C a LEID O A R Q U E O L O G Í A SCoPIO Inscripción dedicada a TIBERIO. Los Bañales, ciudad sin nombre ALBERGÓ UN FORO, UN ACUEDUCTO, TERMAS, TEMPLOS Y COMERCIOS. PERO A PARTIR DEL SIGLO III CAYÓ EN EL OLVIDO. LOS HISTORIADIDORES AÚN NO HAN PODIDO AVERIGUAR CÓMO LA DENOMINARON LOS ROMANOS A l noroeste de la provincia de Zaragoza, en el término municipal de Uncastillo, en la comarca de las Cinco Villas, se localiza el yacimiento arqueológico romano de “Los Bañales”. El conjunto toma este nombre de la antigua advocación mariana a Nuestra Señora de los Bañales, ermita que se encuentra en la zona arqueológica, ya que, hasta ahora, los esfuerzos de historiadores y arqueólogos por encontrar el nombre que los romanos dieron al lugar han sido en vano. El conjunto monumental debió ocupar una extensión de unas veinticuatro hectáreas, delimitadas, al Norte, por el barranco de Valdebañales, al Oeste, por el cerro de El Pueyo, al Sur, por el cerro de El Huso y La Rueca, y al Este, por una serie de pequeños promontorios. Los Bañales destaca por su centro urbano, que se contaba entre los más prósperos del Valle del Ebro, su acueducto y sus termas. Más allá de un simple espacio de baños, a modo casi de nuestros modernos gimnasios o spas, las termas constituían en Roma el centro de la vida social y política. Por los materiales empleados en las de Los Bañales, el conjunto unas posibles letrinas, accesibles desde el vestíbulo, completaban el circuito. La capacidad de los ingenieros romanos para resolver los problemas hidráulicos permite poner también como ejemplo el acueducto de Los Bañales, uno de los más singulares de la Hispania romana. El punto de partida es la presa de Cubalmena, que se localiza a dos kilómetros y medio de la propia ciudad, en el término municipal de Biota. Vinculado a un posible azud, el agua discurría por un conducto subterráneo hacia el tramo central de esta monumental construcción, que salvaba un gran desnivel elevando la canalización sobre más de setenta pilares, de los que hoy se conservan treinta y dos. Por el canal de madera que sujetaban los pilares se transportaba el agua, en dirección a los conductos excavados en la roca, desde los que el líquido era dirigido a la población. A juzgar por las marcas encontradas en algunos de los sillares, realizados por la legión IV Macedónica, se podría datar la construcción del acueducto en época de Augusto, entre el 9 y 5 a.C. Los Bañales pertenecía a la jurisdicción de Caesaraugusta, la actual Zaragoza. La Como dijera el naturalista latino Plinio, Los Bañales debió de formar parte de los Vascones, pueblo cuyo momento de mayor extensión territorial, en palabras de María Jesús Pérex Agorreta, “debió de corresponder a los siglos I a.C. y I y II d.C. Abarcando la actual Navarra, con una prolongación al Cantábrico por Oyarzun, al Noreste; al Sur incluiría la Rioja Baja, desde Calahorra hasta Alfaro; por el Sureste llegaría muy probablemente hasta Alagón (Zaragoza); por el Este incluiría las Cinco Villas de Aragón; y por el Noreste toda el Canal de Berdún, hasta Jaca”. PRIMERAS EXCAVACIONES. En junio de 1931, el conjunto arqueológico de Los Bañales, junto a otros de la provincia de Zaragoza, como el Mausoleo de los Atilios, o la Sinagoga, ambos pertenecientes al término municipal de Sádaba, formaba ya parte del Tesoro Artístico Nacional. Aunque la primera excavación “seria”, al menos en parte, no se realizaría hasta los años cuarenta del pasado siglo. El médico y arqueólogo José Galiay (Tamarite de Litera, Huesca, 1880-Zaragoza, 1952) excavaría las Termas, El Pueyo, la zona de columnas y el ángulo noreste del foro, que sería interpretado como un templo. En la década de los años setenta, el eminente arqueólogo Antonio Beltran excavaría las termas en su totalidad, incluyendo su correspondiente restauración y puesta a A JUZGAR POR LAS MARCAS ENCONTRADAS EN ALGUNOS DE punto. Asimismo hizo LOS SILLARES, REALIZADOS POR LA LEGIÓN IV MACEDÓNICA, estudios completos sobre el acueducto y su SE PUEDE DATAR EL ACUEDUCTO EN ÉPOCA DE AUGUSTO sistema hidráulico. debe fecharse en la segunda mitad del ciudad conoció su esplendor en los siglos En el año 2003, se dio un importante siglo I d.C. A partir de la puerta de entra- I-II d.C. y en el siglo III d.C. sufrió un paso adelante para la conservación e inda a ellas, el bañista accedía al vestuario o casi general abandono, al menos en la vestigación del yacimiento, ya que la Direcapodyterium, en donde podía organizar- hoy parte monumental del yacimiento, ción General de Patrimonio del Gobierno se su circuito termal –la sala fría o frigi- hacia el montículo de El Pueyo, que se- de Aragón declaró al conjunto Bien de darium; la templada o tepidarium–. Una gún las fuentes antiguas sobrevivió hasta Interés Cultural. Desde el año 2008, la citada institución, encargará a la Fundabañera, que funcionaba como sauna, y el siglo IX d.C. El yacimiento refleja cómo era la VIDA COTIDIANA en una ciudad romana hace veinte siglos. Arriba, parte de los pilares del ACUEDUCTO, uno de los más singurales de la Hispania romana. Sobre estas líneas, panorámica de las TERMAS y el FRIGIDARIUM. ción Uncastillo, un Plan de investigación y dinamización, que ininterrumpidamente ha sido dirigido, en las siete últimas campañas, por los arqueólogos José Juan Bienes Calvo y Javier Andreu Pintado. De todas ellas debemos destacar la campaña de los años 2011 y 2012, en la que se encontraron dos conjuntos epigráficos, de carácter privado, en los que aparecen los nombres de los protagonistas: M. Fabius Nouus y Porcia Fauentina, dejando los laterales, para sendos homenajes, por parte de los titulares a L. Fabius Placidus, tío de M. Fabius Nouus, y a Porcia Germulla, tal vez hermana de Porcia. En la campaña del 2013 se descubrieron cuarenta piezas de mármol blanco de material escultórico romano. Merece especial atención, una coraza –Thoracatus– de una estatua, con relieves alusivos a una victoria imperial, así como los restos de dos piernas, que parcialmente permiten reconstruir la escultura. En la campaña, ya finalizada, de 2015, aparecieron entre mayo y julio cuatro pedestales. Uno dedicado al emperador Tiberio, otro, a Lucio César, hijo adoptivo del emperador Augusto, el tercero, a Quinto Sempronio Vítulo –promotor del primer pedestal dedicado a Tiberio–, y el cuarto y último, prácticamen- LA AVENTURA DE LA LA AVENTURA DE LA HISTORIA HISTORIA ? ? te idéntico al anterior. A pesar de estos grandes descubrimientos, ninguno ha alumbrado, todavía, una inscripción pública con el nombre de la ciudad. Seguro que en futuras excavaciones darán con la incógnita. ■ JOSÉ ANTONIO VAL LISA F. J. ANDREU PINTADO, Los Bañales : una ciudad romana en las Cinco Villas, Fundación Uncastillo Centro del Románico, Zaragoza, 2010. Mª JESÚS PÉREX AGORRETA, Los Vascones (poblamientos en época romana), Gobierno de Navarra, Pamplona, 1986. www.losbanales.es