo que soy y lo que valgo a él se lo debo, lamentando de veras no estar de acuerdo con usted en ese asunto. A lo que Carranza contestó “Sólo espero de usted, dada la amistad que nos liga, quede esto en el más absoluto silencio; contestándole el general: sabe que siempre seré su amigo y que esto quedará solamente entre los dos… En este estado las cosas, don Venustiano sólo pensó en volver a Monterrey; ya en ésta me platicó todo lo ocurrido… “Este hombre (Reyes) ha perdido la oportunidad más grande que ha tenido en su vida, de llegar a la Presidencia, y no volveré a tener ninguna confianza de él”. También tuvimos él y yo alguna idea de hacerlo por nuestra cuenta, pero después de estudiar bien el caso, él me dijo: Usted y yo no tenemos ninguna importancia, y de seguro iremos al fracaso.”97 96 97 Taracena, 1963:27 Junco: 224 “A medida de que las elecciones de 1910 se acercaban, Carranza y otros antiCientificos se unieron en un movimiento encabezado por el General Bernardo Reyes, el Gobernador de Nuevo León. Reyes aspiraba a la vice presidencia, pero el presidente, no estaba de acuerdo. Por el contrario, durante el verano de 1909, Díaz persuadió a Reyes para que repudiara su candidatura y lo mando a Europa en una misión diplomática, una especie de exilio.”98 El “revolucionario” En febrero, Madero lo designa gobernador provisional de Coahuila y comandante en jefe de la Revolución en Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas. La celeridad no fue nunca virtud de Carranza, menos entonces, cuando había cumplido ya los cincuenta años. La insurrección que debería acaudillar se retrasa.99 El 24 de febrero, Madero advierte a su hermano Alfonso en carta fechada en los Estados Unidos: “Seria muy importante que Carranza se resolviera a lanzarse sin más tramites… Si le di un nombramiento tan importante, era en la confianza de que así lo haría… Me dicen que vuelve a hablarse de la venida de Reyes y que eso a hecho vacilar a nuestro amigo. Si eso es cierto, me veré forzado a retirarle mi confianza y aun los nombramientos, pues el modo tan leal como yo lo he tratado, no merece ser correspondido de esa manera”.100 El 18 de abril, desde San Antonio, Texas, nuevamente Madero escribe: “Don Venustiano Carranza ha estado preparando su expedición, pero la ha estado preparando con tal lentitud, que ya me desespera. Todo cuanto ha pedido se le ha dado y es fecha que aún está esperando ciertas noticias para pasar.”101 “Dicen que el General Díaz, profundo conocedor de los hombres... comentó: “Un peligro mayor que el de Chihuahua apunta en Coahuila si Carranza se posesiona bien de aquella región.”102 Tratados de Cd. Juárez “Carranza no se opuso a la firma de los Tratados de Ciudad Juárez, sino que, antes bien, urgió que se aceptaran… Adolfo de la Huerta lo relata de esta manera: 98 Gilderhus, Mark, “Carranza and the Decision to Revolt, 1913: A Problem in Historical Interpretation”, AAFH, 1976:302 99 Krauze, 2002:18 100 Taracena, A., Venustiano Carranza, Edit. Jus, México, 1963, pp. 32. 101 Taracena, 1963:35 102 Urquizo, 1970: 17 “Quiero hacer referencia –dijo Carranza- a acontecimientos pasados para tomar ciertas providencias. Cuando Pancho Madero nombró su gabinete en Ciudad Juárez y a mí me tocó ser ministro de la Guerra, mi nombramiento causó disgusto entre algunos jefes, particularmente Pascual Orozco y Villa, y pretextando algún otro asunto, se presentaron ante el señor Madero… Es necesario –continuó Carranza- que conozca usted este episodio para que sepa que es lo que debemos esperar en el desarrollo del movimiento. Estuvieron insolentes Orozco y Villa, pero a pesar de que el primero de ellos era el que llevaba la voz cantante, el que formaba la protesta, la mirada de Villa se me grabó porque traía intenciones de ir todavía más lejos de lo que pretendía Pascual Orozco… Nos salvamos gracias a la entereza y valor de Pancho Madero y quedaron las cosas como quien dice prendidas con alfileres, tanto así que cuando terminó el incidente y salimos con bien, le dije a Pancho: “Yo, que he sido contrario a esos arreglos con los delegados que vinieron de México me inclino a que firmemos cuanto antes esos convenios con los delegados del Gobierno pues si hoy ladran, mañana nos muerden.”103 Presidencia de Madero “Con fecha 18 de febrero de 1912, Carranza escribió al Presidente Madero desde Saltillo: “El coronel Zurita lleva, además de su fuerza… la Fuerza de Seguridad del Estado… Respecto a que las fuerzas del Estado queden al mando del general Treviño, siento manifestar a usted que no me es posible declinar el mando de ellas en el expresado general, ni en ningún otro jefe; pues el Congreso a solicitud mía, me ha autorizado para ponerme al frente de las expresadas fuerzas cuando fuere preciso para conservar el orden del Estado. Por lo cual, si la situación por que éste atraviesa se hiciera más crítica, tendría yo que asumir personalmente el mando de dichas fuerzas. Espero, por esto que me he manifestado a usted, que en lo sucesivo ordene al jefe de las fuerzas federales que operan en este Estado, que se ponga de acuerdo conmigo para los movimientos combinados de ambas fuerzas federales que operan en este Estado, que se ponga de acuerdo conmigo para los movimientos combinados de ambas fuerzas, para hacer con éxito la campaña contra los rebeldes y para que podamos restablecer más pronto el orden en el Estado. V. Caranza”. “Carranza ignoraba que en torno de Madero se agitaban los intrigantes que procuraban restarle amigos y que no desaprovechaban ocasión para ello, pues insinuaban que don Venustiano procuraba mantener tropas suyas para alzarse con ellas en contra del señor Madero. Su preocupación consistía en que fueran manejadas por los jefes que él había designado y no por jefes del ejercito federal, que las menospreciaban y las utilizaban en movimientos 103 Taracena, 1963:38 inútiles. Había logrado que el gobierno del Centro les pagase sus haberes, así como también obtuvo que el erario federal sufragara los gastos que ocasionaban, para lo cual cada mes la Secretaría de Hacienda giraba al Gobierno de Coahuila la cantidad de $200, 000.00; pero los enemigos circulaban rumores sobre la distribución de esa suma. Afirmaban que dichos cuerpos eran imaginarios y que en la realidad, los $200, 000.00 se los repartían diversos jefes militares, entre quienes mencionaban a Don Jesús Carranza, hermano del gobernante, cuya posición económica afirmaban que había mejorado considerablemente… todo este enredo se hizo llegar a oídos del Ministro de Hacienda don Ernesto Madero y se ordenó que el subsidio fuera suspendido. El Presidente Madero intercedió a favor del Gobernador.”104 El 4 de febrero de 1913, escribe el gobernador Venustiano Carranza una carta fechada hoy en Saltillo y dirigida al señor Madero insistiendo en que ordene vuelvan a su Estado las fuerzas del teniente coronel Pablo González, “pues sentiría muchísimo –dice- tener que dar yo la orden, aun sin consentimiento de usted, de que esos soldados vuelvan…” los paga la federación y se cree con derecho a manejarlos. Hace unos díaz Carranza invitó a los gobernadores de San Luis Potosí, Aguascalientes y Chihuahua a una cacería de Ciénega del Toro, en la que se trato a cerca de que le gobierno del presidente está en situación crítica; de que las fuerzas auxiliares de los estados subsistirían a pesar de todo y de que los gobernadores deberían unirse para afrontar cualquier situación que se presentara. Al teniente coronel Pablo Gonzalez le indicó que volviera a Coahuila desde Chihuahua, donde copera en la campaña contra el Orozquismo cuando ocurriera algo anormal en la metrópoli. Todos creen que está al tanto de lo que su jefe, el general Bernardo Reyes trama.105 Tres días más tarde, desde Chapultepec, contesta el presidente Madero a Don Venustiano Carranza que le sorprende su carta y, desagradablemente, el párrafo que se refiere al teniente coronel Pablo Gonzales. “Usted no tiene ningún derecho –expresa- a ordenar que regresen de Chihuahua tropas que están sostenidas por el gobierno federal y que dependen exclusivamente de el… veo con pena que las complacencias que he tenido con usted dejando que mueva a su antojo 2500 hombres pagados por el gobierno federal, le han hecho suponer que son fuerzas que dependen de usted. A pablo Gonzales y sus tropas no les puedo permitir que vengan a Coahuila por ningún motivo, hasta que no termine la campaña de Chihuahua, y si usted les ordena que regresen, no hará sino provocar un conflicto peligroso, pues el general Ràbago les hará respetar la orden que yo dictè.” También al general Ràbago escribe hoy el presidente Madero, Adjuntándoles copia de esta carta y de la de don 104 105 Taracena, 1963:67 Taracena, 1991: 162 Venustiano a fin de que se sirva normar sus actos.106 Don Venustiano –sin embargo- estaba al tanto de lo que se preparaba, lo viene a comprobar la versión de que estando la artista Fanny Anitúa en Saltillo por esos días, Carranza le aconsejó que se pusiera a salvo porque sobrevendrían acontecimientos graves.”107 No es de extrañar, pues, que don Venustiano, que sabía muchas cosas, instara por esos días a la artista Fanny Anitúa a la Sazón en Saltillo a que no volviera a la metrópoli porque era inminente una sublevación, uno de los detalles en que se basa la versión malévola de que Carranza iva a levantarse en armas contra Madero.108 …El Sr. Carranza, consciente, como siempre, en todos sus actos, dijo al licenciado Arredondo… poco más o menos… “Necesito saber la verdad de lo ocurrido en México, en mi carácter de Gobernador Constitucional de un estado de la República. Un gobernador que ha protestado cumplir y hacer cumplir la Constitución Federal, no puede, no debe permitir que se violen de este modo las instituciones de su país; pero si el señor Madero y el licenciado Pino Suárez han renunciado libre y espontáneamente a sus altos cargos, por debilidad o cobardía, no hay remedio: Huerta es el presidente de la República por ministerio de ley. Naturalmente que yo no podré estar de acuerdo con el nuevo Gobierno, emanado de un acto de violencia, pero el pueblo no puede negar o desconocer al nuevo presidente, elevado a la primera magistratura porque los señores Madero y Pino Suárez no hayan estado a la altura de las circunstancias. Si, como creo, las rnuncias de que me hablan son apócrifas, arrancadas por la coacción y la violencia, o del todo falsas, y llegan a hacer desaparecer al Presidente, porque “estos” son capaces de todo, iremos a la revolución. Yo no debo eludir el compromiso que he contraído con el pueblo al protestar como Gobernador. Necesito, pues, conocer la verdad… No quiero aparecer como un revolucionario vulgar”. 109 Carranza reconoce a Victoriano Huerta “Saltillo, Coahuila, 22 de febrero de 1913. Sr. Victoriano Huerta, Presidente de la República. México, D.F. Su atento mensaje ayer. Para tratar asuntos a que me referí en mi mensaje antier, saldrá mañana a ésa, en representación de este gobierno el señor licenciado Eliseo Arredondo… espero que se arreglarán satisfactoriamente los asuntos que los expresados señores tratarán con usted. 106 107 108 109 Taracena, 1991: 163 Taracena, 1934:10-11 Taracena, 1991: 181 Breceda, 170-171 El Gobernador Constitucional, V. Carranza. “Saltillo, 23 de febrero de 193. Sr. Presidente de la República, General Victoriano Huerta. México D. F. Con satisfacción recibimos mensaje de usted y agradecemos órdenes dadas para admitir nuestros mensajes que a usted dirijan, con relación a las negociaciones que están efectuándose entre los Poderes Federales y esta Entidad Federativa. Por teléfono hemos dado cuenta al señor Gobernador, quien se encuentra en Ramos Arizpe… Nosotros creemos que al tratar con usted comisionados, podrá solucionar satisfactoriamente el incidente que motivaba negociaciones. El Señor Gobernador abriga mejor disposición para solucionar asuntos satisfactoriamente. Miguel Cárdenas. Encarnación Dávila.”110 “El 25 de febrero Carranza mandó un cable al ministro de Gobernación Alberto García Granados, proponiendo una conferencia telegráfica para arreglar problemas de relaciones entre su estado y el gobierno federal. El siguiente día -26- el hermano del gobernador Jesús le dijo al Cónsul norteamericano Luther Ellsworth que el gobernador se encontraba definitivamente en rebelión, y cuando las tropas federales entraron a Coahuila ese día, Venustiano Carranza telegrafió al Presidente Taft declarando su oposición a Huerta citando como motivo el que las tropas desasen removerlo de su puesto. A pesar de esta telegrama, los delegados de Carranza continuaron sus negociaciones en la Ciudad de México. Las discusiones giraban en torno al mismo problema que había causado problemas entre Carranza y Madero –el pago y control de las tropas estatales de Carranza.”111 Por qué fusilaron a García Granados En octubre de 1915 se fusiló a don Alberto García Granados un civil y un anciano, que sólo había sido, por corto tiempo, ministro de Huerta, con quien nunca se identificó… El abogado defensor de Granados don Francisco 110 Taracena, 1963:97. En Saltillo el lic. Miguel Cárdenas ex gobernador de Coahuila, viene haciendo sugestiones a Carranza para que no se precipite, por lo que Jacinto Treviño, Luis Garfias, Alfredo Breceda y otros abordaron a Don Venustiano Carranza y le advierten que si no sabe resistir a esas insinuaciones acomodaticias ellos se levantarán en armas por su cuenta y riesgo. Carranza les contesta que trata de ganar tiempo para que se le reúnan sus tropas dispersas, las de don pablo Gonzalez, las de Gertrudiz Sanchez que está en Michoacán etc.; y que su resolución de alzarse contra los usurpadores es inquebrantable. Y aunque se le une en saltillo el teniente Andrés Saucedo con una fracción de sus tropas Maderistas irregulares, hoy también dirige Carranza a Huerta un telegrama desde Saltillo llamándolo nada menos que oficialmente “Presidente de la República” y diciéndole: “su atento mensaje de ayer para tratar los asuntos a los que me refería en el mensaje anterior, saldrá mañana para ésa en representación de este gobierno el Lic. Eliseo Arredondo, diputado al congreso general, y estimo conveniente lo acompañe con el mismo carácter, el ingeniero Rafael Arizpe, que reside en esa capital y a quien hoy me dirijo con ese objeto. Espero que se arreglarán satisfactoriamente los asuntos que los expresados señores tratarán con usted. (Taracena, 1991: 187) 111 Kenneth, 1968:28 A. Serralde, narra así una conversación que sostuvo con el prisionero poco antes de su fusilamiento: “García Granados permaneció silencioso unos instantes, para, en seguida, hacer su confesión: “-¿Sabe usted por qué me fusila Carranza, licenciado? Por los documentos… A raíz de mi salida del gabinete del general Huerta, entregué al ministro de Alemania en México, Von Eckard, un paquete conteniendo documentos muy comprometedores para Carranza. Von Eckard envió esos documentos a Alemania, y tengo entendido que el gobierno alemán, abusando de la confianza que yo había depositado en su ministro, abrió el paquete encontrando esos documentos, teniendo así en grave compromiso a Carranza…” Con esos documentos… el gobierno alemán, durante la guerra, pudo hacer que don Venustiano se inclinara a favor de Alemania.”112 112 Junco, 1955:146 MELCHOR OCAMPO Hijo natural del doctor Antonio María Uruaga, cura de Maravatío y de la señorita Tapia, dueña de la hacienda de Pateo. Fue bautizado el día 6 del mismo mes en la Parroquia de San Miguel.”113 FE DE BAUTISMO “Parroquia de San Miguel Arcángel.- Calle de San Jerónimo.- México, 1 D.F.V.C.R.- El suscrito párroco de San Miguel Arcángel de México D.F. Certifica, que en el archivo parroquial existe un libro de bautismos de expósitos No. 4 y en el una partida No. 1 a fojas 24 que a la letra dice: -Al margen-José Telésforo Juan Nepomuceno, Melchor, de la Santísima Trinidad:- Español. P. 2 p.o.-Al centro.- En la ciudad de México a seis de enero del año del Señor de mil ochocientos catorce. Yo el bachiller don Manuel Montealegre, teniente cura de esta Parroquia, bautizé solemnemente a un infante, que dijeron nació el día 5 del corriente, le puse por nombres José Telésforo Juan Nepomuceno, Melchor, de la Santísima Trinidad, hijo de padres no conocidos; fue su madrina doña María Josefa González de Tapia, vive en la calle de Alfaro número diez, a quien advertí su obligación y parentesco espiritual y para que conste firmé con el señor cura.-Juan Felipe de Atichelena, Coadjutor (rúbrica).- Manuel de Montealegre (rúbrica).- Es copia fiel de su original.- México D.F., 7 de julio de 18959.- El párroco, Joaquín Soto Ibarra, Pbro.”114 Cuando el niño supo hablar… se le mandó al sacristán mayor de la parroquia de Maravatío, Sr. José Ignacio Imitola, que á juicio de los vecinos alumbraba con su ciencia… Cierto día el maestro presentóse á Doña Francisca Tapia, llevándole al educando: -Señora, aquí tiene usted a su niño; no le puedo enseñar más: todo lo que sé, lo sabe ya… Tiene mucha inteligencia, mucho talento; todo lo aprende, todo lo abarca…115 113 Arreóla, Raúl, “Melchor Ocampo: Textos políticos”, SEP, 1975, p. 12 114 Daniel Muñoz y Pérez, Melchor Ocampo. Santos Degollado. Leandro Valle, México, 1961, p. 9 115 Ángel Pola, Don Melchor Ocampo, Gobierno del Estado de Michoacán, México, 1964, p. 9 NOS EL DR. FRANCISCO PABLO VÁZQUEZ, POR LA DIVINA GRACIA Y DE LA SANTA SILLA APOSTÓLICA OBISPO DE LA PUEBLA DE LOS ÁNGELES, ETC. A todos nuestros amados Diocesanos salud y gracia en nuestro Señor Jesucristo. La triste decadencia en que con dolor observamos las costumbres, y que generalmente se atribuye a las circunstancias de los tiempos, no tiene otro principio, amados Diocesanos, si bien se considera, que la propagación de escritos perniciosos. Ni las pasiones del corazón humano son ahora más rebeldes, que en los pasados tiempos, ni la ley del pecado, de que se lamentaba el Apóstol, es más fuerte en nosotros que en nuestros mayores; es sólo la libertad escandalosa con que se ha estendido de algún tiempo á esta parte la lectura de libros inmorales e impíos la diferencia fatal que nos distingue. Si vemos ahora correr a los jóvenes con más desenfreno al desahogo de inclinaciones criminales y vergonzosas, es porque no dejan de las manos poesías y novelas obscenas, que como teas preparadas por el demonio de la lascivia, añaden llamas nuevas y más voraces al fuego de la edad. Si con más frecuencia que antes sentimos aflojarse los lazos sociales, dividirse la opinión pública y turbarse la paz, es a consecuencia de máximas erróneas y revolucionarias, que en muchísimos libros han esparcido los enemigos del orden y de la tranquilidad. Y qué importa que en algunos de semejantes artículos se recomiende la pureza del lenguaje, se admiren las gracias de la elocuencia, o brillen las bellezas encantadoras de la poesía? Todo esto, amados diocesanos, agrava el mal, y hace más necesario el remedio. Agrava el mal, porque seducido el entendimiento con la dulzura del estilo, franquea con más facilidad el paso á las mácsimas que corrompen el corazón. Hace más necesario el remedio, porque granjeándose esta clase de producciones la estimación de los incautos, es indispensable sobre la persuación la fuerza de la autoridad para arrancarlas de sus manos. No hay medio, carísimos fieles, o es necesario estirpar de entre nosotros los libros obscenos, impíos y libertinos, ó temer la corrupción total de las costumbres, el vilipendio de la Religión, y el trastorno de la sociedad. Nada menos que estos son los males que pueden producir escritos semejantes, y por lo mismo así los Padres y Pastores de la Iglesia, regidos por el Espíritu Santo, como los Príncipes y sabios del paganismo, alumbrados de la política y de la razón, han procurado su esterminio. No sólo han declamado contra los malos libros Orígenes, Tertuliano, San Gerónimo y otros antiguos y modernos maestros y defensores de la Religión; también lo hicieron en sus tiempos Platón y Marco Tulio. Como han empleado su autoridad los espiritual los Romanos Pontífices y los Obispos para estinguirlos, se habían valido de la temporal para el mismo efecto no sólo los emperadores cristianos, sino también los gentiles griegos contra los escritos del ateo Protágoras y del voluptuoso Epicuro, y entre los romanos Marco Emilio contra los que introducían ritos nuevos, y el emperador Augusto contra el célebre autor del arte de amar. Tan cierto es, amados Diocesanos, que la Fé divina, la sana política y la recta razón inspiran unánimes el esterminio de los libros irreligiosos e inmorales. Fundados en estos principios, y ecsitados vivamente del zelo de las almas confiadas á nuestro cargo pastoral, hemos creído de nuestra obligación exhortar, como lo hacemos, encarecidamente á los padres de familia, a que reflecsionen sobre e cargo que más inmediatamente que cualquiera otro tienen sobre sí, no permitan bajo ningún poretesto á sus hijos ó dependientes la lectura de aquellos libros que están prohibidos por la Iglesia, o que por ser manifiestamente obscenos ó irrelgiosos puedan debilitar su fe, ó corromper sus costumbres. Además, habiendo ecsaminado un espediente que por todos los trámites legales tiene instruido nuestro tribunal de Fé, prohibimos en virtud de nuestra autoridad a todos y cada uno de los fieles estantes y habitantes en esta nuestra Diócesis, bajo la pena de escomunión mayor latae sententiae , reservada a Nos, la lectura y retención de los siguientes escritos en cualquiera idioma, como respectivamente heréticos, blasfemos, escandalosos, subversivos, é injuriosos á la religión: =El ristianismo Descubierto. =Inconvenientes del celibato eclesiástico. =Discurso sobre la desigualdad entre los hombres. =Historia crítica de la vida de Jesucristo. =El Emilio, de J.J. Rousseau. =Mi tío Tomas. =Historia de Samuel por Volney. =Origen de todos los cultos. =El Tolerantismo. =Cartas a Eugenia. =Cornelia Boroquia. =Novelas de Voltaire. =Tratado de los tres impostores. =Obras entretenidas en verso de Evariso Parni. =Proyecto de constitución religiosa, y apología católica del mismo, por Don Juan Antonio Llorente. Dado en nuestro Palacio Episcopal de la Puebla de los Ángeles, firmado de Nos, sellado con el escudo de nuestras armas, y refrendado de nuestro infrascripto Secretario de Cámara y Gobierno, a cuatro de enero de mil ochocientos treinta y dos. Ocampo, 1844 “Los peones –escribió Ocampo en 1844- se endrogan por su casamiento o por la muerte de alguno de los suyos, o por sus vestidos: estas son las causas más generales, aunque no las únicas. Los jornales se pagan ordinariamente, a uno, a uno y medio o a dos reales. Cojamos le segundo, como término medio. Sea cual fuere el motivo porque adeude al peón, supongamos también como término medio que la primera deuda es de diez pesos. Veamos ahora lo que de ella sigue. Trabajando los peones los seis días de la semana; ganan nueve reales; gastan tres en maíz, medio en chile, medio en sal, cal y vela u ocote, medio en jabón; y todo necesariamente. De los cuatro y medio reales sobrantes, apliquemos los cuatro a un fuerte abono y sólo les quedará medio para carne, o hilo, cigarros, o fruta o un remedio. Pues, para pagar diez pesos abonando cuatro reales semanarios, se necesitan cinco meses, y en ellos pagaría el peón, si no hubiera muchas semanas en que no puede trabajar los seis días, y por lo mismo, ni abonar los cuatro reales semanarios, se necesitan cinco meses… Pero antes de que los cinco meses se cumplan, el parto o el bautismo, o el entierro, o los vestidos lo han obligado a pedir más, puesto que con medio sobrante no puede hacer fondo. Nueva deuda, nueva sujeción a la voluntad ajena, nueva serie de escaseces diarias, por el medio real, sobrante único de la semana (“Sobre un error que perjudica a la agricultura y a la moralidad de los trabajadores”.116 “Con el tiempo, la relación entre peón y hacendado, empeoraba, haciéndose increíblemente hostil. El uno trabajaba menos y laboraba mal. El otro, recurría al palo. “No hay que apurarse, no me debo matar en un día; si el amo quiere, me sufre, que al fin no ha de echarme y perder así lo que le debo”: tal era la postura y el razonamiento del peón. “Puesto que no sientes o desconoces tus deberes, sentirás el hambre y la intemperie; la necesidad y el palo te harán trabajar”: tal era la postura y el razonamiento del dueño de la hacienda.”117 “Indiquemos brevemente unas cuantas consecuencias del cultivo deficiente del campo: 1) El peón no tiene dinero con que comprar carne. Entonces la ganadería se resiente 2) El peón no tiene dinero con que comprar ropa. Entonces la industria se resiente 3) El hacendado gana menos; por lo tanto, disminuye sus compras de artículos ajenos al ramo agrícola 4) La renta nacional sufre merma. El erario enflaquece. El fisco se enferma. El estado paga por unos y por otros. No se construyen caminos. No hay dinero para la educación pública. Los empleados públicos perciben un sueldo raquítico. Poco se puede hacer en pro de la salubridad. En caso de guerra, careceríamos de un ejército idóneo. Etc. Etc. “¡Hacendados! ¡Jefes de labor! No deis a la cuenta a vuestros peones, sino aquellos gastos indispensables que ellos no puedan prevenir y que vosotros os haréis pagar escrupulosa pero prudentemente! ¡Hacedles ver el pupilaje vergonzoso en que, de lo contrario, caen para siempre, e inspiradles el amor 116 117 Contreras Estrada, 1970: 52 Contreras Estrada, 1970: 53 al trabajo, el noble orgullo de la independencia y la convicción de que son indestructibles los goces que procura una buena moral! […] ¡Pensando en que esos mismos pobres peones parten por compasión su mísero pan con su perro, avergonzaos, teneos por menguados e infames, si no partís el vuestro con ellos!... Pateo, 10 de abril de 1844.”118 Ocampo y la guerra de 1847 La caída del puerto de Veracruz… sacudió al a población moreliana. Un testigo presencial comentó: “El jueves santo 1º de abril del citado año de 1847 llegó a esta ciudad por extraordinario la noticia de la ocupación y el bombardeo de la plaza de Veracruz, por el ejército de los Estados Unidos de Norteamérica al mando del general Scott.” Al día siguiente, el gobernador del estado, Melchor Ocampo, lanzó una vibrante proclama invitando al pueblo a sumarse a la defensa del país mediante la reorganización de la Guardia Nacional, en todas sus armas, a fin de engrosar las filas del ejército mexicano para defender la capital de la República… El domingo 4 de abril, a las diez de la mañana en el edificio de la Compañía, hoy Palacio Clavijero, tuvo lugar una reunión de voluntarios procedentes de todas las latitudes del estado, que se aprestaban para recibir instrucciones del gobierno para salir a combatir a los invasores. Alrededor de cuatro mil hombres, sobre todo campesinos y artesanos, llenaban el patio principal y pasillos del edificio. Al filo de las diez y media se presentó el gobernador acompañado de varios colaboradores, entre ellos, Santos Degollado, Juan B. Ceballos… Después de una breve arenga pronunciada por Ocampo, se procedió a la formación de diversos cuerpos, armando entre ellos el Batallón de Infantería al que dio el nombre de “Matamoros de Morelia”… La plana mayor del Batallón quedó integrada por los siguientes oficiales: coronel Juan B. Traconis como responsable máximo del cuerpo, teniente coronel José María Lurralde, Jesús Álvarez y Blas Estrada como ayudantes y Antonio Ramírez como Tambor Mayor. El Batallón matamoros quedó finalmente integrado con 800 hombres que formaban una compañía de granaderos, una compañía de cazadores y seis compañías de combatientes en diversas armas. Todo el mes de abril y las tres primeras semanas de mayo fueron de constante entrenamiento en el manejo del armamento y técnicas de guerra en donde participaban tanto los oficiales como todo el cuerpo del Batallón… El Congreso del estado facultó ampliamente al gobernador para que dictara todas las medidas que creyera oportunas para auxiliar al gobierno federal y a su vez a los de los estados para “que lleve adelante la guerra contra los Estados Unidos del Norte, defender la nacionalidad de la República y salvar las instituciones federales bajo que está constituida la nación.” La salida de la capital del estado se efectuó en la mañana del 27 de mayo, después de un acto religioso-patriótico celebrado en el portal Matamoros en donde un fraile franciscano impartió la bendición 118 Contreras Estrada, 1970: 54 a la bandera y tropas del cuerpo de voluntarios y la arenga que el gobernador les dirigió exhortando a los soldados a cumplir con su deber de defensores de la independencia y de la integridad nacional. Ocampo expresó: “Acabáis de jurar que seréis fieles a vuestra bandera, es decir, que lo seréis a vuestra patria como soldados… Michoacán, la cuna de los héroes, la tierra clásica de la libertad en la República, no puede tener hijos que la traicionen… Pelead tenazmente y venceréis… El astro de México aun brilla aunque empañado. La constancia será su horizonte; no permitáis que se oculte.” El Batallón partió a la Ciudad de México siguiendo el camino de Indaparapeo, Zinapécuaro, Ucareo, Maravatío, Pateo, Tepetongo, Ixtlahuaca, Toluca, Lerma y Cuajimalpa y después de trece días llegó a la capital en donde la tropa fue acuartelada en el convento de San Diego y luego en el edificio de la Acordada… Las fuerzas michoacanas hicieron varios movimientos en los alrededores de la Ciudad de México; el 11 de septiembre, se apostaron en la Calzada de la Viga y al día siguiente se trasladaron en forma violenta a Chapultepec a participar en la defensa del castillo, a donde llegaron en medio de gritos de ¡Viva México! ¡Aquí está Michoacán… Mueran los yankes!... ¡Aquí está Michoacán que no corre!... Después de desesperada resistencia y la caída de Chapultepec en manos de los invasores, el Batallón Matamoros recibió instrucciones para replegarse a la Ciudadela para luego evacuar la ciudad junto con todos los cuerpos armados, con rumbo a Cuautitlán y de ahí a Querétaro, en donde sería reorganizado el Gobierno de la República, ya que el presidente, general Antonio López de Santa Anna acababa de renunciar. Dichos acontecimientos fueron dados a conocer a la opinión pública michoacana por el propio gobernador, Melchor Ocampo, quien se dirigió a la población diciendo: “¡MICHOACANOS! Con el más acerbo dolor os comunico que el enemigo se ha apoderado de la capital de la República, y los restos de nuestro ejército han replegádose a Querétaro; aunque ninguna constancia oficial tengo de ello, ya no me es posible dudarlo. ¿Pero la capital es la República? La parte inerme que en ella ha quedado se bate todavía con denuedo… ¡A las armas ciudadanos!... reunamos nuestros últimos recursos y unidos demos al infame que nos ultraja tan sólo porque se cree el más fuerte… ¡Independencia o Muerte!”… Una vez conocida la capitulación de la Ciudad de México y la desbandada de las autoridades, el gobierno del estado decretó que Michoacán reasumía el ejercicio pleno de su soberanía, sobre todo, en lo concerniente a la administración pública y que conservaría únicamente relaciones con los demás estados en donde estuviera presente la resistencia a la dominación extranjera. Más tarde, el Congreso estatal acordó que en caso de que el enemigo se acercara al territorio, la sede de los poderes se trasladara a Uruapan…119 119 Gerardo Sánchez D., “Los vaivenes del proyecto republicano. 1824-1855”, en Enrique Florescano (Coord.), Historia General de Michoacán, V. III, El Siglo XIX, Gobierno del Estado de Michoacán, México, 1989. P. 22-26 Ocampo, 1857 “A alguno de ustedes consta oficialmente que, habiendo tenido yo el honor de ser electo diputado, no asistí a las juntas preparatorias ni me presenté en el Congreso sino cuando los periódicos y cartas de algunos amigos llegué a creer que no hubiese quórum. Instalado el Congreso, y cuando y atuvo mayor número de miembros de los estrictamente necesarios, presenté mi dimisión del cargo, fundándola en las buenas razones de derecho natural y civil que me obligan a atender la subsistencia de mi familia y a los compromisos que mi confinación a Tulancingo, mi prisión en Ulúa, mi destierro, la confiscación de mis bienes y trastornos consiguientes a ella me hicieron contraer. Decía yo entonces al Congreso, y era cierto, que s continuaba en su seno ni sabría qué había de comer mientras mi familia, ni cómo había de corresponder a la espontánea generosidad con que algunas almas nobles entre mis amigos me habían socorrido en la desgracia. Lo pedía así, no como recompensa de haber servido a mi patria con celo, lealtad y desinterés, que a esto estamos obligados todos, sino como una compensación de mis quebrantos en la salud y los intereses, por ser fiel a la causa de la libertad y de la verdadera decencia, que se me permitiera trabajar en mis negocios, para satisfacer dudas que considero como sagradas y conservar mi habitual independencia. “Yo mismo, como primer ministro que fui del actual gobierno de Ayutla, temiendo el cáncer fatal del no hay número, había declarado en la convocatoria que el cargo de diputado no era renunciable. El congreso no podía exonerarme, pero me hixo la justicia de creerme y tuvo la bondad de darme una licencia. La dejé pasar, y acaso no hubiera vuelto a él si algunos amigos no me hubieran escrito exhortándome a que fuese, y suponiendo la posibilidad de que yo ayudara a impedir que continuasen las desavenencias que por desgracia comenzaban a notarse entre el Congreso y el gobierno. Si en este sentido produjeron algún bien los esfuerzos de mi buena voluntad sobre estas desavenencias, y sobre las que se iban exacerbando con Nuevo León, el mismo gobierno y otros podrán calificarlo. “Pero la segunda capitulación de Puebla exaltó el disgusto que yo sentí ya desde la salida del señor Fuente por el modo con que se terminó el negocio pendiente con Inglaterra por los cónsules de Tepic, y por la salida también del señor Lerdo de Tejada, que el mismo día en que fue promovido a ministro de Relaciones le predije delante de varios amigos, que no lo habrán olvidad. Si siempre he creído perjudicial intentar reformas que no estén apoyadas en la justicia y en la conciencia pública, no he tendido por menos desastroso dejar escapar alas raras ocasiones en que éstas claman por llevar a efecto aquéllas. Con el hábito, bueno o malo pero arraigado en mí, de decir como pienso y de obrar como hablo, tuve la imprudencia de calificar, no sólo dura sino aun acerba, y aun tal vez indecorosamente, ante el Congreso la conducta del gobierno con motivo de la cuenta que le dio de tal capitulación. “Algunos amigos me hablaron después de la indisposición del señor presidente y del mal efecto que mi atrevida censura había hecho en el gabinete, y tuve miedo, lo reconozco y confieso, de hacer caer sobre el Congreso, si en él permanecía, toda la predisposición que contra mí había yo renovado. Los que me conocen pueden decir que no soy tan accesible a esta pasión cuando se trata de mi seguridad o interés particular; peor que me vuelvo tímido cando está de por medio el bien de la república. Así, aunque mi inviolabilidad como diputado y más que todo mi independencia de carácter y la facilidad con que me acomodo a las privaciones y molestias de los días aciagos, nade me podría hacer temer por míM mi contra prudencia me hizo creer que debía retirarme de la ocasión de perjudicar al país en la persona moral de la asamblea de sus representantes. He estado siempre persuadido, por otra parte, de que la unión de todos nos es, no sólo importante, sino necesaria. “Por esto me volví a mi casa, y sin licencia. Si la pedía apoyándome en razones que aunque no me faltaban no eran las que me impulsaban, mentía, de lo que procuro huir cuanto puedo. Si alegaba la verdad, temía por una parte que se me tuviese por fauto,y por otra, que el Congreso pudiese, acaso por una noble altivez, mandarme expresamente que permaneciera. “Ustedes saben que cuando volví a las sesiones lo primero que hice fue suplicar al Congreso que me permitiera firmar el original del proyecto de constitución, aunque no hubiese estado yo en la capital al tiempo de presentarse; que aceptaba su responsabilidad porque, si tenía errores, eran en su mayor parte los mismos de que yo estaba imbuido; que, si como miembro de su comisión no había discutido todos los artículos, había, sí, concurrido a las primeras conferencias de ésta, y procurado establecer las bases de su trabajo y llevado cuanto minuciosamente puede sus actas; que los pocos puntos de que disentí no valían la pena para formular voto particular; que los explanaría en los debates. Agregué que no aspiraba a ser ni a que se me creyese hábil o diestro, como a sí mismos se llaman o se designan unos a otros, los que reputan como una gracia eludir toda responsabilidad y nadar siempre entre dos aguas, para ni ser notaos, ni dejar de avanzar en su camino; sino que yo era y quería ser, más que diestro, sincero. No puede, pues, creerse que me vine del Congreso para excusar responsabilidades que espontáneamente había asumido o por huir compromisos, como algunos llaman, en el cumplimiento de mis deberes. “Como tengo fe en la soberanía del pueblo, como me considero muy honrado con que los estados de México y Michoacán, lo mismo que el Distrito, se hubieran dignado en poner en mí su confianza nombrándome su representante y como no soy nada gran señor, etro en estas explicaciones. Por lo demás, si el tiempo que he servido a la nación con todos mis esfuerzos concienzudamente no ha bastado para formarme una reputación de patriótica probo, constante y desinteresado, como ya no aspiro a vivir otros tantos años y como en tal hipótesis sabría que este número no ha bastado para hacérmela, dejaré de empezar de nuevo ara intentar conseguirla. “Dígnese usted aceptar con todo mi reconocimiento por este nuevo favor, que no dudo se dignará hacerme, la seguridad de mi sincero aprecio. Pomoca, 7 de abril de 1857.”120 Masonería Reaccionaria (Editorial del Monitor de 15 de septiembre de 1857) La reacción ha llegado al último grado de atrocidad, de barbarie y de delirio en sus tentativas. No contenta con derramar sangre en la guerra civil, con intentar atroces venganzas en sus conjuraciones, con profanar con gritos sediciosos los templos, ha formado una asociación masónica, en la cual se ha venido á reasumir todo lo que hay de más terrible, de más negro y de más siniestro en las sociedades secretas. Parece increíble, y sin embargo, es cierto: el Directorio que siempre ha tenido la reacción en esta capital, se ha organizado como una verdadera masonería, y cuenta ya un gran número de asociados. Hemos visto los títulos que á éstos les espide el Directorio, y tenemos en nuestro poder una copia de los reglamentos ó estatutos de la Sociedad, los cuales reproduciremos al pié de estas líneas (…) Los títulos dicen lo siguiente: “El D. E. te ordena a ti (aquí las iniciales del nombre) de manifestar tus opiniones políticas, y los medios de que puedas disponer en el partido ‘a que perteneces. Tu jefe inmediato es tu consocio, vive en la cale…… y se llama…….” En los claros que hemos dejado están los nombres de una calle y de un individuo. Estos sellos tienen por firma un sello pegado, el cual se compone de un triángulo, en cuyo centro hay dos manecillas enlazadas, y tres estrellas y alrededor una ráfaga. Ya verán por esto nuestros lectores, que nada falta aquí de los misterios tenebrosos y de las fórmulas aterradoras con que la imaginación ha revestido siempre á la masonería; y acabarán de persuadirse de ello al leer los artículos del documento que más abajo copiamos a la letra. 120 Arreola, 1975:130-132 No sabemos si nuestros lectores se llenarán de horror ó estallarán de risa, al ver semejantes cosas en los días que alcanzamos. Ese cuarto oscuro, esa calavera, esas siniestras luces, esos puñales y esos venenos, causan sin duda horror si por lo serio se toman; pero todo eso da también risa, cuando apenas es posible tomarlo por lo serio. Efectivamente, cuesta trabajo creer que en nuestra capital y en nuestros días se haya organizado formalmente una asociación tan ridícula y tan bárbara al mismo tiempo; tan ridícula, porque emplea tan estravagantes fórmulas; tan bárbara, porque usa de venenos y tiene puñales para matar a los hombres. Y sin embargo, el hecho es una verdad, la asociación existe; y aunque sea mengua de nuestra civilización, pasan ya de tres mil las personas que se han filiado en ella, en la capital y en los Estados (…) Veremos cómo prueban sus partidarios que esa manera de obrar está conforme con los buenos principios políticos y con los verdaderos sentimientos religiosos.121 Ocampo, 1858 Nuestro dogma político es la soberanía del pueblo, la voluntad de la mayoría. Pero ¿tenemos fe en él? Seguramente que sí, sin lo cual, no habría tantos que desinteresadamente lo defendieran, que por él sufriesen persecuciones, que por él hiciesen sacrificios, que por él diesen su sangre en los campos de batalla y en los cadalsos. Pero aún no es bastante robusta esta fé, porque a muchos les faltan las profundas convicciones que da la instrucción en estas materias, habiéndoles faltado ocasión de estudiarlas… Es una fe naciente semejante a la del primero de los apóstoles, que a veces reniega, a veces flaquea. Los que nunca nos hemos separado de esta creencia, los que hemos tenido la fortuna de no dudar siquiera de ella, podíamos preguntar a la República ¿por qué vacilas? como el Divino Maestro preguntó a aquel, al andar sobre el lago: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué no creíste? Nos diría, por lo mismo que erré, no volveré a errar… Y, no siendo firme la fe, ¿cuál podrá ser la esperanza? Incierta y variable también. Hemos llegado hasta la desgracia de que un buen número de mexicanos ha desesperado de México, olvidando que Foción decía que no es ilícito al ciudadano desesperar de la salvación de la patria. Y aún hay ¡oh vergüenza! hasta infames traidores que pretenden maniatarlo 121 Los dos socios nombrados por el D.E. para recibir y juramentar un candidato, deberán conformarse á las siguientes instrucciones: 1ª Harán preparar un cuarto oscuro, en medio del cual y sobre una mesa, colocarán dos lámparas de espíritu divino entre las cuales pondrán una calavera, un libro abierto de los Evangelios, y sobre éste un cristo, un puñal y un pomo de cristal con uno de los venenos empleados por la sociedad. / 2ª Los dos socios se revestirán de la mayor gravedad al verificar este acto, que debe hacerse en los estatutos de la sociedad. / 3ª Dispuesto todo para la ceremonia, esperarán sentados la llegada del candidato; éste se presentará con un signo secreto que deb entregar á los socios y que debe ser devuelto por estos al D.E. con todas las demás piezas justificativas de la recepción… (Tenemos documento completo.) y entregarlo así a los extraños… Discurso de Melchor Ocampo conmemorando el día de la independencia, Veracruz, 16 de septiembre de 1858 Circular de la Secretaría de Relaciones a los Gobernadores informando el reconocimiento del gobierno de los Estados Unidos Excmo. señor: El honorable Robert M. McLane acaba de presentar a su excelencia, el Presidente, sus credenciales como enviado extraordinario y ministro plenipotenciario de Estados Unidos, cerca de la República de México, reconociendo así, solemnemente, aquel Gobierno al Gobierno Constitucional de su excelencia, el Presidente Juárez. Me apresuro a comunicar con la mayor satisfacción a S. E. tan feliz suceso, que ha sido debidamente celebrado y solemnizado en este lugar, para que pueda usted darlo a conocer a la población de su estado. Es de la mayor importancia. Se inician de esta manera, con la dignidad debida, las relaciones exteriores de la administración del Presidente Juárez, hasta ahora tan resistida por intrigas monárquicas y retrógradas que han constituido un gran obstáculo al triunfo de la buena causa, con resultados sangrientos y desastrosos en la contienda que hasta ahora sostiene México contra sus antiguos opresores. Señala una nueva era en las relaciones de los dos países, cuya mutua prosperidad descansa en el interés de ambos, quienes ahora empiezan a comprender que, unidos, pueden desafiar al mundo y regular los destinos de la generación naciente, mientras que, oponiéndose, facilitarán las pretensiones dictatoriales del común enemigo de la democracia y, de esa manera, irán, no a su ruina, que ahora y afortunadamente es una imposibilidad, pero obstruirán y retardaran su rápido e infalible éxito. Facilita a nuestro Gobierno relaciones que hasta ahora no había podido establecer y presta el mayor impulso a la solución de una contienda fratricida que por poco viene a parar en la destrucción de la República y que ha destruido ya su orden social Además de esto, contribuirá y más poderosamente, aun cuando esta lucha esté terminada, a restaurar el caótico estado que su prolongación y consecuente desmoralización han producido. Su excelencia el Presidente, habiendo determinado entrar en una nueva, franca y honorable política con Estados Unidos, se opondrá a la difusión del furioso espíritu de antagonismo entre nosotros, que el astuto y maquiavélico jesuitismo ha conseguido propagar Se solidarizará con aquellos hombres de ideas justas y elevadas de ambos países, pues cree que ambos poseen estas estimables cualidades, que deben ser estimuladas y, algunos defectos, que un hábil manejo buscaría suprimir. Se unirá, en ambos países, a hombres de integridad y noble carácter que no piensan con Hobbs, que la guerra es la condición natural de la humanidad, sino que, por el contrario, se han adherido al espíritu cristiano de amor fraternal entre los hombres y no piensan que el destino providencial de las naciones es el de destruir tal orden, sino que su misión es de amistad y cooperación. Finalmente, se adherirá a aquellos economistas que piensan que un vecino rico y poderoso es más valioso y asegura más ventajas que un desierto agostado por la pobreza y la devastación. Esperamos que estos sentimientos de buena voluntad para todos los hombres, se harán pronto patentes a los súbditos y ciudadanos de todas las otras naciones en esta misma forma oficial y solemne y, aunque no sostengamos relaciones nacionales con ellas en estos días, todos aquellos extranjeros que se han dirigido a S. E. el Presidente Juárez, están convencidos del deseo de parte de su administración, de mantenerse en paz con todos ellos... Veracruz, 6 de abril de 1859.122 Matanza de Tacubaya “Desde el 10 de abril trabóse una lucha en las lomas de Tacubaya, y el general Degollado decidió emprender una retirada, señalando una corta sección que resistiera el empuje de los soldados de la guarnición de México. Esta sección combatió con valor hasta agotar sus municiones, la villa fue invadida, el palacio arzobispal ocupado por los soldados de la reacción, que viendo vencidos a sus enemigos les hicieron fuego y los lancearon en todas partes, sin hacer distinción entre los heridos. Algunos jefes y oficiales quedaron prisioneros al terminar la acción del 11. Los heridos no pudieron seguir la retirada, y quedaron en hospitales improvisados en el arzobispado y algunas casas particulares. Con ellos quedó el jefe del cuerpo médico militar del ejército federal y tres de sus compañeros, que creyeron inhumano y desleal abandonar a hombres cuyas vidas podrían salvar, cuyas dolencias podían mitigar. Un día antes de la acción se supo en México que eran muy pocos los médicos que venían en el ejército federal y esta escases podía hacer mucho más 122 Jorge L. Tamayo, (Selección y notas), Benito Juárez. Documentos, Discursos y Correspondencia, Ed. Libros de México, México, 1974. funestos los resultados de una batalla. Esta noticia hizo que algunos jóvenes estudiantes formaran y llevaran a cabo el noble proyecto de ir a Tacubaya a ayudar gratuitamente a los facultativos, y a cuirar y operar a los heridos de los dos ejércitos. Terminada la acción, varios vecinos recorrían el teatro de la batalla para informarse de lo ocurrido y auxiliar a los moribundos… … A nuestro siglo, a nuestro país estaba reservada la triste singularidad de ofrecer un espectáculo tan inhumano, tan cruel, tan salvaje, que hace retroceder la guerra a los tiempos de Atila y de los hunos. Los médicos asesinados en Tacubaya, son mártires de la ciencia y del deber. Sus verdugos que defienden los fueros de los clérigos y frailes, han atropellado los fueros de la humanidad, las leyes de la civilización, los preceptos del derecho de gentes sancionados por los pueblos cristianos … Los cincuenta y tres cadáveres quedaron amontonados unos sobre otros, insepultos y enteramente desnudos, porque los soldados los despojaron de cuanto tenían, y de paso saquearon algunas casas. Las madres, las esposas, los hermanos, los hijos de las víctimas, acudieron al lugar del trágico acontecimiento, reclamaron a sus deudos para enterrarlos y se les negó este último y tristísimo consuelo. A los dos días, los cadáveres fueron echados en carretas que los condujeron a una barranca, donde se les arrojó y donde permanecen insepultos (…) Entretanto, Miramón recibía aduladoras felicitaciones por su fuga de Veracruz (…) En la noche, la Catedral, que rehusa celebrar los aniversarios de la Independencia, estaba iluminada en señal de regocijo; las casas consistoriales estaban vistosamente adornadas por el Sr. Icaza, y no faltaron casas particulares en que el terror y las amenazas de la policía hiciesen aparecer faroles encendidos ¡fúnebres antorchas de los asesinos de Tacubaya! La mayor parte (de los asesinados) no podían ser ni prisioneros de guerra (…) (en el exterior) se creerá que á estas regiones no ha penetrado la luz del cristianismo (…) No es el gobierno de la República el que se complace en bañarse de sangre; no es tampoco un partido político; no es el ejército nacional. No, mil veces no, el país no ha consentido en darse un gobierno compuesto de truhanes, tahures, ladrones y asesinos. Una facción inmunda ha asaltado el poder en la capital; pero esta no es gobierno, es una camarilla compuesta de las heces de los garitos, de la escoria de los cuerpos de guardia y de las sacristías (…) convertir al soldado en verdugo y en asesino, estaba reservado a Márquez, Miramón y Majía (…) Entretanto, Miramón recibía aduladoras felicitaciones por su fuga de Veracruz; Corono proclamaba la pureza y tranquilidad de la conciencia de los reaccionarios; lo que se llama Ayuntamiento, dirigido por un D. Mariano Icaza, usurpaba la voz de una población consternada, para pedir las fajas de generales de División para Márquez y Corona; la Catedral engalanaba sus torres con colgaduras color de sangre; unas cuantas mujeres, indignas de pertenecer á su sexo y de llevar el nombre mexicano, presentaban a Márquez una banda también color de sangre; el cabildo eclesiástico entonaba en las bóvedas de la metropolitana el Te Deum, y mandaba decir una misa de gracias, y se verificaba, en fin, la entrada triunfal del ejército trayendo como trofeos á los prisioneros, á unas pobres mujeres que apedreaba el populacho, y amontonados en carros á los heridos que unían sus quejidos y lamentos al ruido de las campanas, de los cohetes y de las dianas (…) Cristo arrojó del templo a los sacerdotes judíos porque lo habían convertido en cueva de ladrones. ¿Qué habría hecho con los que lo transforman en guarida de asesinos? No es apasionada esta ilusión. La guerra civil ha sido comenzada, y mantenida por el alto clero de la República, cuyos tesoros han pagado todos los movimientos reaccionarios y las fuerzas del gobierno comenzadas por Zuloaga.123 Manifiesto del Gobierno Constitucional a la Nación. Julio 7 de 1859 (Anunciando las leyes de Reforma) En la difícil y comprometida situación en que hace diez y ocho meses se ha encontrado la República, a consecuencia del escandaloso motín que estalló en Tacubaya a fines de 1857, y en medio de la confusión y del desconcierto introducidos por aquel atentado, tan injustificable en sus fines como en sus medios, el poder público, que en virtud del código político del mismo año, tiene el imprescindible deber de conservar el orden legal en casos como el presente, había juzgado oportuno guardar silencio acerca de los pensamientos que abriga para curar radicalmente los males que afligen a la sociedad, porque una vez entablada la lucha armada entre una inmensa mayoría de la nación y los que pretenden oprimirla, creía llenar su misión apoyando los derechos de los pueblos por los medios que estaban a su alcance, confiado en que la bondad misma de una causa que tiene a su favor la razón y la justicia, y los repetidos desengaños que de su impotencia para sobreponerse a ella debían recibir a cada paso sus adversarios, harían desistir a estos de su criminal intento, o sucumbir prontamente en tal contienda. Mas cuando, por desgracia, no ha sido estos así; cuando a pesar de la prolongada resistencia que la sociedad está oponiendo al triunfo de aquel motín, los autores de éste continúan empeñados en sostenerlo, apoyados 123 Francisco Zarco Las matanzas de Tacubaya. Ediciones del Boletín Bibliográfico de la SHCP, México, 1959 únicamente en la decidida protección del alto clero y en la fuerza de las bayonetas que tienen a sus órdenes; cuando, por resultado de esa torpe y criminal obstinación, la República parece condenada a seguir sufriendo aún por algún tiempo los desastres y las calamidades que forman la horrible historia de tan escandalosa rebelión, creería el gobierno faltar a uno de los primeros deberes que la misma situación le impone, si suspendiera por más tiempo la pública manifestación de sus ideas, no ya solo acerca de las graves cuestiones que hoy se ventilan en el terreno de los hechos de armas, sino también sobre la marcha que se propone seguir en los diversos ramos de la administración pública. La nación se encuentra hoy en un momento solemne, porque del resultado de la encarnizada lucha que los partidarios del oscurantismo y de los abusos han provocado esta vez contra los más claros principios de la libertad y del progreso social, depende todo su porvenir. En momento tan supremo, el gobierno tiene el sagrado deber de dirigirse a la nación, y hacer4 escuchar en ella la voz de sus más caros derechos e intereses, no solo porque así se uniformará más y más la opinión pública en el sentido conveniente, sino porque así también apreciarán mejor los pueblos la causa de los grandes sacrificios que están haciendo al combatir con sus opresores, y porque así, en fin, se logrará que en todas las naciones civilizadas del mundo se vea claramente cual es el verdadero objeto de esta lucha que tan hondamente conmueve a la República. Al cumplir hoy este deber, nada tiene que decir el gobierno respecto de sus pensamientos sobre la organización política del país, porque siendo el mismo una emanación de la Constitución de 1857, y considerándose, además, como el representante legítimo de los principios liberales consignados en ella debe comprenderse naturalmente que sus aspiraciones se dirigen a que los ciudadanos todos, sin distinción de clases ni condiciones disfruten de cuantos derechos y garantías sean compatibles con el buen orden de la sociedad; a que unos y otras se hagan siempre efectivos por la buena administración de justicia; a que las autoridades todas cumplan fielmente sus deberes y atribuciones, sin excederse nunca del círculo marcado por las leyes; y finalmente, a que los Estados de la federación usen de las facultades que les corresponden para administrar libremente sus intereses, así como para promover todo lo conducente a su prosperidad, en cuanto no se oponga a los derechos e intereses generales de la República. Más como quiera que esos principios, a pesar de haber sido consignados ya, con más ó menos extensión, en los diversos códigos políticos que ha tenido el país desde su independencia, y últimamente en la Constitución de 1857, no han podido ni podrán arraigarse en la nación, mientras que en su modo de ser social y administrativo se conserven los diversos elementos de despotismo, de hipocresía, de inmoralidad y de desorden que los contrarían, el gobierno cree que sin apartarse esencialmente de los principios constitutivos, está en el deber de ocuparse muy seriamente de hacer desaparecer esos elementos, bien convencido ya por la dilatada experiencia de todo lo ocurrido hasta aquí, de que entretanto que ellos subsistan, no hay orden ni libertad posibles. Para hacer, pues, efectivos el uno y la otra, dando unidad al pensamiento de la reforma social, por medio de disposiciones que produzcan el triunfo sólido y completo de los buenos principios, he aquí las medidas que el gobierno se propone realizar. En primer lugar, para poner un término definitivo a esa guerra sangrienta y fraticida que una parte del clero está fomentando hace tanto tiempo en la nación, por solo conservar los intereses y prerrogativas que heredó del sistema colonial, abusando escandalosamente de la influencia que le dan las riquezas que ha tenido en sus manos, y del ejercicio de su sagrado ministerio, y desarmar de una vez a esta clase de los elementos que sirven de apoyo a su funesto dominio, cree indispensable: 1º. Adoptar, como regla general invariable, la más perfecta independencia entre los negocios del estado y los puramente eclesiásticos. 2º. Suprimir todas las corporaciones de regulares del sexo masculino, sin excepción alguna, secularizándose los sacerdotes que actualmente hay en ellas. 3º. Extinguir igualmente las cofradías, archicofradías, hermandades, y en general todas las corporaciones ó congregaciones que existen de esta naturaleza. 4º. Cerrar los noviciados en los conventos de monjas, conservándose las que actualmente existen en ellos, con los capitales ó dotes que cada una haya introducido, y con la asignación de lo necesario para el servicio del culto de sus respectivos templos. 5º. Declarar que han sido y son propiedad de la nación todos los bienes que hoy administra el clero secular y regular con diversos títulos, así como el excedente que tengan los conventos de monjas, deduciendo el monto de sus dotes, y enajenar dichos bienes, admitiendo en pago de una parte de su valor títulos de la deuda pública y de capitalización de empleos. 6º. Declarar por último, que la remuneración que dan los fieles a los sacerdotes, así por la administración de los sacramentos, como por todos los demás servicios eclesiásticos, y cuyo producto anual, bien distribuido, basta para atender ampliamente al sostenimiento del culto y de sus ministros, es objeto de convenios libres entre unos y otros, sin que para nada intervenga en ellos la autoridad civil. Además de esta medidas, que, en concepto del gobierno, son las únicas que pueden dar por resultado la sumisión del clero a la potestad civil en sus negocios temporales, dejándolo sin embargo con todos los medios necesarios para que pueda consagrarse exclusivamente, como es debido, al ejercicio de su sagrado ministerio, cree indispensable proteger en la República con toda su autoridad la libertad religiosa, por ser esto necesario para su prosperidad y engrandecimiento, a la vez que una exigencia de la civilización actual. En el ramo de justicia, el gobierno comprende que una de las más urgentes necesidades de la República es la formación de códigos claros y sencillos sobre negocios civiles y criminales, y sobre procedimientos, porque solo de esta manera se podrá sacar a nuestra legislación del embrollado laberinto en que actualmente se encuentra, uniformándola en toda la nación, expeditando la acción de los tribunales y poniendo el conocimiento de las leyes al alcance de todo el mundo; y como quiera que para la ejecución de este importante trabajo bastará que se dediquen a él con empeño los jurisconsultos a quienes se les encomiende, el gobierno se propone hacer un esfuerzo para que no quede aplazada por más tiempo esta mejora, a fin de que la sociedad comience a disfrutar de los numerosos beneficios que ella ha de producirle. El establecimiento de los jurados de hecho para todos los delitos comunes, es también, una de las exigencias de la nación, y el gobierno hará cuanto esté de su parte para platear tan interesante reforma. Entre tanto que se realiza esta innovación y se promulgan los códigos, el gobierno se propone expedir sin demora aquellas medidas que juzgue urgentes, para ser efectivas las primeras garantías de los ciudadanos y destruir los errores ó abusos que se oponen a la libre circulación de la riqueza pública. Respecto de que la justicia sea administrada gratuitamente, la Constitución de 1857 ha establecido ya este principio como un precepto fundamental; más como para que tal precepto produzca los buenos efectos que se propuso el legislador, es indispensable que se provea muy puntualmente al pago de los sueldos de los magistrados, jueces y empleados del ramo judicial, el gobierno se propone atenderlo con lo preferencia que merece, porque está convencido de que faltando esta circunstancia, aquel precepto, en vez de bienes, causaría grandes males a la sociedad. Sobre este punto se propone también el gobierno dictar la providencia que sea más conveniente para impedir la multiplicación de pleitos a que pueda dar lugar esta importante reforma. Sobre abolición de fueros de clases en delitos comunes nada tiene el gobierno que decir, porque ella está ya expresamente prevenida en la Constitución, y no será por cierto la actual administración la que piense jamás en restablecer tan injustas como odiosas distinciones. En materia de instrucción pública, el gobierno procurará con el mayor empeño que se aumenten los establecimientos de enseñanza primaria gratuita, y que todos ellos sean dirigidos por personas que reúnan la instrucción y moralidad que se requieren para desempeñar con acierto el cargo de preceptores de la juventud, porque tiene el convencimiento de que la instrucción es la primera base de la prosperidad de un pueblo, a la vez que el medio más seguro de hacer imposible los abusos del poder. Con este mismo objeto, el gobierno general, por sí y excitando a los particulares de los Estados, promoverá y fomentará la publicación y circulación de manuales sencillos y claros sobre los derechos y obligaciones del hombre en sociedad, así como sobre aquellas ciencias que más directamente contribuyen a su bienestar, y a ilustrar su entendimiento, haciendo que esos manuales se estudien aún por los niños que concurran a los establecimientos de educación primaria, a fin de que desde su más tierna edad vayan adquiriendo nociones útiles, y formando sus ideas en el sentido que es conveniente para bien general de la sociedad. Respecto de las instrucciones secundarias y superiores, el gobierno se propone formar un nuevo plan de estudios, mejorando la situación de los preceptores que se emplean en esta parte de la enseñanza pública, así como el sistema que para ella se sigue actualmente en los colegios; y ajustándose al principio que sobre esto contiene la Constitución, se adoptará el sistema de la más amplia libertad respecto de toda clase de estudios, así como el ejercicio de las carreras ó profesiones que con ella se forman, a fin de que todo individuo, nacional ó extranjero, una vez que demuestre en el examen respectivo la aptitud y los conocimientos necesarios, sin indagar el tiempo y lugar en que los haya adquirido, pueda dedicarse a la profesión científica ó literaria para que sea apto. En las relaciones del gobierno general con los particulares de los Estados, la actual administración lejos de contrariar los intereses y las justas exigencias de éstos, está por el contrario resuelto a apoyarla: en cuanto esté en sus facultades, auxiliándolos además en todo aquello que de alguna manera conduzca a mejorar su situación, a fin de estrechar así los vínculos de unión que deben de existir entre las localidades y el centro de la República. Una de las primeras necesidades de ésta, es hoy la de atender a la seguridad en los caminos y poblaciones, para extinguir los malhechores que se encuentran en unos y otras, no solo por los inmensos males que la subsistencia de esa plaga causa interiormente a la nación, paralizando el movimiento de su población y riqueza, y manteniendo en constante alarma y peligro la vida y los intereses de los habitantes, sino porque ella desconceptúa al país cada día más y más en el exterior, e impide que vengan a radicarse en él multitud de capitales y de personas laboriosas que, por esa causa van a establecerse a otros puntos. Por tales razones, el gobierno está firmemente resuelto a trabajar sin descanso en remediar este grave mal, por todos los medios que estén a su alcance. En cuanto al odioso sistema de exigir pasaportes a los viajeros ó caminantes, inútil es decir que quedará abolido cuando lo está ya por la Constitución; y mal podría el gobierno actual pensar en restablecerlo, cuando sus ideas se encaminan precisamente a destruir todos los obstáculos que se oponen al libre tránsito de las personas e intereses en el territorio nacional. La emisión de las ideas por la prensa debe ser tan libre, como es libre en el hombre la facultad de pensar, y el gobierno no cree que deben imponérsele otras trabajas que aquellas que tiendan a impedir únicamente la publicación de escritos inmorales, sediciosos y subversivos, y de los que contengan calumnias ó ataques a la vida privada. El registro civil es, sin duda, una de las medidas que con urgencia reclama nuestra sociedad, para quitar al clero esa forzosa y exclusiva intervención que hasta ahora ejerce en los principales actos de la vida de los ciudadanos, y por lo mismo el gobierno tiene la resolución de que se adopte esa reforma, conquistando definitivamente el gran principio que tal medida debe llevar por objeto, esto es, estableciendo que una vez celebrados esos actos ante la autoridad civil, surtan ya todos sus efectos legales. Respecto de las relaciones de la República con las naciones amigas, el gobierno se propone cultivarlas siempre con el mayor esmero, evitando, por su parte, todo motivo de desavenencia: para esto cree bastante observar fielmente los tratados celebrados con ellas y los principios generales del derecho de gentes e internacional, y abandonar, sobre todo para siempre, como lo ha hecho hasta aquí, eses sistema de evasivas y moratorias que, con grave daño de la nación, se ha seguido frecuentemente en el despacho de los negocios de este ramo; atendiendo, por el contrario, con el mayor empeño, toda reclamación en el acto que se presente y resolviéndola sin demora, en vista de las circunstancias del caso, según los principios de recta justicia y de mutua conveniencia, que forman la base sólida de las relaciones de amistad entre los pueblos civilizados del mundo. También cree el gobierno que será muy conveniente fijar con claridad por una disposición general, y conforme con las reglas y prácticas establecidas en otros países, la intervención que hayan de tener los cónsules y vicecónsules extranjeros en la República, tanto en los negocios de sus respectivos nacionales, como en sus relaciones con las autoridades, a fin de evitar así la repetición de las cuestiones que más de una vez se han suscitado ya sobre este punto. En cuanto al nombramiento de legaciones en los países extranjeros con quienes nos ligan relaciones de amistad, cree el gobierno que el estado actual de estas con dichos países, está muy lejos de exigir un ministro residente en cada uno de ellos, y su opinión es que por ahora deben limitarse a dos; una en los Estados Unidos de América y otra en Europa, fijando esta última su residencia en París ó en Londres, de donde podrá trasladarse, en caso necesario, al punto que se le designe. En las demás capitales de Europa y América, mientras que no ocurra algún negocio que por su misma gravedad demande la presencia de un ministro plenipotenciario, bastará que haya cónsules generales con el carácter de encargado de negocios. Estos agentes, según la nueva ley que al efecto debe expedirse, serán precisamente nacidos en la república. Acerca de la hacienda nacional, la opinión del gobierno es que deben hacerse reformas bien radicales, no solo para establecer un sistema de impuestos que no contraríe el desarrollo de la riqueza, y que destruya los graves errores que nos dejó el régimen colonial, sino para poner un término definitivo a la bancarrota que en ella han introducido los desaciertos cometidos después en todos los ramos de la administración pública, y sobre todo, para crear grandes intereses que se identifiquen con la reforma social, coadyuvando eficazmente a la marcha liberal y progresista de la nación. En primer lugar, debe abolirse para siempre las alcabalas, los contrarregistros, los peajes, y en general, todos los impuestos que se recuerdan en el interior de la República sobre el movimiento de la riqueza, de las personas y de los medios de transportes que conducen unas y otras, porque tales impuestos son, bajo todos los aspectos, contrarios a la prosperidad de la República. En igual caso, aunque sin todas sus funestas consecuencias, se encuentra el derecho sobre la traslación de dominio en fincas rústicas y urbanas, y por tal razón debe también ser extinguido del todo. El derecho de 3 por 100 sobre el oro y la planta que se extraen de las minas, y el un real por marco llamado de minería, son unos impuestos verdaderamente injustos y odiosos en su base, porque no recaen sobre las utilidades del minero sino sobre el producto bruto de las minas, que las más veces no representa sino una pequeña parte de los que se emplea en esas negociaciones antes de encontrar la codiciada riqueza. Por esta razón, y porque verdaderamente esos impuestos están en abierta contradicción con la protección que en el estado actual de la República debe dar el gobierno a esa clase de industria, la presente administración cree que conviene reformarlos de manera que los especuladores en las aventuradas negociaciones de minas no sufran gravamen alguno sino cuando comiencen a recibir utilidades de ellas, y con tal objeto puede adoptarse como base fija é invariable la de que en los individuos ó repartos de utilidades que se hagan en cada negociación de minas, tenga el gobierno lo correspondiente a dos barras de las veinticuatro en que se dividen conforme a ordenanza, aboliéndose todos los demás gravámenes que hoy pesan sobre ellas. Respecto del comercio exterior, el gobierno tiene la resolución de hacer cuanto esté de su parte para facilitar el desarrollo de este elemento de riqueza y de civilización en la República, ya simplificando los requisitos que para él se exigen por las leyes vigentes, ya moderando sus actuales gravámenes. Una de las medidas que con el mismo objeto se propone dictar, es la de establecer en las costas del Golfo y del Pacífico algunos puertos de depósito, con la facultad de reexportar las mercancías cuando así convenga a los interesados, como se practica en todos los países donde hay puertos de esta clase. Las diferentes leyes que hasta ahora se han expedido sobre clasificación de rentas para señalar las que pertenecen a los Estados y al gobierno general, adolecen del defecto de no descansar en una base segura que marque bien la separación de unas y otras, porque más que a la naturaleza de los impuestos se han atendido a sus productos, lo cual ha dado lugar, por otra parte, a cuestiones y disgustos que deben evitarse entre las autoridades del centro y de los Estados. Por estas razones, y para fijar sobre un principio de justicia y conveniencia notorias la perfecta separación de las rentas de los Estados y del centro, el gobierno cree que debe adoptarse como base invariable, la de que todos los impuestos directos sobre las personas, las propiedades, los establecimientos de giro e industria, las profesiones y demás objetos imponibles, pertenecen a los primeros, y los indirectos al segundo. La razón fundamental de esta separación no puede ser más clara y perceptible, porque ella se apoya en el principio cierto de que solo el gobierno supremo, que es quien atiende a los gastos y obligaciones de la nación, es también quien tiene el derechos de recaudar impuestos que graven en general a todos sus habitantes, mientras que los de los Estados no lo tienen sino para gravar a los de sus respectivos territorios, supuesto que solo atienden a los gastos de éstos. Además de esta razón, hay otras muchas de conveniencia general que sin duda comprenderá todo aquel que examine detenidamente la cuestión; y también es fácil comprender que solo adoptando este pensamiento es como los Estados se verán realmente libres del poder del centro en materia de recursos, que es la base de la libertad en todos los demás ramos de su administración interior. Adoptando este sistema no habrá ya tampoco la obligación por parte de los Estados de contribuir con un contingente de sus rentas para los gastos del gobierno general. Uno de los más graves males que hoy sufre el tesoro de la nación, a consecuencia de las disposiciones del gobierno español durante el régimen colonial, y del desorden con que posteriormente se ha abusado de ellas, es esa multitud de pensionistas de los ramos civil y militar, que pretenden vivir sobre el erario, con los títulos de retirados, cesantes y jubilados, viudas y otras denominaciones. El tamaño a que progresivamente ha llegado este mal, y las perniciosas consecuencias que a cada paso está produciendo, exigen un pronto remedio, y este no puede ser otro que el de capitalizar de una vez esos derechos, que bien, ó mal adquiridos, no pueden desconocerse siempre que hayan sido otorgados conforme a las leyes y por autoridades competentes. El gobierno, pues, se propone proceder sin demora a la capitalización, no ya solo de los derechos de cuantos pensionistas existen en los ramos civil y militar, sino también de los de los empleados que resulten excedentes en virtud del nuevo arreglo que se haga en las oficinas de uno y otro ramo, y aún de los de aquellos que conforme a las leyes que regían antes de Mayo de 1852, tengan los individuos que queden empleados en dichas oficinas, para cortar así el mal de modo que no pueda reaparecer jamás. Esta capitalización será representada por títulos que llevarán el nombre de títulos de capitalización, y se expedirán según las bases y con las circunstancias y requisitos que fijará una ley. Extinguido por esa medida el sistema de los descuentos que sufrían los empleados y militares en sus respectivos sueldos, con la mira de asegurar casi siempre ilusoria para su vejez, ó un auxilio para su familia en caso de muerte, podrán en lo sucesivo unos y otros conseguir con mayor seguridad aquel resultado depositando sus economías en las cajas de ahorros y de socorros mutuos que sin duda se establecerán en toda la República, teniendo el gobierno, como tiene en efecto, la resolución de favorecer a esos establecimientos y a los fondos que en ellos se reúnan, con todas las franquicias que estén a su alcance. Estos establecimientos, además de ser un medio eficaz para asegurar el patrimonio de las familias de los empleados así como el de todas las clases de escasos recursos, producirán a la sociedad inmensas ventajas bajo otros aspectos, porque los capitales acumulados sucesivamente en ellos servirán para la ejecución de multitud de empresas útiles y provechosas para toda la nación. La enajenación de las fincas y capitales del clero, que, según lo ya dicho en otro lugar, deberán ser declaradas propiedad de la nación, se hará admitiendo en pago tres quintas partes en títulos de capitalización, ó de deuda pública interior ó exterior, sin distinción alguna, y las dos quintas partes restantes en dinero efectivo, pagadero en bonos mensuales distribuidos en cuarenta meses, a fin de que la adquisición de esos bienes pueda hacerse aún por aquellas personas menos acomodadas, dando los compradores ó redentores por la parte de dinero efectivo pagarés a la orden del portador, con hipoteca de la finca vendida ó de aquella que reconocía el capital redimido y entregando la parte de títulos ó bonos en el acto de formalizarse el contrato de venta ó redención. También se aplicarán a la amortización de la deuda interior y exterior los terrenos baldíos ó nacionales que existen actualmente en la República, enlazando estas operaciones con proyectos de colonización. El gobierno cree que, aplicados prácticamente estos dos grandes medios de amortización para todas las obligaciones pendientes del erario, desaparecerá una gran parte de los títulos de capitalización, así como de la deuda pública en general. Respecto de la deuda exterior y de la que se halla reducida a convenciones diplomáticas, el gobierno procurará con empeño su extinción, ya con la enajenación de bienes nacionales, ya con la de terrenos baldíos; pero si esto no se lograse, seguirá respetando, como lo hace hoy, lo pactado con los acreedores, entregándoles puntualmente la parte asignada al pago de intereses y amortización de capitales, porque tiene la convicción de que solo de esta manera podrá la nación ir recobrando el crédito y buen nombre que ha perdido por no observar fielmente esa conducta. Para completar las reformas más urgentes respecto de la hacienda nacional, y como quiera que por la realización de los pensamientos ya indicados, llegará a verificarse el deseado arreglo de este importante ramo de la administración pública, es indispensable que al mismo tiempo se proceda también al de sus oficinas y empleados; y esta operación tan llena de tropiezos en otras épocas, se encontrará ahora facilitada por la capitalización de todos los empleados excedentes, cuyos derechos y aspiraciones formaban aquellos tropiezos. Sobre este punto, el gobierno tiene la idea de disminuir el número de oficinas y empleados a lo puramente necesario, ni más ni menos, simplificando cuanto sea posible el actual sistema de contabilidad. Respecto de dotaciones se propone adoptar el sistema del tanto por ciento en todas las oficinas recaudadoras; y en las de pura contabilidad, el de dotar los empleados con sueldos que estén en relación con las necesidades comunes de la vida en nuestras poblaciones, porque solo así se podrán tener pocos y buenos empleados. Para la provisión de los empleos, el gobierno atenderá, sobre todo, a la aptitud y honradez, y no al favor ó al ciego espíritu del partido, que tan funestos han sido y serán siempre en la administración de rentas públicas. En el ramo de guerra, el gobierno se propone arreglar el ejército de manera que, mejorado en su personal y destruidos los vicios que se notan en su actual organización, puede llenar dignamente su misión. La guardia nacional es una de las instituciones de que el gobierno cuidará, porque comprende que ella es también el sostén de las libertades públicas, y por lo mismo procurará con empeño que se organice del modo más a propósito para corresponder cumplidamente a su objeto. En cuanto a la marina, careciendo México de todos los elementos que se necesitan para formarla, y estando ya bien demostrado por la experiencia que los gastos hechos en este ramo, constituyen un verdadero despilfarro, cree el gobierno que todas nuestras fuerzas navales en ambas costas deben reducirse, por ahora, a unos pequeños buques armados, cuyo principal objeto sea el de servir de resguardos y correos marítimos. Acerca de los diversos ramos de que está encargado el ministerio de fomento, como quiera que todos ellos tienden al progreso material de la sociedad, el gobierno actual se propone emplear todos los medios que estén en su posibilidad para atender como merece esta parte de la administración pública. Los caminos generales que dependen directamente del gobierno, exigen no solamente que se hagan desde luego algunas obras importantes para ponerlos en buen estado, sino un cuidado incesante para conservarlos bien en lo sucesivo. A fin de conseguir el primero de estos objetos, cree el gobierno que debe abandonarse el sistema de ejecutar esos trabajos por los agentes del mismo gobierno, y adoptarse es de contratas con empresas particulares, limitándose aquel a cuidar de su exacto cumplimiento, por los ingenieros que intervendrán en las obras y vigilarán sobre su ejecución. En cuanto a los caminos vecinales, aunque ellos están bajo la inmediata dirección de los gobiernos de los Estados, el gobierno general tomará empeño en que se mejoren los que actualmente existen y en que se abran otros nuevos, auxiliándolos por su parte en cuanto pueda, para facilitar así el aumento de nuevas vías de comunicación, que, como las arterias en el cuerpo humano, son las que han de dar vida y movimiento a nuestro desierto país. Respecto de ferro-carriles, debe procurarse a toda costa que con cuanta brevedad sea posible se construya el que está ya proyectado desde Veracruz a uno de los puertos del mar Pacífico, pasando por México; y como esta es una obra de incalculable importancia para el porvenir de la República, no hay esfuerzo que el gobierno no esté dispuesto a hacer para acelerar su ejecución, y allanar las dificultades que a ella se oponen. Además, para promover eficazmente que se hagan otros caminos de fierro en diversos puntos, y sacar estas empresas de las manos de los arbitristas que han estado especulando con los títulos ó concesiones parciales hechas por el gobierno para determinadas líneas, se abandonará ese sistema de decretos especiales sobre esta materia, y se expedirá una ley que sirva de regla general para todas las vías de esta clase que puedan construirse en el país, haciéndose en ella las concesiones más amplias y generosas, a fin de estimular así a los capitalistas nacionales y extranjeros a entrar en esas útiles especulaciones. Sobre obras públicas de utilidad y ornato, el gobierno procurará activar la conclusión de todas aquellas que se encuentran comenzadas, y la ejecución de otras, porque está convencido de que así cumplirá uno de los deberes que hoy tiene el gobierno en un pueblo civilizado. Entre las obras que están por concluir, atenderá de preferencia a las penitenciarías de Guadalajara, Puebla y Morelia, abandonadas mucho tiempo ha por los trastornos políticos, y cuya terminación ha de influir tan eficazmente en la mejora de nuestro sistema penal y carcelario, que es una de las grandes necesidades de la República.Para atender bien a los trabajos de los caminos y a la ejecución de todas las demás obras públicas, se organizará en el ministerio de fomento un cuerpo de ingenieros civiles, que servirá también para todas las comisiones que el gobierno le encargue. La inmigración de hombres activos e industriosos de otros países, es sin duda una de las primeras exigencias de la República, porque del aumento de su población depende, no ya únicamente el progresivo desarrollo de su riqueza y el consiguiente bienestar interior, sino también la conservación de su nacionalidad. Por estas razones el gobierno se propone trabajar muy empeñosamente en hacerla efectiva; y para que ella se ejecute del modo que es conveniente, más que en formar ó redactar leyes especiales de colonización, con estériles ofrecimientos de terrenos y excepciones más o menos amplias a los colonos, cuidará de allanar las dificultades prácticas que se oponen a su ingreso y a su permanencia en el país. Estas dificultades consisten principalmente en la falta de ocupación inmediata y lucrativa para los nuevos colonos, y en la poca seguridad que se encuentra en nuestros campos, en nuestros caminos, y aún en nuestras poblaciones. Para hacer desaparecer este último obstáculo, ya queda indicada en otro lugar la resolución de organizar una buena policía preventiva y de seguridad; y para destruir el primero, el gobierno, por sí, y estimulando a los hombres acaudalados y especuladores, hará que se emprendan trabajos públicos y privados de esos que, como los caminos, canales y otros de diversa naturaleza, demandan muchos brazos para que vengan a emplearse en ellos multitud de emigrados, los cuales una vez establecidos por cierto tiempo en la República, se radicarán en ella para dedicarse a algún género de ocupación ó industria y atraerán sucesivamente con su ejemplo y con sus invitaciones a otro muchos individuos y familias de sus respectivos países. Además, se harán desde luego arreglos con algunos propietarios de vastos terrenos en la parte central y más poblada de la República, para que por su propio interés y por el bien general de la nación, cedan algunos a los emigradotes que vengan a establecerse en ellos, celebrando al efecto contratos de venta ó arrendamiento mutuamente provechosos. Sólo con estas y otras medidas de igual naturaleza, con la consolidación de la paz pública, con el arreglo de la administración de justicia, con la libertad de cultos, y con las facilidades que al mismo tiempo debe dar el gobierno para la traslación de los emigrados a nuestros puertos, es como se conseguirá que vaya aumentándose y mejorándose prontamente nuestra población; porque mientras no se obre así, el negocio de la colonización continuará siendo, como lo ha sido treinta y ocho años há, un motivo de vana declamación para todos los traficantes políticos que brotan en nuestras revueltas, y que con el único objeto de embaucar a la nación, le hablan siempre de sus más graves males sin tener la inteligencia ni la voluntad que se requieren para remediarlos. Otra de las grandes necesidades de la República es la subdivisión de la propiedad territorial; y aunque esta operación no pueda llegar a hacerse en la extensión que es de desear, sino por estímulos naturales que produzca la mejora progresiva que irá experimentando nuestra sociedad, a consecuencia de las reformas que en ella tienen que ejecutarse, así como de las mejoras de sus actuales vías de comunicación, y del aumento de su población y consumos, el gobierno procurará allanar desde luego el grande obstáculo que para tal subdivisión presentan las leyes que rigen sobre hipotecas de fincas rústicas, expidiendo una nueva ley por la cual se faculte a los propietarios de éstas para subdividirlas en las fracciones que les convengan, a fin de facilitar su venta, distribuyéndose proporcionalmente en estos casos el valor de la hipoteca que tenga cada finca entre las partes en que se subdivida. Además de esta medida, que ha de contribuir eficazmente a fraccionar la propiedad territorial, con provecho de toda la nación, el gobierno promoverá también con los actuales dueños de grandes terrenos el que por medio de ventas ó arrendamientos recíprocamente ventajosos, se mejore la situación de los pueblos labradores. Respecto de los negocios en que el gobierno general tiene que atender acerca de la agricultura, de la industria fabril, de las artes, del comercio, de medios de transporte, y en general de todo género de trabajo ú ocupación útil a la sociedad, la actual administración dará a estos objetos cuanta protección esté a su alcance, obrando en ello siempre con la mira de favorecer su incremento y progresivo desarrollo, bien convencido, como lo está, de que proteger esos ramos es trabajar por la prosperidad de la nación, favoreciendo y aumentando por ese medio el número de intereses legítimos que se identifiquen con la conservación del orden público. En la formación de la estadística el gobierno general, obrando de acuerdo con los de los Estados, reunirá constantemente cuantos informes le sean posibles para conocer bien el verdadero estado que guarda la nación en todos sus ramos; y no parece necesario recomendar la importancia de este trabajo, porque nadie ignora que, sin esos conocimientos, es imposible que un gobierno proceda con acierto en sus determinaciones. Estos datos se publicarán periódicamente por medio de la prensa, porque su conocimiento no importa únicamente al gobierno, sino a todos y a cada uno de los individuos de la sociedad. Tales son, en resumen, las ideas de la actual administración sobre la marcha que conviene seguir para afirmar el orden y la paz en la República, encaminándola por la senda segura de la libertad y del progreso a su engrandecimiento y prosperidad; y al formular todos sus pensamientos del modo que aquí los presenta, no cree hacer más que interpretar fielmente los sentimientos, los deseos y las necesidades de la nación. En otro tiempo podría acaso haberse estimado imprudente la franqueza con que el gobierno actual manifiesta sus ideas para resolver algunas de las graves cuestiones que ha tanto tiempo agitan a nuestra desgraciada sociedad; pero hoy, que el bando rebelde ha desafiado descaradamente a la nación, negándose hasta el derecho de mejorar su situación; hoy, que ese mismo bando dejándose guiar únicamente por sus instintos salvajes para conservar los errores y abusos en que tiene fincado su patrimonio, ha atropellado los más sagrados derechos de los ciudadanos, sofocando toda discusión sobre los intereses públicos, y calumniando vilmente las intenciones de todos los hombres que no se prestan a acatar su brutal dominación; hoy, que ese funesto bando ha llevado ya sus excesos a un extremo de que no se encuentra ejemplo en los anales del más desenfrenado despotismo, y que con un insolente menosprecio de los graves males que su obstinación está causando a la sociedad, parece resuelto a continuar su carrera de crímenes y de maldades, el gobierno legal de la República, lo mismo que la numerosa mayoría de los ciudadanos cuyas ideas representa, no pueden sino ganar en exponer claramente a la faz del mundo entero cuáles son sus miras y tendencias. Así logrará desvanecer victoriosamente las torpes imputaciones con que a cada paso procuran desconceptuando sus comentarios atribuyéndole ideas disolventes de todo orden social. Así dejará ver a todo el mundo que sus pensamientos sobre todos los negocios relativos a la política y a la administración pública, no se encaminan sino a destruir los errores y abusos que se oponen al bienestar de la nación, y así se demostrará, en fin, que el programa de lo que se intitula el partido liberal de la República, cuyas ideas tiene hoy el gobierno la honra de representar, no es la bandera de una de esas facciones que en medio de las revueltas instestinas aparecen en la arena política para trabajar exclusivamente en provecho de los individuos que la forman, sino el símbolo de la razón, del orden, de la justicia y de la civilización, a la vez que la expresión franca y genuina de las necesidades de la sociedad. Con la conciencia del que marcha por un buen camino, el gobierno actual se propone ir dictando, en el sentido que ahora manifiesta, todas aquellas medidas que sean más oportunas para terminar la sangrienta lucha que hoy aflige a la República, y para asegurar en seguida el sólido triunfo de los buenos principios. Al obrar así, lo hará con la ciega confianza que inspira una causa tan santa como la que está encargado de sostener; y si por desgracia de los hombres que hoy tienen la honra de personificar como gobierno el pensamiento de esa misma causa, no lograsen conseguir que sus esfuerzos den por resultado el triunfo que ella ha de alcanzar un día infaliblemente, podrán consolarse siempre con la convicción de haber hecho lo que estaba de su parte para lograrlo; y cualquiera que sea el éxito de sus afanes, cualesquiera que sean las vicisitudes que tengan que sufrir en la prosecución de su patriótico y humanitario empeño, creen al menos tener derecho para que sean de algún modo estimadas sus buenas intenciones, y para que todos los hombres honrados y sinceros que, por fortuna abundan todavía en nuestra desgraciada sociedad, digan siquiera al recordarlos: esos hombres deseaban el bien de su patria, y hacían cuanto les era posible para obtenerlo. Heróica Veracruz, Julio 7 de 1859.- Benito Juárez.- Melchor Ocampo.- Manuel Ruíz.- Miguel Lerdo de Tejada. Ley del 12 de julio de 1859 (Considerandos) “Por fin, el 12 de julio de 1859, el gobierno legítimo de Juárez expide la ansiada ley de nacionalización de bienes eclesiásticos, que constituyó un golpe demoledor, contundente, definitivo, para los mezquinos intereses temporales del clero; por esta ley se hizo pasar al dominio de la nación, los bienes del clero regular y secular; se estableció la separación de la Iglesia y el Estado; se suprimió la intolerancia religiosa y las órdenes de religiosos; se prohibió la fundación de nuevas órdenes religiosas y el uso de hábitos de las suprimidas; se clausuraron los noviciados de monjas y se establecieron penas de hasta cuatro años de presidio para los infractores. Todas estas disposiciones se justificaban plenamente en los certeros considerandos de esta ley: “CONSIDERANDO: Que el motivo principal de la actual guerra promovida y sostenida por el clero, es conseguir el sustraerse de la dependencia á la autoridad civil: “Que cuando esta ha querido, favoreciendo al mismo clero, mejorar sus rentas, el clero, por sólo desconocer la autoridad que en ello tenía el soberano, ha rehusado aun el propio beneficio: “Que cuando quiso el soberano, poniendo en vigor los mandatos mismos del clero sobre obvenciones parroquiales, quitar á éste la odiosidad que le ocasionaba el modo de recaudar parte de sus emolumentos, el clero prefirió argumentar que se dejaría perecer ántes que sujetarse á ninguna ley: “Que como la resolución mostrada sobre esto por el Metropolitano, prueba que el clero puede mantenerse en México, como en otros países, sin que la ley civil arregle sus cobros y convenios con los fieles: “Que si en otras veces podía dudarse por alguno que el clero ha sido una de las rémoras constantes para establecer la paz pública, hoy todos reconocen que está en abierta rebelión contra el soberano: “Que dilapidando el clero los caudales que los fieles le habían confiado para objetos piadosos, los invierte en la destrucción general, sosteniendo y ensangrentando cada día más la lucha fraticida que promovió en desconocimiento de la autoridad legítima, y negando que la República pueda constituirse como mejor crea que a ella convenga: “Que habiendo sido inútiles hasta ahora los esfuerzos de toda especie por terminar una guerra que va arruinando a la República el dejar por más tiempo en manos de sus jurados enemigos los recursos de que tan gravemente abusan, sería volverse su cómplice, y “Que es un imprescindible deber poner en ejecución todas las medidas que salven la situación y la sociedad…”124 Juárez protesta por el tratado Mon-Almonte (30 de enero de 1860) El partido que, fundando los títulos de su poder en la defección de una parte de la fuerza armada, se ha establecido en la ciudad de México, denominándose Gobierno de la República (…) ha concluido en París, con el representante de Su Majestad Católica, en septiembre del año anterior, un tratado injusto en su esencia, extraño a los usos de las naciones por los principios que establece, ilegítimo por la manera en que ha sido ajustado y contrario a los derechos de nuestra patria (…) el representante de Su Majestad Católica no podía ignorar que la obligación de las naciones respecto de los delitos de orden común, directamente perjudiciales a los extranjeros, es perseguir y castigar, con sujeción a sus respectivas leyes, a los autores de aquéllos y no la de conceder indemnizaciones pecuniarias por los daños que causen esos delitos; y es ciertamente extraño que la persona que figuraba en el convenio indicado como representante del supuesto Gobierno de México, haya admitido para su país, contra toda razón y contra todo derecho, obligaciones que la misma parte reclamante no vacilaba en declarar implícitamente fundadas; obligaciones que, si existieran, acabarían por reducir a la nulidad la independencia nacional (…) Felizmente (…) un partido político cuyo poder procede de una rebelión que la mayoría del país condena; una facción que con las fuerzas sublevadas está impidiendo en las ciudades del centro la libre emisión del voto público; un partido que ha inaugurado su poder manifestando que sería el Gobierno de algunos Departamentos, de algunas ciudades, según el apoyo que la nación quisiera darle; un partido, en fin, que no obstante la horrible guerra que ha sostenido y fomentado durante dos años, valiéndose de todo género de medios, no ha podido adquirir la representación que busca, no es ni puede ser el Gobierno de la República Mexicana (…) Heroica Veracruz, enero 30 de 1860. El Tratado McLane-Ocampo “Para el partido liberal, el tratado McLane-Ocampo fue el instrumento más eficaz para alejar la intervención europea y salvar las instituciones republicanas y la obra de la Reforma, así como la nacionalidad misma, evitando por otra parte la desintegración del suelo patrio por Estados Unidos y conjurando además la intervención norteamericana en México (…) Juárez y Ocampo, para evitar la segregación del territorio en beneficio de los Estados Unidos, hubieron de acudir al heroico recurso de ceder a este país, por medios diplomáticos, derechos de tránsito y privilegios mercantiles, salvando a México de una nueva pérdida de suelo patrio y más tarde de la absorción total por parte de la nación vecina (…) El reconocimiento del gobierno liberal 124 Jorge Fernández Ruiz, Juárez y sus contemporáneos, UNAM, México , 1986, p. 196-201 por los Estados Unidos en abril de 1859 y la celebración del tratado, fueron la garantía segura a las leyes de Reforma y entre éstas especialmente a la de Nacionalización de los bienes eclesiásticos, que destruyó definitivamente el poder económico de la Iglesia y su autoridad política frente al estado mexicano. Así lo comprendió el clero reaccionario, y por ello sus agentes de entonces y de ahora se han esforzado constantemente por hacer aparecer el tratado McLane-Ocampo, como un acto de traición a la patria.”125 Para fundar el cargo de traición a la patria que se imputa a Juárez y su secretario de Relaciones Ocampo, los impugnadores del tratado y de la convención se refieren especialmente a las siguientes estipulaciones: la que concedía a los Estados Unidos y a sus ciudadanos y bienes, en perpetuidad, el derecho de tránsito por cualquier camino existente o que se construyera, al través del Istmo de Tehuantepec; la que otorgaba igual derecho al través de territorio mexicano y desde las ciudades de Camargo y Matamoros o cualquier otro punto del Río Bravo, hasta el puerto de Mazatlán, y desde Nogales, en la frontera entre ambos países, hasta el puerto de Guaymas; la que, además del paso de personas y bienes, autorizaba el tránsito de tropas, abastos militares y pertrechos de guerra norteamericanos, por el Istmo de Tehuantepec y por la ruta que comunicará el puerto de Guaymas con Nogales u otro punto de la línea limítrofe; y finalmente, la estipulación que permitía la intervención militar de una de las dos repúblicas en territorio de la otra, en caso de desorden.126 El gobierno juarista estaba convencido de que lo pactado sería inefectivo, pues “la oposición de los antiesclavistas a los derechos de paso impediría la realización práctica y efectiva del convenio”.127 “Recuérdese que en la parte meridional de la América central, Estados Unidos sí logró el desmembramiento de Colombia, cercenando de ésta la porción correspondiente a la actual república de Panamá.”128 “Lo que Ocampo y McLane convienen y firman es más bien un tratado de tránsito y comercio entre México y Estados Unidos, bajo las siguientes bases: derecho de paso a perpetuidad por el Istmo de Tehuantepec; concesiones con fuerzas militares norteamericanas, pero previo consentimiento del gobierno mexicano; convenio de libre intercambio comercial y reserva absoluta para México del derecho de soberanía. Ocampo tiene especial cuidado en que se estipule claramente que los Estados Unidos jamás ejercerán “ningún acto de jurisdicción ni sobre los habitantes del país ni sobre los transeúntes.”129 125 126 127 128 129 Cué, 1968: 210 Cué, 1968: 171 Cué, 1968: 128 Cué, 1968: 127 Pineda, 1959: 48 Ocampo destierra a los obispos «Salieron para Veracruz en cuatro diligencias. En la primera viajaron los Sres. Clementi, Garza, Munguía, Pacheco, Barrio y dos personas más. En la segunda, los Sres. Espinosa, Barajas, Verea y Madrid con otras tres personas. Y en la tercera y cuarta, los familiares y los acompañantes. Por atender al Sr. Barajas, que se fracturó un hueso en un accidente, después de Córdoba, la segunda diligencia tuvo que regresar a esa ciudad mientras la primera llegaba a Veracruz (27 de enero). Allí los prelados fueron víctimas –refiere el Embajador Pacheco- “de un populacho desenfrenado que los acogió con los más horribles mueras y los persiguió a pedradas como a bestias feroces” hasta su alojamiento. El Sr. Espinosa y sus compañeros entraron dos semanas después en el puerto sin novedad.»130 POMOCA “En uno de los ángulos del corredor hay una piececita de cinco metros de latitud por seis de longitud, que tiene paso en su fondo y uno de sus costados hacia dos recámaras. La puerta de entrada presenta en una de sus hojas y a la altura de un metro, un orificio circular de dos centímetros de diámetro, cubierto por un cristal, y por el que don Melchor Ocampo vigilaba la carretera, a fin de evitar a tiempo el peligro que lo amenazase, desapareciendo súbitamente por un escotillón abierto a corta distancia de sus plantas y que comunica por un subterráneo escalinado en su principio y cuyo término se ignora. El escotillón, construido bajo el lecho, quedaba oculto por la alfombra.”131 “–¿Y es verdad que (don Melchor Ocampo) se portaba bien?; - sí, como un santo; pero harto bueno, harto bueno. […] en su jardín botánico introducía plantas exóticas de flores y frutos primorosos, como los pudimos apreciar, al designarnos estos testigos, cedros, matas de camelias, arrayanos de corte caprichoso que señalan los lindes del terreno y bordan los prados, presentando un conjunto boscoso, perfumado e interesante, lo mismo en las rotondas, cerca de las fuentes, como en los rincones más apartados y umbríos, entre los cenadores de atavíos primaverales. SE distingue en este jardín la principal avenida, que arranca de un gran enverjado y confina en el fondo oscuro de la vegetación que viste la tapia que cierra el perímetro, señalada esa avenida por árboles añosos de cedro de que penden lama y heno, testimonios de su vetustez. Las semillas de tales plantas fueron depositadas en la tierra por las mismas manos del señor Ocampo, que veló por su germinación y desarrollo”.132 130 En su destierro, los obispos mexicanos residieron en Roma. Excepto los Sres. Madrid y Garza. El Sr. Madrid estuvo en Nueva Orleáns, en San Antonio, Tex., y, protegido por Vidaurri, en Monterrey, donde Murió (25 de diciembre de 1861). Bravo Ugarte, Op. Cit. 131 Pola, Ángel, Aurelio Venegas, “En peregrinación de Pomoca a Tepeji del río”, en Melchor Ocampo, Obras completas, Tomo III *, XIV 132 Pola, *: XVI, XVII El jardín era la delicia del señor Ocampo. Las cuatro paredes que lo cierran desaparecían bajo la cortina de verdura de unos membrillos enfilados, de duraznos, de perales, de capulines, de manzanos, de albaricoqueros, de higueras, de sauces. Había frutos de todos tamaños y sabores, y flores de todos los colores y fragancias. Había hasta ochenta especies de claveles y muy variadas de alelíes, rosas y dalias; ingertos admirables; árboles gigantescos que producían frutos diminutos y árboles enanos que producían frutos enormes. Aquel lugar parecía un paraíso: había de todos los frutos y las flores de la tierra, formando lindos bosquecillos y camellones de figuras caprichosas. ¡El sabio naturalista se burlaba con su genio de la uniformidad de la madre naturaleza! ¡Variaba los colores de las flores, cambiaba los sabores de los frutos, les daba forma, hacía los tamaños! Y el agua límpida, fresca y rumorosa, discurriendo en mil líneas y vueltas por el jardín, transfundía la vida a aquel mundo vegetal. A este sitio delicioso, en cuyo centro había un cenador perpetuamente sombreado por plantas trepadoras, ocurría de diario el Reformador, y con el pantalón remangado, en chaleco y cubierta la cabeza con una cachucha, tomaba el azadón o la pala, el rastrillo o el zapapico, y abría y esponjaba la tierra, ora para distribuir el agua en hilos delgados, ora para depositar la simiente de plantas medicinales valiosísimas, cuyo secreto curativo se llevó consigo.”133 Testamento de Melchor Ocampo Pròximo a ser fusilado, segùn se me acaba de notificar, declaro que reconozco por mis hijas naturales a Josefa, Petra, Julia y Lucila, y que en consecuencia las nombro mis herederas de mis pocos bienes. Adopto como mi hija a Clara Campos, para que herede el quinto de mis bienes, a fin de recompensar de algùn modo la singular fidelidad y distinguidos servicios de su padre. Nombro por mis albaceas a cada uno, in solidum et in rectum, a don Josè Marìa Manzo de Tajimaroa, a don Estanislao Martìnez, al licenciado don Francisco BenÌtez, para que juntos arreglen mi testamentarìa y cumplan èsta mi voluntad. Me despido de todos mis buenos amigos y de todos los que me han favorecido en poco o en mucho, y muero creyendo que he hecho por el servicio de mi paìs cuanto he creìdo en conciencia que era bueno. Firman èste a mi ruego cuatro testigos y lo deposito en el señor general Taboada, a quien ruego lo haga llegar a mis albaceas o a don Antonio Balbuena 133 Pola, *: XX-XXIII de Maravatìo. en el lugar mismo de la ejecuciòn, hacienda de Jaltengo, como a las dos de la tarde, agrego que el testamento de doña Ana Marìa Escobar està en un cuaderno en ingles entre la mampara de la sala y la ventana de la recàmara. Lego mis libros al Colegio de San Nicolàs de Morelia, despuès de que mis señores albaceas y Sabàs Iturbide tomen de ellos los que les gusten. Tepeji del Rio, 3 de junio de 1861. Firman éste a mi ruego cuatro testigos y los deposito en el Sr. Gral. Taboada, a quien ruego lo haga llegar a mis albaceas o a Don Antonio Balbuena, de Maravatío. En el lugar mismo de la ejecución, hacienda de Tlaltengo, como a las dos de la tarde, agrego que el testamento de doña Ana María Escobar está en un cuaderno en inglés entre la mampara de la sala y la ventana de mi recamara. Lego mis libros al Colegios de San Nicolás, de Morelia, después de que mis señores albaceas y Sabás Iturbide tomen de ellos los que gusten. Melchor Ocampo J. I. García Juan Caldrerón Miguel Negrete Alejandro Reyes.134 134 Tamayo, 1972: 507 DISCURSO PRONUNCIADO POR EL SR. DIPUTADO ALTAMIRANO, CONTRA EL PROYECTO DE AMNISTÍA, EL DÍA 1° DE JULIO DE 1861 (EXTRACTO) Señor: …Levanto aquí mi voz, para pedir a V.S., que repruebe el dictamen en que se propone el decreto de amnistía para el partido reaccionario… La clemencia, como todas las virtudes, tiene su hora. Fuera de ella, no produce ningún buen resultado, o, hablando con toda verdad, produce el contrario del que se deseaba. La amnistía, señor, es el complemento de la victoria, pero debe seguirse inmediatamente a ésta. La historia de todas las naciones nos lo dice y está en la naturaleza de las mismas cosas… Porque, en efecto, señor, la amnistía es el olvido total de lo pasado, es un perdón absoluto; la amnistía debe concederse como un don de la misericordia, como una caricia que hace la fuerza a la debilidad; es la cólera que absuelve al arrepentimiento. Pero nosotros ¿nos hallamos en ocasión de perdonar?... Ya no es tiempo, o, todavía no es tiempo… Si después del triunfo de Calpulalpan, el Gobierno hubiese soltado una palabra de amnistía, si hubiese abierto los brazos a los enemigos de la paz pública, esto habría sido inmoral, pero, quizá habría tenido éxito, porque tengo por cierto que al Gobierno liberal le quedaban entonces dos caminos que tomar, el de la amnistía absoluta, franca, o el terrorismo, es decir, la energía justiciera. El Gobierno no tomó ninguno de estos dos senderos, sino que, vacilante en sus pasos, incierto en sus determinaciones, rutinero en sus medidas, fue generoso a medias y justiciero a medias, resultando de aquí que descontentó a todos y se hizo censurar por tirios y troyanos. Y no se diga que calumnio; la Nación lo sabe, México lo ha visto; cuando se esperaba justicia seca y dura, el Gobierno desterró a los obispos, en vez de ahorcarlos como lo merecían esos apóstoles de iniquidad… El resultado ya lo estáis viendo, legisladores, nada os diré acerca de él. Pues bien, lo que no se hizo después de Calpulalpan, es imposible ya ahora… La gran victoria no está muy cercana, los reaccionarios que no están en campaña, suministran toda clase de recursos a los que están… (y) conspiran desde allí de mil maneras, las esperanzas de esa facción maldita renacen, las partidas de Márquez acaban de visitar las calles de la Capital y ... ¿es ahora cuando vamos a ofrecer la amnistía? ¡Hermosa ocasión por cierto! La amnistía ahora, no sería la palabra de perdón, no sería la caricia de la fuerza vencedora a la debilidad vencida, sería.... una capitulación vergonzosa, un paracaídas, una cobardía miserable… Reflexionad, legisladores, si hoy decretásemos la amnistía, el partido reaccionario diría y con razón: “Nos tienen miedo y nos halagan”. “El Congreso fija la vista con terror en el sombrío Monte de las Cruces y en el cadalso de Ocampo y teme por sí mismo”. Y no, ¡Vive Dios! El Congreso no teme, porque el Congreso es la Nación y la Nación que ha luchado por tanto tiempo contra las grandes huestes de estos bandidos, no vendría ahora a temblar delante de uno solo… Hasta aquí, señor, se ha creído en México que la política consiste en vergonzosa contemporización con todas las traiciones, con todos los crímenes; hasta aquí ha sido la divisa de la mayor parte de nuestros Gobiernos, el “hoy por ti y mañana por mí”. Pues bien, señor, eso es infame, esa será una política, pero una política engañosa e inmunda… O somos liberales, o somos liberticidas; o somos legisladores o somos rebeldes; o jueces o defensores. La Nación no nos ha enviado a predicar la confusión con los criminales, sino a castigarlos… Perdonar al partido conservador en México jamás ha producido buenos resultados; sería impolítico, pues, perdonarlo más…. Señor, al partido reaccionario le caracteriza la ingratitud y ser generoso con ingratos es sembrar sobre rocas, aquí y en todos los pueblos… Y ¿vamos a perdonar a estos hombres? ¿Es que no advertimos la indignación nacional? ¿Es que no conocemos lo que es justicia? No, seamos una vez dignos, seamos una vez justicieros. Ya basta de transacciones y de generosidad estéril. ¡Justicia y no clemencia!... ¿Por fin la majestad nacional ha de seguir siendo el rey de burlas de todos los bribones? ¿No hay aquí respeto a la virtud y odio al crimen? En vez de leyes orgánicas, en vez de castigos prontos, en vez de alzar la guillotina para los traidores, se nos pone delante una tímida ley de amnistía… Y esto, en momentos de ver los cadáveres de nuestros hombres ilustres con los cráneos deshechos, con la horrible equimosis que produjo la cuerda con que los colgaron. ¡Oh manes de vuestros amigos sacrificados! ...Pedid venganza a Dios... ¡Nosotros pensamos perdonar a vuestros verdugos y a los amigos de vuestros verdugos! Yo bien sé que disgusto a ciertas gentes expresándome así, con esa energía franca y ardorosa; yo sé que no son estos los sentimientos de esos políticos de biombo que se estuvieron impasibles durante la lucha, sin apiadarse de la aflicción de la Patria y compadeciéndose en los horrores que pasaban fuera de la Capital. Pero yo no quiero transacciones, yo soy hijo de las montañas del sur y desciendo de aquellos hombres de hierro que han preferido siempre comer raíces y vivir entre las fieras a inclinarse ante los tiranos y a dar un abrazo a los traidores… Desde que salí de las costas para venir a este puerto, me he resignado estoicamente a perder mi cabeza y, mientras yo no la tenga muy segura sobre mis hombros, no he de otorgar un solo perdón a los verdugos de mis hermanos. Yo no he venido a hacer compromisos con ningún reaccionario ni a enervarme con la molicie de la Capital y entiendo que, mientras todos los Diputados que se sientan en estos bancos no se decidan a jugar la cabeza en defensa de la majestad nacional, nada bueno hemos de hacer. Pero yo creo que el Soberano Congreso sabrá mostrar a la Nación, que se halla a la altura de sus deseos y que comprende su misión santa. Yo creo que el Legislativo dirá con frecuencia al Ejecutivo en presencia de cada malvado, lo que Mario a Cuma, en presencia de cada enemigo: “Es preciso que muera”. ¡Y qué!...; el Sr. Ocampo, un solo hombre, tendría la grandeza de alma necesaria para decir: “ Yo me quiebro, pero no me doblo” y el Soberano Congreso, es decir, la Nación entera, iría a decir ahora: “Yo sí me quiebro y me doblo y me arrastro”… Es un insulto a vuestra soberanía suponerlo. Yo os ruego, legisladores, que pongáis la mano en vuestro corazón, que me digáis ¿podrá haber amistad sincera entre el partido liberal y el reaccionario? ¿Se unirán los hombres del siglo XV con los del XIX? ¿Los hombres y las fieras? No, ellos o nosotros, no hay medio… Y si pensáis que ese partido está débil, os equivocáis, carece de fuerza moral, es cierto, pero tiene la física… Reprobad ese dictamen; perdonar sería hacerse cómplice. Jesucristo perdonaba en su cadalso a sus verdugos, pero se trataba de ofensas personales y no de las de una Nación infeliz... No imitéis a ese mártir generoso, porque no estáis en su caso y perderíais, con vuestro evangelismo exagerado, a la República. Levantaos juntos, severos, terribles, y decid a los rebeldes lo que el Señor por boca de Ezequiel: “Empleasteis la espada... y la espada caerá sobre vosotros”. GUSTAVO DÍAZ ORDAZ El anticomunismo poblano Hablar del anticomunismo no es sólo un ejercicio histórico; es volver la vista a una etapa de la derecha a ultranza; esa derecha que antes del comunismo asumió una postura antiliberal y hoy, en la época postcomunista se revela tras la máscara de la moral, la defensa de la vida o los integrismos religiosos… Sobre todo durante los años cincuenta a setenta, esta vinculación entre anticomunismo, catolicismo y universidad imprimieron a la vida política y educativa poblana una característica muy especial, marcada por la intolerancia y la violencia. En Puebla, sobre todo a mediados del siglo XX, la derecha logró el control de estas dos instituciones a tal grado, que confrontó a los universitarios con la Iglesia católica en su afán de dominar a la máxima casa de estudios del Estado y, desde ahí y con el apoyo de un sector del clero, iniciar la toma del poder para implantar lo que la derecha ha llamado “civilización cristiana”, como proyecto de nación.135 Cuando el general Maximino Ávila Camacho llegó al gobierno del estado, en el arzobispado de Puebla se encontraba monseñor Pedro Vera y Zuria, un antiguo canónigo queretano cuya habilidad diplomática le permitió sortear con éxito los difíciles días del conflicto religioso y la tensa calma del maximato callista. Al cambiar la situación, con el ascenso de Manuel Ávila Camacho a la Presidencia de la República (1940), Vera y Zuria impulsó la apertura de los colegios católicos y la fundación de otros. Pronto, en Puebla funcionaron varios colegios que abrieron sus puertas a los hijos de empresarios y comerciantes, la “gente bien” de la Angelópolis, y se ahondaron las diferencias entre los estudiantes de las escuelas oficiales (todas señaladas por la Iglesia como regenteadas por masones) y los de las escuelas católicas.136 El abogado Culminó sus estudios universitarios el 8 de febrero de 1937 al recibir su título de abogado “El recurso de queja en el procedimiento civil”. El Lic. Gustavo Díaz Ordaz fue designado en el año de 1937 como agente del ministerio 135 Nicolás Dávila Peralta, Las santas batallas: la derecha anticomunista en Puebla, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Cuadernos del SArchivo Histórico Universitario, Puebla, 2003, p. 9-10 136 Dávila Peralta, 2003: 92-97 público en Tatlahuqui, Pue., y después en Tehuacán, cargos en los que ejerció siempre sus funciones con estricto apego a la ley. Contrajo matrimonio con al distinguida señorita Guadalupe Borja, con la que procreó tres hijos, Gustavo, Guadalupe y Alfredo. Fue nombrado sucesivamente juez de primer instancia en Tecamachalco y juez primero penal en la ciudad de Puebla. La experiencia adquirida en la judicatura y sus conocimientos en derecho sindical le valieron ser nombrado presidente de la Junta Central de Conciliación y Arbitraje del mismo estado de Puebla. E Lic. Díaz Ordaz fue designado magistrado del tribunal superior de justicia de su estado natal. Posteriormente por méritos propios ocupó la presidencia del mismo tribunal. No abandona las aulas universitarias, pues funge como catedrático de diversas materias jurídicas… Hombre sensitivo, dotado de una vasta cultura y gran conocimiento de la historia y los problemas de México, fue nombrado vicerrector de la universidad de Puebla, cargo que lo identifica aun más con la comunidad universitaria. Él decía: “Educar es sembrar la mejor de las semillas”.137 A principios de 1938, Maximino Ávila Camacho le echa el ojo y lo convierte en presidente de la Junta Central de Conciliación y Arbitraje... Se necesitaba firmeza y autoridad para lidiar con la explosiva situación obrera en Puebla, sobre todo en Atlixco, convertido en campo de batalla de los partidarios de la Federación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (FROC)... Díaz Ordaz dudó en aceptar el puesto, porque carecía de experiencia, pero a Maximino nadie le decía que no. “Aprenda rápido”, le dijo, y el discípulo aprendió.”138 Maximino comenzó por atacar al sindicalismo federal, lo que provocó que Fidel Velázquez, entonces Secretario de Organización y Propaganda de la CTM, llamara a ésta agrupación a “concentrar toda su fuerza para resistir los ataques de Maximino Ávila Camacho, quien está deseando dividir a la FROC y tiene sus agentes para ello”…139 Para contrarrestar la influencia y poderío de la Federación Regional, Maximino desarrolló una táctica encaminada a debilitar a los sindicatos pertenecientes a esa Federación (creando) la Federación de Maestros del Estado de Puebla…El programa oficial de este nuevo sindicato recuperaba como premisas fundamentales el alejamiento del campo electoral y de los debates políticos, siguiendo en este sentido los postulados de Maximino Ávila Camacho (con el resultado de) la desaparición de las huelgas en los centros educativos. El gobernador poblano se vanagloriaba de este triunfo sobre los movimientos huelguistas…: “Durante el año de 1939 –dijo- no presenciamos en Puebla los tristes espectáculos que producen las huelgas de profesorado y que no logran otra cosa que 137 Luis Gutiérrez Oropeza, Díaz Ordaz. El hombre, el gobernante, Ed. Gustavo de Anda, México, 1988, p. 10-13 138 Krauze, 2009: 309-310 139 Hay que recordar que Lombardo era Secretario General de la CTM crear desórdenes, indisciplina… La niñez estudiosa no está ya a merced de los agitadores irresponsables que, por obtener la satisfacción de sus egoísmos y apetitos, paralizaban… las importantes funciones educativas del Estado.” …Por otra parte, el gobernador poblano hizo llamados constantes para que las masas obreras se dedicaran en exclusiva a sus funciones sociales y se desligaran de actividades políticas, dejándole al gobierno la función de proteger los intereses obreros, sin mediación de los líderes que habían desviado a las masas de sus verdaderos objetivos sociales.. Otro aspecto esencial del proyecto de dominación sobre el movimiento obrero concentrado en la FORC lo constituyó la creación de sindicatos y organizaciones obreras bajo el patrocinio de la administración maximinista… Con relación a este proyecto instaurado por el gobernador, es importante resaltar que a través de los órganos de gobierno, en concreto la Junta Central de Conciliación y Arbitraje, se promovió el registro de infinidad de sindicatos nuevos, que fueron utilizados para debilitar a la FROC y dividir al movimiento obrero… Los conflictos recurrentes entre la FROC y la CROM (que se había sumado a la causa de Maximino) marcaron la pauta para que el gobernador obtuviera prerrogativas sobre el movimiento obrero poblano, como aconteció en Atlixco, la región fabril más importante de Puebla, que había sido escenario de las más cruentas disputas intergremiales y que a raíz de la intervención del Presidente Cárdenas había entrado en una etapa de sosiego, y en donde el maximinismo se amparó en el ideal de permanencia del orden social para imponer su dominio político-burocrático sobre este enclave del movimiento obrero… El 10 de abril en la Fábrica El Pilar, de San Martín Texmelucan un enfrentamiento entre obreros deja un saldo de varios muertos y heridos… La posición asumida por el gobierno poblano respecto a este suceso, ante la presión ejercida por la federación regional y la CTM, llamando a paros y huelga general (nacional), fue oponerse a las presiones extrajurídicas de estos organismos obreros, circunscribiendo sus determinaciones a los marcos legales y a las instancias jurídicas… Fueron frecuentes las acusaciones contra la organización cetemista de ser la instigadora de la violencia intersindical en la entidad poblana, así como de pretender sovietizar a México… En los últimos meses de 1938 el antagonismo entre la FROC y el gobierno poblano quedó claramente definido… Así, la federación arremetió con toda la fuerza de su organización contra el gobierno poblano y la Junta Central de Conciliación y Arbitraje y su titular, el licenciado Gustavo Díaz Ordaz. Los ataques contra la administración maximinista los validó la FROC al señalar que sus actividades estaban en consonancia con la política cardenista y en contraposición con la del gobernador, quien abiertamente había “instaurado un programa de contención de las demandas del obrerismo”. Basados en esto, la dirigencia froquista solicitó al presidente Cárdenas su intervención con el objeto de “que el gobernador del Estado cumpla la ley cesando inmediatamente las actitudes agrsivas contra los intereses colectivos de nuestra institución”… (Así pues) los sindicatos de la FROC recurrieron al paro de labores, acusando al gobierno de Maximino de utilizar procedimientos incalificables en contra de los trabajadores en contra de los trabajadores… En el pliego de peticiones dado a conocer por la federación se señalaban los casos en los que el gobierno poblano había asumido una actitud punitiva contra el sindicalismo froquista. Entre estas demandas destacaban: suspensión al registro de “sindicatos blancos”, cese a la intervención de la policía en asuntos laborales, rechazo a las funciones, organización y determinaciones de la Junta Central de Conciliación y Arbitraje y finalmente derogación del Decreto que suspendía las elecciones municipales en Puebla, Tehuacán, Texmelucan y Atlixco… Maximino caracterizaba a estos tipos de huelga como “un arma a la que han recurrido los trabajadores para obtener, en algunos casos, lo que no han podido conseguir dentro de los procedimientos legales, y que constituye un peligro para la tranquilidad y para la economía del Estado, pues… no se persiguen fines lícitos”… 140 El legislador En 1945, luego de un ríspido enfrentamiento con el nuevo gobernador obtuvo la candidatura para la senaduría del estado. En la Cámara, Díaz Ordaz conoció al hombre que habría de encumbrarlo en el poder: Adolfo López Mateos... López Mateos “parecía su reverso exacto. Uno era feo, hosco, cerrado, estudioso, detallista, áspero, sedentario, hombre de pocos amigos. El otro era guapo, simpático, abierto, bohemio, superficial, suave, andariego, hombre de muchos amigos... y amigas. Obviamente se complementaban”.141 La CIA en México La CIA es, entre otras cosas, una perfecta síntesis o muestra de la alianza entre los intereses políticos y militares del gobierno norteamericano y los de la delincuencia organizada o libre dentro de ese mismo país y otros… No es porque me sobre el tiempo, o porque me gusten las emociones fuertes. La única razón es de índole patriótica: yo no considero devaluadas las palabras tales como nacionalismo o patriotismo, y estos persuadido, como seguramente muchos de ustedes lo están también, de que los espías norteamericanos son enemigos de nuestro país.142 La primera Referencia que hay en mi archivo acerca de la actividad de la CIA en México data de 140 141 142 CITAR LIBRO DIGITALIZADO ENVIADO POR ANTONIO TENORIO, P. 80-90 Volpi, 1998: 32 Manuel Buendía, La CIA en México, Ed. Fundación Manuel Buendía, México, 1996, p. 31-32 1948, o sea cuando la compañía había sido fundada. En México transcurría el primer tercio del gobierno de Miguel Alemán y era encargado de la DFS el general Marcelino Inurreta. So capa de proporcionar al gobierno mexicano información sobre grupos comunistas, vinieron a México los primeros agentes dela CIA. Se formó entonces un grupo mixto de investigación cuyas oficinas se instalaron en Melchor Ocampo no. 212 cuarto piso. Lo que en un principio fue una asociación institucional, de gobierno a Gobierno, pronto comenzó a derivar hacia una hegemonía de los norteamericanos que mediante dádivas empezaron a lograr que ellos fueran los primeros, cuando no los únicos beneficiados con la información captada por los agentes mexicanos. Quisiera referirme al trabajo titulado Inteligencia Estratégica para la Policía Mundial Norteamericana, escrito en 1948 por el profesor de la U de Yale Sherman Kent… “inteligencia es el conocimiento que nuestros hombres civiles y militares que ocupan cargos elevados deben poseer para salvar el bienestar nacional. La inteligencia constituye una institución, es una organización física de seres vivos que persigue como fin una clase especial de conocimiento, una organización semejante debe hallarse preparada para poner a los países extranjeros bajo vigilancia u observación, y debe estar preparada para explicar sus pasados, su presente y probables futuros, debe tener seguridad de lo que produzca en sentido de información sobre esos países sea útil a la gente que toma las decisiones.” La Agencia Central de Inteligencia no es un órgano clandestino del gobierno de los EU. El congreso le fijó límites, entre los cuales el más importante consiste en que puede operar en cualquier parte del mundo, con todo el apoyo de su gobierno, excepto dentro de territorio de los Estados Unidos, si ello significa espiar a ciudadanos norteamericanos. Está subordinada al Consejo Nacional de Seguridad, pero su estatuto indica que la información, o sea el fruto de e3spionaje de los organismos del propio Gobierno, estarán abiertos a la inspección del Director de la CIA. Hasta el FBI queda obligado a proporcionar la información que el director de la CIA le reclame por escrito según dice la ley respectiva… Según los expertos, hay más de 20 organismos que realizan espionaje por cuenta del gobierno de los EU., además de los mencionados CIA y FBI están las organizaciones creadas por el Ejército, la Armada, la Fuerza Aérea, la Comisión de Energía Atómica y otras tan increíbles como la oficina de minas del interior, que se dedica a investigar los recursos mineros de México y varios países. Asimismo un estudioso como Sherman Kent habla de una Inteligencia Agrícola Exterior a cargo del Departamento de Agricultura y de un sistema de espionaje económico por cuenta del departamento de Comercio. 143 143 Buendía, 1996: 33-36 Vigilancia vs García Barragán “Al general García Barragán la DFS le había abierto el expediente 48-1-954 H-236 L-6. Tenía toda su información básica: fecha de nacimiento, cargos en el ejército, direcciones de domicilios, pero, sobre todo -sin duda la razón por la que los espías de la DFS le seguían sus huellas- sus relaciones con actividades políticas, consideradas subversivas por el gobierno del presidente Adolfo Ruiz Cortines... la vigilancia sobre Barragán era extrema y obsesiva, como si se tratara de cualquier disidente de izquierda, como la ejercieron los espías de la DFS contra los estudiantes del 68 o contra los guerrilleros de los años setenta.”144 El amigo americano Winston Mackinley Scott nació el 30 de marzo de 1909, en Jemison Alabama. Después de obtener un título en la Universidad de Alabama, se casó con Besse Tate y comenzó un Ph.D. En álgebra en la Universidad de Michigan. También enseño matemáticas y tras haber publicado un artículo sobre el uso de matrices en el código de comunicación apareció en los “Anales de las Matemáticas”, se le acercó un investigador del FBI y lo invitó a aplicar para un trabajo. Scott se unió al FBI el 17 de marzo de 1941. Fue asignado a la sección de criptografía. Sin embargo, Scott pidió que lo transfirieran a “Agente Especial”. Edgar Hoover aceptó la propuesta y fue mandado a Pittsburgh donde le fueron dadas instrucciones de espiara en la población alemana local con el objeto de espiar a posibles simpatizantes nazis. Cuando regresó a Washington (tras haber ido a Cuba) fue reclutado por la OSS, mandado a Londres y el 5 de septiembre de 1944 fue nombrado jefe de la sección alemana. Tras la Segunda Guerra Mundial la oficina de servicios estratégicos fue renombrada la “Unidad de Servicios Estratégicos (SSU)”. En 1947 evolucionó en la CIA y Scott fue nombrado como el primer jefe de estación en Londres. En una fiesta Scott escuchó a Helena Philby, la hermana de Kim Philby expresar ideas políticas anti-Americanas y pro-Sovieticas. Esto generó sospechas sobre Kim Philby y reporto el incidente a Cleveland Cram. El 15 de enero de 1950, Scott se casó con su segunda esposa Paula Murray. Al mismo tiempo fue ascendido a jefe de la estación de Europa del Este. El administraba todas las operaciones de espionaje en las naciones del Oeste de Alemania, Francia e Inglaterra. Paula tuvo varios abortos por lo cual en septiembre de 1955 la pareja adopto un bebe llamado Michel... El año siguiente fue nombrado por Allen W. Dulles como jefe de estación de la CIA en México. Tomo posesión del nombramiento en agosto de 1956.145 144 145 Rodríguez, 2008: 203 Resumen biográfico preparado por Eduardo a partir de Our Men in Mexico Nuestra estación Mexicana era la mejor equipada, efectiva y compleja oficina de contrainteligencia que teníamos en el mundo” recuerda John Whitten... Win había eclipsado al embajador Hill como un poder en el esquema mexicano de las cosas... los mexicanos llamaban a la estación de la CIA, “la verdadera embajada… Durante la noche todas las personas en la estación debían guardar sus papeles en cajas fuertes en un cuarto central protegido con alarmas de seguridad... Scott era ambicioso y preciso… Win, escribía constantemente... paginas y paginas y paginas. Él leía todo lo que otras personas escribían. Corregía su gramática, la ortografía... uno podía notar de ver su oficina, que Win era un profesional... era muy organizado... y estaba constantemente trabajando... cuando era necesario Win dirigía las operaciones el mismo.146 Habla un cura de Jalisco: “Queridos hermanos: El comunismo como ustedes saben, es el peor enemigo de la Humanidad, debemos combatirlo con todas nuestras fuerzas y nuestras convicciones. Y si aquí dentro del templo hay un comunista, que lo abandone inmediatamente, que no se pare ni siquiera en el atrio, que salga fuera de él… Y si a la hora que se recojan las limosnas quiere contribuir con algo, que lo haga desde la calle”…147 “El último presidente que nació y se educó en la provincia fue Gustavo Díaz Ordaz, quien desarrolló una estrecha amistad personal con el obispo de Puebla, Octaviano Márquez y Toriz. Díaz Ordaz fue rector de la Universidad de Puebla y secretario general de gobierno en la época en que Márquez y Toriz era profesor y director espiritual del seminario Palafoxiano. Su amistad era tan fuerte que el presidente le regalaba un automóvil nuevo cada año de su administración.148 El verdadero “presidencialismo” mexicano En julio de 1964, Díaz Ordaz recibió 88% de la votación y se convirtió en presidente. Cuando se trataba de los deseos de los Estados Unidos, Win aseguró a sus superiores que el nuevo presidente mexicano “actuaría de la forma solicitada”. Díaz Ordaz ciertamente cooperaría con las peticiones de la CIA: acciones contra extranjeros tales como “simple acoso, interrogación policíaca, extradiciones, encarcelamientos, acciones represivas, etc...”149 146 147 148 328 149 Morley, 2008: 89 De María y Campos, 1965: 96 Ai Camp, Roderic, “Cruce de espadas: política y religión en México”, Siglo XXI, 1998: 327Morley, 2008: 258-259 LITEMPO En los archivos de la CIA, los agentes de Scott eran identificados con números específicos. LITEMPO-1, por ejemplo, era un hombre llamado Emilio Bolaños, sobrino de Gustavo Díaz Ordaz, secretario de Gobernación y presidente en los sesenta. Díaz Ordaz era LITEMPO-2. Como su predecesor en Los Pinos Adolfo López Mateos, eran amigos personales de Scott. Asistieron a la boda con su tercera esposa, en diciembre de 1962, con López Mateos fungiendo como padrino, o testigo principal, en la ceremonia... Otro agente LITEMPO era Luis Echeverría... quien era identificado como LITEMPO- 8… A la cabeza de la operación LITEMPO se encuentra el Presidente Mexicano, Gustavo Díaz Ordaz, quien ha trabajado extremadamente cerca de la estación desde que se convirtió en Ministro de Gobernación durante la administración de López Mateos (1958-1964) con quien Scott había desarrollado una cercana relación laboral... esta relación tan cercana tiene sus contratiempos… En 1964 Fulton Freeman, fue a la Ciudad de México como embajador... Durante el inicio de labores de Freeman en México, las esperanzas de Freeman de entablar una significativa relación con Díaz Ordaz chocó con la preferencia de Ordaz hacia Scott, dejando a Freeman los contactos protocolarios del Presidente.”150 INSTRUCCIONES DE UN PRESIDENTE DEL PRI El presidente electo Gustavo Díaz Ordaz le dijo a quien iba a ser su jefe de Estado Mayor Presidencial: “Coronel, quiero leerle a usted la cartilla. Y lo mismo haré con las otras personas que forman parte de mi gabinete… Lo he nombrado a usted mi jefe de estado mayor, no por lo que ha trabajado –y vaya que sí ha trabajado- sino porque me ha sido usted lea y espero que lo siga siendo; de no ser así pobre de usted y pobre de mí…. Pobre de usted porque yo como presidente lo desbarato, y pobre de mí porque muy triste me será el que mi jefe de estado mayor sea desleal. Ahora yo les estoy haciendo el honor de designarlos mis colaboradoees, dentro de un año considererán que me están haciendo el favor de ayudarme.” Coronel, dad la organización y división del trabajo, no permitiré que un secretario de Estado me quiera tratar asuntos que no sean inherentes a su cometido. A usted será al único que le permitiré tratarme de todo, pero fíjese bien: no quiero que me informe sobre lo que le contaron o sobre lo que usted se imagina. A mí infórmeme sólo sobre cosas ciertas. Si no tiene usted la información completa, espere 24 o 48 horas, pero si en ese lapso aun no la ha obtenido, ya no me informe porque me va a disgustar mucho… Los informes démelos en su medida y con oportunidad, y tenga mucho cuidado de no picarme la cresta, porque mis decisiones equivocadas podrían tener graves consecuencias… Trate usted de llevar buenas relaciones con los demás integrantes del gabinete, porque 150 Agee, Philip“Inside the company: CIA Diary”, Bantam Books, 1978: 524-525 será usted la parte delgada de la hebra. Si llegara a tener algún problema con alguno de los secretario de Estado, al que cambio es a usted. Es más fácil sustituir a un jefe de estado mayor que a un secretario de estado por el tiempo que se pierde y por el daño que se hace a la administración y al gobierno… Coronel, si en el desempeño de sus funciones tiene usted que violar la constitución, no me lo consulte porque yo, el presidente, nunca le autorizaré que la viole; pero si se trata de la seguridad de México o de la vida de mis familiares, coronel, viólela, pero donde yo me entere, yo, el presidente, lo corro y lo proceso, pero su amigo Gustavo Díaz Ordaz le viviré agradecido. ¿Estamos de acuerdo coronel? Sí… Con Díaz Ordaz no podía uno, no debía, no tenía, por qué equivocarse, las reglas del juego eran muy claras.151 Madera Inspirados seguramente en la acción realizada por Fidel Castro, en el año de 1953 contra el cuartel Moncada de Santiago de Cuba, y que lo llevó al poder en 1959, la madrugada del 23 de septiembre de 1965, un grupo de jóvenes guerrilleros asaltó el pequeño cuartel militar de la población de Madera, Chihuahua. Los atacantes eran comandados por Arturo Gámiz García; un profesor de 25 años originario de Las Nieves, Durango y por Pablo Gómez Ramírez; un médico y profesor rural de 39 años, ambos dirigentes del movimiento campesino, estudiantil y magisterial que desde los años sesenta, se había desarrollado en Chihuahua y el norte de Durango. Ambas acciones tuvieran algo en común: fracasaron… El municipio de Madera se localiza en la parte noroeste del estado de Chihuahua, a 276 kilómetros de la capital del estado. Limita al norte con Casas Grandes; al este con los de Ignacio Zaragoza, Gómez Farías y Temosachi; al sur con este último y al oeste con los de Nácori Chico, Bacadéhuachi y Sahuaripa del estado de Sonora y alcanza una altitud de 2,110 metros sobre el nivel del mar…. El nombre de Madera, tiene su origen en un aserradero de madera y una estación de tren para el embarque de la misma, que estableció en 1906, la empresa Sierra Madre Land Lumber Company en el punto llamado Ciénega de San Pedro… La operación militar tenía por objetivo disminuir la moral del ejército, cortar las comunicaciones, asaltar el banco para obtener dinero, saquear de provisión a la empresa Mercantil de la Sierra y tomar la radio para dirigirse a la población y explicarle el porque se hacía aquello… Circunstancias fortuitas impidieron la coordinación final de los tres grupos formados. El dirigido por Saúl Ornelas y Pedro Uranga, conformado con estudiantes normalistas, se pierde en la sierra y no llega al lugar de la cita. El otro comandado capitaneado por Salvador Gaytán, integrado por alrededor de treinta campesinos, tampoco llega a la cita, debido a la crecida de los ríos por las lluvias de septiembre. Así, el grupo de ataque quedó reducido solamente a trece miembros… La 151 Oropeza, 1988: 24-25 lucha obrera, campesina y estudiantil en el estado de Chihuahua se inicia en 1962. En este año Arturo Gámiz, es el dirigente de la Unión General de Obreros y Campesinos de México (UGOCM) desde la cual llama a la ocupación pacífica de la tierra por parte de los campesinos… Entre junio y julio de 1963, el periódico La voz de Chihuahua publica el estudio de Arturo titulado “La tenencia de la tierra”, en el que explicaba que en dicho Estado, 24.5 millones hectáreas pertenecían a 300 latifundistas mientras que 100 mil ejidatarios se repartían 4.5 millones de hectáreas. En el mismo periódico, el periodista Carlos G. Fierro escribía el 16 de junio que “en Chihuahua importa más una cabeza de ganado que el estomago de diez mil campesinos”… Durante los años de 1964 y 1965, en el proceso de la lucha contra el latifundio y contra el gobierno protector del mismo, los estudiantes de la Normal de Chihuahua, La Normal Rural de Salaices (varones) y la Normal Rural “Ricardo Flores Magón” (mujeres), acompañan a los campesinos en las invasiones de tierras y las marchas, los apoyan en sus mítines y en la toma de oficinas… En octubre de 1963 se llevó a cabo, el primer Encuentro de la Sierra, llamado Heraclio Bernal, en Dolores de Cebadilla, municipio de Madera, donde se dan a conocer cinco documentos básicos del movimiento y en febrero de 1965 el segundo, también llamado igual en Torreón de Cañas, Las Nieves, Durango, En enero de 1965 se realiza un congreso de la UGOCM en la Cd. de Madera de donde surge la idea de tomar otras medidas - de tipo armado - contra los caciques de la región… Pero desde 1963 la guerrilla ya había empezado a actuar: Un grupo de 11 personas, comienza a ser perseguido por los Estados de Sonora y Chihuahua y el 15 de julio combaten contra un grupo de cinco policías judiciales de este último Estado, al que derrotan y desarman… El 29 febrero de 1964 vuelan un puente propiedad de don Florentino Ibarra, conocido terrateniente a quien ejecutan el 5 de marzo y luego, el 12 de abril le queman la casa y una estación de radio… En mayo 1965, atacan a un pelotón de soldados y policías cerca de Ciudad Madera, al que también derrotan, hiriendo a tres de ellos y apoderándose de equipo militar… Durante los primeros meses de ese año, algunos compañeros se concentran en Zacatecas, otros en la Cd. de México para llevar a cabo un proceso de entrenamiento y preparación para la lucha armada y frontal contra el gobierno federal… Ante la imposibilidad de realizar una lucha pacífica, que era duramente golpeada con cárcel y represión, Arturo Gámiz decide que es el momento de tomar las armas: “Durante años, por las buenas estuvimos pidiendo justicia pero usted, señor gobernador, nos despidió siempre con insultos, se puso de parte de los latifundistas y les dio fueros. Empuñamos las armas para hacer por nuestra propia mano la justicia que le niegan a los pobres”, le expresó al Gobernador Práxedes Giner Durán en un desplegado. Para septiembre la decisión ya había sido tomada: atacar el cuartel militar de Cd. Madera y al amanecer del 23 de ese mes, el grupo de Arturo Gámiz, compuesto por 13 personas, ataca por sorpresa el cuartel de Ciudad Madera en el que se encontraban 125 soldados. La inexperiencia de los guerrilleros les hizo cometer un gran error táctico: a sus espaldas se encontraba una inmensa explanada de unos dos kilómetros antes de llegar al monte donde hubiese sido más fácil esconderse en caso de huida o retroceso… El 24 de septiembre de 1965 el país entero se conmovió con la información que dieron los diarios del país: el cuartel que alojaba en Madera, Chihuahua a 125 soldados federales, fue asaltado por un grupo todavía no precisado en su número pero que no llegaba a veinte, de jóvenes que al grito de ¡¡¡¡ ríndanse, los tenemos completamente rodeados!!!!, intentaron apoderarse del cuartel: Unas barracas de madera que las Compañías Madereras habían proporcionado al ejercito y convertir en prisioneros a los soldados federales allí acuartelados. El hecho sangriento tuvo lugar en las últimas horas de la madrugada del día 23… Un diario afirmó que “los primeros disparos se escucharon a las 6:10 de la mañana y que el tiroteo duró tres horas”. Otro señaló las 5:50 horas como el momento, en que el ataque se inició y le dio una duración de hora y media. La verdad es que debió iniciar el tiroteo cuando todavía faltaba totalmente la luz solar. El maquinista ferrocarrilero que a esa hora se preparaba para la diaria jornada, al encender el farol de la maquina a su cuidado, iluminó a los atacantes que se encontraban parapetados en la vía del ferrocarril y a los soldados que avanzaban sobre ellos. De acuerdo con el plano recogido del cadáver de Arturo Gámiz García, los atacantes se colocaron en cuatro lugares: tras la vía férrea, frente al cuartel, en la escuela y la iglesia, en la Casa Redonda y en la casa del Sr. Pacheco y detrás de una camioneta. En ese mismo plano -figura una relación de 12 nombres de personas, entre las que no está el de Arturo Gámiz-, señalando las posiciones, armas, granadas, etc., de que cada uno disponía. Debido a que ese documento se considera como plan de ataque al cuartel, se fortalece la suposición de que fueron trece los autores del asalto: los doce enlistados más Arturo Gámiz… Los primeros disparos que ocurrieron justamente en el momento en el que, los soldados acuartelados, realizaban las maniobras necesarias para tomar el primer alimento del día. La disciplina militar se impuso entre el grupo de soldados desarmados que en esos momentos salían para recibir “el rancho”. Se tiraron pecho a tierra y poco a poco fueron recogiendo sus armas y municiones mientras que -desde cuatro rumbos distintos- les disparaban y lanzaban bombas de fabricación casera y granadas que ya antes- los guerrilleros habían recogido como botín al copar y apresar a una patrulla de soldados federales, a los cuales dieron libertad después de desarmarlos, como también ya antes habían hecho prisionera a una patrulla de soldados estatales, a los que también desarmaron y dejaron en libertad. A esa hora la oscuridad era completa: los soldados disparaban guiándose únicamente por los fogonazos producidos por los disparos de los asaltantes y por el rumbo que señalaban los gritos e intimaciones para que se rindieran. Aunque al principio por el factor sorpresa los rebeldes tienen la iniciativa, esta pronto termina. Gracias a la delación de los planes del ataque por parte del infiltrado ex capitán Lorenzo Cárdenas Barajas, el ejército ataca desde dos posiciones envolventes y prácticamente aniquila los comandos… Una vez pasado el suceso y hecho el recuento de los muertos y heridos de ambos bandos, el resultado era el siguiente: los rebeldes caídos fueron: Arturo Gámiz García, ex -profesor rural de 25 años que sirvió en una escuela rural de Estado y principal dirigente de la guerrilla; Pablo Gómez Ramírez, médico y profesor normalista de 39 años, casado con cinco hij@s , que cayó con una bandera blanca que tenía escrito “¡Viva la Libertad!”; Emilio Gámiz García, hermano de Arturo de 20 años, estudiante; Antonio Scobell Gaytán, campesinote 23 años; Salomón Gaytán Aguirre, hermano del anterior, campesino de 23 años; Oscar Sandoval Salinas, estudiante de 20 años, alumno de la Escuela Normal de Estado en Chihuahua, hasta noviembre de 1964, Miguel Quiñones Pedroza, maestro normalista rural de 22 años, egresado de la Normal de Salaices y Director de la Escuela Rural Federal en Ariseáchic; y Rafael Martínez Valdivia, de 21 años, profesor rural en Basúchil. //Lograron escapar con vida: Guadalupe Scobell Gaytán; se incorpora con Oscar González Eguiarte a la guerrilla en 1968 y muere fusilado por el ejército en Rosario, Tesopaco, Sonora; Ramón Mendoza Torres, es detenido junto con Oscar González Eguiarte, preso en las Islas Marías de donde se fuga; Florencio Lugo Hernández, se incorpora a la guerrilla urbana, es detenido y pasa años en la cárcel, escribió dos libros testimoniales; Juan José Fernández Adame, dirigió grupos de solicitantes de tierras en Tamaulipas y San Luis Potosí, murió en 2004; Francisco Ornelas Gómez... // Por parte del ejército murieron: Tte. Marcelino Rigoberto Aguilar, Sgto. Nicolas Estrada Gómez Sgto. Moisés Bustillo Orozco, Cabo Felipe Reyna López, Soldado Jorge Velázquez y Soldado Virgilio Yáñez Gómez. // Y resultaron heridos: Teniente Rigoberto Aguilar Marín, Sargentos Virgilio Argüelles López, Eugenio Ramírez López, Manuel Ramírez Cabral y Aurelio Ramírez. Soldados Natividad Juárez Hernández, Adán Jiménez Martínez, Manuel Félix Hernández, José García Martínez y Roberto García Mendoza, José Santos Rodríguez. Giner Durán –Gobernador de Chihuahua- declara que siempre estuvo enterado de lo que pasaría en septiembre de 1965 y que logró contener el problema, según transcripción de un documento escrito por él mismo el 22 de marzo de 1966… “Por eso creo que mi defensa y mi conservación en el poder está en los comunistas. Mientras ellos me ataquen, el gobierno federal me sostendrá. Por eso mismo, me conviene que haya problemas… ¡Algunos hasta he debido crearlos yo mismo!”152 Como escarmiento, los militares pasearon por el pueblo arriba de un camión maderero, los cuerpos de los guerrilleros muertos. El gobernador del Estado, Gral. Práxedes Giner Durán, ordenó que los guerrilleros fueran sepultados en 152 Glockner, 2007: 223 una fosa común mientras que los militares caídos se enterrasen recibiendo honores militares. El gobernador expresó ¿Querían tierra? ¡Dénles tierra hasta que se harten! Después, el sacerdote local Roberto Rodríguez Piña, fue llamado para que oficiara la ceremonia organizada para sepultar a los cinco soldados muertos -cada uno en su caja de madera decorosamente forrada con tela- no tuvo inconveniente alguno para participar en su calidad de sacerdote católico, en las honras fúnebres hechas a los militares; bendijo los ataúdes de los soldados, vistió las ropas usuales en estos casos y dijo las palabras apropiadas -de acuerdo con sus ritos- para el acto. Vecinos y algunos familiares presentes, conmovidos por la tragedia de los ocho muertos en el asalto al cuartel le pidieron lo mismo: que oficiara, que bendijera a Gámiz, a Gómez Ramírez y a sus seis compañeros, pero el sacerdote se negó a hacerlo. Los ocho hombres fueron arrojados como animales en una fosa común llenos de tierra y pólvora, sangrantes después de haber sido paseados sobre la plataforma del camión maderero, los dejaron caer en una gran zanja, sobre la cual, con el tiempo, el pueblo habría de levantar un monumento… ¿La guerrilla se encontraba mal armada para hacer frente a los soldados del cuartel? ¿Fue una acción suicida? En parte sí, como también lo fue la del Moncada. Pero los alzados pensaban que, además de contar con el factor sorpresa, los soldados presentarían poca resistencia en cuanto comenzasen los disparos. Sin embargo no fue así, estaban muy bien adiestrados para ofrecerse a morir en defensa de su cuartel.153 LA UNAM A partir de mediados de 1965, un señor jefe de prensa de la presidencia de la república comenzó a entrometerse en la universidad, particularmente en la escuela Nacional de Economía… El Lic. Sepúlveda, director de Derecho, estaba próximo a ternminar su periodo de 4 años, los estudiantes no lo querían y estaban dispuestos a oponerse a su reelección. Se dirigieron al Dr. Chávez para pedirle que no le incluyera en la terna. El rector no les ofreció nada en concreto, celoso de su autoridad… El disgusto fue creciendo ante la posibilidad de que Sepúlveda continuara al frente de Derecho… Huelga en la facultad de derecho, según nuestros recuerdos secundada total o parcialmente por otras facultades y escuelas del ala de Humanidades… Todos estos sucesos se desenvolvieron en el curso de Abril de 1966… (En este contexto) un grupo de hombres de negocios fue a ver con algún motivo al Lic. Díaz Ordaz en palacio… Después de tratar su asunto uno de ellos dijo: “Esto de la agitación de la universidad parece que no tiene importancia, ¿no es así señor Presidente” Está usted equivocado –respondió-. Es algo muy 153 Ignacio lagarda Lagarda , “El asalto al cuartel de Cd. Madera”, en: http://todopormexico. foroactivo.com.mx/t280-grupo-popular-guerrillero-y-asalto-al-cuartel-madera serio y difícil. A ver si ese sabio Dr. Chávez lo resuelve. El tono desdeñoso en que aludió al rector impresionó a los de la entrevista. Los días del Dr. Ignacio Chávez estaban contado… Según otras fuentes de información, el presidente no ocultaba sus opiniones hostiles a Chávez con sus secretario de Estado y otras personas… Al sentirse apoyados por el gobierno, se tornaron cada vez más agresivos contra el rector, hasta llegar a exigirle su renuncia. Lo de Sepúlveda había quedado en segundo plano. La bola de lodo creció momento a momento y así llegamos al 26 de abril… A las 11 de la mañana tuvo lugar una junta del rector con los directopres de facultades, escuelas e institutos… Un grupo numeroso de muchachos irrumpió en el salón donde la junta se celebrara, lanzando gritos e injurias exigiendo la renuncia inmediata de Chávez… Al fin, como a las 7 de la noche el Dr. Chávez les dio su renuncia a sabiendas de que no tenía ningún valor pro haber sido arrancada por la violencia. Al día siguiente visité al Dr. Chávez en su casa… Nos contó lo sucedido con toda clase de detalles. En el movimiento había estudiantes y no estudiantes de todos los matices ideológicos, de izquierda, comunistas… etc… Y nos dio los nombres que desgraciadamente ya no recuerdo de dos tipos de la embajada de los Estados Unidos o quizás de la CIA. Nos contó además que días antes le había dicho al presidente Díaz Ordaz. La universidad es un pastel codiciado. Si se dejara caer una cuchilla cortaría varias manos de sus colaboradores más cercanos.” El presidente Díaz Ordaz no podía tolerar que se le hablara en ese tono acostumbrado al servilismo y a la adulación… Con fecha 27 de abril de Dr. Chávez, a mi juicio el mejor rector que había tenido la UNAM desde 1910 y uno de los hombres más ilustres de México… presentó su renuncia a la junta de gobierno, que fue acepptada dos o tres días más tarde… Semanas después, el Dr. Ignacio Chávez recibió un doctorado honoris causa de la Universidad de Oxford, la más antigua y prestigiosa de Inglaterra.154 Díaz Ordaz y Luis Gutiérrez Oropeza El presidente sostenía su acuerdo cotidiano con el Gral. De Brigada Luis Gutiérrez Oropeza, Jefe de su Estado Mayor, y años atrás en Gobernación responsable de la ayudantía del titular… No fue extraño que a Gutiérrez Oropeza se le tuviera como virtual secretario tantyas veces al lado del jefe de las fuerzas armadas… Era además la línea inspirada por Miguel Alemán, creador de las guardias presidenciales, un pequeño y poderoso ejército dentro del ejército, un grupo de excepción para el primer magistrado… Deliberaban Díaz Ordaz y Gutiérrez Oropeza, ausente García Barragán. Sobre la mesa citaban nombres, ponderaban grados, antigüedades. Aprobaban las promociones: mayores a coroneles, coroneles a brigadieres, brigadieres a divisionarios… El general García Barragán se inconformó ante el Presidente Díaz Ordaz. Se presentó en Los Pinos uniformado de gala... la omisión de 154 Silva Herzog, 1974: 149 que se le hacía objeto era inadmisible. “Si no puedo revisar y aprobar las promociones militares, señor presidente, es porque usted así lo decide...”155 Manuel Díaz Escobar “El 30 de septiembre de 1966 Manuel Díaz Escobar fue nombrado subdirector de Servicios Generales del Departamento del Distrito Federal, posición administrativa un tanto extraña para un militar. Sin embargo, el nombramiento firmado por el oficial Guillermo Lerdo de Tejada se sustentaba en otra razón: su colaboración ininterrumpida con el general Alfonso Corona del Rosal desde junio de 1961.”156 El coronel Díaz Escobar recibió licencia del Estado Mayor Presidencial en 1966 y desde ese año ocupó un cargo burocrático: la Subdirección de Servicios Especiales del Departamento del Distrito Federal. Díaz Escobar actuaba coordinadamente con un viejo conocido, el general Ballesteros Prieto. Originarios del Estado de Oaxaca, coincidieron en la Embajada de México en los Estados Unidos en los cincuenta; en 1962, Ballesteros Prieto y Díaz Escobar representaron a México ante la Junta Interamericana de Defensa, un organismo que promovía la integración militar de América Latina con los Estados Unidos. Díaz Escobar realizó estudios en Bolling Field, Washington en 1943 y estuvo en el XIX Escuadrón de Aerofotometría del ejército estadounidense; en 1961 fue dirigente del PRI y colaborador del Presidente de ese partido, Alfonso Corona del Rosal. Ballesteros Prieto fue agregado militar de la Embajada de México en Washington, egresado de la Escuela de mando y Estado Mayor de Fort Leavenworth en la Ciudad de Kansas, así como de la Academia de Fort Bliss Texas, en donde llevó a cabo un curso sobre tácticas y armas modernas.157 Stop, stop! “Winston solía bromear con su familia en relación a la manera efusiva en la que Díaz Ordaz solía comportarse. Alguna vez durante la cena, Winston contó a su familia de una discusión que había tenido con el presidente en su oficina en la cual Díaz Ordaz hablaba tan rápido que Win no lograba comprender una palabra de lo que decía el presidente. “Parese, párese,” (en ingles “stop, stop”) repetía Win haciendo uso de su mal hablado español. Díaz Ordaz, quien estaba sentado tras su escritorio repentinamente se levanto. Winston estaba confundido. “What´s wrong?” pregunto Winston. “Why are you standing up?” “I thought you said “párese”, respondió Díaz Ordaz. En vez de 155 156 157 Scherer, 1999: 33 Montemayor, 2010: 138 La conexión americana, de Roberto Mendoza callarse, Díaz Ordaz se había levantado de la silla. Esta actitud le parecía muy graciosa a Winston.”158 Hoover En marzo de 1967, Hoover instruyó al agregado juridico de la embajada estadounidense en la capital mexicana a proponer un plan de “reventamiento” de los grupos subversivos radicales más activos en la Universidad advirtiéndole “ser muy cuidadosos de no interferir con los agentes de ninguna otra agencia de inteligencia de Estados Unidos operando entre los universitarios”. En julio de ese mismo año, Hoover exige al agregado jurídico “resultados más efectivos de acciones recomendadas para el “reventamiento” de subversivos”. Hoover envía una felicitación al agregado jurídico durante este mismo año -en el documento correspondiente no aparece ni mes ni día- “complacido ante la ola de ametrallamientos nocturnos para dividir a los líderes subversivos”.159 Se calcula que el personal de la embajada de Estados Unidos en México pasa de 700, solamente superado por la embajada de Londres…160 La Conexión Americana El movimiento estudiantil de 1968 inició el 22 de julio y llegó a su culminación el 2 de octubre del mismo año. Tres episodios de ese conflicto revelan una trama oculta. La semana del 22 al 30 de julio que detonan los disturbios de la ciudadela. Las agresiones iniciadas a partir del 28 de agosto en el Zócalo y finalmente el ataque de tiradores emboscados el 2 de octubre en Tlatelolco. Tres pasajes de una revuelta en los que la policía, grupos de provocadores y la Dirección General de Seguridad actuaron conjuntamente en un plan que involucró a políticos prominentes, altos mandos del ejército y militares, que actuaban desde la clandestinidad. Una red de personajes anticomunistas ligados a instituciones militares y de inteligencia del gobierno de los Estados Unidos. Hacia 1968, Washington había impuesto nueve dictaduras militares en América Latina, un proceso que inició con el derrocamiento del gobierno de Jacobo Arbenz en Guatemala en 1954, basado en actos terroristas a cargo de la CIA que alentaba y financiaba a militares y a grupos políticos locales con un objetivo: garantizar los intereses de las empresas norteamericanas y combatir la llamada amenaza comunista.161 158 159 160 161 Morley, 2008: 259 Mora, 1987: 193 Silva Herzog, 1974: 158 La conexión americana, de Roberto Mendoza Sesenta y cuatro días después de las declaraciones de Hoover, en este barrio conocido como la Ciudadela, un choque entre bachilleres marcará el inicio del conflicto estudiantil, los días 22 y 23 de julio de 1968. Un incidente inexplicable sin la intervención de manos ajenas a los estudiantes. Existen evidencias de que lo sucedido en la Ciudadela, así como los disturbios de los días siguientes respondieron a un plan elaborado desde el gobierno del Distrito Federal. La participación en la revuelta del conocido provocador y líder porro, “el Fish”, es reveladora…162 Bazucazo A propósito del bazucazo “el secretario de la Defensa, general de División Marcelino García Barragán afirmó que fue destruida por los propios estudiantes al utilizar bombas molotov contra los soldados.”163 Echeverría y Barros Sierra Barros Sierra definió entonces la autonomía de la Universidad esencialmente como la libertad de enseñar, investigar y difundir la cultura, pero esa autonomía “no existiría de modo completo si la Universidad no tuviera el derecho a organizarse, de funcionar y de aplicar sus recursos económicos como lo considere más conveniente... Ha de respetarse esa autodeterminación de la Universidad; los problemas académicos, administrativos y políticos internos deben ser resueltos, exclusivamente, por los universitarios. En ningún caso es admisible la intervención de agentes exteriores y, por otra parte, el cabal ejercicio de la autonomía requiere el respeto a los recintos universitarios...”164 “Para justificar ante la opinión pública (relata Marcelino García Barragán) la intervención de las Fuerzas Armadas, el entonces Secretario de Gobernación, en mi presencia, le dio instrucciones al Rector Ing. Javier Barros Sierra, de organizar una manifestación de maestros y alumnos de la Universidad y el Politécnico; no imaginó, al inventar a este Héroe Civil, que las consecuencias serían trágicas para el País y su tranquilidad.”165 162 La conexión americana, de Roberto Mendoza 163 Salvador del Toro Rosales, “Testimonios” Sindicato de Trabajadores de la UANL, México, 1996, adjunto a la Denuncia vs Echeverría, Citado en Sentencia de LEA. 164 Francisco Ortiz Pardo, “Titubeo presidencial”, en: http://www.oocities.com/unam_no_huelga/ articulo/artic06.htm 165 Scherer, 1999: 40 Los infiltrados “La noche del viernes 23 de agosto, Sócrates Campos Lemus, Fernando Gernández Zárate y Sóstenes Torrecillas informaron a la asamblea del Consejo que había recibido una llamada “de un empleado de la Secretaría de gobernación”, quien les había comunicado que existía por parte de dicha dependencia disposición para dialogar con los miembros del CNH. Ellos contestaron que no tenían capacidad para decidir pos su cuenta... el empleado les dio un número telefónico al que podrían comunicarse cuando el CNH hubiera llegado a un acuerdo… Fue un momento decisivo. Al menos en el terreno inasible de las declaraciones, el gobierno daba un paso concreto hacia una posible negociación... sin embargo, un conjunto de fuerzas se coaligó de forma extraña para cerrarle el camino en el CNH a cualquier intento de contactar al gobierno y dar los primeros pasos para una negociación. El giro más notable y sorprendente fue el que dieron Campos Lemus, Hernández Zárate, Torrecillas, Nazar, Alanís y Segura Garrido que votaron, junto a la extrema izquierda… en contra del acuerdo de responder a los telefonemas de Gobernación y contactar a los funcionarios de esa secretaría, no obstante que estas seis personas tenían vínculos políticos estrechos con el PRI y otros círculos oficiales -Hernández Zárate era priista confeso; Sócrates Campos presumía públicamente de sus vínculos con el general Alfonso Corona del Rosal, de quien es decía “sobrino” además de “paisano”; Alanís pertenecía al grupo priista sinaloense comandado por Leopoldo Sánchez Duarte; Torrecillas también era amigo de Sánchez Duarte y fue muchos años íntimo del porro politécnico Humberto Pérez; José Nazar era socio de Campos Lemus, y Áyax Segura Garrido, representante de una fantasmal escuela de nombre “Normal Oral”.166 La bandera rojinegra “La marcha del 27 de agosto, del Museo Nacional de antropología al Zócalo, sería la culminación de un intenso mes de movilizaciones. Se convertiría en una de las más nutridas en la historia del país. Según “El Día”, más de 400 000 personas asisten a la manifestación en demanda del pliego petitorio... Al llegar a la embajada estadounidense, una valla de estudiantes de la Facultad de Medicina de la UNAM cuida no haya actos de provocación... los contingentes avanzan por 5 de Mayo, donde son aplaudidos por la gente; desde los edificios les lanzan papel picado. En ese ambiente la marcha llega al Zócalo, donde comienza el mitin.”167 “Tres hechos marcaron esta marcha. El primero, el izamiento de una bandera rojinegra en el asta bandera del Zócalo, que ondeó hasta terminar el mitin. El segundo, el emplazamiento de Sócrates Campus Lemus para que el presidente de la República se presentara el 1º de 166 167 Guevara, 2004: 209-211 Rodríguez, 2008:69 septiembre, a las 10:00 de la mañana, ahí, en el Zócalo, para inaugurar el diálogo, el mismo día del informe presidencial... el tercero, que acarrearía críticas de un sector católico de la sociedad hacia el movimiento, que un grupo de estudiantes subiera a los torreones de Catedral, encendiera las luces y doblara las campanas.”168 “El compañero Sócrates Amado Campos… en su discurso llamó a quedarse en el Zócalo para esperar el informe presidencial ahí… Félix Lucio Hernández Gamundi… estaba también en el estrado y exclamó que ese no había sido el acuerdo del CNH, nos quedamos alrededor de 1000 estudiantes y a la media noche el batallón de fusileros paracaidistas nos desalojaron a bayoneta calada, pero sin observarse heridos.”169 En la manifestación del 27 de agosto el gobierno despliega mayor fuerza: 100 agentes, ciento cincuenta patrullas, 400 ganaderos, 16 tanques ligeros y 3 compañías de soldados barren la plaza de la constitución, donde los estudiantes entonaban canciones y los acosan hasta el caballito.170 Desde la marcha llevaban la bandera unos chavos del Poli en el techo de un camión, era una “bandera rojinegra conformada por un pedazo de manta de 80 x 1.20 de largo… Al llegar a esta manifestación al Zócalo se inició un mitin donde participaron como oradores Eduardo Valle Espinosa, David Vega Becerra, y que al perder la voz y no poder continuar con su discurso le arrebató el micrófono Sócrates Amado Campos Lemus, y en un acto de franca provocación y sin acuerdo del CNH, conminó a los presentes a permanecer en el Zócalo en un campamento hasta el día 1º de septiembre de 1968, acto que fue aplaudido por la mayoría de los presentes. En ese momento querían que la bandera rojinegra que nosotros portábamos fuera izada en el asta monumental…, a lo que yo me oponía, pero la bandera me fue arrebatada por Salvador Martínez de la Roca y un compañero de apellido Hiracheta, mismos que izaron la citada bandera de manta pintada con los colores rojinegros, que permaneció izada hasta que fuimos desalojados con lujo de violencia por el ejército… Quiero aclarar que la bandera que amaneció el día 28 de agosto de ese año izada en el asta monumental, era una bandera roja y negra de seda de enorme tamaño y no pintada, sino fabricada con telas de color rojo y negro.171 Al día siguiente una nueva provocación: un lienzo rojinegro amanece en el asta bandera del Zócalo. Hacia medio día, elementos gubernamentales un acto de desagravio a la Bandera Nacional, la ceremonia deriva en un 168 169 170 171 Rodríguez, 2008:70 Sentencia de LEA, 2009: 480 Hernández, 1984: 54 Declaración de Luis Tomás Cervantes Cabeza de Vaca: Sentencia de LEA, 2009: 254-255 nuevo choque. Durante el enfrentamiento, francotiradores disparan desde edificios gubernamentales. Ese día, el embajador de los Estados Unidos, Fulton Freeman, informaba al Departamento de Estado: el presidente Díaz Ordaz decidió poner fin a los desórdenes estudiantiles. Según Freeman, el Presidente estaba profundamente ofendido por lo sucedido en la Catedral y por el estandarte rojinegro. El Embajador reportaba que el conocido comunista, Heberto Castillo, sería arrestado en las próximas horas. Esa noche, el profesor Castillo escapa a un intento de detención y herido se refugia en el Centro Médico de la Ciudad Universitaria. El telegrama de Freeman pone en evidencia la coordinación entre la emisión norteamericana y el gobierno mexicano en un plan, cuya segunda fase inicia el 28 de agosto en el Zócalo, un episodio que permite descubrir al principal agente encubierto de cuantos actuaron en 1968: el coronel Manuel Díaz Escobar. 172 28 de agosto “Ese mismo día ocurrieron varios ataques armados totalmente gratuitos: en pleno mitin de desagravio a la bandera un individuo sacó su pistola y disparó al aire; poco después otro hombre disparó varias veces, desde la ventana de un edificio en Madero, sobre los transeúntes. En pleno centro de la ciudad. Cuatro civiles resultaron heridos y un soldado soltó una ráfaga contra el edificio. A la una de la tarde se escucharon varios tiros que provenían, al parecer, de la preparatoria Justo Sierra. Pero las autoridades universitarias confirmaron que ese edificio se hallaba vacío… Pero los actos terroristas más preocupantes fueron: 1) el ametrallamiento que sufrió la madrugada del día 29 la vocacional 7, ubicada en la unidad Nonalco-Tlatelolco, junto a la Plaza de las Tres Culturas. Los asaltantes fueron alrededor de setenta individuos enmascarados, con aspecto militar, que viajaban en dieciséis vehículos y estaban provistos de cascos blancos y metralletas. Llevaban, además, radios portátiles y gritaban: “¡Viva la FNET!”, “¡Viva el MURO!”... 2) La colocación de una bomba en una torre de electricidad de Acolman, la cual, curiosamente, no estalló: de haberlo hecho habría dejado en la oscuridad absoluta al Distrito Federal entero.”173 Los sucesos del 28 de agosto marcan el inicio de una ofensiva secreta contra el movimiento estudiantil, un conjunto de operaciones dirigidas a radicalizar el movimiento y crear pánico en la población…174 172 173 174 La conexión americana, de Roberto Mendoza Guevara, 2004: 234-235 La conexión americana, de Roberto Mendoza Cárdenas regresa a Los Pinos ‘’El general Lázaro Cárdenas -rememora Gutiérrez Oropeza-, en su empeño por servir al comunismo ruso, llegó al extremo de presentarse inesperadamente en Los Pinos pidiendo ser recibido por el presidente Díaz Ordaz, quien precisamente en esos momentos salía para asistir a una ceremonia. Como no había prevista solicitud de audiencia, se pidió a dicho militar que esperara unos momentos en tanto el señor Presidente era informado de su deseo. “Cárdenas, cuando estuvo en presencia del presidente Díaz Ordaz, le manifestó la razón de su urgencia y agregó: ‘señor Presidente, he sido presidente y considero que está violando la Constitución’. A esta afirmación el presidente Díaz Ordaz contestó: ‘yo soy Presidente y además abogado; el proceder de mi gobierno se ajusta a un artículo de la Constitución, señor general’. ‘¿Cuál es ese artículo?’, replicó el general Cárdenas al Presidente. “A esa pregunta la respuesta de Díaz Ordaz fue: ‘el mismo artículo en que usted se apoyó para sacar del país al general Plutarco Elías Calles’. El general Cárdenas, visiblemente confundido, guardó silencio. “A continuación el presidente Díaz Ordaz dijo al general Cárdenas: ‘mi general, ya me acordé del artículo: ese artículo es México, ¡México, mi general! Alentar la subversión y dar asilo a los subvertidores del orden y respeto a las instituciones, eso sí es violar la Constitución, señor general. Con permiso’, agregó, ‘queda usted en su casa’. “El Presidente salió dejando parado a medio despacho al general Cárdenas. Ya se alejaba el vehículo en que el presidente Díaz Ordaz iba a cumplir sus compromisos cuando el general Cárdenas salió del despacho presidencial con la mirada perdida, llevando en la mano su sombrero.”175 FBI “En los meses de agosto y septiembre de 1968 durante los cuales los estudiantes se habían apoderado de las escuelas y montaban guardia en ellas las veinticuatro horas, tuvieron lugar numerosos ametrallamientos especialmente de escuelas preparatorias y vocacionales… Automóviles 175 Gustavo Castillo, “Gutiérrez Oropeza y su justificación del 68”, en La Jornada, martes 22 de abril de 2003. Añade: “Así lo narra Luis Gutiérrez Oropeza, jefe del Estado Mayor Presidencial (EMP) de 1964 a 1970, en sus libros Gustavo Díaz Ordaz. El hombre. El político. El gobernante” (marzo 1986) y La realidad de los acontecimientos de 1968 (abril 1996), que constituyen la auténtica versión ‘’desde adentro” del sector más duro del gobierno de Díaz Ordaz y que es señalado como uno de los responsables de la matanza del 2 de octubre de 1968. misteriosos pasaban de noche frente a las escuelas y disparaban con metralletas y otras armas contra los muchachos que hacían guardia. Estos hechos produjeron, lógicamente, numerosos muertos y heridos entre los más jóvenes -­-preparatorianos y estudiantes de vocacional-­- de los estudiantes que participaban en el Movimiento. En aquellos tiempos había muchas sospechas y teorías acerca de quiénes serían los autores de esos criminales atentados. La mayoría se inclinaba por suponer que se trataba de actos de provocación de la policía de México. Ahora, merced a la ley norteamericana de febrero de 1975, sabemos ya, de una manera documentada históricamente y no por rumores ni por simples sospechas o inferencias, que fue el FBI quien organizó esos atentados y, por lo tanto, el único y directo responsable del asesinato de aquellos muchachos”176 “El FBI infiltró grupos... con el objetivo de provocar o inducir a los estudiantes a violar las leyes mediante atentados, el uso de bombas y otras armas, a asesinar y secuestrar figuras públicas, etc., para tener un motivo válido para encarcelar a sus miembros y eliminar a esas organizaciones. Recurrió el FBI inclusive a la creación de la organización de “cobertura” para guardar la identidad real de los agentes que había infiltrado… En un memorándum fechado en septiembre de 1968, Hoover (entonces jefe del FBI) informa a su representante en México no estar satisfecho de “resultados” ya que “con sólo diez hombres en la manifestación que van a realizar los radicales (estudiantes) no es suficiente para consumar los planes configurado”. No se describen los planes ya que este párrafo aparece censurado.”177 En 1968, la actividad del FBI se intensificó como parte de una ampliación de las operaciones de contrainteligencia.... y según memorándum de Hoover fechado ese año...y enviado al agregado jurídico: “Es imperativo preservar a toda costa su cobertura-aunque se tenga que abandonar el plan de intimidación de los líderes subversivos.”178 Luces, Cámara… Acción! “El día primero de octubre de 1968 recibió instrucciones del señor Ángel Bilbatúa de que llevara dos cámaras para filmar y el equipo necesario y que se presentara en las oficinas de Gobernación con el señor Servando González ya que iban a hacer una filmación en Tlatelolco de un mitin, por lo que el día 2 siendo aprox. las 8 de la mañana, fue al domicilio del Sr. Ángel Bilbatúa… tomó dos cámaras y el equipo de filmación… se trasladó a las oficinas del Sr. Servando González… y se trasladaron al igual que otra camioneta a la secretaría de Relaciones Exteriores y en el piso 19… colocó las dos cámaras 176 177 178 Mora, 2007: 194 Mora, Juan Miguel, “Tlatelolco 68”, Edamex, 1987:192 Mora, 1987: 194 para filmar, una de las cuales iba a manejar el Sr. Servando, la que se colocó al lado derecho de un pilar, y aproximadamente a 5 metros a la izquierda de éste colocó la otra cámara… empezando la filmación aproximadamente a las 10 de la mañana, que del lugar donde estaban colocados tenía una visión completa de la Plaza… y de la Iglesia… a la derecha el edificio Chihuahua, enfrente al Edificio Durango o Vocacional y pasando la calle otro edificio del cual no recuerda su nombre. Se empezó a filmar en intervalos que recuerda, que le dio instrucciones el señor Servando que no fumaran y que cerraran las cortinas para evitar el reflejo de la cámara, y que lo único que se viera fuera el lente de las cámaras que estaban siendo acompañados de cinco o seis personas guaruras de los cuales no sabe sus nombres ni los podía identificar.179 El 2 de octubre el Secretario de Relaciones Exteriores se encontraba en Nueva York. Testimonio del Oficial Mayor de la misma cancillería.180 Tlatelolco Habla Barragán: “Reunidos en mi despacho, escuché todos los informes y pregunté al capitán Barrios, ¿podremos encontrar en el edificio Chihuahua algunos departamentos vacíos, donde meter una compañía?, Barrios me contestó, déjeme ver; tomó el teléfono y habló con el general Oropeza (jefe del Estado Mayor Presidencial), me pasó el audífono, y le dije a Oropeza que me consiguiera para antes de las dos de la tarde los departamentos que pudiera para meter una Compañía; en media hora tenía conseguidos tres departamentos vacíos a mi disposición, uno en el 3er. Piso y 2 en el 4¼. Piso. Serían las 11 de la mañana del 2 de octubre cuando recibí este informe; se necesitaba para completar mi plan que nada más yo lo sabía, pues el Estado Mayor me indicó que no encontraban la forma de aprehender a los cabecillas sin echar balazos. Ordené al general Castillo que con el coronel Gómez Tagle y el capitán Careaga se fueran inmediatamente a reconocer inmediatamente los departamentos vacíos del edificio Chihuahua y estuvieran de regreso con las llaves a las 12:30… así lo hicieron. Ordené poner centinelas con la policía militar, para que no dejaran subir a nadie, ni entrar sin mi permiso personal para evitar alguna infiltración e indiscreción, se cumplió al pie de la letra… En mi despacho mandé traer sándwiches y refrescos y desayunamos y comimos. Mi plan consistía en aprehender a los cabecillas del movimiento sin muertos ni heridos; estos tenían cita a las 4 de la tarde del 3er piso del edificio Chihuahua… Terminamos el plan a las 2 de la tarde y lo traducimos en órdenes que se cumplieron a las 15:30 de esa tarde. El capitán Careaga, 179 Declaración ministerial de Cuauhtémoc García Pineda Sentencia de LEA, 2009, p. 86-87. Atención con esta declaración: ¿por qué hay disparos hacia la Secretaría de Relaciones Exteriores? ¿Quién hace esos disparos? 180 Sentencia de LEA, 2009: 273 faltando 20 minutos, estaba acantonado en los departamentos vacíos del edificio Chihuahua con órdenes de aprehender a Sócrates Amado Campos cuando estuviera al micrófono.181 Francotiradores Aproximadamente a las 19:30 horas, el general Barragán recibe una llamada del Campo Militar Número 1. Es la voz del general Luis Gutiérrez Oropeza... quien le informa: “Mi general, tengo varios oficiales del Estado Mayor Presidencial apostados en algunos departamentos, armados con metralletas, para ayudar al ejército, con órdenes de disparar a los estudiantes armados; ya todosabandonaron los edificios, sólo me quedan dos que no alcanzaron a salir, y la tropa ya va subiendo y como van registrando los cuartos temo que los vayan a matar. ¿Quiere usted ordenar al general Mazón que los respeten?” “El general (Corona del Rosal), quien en 1968 se desempeñó como jefe del entonces Departamento del Distrito Federal, y uno de los aspirantes a suceder a Gustavo Díaz Ordaz en la Presidencia en 1970, financiaba a los francotiradores que dispararon contra el Ejército en la Plaza de las Tres Culturas, lo que desencadenó la matanza de estudiantes. Los documentos encontrados en el AGN demuestran la complicidad que tuvieron en el financiamiento de ese grupo personajes como Martínez Domínguez, ya que supo que desde la CNOP se pagaba a un grupo que se dice estaba conformado por 20 mil personas.182 “La balacera que comenzó alrededor de las 18:15 horas, fue muy intensa durante una hora. Cesó y como a las 22:55 horas comenzó de nuevo.”183 “Se sostiene que el segundo tiroteo fue de igual o más intensidad que el primero”.184 “El destino final de los francotiradores no es claro, pero... hay algunas hipótesis: la principal, que no fueron entregados como tales a ninguna autoridad civil, sino reintegrados al Estado Mayor Presidencial o a la regencia del Distrito Federal. No se les procesó militarmente ni formaron parte del número de bajas de los “mejores cálculos de la embajada” de Estados Unidos.”185 181 Scherer, 1999: 49 182 Gustavo Castillo García, “Probada, la colusión de militares y líderes priístas en matanza del 68”, La Jornada, 4 de octubre de 2009 183 Rodríguez, 2008: 135 184 Conclusión del 5º Tribunal colegiado en Materia Penal del Primer Circuito, Sentencia de LEA: 784 185 Montemayor, 2010: 108 Madrazo el 2 de octubre “En esa fecha estaba en el poblado de Tejupilco, Estado de México, habiéndome localizado de mi casa, diciéndome que me buscaba urgentemente el Lic. Carlos Madrazo, que me comunicara con él… así lo hice y me comentó lo que estaba ocurriendo en Tletelolco. Que si podía regresar de inmediato a la ciudad de México pues era algo horroroso lo que estaba ocurriendo en la Ciudad de México, que me trasladara en persona a Tletelolco y le informara lo que estaba ocurriendo, me volvió a insistir de que recordara que nos estaban echando la culpa al Frente Democrático de estar manipulando a los estudiantes contra el gobierno y que le informara en cuanto tuviera más noticias… Regresé a mi casa para uniformarme y poder entrar al cerco militar ya que estábamos en campaña para la formación de un partido político de masas y era el único militar que podía tener acceso a Tlatelolco…” Llegó a las 12:30, inventó que le urgía saber de sus familiares en el edificio Chihuahua y lo escoltaron con dos hombres para y lo escoltaron con dos hombres para poder librar el cerco… “En el recorrido observé algunos cadáveres y heridos entre la iglesia y la pirámide y sobre la plaza muchos zapatos de víctimas…” Saliendo le decomisaron su cámara fotográfica marca Minolta “diciéndome que no podía tomar ninguna fotografía. Una vez que salí del lugar me dirigí al domicilio del Lic. Carlos Madrazo en San Jerónimo Lídice para informarle de lo que tristemente había experimentado… (Ya ahí) Acordamos con todos los grupos de la política nacional que estábamos promocionando, que había que redoblar esfuerzos para la integración del nuevo partido político que debía partir de las masas campesinas, proletarias e intelectuales, y acordamos a la brevedad posible formar la convención nacional, de donde partiría la fundación del nuevo partido, ya que consideramos que se había acabado el régimen de la Revolución Mexicana.”186 3 de octubre No hay duda que la revolución como tal tiene una deuda y muy grande con don Marcelino García Barragán. Durante el año de 1968… cuando era secretario de la Defensa en el gabinete del presidente Gustavo Díaz Ordaz… RECHAZÓ TOMAR EL PODER QUE LE OFRECÍAN LAS CIRCUNSTANCIAS. Escapaba al control civil una amenaza de guerra intestina, el ejército se hubiera escindido, amenazando la estabilidad del país…187 “El día 3, cerrada la noche, el Presidente Díaz Ordaz citó a García Barragán en Los Pinos y le entregó un sobre. Contenía un proyecto de decreto: la suspensión de las garantías individuales. El presidente quería la opinión de su 186 625-626 187 Declaración de José Luis Navarro Salgado de 1º de julio de 2005, Sentencia de LEA, 2009: Hernández, 1984: 12-105 secretario de la Defensa. Fue claro el militar: informó lo conducente y frente hijo (García Paniagua) rompió el papel. De ahí su declaración, horas después (“no habrá estado de sitio”).”188 El Poder Judicial ¿Sabe usted quien proporcionó el interrogatorio de dos preguntas fundamentales consistentes en si pertenecían o no al partido comunista y si pertenecían o no a los organismos que dirigían la huelga… (y) si contestaba si el detenido contestaba afirmativamente, ipso facto se le consignaba ante el órgano jurisdiccional como presunto responsable en la comisión de una retahíla de delitos por lo que el juez automáticamente le decretaba auto de formal prisión…? Respuesta.- Lo ignora. 189 ¿A qué se refiere cuando dice que se ejercitaba la acción penal de “machote”? Respuesta: Me refiero a que basta la simple lectura de las muchísimas consignaciones que hicieron para darse cuenta cabal de que todas tenían el mismo molde y llegaron a ser tan brevísimas que algunas de ellas están contenidas en una sola hoja… ¿Por qué refiere que la Dirección Federal de Seguridad de la Secretaría de Gobernación tenía bajo sus órdenes al poder Judicial Federal, Procuraduría General de la República y al Ejército en los asuntos del movimiento estudiantil de 1968, para instrucción del procedimiento y detenciones? Porque me di cuenta de ello a través de las actuaciones completamente distintas y anormales que se presentaban… La DFS mandaba un parte informativo a la Procuraduría y lo convalidaba un agente de la Policía Judicial Federal, lo hacía suyo, y eso era suficiente para que se consignara al detenido si lo había o se librara orden de aprehensión (pues) el juez accedía inmediatamente a que eso sucediera, cuando lo normal era que se llevara a cabo la integración de una averiguación previa totalmente motivada y fundada con datos bastantes en contra de los acusados para proceder legalmente, lo que nunca se dio y por eso creo que la DFS al actuar de la forma que señalé era la que mandaba en todo lo referente a las detenciones, instrucción de averiguaciones previas, partes informativos, consignaciones, ordenes de aprehensión, autos de formal prisión y en general a todo el proceso.190 “Efectivamente, el Procurador Sánchez Vargas personalmente me instruyó que durante el proceso penal actuara como litigante, es decir, que para facilitar los trámites se pagaran las copias certificadas que solicitamos y para ello el departamento administrativo me proveía el dinero para hacer estos pagos… -También señaló que le dio varias gratificaciones al Secretario del Juzgado 188 Sherer/Monsiváis/García, “Parte de Guerra”, Nuevo Siglo, 1999: 24 189 Declaración de Samuel Alva Leyva, Agente del Ministerio Público Federal en 1968, de fecha 16 de julio de 2003. Sentencia de LEA, 2009: 315 190 Declaración ministerial de Salvador del Toro Rosales del 5 de septiembre de 2002. Sentencia de LEA, 2009, p. 155 Primero del Distrito en Materia Penal en el DF, encargado del proyecto de sentencia para que esta fuera condenatoria, pues de ser absolutoria sería como si se hubiera colocado una bomba en la oficina de Los Pinos. ¿Pordría explicar de quien recibió la orden, qué cantidades entregó y el nombre del Secretario del Juzgado…? Respuesta: Como tengo manifestado el Procurador Sánchez Vargas estaba sumamente interesado en que este proceso penal siguiera su curso normal y tener a los empleados y secretarios que lo manejaban “a gusto” con el trabajo especial que en ocasiones se les encomendaba, como es el de trabajar horas extras, mecanografiar, copias certificadas y otras labores. Para esto el Lic. Sánchez Vargas quería que el Ministerio Público no fuera a pedir las cosas u ordenarlas, sino que lo hicieran como lo hacer siempre los litigantes, pagando estos servicios en la forma acostumbrada… En cuanto al nombre del Secretario del Juzgado Primero de Distrito… recuerdo que se llamaba Juan Gutiérrez Barrios y que con posterioridad se le nombro Agente del MPF y que respecto a las cantidades que como gratificaciones se le dieron a través mío, nunca supe el monto, pues me los daban en sobre cerrado y tal cual se lo entregaba…”191 El Lic. Eduardo Ferrer McGregor, quien se desempeñó como juez primero de Distrito en Materia Penal en el DF instruyó el proceso 272/68 sobre los hechos del 2 de octubre de 1968, era el consentido de la Secretaría de Gobernación y de la Procuraduría General de la República… Me di cuenta de que era el único juez de Distrito en el DF que tenía escolta de agentes de la DFS de la Segob en su domicilio particular y en su Juzgado, además de que se guardaban muchas atenciones e inclusive en una ocasión le entregué unos boletos de avión que se me dieron en el administrativo de la Procuraduría para que disfrutara de vacaciones con su familia.192 ¿Tomaba usted alguna medida para cerciorarse de la veracidad de los declarantes…? Respuesta: Al mismo tiempo que se daban las instrucciones mencionadas, tenía conocimiento de que un abogado, el Lic. Anzurez Gorozpe llevaba un tarjetero confidencial y checaban si el declarante al contestar la pregunta de si pertenecía o no al partido comunista o si era o no dirigente del CNH decía la verdad, y de acuerdo con esto, posteriormente el Dir. De averiguaciones previas resolvía lo que él estimaba conducente.193 La Policía Judicial Federal firmaba partes elaborados por la DFS, sin conocerlos. Tal fue el caso del Ing. Heberto Castillo, detenido por agentes de la DFS; el parte fue elaborado por dichos agentes pero firmado por elementos de la Policía Judicial.194 Efectivamente: “La Procuraduría General de la República desempeñó el triste papel de auxiliar de la Dirección Federal de Seguridad de la Secretaría de Gobernación para respaldar y dar valor legal a las labores 191 192 193 194 Salvador del Toro Rosales del 5 de septiembre de 2002. Sentencia de LEA, 2009, p. 172-173 Salvador del Toro Rosales del 5 de septiembre de 2002. Sentencia de LEA, 2009, p. 174 Salvador del Toro Rosales del 5 de septiembre de 2002. Sentencia de LEA, 2009, p. 165 Salvador del Toro Rosales del 5 de septiembre de 2002. Sentencia de LEA, 2009, p. 171 de investigación, persecución y detención de quienes participaban en actividades políticas contrarias al gobierno establecido…”195 Diálogos socráticos “La noche del 5 de octubre, en el Campo Militar número 1, fue presentado el detenido miembro del CNH Sócrates Amado Campos Lemus para que declarara que él había oído o le habían dicho que el tabasqueño ex líder del PRI, Carlos A. Madrazo; la escritora Elena Garro; el ex secretario particular del presidente López Mateos, Humberto Romero; el director de El Colegio de México, Victor L. Urquidi; el ex gobernador de Baja California, Braulio Maldonado, y el presidente de la confederación de Jóvenes Mexicanos, Ángel Veraz apoyaban o aficionaban diversas formas del movimiento. Sócrates confesó también que el CNH había acordado formar supuestas “columnas de seguridad que en realidad eran grupos de choque, con instrucciones de abrir fuego si llegaban policías o soldados a disolver el mitin de Tlatelolco”. Según esta confesión, las columnas de seguridad contaban con un poderoso armamento consistente en 20 pistolas calibre 380, dos rifles M1, dos metralletas calibre .22, un rifle 30-60 y dos pistolas calibre 45. Semejante arsenal de 27 armas no coincidió finalmente con el armamento que supuestamente encontró la policía en Tlatelolco. Asimismo, Campos Lemus difundió por primera vez la versión de que el CNH estaba dividido en una ala dura y un ala blanda, versión que luego fue insistentemente propalada por la prensa.”196 El verdadero Sócrates Coincidentemente, familiares cercanos a Sócrates trabajaron en la DFS. Un tío suyo procuró acercamientos de Sócrates con Corona del Rosal, también originario del estado de Hidalgo. En apariencia Sócrates se mantenía distante a tales propuestas, no sin alardear de una gestoría que, como se colige por documentación encontrada, no tenía… Además de este acercamiento con el Regente de la Ciudad, también se encontraron los acuerdos del Sr. Presidente Gustavo Díaz Ordaz, uno de ellos del 2 de Octubre del 68, en cuyo orden del día aparece el mitin que se realizaría en Tlatelolco y un punto $19,000.00.- Sócrates. La Comisión Especial del 68 de la Cámara de Diputados, LVII Legislatura, mandó llamar a Campos Lemus, quien cita dicho acuerdo, refiriéndose a él como una hoja suelta, sin referencia y apócrifa; (Nava; 1998, 17) Sin embargo, se encontró el legajo en que aparecen varios acuerdos en las fechas cercanas al 2 de octubre del que forma parte integral el mencionado acuerdo en que se lo menciona… Desde la cárcel delató a activistas y dirigentes del Movimiento Estudiantil. Raúl Álvarez Garín relata 195 Del libro “Testimonios” de Del Toro Rosales, imposible de conseguir, citado varias veces en Sentencia de LEA. Aquí, página 316 196 Jardón, Raúl, “1968: el fuego de la esperanza”Siglo XXI, 1998: 102 cómo Sócrates fue llevado a delatar a sus compañeros detenidos en el Centro de Rehabilitación Social Número Uno dentro del Campo Militar No.1 “Desde los primeros momentos en el Campo Militar No. 1 Sócrates colaboró de manera amplia con la policía, proporcionando nombres, señalando actividades e incluso inventando hechos, llegando al grado de identificar ante la policía a los compañeros presos. Algunos detenidos para su seguridad, se habían cambiado el nombre, por lo cual la policía no los identificaba; en los primeros días, Sócrates pasó celda por celda, acompañado por oficiales del Ejército, reconociendo a cada uno de los detenidos e identificando a los miembros del CNH”. Como sus declaraciones sirvieron de coartada al Estado para culpar a los estudiantes de la masacre, exculpando así al Estado y al Ejército, “Sócrates inventó o se prestó a sostener todos los detalles necesarios para dar apariencia de verdad a la versión policíaca de la “agresión al Ejército por los estudiantes”; él fue quien hizo referencia a las llamadas columnas de seguridad. Fue asombrosa la coincidencia entre su versión de los hechos y la difundida por las autoridades a través de la prensa, aún antes de que empezaran las investigaciones”. Sus declaraciones fueron grabadas y servían de base para intimidar a todos los compañeros a quienes se quería obligar a admitir como ciertos los informes de Sócrates”.197 “En otro reporte (de la CIA-. México) el subsecretario de Asuntos Hemisféricos... se menciona que agentes secretos intentaron dividir al movimiento y confirma que el líder estudiantil Sócrates Campos Lemus fue utilizado por Díaz Ordaz para acusar a Carlos Madrazo y a políticos del gobierno, como los instigadores. 198 El 6 de octubre, la prensa nacional difunde la siguiente noticia: “Anoche fueron denunciados en el campo Militar Número Uno, como financiadores e instigadores de los disturbios estudiantiles, los licenciados Carlos A. Madrazo, Humberto Romero Pérez, Braulio Maldonado, Eduardo Forotiza y la escritora Elena Garro. Los cargos los formuló, en una conferencia de prensa, el presidente del Comité de Lucha de la Escuela de Economía del Instituto Politécnico Nacional, Sócrates Amado Campos Lemus, luego de ratificar una extensa acta judicial militar... la señora Garro le propuso la búsqueda de un líder de prestigio nacional y le sugirió al licenciado Madrazo... Campos Lemus afirmó haber rechazado la propuesta cuando se le dijo que, además del liderazgo, Madrazo estaba dispuesto a aportar ayuda de tipo económico.”199 197 Álvarez; 1998, 110-111 198 Jiménez Gerardo, “Díaz Ordaz se hartó de los insultos en 68 (La matanza fue planeada un mes antes”, El Independiente 3 de octubre de 2003: 7 199 Montemayor, 2010: 39 Cereza en el pastel En un memorándum dirigido al presidente estadounidense, la CIA afirma que “no hay ninguna evidencia sólida que permita inferir que las embajadas soviética o cubana hayan planeado los disturbios, a pesar de lo que en repetidas ocasiones nos ha dicho el gobierno mexicano.”200 “El Pentágono revelaría –posteriormente- que el general Mario Ballesteros Prieto, jefe del Estado Mayor, y el general Luis Gutiérrez Oropeza jefe de las Guardias Presidenciales, habían sido destituidos de sus cargos por el secretario de la Defensa, Marcelino García Barragán, por “haber desobedecido o al menos malinterpretado órdenes directas del secretario respecto a lo que debían hacer los soldados mexicanos el 2 de octubre de 1968 en Tlatelolco.” Y que la avanzada del batallón de paracaidistas que entró en la Plaza de las Tres Culturas “nunca fue parte de la actividad militar planeada para ese día.”201 García Barragán: “fuerzas fascistas se querían apoderar del país” El 13 de enero de 1969… luego de una reunión de análisis entre diversas expresiones políticas estudiantiles realizada en la Escuela Superior de Física y Matemáticas a la que asistí como oyente, fui secuestrado en los alrededores del IPN, en la parte posterior de un supermercado… y trasladado al campo militar número uno, para que ahí me declarase culpable de un plan para asesinar al general Marcelino García Barragán, entonces Secretario de la Defensa Nacional. Cinco días antes también fue detenido Juan Valenzuela Cárdenas, “El Chapo”… quien durante el movimiento se encargó de la cafetería de la escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica… (a quien) teniendo una barba larga como la del Ché Guevara se le cambió el sobrenombre por El Guerrillero… “Fui atado de manos en forma tal que a través de la parte posterior de las rodillas y entre las muñecas se hizo pasar un palo grueso, para que quedand suspendido en él, recibiera presión en la punta de los pies para tronar mi espalda y cortar las muñecas (también) me ponían una pistola en la sien... En penumbra, siempre cubierta la cara con un sueter negro,alcancé a mirar el rostro del torturador, que en ese momento aun no conocía, se trataba de Miguel Nazar Haro… no olvidaría su insistencia para que yo aceptase lo que estaba dicho en la cinta… La noche del lunes vino otra voz a torturarme, no vi su rostro, pero su voz solemne no se me olvidó jamás, era la del mismo Fernando Gutiérrez Barrios, voz que escuché nuevamente en diversos momentos cuando fue funcionario, él se obligó a 200 201 Puig, Carlos, “Todos los documentos de inteligencia de EU” en el #55 de Milenio de 1998 Puig, Carlos, “Todos los documentos de inteligencia de EU” en el #55 de Milenio de 1998 llevar al extremo la exigencia de que yo me declarase culpable, incluso tuve un pequeño descanso en la tortura quizá porque salieron a discutir qué más se les podía ocurrir ante mi negativa”. Diez días después de su detenmción narra el juicio sumario por el intento de matar a Barragán: “Me sacan de la celda de castigo, en donde además de quien esta declaración suscruibe se encontraba otro detenido, quizás un estudiante de la Escuela de Economía de la UNAM… al violver a la celda contigua al salón de los interrogatorios, pude percatarme de que ahí se encontraba Héctor Jaramillo Chávez, pero no hice comentario alguno, ni él, fue que, entonces nos llevaron al salón de los interrogatorios, luego frente a mí quedó el general Marcelino García Barragán, a mi izquierda el Chapo, frente al general Crisóforo Mazón Pineda; a la derecha Héctor Jaramillo Chávez, frente al general José Hernández Toledo. Los demás oficiales que asistieron a este juicio sumario inusual, iban vestidos de civil, entre ellos paareció el coronel Edmundo Arriaga… los generales tomaron asiento… nosotros de pié, comenzó el juicio de inmediato. Se le pidió al Chapo o Guerrillero que hiciera un relato respecto a cómo es que se pretendía asesinar al Gral. García Barragán, cuyo plan había sido elaborado por mí y del cual era el único en saber todos los detalles… Tocó su turno a Héctor Jaramillo Chávez, a quien preguntaron si hubo semejante plan, él lo negó, luego el general Marcelino García Barragán me preguntó si existía realmente el plan preparado por mí para asesinarlo, respondí que no. Ignoro que haya pasado por su mente… No creyó la felonía que los polizontes habían decidido inventar… Fue un momento en que se hizo silencio… El General García Barragán insistió: “¿Quién consideras que es responsable por los sucesos en Tlatelolco? ´Dije que era el gobierno del presidente Gustavo Díaz Ordaz y el Ejército mexicano. Lejos de encolerizarse, con actitud propia de quien es dueño de la situación, pidió al general José Hernández Toledo que hiciera un relato de lo que hubo acontecido este año de 1968. Primero dejó muy claro… su participación se debió a que fuerzas fascistas se querían apoderar del país, y que incluso habían montado una celada con francotiradores, mismos que le habían disparado cuando él llegaba a la plaza de las tres culturas. Su intervención fue basta narrando las acciones en las que él había participado… Una en la que alguien disparó a un estudiante cuando tomó la Universidad Nicolaíta; una más que recuerdo fue cuando hizo mención de una “gran mentira” porque la puerta del edificio de San Ildefonso no fue derribada con un disparo de bazuca, más bien con dinamita.202 202 Comparecencia de César Valdemar Tirado Villegas de 12 de abril de 2005, Sentencia de LEA, 2009: 493 Muere Madrazo Cuando miembros de este cuerpo, ya herido su comandante, el general Hernández Toledo, fueron tras los tiradores, se encontraron con que se trataba del personal del ejército, judiciales y agentes de Sinaloa (“¿por qué de Sinaloa? -comentó- “Quien sabe”) con un guante blanco como identificación. Esa gente, me dijo, estaba al mando del Estado Mayor Presidencial, cuyo jefe era el general Luis Gutiérrez Oropeza… Pocos días después de desplomarse el avión en el que perdieron la vida el Lic. Carlos Madrazo y su esposa y todos los pasajeros de aquel vuelo comercial que se dirigía a Monterrey – oficialmente se reportó como un accidente- el General Marcelino García Barragán, Secretario de la Defensa Nacional, había visitado a mi padre en la casa de Andes, le dijo con los ojos rasos de lágrimas (según lo refirió mi padre a mi madre, la que hasta años después me lo contó, entre otras cosas), que la caída del avión en el que viajaba Madrazo, se había debido a un acto de sabotaje preparado y mandado por Gutiérrez Oropeza, quien era dado al uso de la violencia y el presidente se lo permitía.203 De la Lux Con base en documentos obtenidos apenas el pasado viernes en el Archivo General de la Nación (AGN), la historiadora señala que para 1969, Corona del Rosal controlaba la zona de la Cuchilla del Tesoro, donde habitaban al menos 500 miembros de De la Lux, integrado por luchadores, boxeadores y locatarios de La Merced. Los mismos que en 1971 entrenaban allí como halcones... El documento confidencial de julio de 1969 señala: “estaba un grupo de 14 personas platicando que pertenecen al grupo De la Lux que sostiene el señor Lic. Alfonso Corona del Rosal, y que agrupa aproximadamente a 20 mil gentes, de las cuales 5 mil tienen un sueldo de 70 pesos diarios trabajando en la campaña política (...) a favor de Corona del Rosal; este grupo viene actuando desde hace 9 años, y su última actuación fue en la campaña del señor Lic. Díaz Ordaz; en el grupo De la Lux se encuentran adheridos y controlados por el licenciado Alfonso Carrillo, empleado de mucha confianza de Corona del Rosal, locatarios de La Merced principalmente, así como de la Unión libre de Boxeadores, luchadores y gimnastas, tranviarios, empleados subalternos del Depto. del DF; en las pasadas orgías (sic) estudiantiles, este grupo se dedicó a contraatacar a los estudiantes de leyes y otras escuelas, y para identificarse entre ellos usaban un guante blanco en la mano derecha”.204 203 Cárdenas, 2010: 95-96 204 Gustavo Castillo García, “Probada, la colusión de militares y líderes priístas en matanza del 68”, La Jornada, 4 de octubre de 2009 Minuto de silencio “García Barragán se había opuesto a la candidatura de Echeverría, luego de aquel encuentro con estudiantes de la Universidad de San Nicolás, Michoacán, el 24 de noviembre de 1969, cuando Echeverría, casi al final del acto, aceptó guardar un minuto de silencio por los estudiantes caídos en Tlatelolco el 2 de octubre de 1968.” Agrego Echeverría posteriormente que el minuto de silencio “lo hizo por todos los caídos, tanto soldados205 como estudiantes.”206 205 206 Segunda prueba de que en la masacre hubieron importantes bajas militares. Rodríguez, 2008: 215 FELIPE CARRILLO PUERTO -“¿Cree usted que la mayoría india de la población de México sea capaz de un alto desarrollo intelectual?” –“Lo creo porque los indios, con excepción de los yaquis, y algunos de los mayas, son sumisos, agradecidos e inteligentes…” Porfirio Díaz207 “En Yucatán no se concibe la utilidad de la tierra sino por el acaparamiento de los hombres”. Luis Cabrera208 “Y no existiendo el acaparamiento de la tierra, desaparecerá el acaparamiento de los hombres.” Felipe Carrillo Puerto “Yo no quiero pasar a la historia sin ser reconocido por los gobiernos de los países civilizados. Algún sacrificio tenía que hacer…” Álvaro Obregón El inmortal “Durante sus años de escolaridad, Felipe… prefería trabajar afuera, en el campo…montaba a caballo a una pequeña porción de tierra como a 5 kilómetros de Motul, que su padre había apenas adquirido… Aquí, él se encargaba de cuidar el lugar, de cortar leña, y darle agua a las 12 cabezas de ganado… Elvia recuerda que una vez, sin permiso, Felipe regaló una valiosa vaca lechera… para lo cual su padre, Don Justiniano, en un gesto poco usual, le dio de latigazos a su hijo, para lo cual el joven Felipe respondía: “No me mates, papacito, porque yo voy a inmortalizar tu nombre”.209 Yucatán porfirista A principios de 1877 Díaz nombró gobernador a Agustín del Rio, éste declaró que por primera vez en su vida pisaba suelo yucateco… Del Rio fue ante todo un buen agente electoral, tal se desprende de la misiva enviada a Díaz en la que le informaba sobre sus procedimientos, los cuales coincidían desde luego con los del régimen: 207 Entrevista Díaz-Creelman, publicada con gran lujo de ilustraciones y de detalles en el número 3, volumen XIX del “Pearson’s Magazine” de Nueva York, en marzo de 1908. 208 Berzunza, 1956: 81 209 Reed, Alma, “Peregrina: Love and Death in Mexico”, Texas University Press, 2007: 167 Fueron llamados los jefes políticos. A cada uno se le dio un pliego cerrado con la lista respectiva. Ese pliego debía ser abierto en las respectivas cabeceras de sus partidos. Aquí en Mérida se guardo absoluta reserva respecto de las listas. Todos los círculos estaban desorientados, preguntando qué haría el gobierno. Nada contestábamos a eso, y el resultado fue que cuan do conocieron las candidaturas nuestras, era tarde para que nadie hiciera nada en contra. Se verificaron ayer las elecciones en una paz octaviana y les dimos capote a todos.9 Poco importa que el elegido fuese José María Iturralde; lo significativo eran los métodos que los tuxtepecanos utilizaban para asumir el control político del país y la prefiguración, hasta cierto punto, del sistema político mexicano como se caracterizaría muchos años después, incluso luego de haber pasado por una revolución.210 «La élite yucateca era también de un grupo homogéneo en lo social, que se veía a sí mismo como descendiente de los conquistadores españoles del siglo xvi. Tras haber enfrentado la “guerra de castas”, iniciada en 1847 y concluida hasta 1901, esta élite cerraba filas en cuanto al control que se debía tener sobre los indígenas mayas, ya fuera como peones en las haciendas henequeneras o mandando continuamente expediciones militares al oriente de la península yucateca, región dominada por los indígenas rebeldes.»211 En Yucatán las raíces remotas de la colaboración progresista (?) entre Iglesia y Estado se encuentran en la labor del obispo Crescencio Carrillo y Ancona, historiador y literato de clara fama, que tuvo a su cargo la diócesis de Yucatán de 1884-1897. Su elección se debió a una estrategia del obispo anterior, Leandro Rodríguez de la Gala, para establecer vínculos entre el obispado y los grupos oligárquicos liberales moderados y abandonar a los tradicionales aliados conservadores. Siguiendo la línea de acercamiento al grupo liberal, Carrillo y Ancona estableció contactos con la familia Molina Solís. El miembro más prominente de esta, Olegario, era un político liberal que había luchado contra el imperio y ocupado cargos políticos durante la Republica restaurada, pero que se había dedicado luego a los negocios y había acumulado una fortuna fabulosa a finales del siglo XIX. Olegario no era un “comecuras” como muchos liberales de la época, y tenía fama de político moderado y dispuesto a los compromisos. Su acercamiento a la Iglesia fue además favorecido por el hecho de que uno de sus hermanos, José María, fue cura párroco de la catedral y luego tesorero de la diócesis; otro hermano, Pastor, era jesuita; otro más, Juan Francisco, era un afamado periodista e historiador católico y otro, Audomaro, fue profesor en el Colegio Católico de San Ildefonso… Carrillo y Ancona cultivo la amistad de los Molina y otras familias prominentes de un naciente grupo “molinista”, para impulsar un proyecto de recuperación de 210 211 Martínez Assad, 1994: 492 Pérez de Sarmiento y Savarino, Op. Cit., p. 112. la Iglesia en los terrenos social, cultural, económico y político. Duran te su gobierno se abrieron escuelas, se impulso la evangelización de los indígenas, y se dieron pasos para organizar importantes proyectos editoriales, que culminarían con la publicación de textos de historia en polémica abierta con la historiografía liberal oficial. En 1890 la Iglesia dio su apoyo para la fundación de la primera institución financiera de capital autóctono, el Banco Yucateco, cuyo consejo administrativo estuvo integrado por católicos prominentes, incluyendo a Olegario Molina… Por otro lado, se intento el restablecimiento de los diezmos gracias a la acción de Jose Maria Molina, nombrado tesorero de la diócesis en 1884. El cobro del diezmo, aunque probablemente limitado y parcial, suscito el rechazo por parte de los hacendados, tanto de los ‘jacobinos” como de los “conservadores”, cuando un decreto obispal en 1888 estableció un impuesto especial sobre el henequen. En los sectores más bajos hubo descontento en 1896, cuando se aumentaron repentinamente los aranceles parroquiales y se revocó el privilegio de los indios de no pagar impuestos y obvenciones. El proyecto de acercamiento entre Iglesia y oligarquía fracaso cuando, en 1894, ascendió al poder la facción liberal jacobina, liderada por Carlos Peón. En el cuadrienio siguiente el estado de Yucatán, con el pretexto de aplicar integralmente las Leyes de Reforma, violo muchas de las reglas informales que configuraban la “política de conciliación” porfirista con la Iglesia. La tensión que se provocó fue probablemente una de las causas que empujaron a Porfirio Díaz a quitar el mando a la camarilla radical peonista en 1897. La definición de una nueva estrategia de las relaciones entre el Estado y la Iglesia tuvo que esperar algunos años más, dado que el sucesor de Peón fue el viejo “conservador” Francisco Cantón, que no era el socio ideal para la curia, por sus fuertes compromisos como eximperialista y conservador militante. Además, la muerte de Carrillo y Ancona en 1897 desató una turbia pugna interna en la Iglesia por la silla obispal. A finales de 1900 fue elegido obispo un joven sacerdote de 32 años, Martin Tritshler y Cordoba, quien, imbuido de ideas acerca de la reconquista espiritual cristiana en el mundo moderno, y fiel a la disciplina romana, era el hombre ideal para impulsar una política social mente activa relacionada con la estrategia de la Iglesia en América Latina.212 El Cirquero Era un joven Felipe cuando llegó a Motul una compañía de circo y variedades representada por un señor llamado don Francisco Quijano, más conocido en público, porque así era anunciado en los cartelones por el nombre cariñoso de don Pancho Quijano… Como artista de este circo figuraba una señorita joven 212 Savarino, 1997: 634 y muy bella, hija del señor Quijano, la que en el elenco de la compañía hacía el papel de cotorsionista, dificilísimo número del programa que desempeñaba sobre unas alfombras apropiadas en lo largo de la pista del circo, para ese objeto, huelga decir que con su gr4acia y su juventud y con la maestría con que ejecutaba sus distintas suertes esta señorita tenía cautivada a la inmensa concurrencia que asistía noche a noche a la única diversión que en tal ocasión había en la ciudad de Motul… En vista del brillante negocio que hacía la empresa de tal espectáculo, permaneció el circo en dicha población largo tiempo, dando sus funciones, motivo por el cual tuvo oportunidad Felipe de tratar y hacer amistad con la bella contorsionista que en los cartelones, programas y demás anuncios era llamada cariñosamente por la niña Elvira… En el transcurso del día, que era cuando los artistas de dicho circo se dedicaban a estudiar y practicar sus difíciles actos de acrobacia y saltimbanquis, dejaban entrar en la carpa a Felipe para que apreciara dichos ensayos; y el entonces muchacho, muchacho dinámico al fin, empezó a hacer ciertas prácticas en la barra, pruebas que por la agilidad con que las practicaba, indudablemente agradaron al padre de la niña Elvira y por esa razón tuvo siempre entrada franca a los ensayos, pero lo que el buen don Pancho no se figuró jamás, era que Felipe cultivara relaciones amorosas con su graciosa hija, cosa que al parecer no le disgustó… Pues cuan se retiró de Motul con su compañía invitó a Felipe a ir con ella, pero entonces como componente de la misma farándula… Dirigiéndose el circo a Tixkokob y, como consecuencia, se fue Felipe siguiendo a su novia, pero sin el respectivo permiso y autorización de sus padres, por lo que sabedores estos de la determinación de su hijo y de que justamente con la compañía cirquera se había establecido en Tixkokob, -lugar situado a 12 km de Motul- pidieron violentamente la intervención de las autoridades motuleñas para que pudieran ir a buscarlo en donde se encontrara… El jefe político de Motul entregó a los padres de Fellipe un oficio para las autoridades de Tixkokob comunicándoles que la compañía de circo del señor Quijano recientemente establecida en aquella población, se había llevado un menor de edad sin el consentimiento de sus padres, cuyo nombre era Felipe Carrillo Puerto, suplicándoles al mismo tiempo que fuera entregado dicho menor a los portadores del oficio. Fue entonces cuando don Justiniano Carrillo dispuso que su esposa doña Adela Puerto acompañada de otro de sus hijos fuera a desempeñar aquella comisión. Y ¡cuál no sería la sorpresa de la señor ddoña Adela cuando al entrar su bolán (vehículo de dos ruedas tirado por tres mulas que se usaba antiguamente en Yucatán para hacer viajes a través del estado) a las goteras de Tixkokob, leyó en los cartelones del circo en anuncio de la primera función que como principal y grande atractivo se recalcaba el debut del nuevo artista “el joven motuleño Felipe Carrillo Puerto”… Con más precipitación, entonces, presentose doña Adela Puerto a la primera autoridad de Tixkokob, entregándole el oficio de la Motul, e inmediatamente se ordenó a un agente de la policía fuera a buscar a Felipe, quien sin pérdida de tiempo fue traido a la presencia de su señor madre, ante quien se deshizo en súplicas, le dio toda clase de satisfacciones, pidiéndole perdón por haber abandonado a sus queridos padres sin decirles nada y expicándoles que su falta la había cometido impulsado, no solamente por el ardiente amor que profesaba a la bella y joven artista, por quien ya sentía hondísimos afectos… sino que más bien para suplirla en sus números de contorsiones porque verdaderamente le apenaba ver que aquella infeliz criatura digna de mejor suerte se le explotrara de tan manera ente el público que pagaba por aplaudirla; pero ya que ellos (sus padres) no estaban conformes con él, la siguiera gustosamente, volvía al hogar paterno.213 Los yaquis “de Yucatán” “En el último cuarto de siglo… los yaquis mantuvieron su rebeldía en guerrillas, pues eran atacados por las tropas del gobierno federal y sus aliados del gobierno sonorense, los cuales le quietaron gran parte del valle del Río Yaqui que correspondía a su territorio, para dáarselo a hacendados norteamericanos y sonorenses. Esta lucha de los yaquis por recobrar su territorio se prolongó hasta la década de nuestro siglo, década en que las medidas draconianas del gobierno federal llevaron a la expulsión de yaquis pacíficos y rebeldes…214 El 24 de marzo de 1900 se firma un contrato entre el secretario de fomento, Manuel Fernández Leal, y el señor Manuel de Arrigunaga y Gutiérrez, administrador de tres haciendas henequeneras; para que este último empleara a las familias yaquis que fueran deportadas… Pero como a rebelión yaqui continuaba, las deportaciones empezaron a ser masivas, ya no importa que se tratara de trabajadores yanquis pacíficos, incluso se desterró algunos mayos, pimos y ópatas, a quienes confundían con los yaquis… Estas deportaciones tienen Yucatán como destino, pues para esas fechas (1903) la Secretaría de Fomento, Colonización e Industria estaba a cargo de don Olegario Molina, hacendado henequenero yucateco, quien no sólo apoya sino promueve las deportaciones a Yucatán con ayuda de la Secretaria de Guerra. De esta manera “mataban dos pájaros de una piedra”, en Sonora se acababa la rebelión y Yucatán tendría trabajadores para el henequén.215 En mayo de 1908, el gobernador sonorense Luis Torres, decide negociar por última vez la paz con los yaquis, por lo que habla con Luis Bule, uno de los líderes yaquis, quien está de acuerdo con el ceses de hostilidades, pero no con la condición; el gobernador ordena que por cada acción guerrillera de los 213 Civeira, 1986: 20-21 214 “Abundio Elías Pérez, tío del padre de Plutarco Elías Calles, desapareció en un ataque de apaches a la hacienda de Bacanuchi hacia 1869 y jamás volvieron a saber de él…” Almada Bay, Ignacio, “El discreto encanto de las dos mitades de Plutarco Elías Calles”, Historia Mexicana, Vol. 58, No. 3, Enero-Marzo, 2009, El Colegio de México, p. 1161, cita a su vez: Armando Elias Chomina, Compendio de datos históricos de la familia Elías, Hermosillo, Edición del Autor, 1986, p. 169. 215 Victoria, 1984: 28-29 yaquis fueran deportados a Yucatán 500 trabajadores yaquis pacíficos. Estas deportaciones afectan grandemente, a los hacendados, mineros y compañías de ferrocarril de Sonora, pues perdían trabajadores e incluso algunos hacendados se quedaron casi sin brazos en el momento de la cosecha, lo que ocasionó que los hacendados pidieran al gobierno que no se deportara yaquis trabajadores, sino sólo a los rebeldes. Estas protestas fueron dirigidas al presidente Díaz, pidiendo que revocara las ´´ordenes de deportación, pues podían ocasionar una crisis económica en el estado de Sonora.216 El obispo Tritschler «Martín Tritschler y Córdova fue hijo de un inmigrado alemán del mismo nombre y la mexicana Rosa Córdova. Ambos se establecieron en Chalchicomula, Puebla, lugar en donde nació nuestro personaje en el año de 1868.» “Fue elevado a la dignidad arzobispal el 11 de noviembre de 1906, recibiendo el palio el 18 de abril de 1907. Es el primer arzobispo de Yucatán.” El joven Martín estudió en el Colegio Pio-Latinoamericano, en Roma, en donde recibió el título de doctor en filosofía en 1887, el de doctor en teología en 1891 y el de doctor en derecho canónico en 1893. En 1891 fue ordenado sacerdote y regreso a México en agosto de 1893, des pues de diez años de permanencia en la ciudad eterna. Los egresados del Colegio Pio-Latinoamericano formaban una elite en la jerarquía continental, y eran enviados a América con el propósito de estrechar los vínculos entre las diócesis y el Vaticano, impulsar la educación católica, las practicas de fe ortodoxas y establecer acuerdos amistosos y concordatos con los poderes políticos. Esta estrategia fue puesta en claro sobre todo durante el Primer Concilio Plena rio de América Latina, en 1899.217 Ni nuestro gobierno, ni el clero católico ocultan ya su unión. Hace seis años, el presuntuoso obispo Montes de Oca declaró en París que a pesar de las Leyes de Reforma el clero fundaba conventos; hoy, el obispo Tritschler, (1) de Yucatán, declara con una franqueza que puede confundirse con el cinismo, la ayuda que Porfirio Díaz presta a los frailes. He aquí lo que traducimos del periódico The Saint Louis Republic, que se publica en Saint Louis, Missouri, correspondiente a su edición del 20 del pasado noviembre. El Reverendo señor Tritschler, obispo de Yucatán con residencia en Mérida, México, llegó a Saint Louis ayer acompañado del Padre Baldomero y Antonio Regil, también de Mérida. 216 217 Victoria, 1984: 29 Savarino, 1997: 634 Los viajeros regresan a su país después de un viaje a Roma por dos meses, donde el obispo Tritschler visitó al Papa Pío X (2) 235 en el Vaticano, llevando una importante misión especial que afecta al bienestar de todo el catolicismo en México. Los viajeros se han hospedado en el Hotel Jefferson y saldrán para la ciudad de México esta noche. El español y el latín son los idiomas que pueden hablar los viajeros, siendo el último el usado por todos los miembros de la clerecía católica cuando van a Roma. El obispo Tritschler dio a The Republic una entrevista por medio de un intérprete latinista. El dice que se está operando en su país un importante movimiento QUE TIENE EL APOYO DEL PRESIDENTE DÍAZ Y DEL SR. CASASÚS, (3) el nuevo embajador mexicano en Washington, a quien recientemente le dio un banquete el Club Latino Americano. Los mexicanos católicos de toda la república y los miembros de la clerecía católica en particular, están deseosos de conseguir el nombramiento de otro delegado apostólico para aquel país. Sigue hablando el periódico de la cordial bienvenida que Pío X dio a Tritschler; de la salud del embaucador del Vaticano, y termina la información diciendo que el obispo lleva una cruz de oro en el pecho que representa varios centenares de pesos. No sabe ese periódico que mientras Tritschler puede satisfacer su vanidad llevando centenares de pesos en una joya, muchas familias se pudren en la miseria. Los liberales no debemos perder tiempo. La insolencia del clero católico no esconde ya sus planes, y cuenta, como públicamente lo dijo el obispo Tritschler, con EL APOYO DEL PRESIDENTE DÍAZ Y DEL EMBAJADOR CASASúS, y si la dictadura y el clero se dan la mano para oprimirnos, debemos fortalecernos por medio de la unión, a fin de evitar la influencia del clero en los destinos de la patria. Sería no sólo necio sino criminal permanecer inactivos cuando los enemigos del pueblo se proponen extremar su contubernio. La patria ha sufrido mucho bajo la tiranía teocrática; y la degeneración del carácter, la miseria intelectual y material en que se encuentra el pueblo, el despotismo llevado hasta la crueldad, la explotación ruin al trabajador, la disolución de los hogares, todo eso se debe al maridaje del sable y del bonete. El clero multiplica sus conventos y sus escuelas; el gobierno, por su parte, pone al frente de los planteles de educación a nulidades supinas o a recalcitrantes clericales. Todo eso lo contemplamos y comprendemos los resultados que a la sociedad producirá el clericalismo; pero no hacemos un poderoso esfuerzo por poner un dique a la invasión de sombra que día por día hace más negro el porvenir de la raza mexicana. Generaciones mezquinas educadas en la hipocresía y el servilismo sucederán a la actual para vergüenza de nuestra historia, si con nuestra pasividad fomentamos la fuerza de los enemigos de la humanidad; ¿cuál será el porvenir de nuestros hijos? Envenenados desde sus tiernos años con las doctrinas de abyección del clero; repletos sus cerebros de imbéciles oraciones a los santos y de viles respetos a la fuerza; acostumbradas sus espaldas al arqueamiento servil y sus labios a la sonrisa venal; dispuestos siempre, por el temor a un Dios absurdo de represalia y de hiel, a someterse al clero, al rico y a la autoridad, por más que el primero sea embaucador, tartufo y traidor, el segundo avaro y la tercera arbitraria y brutal; débiles, cobardes, sin un rasgo de carácter, serán los eternos parias y los animales domésticos puestos al servicio de los audaces y de los truhanes. Es negro el porvenir. Aprovechándose de nuestra indiferencia, las aves siniestras del militarismo y del clero han cerrado el horizonte y mancillado el cielo de la patria, silenciosamente, cautelosamente, para que no despertemos de nuestro sueño vergonzoso. Y el despertar será terrible. Cuando abramos los ojos será porque un buitre de pesadilla nos habrá desgarrado las entrañas con toda la viveza de los que espían el sueño del enemigo para apuñalarlo. Reaccionemos. Permanecer indiferentes ante el peligro, es consentir la infamia. Menos malo sería para nuestra dignidad que ignorásemos lo que significa la preponderancia clerical en los destinos de la nación; pero cuando sabemos por nuestra historia y cuando palpamos en el presente los resultados fatales de la teocracia, es gran crimen y alta traición permanecer con los brazos cruzados, impasibles y fríos como divinidad azteca, ante el avance seguro del enemigo. Unámonos todos los que amamos la libertad. Formemos por medio de nuestra unión y de nuestra fraternidad un dique de esfuerzos solidarios que detenga la marcha de la onda negra que amenaza tragarnos. En Saint Louis, Missouri, se ha constituido la Junta Organizadora del Partido Liberal Mexicano. A ella deben unirse todos los liberales para formar el partido poderoso que defenderá nuestras libertades. Nuestros enemigos se unen para oprimir; unámonos los liberales para que se efectúe la redención que soñamos. Somos muchos los liberales; pero nos falta unión. Si queremos triunfar sobre el mal: ¡unámonos! Anakreón (Ricardo Flores Magón). Haciendas porfirianas “En los años del Porfiriato, las haciendas en México alcanzaron su máxima extensión en la historia del país.”218 Para empezar “según los datos disponibles, al finalizar el Porfiriato más del 95% de las aldeas comunales habían perdido sus tierras.”219 En Yucatán creció y se robusteció al amparo de la dictadura de los “científicos” una poderosa oligarquía, constituida principalmente y dirigida por los hacendados henequeneros… Organizador, jefe y principal usufructuario de esa oligarquía era Olegario Molina, potentado banquero, hacendado y político influyente en el Estado, primero por haber sido gobernador y luego por haber quedado sólidamente colocado en el seno del gobierno porfirista como ministro de Fomento, posición apta para seguir manejando la política y las finanzas yucatecas.220 La explotación de los peones y de los campesinos era quizá la más despiadada, más refinada y más violenta de la República… Ello se debía a la doble explotación organizada: la directa, que partía de la oligarquía henequenera, y la indirecta o exterior, que provenía del trust de la fibra, la International Harvester Company, representada en Yucatán por Olegario Molina, de quien se decía que, además de agente del trust, era socio del mismo.221 A tal grado fue la expoliación que se ejercía en Yucatán, que el descontento no era sólo de la población laboriosa de las haciendas henequeneras… sino que hasta de algunos hacendados de menor cuantía económica llegaron a ser víctimas de ella, lo que los hizo luchar contra Olegario Molina… Una de las pruebas de la complicidad antipatriótica de la oligarquía yucateca fue el convenio secreto que firmó Molina con la International Harvester, sacado a relucir después del triunfo de la Revolución, en uno de cuyos puntos se hizo constar “que la Casa de Olegario Molina y Cia. Empleará cuantos esfuerzos estén de su parte para deprimir el precio de la fibra de sisal, y que pagarán aquellos precios que de tiempo en tiempo sean dictados por la International Harvester Co. y que ésta dispondría de una reserva de henequén para obligar a bajar el precio, coaccionaría a los compradores Peabody (norteamericano) y Urcelay (yucateco) a no pagar más altos precios, e invitaba a la casa Escalante a cooperar en la baja, sometiéndose a los precios dados por la International Harvester”.222 218 Kats, 1984: 9 219 Kats, 1984: 13. “Aunque en el consenso general de la opinión la mayoría de las tierras comunales de las aldeas fueron expropiadas durante el régimen de Díaz, los estudiosos no están de acuerdo acerca de la magnitud exacta de esas confiscaciones.” Al pié en el original. Lo cierto es que el reproche por esta circunstancia siempre va dirigido al presidente Juárez. 220 Berzunza, 1956: 80 221 Berzunza, 1956: 80 222 Berzunza, 1956: 81. “Cuando se trataba de haciendas grandes en las que no podía operar a su sólo nombre y el de su madre, (mi padre) se ligaba a otros hombres de empresa y en su caso, muy especialmente a don Avelino Montes. El señor Montes hacía frente momentáneamente al aspecto económico y mi padre volatilizaba las propiedades para su compra y su venta, administrándolas mientras eran Este instrumento de explotación rindió sus frutos: mayores ganancias para la International Harvester y su agente en Yucatán, restricciones a algunos hacendados henequeneros no muy afines al grupo gobernante y mayor opresión de los cultivadores directos del henequén: los indios mayas… Antes del convenio, el henequén se cotizaba a 9.5 centavos de dólar la libra, y merced al citado documento bajo a 8.5 centavos.223 En 1911, al caer el régimen local de extracción porfirista, se cotizaba a 4.75.224 En 1901 Karl Kaerger informó: “El medio legal de atar criados a una hacienda consiste en hacerles un pago adelantado que, en su situación, significa que el trabajador que huye de la hacienda puede ser regresado a la fuerza por la policía. Los pagos por adelantado se hacen generalmente cuando un joven nacido en la hacienda llega a la edad de 18 o 20 años, o se casa. El amo le da entonces 100, 150 o 200 pesos para que establezca su casa y ambas partes tácitamente acuerdan que esa suma, y cualquier otra que se adelante posteriormente, en caso de accidente o de enfermedad, nunca se pagará. A ese precio vende su libertad el joven yucateco.”225 Así de fácil: “se les arraiga a la propiedad señorial a través del crédito y en forma tal que el trabajador endeudado es obligado hasta por la policía a continuar trabajando.”226 “Supimos del caso de un yucateco que, irritado, porque la sirvienta indígena demoró en llevarle el desayuno, le arrojó a la cara el jarro de leche hirviendo, golpeándola con una larga vara hasta dejarla inconsciente. Para villanos tan cobardes no hay castigo. La muchacha en cuestión declaró confidencialmente a un amigo que por algún tiempo pensó en asesinar al amo y que esta sed de venganza la tenía preocupada. Finalmente decidió pedir consejo a un cura. Éste le aconsejó mansedumbre y sumisión en todo a su amo. Lo peor de esta conjura para degradar a los indígenas es la participación de la Iglesia. Los sacerdotes apoyan incondicionalmente a los hacendados porque dependen de ellos económicamente.”227 “Un esclavo que se resistió (a ser devuelto a la hacienda, luego de ser atrapado en fuga) fue decapitado, su cuerpo arrojado a un lado del camino y la cabeza al otro. Se salvó de la última humillación de que le comieran la cabeza los zopilotes porque un perro la encontró y la llevó a Tekax.”228 “Es costumbre de un abogado, don Juan Molina, hermano de Olegario229, incluir a los esclavos propietarios. El grupo se ampliaba en algunas ocasiones a siete, ocho o más personas, de acuerdo con las circunstancias, y en diversos casos formaron parte del grupo don Olegario Molina y don Pablo J. Alonzo.” García Cantón, 1965: 14 223 Berzunza, 1956: 81 224 Berzunza, 1956: 82 225 Kats, 1984: 29 226 Kaerger, 1984: 59 227 Channing, 1984: 67 228 Baerlein, 1984: 71 229 Ministro de Díaz. cuando redacta una hipoteca aunque la ley prescribe que sólo se pueden hipotecar los inmuebles.”230 “Nunca se ha castigado a un juez por negligencia en el cumplimiento de su deber, más bien sus superiores les han llamado la atención por exceso de celo.”231 “Mentiríamos si afirmáramos que es frecuente que los indígenas mueran a consecuencia de los golpes recibidos. La mano de obra es sumamente escasa en Yucatán. Está en vigor una red perfecta de leyes y reglamentos para sujetar a los indios en las haciendas. Los infelices son absolutamente indispensables para que los yucatecos hagan fortuna y son demasiado valiosos para despacharlos irreflexivamente… (Por cierto) está prohibido que un indio de cualquier sexo contraiga matrimonio fuera de la hacienda…”232 “La organización del trabajo es igual en Tabasco que en Yucatán.”233 “Al terminar el siglo XIX y comenzar el XX, con el enorme incremento de la producción de henequén, el cultivo de maíz decreció de 15 000 hectáreas en 1845 a 4 500 en 1907.”234 “Alrededor de 1895 el precio de un peón oscilaba entre doscientos y trescientos pesos. En 1900, con el auge del henequén, el precio del trabajador subió a 1500 y 3000 pesos, y después de la crisis de 1907 bajó de nuevo a 400 pesos.”235 “Era en la tienda de raya donde se endeudaban los peones y a la vez producían un alto ingreso complementario al hacendado, quien fija los precios arbitrariamente… Además ahorraba dinero al no pagar en efectivo sino en los mismos productos de la hacienda, con lo cual dependía menos del mercado externo.”236 “Dícese rayar en México… al pago semanal de los jornales devengados, y se explica la etimología por las rayas que se van haciendo en la lista… los sábados el rayador de la fábrica (en el caso de los centros urbanos), por sí y ante sí, del salario, lo debido a la tienda con un recargo de un 18% aunque sea sólo por una semana.”237 El gobierno de Díaz fue cómplice de estas atrocidades no sólo a través de su extrema permisividad: “El ejército y los rurales combatieron a los indígenas y campesinos de Quintana Roo y contribuyeron a su deportación; en el norte lucharon contra los yaquis que, al ser capturados, eran deportados inmediatamente… El jefe político de Pochutla proporcionaba trabajadores de los pueblos de su jurisdicción a los hacendados, y si los peones huían antes de terminarse el contrato se encargaba de devolverlos a las haciendas. Las autoridades municipales de Tenosique y Balancán regresaban constantemente a los trabajadores que huían de los aserraderos de los mejares, y los jefes 230 231 232 233 Tabasco. 234 235 236 237 Baerlein, 1984: 73 Baerlein, 1984: 75 Channing, 1984: 67 Kaerger, 1984: 77. Lo señalo porque Romero Rubio fue senador y se reeligió varias veces, por Kats, 1984: 28 Kats, 1984: 28 Kats, 1984: 30 Kats, 1984: 114 políticos de cuatro grandes poblaciones del sur de México enviaban con regularidad a los presos a trabajar bajo contrato a Valle Nacional.”238 “Estas formas de coacción propiciaron un asombroso aumento de la producción de frutos tropicales en la era porfiriana. Fuera de Yucatán, los beneficiarios de las plantaciones eran principalmente extranjeros: alemanes en las fincas cafetaleras de Chiapas; españoles y cubanos en las tabaqueras de Valle Nacional; norteamericanos en las plantaciones de caucho de la región de Tehuantepec. Los henequeneros de Yucatán eran todos mexicanos, aunque no fueron ellos sino la International Harvester Company la que más se benefició con el auge del henequén en 1910… El gobierno de Diaz había formado una fuerza de policía llamada los rurales, así como un ejército suficientemente fuerte para aplastar la resistencia y los levantamientos de los campesinos… El gobierno de Díaz estuvo descaradamente ligado a la esclavización de multitudes de indios yaquis y mayas.”239 En el centro de México, “con el despojo de las tierras comunales que se generalizó en el Porfiriato, se formó una masa de campesinos desposeídos, de la cual sólo una porción mínima podía ser absorbida por la incipiente industrialización que experimentó el centro de México entre 1876 y 1910… A pesar de que la demanda de maíz y trigo aumentó considerablemente en el periodo de Díaz, la producción bajó y México dependió cada vez más de la importación de estos productos. El bajo costo de la mano de obra no justificaba la mecanización. En 1902, Karl Kaerger calculó que en Jalisco costaba un 8 por ciento más usar maquinaria que cosechar a mano. (En algunas haciendas…) se prolongaron las horas de trabajo sin un aumento correlativo de los salarios… Al comenzar el siglo XX la hacienda ya no otorgaba raciones gratuitas de maíz a los peones acomodados. Incluso los peones acasillados tenían que pagar (en la tienda de raya) el precio del mercado. (Y es que) Las haciendas procuraban derivar hacia los peones el riesgo de las fluctuaciones del mercado.”240 “Los sueldos que se adelantaban en la Pascua de Resurrección y en Navidad, y en ocasiones señaladas de la vida del trabajador, como el día de su boda… y que tácitamente se aceptaba que no se pagarían, eran una expresión de la magnanimidad del hacendado y de su interés por el bienestar de sus trabajadores. En muchos casos el prestigio y la importancia del trabajador crecía al parejo de su deuda con el hacendado.”241 “Mientras que existen informes sobre el peonaje por endeudamiento en el centro y sur de México, muy poco se sabe sobre el norte. Como ya vimos, la cercanía con los Estados Unidos y la competencia de las nuevas industrias parecen indicar que era mucho más difícil atar al trabajador a la hacienda en el norte que en cualquier otra parte de México… En Nuevo León y Sonora, la ley estipulaba que la deuda del peón no podía exceder el equivalente de tres meses de sueldo.”242 238 239 240 241 242 Kats, 1984: 31 Kats, 1984: 32-33 Kats, 1984: 33-34 Kats, 1984: 38 Kats, 1984: 47 “Ningún propietario de la localidad aceptará a un trabajador que no sea su deudor”, escribía el agente en Pichucalco. “Si el trabajador debe menos de 100 pesos, los contratos se firman ante el juez de lo civil, y ante el juez de primera instancia si la deuda es mayor. Esto se debe a que todavía existe la servidumbre en Chiapas, restos desafortunados de la esclavitud del pasado”, informaba el agente desde Catzajá, Distrito de Palenque, Chiapas, y el de Jonuta, Tabasco, decía: “Los trabajadores del campo están sujetos en una especie de servidumbre, derivada por una deuda de $300.00, $400.00, $500.00 o más, contraída por el siervo y por la ley que rige en estos contratos, permitiendo el confinamiento forzado del siervo… Se le conceden tres días de plazo por cada $100.00 que deba para conseguir otro amo dispuesto a liquidar la deuda.”243 “En todas partes, el hacendado tenía derecho de pernada sobre las mujeres. Con frecuencia el hacendado o el capataz, después de disfrutar una niña apenas púber, llamaban a un peón joven y le decían: “Esta es tu esposa.” Tal era la ceremonia de matrimonio.”244 “Ningún propietario de la localidad aceptará a un trabajador que no sea su deudor”, escribía el agente en Pichucalco. “Si el trabajador debe menos de 100 pesos, los contratos se firman ante el juez de lo civil, y ante el juez de primera instancia si la deuda es mayor. Esto se debe a que todavía existe la servidumbre en Chiapas, restos desafortunados de la esclavitud del pasado”, informaba el agente desde Catzajá, Distrito de Palenque, Chiapas, y el de Jonuta, Tabasco, decía: “Los trabajadores del campo están sujetos en una especie de servidumbre, derivada por una deuda de $300.00, $400.00, $500.00 o más, contraída por el siervo y por la ley que rige en estos contratos, permitiendo el confinamiento forzado del siervo… Se le conceden tres días de plazo por cada $100.00 que deba para conseguir otro amo dispuesto a liquidar la deuda.”245 “Cuando apareció en 1910 el renombrado libro de John Kenneth Turner, México bárbaro, la prensa, el gobierno y los hacendados protestaron enérgicamente, negando las acusaciones.”246 Superficie sembrada de henequén Año Mecates 1876 800 mil 1883 1, 002,905 1895 1,168,948 1909 4, 580,860 243 Kats, 1984: 48 244 Beals, 1982: 327 245 Kats, 1984: 48 246 Kats, 1984: 52. “Unos quince años más tarde, Ernest Gruening viajó por la misma región que había visitado Turner, confirmando específicamente todo lo dicho por éste, y añadió: “En 1923 viajé por esas regiones. Ni siquiera los hacendados yucatecos lo negaban a pesar de que los recuerdos eran dolorosos y gobernaba el estado un revolucionario militante, Felipe Carrillo Puerto. Lo malo siempre sucedía en la hacienda del vecino”. Alvarado La actuación de Alvarado ya había dejado huella en la península yucateca, alcanzando su influencia a Campeche, donde a finales de 1915 Mucel pasó al estado el control de la Comisión Reguladora del Mercado del Henequén, un paso similar al dado en Mérida para desarticular el poder de la oligarquía. Así como la acción de Múgica en Tabasco preparo el camino para la instauración del poder de Tomas Garrido Canabal, Alvarado diseño el escenario para los espectaculares tiempos de Felipe Carrillo Puerto, y Joaquín Mucel Acerato, de alguna manera, sentó las bases para la futura actividad “socialista’’ de Ramón Félix Flores en Campeche. Mucel llegó a Campeche el 10 de septiembre de 1914, nombrado gobernador y comandante militar por Carranza, preocupado por la “alarmante concentración de la tierra y la riqueza”, y como otros enviados desde el centro, realizó una serie de reformas para contribuir a la emergencia de los sectores populares.247 Haberman “Lo que hacía a Haberman especialmente invaluable para Obregón y para Calles era su relación con Samuel Gompers y otros diez oficiales de la Federación Americana del Trabajo (AFL por sus siglas en inglés). En búsqueda del reconocimiento por parte de Estados Unidos de su gobierno, Obregón cultivó el apoyo de líderes de la AFL quien, en turno, enlistó a Haberman para su propia campaña para derrotar al radicalismo y esparcir la influencia de la AFL en México. Haberman promovió a la Federación Panamericana de Labor (PAFL por sus siglas en inglés), creada en 1918 y concebida por Gompers como un instrumento para dominar los patrones de los movimientos de labor de Latinoamérica. También es probable que trabajara como espía para el gobierno norteamericano. En el menor de los casos, se ofreció para colaborar con el departamento de justicia de E.U. para debilitar la influencia radical en México. Las actividades de Haberman... moldearon los contornos de la política nacional... manipulando fuerzas populares para limitar el cambio... Obregón y Calles lo usaron en su campaña para consolidar su estado posrevolucionario entre la presión intervencionista por parte de E.U. y las amenazas de la izquierda doméstica y de fuerzas reaccionarias.”248 247 Martínez Assad, 1994:498. Remata el autor: “El sureste se inflamó con una corriente revolucionaria no siempre incondicional del poder central, que se fortalecía. Elementos históricos y culturales daban a esta región un contenido revolucionario diferente a la Revolución que venía del norte, asociada sobre todo con los proyectos agraristas y obreristas, con referencia al zapatismo y al obrerismo veracruzano. Del sureste, en cambio, surgieron las propuestas más radicales de un proyecto emergente en términos burgueses, asociado a la aplicación del jacobinismo, no reducido solo al anticlericalismo sino en su más amplia acepción. Entre 1920 y 1924, el obregonismo dominante dio pauta a la radicalización del proceso político para la conformación del nuevo Estado.” 248 Andrews, Gregg, “Robert Haberman, Socialist Ideology, and the Politics of National Reconstruction in Mexico, 1920-25”, Mexican Studies Vol 6 No 2, 1990: 190 “Un consejero principal de Plutarco Elías Calles... el norteamericano Robert Haberman apoyaba a la CROM... era el único extranjero en ser parte del Grupo Acción, el poderoso grupo responsable de las políticas de la CROM, trabajó con Luis Morones para aislar y derrotar uniones rivales y fuerzas de izquierda... Haberman trabajó de cerca con Carrillo Puerto para promover la cooperación y organización de trabajadores yucatecos contra las miserables condiciones de su trabajo en las haciendas henequeras.”249 “Haberman... dio al departamento de justicia de E.U. información acerca de radicales mexicanos. El 18 de julio, el día en que Haberman supuestamente había sido deportado (por Obregón), se apareció en la oficina de J. Edgar Hoover acompañado de E. C. Davison, el sec250 retario general de tesorería de la Unión de Maquinistas (IAM). Davison le dijo a Hoover que uno de los deberes de Haberman como miembro de la IAM era proveer a líderes de la AFL con información acerca de radicales en el movimiento laborista de México. Él confirmó que Haberman, al contrario de las declaraciones que lo acusaban de supuestas actividades comunistas, estaba trabajando con la AFL para derrocar al radicalismo en México. Haberman se distanció de los comunistas fanáticos y le dio a Hoover información acerca de muchos radicales en México. Incluso le advirtió a Hoover que una reportera americana Katharine Ann Porter, quien era cercana a varios radicales mexicanos, estaba obteniendo información del anexo militar de la embajada norteamericana en la Ciudad de México - un individuo, declaró (Haberman) “propensa a tomar (alcohol) en exceso y ser anfitriona de fiestas en donde las mujeres participan.”Davison y Haberman se ofrecieron para estar al servicio del Bureau cuando fuera necesario. Ellos enfatizaron el carácter conservativo del gobierno de Obregón. Haberman explicó que Obregón había tolerado a elementos radicales hasta la protesta en la cámara de diputados y el descubrimiento de un supuesto complot comunista para asesinar a líderes de la PAFL lo hicieron perder la paciencia. De acuerdo a Haberman, líderes de la CROM presionaron a Obregón para deportar a los radicales extranjeros.”251 “Calles utilizó el viaje de Haberman a los Estados Unidos en julio de 1921 para asegurarle a los líderes de la AFL que el gobierno mexicano revocaría el artículo 27 de la Constitución a través de la Suprema Corte”, como acabaría sucediendo en noviembre de 1927. 249 Andrews, Gregg, “Robert Haberman, Socialist Ideology, and the Politics of National Reconstruction in Mexico, 1920-25”, Mexican Studies Vol. 6 No. 2, 1990 : 189-191 250 251 Gregg, Andrews, 1990: 198 Radicalismo de Felipe Tremendo escándalo provocó en su tiempo la intervención del diputado Felipe Carrillo Puerto en la manifestación obrera que se efectuó en la Ciudad de México el domingo 26 de septiembre de 1920, la cual tuvo por objeto medir la reglamentación de los artículos 27 y 123 de la constitución de la República y también que se estableciera una comisión reguladora del comercio. Según los relatos… el líder yucateco en compañía de otros dirigentes sindicales desde el balcón central de Palacio Nacional, enarboló una bandera roja y pronunció una arenga subversiva, incitando al pueblo a la violencia: “Si los comerciantes, acaparan los víveres y a ustedes les falta pan, pues ir a las tiendas, demoler las puertas y saquear todas las existencias. Dinamitemos la cámara de diputados, para que ya no haya más holgazanes, exterminemos cuanto antes el senado, acabemos con la Suprema Corte, ya no más manifestaciones pacíficas, ya no más palabrería, lo que el pueblo necesita es imponerse. Hay que poner pues en práctica los principios bolcheviques. Hagamos ondear la bandera roja de las reivindicaciones… En vez de permitir que se toquen las campanas, que el pueblo las baje de la torre y acuñe monedas de bronce. Incendiemos, exterminemos, para llegar al logro de los altos ideales del comunismo, la repartición de tierras, el aumento de los jornales, se tienen que obtener por medio de la fuerza, no mediante manifestaciones de protesta pacíficas”.252 Hubo gran revuelo en la prensa del país y Carrillo Puerto, en carta aclaratoria dirigida a El Universal hizo constar enfáticamente: “Debo decir de una vez por todas lo siguiente: NO ME RETRACTO NI ME RETRACTARÉ JAMÁS DE CUANTO DIGA Y HAGA, PORQUE CONCIENTE DE MIS ACTOS, SÉ HACERME RESPONSABLE DE ELLOS, pero igualmente debo advertir que la información dada sobre mi discurso en la manifestación… malévolamente hace mías palabras que no he pronunciado, por lo que protesto enérgicamente contra toda afirmación con tal sentido, puesto que en los detalles del cronista dice mucho de lo que no fue y muy poco de lo que en la conciencia de todos mis oyentes del domingo está.”253 El gobernador Elecciones” En las elecciones que se llevaron a cabo el 6 de noviembre de 1921, participaron cuatro candidatos: Felipe Carrillo Puerto para el Partido Socialista del Sureste quien resultó ganador al obtener 62,801 votos; Bernardino Mena Brito, para el Partido Liberal Yucateco, con 2,888 votos; el Lic. Ricardo Molina Hubbe para el Partido Democrático, formado por quienes se habían comprometido con Alvarado, con 431 votos, y el Dr. Miguel Alonzo 252 253 Sosa Ferreyro, 1969: 25-26 Sosa Ferreyro, 1969: 26 Romero, apoyado por el Partido Liberal Constitucionalista, con 12 votos. Con el triunfo de Felipe Carrillo, también resultaron ganadoras las planillas sostenidas por el Partido Socialista del Sureste en las elecciones de diputados y ayuntamientos, con lo cual la oposición fue totalmente derrotada en esa ocasión.254 El Agrarista El líder de Motul destinaba todos los “jueves agrarios” de cada semana para repartir tierras ejidales y afectar haciendas henequeneras y ranchos… Durante 1922, primer año de su gobierno, repartió 208,962 has. Entre 10,727 campesinos, y al año siguiente hasta diciembre en que cayó el poder ejecutivo, ascendía el reparto a 500 mil has. Con ello confirmaba su lema tomado de Emiliano Zapata: “Tierra y Libertad”.255 En otros aspectos relacionados con la materia creó la Dirección Técnica de Agricultura, para divulgar los modernos métodos agrícolas y para dotar a los pueblos muy pobres de instrumentos de labranza. Realizaba esa labor a través de la Liga Central de Resistencia del Partido Socialista, que ya contaba con 417 Ligas adscritas y con 72,598 afiliados. Su distintivo era un triángulo rojo… La política agraria dio como resultado que en el último año de su administración existieran en el Estado más de 50 millones de pesos en maíz y otros cereales que produjo el estado peninsular.256 Resumiendo estadísticamente al labor agraria de Carrillo Puerto, en escasos dos años distribuyó tierras en dotación provisional al 46 % de los poblados yucatecos con una superficie de 665, 835 has., beneficiando a 34,796 campesinos. Estas dotaciones se quedaron en provisionales porque las definitivas, firmadas por el presidente Obregón sólo fueron de cuatro poblados dotados con 2,800 has. en favor de 892 campesinos, lo cual demuestra la ninguna ayuda de su gobierno al de Carrillo en el cumplimiento del programa agrario.257 El Organizador de los obreros No obstante, en materia laboral, “Dio personalidad jurídica a los siguientes sindicatos: de Mecánicos Electricistas, de Albañiles de Mérida, de Dependientes y Cocineros de Restaurantes Cafés y Similares de Mérida, Sindicato de Tipógrafos, Sindicato de Obreras y Obreros de Cigarros La Nacional de Mérida, de Mecánicos, Herreros y Paileros de Mérida, de Sastres, de Fundidores, de Panaderos, Franeleros, Tranviarios, obreros de la Fábrica 254 255 256 257 Orosa Díaz, Jaime, 1982: 50 51 Civeira, 1986: 39 Civeira, 1986: 39 Civeira, 1986: 40 de Artefactos de Henequén, Sindicato de Chocolateros, Dulceros y Similares, Expendedores de Pan, Azucareros, Cerceceros, Fosforeros, etc… Y de esta manera continuaría hasta relacionar 618 organizaciones cuuyas fichas jurídicas de trabajo, copias o apuntes, localicé en mi afán de formar en 1945 un catálogo de todas ellas, sin lograrlo…258 El político “Felipe había desarrollado grupos de agitadores de tiempo completo y agentes de propaganda así como el entrenamiento de maestros de escuela que al mismo tiempo fueran activistas... después del cese de Alvarado en 1918, la movilización del campesinado yucateco sufrió un severo retraso durante el reino de terror y represión librado contra el Partido Socialista del Sureste por los oficiales de Carranza... tampoco (Felipe) sabía cuánto tiempo tenía para galvanizar al campesinado en una fuerza política efectiva a su red centralizada de ligas de resistencia... (así como) su capacidad militar era prácticamente nula, con pocas armas y balas y sin entrenamiento... un presidente de una liga de resistencia confiesa, en 1922 : “la verdad es, Sucúm Felipe, que no sabemos disparar a un simple blanco”... Felipe tampoco sabía si Obregón y Calles fueran a sancionar sus planes para expropiar las plantaciones de henequén, que producían ingresos federales substanciales... Carrillo Puerto se daba cuenta que necesitaba un movimiento masivo, movilizando grupos y clases sociales alrededor de una ideología y agenda revolucionarias coherentes... y eso tomaría bastante tiempo, más que el que probablemente tenía... así que la solución era... consolidar una serie de alianzas estratégicas con poderosos caciques subregionales, así como cimentar relaciones más fuertes con uno o los dos de sus patrones nacionales, Obregón y Calles... su solución hacia el fenómeno del cacique... ayuda a explicar su éxito inicial con su régimen y su súbito fracaso.”259 El amigo americano ”Carrillo Puerto, ahora el gobernador socialista de Yucatán, designó a Haberman como agente para la Comisión Exportadora de Yucatán, la cual había reemplazado a la Comisión Reguladora del Mercado de Hénequen para ser el cuerpo responsable del mercado del henequén del estado. El cónsul americano en Progreso, Yucatán, se alarmó de que Haberman ocupara este puesto pero señaló que Carrillo Puerto y sus colegas radicales se habían vuelto más conservativos para el verano de 1922... Mientras tanto Haberman se 258 259 Civeira, 1986: 44 Gilbert M., Joseph, 1980: 40 movía en una dirección más conservativa, demostrando una voluntad brutal por destrozar las huelgas de la CGT (competencia de la CROM). Durante una conversación de dos horas a finales de 1922 con Louis DeNette, un agente del Buró de Investigación de los Estados Unidos, (Haberman) explicó que la CROM estaba trabajando con el gobierno mexicano para destruir a la CGT. Él culpaba a la CGT por la inestabilidad laboral en México y se quejaba que los líderes de la industria necesitaban una estrategia más centralizada y deliberada para combatir las tácticas de los sindicalistas... Sugiriendo que los Estados Unidos observen el destino de la siguiente huelga en la Ciudad de México, Haberman explicó que oficiales mexicanos habían adoptado un plan, “muy secreto en los círculos internos del gobierno mexicano,” del cual él había sido el autor para combatir al CGT. De acuerdo a su plan, el gobierno les insistiría a los supervisores de las plantas que empleaban a trabajadores de la CGT que fomentaran una huelga general y luego abrieran fuego a todos ellos. Tropas federales aguardarían en las plantas mientras afiliados a la CROM reemplazarán a los trabajadores de la CGT... Haberman admitía que el plan era sanguinario, pero enfatizó que “no hay otro modo para que la lección se le transmita a los comunistas que tienen que respetar (a la) propiedad (privada) y cesar su propaganda bolchevique.”260 Felipe y el presidente Obregón El 30 de marzo de 1923 Carrillo Puerto envió al general Obregón, presidente de la República el siguiente telegrama: “Gran indignación ha causado el que Juez Distrito licenciado Zapata haya concedido tres amparos ya en la cuestión repartición ejidos poblaciones este Estado. Hacía mucho tiempo no concedíase ningún amparo por jueces distrito reaccionarios teníamos aquí y a este señor seguramente hásele pasado desempeñar este cargo porque conocíacele como recalcitrante enemigo trabajadores y transgresor Constitución General República. Tal virtud ruégole encarecidamente interponga sus influencias fin sea separado este Estado pues tiene fama girar siempre contra intereses trabajadores. Tanto en Campeche como en Veracruz ha sido separado mismos cargos por su falta equidad impartir justicia pueblo. Según criterio Suprema Corte antes jurisconsulto necesitase ser revolucionario para ser juez distrito y persona refiérome no puede sustentar criterios revolucionarios puesto fue educado colegio católico. Respetuosamente. El Gobernador del Estado.”261 El 2 de abril el presidente informó: “Enterado por su atento mensaje ayer disposiciones dictadas por juez distrito licenciado Zapata: y con todo gusto 260 261 Andrews, Gregg, 1990 : 200-201 Civeira, 1986: 39 trataré asunto, forma extraoficial y discreta con Suprema Corte por ser aquel alto tribunal el que debe resolver asunto referencia. Afectuosamente.”262 De camino a la muerte “Felipe tal vez tenía la esperanza de que Obregón y Calles lo ayudaran con refuerzos y armas... Carrillo había visitado a Obregón y a Calles semanas antes de que la revuelta (delahuertista) estallara, buscando garantías militares federales para su región en el evento de una invasión, y haciendo el pedido de rifles modernos para sus (campesinos) ligados (de las ligas de resistencia). Obregón había dado rodeos y al final le negó estas peticiones, minimizando la amenaza que la revolución socialista de Carrillo pasaba, argumentando que el gobierno federal estaba forzado a comprometer sus prioridades de defensa a otras regiones de la república que él (Obregón) juzgaba eran más vulnerables que Yucatán. Carrillo inmediatamente regresó a Mérida y comenzó desesperadas negociaciones con los Estados Unidos para la compra de armas y munición -negociaciones que todavía estaban en progreso cuando la revuelta estalló.”263 Acta de divorcio En Mérida, a las diez y ocho horas y treinta minutos del día veinte y cuatro de noviembre del año de 1923, ante mi profesor Rafael Cebada Tendeiro, director general del Registro Civil del Estado y Oficial del ramo en esta capital, compareció: El señor Felipe Carrillo Puertio, quien declaró ser de cuarenta y ocho años de edad, funcionario público, de nacionalidad mexicana y de esta vecindad y manifestó: que con fecha 18 de febrero de 1898 contrajo matrimonio en la ciudad de Motul del estado de Yucatán, con la señora María Isabel Palma Puerto, bajo el régimen de sociedad legal, como acredita con el certificado respectivo que en este acto se exhibe y mando archivar; que la referida señorita, según el exponente es de 44 años de edad, ocupada en atenciones de su hogar, de la misma nacionalidad y vecindad; que durante su vida matrimonial con ella tuvo cuatro hijos llamados: Dora, que nació el 30 de noviembre de 1901 en esta ciudad; Gelithzli, el 25 de enero de 1903, en Motul, Jesús el 24 de diciembre de 1913 en esta capital, y Alba, que nació el 14 de enero del año de 1911, en Motul, de los cuales la primera es casada, la segunda se encuentra educándose en un colegio de los estados Unidos de Norteamérica y los dos últimos se encuentran en poder de la madre, declaración que hace el exponente bajo la previa y solemne protesta de decir verdad; y que no tiene bienes.”264 262 Civeira, 1986: 39 263 SD-CPR, Con. Corr., 800, Marsh to Secretary of State, 11 Dec. 1923, Álvaro Gamboa Ricalde, Yucatán desde 1910 3 (México, 1955), p. 345 264 Sosa Ferreyro, 1969: 20-21 El Reformador “En enero y noviembre de 1923, Carrillo Puerto decretó respectivamente las leyes de expropiación agraria. En la primera de ellas se estableció la legalidad de la expropiación de bienes de propiedad privada, agrícolas y otras, por causa de utilidad pública. Según el artículo cuarto, se consideraron expropiables: 1) los terrenos ubicados en los lados de los caminos carreteros hasta una distancia de 110 metros por cada lado; 2) los terrenos de más de 2 000 m2, situados en todas las poblaciones que no llegaran a la categoría de ciudad; 3) los terrenos cultivados, de más de 1 600 m2; 4) los terrenos no cultivados, de más de 1 000 m2 ubicados en Mérida y en los que no hubiera construida una casa; 5) las negociaciones agrícolas que fueran de interés general, cuando la expropiación tuviera por objeto mejorar el servicio público o evitar la disminución de la producción agrícola. Con base en el artículo 27 constitucional, Carrillo Puerto decretó la Ley de 1923, mediante la cual las haciendas podían ser incautadas y expropiadas a solicitud de las Ligas de Resistencia o asociaciones de trabajadores, con el objeto de su aprovechamiento agrícola y repoblación pecunaria. En esta ley se consideró que el estado no podía permitir que por falta de recursos o por imposibilidades económicas particulares, se perdiera o dejara de aprovecharse la riqueza de las haciendas de henequén, caña de azúcar y ganado vacuno. En consecuencia, a solicitud de las ligas o asociaciones de trabajadores, las propiedades podían ser incautadas y expropiadas. En el artículo quinto se mencionaba que la traslación de dominio de la hacienda expropiada a favor de la liga debía hacerse por cuenta del estado y ordenada de oficio por el juez respectivo.”265 Inicia la rebelión El 6 de diciembre de 1923, el gobernador Carrillo Puerto recibió el siguiente telegrama: “En mi carácter de jefe de las operaciones militares en esta entidad, y en compañía del C. capitán de navío, Comandante general de la Marina del Golfo, Hiram Toledo, y el capitán de navío, jefe del cuerpo de Infantería de Marina del Golfo, Alfonso Calcaneo Díaz, dirigí al C. General Alvaro Obregón, el mensaje que enseguida insert5o: -En defensa de las instituciones de la República, y para contribuir dentro del honor militar a la conservación de la paz, al respeto de la voluntad púbica nacional, y para evitar una odiosa 265 108-109 Montalvo, Enrique, Historia de la cuestión agriaría mexicana volumen 2, Siglo XXI, 1988: imposición que destruirá en su cuna la formación democrática del gobierno, hemos resuelto asumir la defensa de esas instituciones, conculcadas tan gravemente por el gobierno que usted representa. La violación de la soberanía de los estados de San Luis Potosí y Michoacán, entre otros, la falta de independencia y garantías para el libre funcionamiento del poder legislativo federal,m la anarquía y discilpina que se fomenta en el ejército desde las más atas esferas oficiales, son innegables y obligados fundamentos de nuestra actitud, que sólo la insporan, podemos asegurarlo, el bien de la patria.-Lo comunico a Usted haciéndole saber que cuento con 22 mil hombres a mis órdeenes, 230 ametralladoras, cuatro baterías de tipo poderoso, la artillería de la fortaleza de Ulúa, todos los barcos de guerra del Golfo, así como con el indiscutible, franco y fuerte apoyo de la opinión nacional, cansada ya de tolerar un gobierno de indecisiones y de atentados que busca la popularidad en la anarquía y que desconociendo sus propios orígenes, pretende llevar a cabo la más descarada de las imposiciones. Los que en el año de 1920 combatimos al presidente Carranza, seríamos inconsecuentes con nuestra conducta de entonces si no combatiéramos hoy a un gobernante que sin las virtudes de aquel, incurre en el mismo vicio de imposición que ayer apenas combatiera y llevado a grado máximo de cinismo… Por lo que he expuesto y en nombre de la patria a la que debemos evitar a todo trance un espectáculo sangriento, invito a Usted para que secunde este movimiento, haciéndole saber que en este puerto se haya dando bandera a nuestra causa el recto y probo ciudadano D. Adolfo de la Huerta, candidato nacional a la Presidencia de la República cuya popularidad y prestigio en vano se ha pretendido deslustrar. Protesto a Usted que al dar este paso, no mueve a ninguno de los iniciadores sentimientos vituperables, ambición material o política, sino el impulso del deber y de nuestra responsabilidad ante la historia como revolucionarios y como militares. La paz y la democracia del país están en nuestras manos, y nuestras manos deben salvar prendas tan preciosas para el porvenir de México. Ruego a usted conteste inmediatamente.- EL GENERAL DE DIV. J. DEL E. O. GUADALUPE SÁNCHEZ.”266 “Obregón –dijo De la Huerta al levantarse en armas en Veracruz- investido con la facultad de velar por la observancia de las libertades públicas conforme a nuestras leyes, ha empleado el inmenso poder que el pueblo depositó en sus manos para aherrojar esas libertades convirtiéndose en líder político de la impopular candidatura del general Plutarco Elías Calles a fin de asegurarse más tarde una inmediata reelección, que la nación rechaza y nuestra ley condena.”267 266 267 Sosa Ferreyro, 1969: 35-36 Cárdenas, 1995: 165 ASESINATO Del coronel CARLOS TIBURCIO ROBINSON. Jefe de la Guarnición de Mérida. No había Jefe de las Operaciones Militares, desde que, en marzo de 1923, fue removido el Gral. Alejandro Mange: …La noche del 11 de diciembre estuvo (el declarante, teniente Díez Martínez) como Jefe del destacamento que por orden superior, desde hace bastante tiempo estaba guarneciendo el Banco Francés, en esta Ciudad que el destacamento estaba formado por soldados del 18 Batallón de línea , de cuyo Cuerpo el que habla, era Subteniente, al amanecer del día siguiente, el Subteniente Miguel Ávalos le comunicó una orden verbal del Jefe del Cuerpo, Coronel Carlos T. Robinson, para que se reconcentrara en el cuartel; que cumplió esa orden y que cómo a las nueve de la mañana salieron a bordo de un tren con dirección a Campeche, con el objeto de batir al cuarenta 40 Batallón que se había rebelado; que en Estación Chuburná, el tren en que el dicente marchaba, se detuvo con el fin de dejar pasar otro que venía de Progreso con fuerzas de la primera compañía a las órdenes del teniente Fermín González, tren que se adelantó al que salió de Mérida; que a la distancia, poco más o menos de tres kilómetros adelante de la Estación Chocholá de los Venados, sobre la vía de Campeche, el convoy en que iba el de la voz , se detuvo: que él vio que en las cercas de piedra que van paralelas a la vía, estaban tendidos los soldados que se adelantaron en Chuburná; que en ese momento pasaba junto al declarante, el Capitán 2o., Ignacio Estrado hablando con unos sargentos, que lo que les decía, no lo pudo escuchar; que por curiosidad, lo siguió, así como para averiguar lo que pasaba . que al descender vio ya en pie a un lado del tren, al Coronel Robinson; a su lado, al teniente Coronel Yzunsa Medina, y, enfrente de ambos, a los oficiales del 18 Batallón Capitán Primero Carlos Barranco, Capitán Primero Héctor Palacios, Capitán Segundo Ignacio Estrada y Teniente Enrique Estrada; que dichos oficiales se hallaban ya en actitud rebelde y que los dos Jefes primeramente citados, traban de imponerse con dignidad, a las presiones de los segundos, que , ha contestado que eso lo presenció el de la voz como simple espectador sin mezclarse en lo absoluto en la discusión que en dicha actitud rebelde sin que al declarante se le dijese algo, regresó el Cuerpo o sea el 18 Batallón., a Mérida donde tuvo noticias de que el Coronel Juan Ricárdez Broca, (se) había proclamado Gobernador Comandante Militar del Estado secundando el movimiento revolucionario que en Veracruz inició el Dr. Adolfo de la Huerta; que desde estos acontecimientos, estuvo en Progreso de destacamento, como unos ocho días; de la explicación de que en un momento como aquel y en un lugar como es Yucatán, era casi imposible substraerse a la acción de los que fungían como jefes; que la noche del dos de enero como a las 18 horas el Teniente Coronel Luis G Estrada Jefe del 18 Batallón dio orden de que se alistaran cincuenta soldados a las órdenes de un oficial; que como a las 23 horas del mismo día, encontrándose tomando una copas en la comandancia del Batallón en Unión de los ciudadanos Mayor Vicente Porcayo, Capitán Primero Héctor Palacios y Subteniente Guillermo Bobadilla, llegó el Capitán Segundo Ignacio Estrada quien por vía de pláticas les dio informes de que el Gobernador Felipe Carrillo Puerto y otras personas de su administración están siendo juzgada en el Consejo de Guerra, en el interior de la Penitenciaría Juárez, que había habido antes careos en los que estuvo a punto de desmayarse el Sr. Wilfrido Carrillo Puerto, hermano del Gobernador, que tomaron la dirección de ese establecimiento Penal al que llegaron como a las 24; que al penetran al lugar en que se estaba efectuando el Consejo de Guerra, supo que éste había ya terminado, viendo el dicente que en aquel momento, el Juez, Licenciado Hernán López Trujillo, a quien conocía, dictaba la sentencia, al escribiente Luis G. Saldaña, que escribían en una máquina que ese trabajo terminó como a las cuatro de la Madrugada, que a esa hora el Coronel Hermenegildo Rodríguez ordenó al Mayor Nicanor Castillo S., Jefe de la Corporación de Sueltos, que fuera a buscar los 50 soldados al mando de un oficial que estaban preparados en el Cuartel, y, además, dos caminos; que pudo escuchar el Juez Instructor militar Licenciado Hernán López Trujillo, que en esos momento s dijo: Hay que agregar a este expediente la orden de proceder y también llevarlo al anterior por si los reos quien que se lea la sentencia antes de la ejecución, dicho lo cual tomó el legajo, introdujo en una carpeta de hule y se lo entregó al Secretario de Juzgado Saúl Jiménez, que transcurrido un rato mientras llegan los soldados, y que como alguien pretendió marcharse, le fue impedida la salida por la guardia, corriendo después rumores de que estaban encerrados por orden superior, que vio al Secretario Saúl Jiménez, dictarle al Capitán Andrés Y Fernández, Director dela Penitenciaría, la lista que los que debían ser ejecutados; pues estos fueron amarrados de dos en dos y conducidos entre filas a los caminos que los esperaban, a pregunta especial contestó que lo único que le consta es que el ...tor Guzmán le dijo: “Si me exigen que yo vaya al Panteón, me desmayo, yo no puedo resistir eso, si pudo notar el Juez daba muestras de nerviosidad, que embarcados los prisiones marcharon al cementerio todo solos allí presentes sin que pueda declarar nada ........sólo puede decir que el Licenciado Berzunza que en el momento de caer gritaba “Ay Dios! Ay Dios, que los tiros de gracia fueron dados por el Oficial que mandó el fuego, que recuerda haber visto en el lugar de las ejecuciones, presenciado éstas a los C.C. Saúl Jiménez, Luis G. Saldaña, Manuel Barriguete , al Mayor Vicente Frontana, al teniente Coronel Juan Israel Aguirre, Mayor Nicanor Castillo Sosa y al Coronel Hermenegildo Rodríguez, que también pudo notar que momentos antes de que fuera ejecutado el primer grupo uno de los condenados, sin saber precisar cuál, puesto que no los conocía, le dio algún recado o hizo alguna recomendación al Mayor Frontana y que este escribió algo en un papel que después de esto regresaron, sin que pueda dar más detalles acerca de la conducta o impresiones de los funcionarios y empleados del Ramo de Justicia Militar. A pregunta especial, dijo que recuerda haber visto funcionando a las dependencia de ese Ramón, funcionando normalmente antes y después de acontecimientos acabado de narrar a Luis G. Saldaña a Manuel Trejo y a Manuel Barriguete, de haberlos visto trabajando en el Palacio del Gobierno del Estado o en las oficinas del Jefe Rebelde Ricárdez Broca, que después supo por orden de este último , el Teniente Manuel Barriguete había regresado al Juzgado Instructor Militar que no tiene más que agregar; que lo dicho es la verdad en lo que se afirma y ratificando como razón de su dicho el haber sido testigo presencial de los acontecimientos, como simple espectador, pero sin tener la más mínima injerencia en ellos y firmando al margen para constancia doy Fe. (Sedena. Rebelión De la Huertista. Expediente XI/481.5 Rebelión en Estados Unidos, 1924, 1925) El pronunciamiento de los “delahuertistas” en Campeche, con el que da comienzo la rebelión “delahuertista” en la península (que no es otra cosa que la trampa para matar a Carrillo), lo lleva a efecto el coronel José María Vallejo, quien por mandato expreso del Presidente de la República, a través su Jefe de Estado Mayor Presidencial, se reincorpora al Servicio Militar un año antes, como se ve en este telegrama: Dic. 15 de 1922. Al Gral. Manuel Pérez Treviño. Jefe del EMP. Dispone el señor Presidente se sirva ud. girar Acuerdo a la Secretaría de Guerra, para que reingresen al Servicio Militar los Tenientes Coroneles de Infantería Vicente Coyt y José María Vallejo, así como los capitanes primeros Jesús Manríquez y Estanislao Moreno, quienes estaban comisionados con el General Múgica, cuando éste se encontraba como Gobernador de Michoacán. Dic. 15 de 1922. EL Secretario Particular. F. Torreblanca. Gral. Juan Ricárdez Broca Sobre Ricárdez sabemos que el 7 de abril era teniente. El 3 de mayo de 1913 fue ascendido a Capitán 2/o.; el 2 de julio a Capitán 1/o. y el 4 de noviembre a Mayor. El 23 de marzo de1914, fue ascendido a Teniente Coronel y el 23 de marzo del mismo año a Coronel. Originalmente perteneció al arma de caballería y se cambió a Infantería. En 1919 estuvo en Tehuantepec, es decir, coincidió con Hermenegildo Rodríguez.268 Ricárdez Broca fue Jefe Político de Mérida durante el gobierno de Victoriano Huerta. Arturo Ponce Cámara era gerente de la cooperativa de Henequeneros y el abogado consultor de la cooperativa en Nueva York era el consuegro Amado Cantón Menes, éste último dirigió el Consejo de Guerra de Felipe Carrillo Puerto. Entre ambos le pagaban, con dinero de la cooperativa miles de pesos a Carlos Menéndez, director de la Revista de Yucatán, también presente en el crimen. Según el expediente de la SEDENA sobre Ricárdez Broca, éste causó baja del Ejército Nacional el 5 de diciembre de 1923, por haberse adherido a la rebelión, habiéndosele iniciado proceso por dicho delito, el 4 de octubre de 1924, en Juzgado Militar de Mérida, Yuc., ignorándose el resultado del mismo. Reitero a usted mi atenta consideración. México D.D., 27 de agosto de 1926.269 Pero el siguiente radiograma lo envió Ricárdez Broca, a Obregón, ¡cuando ya se había rebelado! Radiograma de fecha 7 de diciembre DE 1923. Ricárdez Broca a Obregón. Hónrome comunicar a usted que con esta fecha digo al C. Gral. Secretario de Guerra y Marino lo siguiente. “Tengo la honra de manifestar a usted en contestación a sus superiores telegramas de fecha 6 actual, recibidos, hoy, en los cuales se sirve transcribirme los del C. Presidente de la República, que le dirigió con motivo de la defección llevada a cabo por el Gral. Guadalupe Sánchez, Jefe de las Operaciones Militares en Veracruz quien unión de algunos otros militares que olvidaron el cumplimiento de su deber dieron la voz de asonada. Permito manifestar a usted que el suscrito y los cc jefes y oficiales a sus órdenes protestan enérgicamente contra reprochable procedimiento, reiteramos una vez más nuestra sincera adhesión al Supremo Gobierno que preside el íntegro Revolucionario General Álvaro Obregón. 7 dic. 1923. Los Henequeneros y los grandes plantadores yucatecos se aliaron a la rebelión delahuertista, entre otras cosas, con la idea de: “acabar con el monopolio estatal del henequén y volver al mercado libre. Por ello ofrecieron dinero a cambio del decreto.270 Antes sin embargo, el gobierno de Ricárdez Broca [diciembre 12 de 1923 al 15 de abril de 1924] intentó beneficiarse, como los 268 EXPEDIENTE SEDENA DE JUAN RICARDEZ BROCA. Caja 338. XI/111/4-5316. 269 RICARDEZ BROCA JUAN. Coronel de Infantería. Caja 338. XI/111/4-5316. 270 Plasencia de la Parra, Enrique. Personajes y escenarios de la rebelión delahuertista. México, Instituto de Investigaciones Históricas. UNAM. 1998. Pp. 259 y 260. anteriores lo habían hecho, de la situación privilegiada que ofrecía la Comisión Exportadora. Sólo que Tomás Castellanos bloqueaba toda exportación del producto, según varios autores lo han señalado. El Departamento de Estado Norteamericano, acorde con su política de apoyo a Obregón, recomendaba a los grandes fabricantes cordeleros (la Harvester principalmente) abstenerse de tratar con los rebeldes. Pero cuando las existencias de henequén de estos fabricantes comenzaron a agotarse, las presiones al gobierno aumentaron para que permitiera el comercio de la fibra. Ante fabricantes ansiosos por comprar, plantadores por venderla y un gobernador por recibir impuestos por ese concepto, no resulta descabellado que hubiesen existido transacciones ilegales de henequén. El mismo Tomás Castellanos, que parecía el artífice del bloqueo, colaboró con los delahuertistas. Manuel Téllez, embajador mexicano en Washington descubrió que “El Financiero” [Castellanos Acevedo] había enviado a Ricárdez Broca a Mérida 315 mil pesos.271 El envío se hizo a nombre de la Sisal Sales Co., que era la firma financiera que tenía a su servicio Castellanos. Téllez conoció esto el 15 de febrero de 1924 y lo transmitió a Obregón. Los giros fueron hechos entre el 10 y el 17 de enero. Javier Erosa, yerno de FCP, señaló candorosamente que los agentes rebeldes eran tan cínicos que vienen con el sombrero en la mano a rogarle al compañero Castellanos que les compre algo de henequén para mandar fondos a Yucatán. Fideicomiso Calles Torreblanca. 272 Ricárdez Broca decretó el mercado libre del henequén el 27 de febrero de 1924,273 a cambio de un empréstito de los plantadores, la negociación se llevó a cabo la intermediación de De la Huerta. El primer día que se abrió el mercado las ventas ascendieron a $ US 170,00000274. Con el bloqueo roto, debido a las presiones de Harvester y Plymouth el transporte ya no fue un problema y el henequén se embarcó. “Ricádez Broca perdía paulatinamente el control de la situación y en su intento por evitarlo recurrió a la represión. En Mérida y otras poblaciones aparecían hombres colgados de los árboles como medidas ejemplares para garantizar la tranquilidad pública [ese es uno de los expedientes faltantes en el fondo Obregón/Calles del AGN] Se consideró “traidor a la Revolución” a todo aquel que difundiera noticias alarmantes. El cónsul norteamericano, quien al principio vio con simpatía la rebelión que derrocó a Carrillo Puerto, 271 272 273 274 Plasencia. Op. Cit. APEC. Exp. 25. Inv. 830 f. 384-385. Enciclopedia yucatanense. P. 741 La Prensa, 11 de marzo de 1924. meses después decía que éstos sólo eran una banda de asaltantes y asesinos; imploraba la presencia de un barco de guerra norteamericano para garantizar la vida e intereses de sus connacionales. Los fondos que se llegaron a conseguir por la apertura del mercado iban a parar a los bolsillos de los políticos y jefes militares que ya sólo pensaban en escapar y necesitaban el dinero para un cómodo exilio. Algunos de los civiles a quienes se acusó de esto fueron Miguel Palacios Macedo y José J. Raso. El gobernador [Ricárdez] y otros jefes también preparaban su salida pero antes exigieron nuevos préstamos, llegando incluso a obtenerlos de ciudadanos norteamericanos (recordemos que en otras regiones los jefes rebeldes siempre mostraron mucha cautela por no molestarlos). En esta situación llegó Cándido Aguilar a encargarse de la primera zona militar del Sureste.”275 El enviado de De la Huerta …Por instrucciones del señor don Adolfo de de Huerta me trasladé del puerto de Veracruz al de Progreso a bordo del vapor “Fritzoe”, portando una orden de dicho señor, para el Comandante Militar de la Plaza de Mérida, que el aquel entonces (diciembre de 1923-enero de 1924) lo era el General Juan Ricardez Broca. La orden terminante contenida en el documento o nota oficial que puse en sus manos, era en el sentido de que a bordo de dicho barco fuesen conducidos de Progreso a Veracruz el señor Felipe Carrillo Puerto y los demás presos políticos que juntamente con él estaban encarcelados en la Penitenciarla de la ciudad de Mérida. Es verdad también que en la misma prisión estuve; y que personalmente le di a Carrillo Puerto la información que antecede, la que recibió con agrado, pues tanto él como sus compañeros estaban justamente alarmados. Algo más puedo agregar a este respecto: que también tuve el gusto de hablar con a distinguida esposa de Felipe y un enviado de su angustiada señora madre; y que, difiriendo la súplica que la primera me hizo, le ofrecí y conseguí del Sr. Ricardez Broca, que acompañase a su esposo de Progreso a Veracruz, cuando se efectuase el viaje, conduciéndolo a dicho puerto, y a sus compañeros, en acatamiento de la orden del señor De la Huerta, de que fui portador. A pesar de todo esto, que estaba en consonancia con las órdenes, propósitos y deseos del señor don Adolfo de la Huerta, la tragedia horrible, el crimen incalificable, se consumó, cuando menos se esperaba. Cuando nadie ni siquiera sospechaba que pudiera sobrevenir. Yo mismo sólo pude tener noticia de ella porque un excelente compañero y correligionario, don Anatolio Buenfil, Director de los Ferrocarriles Unidos de Yucatán, se presentó en mi 275 Plasencia P. 262. casa, en plena madrugada, sin luz aún, a raíz del fusilamiento, caliente aún la sangre ale las victimas, para sacarme de ella presurosamente y Ilevarme a un armón de los Ferrocarriles hasta una estación de la línea de Campeche, en donde don Anatolio Buenfil me hizo abordar el tren que iba para esa ciudad, y que consistía en un pequeño convoy que había salido con algún objeto militar y que llevaba también al personal de la compañía de la artista Doña Virginia Fábregas que estaba en Mérida por aquellos días. Hasta aquí lo pie yo sé y me consta. Y de cómo se celebró tenebrosamente el famoso Consejo de Guerra que culminó en la inesperada tragedia, está explicado con por menor en el documento que tu me diste y que yo te devuelvo firmado por su autor que es, como supones, el Sr. Lie. Don Hernán López Trujillo. Con un estrecho abrazo, me repito tu compañero y amigo de siempre. Lic. Gustavo Arce. La Comisión Exportadora carrillista Uno de los golpes más fuertes que propició Carrillo Puerto a la Harvester fue la potencialización de la Comisión Exportadora de Yucatán que, básicamente, era un organismo que regulaba el precio del Henequén, evitando así que los Estadounidenses se aprovecharan de sus “mayordomos” mejor conocidos como “La Casta Divina”, para obtener jugosas ganancias con la devaluación excesiva e injustificada del preciado material. En su Informe de Gobierno de 1923 Carrillo explica los alcances de la comisión en los siguientes términos: El nacimiento de la Comisión Exportadora de Yucatán, fundada para la protección y defensa de la industria henequenera ha dado los resultados más felices y fructíferos, consiguiendo no solamente la conservación de las plantaciones de nuestra fibra, sino lo que es más importante, el mejoramiento de su comercio, cesando la actividad inconveniente de los especuladores en el mercado consumidor y productor, que acostumbraban fijar caprichosamente los precios a nuestro filamento. Actualmente, nuestra institución, destinada a regular el precio del henequén, de acuerdo con los factores naturales y espontáneos del mercado, ha alcanzado el éxito más absoluto procurando la compenetración y armonía de los productores y consumidores, cosa que se creía imposible anteriormente, debido al particular interés que tenían los que comerciaban con nuestra fibra para continuar el sojuzgamiento de los agricultores yucatecos. Las dificultades insuperables que se preveían para el correcto desenvolvimiento del programa económico que se trazara el gobierno a efecto de lograr la efectividad de la protección y defensa de los intereses económicos del Estado, vinculados principalmente en la riqueza henequenera, se han podido vencer prácticamente, empleando todos los medios adecuados y eficaces que dicha institución ha tenido a su alcance, pudiéndose asegurar que la crisis económica que aquejaba al Estado ha desaparecido para siempre, y no dudando ni un momento que en lo sucesivo el desarrollo ulterior y trascendental de aquel programa llegue a ser coronado por el más completo e indiscutible éxito, que redundará no sólo en beneficio de los hacendados, sino principalmente de los trabajadores del campo… La organización y funcionamiento de la Comisión Exportadora de Yucatán son absolutamente socialísticos, y, por tanto, tienden y no pueden menos de tender a la enérgica procuración del bienestar general, conceptuando la industria henequenera como una riqueza pública que el gobierno del Estado está obligado a amparar y proteger, desechando la anticuada tesis de que la industria henequenera pertenece única y exclusivamente a los propietarios legales de ella. Esta institución se halla hoy considerada como representativa de la casi totalidad de la riqueza pública, constituyendo la vitalidad económica de todo el Estado, razón por la cual el gobierno ha estimado de su más estricto deber ampararla con todas las medidas y determinaciones que ha juzgado pertinentes para su defensa. La industria henequenera simboliza y representa en verdad el cúmulo de energías y esfuerzos gastados por los trabajadores para la creación de ella, y siendo esto así, el gobierno no vacila ni vacilará en otorgarle toda la ayuda tendente a su conservación y mejoramiento. La Comisión Exportadora de Yucatán, al comenzar sus labores, se encontró con inmensos obstáculos que parecían destinados a hacerla fracasar, como vaticinaban los que se opusieron a su fundación; pero afortunadamente el periodo de prueba ha pasado, y puedo asegurar que el porvenir se halla preñado de las más halagadoras esperanzas, fundando éstas no solamente en la historia de todas sus operaciones ya efectuadas, sino primordialmente en los seguros ofrecimientos de factores que necesariamente influirán en el futuro comercial de nuestra fibra.” * Mérida, Yuc., diciembre 10 de 1923 General P. Elías Calles México, D.F. Nuestra condición península es demasiado alarmante. Tanto usted como general Obregón y secretario de Guerra heles manifestado necesidad que tenemos de armarnos. Yo sólo he pedido permiso poder meter todas las armas y parque, no sólo puedan servir a nosotros, sino también a ustedes en cualquier momento, pues estando armadas Ligas Resistencia, fácilmente podrían ganarse fuerzas federales Yucatán, sin ningún temor, porque compañeros están dispuestos defender causa que reina gran empeño y entusiasmo. Si trajéramos cuarenta mil rifles, en general habría ochenta mil compañeros que vendrían a tomarlos. Suplícole influya no se pierda esta ocasión de entusiasmo, para que yo pueda organizar militarmente todos los habitantes de la península y así servir a nuestra causa revolucionaria, como debemos hacerlo. Ruégole ver al C. Presidente Obregón y Secretario de Guerra, para autorícenos aduana meter dichas armas, en la inteligencia de que podrían servir a ustedes en cualquier momento. Esto es urgentísimo, porque con que desembarcaran en Campeche o Progreso mil hombres, apoderaríanse península y conviene a ustedes conservar ésta de aquí, porque podemos proporcionarles dinero y armamento. Suplícole ponga telegrama a mi nombre a Tomás Castellanos, vía Laredo o El Paso, diciéndole debe venir cuanto antes Estados Unidos, puesto que fue interceptado cable Veracruz. Espero urgentemente contestación usted, Presidente República y Secretario Guerra. Afectuosamente. FELIPE CARRILLO P. Gobernador del estado El clericato Recordemos que “durante el clericato se “multiplicó la base económica de la Iglesia en Yucatán y (se) creó un Estado clerical con la participación masiva de la clerecía en todas las formas de expresión de la sociedad yucateca… Al poco tiempo de asumir Tritschler la administración del obispado, empezaron a hacer su aparición en el escenario los hombres de paja del un hevo obispo, que habrían de sustituir, en algunos de los asuntos monetarios y de transacciones comerciales de la iglesia católica durante el clericato, a los tradicionales prestanombres del periodo carrillista (del obispo Carrillo Ancona). Uno de los más representativos de esta nueva y enigmática hornada sería Antonio Saldívar… (Con) el arribo de Tritschler empezó a adquirir relevancia empresarial como reflejo de su cercanía con la diócesis. El 21 de octubre de 1901 el obispo lo instruyó públicamente para hacerse cargo de los gastos de los funerales del obispo de Campeche… fallecido en Mérida ese día; meses después, Zaldívar formaría con el yerno de Olegario Molina, Avelino Montes, la sociedad… “Engel y asociados, compañía que se dedicará a la explotación de un establecimiento de ferretería, maquinaria y demás analogos”, la cual se vio ampliamente favorecida por las compras de la administración molinista… En… 1902, la Cervecería Yucateca, cuyo propietario, el cantonista José María Ponce, había dispuesto… “accediendo a los deseos de varias personas, ceder su fábrica de cerveza a una sociedad anónima”, incorporó a su consejo de administración al representante de la Iglesia en asamblea en la que se decretó el pago de un dividendo de $10.95 por acción de $100.00.276 En los ocho años de clericato, la clerecía secular y las órdenes y asociaciones religiosas se abalanzaron a la compra de tierras e inmuebles… Desde el obispo Martín Tritschler que a título personal registró en un solo año cinco adquisiciones de predios, hasta las Siervas de María a quienes Nicanor Ancona (Banco Yucateco, socio de Tritschler en empresas editoriales y comprador de armamento para la revuelta argumedista contra Alvarado) “cedía” propiedades, pasando por las compra-ventas de las compra-ventas de las órdenes religiosas de maristas, josefinas, vicentinas, teresianas, y demás prestanombres de la Iglesia…277 Con este cuadro de actividades económicas del alto clero en la península, incompleto aún pues para ampliarlo sería necesario contemplar las operaciones de exportación de henequén (pues el obispo Carrillo y Ancona había decretado en 1884 un “impuesto clerical” al henequén “de un medio o cuarto de real por arroba, según la conciencia del causante”), otros negocios en el Estado, inversiones fuera de Yucatán, en Cuba, en Estados Unidos, en España, etc… Trirschler (en suma) logró incorporar el organigrama de la actividad económica del Vaticano a la península.278 276 277 278 Menendez, Hernán, Iglesia y Poder, CNCA, México, 1995, p. 307-309 Menendez, 1995: 311 Menendez, 1995: 311 Tritschler hablaba del demonio del liberalismo, y su hijo el socialismo.279 Al comenzar el año de 1914, las noticias que llegaban sobre los sucesos revolucionarios y el avance de las tropas constitucionalistas, provocaron una serie de rumores que la iglesia canalizó en una escalada de actos religiosos con los que intento predisponer a la población católica para acciones conjuntas e inmediatas. Pero rebasado por los acontecimientos, Tritschler no esperó el resultado de esas acciones y… decidió emprender la retirada el 24 de agosto de 1914, acompañado del obispo Mejía y de tres presbíteros más. Atrás dejó a Álvarez Galán encargado de la diócesis, al cabildo, a los 56 sacerdotes extranjeros y a los cincuenta nativos que conformaban el clero secular. El molinismo invocó a su poderosa alianza de antaño con la Iglesia… y promovieron conjuntamente la rebelión argumedista, no sólo en los asuntos menores como en el aspecto logístico al facilitarles la hacienda Sodzil de Olegario para el entrenamiento de sus tropas, sino también en el esencial como el suministro de armamento y, muy probablemente, como aludían los constitucionalistas, en la autoría intelectual de la misma… El sonido de las campanas de todas las iglesias daban a con ocer, la madrugada del 11 de febrero de 1915, el pronunciamiento de Ortiz Argumedo y su inminente entrada a la capital (Mérida), donde habría de ser recibido por el hermano menor de un influyente miembro del Cabildo eclesiástico, Manuel Casares Cámara… Abel Ortiz Argumedo, cabecilla de la rebelión, había sido administrador de las haciendas y bienes del general Teodosio Canto, aquel a quien Porfirio díaz había obligado a desmentir, en 1893, sus declaraciones separatistas publicadas en Nueva York… (Apoyaron el movimiento visiblemente…) Nicanor Ancona (uno de los sociso de Tritschler en la operación de compraventa de la revista de Mérida y miembro de la junta de gobierno argumedista, Álvaro Moreno Irabién (sobrino de Olegario y apoderado de los bienes del clero), Arcadio Lizárraga (otra de las “cabezas de leño” de la Iglesia).280 Tritschler dirigió al clero una circular “luego de la entrada de Alvarado, en la que les señalaba que debían de salvar la libertad de su conciencia cristiana que está garantizada por las leyes y no aceptar de palabra ni por escrito ningún compromiso”… Y más adelante escribió a un feligrés que “aquél que no abandonase a su padre y a su madre y a sus hermanos y hermanas para seguirlo a Él, no podría ser digno discípulo suyo”.281 Cuando salió al exilio, Tritschler hacía salvaje campaña de prensa en E.U., desde Cuba.282 279 280 281 282 Menendez, 1995: 354 Menendez, 1995: 365 Menendez, 1995: 379 Menendez, 1995: 380 Martín Tritschler se convirtió así en el hombre-síntesis del antialvaradismo alrededor del cual se agruparon las corrientes políticas yucatecas dispersas en el exterior.283 Hermenegildo Rodríguez Algo similar respondió a la Orden de los Caballeros de Colón establecida en Mérida. Sí, sí, muy revolucionario, sin duda el Presidente… Lo cierto sin embargo es que al mismo tiempo, a través del secretario de Guerra Francisco Serrano, y quince días después de la toma de posesión de Carrillo Puerto, Obregón designó al Coronel Hermenegildo Rodríguez nada menos que Presidente Propietario del Consejo de Guerra de la Plaza de Mérida. Esto a pesar de que sobre este coronel Rodríguez el secretario de la Guerra y, seguramente, el mismo Obregón acababan de recibir, por petición expresa, el siguiente “Informe sobre la mala conducta” fechado 7 de julio de 1921. 283 “Sería muy largo enumerar uno por uno los abusos que dicho Jefe [Hermenegildo Rodríguez] cometió en la Plaza de Tehuantepec, cuando me encontraba en ella guarneciéndola con mis tropas valido a que era Jefe de mi Estado Mayor, pero en lo general su conducta ha sido pésima. El citado Coronel en muchas ocasiones y en Estado de ebriedad amenazó y golpeó a varias personas pacíficas de aquel lugar, algunas veces vengando viejas rencillas, otras por cuestiones de mujeres y otras por causas completamente fútiles; en estado de ebriedad escandalizaba disparando su pistola; quiso raptarse a una Señorita y otros muchos hechos que le ameritaron varios arrestos, siendo uno de ellos de un mes. [Lo que era y es inusual en un Coronel, en realidad debió habérsela impuesto un Consejo de Guerra y más que un arresto era una pena, mínima, pero al fin y al cabo penaron su conducta]. Ante la insoportable conducta de dicho Coronel y comprendiendo que de tenerlo entre mis fuerzas, era en desprestigio no sólo de mi persona sino del Ejército Nacional; consulté el caso al General Marcelo Caraveo, Jefe de las Operaciones Militares en el Istmo y dicho General ordenó que Hermenegildo Rodríguez , pasara comisionado en el Cuartel General de Rincón de San Antonio, sin dejar de ser el Jefe de mi Estado Mayor, para tenerlo más de cerca y vigilar su conducto , en eso la Superioridad ordena la organización de los Estados Mayores, y al hacerse en mi Estado Mayor, el expresado Coronel resultó excedente, por lo que lo puse a disposición de la Secretaría de Guerra y Marina, expresando mi opinión, misma que Menendez, 1995: 382 repito en la presente, de que no se le diera comisión alguna, porque hablando sin pasión, es un Jefe a quien no se puede confiar nada, por su carácter impulsivo y perverso y sus instintos de maledicencia” por lo que transcribo a Ud. para su conocimiento y efecto de que se sirva ordenar que la presente información sobre la conducta del Jefe de que se tata, sea agregada a su expediente respectivo. Obregón se aprestaba, asimismo, a reprimir el movimiento inquilinario de Veracruz, directamente con el Ejército. Poco antes, sin embargo, en mayo de 1922 da el Decreto sobre impuestos al Petróleo. (Pereyra, 1949: 136) ¿Impuestos al petróleo? A ver, a ver, a ver… Alguien parecía no haber entendido bien las palabras que el senador Albert Fall dirigió al comisionado mexicano Iglesias Calderón el 27 de septiembre de 1920: “Para que los Estados Unidos reconozcan al gobierno actual de México debe firmarse un tratado en que su país se comprometa a no dar nunca una ley, y menos de carácter constitucional, que moleste a los ciudadanos norteamericanos o a sus intereses en México.” Iglesias Calderón se opuso asegurando que no habría un solo gobierno mexicano dispuesto a aceptar “una condición tan humillante, pues México no puede permitir que se discuta su derecho para dictar leyes”. “Entonces –replicó Fall- jamás se recibirá un embajador mexicano en la Casa Blanca y tampoco mandarán a México los Estados Unidos un embajador suyo. Y no solamente las relaciones diplomáticas, también las comerciales quedarán interrumpidas.” Iglesias Calderón contesta que si se llega a ese extremo lo sentiría, pues sería perjudicial para México, pero que también los Estados Unidos resultarían perjudicados en sus intereses. A lo que Fall respondió secamente: “No. Los Estados Unidos no se perjudicarían. Son los amos del mundo. Todas las naciones son sus deudoras”… El fin Día dos de enero de 1924. Entre nueve y diez de la mañana se presentó en el local que ocupaba la Jefatura de Operaciones el Coronel Ricardez Broca, con unos papeles en la mano, y dijo, levantando la voz y con tono alterado: “Ya que el pueblo yucateco quiere que se derrame sangre, así se hará.” Luego, dirigiéndose a uno de sus ayudantes, le dijo: Capitán, vaya a la oficina del Telégrafo, y dígale al director que de orden mía, no permita que pase ningún mensaje para don Adolfo de la Huerta.” Esta orden la oímos todos los que estábamos presentes en aquel lugar. En seguida agregó: “Que todo el personal de Justicia Militar fuera conducido a la Penitenciaria Juárez.” En unos automóviles se nos condujo a la citada prisión. Llegamos a ésta como a las diez y media de la Mariana, custodiados por algunos jefes militares, no permitiéndosenos hablar con nadie. Ya en la prisión se dio orden at Jefe de la Guardia de dicho establecimiento penal, de que no se nos permitiera salir ni comunicarnos con nadie del exterior. Esta orden la supe cuando quise ponerme al habla por teléfono, con los licenciados Evia Cervera y Cervera Monsreal y además para avisar a su familia que estaba detenido en. La Penitenciaria, cosa que no pude hacer por habérmelo impedido. Supimos después, que varios amigos nuestros intentaron comunicarse con nosotros, pero no lo consiguieron. Ya en la prisión y sin saber nosotros me refiero a los funcionarios de Justicia Militar de que se trataba, observamos que en uno de los departamentos de la Penitenciarla, situado al sur de la rotonda y en donde había algunos barcos de escuela, varios soldados formaban un estrado. Comenzamos a sospechar, y fue cuando nos pusimos de acuerdo al Asesor, el Ministerio público, el Defensor y yo, a fin de que si se trataba de formar Consejo de Guerra contra el señor Carrillo Puerto y demás compañeros, presentaríamos nuestras excusas; esto llegó a los oídos del Jefe de Guarnición Coronel (Hermenegildo) Rodríguez, quien por conducto de unos oficiales nos amenazó con que corriéramos la misma suerte de los que han a ser juzgados, si tal cosa hacíamos. Con esta amenaza, nuestras sospechas tomaron cuerpo; no era posible salir de aquella situación y nos pusimos de acuerdo a fin de tener la intervención menor posible en el asunto. Como a la una, poco más o menos, se nos sirvió un almuerzo, habiendo comido quien tuvo ganas para ello. Debo hacer constar que los meseros que fueron del Gran Hotel para servir aquella comida, fueron detenidos en ‘a prisión y no se les permitió salir sino hasta el (ha siguiente, probablemente para que no conversaran en la calle de lo que se trataba. El Coronel Rodríguez, que no salió de la prisión en todo el día, recibió como a las dos, poco más o menos, unos documentos del Coronel Ricardez Broca, y en vista de ellos dictó la orden de proceder directamente al Consejo. Esto era ilegal a todas luces, pues a ml, como Juez Instructor, debió haberse girado dicha orden; pero como mi actitud no inspiraba confianza, el proceso, Si puede llamarse así, lo instruyó el Presidente del Consejo. Si existe el proceso, pues quedo en poder de Rodríguez, se podrá comprobar este hecho. Instalado el Consejo, ocuparon el estrado el teniente coronel Israel Aguirre, como Presidente, teniendo a su derecha al mayor Ignacio L. Zamorano, y a su izquierda al mayor Vicente Frontana, fungiendo estos dos últimos como voces. Pedí a Aguirre que me mostrara la orden de proceder, y cual no sería mi asombro al enterarme de que se iba a juzgar al señor Felipe Carrillo Puerto y trece personas más, entre ellas sus hermanos Benjamin, Edesio y Wilfrido, todos buenos amigos míos. No puedo explicar lo que paso por mí; fue tal la impresión que recibí, que no pude articular palabra; dirigí la vista a mis compañeros licenciados López Vales, Guzmán y Berny Diego, y en todos se vela el semblante descompuesto; debían estar sufriendo lo mismo que yo. Cuando el teniente coronel Aguirre mandó buscar a don Felipe Carrillo Puerto para examinarlo, mi impresión subió de punto y sentía que las fuerzas me faltaban; si me hubiesen dado orden que hablara no lo hubiese podido hacer. Conducido a presencia del Consejo el señor Carrillo Puerto, fue interrogado por el citado Aguirre; antes de que éste formulara alguna pregunta, don Felipe comenzó a protestar con toda entereza contra el Consejo que lo iba a juzgar, pero dijo que si había cometido algún delito, eran las Cámaras quienes debían juzgarlo y no un Consejo de Guerra que solo era para juzgar a los militares y que él era civil. El Presidente Aguirre le dijo que no se trataba de eso y que respondiera a las preguntas que le iba a hacer. El señor Carrillo Puerto, sin inmutarse; negó todos los cargos que se le hacían, y cuando se dio lectura por el Secretario Frontana a los telegramas que contestaron al citado señor Carrillo Puerto los presidentes municipales del Estado en que se les ordenaba fusilaran a todo aquel que no fuera amigo del Gobierno Socialista, los negó también. Después de examinar a éste, fueron conducidos a presencia del Consejo, uno por uno los señores Manuel Berzunza, Benjamin, Edesio y Wilfrido Carrillo, quienes negaron todos los hechos que se les imputaba. En seguida fue examinando Urquía y negó también. Lázaro y Valerio fueron los únicos quite declararon acerca de varios. crímenes ordenados, según ellos, por el Inspector de policía Wilfrido Carrillo. Los demás examinados también negaron los cargos que se les hacía. Terminado el examen de todos los procesados, se suspendió por un momento el Consejo a fin de que sus miembros tomaran algún alimento. Terminada la cena, volvió a instalarse el Consejo. El teniente coronel Aguirre dispuso que se practicaran unos careos entre el señor Wilfrido y los señores Lázaro y Valerio, y entre estos y Barrientos. En estos careos el señor Carrillo (Wilfrido) sufrió un desvanecimiento por los cargos que le hacían los citados Valerio y Lázaro, Pero a pesar de ello negó. La conducta observada por estos dos, en mi concepto, fue indigna, toda vez que recibían favores y distinciones del que fue su jefe. Al comenzar estos citados careos, se permitió la entrada al local del Consejo al reportero de la Revista de Yucatán, Señor Vázquez, permiso que otorgó Ricárdez Broca, quien se presentaba de rato en rato a la penitenciaria. El señor Vázquez, único civil que se encontraba presente, pudo darse cuenta de lo que ocurrió más adelante. En los momentos en que se verificaban los ya mencionados careos, Ricardez Broca noto que ni el licenciado López Vales ni yo nos encontrábamos en nuestros puestos, y dirigiéndose a nosotros, nos reprendió, y nos dijo que si queríamos ocultar la cara que lo dijéramos. Obedecimos, no había más remedio, y calladamente, sin pronunciar palabra, nos dirigirnos a lo que los señores militares llamaban nuestro puesto. El señor Vázquez es testigo de este hecho, como ya dije, estaba presente. Después de terminar los careos, ordenaron al Ministerio Público que pidiera la pena de muerte formulando al efecto sus conclusiones. Entre tanto, nosotros hacíamos ver a los señores militares que formaban el Consejo, que no había datos para formular acusación y mucho menos para condenar. El mayor Zamorano me habló aparte y me dijo que no nos ocupáramos en hacer la defensa de los reos porque podíamos correr la misma suerte que ellos. Esta misma amenaza fue hecha al asesor, al Defensor y al Ministerio Público. Fue cuando comprendimos que eran inútiles todos nuestros esfuerzos pasa salvar la vida a los presos. Intentamos comunicarnos con alguna persona de la calle para ponerla al tanto de lo que ocurría, pero se ejercía tal vigilancia sobre nosotros, que nos era imposible hacerlo. A todo aquel que penetraba en la prisión en aquellos momentos, no se le permitía salir; en este caso estuvo el señor Aristaco Acereto, quien fue al enterarse probablemente de lo que pasaba, y le fue impedida la salida. Por todo esto se desprende que la idea que tenían los señores militares que gobernaban Yucatán en aquel entonces, era la de matar a los presos sin concedérseles a éstos ni la defensa, que es el derecho más grande consignado en nuestra carta magna. El Ministerio consiguió, a duras penas, que le aceptaran su excusa respecto al licenciado Berzunza, después de una serie de amenazas y nombraron al teniente coronel Vicente Coyt en su lugar. Este señor cuando tuvo en su poder el expediente, malamente formado, se dio cuenta de que contra nadie había cargos para pedir pena de muerte y mucho menos contra el licenciado Berzunza; nos consultó a nosotros y le contestarnos que no se podía pedir aquella pena; no sabiendo qué hacer, consultó con Ricardez Broca y delante de nosotros contesto este señor que de todas maneras pidiera la pena de muerte. Fue tal el número de amenazas que pesaban sobre nosotros, que la Defensa que siempre es muy amplia y que tiene el campo vastísimo, fue amenazada y obligada a adherirse a la petición del Ministerio Publico. Después de todo esto se quedaron solos los señores Aguirre, Zamorano y Frontana y sentenciaron, condenando a los señores Felipe Carrillo Puerto y demás compañeros a la pena capital. Aquella sentencia cuyos términos hasta ahora no conozco, no les fue leída a los reos. Entre cuatro y cuatro y media de la mañana del día 3 de enero de mil novecientos veinte y cuatro, fueron sacados los señores Carrillo Puerto y demás sentenciados, de la Penitenciaría Juárez, amarrados de dos en dos e introducidos en dos camiones, que al efecto se fueron a buscar. Cuando creí que todo había terminado y creyendo que ya me iría para mi casa, el coronel Hermenegildo Rodríguez, quien era el que más empeño tomaba en todo lo ocurrido, me ordenó que tenía yo que ir a presenciar las ejecuciones; todos los ruegos y suplicas que le hice a este señor no fueron lo bastantes para convencerlo de que no me llevara a presenciar el fusilamiento; le hice ver que se trataba de amigos míos y que para mí iba a ser aquello muy doloroso; todo fue inútil, pues tomándome del brazo me introdujo en uno de los automóviles de la guarnición; lo mismo ocurrió con el Dr. Guzmán, hijo, a quien se ordenó que tenía que certificar la muerte de los reos. Partieron los automóviles de la Penitenciaría, yendo delante los dos camiones donde iban los reos custodiados por fuerte escolta. Se tomó rumbo sobre la calle 59 hasta cruzamiento con la 70, doblando a la derecha tornaron rumbo al cementerio. Las puertas de hierro de éste se encontraban cerradas; algunos soldados intentaron forzarla, pero fue inútil; un chaufer saltó por encima de ellas y fue a avisar al velador; mientras este llegaba permanecimos en aquel lugar como un cuarto de hora que me pareció un siglo. Penetraron los camiones, seguidos por los automóviles; aquello era un entierro de vivos. La impresión que yo experimentaba no la puedo explicar; me parecía que todo aquello era una pesadilla. Llegamos al lugar en donde iban a ser ejecutados los reos. Serían como las cinco y cuarto. Fueron bajados de Los camiones siete de ellos, entre los cuales estaba el señor Carrillo Puerto. Yo me aleje un poco de aquel lugar. No quería presenciar ese salvajismo. Desde el lugar en que me encontraba pude escuchar a Antonio Cortez y Pedro Ruiz que decían que eran inocentes. Una descarga apagó sus voces. Don Felipe no hablo una sola palabra. Luego fueron ejecutados los demás de dos en dos. Benjamin Carrillo se dirigió a la escolta suplicándole que no le tiraran a la cara, sino al pecho. Wilfrido Carrillo y Francisco Tejeda, fueron los dos últimos; cuando estaban parados en el cuadro rodeado de los cadáveres de los demás, Wilfrido pidió hablar conmigo. Fui llamado, pues como ya dije, me encontraba retirado de aquel lugar; este momento fue para ml el más doloroso; al llegar al lugar en que se encontraban parados, Wilfrido me estrecho la mano con efusión; en su rostro, demacrado por los sufrimientos note que quería decirme algo reservado; pero quizá se dio cuenta de que nos rodeaban algunos jefes y oficiales y me dijo solamente: “Te suplico te llegues a mi casa y te despidas en mi nombre de mi madre y de mis hermanos.” Nos estrechamos nuevamente las manos. Al salir yo del cuadro, una descarga puso fin a la vida de los dos últimos sentenciados. Después de aquella escena trágica, fui conducido en automóvil a mi domicilio. Serían las seis de la mañana. Después de tres días de angustias y sufrimientos, y de presenciar escenas que en mi vida había presenciado, me fue imposible, por el estado en que me encontraba, conciliar el sueño. Estuve enfermo. Al día siguiente cumplí con el recado que me dio Wilfrido, comunicándoselo a un sobrino suyo, para que a su vez se lo comunicara a sus demás familiares. Pocos días después, y por pedimento de algunos jefes y oficiales del 18 Batallón y del coronel Rodríguez, se me ordenó que entregara el Juzgado. Se me consideró como enemigo de la Revolución, por mi actitud observada en el famoso Consejo, y, además, según me dijeron los capitanes Murillo y Bielmas, que el descontento que existía contra mí era debido además a mi estrecha amistad con el general Alejandro Mange, que era fiel al Gobierno. Esta es toda la verdad sobre el Consejo de Guerra que ilegalmente se instaló para juzgar al señor Carrillo Puerto y socios, a pesar de nuestros esfuerzos para evitarlo. Hago este relato porque no quiero que se me juzgue como cómplice de un acto que mi intervención y la de mis compañeros se debió a las constantes amenazas, y que no pudimos evadir en virtud de haber estado presos. A algunos amigos y parientes, con la debida reserva, relate estos hechos a raíz de los acontecimientos, y digo que con la debida reserva, pues en aquellos momentos era imposible publicar la verdad. Salí de Mérida a principios de marzo último, después de haber estado guardado algunos días; mi situación en aquellos momentos era peligrosa para mi persona, porque por las calles se paseaban los oficiales a quienes tenla procesados, y que podrían atentar contra mí. Cuando los ánimos se serenen y la justicia se abra paso, mi nombre, que desgraciadamente se halla mezclado en este asunto, quedará, tengo completa fe en ello, limpio de toda mancha. New Orleans, La., 2 de mayo de 1924284 Muerte de Salvador Alvarado El 10 de junio de 1924 es muerto el general Salvador Alvarado. Presente en la traición que sufre el general Alvarado se encuentra el coronel Vicente Coyt. Durante la ejecución del general Alvarado 284 DATOS PARA LA HISTORIA, COMO SE VEREFICO EL LLAMADO CONSEJO DL GUERRA QUE JUZGO A DON FELTPE CARRILLO PUERTO Y COMPAÑEROS. LA ACTITUD DE LOS FUNCTONARIOS DE JUSTICIA MILITAR …se oyeron vivas a Obregón y al general Federico Aparicio. Cuando Manuel Antonio Romero llega a “El Hormiguero”, sólo halla el cadáver del general Salvador Alvarado con una herída en la ceja, otra más arriba y dos más en el corazón y en el estómago. Sus bolsas están vacías y sus pies descalzos.” 285 FINALES INFELICES Ricárdez Broca, que en mayo 1924 se encuentra en Payo Obispo –según recibe Obregón telegrama-, se dirigió a Belice, Corozal, que es un ejemplo de la complacencia del gobierno inglés hacia los rebeldes, pero Obregón no mostro gran interés en evitar su huida, aunque había que cumplir con las formalidades, mandó formar la causa penal para la petición de extradición. Qué diferencia con la saña con la que persiguió a Maycotte o a Diéguez. Ricárdez Broca se exilió en Honduras con un nombre falso: “más tarde surgieron distintas versiones [escoge la que prefieras Paco] que se había suicidado, que Morones lo había mandado asesinar [utilizando a Prevé] o que vivía magníficamente en Belice. Con el nombre de Rodrigo García se suicidó el 2 de agosto de 1925, Taracena confirma la versión de su estancia en Honduras, con ese nombre, donde supuestamente fue asesinado, pero Plasencia cree que fue un ardid de Ricárdez para que se olvidaran de él y lo que hizo fue pagar generosamente al pistolero: estas conjeturas las hace Taracena porque supo después que radicaba en Belice, donde vivía con una peruana rica”286 Antes de huir a Belice mandó con Adolfo Ferrer el archivo de Carrillo Puerto al Departamento de Estado en Washington287 para que se dieran cuenta de la corrupción (sic) que había en la administración de éste y pretendió así, acabar con la imagen de mártir, apóstol del socialismo, etcétera. Recordó el Gral. Gual Vidal, que Ricárdez llego a Yucatán debido a que le pidió ayuda a Carrillo Puerto, hay gente que no te perdona que la ayudes… Obregón, por si fuera poco, dejó en libertad a los jefes de baja graduación involucrados en el asesinato múltiple, fascista y salvaje de los Carrillo Puerto 285 Taracena, 1992: 382-383 286 Plasencia P. 265. Este fue el telegrama: Telegrama de 4 de agosto de 1925. Al Gral. Plutarco Elías Calles. Acabo de recibir siguiente mensaje nuestra Legación en Tegucigalpa, Honduras: Madrugada ayer cuatro suicidóse en Puerto Castillo, Honduras ex general mexicano Juan Ricárdez Broca quien había llegado dicho puerto incógnito bajo nombre Rodrigo García. Esa noticia es oficial. Detalles correo. Hónrome transcribirlo superior conocimiento Ud., saludándolo respetuosamente. El Secretario de Relaciones Exteriores. A. Sáenz. 287 Este informe lo fotografió el mayor canadiense Joseph F. Cheston, en la embajada norteamericana en México. Calles-Torreblanca. AFT. Exp. 84, inv. 6395. y compañeros, como lo revela el siguiente telegrama, que raya en lo que sigue al descaro y al cinismo: Mayo 28 de 1924. Federico Martínez V. y demás firmantes, C/o., Director Prisión Militar Santiago, Ciudad. Caso de ustedes no es igual al de jefes de baja graduación y oficiales del Ejército cuya libertad ordenó este Ejecutivo, pues éstos tienen cuando menos, el atenuante de haber sido influenciados por sus Jefes superiores, mientras que ustedes, con su carácter civil, nadie ejercitaba autoridad ni influencia sobre sus actos y estos tuvieron que ser expontáneos, (sic), por cuya circunstancia, toda la responsabilidad correspondende a ustedes. Afectuosamente (sic). Presidente República. A. Obregón.288 Hermenegildo Rodríguez murió en EEUU., los únicos sujetos a proceso fueron, como siempre, los soldados de más bajo rango, dado que en 1925 enviaron una carta a Calles solicitando el indulto, toda vez que al haberse entregado las fuerzas federales, los generales Eugenio Martínez y Agustín Olachea, los amnistiaron, pese a esa amnistía y a que el único elemento de prueba contra ellos era el maifiesto aparecido luego del asesinato de Felipe Carillo Puerto y compañeros, mismo que por cierto no firmaron, y por si fuera poco tampoco aparecen los nombres de Ricárdez y Rodríguez los procesaron por el fuero militar. En la carta a Calles señalaron: que estaban muy pobres, que no tenían ni con qué vestirse, que no eludían su responsabilidad en los hechos que les imputaban, pero ellos no eran los que mandaban, que tenían más de un año presos sin que se les permitiera ver a sus defensores, les negaban audiencias, peticiones, les dilataban las diligencias, ellos, con razón, argumentaron que no era justo que siendo los de más bajo rango, estuvieran sujetos a dos procesos: civil y militar, mientras que los Jefes responsables, ya fuera en México o en el extranjero gozaban de libertad. “Con los grados de teniente el primero José Amaro, y los otros dos don el grado de subteniente, Rosendo Castellanos y Manuel Díaz Martines, correspondimos al 18 Batallón de Línea, que también secundo el movimiento de diciembre de 1923,impulsado y obligado por el Coronel Juan Ricárdez Broca y Hermenegildo Rodríguez, Presidente del Consejo de Guerra de la Plaza; y dadas nuestras condiciones especiales, por el lugar y las dificultades en las vías de comunicación no nos fue posible apartarnos de una manera completa y absoluta del cuerpo infidente, ... hasta que logramos presentarnos a las autoridades militares que nos dieron 288 Fondo Obregón/Calles 101-R2-C-22 amnistía, garantías y salvo conductos respectivos , que obran en autos. Nosotros somos los únicos que estamos respondiendo una culpa, a pesar de estar amnistiados, mientras que el resto de los altos jefes y oficiales de mayor categoría del 18 batallón y de otros cuerpos del ejército que secundaron la revuelta, gozan de libertad, tanto los que residen en el país como los que se encuentran en el extranjero; y parece muy duro y lamentable que se no esté tratando a nosotros con tanto rigor cuando los otros tienen amplias garantías, no obstante qde que los verdaderos responsables de la defección y de los acontecimientos son los altos jefes de los cuerpos que se adhirieron al movimiento. El Mayor Bernardo Biedmans, que hizo la aprehensión de Carrillo y Compañeros, con un pelotón de hombres ejecutó la sentencia del Consejo de Guerra, de los elementos que formaron éste, se nos cierran las puertas de la justicia y se nos niegan nuestros derechos para defendernos y destruir las pretensiones de las esferas oficiales. Señor Presidente, como una nueva gracia, solicitamos nuestra amnistía, tanto más cuanto que el caso es netamente político, que nosotros no somos responsables de él. 20 de mayo de 1925. Calles respondió que a él no le correspondía la amnistía sino al Congreso. 28 de mayo de 1925. Veintitrés años después… El colmo de la hipocresía En cuanto a Ricárdez Broca, el 5 de Julio de 1926…. Al C. Secretario de Guerra y Marina. El Departamento de Contraloría ha remitido a ésta Oficina copia de la liquidación que por concepto de bonos corresponden al C: Coronel Juan Ricárdez Broca, quien, según se asegura, tomó parte activa en el último movimiento rebelde; por lo que me permito suplicar a usted se sirva ordenar que se me informe en que región se levantó en armas dicho individuo; se le ha instruido proceso y proporcionarme todos los datos que puedan servir de prueba, con el fin de dar las instrucciones respectivas para demandar la responsabilidad civil que le resulta por el delito de rebelión. Reitero a usted las seguridades de mi atenta y distinguida consideración. El Procurador General de la República. (Sedena. Rebelión De la Huertista. Expediente XI/481.5 Rebelión en Estados Unidos, 1924, 1925) Según un documento de 9 de junio de 1947: “No se encontraron antecedentes de la causa que menciona relativa al Coronel Juan Ricárdez Broca. 9 de junio de 1947.” Es decir, no se le procesó. VÍCTIMAS DE LA REBELIÓN DELAHUERTISTA Lo de 60 mil miembros del ejército parece una exageración de Portes Gil (que no carece de significado político: ¿por qué el interés en hacer ver más impresionante el levantamiento? ¿Para inflamar artificialmente el genio militar de Obregón? ¿Para hacer más natural la muerte de Carrillo y de todas las demás víctimas?) “12 de diciembre de 1923. En la fecha que apuntamos se componía el ejército nacional de 508 generales, 2758 jefes, 8533 oficiales y 59030 soldados, efectivos de los cuales defeccionaron 102 generales, 576 jefes, 2,477 oficiales y 23,224 soldados rasos. Las tropas rebeldes dominaban importantes y numerosas plazas estratégicas, y con el apoyo de la marina sublevada mantenían al Estado de Yucatán aislado del resto del país.”289 El número oficial de Muertos, entre jefes, oficiales, soldados y civiles de ambos bandos, ascendió a cerca de siete mil hombres.290 Entre otros: Leales al gobierno: Benjamín, Edesio, Wilfredo y Felipe Carrillo Puerto, Lic. Manuel Berzunza, Rafael Urquía, Pedro Ruiz, Antonio Cortés, Cecilio Lázaro, Marciano Barrientos, Daniel Valerio, Julián Ramírez y Francisco Tejeda (todos estos junto con Felipe Carrillo Puerto), general Máximo Rojas, general Cecilio García; teniente coronel Víctor Velásquez, teniente Luis Ramos, mayor Manuel Rodrigo, teniente Miguel Tenorio, subteniente José María Meza, teniente Loreto Duarte, subteniente Ricardo Martínez, Subteniente Manuel M. Palacios, subteniente Moisés Navarro, coronel Juan Montes de Oca, coronel Victoriano Osorio, general Víctor Montero, mayor Nemesio Ríos, capitán Gildardo Galloso, teniente Eliseo Jarillo, diputado Ricardo Adalid, coronel Júpiter Ramírez, Miguel Adalid, mayor Rubén Sotelo, Jesús Gordillo, Pedro Rodríguez, Lamberto Pineda, capitán Miguel Llerena, general Manuel N. López, general Gabriel Mariaca, Luis Z. Soriano, general César Felipe Moya, general Heriberto Casas y Jesús Talamantes, jefe de las Defensas Sociales de Zacatecas. Delahuertistas: General Salvador Alvarado, general Manuel M. Diéguez, general Fortunato Maycotte, general Manuel García Vigil, general Alfredo García, general Benito Torruco, general Ché Gómez, general Manuel Chao, general Alberto Segovia, general Carlos Green, general Crisóforo Ocampo, diputado e ingeniero Francisco Ollivier, diputado Rubén Basañez, licenciado Ricardo Treviño, 289 Castillo Torre, José. A la luz del relámpago. Ensayo de biografía subjetiva de Felipe Carrillo Puerto. México. Ediciones Botas, 1934. P.P. 116 y 117. 290 Capetillo, Op. Cit., p. 268 general Samuel Alba, general Francisco de Santiago, general Fructuoso Méndez, coronel Antonio de la Mora, general Isaías Castro, general Petronilo Flores, Roberto Quiroga, Presidente del Partido Revolucionario de Campeche; Manuel Méndez Blengio, general Isaías Zamarripa, general Nicolás Fernández, general Fermín Carpio, coronel José María Carpio, general Marcial García Cavazos, general Rafael Buelna, coronel Salvador Herrejón, general Rafael Pimienta, teniente coronel Plinio López, teniente aviador Jiménez Castro, mayores Darío Hinojosa y Félix Domínguez, general Antonio de P. Magaña, general Valentín Reyes, teniente coronel Agustín Garza Farías, mayor Ángel Díaz Mercado, capitán Francisco Díaz Mercado, teniente coronel Everardo de la Garza, capitán Ambrosio Quiroga, general Américo Sarralde Ancira, mayor David Soto, y general Alberto Nájera Ollivier.291 291 Alonso Capetillo, La rebelión sin cabeza, Imp. Botas, México, 1925, p. 263-264