CSJN Barreiro rehabilitacion

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Partes: Barreiro Ángel s/ quiebra
Tribunal: Corte Suprema de Justicia de la Nación
Fecha: 2-feb-2010
Cita: MJ-JU-M-56307-AR | MJJ56307 | MJJ56307
Incurre en apartamiento de las normas legales aplicables al caso, la sentencia que
entendió que el cese de la inhabilitación del fallido no había operado de pleno derecho,
al año de la fecha del decreto de quiebra, sino a partir de una declaración judicial
obtenida mediante un trámite previo, no contemplado en la normativa falencial.
Sumario:
1.-Es arbitraria, a los fines del recurso extraordinario federal -art. 14 , ley 48-, la
sentencia que entendió que el cese de la inhabilitación del fallido no había operado de
pleno derecho, al año de la fecha del decreto de quiebra, tal como lo establece el art. 236
de la ley de Concursos y Quiebras 24522, sino a partir de una declaración judicial
obtenida mediante un trámite previo, no contemplado en la citada normativa falencial,
ya que en tales condiciones, la decisión recurrida se aparta de la solución y alcance
contemplado en el marco normativo aplicable al caso (Del dictamen de la Procuradora
Fiscal cuyos fundamentos la Corte hace suyos).
2.-Si bien el recurso extraordinario federal -art. 14, ley nacional 48- no tiene por objeto
revisar decisiones relativas a la apreciación e interpretación efectuada por los jueces de
la causa respecto de cuestiones de hecho, prueba y normas de Derecho común, debe
hacerse excepción a este criterio cuando la sentencia impugnada carece de los requisitos
mínimos que la sustentan como acto jurisdiccional (Del dictamen de la Procuradora
Fiscal cuyos fundamentos la Corte hace suyos).
3.-Se declara inadmisible el recurso extraordinario federal cuya denegación había dado
origen a la presente queja del recurrente, por aplicación del art. 280 del CPCCN (Del
voto de los doctores Lorenzetti y Argibay - Disidencia)
Fallo:
Procuración General de la Nación
-ILos magistrados de la Sala A de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial
resolvieron confirmar la sentencia de instancia anterior que había dispuesto que el cese
de la inhabilitación no tendría efectos retroactivos al año de la fecha del decreto de
quiebra (fs. 1403/1404).
Para así decidir los jueces señalaron que la declaración de rehabilitación no opera
automáticamente, sino que requiere de un breve trámite a los fines de comprobar si
verosímilmente "prima facie" se configuran los extremos para reducir o prorrogar el
plazo de inhabilitación. Sostuvieron que el mecanismo instituido por el artículo 236 de
la Ley 24.522 posee un vacío, en lo que respecta al cese de inhabilitación.
Finalmente concluyeron, de acuerdo a lo interpretado por los artículos 107 y 236 de la
Ley 24.522, que los bienes adquiridos por el cesante hasta el decreto de la rehabilitación
y sus frutos forman parte del proceso falencial, en virtud del principio de
desapoderamiento, aún en el supuesto de rehabilitación, y -entendieron- que deben
liquidarse conforme el régimen concursal a fin de satisfacer los derechos de los
acreedores.
-IIContra dicho pronunciamiento, el fallido interpuso el recurso extraordinario de fs.
1447/1458, el que desestimado (fs. 1540), dio lugar a esta presentación directa.
Sostiene el recurrente que la sentencia apelada es arbitraria por cuanto se aparta de la
solución normativa impuesta por el derecho aplicable, en tanto la alzada consideró que
la inhabilitación del fallido no cesa de pleno derecho al año del decreto de quiebra, tal
como lo establece el artículo 236 de la Ley 24.522 sino a partir de la declaración
judicial obtenida mediante un trámite previo.
En tal sentido, manifiesta que dicho pronunciamiento, al confirmar, que la rehabilitación
tiene efecto a partir del dictado de su sentencia (10/10/06), le causa agravio patrimonial,
pues invoca, que la inhabilitación cesó de pleno derecho el 16/3/00.A tal efecto, alega
que los bienes, respecto a los que posee derecho sobre el acervo hereditario no se
encontraban alcanzados por el desapoderamiento falencial, en virtud de que el
fallecimiento de sus progenitores ocurrió el 16/4/05 y 11/01/06, habiéndose dictado
declaratoria de herederos en fecha 12/2/07 y 20/2/07 respectivamente, luego de
transcurrido el lapso anual de la sentencia de quiebra (art. 236 Ley 24.522).
-IIICabe señalar que si bien V.E. ha dicho que el recurso extraordinario no tiene por objeto
revisar decisiones relativas a la apreciación e interpretación que efectuaron los jueces de
la causa de cuestiones de hecho, prueba y normas de derecho común, ha admitido
excepciones a tal criterio cuando la sentencia impugnada carece de los requisitos
mínimos que la sustentan como acto jurisdiccional (Fallos: 318:1956 ; 326:4685 ;
329:2037 ).
Partiendo de dicha premisa, considero que la sentencia recurrida es arbitraria, si se
advierte que el tribunal a-quo, al confirmar el fallo de la instancia anterior entendió que
el cese de la inhabilitación no opera de pleno derecho al año de la fecha del decreto de
quiebra, sino a partir de una declaración judicial obtenida mediante un trámite previo,
decisión, que a mi modo de ver, se aparta de la solución y alcance contemplado en el
marco normativo aplicable al caso.
Así lo pienso, puesto que la interpretación dada por los jueces de Cámara vinculada con
el requisito de un procedimiento previo no surge del texto de la Ley 24.522. En efecto,
su artículo 236 dispone que la inhabilitación del fallido, cesa "de pleno derecho" al año
de la fecha de la sentencia de quiebra, o en que quede firme la resolución que fija el
momento inicial del estado de cesación de pagos. En el sub-lite, el estado falencial del
recurrente fue decretado el 15 de marzo de 1999 (v. fs.284/288).
En ese marco legal, resulta claro que el cese de inhabilitación del fallido operaba
automáticamente, salvo que se configuraran los supuestos de reducción o prórroga al
que alude la citada norma, circunstancias que no concurrieron en el caso, toda vez que
el recurrente no fue sometido a proceso penal alguno.
Ahora bien, conforme a lo normado por el 107 de la Ley 24.522, los bienes del fallido
alcanzados por el desapoderamiento son todos los existentes al tiempo del auto de
declaración de quiebra y los que adquiera hasta la fecha de su rehabilitación, pues
constituyen prenda común de los acreedores. Sin perjuicio de que luego de realizado
totalmente el activo, y practicada la distribución final los acreedores presentados
denuncien la existencia de nuevos bienes no susceptibles de desapoderamiento, ello en
virtud del artículo 231 del citado cuerpo normativo.
En el caso, resulta oportuno señalar, que el fallido adquirió, supuestamente, la posesión
de los bienes que componen el acervo hereditario desde el día del fallecimiento de sus
progenitores (artículo 3410 del Código Civil), hecho acaecido el 16/04/2005 y
11/01/2006 (v. fs.1411 y 1413 respectivamente), es decir, luego de haber transcurrido el
lapso anual computado desde la fecha de la sentencia de quiebra (15/3/99). En tal
contexto, la decisión de la Cámara no se condice con la solución establecida e importa
un apartamiento de la disposición legal que emana de los artículos 236 y 107 de la Ley
24.522 conducentes a la solución del litigio.
En tales condiciones, considero que la sentencia apelada no contiene una apreciación
razonada de las constancias del juicio, en armonía con la normativa legal aplicable art.236 Ley 24.522-y posee un fundamento solo aparente, por lo que debe ser
descalificada en los términos de la doctrina de la arbitrariedad.
Por ello, opino que corresponde hacer lugar a la presente queja, declarar procedente el
recurso extraordinario y dejar sin efecto el pronunciamiento apelado para que, por quien
corresponda, se dicte uno nuevo ajustado a derecho.
Buenos Aires, 17 de junio de 2009.Dra. Marta A. Beiró de Goncalvez.
Es copia.
Corte Suprema de Justicia de la Nación
En Buenos Aires, 2 de febrero de 2010 Vistos los autos: "Recurso de hecho deducido
por Ángel Barreiro en la causa Barreiro, Ángel s/ quiebra", para decidir sobre su
procedencia.
Considerando:
Que esta Corte comparte los fundamentos y conclusiones del dictamen de la señora
Procuradora Fiscal, cuyos términos se dan por reproducidos en razón de brevedad.
Por ello, se hace lugar a la queja, se declara procedente el recurso extraordinario y se
deja sin efecto la sentencia apelada. Con costas. Reintégrese el depósito. Agréguese la
queja al principal y vuelvan los autos al tribunal de origen a fin de que, por quien
corresponda, se dicte un nuevo pronunciamiento con arreglo al presente. Notifíquese y
remítase. RICARDO LUIS LORENZETTI (en disidencia)- ELENA I. HIGHTON de
NOLASCO - CARLOS S. FAYT - ENRIQUE SANTIAGO PETRACCHI - JUAN
CARLOS MAQUEDA - E. RAUL ZAFFARONI - CARMEN M. ARGIBAY (en
disidencia).
ES COPIA
DISIDENCIA DEL SEÑOR PRESIDENTE DOCTOR DON RICARDO LUIS
LORENZETTI Y DE LA SEÑORA MINISTRA DOCTORA DOÑA CARMEN M.
ARGIBAY
Considerando:
Que el recurso extraordinario, cuya denegación dio origen a la presente queja, es
inadmisible (art. 280 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación).
Por ello, se desestima la queja. Declárase perdido el depósito obrante a fs. 2.
Notifíquese y archívese. RICARDO LUIS LORENZETTI - CARMEN M. ARGIBAY.
ES COPIA
Recurso de hecho deducido por el fallido Ángel Barreiro, patrocinado por los Dres.
Marcelo G. Barreiro y Javier F. Alurralde.
Tribunal de origen: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial: Sala A.
Tribunales que intervinieron con anterioridad: Juzgado Nacional de Primera Instancia
en lo Comercial n° 1.
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