La toma de Mazalquivir y el retorno de Nápoles Julio de 1505 – Junio de 1506 The Conquest of Mers-el-Kébir and the Return from Naples (July 1505 – June 1506) Miguel Ángel Ladero Quesada Universidad Complutense. Madrid mladero@ucm.es RESUMEN Los libros de contabilidad del secretario real Hernando de Zafra permiten estudiar con detalle cómo se preparó, con base en Málaga, y se llevó a cabo la conquista de Mazalquivir en septiembre de 1505, primer paso para la de Orán en 1509. La conquista significó la reanudación de la guerra en el N. de África, después de la toma de Melilla en 1497. Por otra parte, entre octubre de 1505 y marzo de 1506, Hernando de Zafra y sus colaboradores coordinaron el retorno a Castilla de más de cuatro mil infantes de las capitanías de ordenanza formadas durante la guerra de Nápoles, en medio de grandes dificultades para su pago, alojamiento y desmovilización. Ambos hechos -Mazalquivir, desmovilización de las capitanías- son importantes para entender las condiciones de formación y mantenimiento del ejército real a comienzos del siglo XVI. Palabras clave: Mazalquivir, Orán, Nápoles, Málaga, Ejército del rey, Reyes Católicos, Castilla, 1505-1506. ABSTRACT The account books of the royal secretary Hernando de Zafra facilitate a detailed study of the preparation, based in Malaga, and execution of the conquest of Mers-el-Kébir in September 1505, as a first step toward the conquest of Oran in 1509. The conquest signaled the renewal of the war in North Africa after the seizure of Melilla in 1497. On the other hand, between October 1505 and March 1506, Hernando de Zafra and his collaborators coordinated the return of more than four thousand infantry from the captaincies de ordenanza formed during the war in Naples, in the midst of great difficulties for their pay, housing, and demobilization. Both undertakings, the seizure of Mers-el-Kébir and the demobilization of captaincies, are important to understanding the conditions of the formation and maintenance of a royal army at the beginning of the sixteenth century. Key words: Mers-el-Kébir, Oran, Naples, Malaga, Royal army, Catholic Monarchs, Castile, 1505-1506. Sumario: I. La toma de Mazalquivir. 1. Introducción. 2. La formación de la flota y de la hueste. 3. Los efectivos navales y terrestres. Las operaciones y sus tácticas. 4. Las cuentas de pago. La coordinación general. 5. Sueldos de los combatientes. 6. El abastecimiento. 7. Mazalquivir después de la conquista. II. El retorno de Nápoles. En la España Medieval 2013, vol. 36 183-224 183 ISSN 0214-3038 http://dx.doi.org/10.5209/rev_ELEM.2013.v36.41424 Miguel Ángel Ladero Quesada La toma de Mazalquivir y el retorno de Nápoles... I. La toma de Mazalquivir 1. Introducción1 La conquista de Granada, concluida en 1492, dio lugar a una intensificación de las relaciones entre las gentes de las dos orillas del Mediterráneo próximas al Estrecho de Gibraltar. Los marinos castellanos alcanzaron un conocimiento mejor de la situación de Allende -nombre con el que se denominaba entonces a las tierras del Magreb-, tanto en lo relativo a los tratos comerciales como a las cabalgadas o incursiones violentas para hacer botín y cautivos. Los musulmanes, por su parte, respondían a aquellos ataques con otros contra las zonas costeras de Andalucía y Granada pero en todo el norte de África se instaló una sensación de inseguridad que, en ocasiones, llevaba al abandono temporal de los pueblos costeros ante cualquier alarma para buscar refugio en las montañas vecinas. Por una parte, se temía que continuara allí la guerra; por otra, los emires de Fez y Tremecén no ejercían poder suficiente en muchas de aquellas zonas ni garantizaban su seguridad. Así sucedió que algunos jeques, alcaides y otros dirigentes locales de plazas costeras optaron a veces por ofrecer el dominio militar de ellas a los Reyes Católicos pero lo hicieron en el marco de disputas internas, sin contar con el respaldo de muchos de sus convecinos, a veces proponiendo ardides para entregar la plaza a sus espaldas, de modo que sus ofertas eran frágiles y casi nunca llegaron a término. Los Reyes Católicos se mostraron cautos ante aquellos proyectos. No los desechaban, porque la cruzada norteafricana formaba parte de su horizonte de acción e intereses políticos, pero situándola en un ámbito amplio, que incluía los propios de Aragón en las costas norteafricanas próximas a Sicilia y la defensa contra los turcos en el sur de Italia. De modo que una gran intervención militar en el Magreb central no fue un proyecto realizable ni en las circunstancias más favorables de los años 1492 a 1494 ni menos aún en las que siguieron hasta 1504, caracterizadas por el predominio de las guerras y negociaciones en torno a Nápoles y Rosellón. La toma de Melilla en septiembre de 1497, semidestruida y situada al margen del poder político de los emires, fue una excepción, protagonizada además por don Juan de Guzmán, duque de Medina Sidonia2. Sólo a partir de 1504 pudieron los reyes prestar más atención al La finalidad de este artículo es estudiar fuentes documentales no utilizadas hasta ahora, que permiten completar y prolongar el contenido de algunos libros míos anteriores, en especial Ejércitos y armadas de los Reyes Católicos. Nápoles y El Rosellón (1494-1504), Madrid, Real Academia, 2010. Por eso, limito a lo imprescindible el encuadre de los datos y su análisis. Sobre las relaciones con el Magreb, en general, remito a las referencias bibliográficas contenidas en los libros de M. García Arenal, dir., Repertorio bibliográfico de las relaciones entre la Península Ibérica y el Norte de África (siglos XV-XVI), Madrid, 1989; M. García Arenal y M. A. Bunes Ibarra, Los españoles y el Norte de África. Siglos XV-XVIII, Madrid, 1992; R. Gutiérrez Cruz, Los presidios españoles del Norte de África en tiempo de los Reyes Católicos, Melilla, 1997; B. Alonso Acero, Cisneros y la conquista española del norte de África: cruzada, política y arte de la guerra, Madrid, 2006. 2 Antecedentes estudiados por M. A. Ladero Quesada, “Melilla en 1494: el primer proyecto de conquista”, en Hacer historia desde Simancas. Homenaje a José Luis Rodríguez de Diego, Valladolid, Junta de Castilla y León, 2011, pp. 447-466. 1 184 En la España Medieval 2013, vol. 36 183-224 Miguel Ángel Ladero Quesada La toma de Mazalquivir y el retorno de Nápoles... espacio norteafricano y Fernando el Católico, ya viudo, lo hizo en 1505 contando con el beneficio que reportaban aquellas acciones a su imagen política y con la necesidad de dar quehacer a alguna parte de las tropas que seguían en Nápoles una vez terminada la guerra y conquista del reino. La noticia más antigua sobre una posible entrega de Mazalquivir se remonta a los meses de septiembre y octubre de 1492, cuando los judíos Abulafia y David de Segura ofrecieron procurarla en plazo de un año si se les aseguraba una recompensa de 2.000 y 10.000 castellanos de oro respectivamente3. Parece ser que, en 1496, una armada portuguesa fracasó en el intento de tomar la plaza4, y no vuelve a haber más noticias hasta la conquista ocurrida en 1505, cuyo proyecto arranca con la presencia en la corte, en 1504, de Jerónimo Vianelo, marino y mercader veneciano buen conocedor de los puertos y costas del Magreb. Vianelo conocía con detalle el emplazamiento y características de Mazalquivir, presentó incluso un plano -es la figura a la que alude Gonzalo de Ayora en su carta a Fernando el Católico narrando la conquista de la plaza- e interesó en la empresa a los reyes, que le encomendaron llevar a cabo una primera expedición aquel verano, contando con la dirección y apoyo del conde de Tendilla, capitán general de Granada5. La conquista no tuvo lugar entonces pero el proyecto no cayó en el olvido porque había negociaciones en curso: a comienzos de 1505, el dominio de Mazalquivir se buscaba mediante incorporación por pacto o partido previo con los musulmanes, encabezados por el alcaide de la plaza, Amar aben Mazor6, y había tratos secretos con él a través del mercader almeriense Lope de Sosa o de Vera, en un momento de Abulafia vino “en la carraca por enbaxador de David” (carta de Zafra a los reyes, 22 septiembre 1492, Simancas, Guerra Antigua, leg. 1315, doc. 43. En documentos de Simancas, Registro General del Sello (R.G.S.), 30 octubre 1492, doc. 7 y 8, hay referencia a las recompensas de ambos judíos. No parece que fueran judíos granadinos porque no encuentro sus nombres en las listas de judíos embarcados rumbo al Magreb en junio de 1492 (Ladero Quesada, Miguel Ángel, “Dos temas de la Granada nazarí”, Cuadernos de Historia. Anejos de Hispania, 3 (1969), p. 334-335 y “De nuevo sobre los judíos granadinos al tiempo de su expulsión”, En la España Medieval, 30 (2007), p. 281-315). 4 Así lo afirma Lorenzo de Padilla, Crónica de Felipe I, CoDoIn, VIII, p.131. Sin embargo, según el tratado de Tordesillas de 1494, la conquista de plazas del reino de Tremecén correspondía a Castilla, no a Portugal, y Juan II de Portugal falleció el 25 de octubre de 1495. 5 Juan de Vallejo, Memorial de la vida de fray Francisco Jiménez de Cisneros, ed. Madrid, 1913, pp. 7385, da algunas noticias sobre Vianello y su plano, no sé hasta que punto fiables porque su relato de la toma de Mazalquivir está lleno de equivocaciones o, por mejor decir, es falso e inventado en casi todo su contenido. Respecto al plano, escribe: “hizo un modelo o deseño que acá dezimos, a manera de una buena puerta, de tres o cuatro tablas grandes, y en ellas, bien embetunadas y puestas de su çera e barro, por muy sotil e lindo artifiçio, puso el grand puerto de Almarçaquebir e la fortaleza e villa, e en el sitio que estava, e ansi discurriendo por la playa e çerros e ramblas, e señalada la silla que dizen de Horán e su atalaya, e el çerro por donde la çibdad se avía de ganar, e ansimismo puso la dicha çibdad de Orán, çerca e torres e alcaçaba, syn faltar cosa, que era cosa de ver”. 6 Archivo de la Casa de Zafra, B-20, s.f.: Traslado de dos “cartas moriscas” escritas a Hernando de Zafra. Una de ellas es de Amar aben Mazor, alcaide de Mazalquivir, sobre lo que se ha de cumplir de lo que tenían hablado con Lope de Vera. Anuncia haber recibido carta del rey de Castilla. (M. A. Ladero Quesada, Hernando de Zafra secretario de los Reyes Católicos, Madrid, 2005, p. 107. Documentos tomados del Archivo de la Casa de Zafra, A.C.Z. en lo sucesivo). El cronista Lorenzo de Padilla escribe sobre un Lope de Sosa, vecino de Almería, que debe ser la misma persona, y afirma que recibió la propuesta del alcaide de Mazalquivir de entregar la plaza a cambio de 10.000 doblas de oro. Lope de Sosa acompañó al Alcaide de los Donceles en la expedición, según el cronista (Padilla, Crónica de Felipe I, pp. 130-31, cit. B. Alonso Acero, Cisneros..., p. 131). 3 En la España Medieval 2013, vol. 36 183-224 185 Miguel Ángel Ladero Quesada La toma de Mazalquivir y el retorno de Nápoles... relaciones pacíficas con el emirato de Tremecén, pese a algún episodio de confiscación de mercancías y perturbación de las actividades comerciales7. Al mismo tiempo, desde febrero o marzo de 1505, el arzobispo toledano Jiménez de Cisneros mostraba su disposición a prestar dinero y Fernando, como rey-gobernador de Castilla, movilizó a finales de junio los recursos militares precisos para llevar a cabo la campaña. La importancia estratégica de Mazalquivir era doble: por una parte, ofrecía un magnífico puerto-refugio natural, apto para albergar armadas que hicieran expediciones y conquistas en otros puntos de la costa. Además, era un paso previo y casi imprescindible para el dominio de Orán, la gran ciudad situada a pocos kilómetros. “Su sitio –escribía Mármol Carvajal algunos decenios después- es en alto sobre una peña viva que no puede ser minada, y al derredor tiene una sierra alta, tan áspera y fragosa que no se puede entrar en la villa sin mucha dificultad”8. Y así lo corroboran otras descripciones más modernas: “el enclave de Mazalquivir constituía un magnífico puerto natural, protegido de los vientos dominantes del oeste por un promontorio de 900 metros de largo, 200 de ancho y 320 de altitud máxima. Sobre esta altura los españoles construyeron una ciudadela inexpugnable, perfectamente adaptada al relieve del terreno, de forma que sus espesos muros caían cortados a pico sobre el mar”9. El mayor inconveniente de la plaza era su casi total aislamiento respecto al traspaís, la gran escasez de agua potable y la necesidad de avituallar por vía marítima, desde Andalucía o Granada, una guarnición suficiente aunque no muy grande, porque no podría superar la cifra de 500 a 700 personas: el cronista Andrés Bernáldez, en su descripción de la toma, afirma que Mazalquivir tenía en aquel momento cien vecinos10. 2. La formación de la flota y de la hueste La preparación de la campaña contra Mazalquivir fue relativamente rápida y discreta, incluso en la fijación del objetivo, que sólo se desveló a última hora. Había ya dispuesta una armada para las labores de vigilancia de la costa granadina, Mar de Alborán y zona del Estrecho de Gibraltar, como era habitual cada año al llegar la primavera, pero se trataba de reunir otra mucho mayor y de concentrar tropas de tierra para embarcarlas en ella11. En palabras del rey, hacer “una muy gruesa arma7 Archivo de la Casa de Zafra, D-49/5, 12 febrero 1505, Orán: Carta de Galcerán de Almenara y Alonso de Sevilla al rey, dando cuenta de cómo el rey de Tremecén y Orán les quitó unas mercancías, en contra de lo capitulado con su reino, por valor de 6.500 doblas de oro, además de amenazarlos con tomarles como cautivos (M. A. Ladero, Hernando de Zafra…, p. 107). 8 Luis del Mármol Carvajal, Descripción general de África, ed. Madrid, 1953, V.XVIII.193 (cit. B. Alonso Acero, Cisneros…, p. 132). 9 Gutiérrez Cruz, p. 123, citando a M. Epalza y J. B. Vilar, Planos y mapas históricos de Argelia, siglos XVI-XVIII, Madrid, 1988, pp. 93-94. 10 Andrés Bernáldez, Memorias del reinado de los Reyes Católicos, ed. Madrid, 1962, capítulo CCIII, pp. 490-492. Cien vecinos equivalen a cuatrocientas o quinientas personas. 11 M. A. Ladero Quesada, Ejércitos y armadas de los Reyes Católicos. Nápoles y El Rosellón (1494-1504), Madrid, Real Academia de la Historia, 2010, p. 341-345, sobre la armada de 1504, y, ya para 1505, CMC., leg. 184, cuenta del contino real Fernando Becerra, que recibe 2.102.000 para la armada que ha de guardar la costa del reino de Granada y combatir a los moros ‘de allende’ (cédula real de 14 mayo 1505, Medina del Campo). 186 En la España Medieval 2013, vol. 36 183-224 Miguel Ángel Ladero Quesada La toma de Mazalquivir y el retorno de Nápoles... da para destruyr y asolar todas aquellas partes de África, y para continuar esto y esforçar la guerra contra los dichos moros por todas las vías y maneras que puedan recibir todo mal y daño”, para responder a los que ellos hacen en el mar y en las costas de Granada y Andalucía. La operación tomó cuerpo documental a partir del 30 de junio de 1505 y en los cinco primeros días de julio. El rey encargó a su secretario Hernando de Zafra que proveyese lo necesario para la formación de la armada y hueste, y ordenó el bloqueo de la actividad comercial con el N. de África (“haser çesar el trato de allende”), y que se llevara a cabo inspección o “visita” de las tropas y fortalezas de la costa de Granada para verificar su estado de defensa: llevó a cabo la operación Juan de Valladolid, venido de la corte, junto con Domingo Pérez y con delegados del conde de Tendilla, capitán general de Granada12. Fernando el Católico contó, ante todo, con recursos pagados con cargo a la Hacienda regia, pese a su escasez después del gran esfuerzo hecho durante la guerra contra el rey de Francia en Nápoles y el Rosellón entre 1502 y 1504. Pero, además, procedió a movilizar tropas y barcos en la zona del reino donde menos difícil era hacerlo y, a la vez, mayor el interés de sus habitantes en este tipo de empresas, es decir, en Andalucía, Granada y Murcia. Y, al mismo tiempo, designó a un noble andaluz veterano de las guerras granadinas para ejercer el mando supremo de la expedición. El 3 de julio de 1505, en Segovia, el rey expedía su poder y nombramiento a don Diego Fernández de Córdoba, Alcaide de los Donceles, como “capitán general del armada para allende” y ordenaba que se le obedeciera, a él en todo y a los alcaldes y alguaciles que nombrara, en materias de justicia civil y criminal. El Alcaide recibiría cuatro ducados diarios (1.500 mrs.) en concepto de ayuda de costa y mantenimiento a partir del 15 de julio, hasta que se despidiera la armada y ejército a su mando, y llevaría consigo un contingente propio de hasta 150 escuderos de caballo o a pie, como dispusiera, con sueldo diario de 40 y 30 maravedies (mrs.) respectivamente, y 250 peones espingarderos, ballesteros y lanceros, a 25 mrs cada uno13. Tres días antes, el 30 de junio, el rey firmaba la cédula dando cuenta de haber establecido un “asyento con mosen Villamarín, de dos galeas con que ha de servir”. Bernat de Vilamarí, nombre castellanizado en los documentos como Bernal de Villamarín o Velamarín, ya tenía el título de conde de Capacho (Capáccio, al sur de Salerno), había servido en la guerra de Nápoles y conservaba aún el cargo de “capitán general del armada de mar del rey nuestro señor en las partes de Levante”. Ahora se le contrataba para servir a partir de primero de julio con dos galeras en las Archivo de la Casa de Zafra, C-32 y E-1, Segovia, 4 de julio de 1505: Poder del rey a Hernando de Zafra para proveer una armada contra los moros “de allende”, repartiendo todos los víveres y materiales que sea preciso (M. A. Ladero, Hernando de Zafra…, p. 107). El cese del comercio y la inspección del estado de defensa de la costa granadina en Simancas, C.M.C. primera época, leg. 1875, libro segundo (los dos libros que forman el legajo son la fuente básica de este trabajo y en ellos están los datos y noticias manejados si no se indica otra cosa). 13 No encuentro pago a estas tropas en las cuentas que he manejado. Según Gutiérrez Cruz, Los presidios…, p. 146, en el alarde de 28 de agosto se presentaron sólo 120 escuderos y 130 peones, y, tras la conquista de Mazalquivir, eran 101 escuderos y 107 peones (tomado de Simancas, Contaduría del Sueldo, primera serie, leg. 70). 12 En la España Medieval 2013, vol. 36 183-224 187 Miguel Ángel Ladero Quesada La toma de Mazalquivir y el retorno de Nápoles... costas del reino de Granada y de “allende”, “e donde quiera que yo sea servido”, añade el rey, con su elevado sueldo habitual de 1.000 ducados anuales. Las galeras estarían “muy bien armadas e forneadas de velas e palamentos, vasijas, armas, jarcia, artillería y de todas las otras cosas acostumbradas necesarias a uso e costunbre de guerra”, con 45 hombres “de buena bolla” cada una. Se asignaba mensualmente a cada una de las galeras, para sueldo y mantenimiento, 260 florines del cuño de Aragón, 100 quintales de bizcocho del peso de Málaga y 3 1/3 quintales de sebo. En la realidad, quienes mandaban las naves eran lugartenientes de Villamarín: Don Ramón de Cardona, sucedido por mosén Miguel Giner ya en marzo de 1506, y así continuó siendo en los años siguientes, mientras aquellas u otras galeras catalanas estuvieron de servicio guardando la costa de Granada14. Simultáneamente, se procedió a la contratación y puesta a punto de los barcos que compondrían la armada real. Además de las dos galeras de mosén Villamarín, tres galeotas cuyos capitanes y maestres eran también marinos al servicio habitual de la corona: Juan de Lezcano, Cristóbal López de Arriarán y Alonso Cherino, “capitán del armada”. El grueso de la fuerza naval estaba formado por 35 fustas, de la que al menos 12 eran propiedad de la Corona y se pusieron a punto nuevamente en las atarazanas de Málaga15. Acompañarían a estos buques de remo y vela, que eran fundamentales para el desembarco, especialmente las fustas, 11 naos y 10 carabelas, que eran “barcos redondos” aptos para el combate en el mar, el transporte de tropas, artillería, material diverso y vituallas, y 10 tafurcas, adecuadas para acoger caballerías. Algunos de estos barcos de transporte permanecieron en servicio después de la toma de Mazalquivir o bien no intervinieron hasta los meses siguientes, según se detalla en el cuadro analítico correspondiente. Lo mismo sucede con dos zabras, que estuvieron en servicio en marzo y abril de 1506, y con algunos de los 20 barcos y siete barcas para cargar y descargar aunque, en estos dos casos, casi todos participaron en el desembarco previo a la toma de Mazalquivir. Aquellos navíos embarcaron un total de al menos 2.730 hombres, de los que alguna parte, por lo menos los de fustas y galeotas, combatirían en tierra. Fueron “veedores” o inspectores de la armada en su formación y funcionamiento Juan de Valladolid y Pedro de Madrid, enviados ambos por el rey, y contador Fernando Becerra. Además, se formó un pequeño grupo de alcaldes y alguaciles para asegurar el buen orden16. En la fuerza naval se empleó el 62 por 100 del gasto en aspectos militares. Las tropas de tierra eran menos costosas, y sólo consumieron en torno al 19 por 100: estaban formadas, primero, por la pequeña hueste que acompañaba al Alcaide de los Donceles17. En segundo lugar, por las capitanías que se formaron con los jinetes M. A. Ladero Quesada, Las Indias de Castilla en sus primeros años. Cuentas de la Casa de la Contratación (1503-1521), Madrid, Dykinson, 2008, p. 170, dato del año 1507: las galeras de mosén Soler, que ya era lugarteniente de Villamarín en 1500 (Ejércitos y armadas…, p. 776). 15 Tuvo cargo de ello Pedro de Madrid, “veedor de la armada”, que gastó 506.250 mrs. 16 Los bachilleres Juan Rodríguez de Alarconçillo y Cristóbal Zapata, alcaldes, recibieron cada uno 6.000 mrs. a cuenta de su salario, y 3.000 los alguaciles: Diego Carrillo, Francisco de Tordesillas, Luis de Torres (tachado), Luis Pachón y Fernando de Morales, que sólo recibió 1.500. 17 Es posible que estas tropas se encuadraran en las capitanías mencionadas por las cuentas, de modo que no las computo aparte. Por ejemplo, en las de caballería de Cristóbal Angulo, Garci Holguín y Fernán Mexia, 14 188 En la España Medieval 2013, vol. 36 183-224 Miguel Ángel Ladero Quesada La toma de Mazalquivir y el retorno de Nápoles... de acostamiento, casi 200, movilizados en las plazas de los reinos de Granada, Córdoba y Jaén, y en Écija: los hombres de acostamiento estaban obligados a acudir al llamamiento regio porque cobraban un sueldo en tiempo de paz, complementado durante las operaciones pero, aunque su obligación era personal, a veces enviaban a otros, pese a las órdenes regias en contra18. Además, se formaron dos pequeñas capitanías de hombres de armas, considerando que este tipo de caballería pesada tenía menos utilidad en la operación que se proyectaba, y una de escuderos a caballo. En total, en torno a 320 de caballo. Porque el peso de las operaciones, a partir del desembarco, debía recaer en la infantería, organizada ya según el nuevo procedimiento de ordenanza y armada a la suiza. Era un nuevo tipo de ejército de a pie, experimentado durante la segunda guerra de Nápoles, en 1503, y establecido en la corte por Gonzalo de Ayora desde el otoño de 1504: Gonzalo y su hermano Juan de Ayora participaron en la expedición y el primero, que era entonces cronista real, escribió al rey una detallada relación de las operaciones el día 15 de septiembre de 1505, a las pocas horas de caer la plaza. Las primeras capitanías procedentes de Nápoles no comenzaron a desembarcar en Málaga hasta finales de octubre de 1505, de modo que las empleadas en Mazalquivir fueron las que ya estaban formadas en la Corte por iniciativa de Gonzalo de Ayora, al menos una docena, a las que se añadieron otras organizadas según el mismo modelo, con peones reclutados en Málaga y otras partes, hasta un total de 22 ó 24, con 1.380 combatientes, de los que 200 eran hombres del campo especializados en tareas de vigilancia de frontera, conocimiento del terreno y pequeñas escaramuzas. Algunas de aquellas tropas permanecieron guarneciendo Mazalquivir en los meses que siguieron a la conquista, al menos hasta marzo de 1506. A finales de aquel mes se incorporaron a la guarnición cinco capitanías de las venidas de Nápoles. También sirvieron en ella hasta junio 72 “lanzas” de comendadores de las órdenes militares de Santiago y Calatrava que habían estado antes en la Alhambra de Granada y que, tal vez, participaron en la conquista. *** Al mismo tiempo que ponía a punto los navíos y tropas de tierra que dependían directamente de la Corona, Fernando el Católico firmó el treinta de junio y el cuatro de julio de 1505 las cédulas de “repartimiento” y llamamiento de tropas a las ciudades y villas andaluzas y murcianas de realengo, a algunos nobles y caballeros y a ciertas “personas particulares”, residentes todos en aquellas regiones sureñas. Firmaba como rey “administrador y gobernador” y refrendaba los documentos el secretario real Fernando de Zafra, que era el coordinador de las operaciones. Los y en las de infantería de Benavides, Díaz Cerón, Díaz de Rojas, Pedro Fernández de Córdoba y Juan Hurtado de Mendoza, que no forman parte, al parecer, de las capitanías “de ordenanza”. 18 Fue Juan de Valladolid, antes citado, quien trajo de la corte la relación o “copia de los acostamientos del Andaluzía y reyno de Granada”, al menos 200 “lanzas”, para proceder a su localización y movilización. No se les había convocado a las campañas del Rosellón de 1495-1497 y 1502-1503, probablemente por la lejanía del teatro de operaciones y el riesgo de guerra que había siempre en la frontera sur, pese a la conquista de Granada. Ladero, Ejércitos y armadas…, pp. 179-189. En la España Medieval 2013, vol. 36 183-224 189 Miguel Ángel Ladero Quesada La toma de Mazalquivir y el retorno de Nápoles... requeridos acataron la orden regia, en general, aunque hubo algunas quejas porque el momento era malo, en plena carestía de cereales, que había comenzado en 1503, además de que localidades como Carmona o Lora estaban aún reponiéndose de las destrucciones producidas por el gran terremoto ocurrido en abril de 150419. El contenido de los documentos regios era común en los aspectos principales pero difería en otros específicos. En los dirigidos a ciudades y villas de realengo se detallaba el número de combatientes y sus clases así como, en algunos casos, el de navíos, se aseguraba el pago de sueldo desde que comenzara la campaña militar y se designaba a quienes habían de estar al frente de la expedición. En el modelo conservado, que se refiere a Sevilla, debía venir al mando don Luis de Guzmán, hermano del alguacil mayor de la ciudad, acompañado por dos regidores o veinticuatros e iría con ellos el licenciado Rodrigo Guillén, teniente del Asistente Real de Sevilla, hasta que la gente y barcos movilizados hicieran presentación y alarde en Málaga ante el capitán general o sus representantes en la fecha señalada por el rey, que era el 10 de agosto20. En cambio, en las cartas a “grandes y caballeros” sólo se especificaba el contingente a enviar pero sin entrar en detalles sobre forma de repartir el coste, ni sobre el armamento o el sueldo, salvo para asegurar que “serían pagados de lo que ovieren de aver”: no constan en las cuentas de pago los barcos que se demandaron al duque de Medina Sidonia y el que correspondía a la duquesa de Arcos, tal vez porque sirvieron “de gracia”, lo mismo que se esperaba de las dos fustas de Tarifa, que era del Adelantado Mayor de Andalucía, aunque a éstas, al cabo, hubo que pagarles sueldo21. Y, en fin, en las cartas dirigidas a “personas particulares”, se apela a motivos del mismo tipo: “e porque yo me quiero servir de vos para esta jornada, yo vos ruego y encargo que vos dispongays a yr en su conpañía [la del Alcaide de los Donceles, capitán general], que en ello creed recibiré mucho plazer e servicio”: el convocado debía presentarse en Málaga el 10 de agosto “y allí se vos hará el asyento de lo 19 Aspectos generales en M. A. Ladero Quesada, “Earthquakes in the Cities of Andalusia at the Beginning of the Modern Age”, en, Martin Körner, ed., Destruction and Reconstruction of Towns, Berna, Verlag Paul Haupt, 1999, I, pp. 87-103 y Diezmo eclesiástico y producción de cereales en el reino de Sevilla (1408-1503). Sevilla, Publicaciones de la Universidad, 1979, 130 p. [En colaboración con Manuel González Jiménez]. Algunos ejemplos en Archivo de la Casa de Zafra: B-18 y B-43, 5 de julio, carta al secretario Zafra pidiendo que no se saque “bastimento” de Almería, debido a la esterilidad. B-39, Baena, 1 de agosto: el conde de Cabra escribe a Hernando de Zafra alegando que no se puede hacer el reparto de cereales ordenado por el rey debido a la carestía; sólo en Baena, había sido preciso comprar 8.000 fanegas de trigo en 1504 para “proveer la tierra”. B-27, agosto de 1505: el prior de la orden militar de San Juan escribe al secretario Zafra pidiendo que se rectifique la orden de reparto de cien peones en la bailía de Lora, teniendo en cuenta que la renta de la orden se gasta en la defensa de Rodas, y “quan perdida quedó [Lora] del torromoto pasado” (M. A. Ladero, Hernando de Zafra…, pp. 107-108). 20 La copia de la carta real a Sevilla en C.M.C. primera época, leg. 1875. Otro ejemplar, dirigido a Jaén, en J. Rodríguez Molina, dir., Colección diplomática del Archivo Histórico Municipal de Jaén, siglos XIV y XV, Jaén, 1985, pp. 279-281: los 250 peones de Jaén vendrían a cargo de Alonso Vélez de Mendoza, veinticuatro y alguacil mayor de la ciudad, sustituido en el último momento por otro veinticuatro, Simón de Berrio. 21 No hicieron alarde en su presentación “porque se pensó que venía a servir de gracia”, según se afirma en la cuenta. El 6 de octubre de 1505, el concejo de Tarifa escribió al secretario real Hernando de Zafra reclamando el sueldo y mantenimiento de las dos fustas que envió y de sus tripulaciones (Archivo de la Casa de Zafra, B-3, resumido en M. A. Ladero Quesada, Hernando de Zafra…, p. 108). 190 En la España Medieval 2013, vol. 36 183-224 Miguel Ángel Ladero Quesada La toma de Mazalquivir y el retorno de Nápoles... que ovieredes de aver y en cuenta de ello sereys socorrido”. Tomaron parte en la expedición, según las cuentas, algunas de estas personas particulares, a las que se denomina “gente de pro”: entre ellos Alonso de Mata, y Pero López de Horozco, que debe ser el mismo que Gonzalo de Áyora denomina el Zagal (el valiente): es uno de los pocos a los que el cronista menciona por su nombre, junto con don Alonso Rebolledo, cuyos servicios pondera especialmente22. Los convocados por el rey constan en las cuentas de pago de la campaña de Mazalquivir, con muy pocas excepciones, como se detalla en los cuadros anexos a este trabajo. Sevilla, Jerez, Cádiz y los puertos de señorío de la costa atlántica proporcionaron 44 navíos cuyas características no se especifican, aunque probablemente serían carabelas en su mayor parte, 12 carabelas y dos fustas. Otras dos fustas vinieron de Murcia, Cartagena y Lorca. Alguna parte del personal embarcado eran peones para el combate en tierra pero sólo he podido desglosarlo de la marinería en los casos de Sevilla, Jerez y Murcia. Las ciudades y villas del interior de Andalucía movilizaron una cantidad considerable de peones combatientes, entre ellos buen número de “hombres del campo”, y otros que, además de llevar armas, se destinaban a labores específicas: albañiles y “tapiadores”, carpinteros, picapedreros. También contribuyeron Málaga y Vélez Málaga, con albañiles, y Ronda, Loja y Antequera con “hombres del campo”. En total fueron 563 espingarderos, 1.178 ballesteros, entre ellos 50 de la Cofradía del Señor Santiago de Baeza, 904 lanceros y otros 428 diversos, de los que al menos 170 serían “hombres del campo”. Así, pues, desde el punto de vista de la aportación directa de los reinos, aquélla fue una empresa que afectó casi exclusivamente a Andalucía. El coste de las tropas no fue muy elevado para la Hacienda real: 1.266.155 maravedies (mrs.) los navíos y la gente embarcada en ellos, otros 1.358.273 las tropas de tierra: en total, un 19 por 100 del gasto. La razón es que casi todas fueron desmovilizadas en cuanto terminó la operación y la armada regresó a Málaga, el 24 de septiembre de 1505. Sólo permanecieron en Mazalquivir 50 espingarderos de Écija, al mando del comendador Guill, hasta fin de mayo de 1506. Lo escrito hasta ahora se sintetiza en el siguiente cuadro de conjunto, que debe completarse con las tablas del anexo para el análisis de cada caso: 22 Gonzalo de Ayora, Carta de Gonzalo de Ayora al Rey Católico don Fernando sobre la toma de Mazalquivir, CoDoIn, Madrid, 1865, XLVII, p. 539: “Pero López el Zagal fue el primero hombre que aquel día puso los pies en tierra y las manos en los enemigos…”. Junto con los capitanes Lope Sánchez y Díaz Cerón y otro caballero particular “de pro”, Alonso de Mata, dirigió la toma del cerro inmediato a Mazalquivir. Hizo una valerosa defensa de los peones en los ataques que sufrieron de los musulmanes durante la aguada del día 15 de septiembre, una vez tomada la plaza. Según Padilla, Crónica de Felipe I…, fue el que tomó posesión de la fortaleza de Mazalquivir en la noche del 12 al 13 de septiembre de 1505, cuando los defensores musulmanes capitularon. Ayora se excusa por no mencionar muchos nombres en su carta para no hacerla demasiado larga: “Dejo para la corónica muchos nombres de capitanes de mar y de tierra y de muchos caballeros honrados que con mucha fe y lealtad han servido y sirven a vuestra alteza en esta empresa; y en mis escritos espero, con ayuda de Dios, satisfacer a su fama”. Biografía de Ayora con indicaciones bibliográficas en M. A. Ladero Quesada, “Ayora, Gonzalo de”, Diccionario Biográfico Español, Madrid, Real Academia de la Historia, 2010, VI, pp. 299-301. En la España Medieval 2013, vol. 36 183-224 191 Miguel Ángel Ladero Quesada La toma de Mazalquivir y el retorno de Nápoles... Barcos y hombres en la toma de Mazalquivir. Resumen I. Navíos contratados directamente Tipo de navíos número hombres pago Galeras 2 90 1.565.325 Galeotas 3 270 434.340 Fustas351.4122.732.715 Naos11 6392.602.235 Carabelas 10 204 641.210 Zabras 2 186.340 Tafurcas10 184.873 Barcos 21 89 156.164 Barcas 7 26 85.250 8.588.452 II. Capitanías de tropas de tierra Capit. de caballería 6 327 527.620 Capit. de peones221.3801.610.307 Otros pagos 474.748 2.612.675 III. Navíos movilizados por municipios y nobles de Andalucía Sin especificar tipo 44 388 Carabelas 12 275 Fustas 4 262 952.004 161.170 152.981 1.266.155 IV. Tropas y otro personal de tierra movilizado en Andalucía y Granada Espingarderos 563 Ballesteros 1178 Lanceros 1104 Hombres del campo 50 Otros 378 Total 192 1.358.273 13.825.555 mrs. En la España Medieval 2013, vol. 36 183-224 Miguel Ángel Ladero Quesada La toma de Mazalquivir y el retorno de Nápoles... 3. Los efectivos navales y terrestres. Las operaciones y sus tácticas En la toma de Mazalquivir intervino una flota de grandes dimensiones aunque no todos los barcos mencionados en las cuentas participaron en aquel momento sino que algunos lo hicieron durante los meses siguientes, especialmente en tareas de avituallamiento, transporte de tropas o vigilancia. De todos modos, en el desembarco del diez de septiembre estuvieron presentes las 39 fustas y las dos galeras, al menos una galeota, las 12 carabelas y los 44 navíos no especificados que enviaron nobles y municipios - que en su mayor parte serían carabelas también-, 10 naos y carabelas contratadas por la corona, 3 tafurcas y 15 barcos y barcas. Son, en total, en torno a 120 unidades: 42 barcos de remo, unas 60 carabelas y cuatro o cinco naos, 3 tafurcas y 15 barcos y barcas, tripuladas en conjunto por unos 3.400 hombres, de los que alguna parte serían también combatientes en tierra. Las fustas llevaron el peso principal en la operación de desembarco por su capacidad de aproximación a tierra, aunque no pudieran llegar a la misma línea de playa y el primer cuerpo de infantes hubo de utilizar barcas o nadar y vadear en los ocho a diez metros finales. En las fustas venían embarcadas, o a ellas pasaron en las horas previas al desembarco, las capitanías de infantería de ordenanza y algunas de las tropas de tierra enviadas por los municipios, mientras que las demás permanecerían en carabelas y naos -que eran “barcos mancos” en la terminología de Ayora, de modo que no tenían capacidad para maniobrar hasta llegar a la playa- y desembarcarían algo más tarde, al igual que la artillería y la caballería, a la que hemos de suponer embarcada, preferentemente, en las tafurcas. Las tropas de tierra estaban formadas, en total, por cerca de 5.000 combatientes: algo más de 300 de caballo, de los que 50 hombres de armas de caballería pesada, 1.380 hombres de capitanías reales de la infantería de ordenanza, o bien organizados según este procedimiento, y otros 3.273 peones “sueltos” -como los denomina Gonzalo de Ayora- procedentes de los repartimientos municipales, entre los que había un claro predominio de los ballesteros (1.178) y lanceros (1104) aunque el número de espingarderos era elevado (563) y también apreciable el de los “hombres del campo”, además de que los picapedreros y azadoneros venían armados. El sueldo de la mayor parte de barcos y tropas comenzó a contar desde el 24 de agosto, cuando ya estaban concentrados y a punto en Málaga, aunque hasta el uno o dos de septiembre no zarpó la armada y tuvo que echar el ancla en Almería el día ocho, después de sufrir un viento adverso de levante. Aquel retraso, sin embargo, fue muy oportuno porque, según el cronista Bernáldez, los musulmanes habían tenido noticia de que Mazalquivir podía ser el objetivo y concentraron refuerzos en sus alrededores, que se retiraron al comprobar que la armada no llegaba, por lo que entendieron que tendría otro destino. La navegación continuó desde la medianoche del día ocho y todo el día nueve hasta que la flota llegó ante Mazalquivir al amanecer del miércoles 10 de septiembre y se procedió a instalar en fustas y barcos menores a la parte de las tropas que había viajado en naos y carabelas. Primero desembarcó un escuadrón de 180 infantes de las capitanías de Ochoa de Asua y Alonso de la Mar, que resistieron, en formación cerrada, los ataques de unos En la España Medieval 2013, vol. 36 183-224 193 Miguel Ángel Ladero Quesada La toma de Mazalquivir y el retorno de Nápoles... 1.500 peones musulmanes hasta ser auxiliados por gente de las dos galeras, por las capitanías de Ruy Díaz Cerón y Lope Sánchez de Valenzuela, y por alguna “gente suelta” de peones. Horas más tarde, cuando llegó la noche del día diez de septiembre, la infantería de ordenanza protagonizó también la toma de “la sierra alta que está sobre la fortaleza”: la llevaron a cabo las capitanías de Ochoa de Asúa, Alonso de la Mar, don Diego Pacheco y Gonzalo y Juan de Ayora, que venían a ser “la quinta parte de la gente que había de ordenanza”, y otros peones hasta completar el millar de hombres. Se fortificaron y resistieron los ataques de los musulmanes a lo largo del día once, recibiendo por la mañana el refuerzo, que fue ineficaz, de 300 “hombres sueltos” de Córdoba y Jerez y, por la tarde, otro mucho más efectivo de 500 hombres más de ordenanza -capitanías de Hurtado de Mendoza, Salazar, Borja y Avilés-, 1000 peones “sueltos” y dos ribadoquines, además de especialistas en fortificación, dirigidos por Jerónimo Vianelo, que trabajaron toda aquella noche. Así pudieron resistir el gran ataque musulmán del viernes doce, cuando se hizo de día, porque, explica Ayora, “teníamos dos ribadoquines y mejor aparejo en nuestra espingardería y ballestería, y nuestra gente ya confiada de la ordenanza y de sus capitanes, y con menos miedo de los alaridos de los moros”. Mientras tanto, el Alcaide de los Donceles había empleado el día once en “fortalecer en lo bajo [la playa] y descargar la artillería, batir con ella “la casa” o fortificación musulmana, y guardar la flota y su real de la artillería de la fortaleza, “que era asaz y buena, y los moros usaban della con mucha diligencia y certidumbre”. El asalto a Mazalquivir se preveía difícil y se preparaba ya en la tarde del día doce, pero hubo tratos previos y entrega de la fortaleza al amanecer del sábado día trece, asegurando a los musulmanes salida libre con sus armas, caballos y bienes muebles, aunque dejaron en la plaza su artillería y provisiones almacenadas23. Así, apenas fue preciso utilizar la artillería ni que las tropas combatieran para tomar la plaza: sin duda, pesó en la decisión de los defensores la muerte imprevista de su alcaide y la evidencia de que la superioridad de los sitiadores no sería compensada por las ayudas enviadas por Orán y Tremecén que, en gran parte, se empleaban para pelear con las tropas castellanas situadas en la sierra. Parece, por lo tanto, que las bajas cristianas fueron pocas, y se sufrieron en los combates al desembarcar y en la sierra –una decena de muertos- y en las operaciones de aguada y corta de leña de los días quince y diecisiete, después de la toma, cuando murieron unos 25 peones en varias escaramuzas con los musulmanes que, sin duda, esperaban poner en grave aprieto a los conquistadores de Mazalquivir utilizando para ello la carencia de agua, que era el punto débil de la plaza24. *** El relato que hace Gonzalo de Ayora de estas operaciones y de los encuentros durante las aguadas, está orientado a demostrar la gran superioridad de los “hombres de orde23 Bernáldez afirma que eran 22 “tiros de pólvora” grandes, sin contar las espingardas, y 22 “silos” de trigo además de una “bóveda” de la atarazana también llena de trigo. Es probable porque no haría mucho que se había recogido la cosecha de cereales. 24 Bernáldez describe otro encuentro el día 19, también mientras los castellanos cortaban leña y tomaban agua, en el que las tropas de Sevilla y Córdoba sufrieron cien bajas. Ayora había enviado su carta al rey el 17, de modo que no pudo incluir este incidente, más grave que los anteriores. Al cabo, hubo que enviar barcos a Málaga para traer agua. 194 En la España Medieval 2013, vol. 36 183-224 Miguel Ángel Ladero Quesada La toma de Mazalquivir y el retorno de Nápoles... nanza” y de los capitanes profesionales al servicio del rey sobre los “peones sueltos” de las tropas municipales y sus capitanes, que “son la cosa del mundo más perdida y desconcertada”, y más aún respecto a los “hombres que llaman aventureros, que yo les llamo desventurados, porque luego se ponen en huída y desbarato”. Destacaba Ayora “la reciura y silencio y orden” con que actuaba la infantería de ordenanza, desde el desembarco del primer escuadrón, esto es, la disciplina en la formación y en las maniobras, y la serenidad ante los ardides bélicos de los musulmanes, entre los que destacaba el vocerío o “alaridos” con que fingían ser más numerosos de lo que en realidad eran y procuraban disimular su manera de guerrear, “en que claramente confiesan su flaqueza y poco saber, porque luego se forman como su enemigo quiere, porque ellos huyen de quien los acomete, y si su enemigo los sufre y está quedo, a la hora se paran y pierden la esperanza del vencer y aun del pelear; y, en fin, jamás se muestran fuertes sino contra lo flaco y vencido y contra los que huyen, que son propiedades de crueles y de cobardes, que todo es una cosa”. Las maneras de combatir, hacer guardia y guardar la disciplina que practicaba la gente de “ordenanza” eran superiores a las tradicionales practicadas en la antigua frontera de Granada y en las entradas o “cabalgadas” de los andaluces en Berbería, a las que los musulmanes estaban habituados, y con esta idea, según escribe Ayora, actuaron en los combates de la sierra del día once de septiembre, cuando se enfrentaron a los peones de Córdoba y Jerez, porque “hubieron conocimiento cómo aquella era la gente con quien ellos solían pelear”, y en su esperanza, que no se cumplió, de que, en la noche del once al doce, “las guardas de la sierra se habían de mudar como en las otras guerras que ellos habían visto, y según después se supo así se lo daban a entender los granadinos” que había entre ellos. De todos modos, el modelo de la “ordenanza” comenzaba a extenderse ya a los peones movilizados por “repartimiento”. Así, en la convocatoria hecha a Sevilla, el rey mandaba que vinieran los peones encuadrillados en grupos de 50, con un cuadrillero “cierto y conocido” al frente “y si se pudiere aver, que sea de los que han servido en Italia, porque la dicha gente pueda venir por la vía de la hordenança”. Y sean los peones, gente “la más bien dispuesta y abile” que haya. En efecto, la procedencia social de los reclutados importaba mucho: Ayora lo indica también, refiriéndose a la actitud de la gente de las capitanías reales durante la escaramuza del 17 de septiembre, como “todavía conviene que esta gente de ordenanza no sea de cavadores y segadores de los pueblos, como es ésta, porque los que allí resistieron y esperaron con sus capitanes, no era ninguno de éstos” Había un tipo peculiar de peón, el “hombre del campo”, especialmente útil en las operaciones militares que se llevaban a cabo en las costas del Magreb porque los que eran de esta condición dominaban las tácticas y ardides de guerra, celadas, formas de vigilancia y conocimiento de la tierra en la antigua frontera de Granada, especialmente en las zonas de Murcia y Jaén, de donde procedieron la mayor parte, y eran capaces de aplicarlas en otros espacios comparables, como ya se había demostrado en el Rosellón durante las guerras de 1495 y 1503, y se experimentaba habitualmente en las “cabalgadas” o expediciones de saqueo de barcos andaluces sobre las costas norteafricanas. No es de extrañar, pues, que hubiera un número considerable de ellos tanto integrados en capitanías reales como en los reclutados por “repartimiento” municipal. En la España Medieval 2013, vol. 36 183-224 195 Miguel Ángel Ladero Quesada La toma de Mazalquivir y el retorno de Nápoles... La experiencia de la campaña de septiembre de 1505 orientó las previsiones sobre los tipos de tropa a emplear en el proyecto de toma parcial de Orán, a comienzos de 1506, para el que el Alcaide de los Donceles requería el envío de 500 de caballo y 3.000 peones: la caballería “que sean de las Guardas de su alteza o de acostamientos que vengan ellos en persona” y “los peones de los de Ytalia y de Caçorla y de Quesada y Lorca y de los otros lugares de la frontera, a sueldo, que por traer gente de çibdades y no traer gente de cauallo en estotra armada [se refiere a la de 1505] se syguieron algunos ynconvinientes”25. También Gonzalo de Ayora se había lamentado en su carta al rey de aquella escasez: “la falta que nos hace no tener nosotros caballeros, no se puede creer y mucho menos escribir”. *** El armamento se modificaba según el modelo de la nueva infantería, pero los peones “repartidos” todavía vinieron con su organización tradicional. Así, los sevillanos: corazas, casquetes, espada y puñal todos los peones; además, los espingarderos con ‘buen recaudo’ de pólvora y pelotas y los ballesteros con 24 ‘tiros’ cada uno y buen recaudo de “almacén”. Por su parte, las tropas del rey, además de contar con armamento adecuado, podían aprovechar el remanente de la guerra del Rosellón. Las cuentas indican cómo Pedro de Morales tuvo a su cargo ‘haser alimpiar e reparar e poner en horden las armas suyças e los arneses que están en poder de don Yñigo en Málaga”: Don Iñigo Manrique era el alcaide real de Málaga. Otros 100.000 mrs. se libraron a Hernando de Ayala para transportar, por mar, a Málaga “las picas que están en Requena”. Apenas hay noticias sobre la cantidad y tipos de las piezas de artillería movilizads para la operación, ya que hubo poca ocasión para utilizarlas y las cuentas no dan datos de pago. Los cañones, así como lombarderos, tiradores y otro personal, procedían de Málaga, donde se había instalado desde 1499 una de las dos maestranzas de artillería del rey. En 1505, proveyó a las galeras de don Ramón de Cardona con 4 cañones pedreros, 14 ribadoquines, 12 mosquetes pequeños y 3 “de orejas”, 10 sacabuches pequeños y un “gerifalte pequeño”. Y se envió a Mazalquivir, aunque tal vez no para la expedición sino cuando ya se había conquistado la plaza, 4 cañones, 6 falconetes y 18 ribadoquines, y otras 10 lombardas a comienzos de 150626. Recordemos, además, la importancia que tuvieron en la organización de la conquista de Mazalquivir y en el sostenimiento de la plaza algunas personas muy vinculadas a las instalaciones de artillería, armamento y atarazana de Málaga, y a la formación de armadas: el secretario real Hernando de Zafra, sobre todo, y también Juan Rejón, capitán de la artillería, y Juan Gaytán, corregidor de Málaga. Otro aspecto sustancial en aquellas operaciones fue el buen conocimiento previo del terreno y del punto de desembarque, gracias a las informaciones recogidas por personas como Jerónimo Vianelo y Lope de Sosa, lo que permitió incluso al rey tener en la corte un plano del terreno -una figura de Orán y del Almarza, en expresión de 25 Carta del Alcaide de los Donceles a Hernando de Zafra, 3 de enero de 1506 (Ladero, Hernando de Zafra…, pp. 195-198. Más adelante se explica lo referente a este proyecto de toma de Orán. 26 Ladero, Ejércitos y armadas…, Capítulo Quinto: La artillería, en especial pp. 247, 249, 261. 196 En la España Medieval 2013, vol. 36 183-224 Miguel Ángel Ladero Quesada La toma de Mazalquivir y el retorno de Nápoles... Gonzalo de Ayora-. La labor de Vianelo fue igualmente fundamental en los trabajos de fortificación que se hicieron en las posiciones cristianas de la sierra durante la noche del 11 al 12 de septiembre. *** La base naval, maestranza de artillería y almacenes de armamento de Málaga eran el fundamento principal de las operaciones que se llevaban a cabo en las costas norteafricanas, junto con los navíos que pudieran proporcionar los puertos de la costa atlántica andaluza. Gonzalo de Ayora, entusiasmado por la conquista de Mazalquivir, comparaba a esta plaza con Gibraltar, que “goza de título de reino tan justamente por el aparejo que hay en ella para la conquista de África y la seguridad de España”27, e incluso la anteponía a ella porque Mazalquivir estaba en la costa africana y podía albergar, afirma con evidente exageración, un contingente habitual de 300 lanzas de caballería y 1.500 peones, o el doble de ambos tipos de efectivos si era preciso. En aquel momento de triunfo, el cronista real proponía a Fernando el Católico la posibilidad de formar una fuerça o ejército permanente para llevar a cabo la “conquista de África”, aprovechando la debilidad política y “grandes discordias de los moros”, y la inferioridad en “la manera de su guerrear”. La estimación es interesante, porque procede de un buen conocedor de la materia militar, que podía ajustar bien el cálculo de hombres necesarios al efecto, aunque parece algo imprecisa en lo que toca a la marina y no se refiere a los costes económicos y al avituallamiento, ni a las bases navales que servirían de alojamiento, punto de partida y retorno a los componentes de aquella fuerça: Proyecto de ejército para la “conquista de África” Infantería: - 4.000 hombres de ordenanzas, sin ballesteros - 2.000 ‘peones sueltos, los más ligeros que fuere posible de cuerpos y hábito’, todos con espadas, puñales, y capitanes del rey ‘para que estén a gobierno, que estos capitanes de las cibdades son la cosa del mundo más perdida y desconcertada’. De ellos: 500 ballesteros 500 espingarderos 500 honderos 500 con rodelas y dardos o lanzas ligeras Caballería: -300 hombres de armas -400 jinetes -100 espingarderos a caballo -200 ballesteros a caballo 27 Es cierto que Gibraltar figuraba en la intitulación de las cartas reales junto con auténticos reinos como Castilla, León, Granada, Toledo, etc. pero Ayora hace una suposición excesiva, me parece, si consideraba que Gibraltar era un reino por ese motivo. En la España Medieval 2013, vol. 36 183-224 197 Miguel Ángel Ladero Quesada La toma de Mazalquivir y el retorno de Nápoles... Artillería: - 3 cañones serpentinos, dos pedreros y otras piezas hasta un total de 20 piezas ‘de artillería de campo’, ‘con su aderezo conplido para menearse bien y con presteza’. - 1.000 hombres entre artilleros, lombarderos, herreros, albañiles, picapedreros, azadoneros y paleros, todos con sus instrumentos, ‘y algunos trozos de parque muy ligeros’. Marina: - 12 galeras. Y las tafurcas y otros navíos ‘que basten para mover esta hueste a las partes marítimas que conviniese’. La propuesta de Ayora tenía un antecedente en los memoriales que había enviado a los reyes el secretario real Hernando de Zafra a finales de 1493 para formar un ejército de operaciones que hiciera la guerra “hasta que se acabe de ganar todo lo de la costa de los moros de allende desde Orán hasta Zala”28. El secretario estimaba un coste de 60.350.000 mrs. para seis meses de operaciones de un ejército formado por 3.000 escuderos, de los que mil a caballo, 9.000 peones de “repartimiento” concejil, artillería, fletes de navíos, armas y otros gastos, todos ellos detallados. Áyora, en su breve esquema, rebajaba la cifra de combatientes a 1.000 de caballo, 6.000 de pie, de los que las dos terceras partes de ordenanza, y 1.000 de artillería y servicios, además de precisar el número de cañones y barcos: parece estar pensando, más que en una campaña general de varios meses, en un ejército permanente de operaciones capaz de llevar a cabo acciones de conquista en cualquier momento. En todo caso, la realidad que siguió a la toma de Mazalquivir fue mucho más modesta y difícil, aunque estaba claro que el siguiente objetivo sería Orán. Antes de conocerla, hay que referirse a otros aspectos de la conquista y de primeros meses que siguieron. 4. Las cuentas de pago. La coordinación general La mayor parte de las noticias que expongo proceden de las cuentas de tres pagadores que, sucesivamente, tuvieron a su cargo hacer frente a los gastos de la expedición y, después, al sostenimiento de Mazalquivir hasta junio de 1506. Se trata de Alonso de Vozmediano, que rindió cuenta ante el secretario Hernando de Zafra en Málaga el 4 de octubre de 150529, Juan de Valladolid, que actuó desde mediados de septiembre a fines de octubre, y Diego Rejón, contino real y alguacil de la artillería del rey en Málaga, que tomó el relevo a partir de noviembre. He aquí un resumen del dinero que recibió cada uno, tal como figura en sus respectivos cargos, siempre en maravedies (mrs.): 28 Simancas, Guerra Antigua, leg. 1315, doc. 161 y 214 (publicados en CoDoIn, LI, pp. 102-109). Resumido en M. A. Ladero Quesada, “Melilla en 1494…”, pp. 450-451. 29 Otro ejemplar de la cuenta de Vozmediano, “factor” de Morales, en Simancas, C.M.C., leg. 148. 198 En la España Medieval 2013, vol. 36 183-224 Miguel Ángel Ladero Quesada La toma de Mazalquivir y el retorno de Nápoles... Alonso de Vozmediano 1. Recibió de Alonso de Morales, tesorero del rey, en Uceda, del importe del préstamo que el arzobispo de Toledo (Fr. Francisco Jiménez de Cisneros) hizo al rey .................................................. 5.000.000 2. Del tesorero Morales, a través de Francisco de Bobadilla, en agosto .................. 2.500.000 3. Del tesorero Morales, a través de Juan de Arévalo ................................................. 156.000 4. De Pedro de Santander, sobrante de los 500 ducados que se le dieron para comprar harina y cebada en Loja ......................................................... 139.875 Total ..................... 7.795.875 Juan de Valladolid 1. Recibió de Vozmediano el “alcance” en contra de su cuenta .................................. 693.494 2. Del tesorero Morales, a través de Francisco de Bobadilla30 ................................. 3.000.000 Total ..................... 3.693.494 Diego Rejón Primer cargo: 1. Recibió de Alonso de Vozmediano en diversas partidas ......................................... 248.818 2. Recibió de Juan de Valladolid, “de contado” el 29 de octubre de 1505 .................. 830.000 3. Del servicio de los “cristianos nuevos del reino de Granada”, librados por el Tesorero Morales, en dos partidas ............................................. 3.826.57431 4. De los 7.000.000 que Diego de Tordesillas recibió del arzobispo de Toledo32 .............................................................................................................. 500.000 5. De las alcabalas de Málaga, por cartas de Hernando de Zafra y Juan Gaytán ............................................................................................................. 100.000 6. De Alonso de Villanueva, de los 5.000.000 que recibió del tesorero Morales para la paga de la infantería de ordenanza que vino de Nápoles ........... 1.807.500 7. Del tesorero Morales, enviado desde la corte con Hernando de Porras, en marzo de 1506, en “ducados nuevos”33 ........................................ 10.000.000 8. De Alonso Cherino, en marzo de 1506 ...................................................................... 25.000 9. Del contador Fernando Becerra, el 4 de abril de 1506 ............................................. 137.893 Total ................... 17.475.785 30 Estos 3.000.000 proceden del oro traído de las Indias, como se demuestra en la cuenta de Sancho de Matienzo, tesorero de la Casa de la Contratación de Sevilla (Ladero, Las Indias de Castilla… data nº 204, p. 279, correspondiente a septiembre de 1505. 31 La segunda partida era de 2.000.000 a entregar por el bachiller Castellanos, pero sólo recibió 1.326.574 32 Tordesillas dio 5.500.000 al tesorero Morales, retuvo 1.000.000 para pago de “bastimentos” destinados a Mazalquivir y Málaga, como explico en el apartado correspondiente, y entregó 500.000 a Rejón. 33 Esta cantidad debe corresponder a dos partidas de la data de Sancho de Matienzo, tesorero de la Casa de la Contratación de Sevilla. Eran monedas recién acuñadas con oro de las Indias (Ladero, Las Indias de Castilla…, datas nº. 230 y 248, pp. 286 y 289: pago de 10.000.000 al tesorero Morales, por orden del rey, “para los gastos de la guerra de allende”). En la España Medieval 2013, vol. 36 183-224 199 Miguel Ángel Ladero Quesada La toma de Mazalquivir y el retorno de Nápoles... Segundo cargo: 1. Del tesorero Morales para pagar a la infantería de ordenanza que vino de Nápoles ................................................................................................ 540.000 2. Para dicha paga, recibe el 9 de mayo de 1506 ...................................................... 1.000.000 3. Le envió Hernando de Zafra para gastos de la artillería cuando “no ay ningunos dineros para los gastos de la dicha gente e ay neçesidad para el proveimiento de Maçalquivir”. 23 abril 1506 ...................................................................................... 44.000 4. Del contador Hernando Becerra, importe del “pan” (trigo y cebada) que tenía a su cargo vender. 26 abril 1506 ...................................... 62.007 5. De Hernando Becerra, en otras cuatro libranzas ...................................................... 165.491 6. De Juan Gago, que cobró los “bastimentos” consumidos en su nao por las capitanías de Borja y Gutierre de Avilés. 25 abril 1506 ................................................................................ 9.017 7. De Diego de Torres, vecino de Málaga, importe de la cebada que vendió en Sevilla ......................................................................... 131.424 8. Por 323 fanegas de cebada que se enviaron a Cazaza, a la gente del duque de Medina Sidonia ................................................................... 47.160 9. Venta de cebada. 12 junio 1506 ............................................................................... 168.362 10. Devolución de sueldos mal cobrados. Junio 1506 ................................................... 34.357 11. Venta de “ciertos moros cristianos nuevos” que apresó don Ramon de Cardona, capitán de las galeras del rey, en la costa norteafricana, y se aplicó su importe a la cámara real .............................................. 45.000 12. Recibido de Alonso de Vozmediano, en cuatro partidas ........................................ 432.025 Total ..................... 2.678.843 [hay otra partida tachada en este cargo: 6.000 ducados que trajo de la corte Rodrigo de León para pagar a las capitanías de ordenanza que vinieron de Nápoles. Pagó directamente. Son 2.250.000] El total de los cargos de Vozmediano, Valladolid y Rejón asciende a 31.644.087. Después de restar los traspasos de un pagador a otro, que suman como máximo 2.204.337, quedan veintinueve millones y medio (29.439.750)34; hay que sumar otro millón que gastó Diego de Tordesillas en “bastimentos”. De aquel dinero, siete millones procedían de un préstamo del arzobispo de Toledo, cuatro del servicio de los moriscos granadinos y trece del oro de las Indias; el resto, casi por completo, de 34 El dinero que manejaron en sus compras y gastos y del que dieron cuenta Pedro de Madrid, Hernando de Ayala, Pedro de Santander, Fernando de Becerra, Cristóbal Rejón y Diego de Torres, mencionados en las páginas dedicadas a armamento y abastecimientos, procedía de Vozmediano o de Valladolid, de manera que no hay que sumarlo aquí. Sólo habría que sumar el millón que empleó Diego de Tordesillas en comprar trigo, cebada y harina. 200 En la España Medieval 2013, vol. 36 183-224 Miguel Ángel Ladero Quesada La toma de Mazalquivir y el retorno de Nápoles... otros ingresos no ordinarios también administrados por Alonso de Morales, como correspondía a su oficio de tesorero de lo extraordinario35. Los pagos a los barcos y tropas que participaron en la toma de Mazalquivir o en su sostenimiento durante los meses inmediatos ascienden a 13.825.555, según ya he indicado. Por su parte, los pagos a las capitanías de infantería que regresaban de Nápoles ascendieron al menos a 12.814.926 y los efectuó Diego Rejón salvo uno que corrió a cargo de Juan de Valladolid, como explicaré más adelante. Suman ambos gastos 26.640.481. El resto del dinero gestionado uno u otro de los tres pagadores, algo menos de tres millones, se destinó a la compra de vituallas para Mazalquivir, algunos fletes complementarios, pago de salarios a albañiles, carpinteros y otros artesanos que trabajaron en su reparo y en las obras que comenzaron inmediatamente, en correos a la corte y otros gastos menores cuyo detalle no es del caso ahora36. Sí que lo es, en cambio, poner de relieve la importancia que tuvo la labor del secretario real Hernando de Zafra. Por una parte, en relación con el rey y el tesorero Morales en la corte; por otra, coordinando la actividad de los organizadores de la armada y ejército, al expedir y refrendar las cartas reales, enviar los correos, cuidar los fletes y el avituallamiento, tener bajo su control a los oficiales de la artillería real en Málaga, tomar las cuentas de los pagadores, recibir noticia de la situación de allende y de las posibilidades de tratos o negociaciones, etc. Los dos libros en que las cuentas han llegado a nuestros días, y que son el fundamento de este trabajo, proceden del archivo personal del secretario, que su viuda envió a la corte en 1508 por orden del rey37. La empresa de Mazalquivir fue la última de las grandes operaciones bélicas cuya organización y desarrollo coordinó el eficaz secretario desde que los reyes le dieron cargo principal en la organización del reino de Granada, después de su conquista y, después, emplearon sus servicios en la gestión de recursos financieros y militares durante las dos guerras del Rosellón, entre 1495 y 1504. Así pues, tenía una experiencia amplísima y contrastada cuando recibió este nuevo encargo: para él, la toma de Mazalquivir era un paso más en la realización de los proyectos de dominio en la costa magrebina que había trazado desde 1492, pero no alcanzó a conocer el éxito principal, que fue la conquista de Orán en 150938. Estos ingresos y gastos no figuran en la cuenta general del tesorero Morales de los años 1495 a 1504, que estudió y publicó Rosana de Andrés Díaz, El último decenio de Isabel la Católica a través de la tesorería general de Alonso de Morales (1495-1505), Madrid (Universidad Complutense, tesis doctorales), 1999 (Edición parcial, Universidad de Valladolid, 2004). 36 En especial la “coracha” que se alzó para unir de manera segura la playa a la fortaleza y asegurar así el avituallamiento por vía marítima (Gutiérrez Cruz, Los presidios…, p. 124). Además, hay que tener en cuenta que Cristóbal Rejón siguió siendo “pagador del armada e gente que ha servido e sirve en la conquista de allende” (c.r. Segovia, 30 septiembre 1505), con un salario de 60.000 mrs. al año, por lo que compró y repartió gran cantidad de víveres desde entonces y a lo largo de 1506 y 1507, como se detalla en sus cuentas (Simancas, C.M.C. primera época, leg. 187). 37 Ladero, Hernando de Zafra…, p. 100 y capítulo X. Guerra y marina. La empresa de Mazalquivir. 15051506. 38 Ladero, “Melilla en 1494…”, en especial pp. 445-451 y Hernando de Zafra…, cap. IV, VII y X. 35 En la España Medieval 2013, vol. 36 183-224 201 Miguel Ángel Ladero Quesada La toma de Mazalquivir y el retorno de Nápoles... 5. Sueldos de los combatientes El pago de las tropas fue variado en su cuantía, puesto que dependía de su procedencia. Los miembros de las capitanías de ordenanza tenían sueldo fijo, de dos ducados al mes (750 mrs.), y sus capitanes cobraban cuatro veces más (3.000 mrs.). Parece que las tropas de caballería e infantería contratadas en las mismas condiciones tuvieron también el mismo sueldo e incluso, en el caso de que fueran transportadas por mar, tenían derecho a una dieta de 10 mrs. por día. Las tropas de tierra movilizadas en ciudades y villas recibirían ya parte del pago procedente de los repartimientos hechos en ellas, de modo que el rey pagó sólo por el tiempo de la expedición: el espingardero a 15 mrs. diarios, el ballestero a 14 y el lancero a 13. Así se expresa en la carta de convocatoria que se dirigió a Sevilla, modelo de todas las demás: Los hombres recibirán sueldo del rey ‘en las condiciones acostumbradas’, pero deberán venir ‘proveídos’ para 60 días, porque sólo se les pagará desde el día en que “hagan vela” zarpando de Málaga. Como habrá, se añade, “alguna dilación” en el pago del repartimiento, el rey ordena al regimiento sevillano que tome dinero adelantado de “las personas de los más caudalosos mercaderes desa çibdad asy de los naturales como de estantes y habitantes della”, a los que se les devolverán “luego como fueren cobrados del dicho repartimiento”. En Córdoba, se autorizó al municipio para “echar sisa”, como forma de repartimiento, con el mismo objeto39. El pago de los navíos contratados también era diferente según sus tipos, en lo que se seguía una tradición bien establecida. Las galeras recibían un pago global por mes, como ya se ha indicado. Lo mismo sucedía con las tafurcas, contratadas según las características de cada una por precios que oscilan entre los 7.000 y los 9.500 mrs. al mes. De las fustas sólo conocemos la cantidad asignada para sebo, 750 mrs. al mes, y el sueldo de los hombres a bordo, que fue de 25 mrs. al día cada uno, lo mismo que los de los barcos y el de los marineros de las naos y carabelas (grumetes y pajes cobraban la mitad), pero, además, en el pago de naos, carabelas y barcos había una cantidad por flete: 110 mrs. al mes por tonelada las naos y carabelas, y de 1.000 a 1.500 mrs. al mes para sebo; 100 mrs. los barcos. Las cantidades se reducían a la mitad en los navíos movilizados por nobles, ciudades y villas puesto que otra parte les correspondía y la harían frente con sus propios recursos o por repartimiento que, en el caso de Sevilla, se hizo para dos meses de campaña: son 13 mrs. al día por tripulante y 55 mrs. al mes por tonelada. Hay también algunos datos sobre salarios de la oficialidad: un maestre o capitán de zabra percibía 1.250 mrs. al mes; los de naos tenían entre 1.666 y 2.500, según el tonelaje; 1.000 el de una carabela de 60 toneladas, lo mismo que el piloto; en algunas naos, el piloto ganaba 2.000 mrs. al mes, y se asignaba la suma de 5.000 mrs. al mes para “demasías” de oficiales. Se pagaba también el tiempo empleado en los viajes de venida y retorno. A las tropas de tierra, calculándolo con cierta generosidad, a razón de seis leguas diarias en los casos que conocemos, y no ocho como era lo habitual en otros casos. A las fustas se les reconoce y paga doce días de armazón o de ventaja, además del tiempo efectivo de servicio. 39 202 Simancas, R.G.S., 20 julio 1505, doc. 53, cit. Gutiérrez Cruz, Los presidios…, p. 143. En la España Medieval 2013, vol. 36 183-224 Miguel Ángel Ladero Quesada La toma de Mazalquivir y el retorno de Nápoles... Había algunos descuentos fijos sobre aquellos sueldos y pagos. En la armada, se tomaban 13 maravedíes y dos cornados por millar (algo más del 1,3 por 100) en concepto de “derechos de contadores y escribanos”. Sobre el sueldo de las tropas se tomaba un 5 por 100 como “derechos de cámara y contadores” y dos días de haber en concepto de “derechos de físicos y mariscales”40. 6. El abastecimiento Conocemos cómo se abastecieron otros ejércitos y armadas de aquellos años, por lo que no me ha parecido de especial importancia incluir aquí los muchos datos que facilitan las cuentas sobre cada producto, su precio, generalmente en el mercado de Málaga, y las circunstancias concretas de las compras para la expedición de conquista y para el avituallamiento de Mazalquivir en los meses que siguieron. La preocupación principal fue disponer de suficiente cantidad de bizcocho, elaborado en Málaga bajo la supervisión del corregidor Juan Gaytán y de Fernando Becerra, contador de la armada, que recibió 400.000 mrs., para pago del que se hizo en agosto de 150541. Se fijó un precio de tasa de 250 mrs. el quintal para su venta o entrega como anticipo de sueldo a las tropas. Otras compras de gran cuantía se refieren a la harina, necesaria para hacer el bizcocho, y a la cebada que consumían las caballerías, posiblemente ante la imposibilidad de hacer “repartimiento” de cereales pagándolos más adelante en aquellos años de gran escasez, que venían sucediéndose desde 1503. Pedro de Santander y Cristóbal Rejón recibieron 412.500 mrs. para comprar 2.500 fanegas de harina y 2.000 de cebada en Ronda y Loja. Diego de Tordesillas gastó otro millón en adquirir 1.184 fanegas de trigo, 5.641 de cebada y 116 arrobas de harina con destino a Mazalquivir y Málaga: recordemos que Tordesillas había sido el receptor y administrador general del trigo, cebada y otros “bastimentos” enviados al ejército real en Rosellón entre 1495 y 1504 y era persona próxima al secretario real Hernando de Zafra42. Parece claro que una expedición de duración breve como era aquella no requería la adquisición y transporte de cereales de forma masiva, como había sucedido en las guerras del Rosellón, pero el gasto no por ello era desdeñable aunque se amortizaba en parte con las ventas, y los precios de tasa fijados fueron elevados, como correspondía a aquel tiempo de escasez, especialmente el de la cebada: 60 mrs. la arroba de harina y 120 la fanega de cebada43. Las cuentas mencionan, en septiembre de 1505, a maestre Antonio, cirujano, y su hijo el bachiller, el licenciado de Antequera, físico, y Gonzalo Fernández y Cristóbal Godínez, boticarios. Posteriormente, sirvió en Mazalquivir el bachiller Moscoso, físico y cirujano, con salario de 20.000 mrs. anuales. 41 Archivo de la Casa de Zafra, C-69, Salamanca, 27 marzo 1506: el rey ordena a Hernando de Zafra que encargue el bizcocho que sea menester hacer “de aquí adelante” a Fernando Becerra, por lo bien que había servido en proveer de bizcocho para la armada de Mazalquivir y en lo de las galeras y “otra armada de esa costa” [de Granada] (Ladero, Hernando de Zafra…, p. 109). Sobre Becerra y sus actividades en 1504-1506, Gutiérrez Cruz, Los presidios…, p. 196. 42 Ladero, Ejércitos y armadas…, Capítulo Séptimo: El abastecimiento de cereales, en especial p. 320. 43 Referencias comparativas en Ladero, Ejércitos y armadas…, Capítulo Séptimo: El abastecimiento de cereales, pp. 297-320, y datos en los apéndices del libro. Y, Las Indias de Castilla…pp. 197-237. 40 En la España Medieval 2013, vol. 36 183-224 203 Miguel Ángel Ladero Quesada La toma de Mazalquivir y el retorno de Nápoles... El abastecimiento de agua fue una de las dificultades más serias y contínuas en aquellas expediciones, tanto durante las travesías como, sobre todo, en tierra enemiga, porque era difícil conocer o tener bajo control los puntos de aguada. Los preparativos de la expedición incluyeron un encargo a Diego de Torres, que recibió el 23 de julio 150.000 mrs. para comprar todos los toneles, botas y pipas que hallara en Sevilla, Jerez, Sanlúcar de Barrameda y El Puerto de Santa María. Un mes más tarde, el 26 de agosto, pocos días antes de que la expedición zarpara, Diego Rejón, contino del rey y alguacil de la artillería, recibía otros 70.000 mrs. para ‘adobar’ las botas que estaban bajo su custodia y ‘henchirlas de agua’. 7. Mazalquivir después de la conquista La toma de Mazalquivir consolidaba la posibilidad de una próxima entrega de Orán y para tratar de ello estuvieron Jerónimo Vianelo y don Alonso de Rebolledo en la ciudad el 17 de septiembre de 1505, hablando “con un cuñado del Mezuar”, cuando la tropas traídas por este dignatario de Tremecén estaban todavía en la plaza, que albergaba 3.000 de caballo y 9.000 peones aunque, estimaba Gonzalo de Ayora, “presto se quedará como de antes”. Pero la dificultad no radicaba sólo en la fuerza militar sino también en las divisiones internas de la población: una parte de ella era hostil a los tratos y su malestar se acababa de manifestar violentamente el día 13, cuando se conoció la capitulación de Mazalquivir: “el sábado pasado -escribe Ayora- hicieron pedazos a todos los judíos y mercaderes de Orán, salvo Franco Catanio, que el Mezuar le salvó la vida, pero los bienes de todos fueron a sacomano”. Los contactos continuaron en los meses siguientes, como lo demuestra una carta del Alcaide de los Donceles a Hernando de Zafra, escrita el 5 de enero de 1506, en la que le daba cuenta del partido que proponían algunos musulmanes para entregar dos partes o barrios de Orán (“El Gebel” y “La Raba”) e incluso la alcazaba, con ciertas condiciones, entre ellas la entrega de rehenes como garantía y, cuando llegaran las tropas castellanas, la de sus armas y, claro está, los dos barrios. Se aseguraba en la capitulación la permanencia de sus moradores o la libre salida a otras comarcas de “tierra de moros”, si así lo desearan, en barcos, con flete gratuito para cinco o seis “hombres principales” y sus familias, que además recibirían 5.000 ducados y el precio de sus cautivos cristianos. Si las otras dos partes de Orán no se adherían a lo acordado, correrían su suerte y sus moradores serían cautivos en caso de conquista por fuerza de armas. El Alcaide estimaba que sería suficiente con 10.000 ducados para cubrir aquellos gastos y con 500 lanzas de caballo y 3.000 peones para tomar los dos barrios y defenderlos, y proponía que se aceptara el partido, que los negociadores habían puesto ya por escrito, y se enviara la fuerza expedicionaria, porque los costes se enjugarían pronto gracias al ahorro que la nueva situación permitiría en los gastos de defensa de Mazalquivir, pero pedía que se hiciera pronto y con sigilo, “antes que el Mezuar lo pueda saber y proveer que los alarabes sean venidos”44. 44 Ladero, Hernando de Zafra…, doc. 20, pp. 195-197. El negociador por parte castellana era Galcerán de Almenara, un mercader que debía comerciar habitualmente en Orán (vid. nota 3). 204 En la España Medieval 2013, vol. 36 183-224 Miguel Ángel Ladero Quesada La toma de Mazalquivir y el retorno de Nápoles... Aquel proyecto no se pudo cumplir, ni tampoco el envío de una nueva armada “de conquista” en la primavera de 1506, a la que el Alcaide de los Donceles parece referirse en su carta puesto que alude a lo ventajoso de que se cumpla lo capitulado “dos meses antes que el armada venga y sin costa de otra gente demasiada”. Por el contrario, en Orán se impusieron los partidarios de la guerra cuando Mazalquivir aún no tenía bien organizados los procedimientos de relevo de su guarnición, ni era seguro su abastecimiento, ni se habían mejorado suficientemente sus fortificaciones. Los musulmanes enviaron tropas en fustas, que intentaron sin éxito el asalto a su albarrada y barbacanas: esto sucedió probablemente en marzo de 1506, cuando la situación era más difícil45. Los pagos a las tropas de guarnición y los envíos de vituallas y materiales diversos se habían producido desde octubre de 1505, con mayor o menor retraso, según se observa en las cuentas, utilizando las naos, carabelas, tafurcas y “barcos” necesarios en cada momento y siempre bajo la coordinación de Hernando de Zafra, que recibió “comisión y mandamiento” del rey para ello. Incluso se pudo enviar alguna ayuda a Cazaza, a raíz de su conquista en abril por Gonzalo Mariño, alcaide de Melilla46. Por su parte, el Alcaide de los Donceles permaneció en Mazalquivir hasta bien entrada la primavera de 1506, como lo demuestra su correspondencia con el secretario real y con el monarca. La primera guarnición de la plaza estuvo formada por personal de algunas de las capitanías de peones que habían participado en la toma. Las cuentas citan siete nombres de capitanes y 291 peones, que recibieron paga el 24 de abril, 50 espingarderos de Écija y 50 “lanzas” de comendadores de órdenes militares que todavía percibían sueldo a comienzos de junio, pero son pagos parciales si consideramos que cinco de Cuenta de Diego Rejón, asiento de 26 de marzo de 1506: 11.500 mrs. a once soldados que fueron con Juan de Lezcano al socorro de la plaza cuando estaba cercada (nueve de la capitanía de ordenanza de Pedro Jiménez de la Rosa, uno de la de Perceval de Buytrón y uno de la de Juan de Oviedo). Destacaron también en la defensa algunos hombres de la capitanía de Rodrigo de Fagaça, según un libramiento de la cuenta de Rejón, fecha 10 de abril, en el que se paga un ducado que se gastó en “dar de beber” a los soldados cuando “salieron al rebato de las fustas de los moros”. También hay noticias en carta del Alcaide de los Donceles al rey en que le da cuenta del “acometimiento” y cómo se resistió. Señala que no tienen más de 14 proyectiles de hierro para la artillería, y serían menester 200, y que no se ha hecho nada “de lo que se ha de hacer de piedra” en las fortificaciones porque no la han traído de Málaga (A.C.Z. D-49/8, sin fecha). En una carta anterior, de 23 de enero, el Alcaide había pedido a Hernando de Zafra que se siguiera pagando a los albañiles despedidos el día 20 porque, a causa del mal tiempo, no habían podido embarcar hacia Málaga (B-8. Ladero, Hernando de Zafra…, pp. 109-110). Lorenzo de Padilla, Crónica deFelipe I…, p. 133, sitúa el ataque hacia octubre de 1505, una vez que se había ido el Alcaide de los Donceles con las tropas, pero parece que escribe con cierta imprecisión cronológica, aunque puede tratarse de otro ataque; en todo caso, aun suponiendo se hubiera ido en ese momento, el Alcaide de los Donceles regresó a Mazalquivir y residió allí durante el invierno de 1505-1506. 46 Los tiempos de pago a estos navíos pueden verse en los cuadros del apéndice. Hubo algunos más, como el “bergantín” de Francisco Martínez al que alude el Alcaide de los Donceles en su carta de 5 de enero de 1506 (A.C.Z. B-7. vid. nota 30 de este artículo). Además de los datos que hay en la cuenta de Diego Rejón, es preciso ver las de Cristóbal Rejón “pagador de la armada y exercito que el rey nuestro señor mandó hacer contra los moros de allende”, desde octubre de 1505 (Simancas, C.M.C. primera época, leg. 187) y Juan de Valladolid (C.M.C. primera época, leg. 183). La ayuda a Cazaza en un asiento de la cuenta de Diego Rejón, de 22 abril 1506: A Juan Barba, Juan Vallejo y Ordoño de Zamudio para pagar a los 100 hombres que llevaron consigo “al socorro de la villa de Caçaça, por quanto oy día de la fecha de esta vino la nueva cómo hera tomada”; en el “cargo” de Rejón se anota también la venta de 323 fanegas de cebada para proveer Cazaza. 45 En la España Medieval 2013, vol. 36 183-224 205 Miguel Ángel Ladero Quesada La toma de Mazalquivir y el retorno de Nápoles... aquellas siete aquellas capitanías tenían al menos 542 infantes en septiembre de 1505 y cuál fue la guarnición que después tuvo Mazalquivir47. El rey había previsto el relevo de esta primera en febrero de 1506, mediante el envío de mil infantes “de los que vinieron de Italia con Villalba”, aunque permanecieran en la plaza además “las personas principales y de artillería que ally ay y os pareciere que deuen quedar”, escribe al secretario Zafra a la par que le encarga presteza en el relevo porque el Alcaide de los Donceles debe regresar y teme el rey que no deje la situación de Mazalquivir provista como conviene48. Sin embargo, el cumplimiento de la orden regia se demoró algunas semanas porque hasta finales de marzo no pasaron de Málaga a Mazalquivir cinco capitanías de las procedentes de Nápoles, con unos 400 hombres, como máximo49, de modo que el relevo sólo sería parcial y se vería dificultado por la falta de dinero para pagos de todo tipo, que llegó a su máximo en el mes de abril de 1506. El primer asiento de la corona con don Diego Fernández de Córdoba, Alcaide de los Donceles, para la tenencia y guarda de Mazalquivir se otorgó en Astorga, el 19 de mayo de 1506, estando presente el interesado, pero apenas podría ponerse en ejecución, dado que un mes después el Alcaide de los Donceles seguía en la corte, pero tratando ya con el rey Felipe. El segundo asiento lo estableció don Diego con el arzobispo de Toledo, Fr. Francisco Jiménez de Cisneros, y con los contadores mayores, que actuaban en nombre de la reina, en Burgos, el 15 de octubre, veinte días después de la muerte de Felipe I50. El asiento de mayo preveía que el Alcaide de los Donceles tendría en Mazalquivir una guarnición de 700 hombres: 120 escuderos de caballo, 30 de pie, 300 peones “de ordenanza”, 100 ballesteros, 50 espingarderos, 50 “hombres del campo”, 18 artilleros 47 Lorenzo de Padilla, Crónica de Felipe I…, p. 134, afirma que el Alcaide de los Donceles dejó una guarnición de 500 hombres. Debió de haber relevos parciales en algunos momentos. Así, Gutiérrez Cruz, Los presidios…, pp. 152-153, señala que en marzo se ordenó el traslado a Mazalquivir de las capitanías de las Guardas Reales de Lope Sánchez de Valenzuela, Francisco Pérez de Barradas, Pedro Osorio y Ruy Díaz Cerón. Las capitanías de Valenzuela y Barradas figuran en una relación de 1504 con escasos efectivos (30 a 35 jinetes y 30 “hombres del campo” entre las dos). La de Pedro Osorio tenía de 20 a 22 jinetes. Cfr., Ladero, Ejércitos y armadas…, p. 591 y 595. La de Díaz Cerón debió formarse en 1505 o comienzos de 1506. De todos modos, Cerón y Valenzuela ya estaban en Mazalquivir al frente de una capitanía de peones “hombres del campo”. 48 A.C.Z. D-25, carta del rey a Zafra, Salamanca, 13 de febrero de 1506 (Ladero, Hernando de Zafra…, p. 110). 49 Son las de Antonio Dávila, Rodrigo de Badajoz, García de Benavente, Pedro Jiménez de la Rosa, Esteban de San Sebastián y Rodrigo de Fagaça. No hay datos sobre los soldados de San Sebastián y Fagaça; los de las otras cuatro capitanías eran 302 en aquel momento. Pasaron a Mazalquivir el 28 de marzo a bordo de las dos zabras de Martín de Marquina, que debieron contratarse para efectuar el transporte, según se observa en las tablas sinópticas del apéndice de este artículo. 50 Ambos asientos resumidos por Rafael Gutiérrez Cruz, Los presidios …, pp. 71-73. Mª. T. López Beltrán, “Aportación al estudio de los presidios castellanos: Mazalquivir”, en Actas del primer Congreso Hispano Africano de las culturas mediterráneas, Melilla, 1984, pp. 305-315. Hernando de Zafra envió al rey algunos “apuntamientos y dubdas” al de mayo cuando conoció el texto, pero Don Fernando le respondió el 27 de junio de 1506 informándole de que el Alcaide de los Donceles estaba en la corte de Juana y Felipe y “que ellos proveerán como les pareciere”. El mismo Alcaide escribió a Zafra desde Burgos el 28 de octubre comunicándole la firma del segundo asiento y anunciándole una entrevista para que todo se haga según su “consejo y mandamiento” (A.C.Z. C-9/3, D-34 y B-9. Ladero, Hernando de Zafra…, pp. 110, 111 y 197). Copias de los asientos en Simancas, C.M.C. primera época leg. 200, 263, y el de mayo en 293 bis, según Gutiérrez Cruz, Los presidios…, p. 153 206 En la España Medieval 2013, vol. 36 183-224 Miguel Ángel Ladero Quesada La toma de Mazalquivir y el retorno de Nápoles... y 32 marineros y artesanos. Ordenaba librarle sobre rentas ordinarias de la corona en Córdoba y Jaén, Campo de Calatrava y Loja la elevada suma de 7.455.600 mrs. para pagar los atrasos debidos y asegurar el de los gastos futuros en 1506, además de proveer la entrega de 7.000 fanegas de trigo y 7.000 de cebada el 15 de agosto de cada año, procedentes de Porcuna, que era villa andaluza del maestrazgo de Calatrava, pagándolas el Alcaide al precio que tuvieran ese día, con una parte de las libranzas que se le harían. En el asiento de octubre de 1506 se reconocía que aún no se habían pagado 2.800.000 mrs. de sueldos debidos a la guarnición en 1505 y ni otros 3.800.000 que montaban los del año en curso, además de que era urgente hacer unas cavas y otras labores de fortificación y, sobre todo, un aljibe para conseguir que el suministro de agua no dependiera por completo del exterior. Se libraron al Alcaide 6.000.000 mrs., además de los 3.000 ducados (1.125.000 mrs.) que ya se le habían librado, y se acordó otra libranza de 6.340.400 mrs. para el año 1507. Don Diego se comprometía a tener en la plaza desde enero de este último año una guarnición de 600 hombres: 100 escuderos a caballo, 60 “hombres del campo”, otros 422 peones que fueran “hombres de ordenanza” espingarderos y ballesteros, con “armas enteras de la dicha ordenanza, todos dispuestos y bien armados”, aunque en el número se incluía a clérigos, médicos, cirujano, boticario y oficiales artesanos “de todas suertes”, más 18 artilleros del rey a cargo de la artillería y municiones, que también eran de la corona, y los hombres de mar precisos para las dos tafurcas y el bergantín que estarían de servicio en la plaza. La provisión de trigo y cebada se mantenía en términos similares a los ya descritos y se añadía la cesión de 500 botas nuevas, propiedad de la corona, que estaban en Málaga, “para tener el agua”51. Se pagaría aparte el dinero debido al Alcaide por su tenencia. Con estos datos sobre la guarnición de Mazalquivir concluye nuestro estudio de la conquista y la situación de la plaza en los meses siguientes52, pero el retorno de las capitanías de infantería “de ordenanza” de Nápoles fue parte de importancia en aquella situación y merece que le dediquemos algunas páginas más. II. El retorno de Nápoles En los meses que siguieron a la toma de Mazalquivir, mientras se tomaban las medidas precisas para asegurar la guarnición y el sostenimiento de la plaza, otro asunto vino a complicar la situación y a gravar los recursos disponibles. Me refiero al desembarco en Málaga de las capitanías de infantería de ordenanza que habían combatido en la guerra de Nápoles: con ellas se trasladaba a Castilla el problema de pago de sueldos atrasados y de permanencia o desmovilización, que no se había resuelto en el sur de Italia donde, 51 Los sueldos serían de 15.000 mrs. al año el escudero a caballo, 30 mrs. al día el “hombre del campo”, dos ducados al mes (750 mrs.) cada peón. Los 18 artilleros cobraban directamente del rey (uno a 60 mrs/día, dos a 50 y 15 a 40). 500 botas equivalían a 300 toneles: unos 26.800 litros, como mínimo. 52 Estudio detallado y bien documentado sobre los tiempos que siguieron en Rafael Gutiérrez Cruz, Los presidios españoles… También, en líneas más generales, Beatriz Alonso Acero, Cisneros, Madrid, 2006. En la España Medieval 2013, vol. 36 183-224 207 Miguel Ángel Ladero Quesada La toma de Mazalquivir y el retorno de Nápoles... una vez finalizado el conflicto, no había guerra en que emplear aquellas tropas, cuyo número se estimaba en 4.500 infantes, además de que se les adeudaban sueldos atrasados, a veces desde mediados de 1503, cuyos importes estaban librados en nóminas firmadas por el virrey don Gonzalo Fernández de Córdoba para pagar en Castilla, porque no lo habían sido con rentas de Nápoles ni con dinero castellano enviado en efectivo o por medio de letras de cambio53. Ya en abril de 1504 habían proyectado los reyes emplear a 2.000 de aquellos infantes en la guerra norteafricana o en las tropas permanentes de “gente de ordenanza” que comenzaron a formarse en la corte desde el otoño de aquel año, pero las capitanías de la corte se formaron sin esperar la venida de las italianas. Ésta se retrasaba pero la urgencia de licenciar tropas crecía porque, desde febrero de 1505, se prohibió a Fernández de Córdoba emitir más libranzas con cargo a rentas castellanas, de manera que era forzoso despedir a los peones que no se pudiera pagar con recursos napolitanos. Los 2.000 destinados a la guerra de África pasaron algunos meses en Sicilia antes de comenzar su embarque rumbo a Málaga en octubre; otros muchos, al parecer 3.000, fueron licenciados en cuanto se supo que iba a firmarse la paz entre Fernando el Católico y Luis XII, en septiembre de 1505, pero también era preciso trasladarlos a Castilla, de donde eran naturales casi todos ellos, y pagar sus sueldos atrasados. Esto es lo que se sabía hasta ahora pero las cuentas de los pagadores que intervinieron en la empresa de Mazalquivir permiten mejorar mucho nuestros conocimientos porque se hicieron cargo de los pagos de atrasos y sueldos: el pago más antiguo consta en la de Juan de Valladolid (27 de octubre de 1505) y los sucesivos en la de Diego Rejón, desde noviembre de aquel año hasta mayo de 150654. Los pagos no presentan una secuencia regular y homogénea. Podemos suponer que las doce capitanías que llegaron en octubre, con unos 1.500 infantes, cobraron en varias veces lo que se les adeudaba, en general antes del final de abril de 1506, y algo semejante debió suceder con otras trece, con 1.288 infantes, que arribaron en noviembre o en los primeros días de diciembre. Recibieron en total más de nueve millones de maravedíes, que se solían pagar en ducados de oro: cada peón cobraba dos ducados al mes, de manera que se les pagó un promedio de cuatro meses y medio de sueldo. Pero en marzo de 1506 hubo que atender al pago de otras 23 capitanías recién llegadas, con unos 2.400 infantes más, y éstas sólo recibieron tres millones y medio de maravedíes de Rejón, lo que no llega a un promedio de dos meses de sueldo, pagado entre comienzo de marzo y fin de mayo de aquel año. La situación no se modifica sustancialmente aunque añadamos otros 6.000 ducados (2.250.000 mrs.) que pagó Rodrigo de León con dinero que trajo de la corte, al margen de la contabilidad de Rejón. Ignoramos qué parte de aquel dinero correspondía a atrasos debidos a los peones y cuál al sueldo que recibirían antes de licenciarse o de pasar a depender de otra administración contable, como les sucedió a las cinco capitanías que fueron enviadas a Mazalquivir a finales de marzo de 1506. En cualquier caso, 48 capitanías con unos 5.200 hombres y un gasto de 12.814.926 en muy poco tiempo era una carga grande y, además, Ladero, Ejércitos y armadas…, pp. 106 a 112 y 425-439. La relación de las capitanías que se mencionan en las cuentas y otros datos complementarios están en el apéndice de este artículo. 53 54 208 En la España Medieval 2013, vol. 36 183-224 Miguel Ángel Ladero Quesada La toma de Mazalquivir y el retorno de Nápoles... no se resolvía la situación por completo porque parece que aquel dinero sólo sirvió para enjugar parte de la deuda de sueldos anteriores a 1506. Desde finales de marzo de aquel año, la gestión de la mayor parte de los pagos -aunque figuran en la cuenta de Rejón- corrió a cargo de Diego de Villalba y de los contadores Diego López y Mateo Sánchez, que residían con los soldados, y también del contino Fernando de Porras, que había venido de la corte a comienzos de aquel mes con 10.000.000 mrs. en “ducados nuevos” acuñados con oro traído de La Española. Ésta fue la última gran suma de que se dispuso Rejón hasta la llegada de otro millón y medio entre final de abril y comienzo de mayo55: los pagos se fueron efectuando donde se aposentaba la tropa, primero en Antequera, luego en Castro del Rio, a finales de abril en Porcuna y Torredonjimeno, a finales de mayo en Jaén y Granada adonde acudía Juan de Valladolid “a pagar e socorrer ciertas capitanías de soldados”. La situación era tensa y Diego Rejón gastó 13.750 mrs. “en el alquiler de la casa que … tomó para la seguridad del dinero, y en los salarios y costas de personas que estuvieron en la guarda de él, por quanto asy convino a cabsa de los muchos alborotos e ruydos que al tiempo la gente de hordenança hasía, porque en el dicho dinero ouiese recabdo”. En junio, los capitanes tomaron la decisión de que dos de ellos viajaran a la corte y se entrevistaran con el rey Fernando, aun a sabiendas de que su gobierno terminaba para dar paso al de Felipe y Juana. La lectura del memorial que llevaron Lope de Moscoso y Pedro de Salazar apenas necesita comentarios56: ‘Señores capitanes Lope de Moscoso y Pedro de Salazar, lo que aveys de suplicar al rey nuestro señor y traer a la memoria de su alteza de nuestra parte es lo syguiente: . ‘Como llegaredes, besareis las manos y pies de su alteza en nombre de todos nosotros’ . Informarán sobre lo que queda por pagar de los sueldos de sus capitanías desde que volvieron de Nápoles . Que recuerde el rey los grandes servicios que le han hecho en la conquista de Nápoles, con heridas, pérdidas de miembros, muertes ... ‘que nuestro seruiçio haya gratificaçion e no se pase así’. . Que recuerde cómo mandó asentarles en sus libros desde primero de enero de 1506, sin que hasta ahora hayan recibido libranza ni cosa alguna, aunque están en el servicio activo. . Le recordarán cuánto tiempo hace que vinieron de Nápoles y que la gente está ‘esperando las pagas de su sueldo’. ‘Suplicamos a su alteza en se tomar de descargar su real conçiençia y pagar a la gente lo que se detuvo desde que saltó en tierra hasta que fueron pagados’. Porque han gastado todo y están endeudados. . El rey Felipe les ordena que asienten ‘con su real magestad y no con otro alguno so pena de traydores’. Piden al rey Fernando que les diga qué tienen que hacer. . Que tenga memoria de los capitanes y gentes que están sirviendo en Malzalquivir con gran penuria y mande sean pagados, y escriba al rey don Felipe para que lo sigan siendo en el futuro. 55 También intervino el contador Diego de la Peña y Pedro de Montalbán, “que tiene el libro y cuenta y razón de la gente de ordenanza que se paga por los aposentos en tres veces”. 56 A.C.Z. D-9. s.f. [1506] (Ladero, Hernando de Zafra…, pp. 112-114). En la España Medieval 2013, vol. 36 183-224 209 Miguel Ángel Ladero Quesada La toma de Mazalquivir y el retorno de Nápoles... . Tampoco han recibido ninguna paga los capitanes y gente que sirven en las fortalezas y costa de la mar de Granada . ‘Llevays un memorial de todos los capitanes y de la gente que está por pagar, cada cosa por sy, lo que se deue a la gente y lo que se deue a nuestras personas de todo lo que los soldados y nosotros servimos en Nápoles, por la qual su alteza puede mandar ver lo que se nos debe’. . ‘Llevays otra relaçion destos mismos capitanes y con la gente que siruen para en lo de la librança deste año de DVI, porque aveys de suplicar, y este memorial aprovechará para qualquier cosa de las que avemos suplicado sobre nuestros asyentos’. . ‘Tambien hazed relaçion de los capitanes que quedaron para seruir a su alteza cada uno con çiertos soldados de su capitania para seruir en la corte de su alteza la paga de los dichos soldados que asy quedaron en serviçio de su alteza las mande pagar lo que han seruido este año de DVI’. Todo esto aveys de suplicar a su alteza ... que pague ... ‘E asymismo dezid el corrimiento que con los pueblos hemos tenido, echandonos por fuerça de sus lugares y terminos asy como sy ovieramos fecho todos los eçesos del mundo’.57 ¿Llegó a tener lugar la entrevista? Lo evidente era que las tropas no habían cobrado nada de lo correspondiente a 1506 y aun se debía parte de lo que correspondía a los años anteriores. Pero Diego Rejón fue llamado “a la corte del rey don Felipe, donde va por mandado de su alteza”, su cuenta principal termina a finales de junio y con su fin concluyen también nuestras noticias. Buena parte de las tropas acabaría licenciada, con o sin pago de deudas; cinco capitanías fueron a Mazalquivir y otros capitanes, con parte de sus soldados, se integrarían en la infantería de ordenanza de la corte, puesto que los nombres de dieciséis de ellos aparecen en cuentas de pagadores de sueldo a partir de 150758, pero esto ya es otra historia, así como también lo es el pago al esforzado secretario Hernando de Zafra: Y en lo que toca a lo que vos aveys gastado y puesto por me servir -le escribía el rey Fernando cuando iba ya camino de Aragón- se dará horden como seays bien satisfecho y no quedeys con ningund daño59. *** Los historiadores suelen presentar la toma de Mazalquivir y el retorno de Nápoles como etapas de una secuencia de operaciones militares en el Mediterráneo que se pro57 El rey Fernando liberó años después a Leonor de Torres, viuda y heredera de Hernando de Zafra, de cualquier obligación por las fianzas que éste hubiera dado para que los “pueblos” dieran víveres a la tropa. Es posible que estas malas relaciones hayan sido el caldo de cultivo en que se fraguó la brutal acción de las tropas del coronel Villalva en Niebla, en 1508. 58 Es un número muy elevado, que contrasta con el de los dos capitanes, solamente, que seguían en activo en 1507 de los de la “gente de ordenanza” formada en la Corte a finales de 1504 por Gonzalo de Ayora: es posible que la caída en desgracia de Ayora haya arrastrado la liquidación de su obra. Por el contrario, algunos de los capitanes de Nápoles salieron mejor librados, y con ellos parte de sus soldados porque la infantería de ordenanza del rey tenía unos 1600 a 1.700 efectivos a finales de 1507, lo que se corresponde con una cifra de 16 a 18 capitanías. 59 Carta de 27 de junio de 1506 (Ladero, Hernando de Zafra…, p. 197, doc. 21). 210 En la España Medieval 2013, vol. 36 183-224 Miguel Ángel Ladero Quesada La toma de Mazalquivir y el retorno de Nápoles... longó durante buena parte del siglo XVI, pero los que vivieron los sucesos ocurridos en los primeros meses de 1506 pudieron ver la situación más bien como el final abrupto de unas empresas cuya continuación no se oteaba en el horizonte de aquella situación política y económica dificultosa y de incierta salida. Hoy sabemos que hubo continuidad, pero algunos actores destacados de los sucesos que hemos comentado aquí o ya no estaban, como ocurrió con Hernando de Zafra, o habían perdido el favor real, como le sucedió a Gonzalo de Ayora que, aun conservando el oficio de cronista, no pudo cumplir el propósito, que expresó en su carta el rey, de honrar la memoria de quienes combatieron en Mazalquivir: “en mis escritos espero, con ayuda de Dios, satisfacer su fama’. Y, como merecieron tenerla, nunca es tarde para recordarlo aunque hayan pasado más de quinientos años. Capitanías de infantería que regresan de Nápoles60 Capitán nº infantes Fechas de pagos primeraTotal y última Miguel de Alcaraz 135 27.10.1505 – 15.04.1506 Fernando Holguín 90 27.10.1505 – 24.03.1506 Pedro de Morón 145 27.10.1505 – 14.04.1506 Gonzalo Palomino 183 27.10.1505 – 24.04.1506 Martín Ruiz de Olaso** 193 27.10.1505 – 07.04.1506 Fernando de Valdés** 189 27.10.1505 – 20.04.1506 Juan de Angulo 74 01.11.1505 – 27.04.1506 Gonzalo de Laspera** 01.11.1505 – 08.05.1506 Bartolomé Palomino 202 01.11.1505 – 22.05.1506 Pedro de Salazar 61 47 / 109 01.11.1505 – 06.06.1506 Juan de Samaniego** 74 01.11.1505 – 26.03.1506 Alonso de la Torre 01.11.1505 – 17.04.1506 [12 capitanías. 1.394 infantes. 5.476.300 mrs.] 564.233 379.875 517.542 671.211 730.815 759.400 298.290 253.125 352.175 486.920 317.544 145.170 Juan Martínez de Lorca Sancho de Bedia** Perceval de Buytron Antonio Dávila* Miguel de Doña María Rodrigo de Badajoz* Martín Gómez 66.750 415.745 273.550 359.219 693.125 226.185 323.150 52 88 142 100 180 52 284 14.11.1505 15.11.1505 – 31.03.1506 15.11.1505 – 15.05.1506 15.11.1505 – 26.03.1506 15.11.1505 – 28.03.1506 24.11.1505 – 26.03.1506 24.11.1505 – 07.12.1505 Señalo con un asterisco las capitanías que se enviaron a Mazalquivir a finales de marzo de 1506, y con dos las que aparecen en las cuentas de pagadores de sueldo del ejército real en 1507 a 1510 (Simancas, C.M.C. primera época, leg. 203 y 205) 61 Hay mención a Pedro de Salazar “el mozo” y Pedro de Salazar “el grande”, pero la secuencia temporal de pagos parece referirse a una sola capitanía, aunque el número de infantes varía: 47 el 7.12.1505 y 109 el 7.03.1506. 60 En la España Medieval 2013, vol. 36 183-224 211 Miguel Ángel Ladero Quesada La toma de Mazalquivir y el retorno de Nápoles... Nunçibay62 93 Juan de Oviedo 71 Antón de la Plaza 2563 Sancho de Paredes 51 García de Benavente* 89 Pedro Jiménez de la Rosa* 61 [13 capitanías. 1.288 infantes. 3.893.999] 07.12.1505 – 31.03.1506 12.12.1505 – 21.04.1506 12.12.1505 – 06.04.1506 20.12.1505 – 26.03.1506 24.12.1505 – 27.05.1506 24.12.1505 – 24.03.1506 94.995 332.952 114.375 250.090 411.838 332.025 Juanes de Arriaga** 146 Alonso de Bolaños 68 Pedro de Corrales** 117 Lope de Moscoso** 39 Esteban de San Sebastián* Alonso Suárez** 89 Juan de Ugalde 15 Juan de Barbastro 93 Sancho Benavides 79 Pedro Martínez de Arriarán 102 Juan de Matallana** 140 Juan Tomás 70 Baltasar de Londoño** 134 Juancho de Vergara** 89 Cristóbal Leyton 173 Pedro de Araujo 77 Troylos de Espes 120 Antonio de Mercado 107 Andrés de Tyllo 143 Alonso Báez** 131 Ruy González** 141 Alonso Salgado ** 139 Rodrigo de Fagaça** [23 capitanías. 2.212 infantes. 3.401.752] 04.03.1506 – 31.05.1506 04.03.1506 – 28.05.1506 04.03.1506 – 28.05.1506 04.03.1506 – 28.05.1506 04.03.1506 – 24.03.1506 04.03.1505 – 27.05.1505 04.03.1505 – 31.05.1505 05.03.1506 – 22.05.1506 05.03.1506 – 22.05.1506 05.03.1506 – 27.05.1506 05.03.1506 – 28.05.1506 05.03.1506 – 28.05.1506 07.03.1506 – 22.05.1506 07.03.1506 – 27.05.1506 09.03.1506 – 27.05.1506 15.03.1506 – 27.05.1506 15.03.1506 – 28.05.1506 15.03.1506 – 26.04.1506 15.03.1506 – 28.05.1506 25.03.1506 – 28.05.1506 25.03.1506 – 27.05.1506 25.03.1506 – 27.05.1506 28.03.1506 – 28.05.1506 138.955 239.584 319.677 114.125 826.641 66.125 33.325 66.750 61.875 88.450 131.625 68.750 95.250 71.750 186.625 58.375 102.025 58.875 94.750 84.875 79.625 77.855 335.86564 04.03.1506 11.03.1506 28.05.1506 30.03.1506 15.05.1506 8.750 22.500 9.375 1.875 375 Otros Madariaga 12 Pedro Martínez de Lorca Fernando de Solís, cabo escuadra Beltrán de Tiedas Antón Velázquez, cabo de escuadra Total 48 capitanías 4.894 infantes [más otros 250 a 300 de tres capitanías sin datos: 5.150 a 5.200] 12.814.926 mrs. 62 Los infantes de su capitanía vinieron a cargo de Sancho de Bedia. El 31 de marzo tenía la capitanía Rodrigo de Fagaça. 63 Se denomina “escuadrón”, no capitanía. 64 241.250 son para su capitanía, cobrados en 28 marzo, 83.365 para soldados de las capitanías de Sancho de Bedia y Nunçibay, en la misma fecha. En mayo cobró 11.250 para socorro a su capitanía y otros 11.250 para socorro a soldados de Sancho de Bedia. 212 En la España Medieval 2013, vol. 36 183-224 En la España Medieval 2013, vol. 36 183-224 nº 3 1 1 2 2 4 1 1 nº 1 1 1 3 2 2 nº ton. ton. ton. hombres 13966 9567 50 90 158 140 40 28 100 270 hombres 170 90 45+45 hombres 66 Corresponde al sueldo de Vilamarín, que es de 1.000 ducados/año Con 30 armaduras 67 Con 40 armaduras 68 Estimado. Sólo consta pago del ‘alcance’ final: 62.916 65 maestre / nombre barco 1. Alfonso Fernández Birre 2. Garci Muñoz 3. Ochoa de Cariaga 4. Cristóbal López de Arriarán 5. Pero Benítez 6. Alonso Cherino, “capitán del armada” 7. Juan Gallego 8. Pero Gallego Fustas maestre / nombre barco 1. Juan de Lezcano 2. Cristóbal López de Arriarán 3. Alonso Cherino, “capitán del armada” totales Galeotas totales maestre / nombre barco 1. “Conde de Capacho” (mosen Bernal Vilamarín) Galeras tiempo servicio 4 ó 25.08.1505-25.01.1506 12.08 a 8.12.1505 25.08 a 10.11.1505 10 ó 30.08 a 24.09.1505 24.08 a 3.12.1505 20.08 a 24.09 o 20.11.1505 3.08 a 27.09.1505 20.08.1505 a 25.01.1506 tiempo servicio 25.08 a 10.11.1505 15.10 a 20.11.1505 14.10 a 20.11.1505 18.08.1505 a 31.03.1506 1.07 a 17.08.1505 1.07.1505 a 31.03.1506 tiempo servicio I. Navíos contratados directamente toma de mazalquivir pago mrs. 574.239 273.375 52.275 104.225 414.75068 361.015 68.750 125.600 pago mrs. 171.025 135.400 127.915 434.340 1.055.595 228.480 281.25065 1.565.325 pago mrs. bizcocho bizcocho bizcocho Miguel Ángel Ladero Quesada La toma de Mazalquivir y el retorno de Nápoles... 213 214 1 1 1 1 35 22. Juan Gallego 23. Alonso Cherino 24. Juan del Campo 25. Pero Benitez “el mozo” totales 39 28 24 1.412 60 60 24 102 32 20 28 28 45 22 22 26 80 60 25.08.1505 a no indicado 5 y 16.08 a 27.09.1505 25.08. 1505 a no indicado 25.08. 1505 a no indicado 25.08.1505 a no indicado 22.08.1505 a no indicado 10 ó 25.08.1505 a no indicado 19.08.1505 a no indicado 25.08 a 24.09.1505 16.08.1505 a no indicado 20.08 a 24.09.1505 13.05 a 13.10.1505 desde 15.10.1505 10.05 a 14.10.1505 desde 15.10.1505 desde 15.10.1505 Pagos 9.12.1505 y 18.02.1506 desde 15.10.1505 desde 25.08.1505 desde 26.08.1505 29.250 126.953 33.750 26.250 33.800 23.270 58.450 20.250 22.500 25.500 64.750 26.55272 13.75073 26.66274 19.724 11.750 10.000 18.12575 27.000 20.950 2.732.715 22 18 10 quintales 10 54 86 quintales 25 20 40 18 40 20 20 24 70 71 70 Hijo de Pedro Pascual una fusta con 30 hombres y un balliner o ‘nao’ de 70 toneles con 15 hombres Es un “bergantín” 72 Es su salario como capitán solamente, a 10.000 mrs./año (4.168 mrs.), más 2 ducados al mes para sebo (3.750 mrs.), y 12 días de ‘armazón” a 1.500 mrs/día. Por los 60 hombres de su tripulación. Más otros 13.750 mrs. por 15 días que sirvió la fusta después de la toma de Mazalquivir. Se le libra lo no pagado a Hernán Sánchez de Zafra el 22 abril 1506. 73 Se hace el “fenecimiento de cuenta” con su mujer, Beatriz de la Parra, el 22 de abril de 1506. 74 Es su salario como capitán, sebo y 12 días de armazón, como en el caso de Lorenzo de Zafra. 75 Sirve 15 días con 39 hombres y otros 10 ‘hombres del campo’ por 10 días a 25 mrs/día cada uno y 10 mrs./día de la comida. 1 21. Luis Fajardo 69 1 2 1 1 1 1 270 1 171 1 2 1 9. Bautista de la Torre / “Fajarda” 10. Fernán Sánchez 11. Álvaro de Almadana 12. Nicolás Calafate 13. Fernán Benítez 14. Antón Pascual69 15. Martín de Olani 16. Fernand Franco 17. diego de Madrid 18. Andrés Pareja 19. Geliberto de Tortosa 20. Lorenzo de Zafra Miguel Ángel Ladero Quesada La toma de Mazalquivir y el retorno de Nápoles... En la España Medieval 2013, vol. 36 183-224 En la España Medieval 2013, vol. 36 183-224 77 76 nº 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 10 40 80 ton. 60 40 40 30 50 55 65 hombres 40/20 8 9 8 12 15 12 50 10 40 204 ton. hombres 200 45 200 45 110 31 85 18 300 80 140 37 285 100/60 170 41 300 100 280 92 210 50 639 tiempo servicio 20.08 a 24.09.1505 08. y 14.10 a 20.11.1505 15.08 a 24.09.1505 1.01. a 9.02.1506 1.10 a 20.11.1505 16.08.1505 a 5.02.1506 10.08 a 28.09.1505 26.08.1505 23.01 a 23.05.1506 20.08.1505 a 19.04.1506 tiempo servicio 16.08 a 22.11.1505 10.08 a 22.10.1505 9.10 a 11.11.1505 1.01.1506 en servicio 31.12.1505 en servicio 15.09.1505 a 13.02.1506 10.08.1505 a 4.04.1506 1.10.1505 a 26.04.1506 10.08 a 29.09.1505 un mes 6.10.1505 a 6.04.1506 difunto. Martín de uriondo es maestre de la nao. El caballero Pedro Gus (¿Gusmán?). La carabela tiene por nombre “García Barreto”. maestre / nombre barco 1. Rodrigo de Aramburo 2. Juan de Cea, vec. Huelva 3. Juan de Cea, vec. Huelva 4. Francisco Garrido 5. Bartolomé Franco / “La Pintada” 6. Pedro Sánchez de Moguer 7. Antón Bueno, vec. Moguer 8. Pedro “Gus”77 9. Antón de Vega / “Andorana” 10. Martín de Çamudio totales Carabelas maestre / nombre barco nº 1. Antonio de Bilbao 1 2. Juan de la Rentería 1 3. Sebastián de Berriato / “La Trinidad” 1 4. Juan Ortiz 1 5. Juan de Viri 1 6. Esteban de Astor 1 7. Juan de Lezcano 1 8. Juan de Otoño, vec. Bilbao 1 9. Martín Ochoa de Basaran 1 10. Flores de Marquina76 1 11. Martín Ibáñez de Urquiza 1 totales 11 Naos pago mrs. 85.533 38.467 14.666 11.200 23.333 98.034 26.250 30.000 46.000 260.227 641.210 pago mrs. 209.454 156.597 32.475 15.875 30.000 211.047 863.746 366.340 198.201 117.000 396.500 2.602.235 30 bizcocho 10 quintales 10 bizcocho Miguel Ángel Ladero Quesada La toma de Mazalquivir y el retorno de Nápoles... 215 216 nº 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 10 nº 2 2 2 ton. ton. 7 7 hombres hombres tiempo servicio 23.08. a 24.09.1505 desde 10.10.1505 23.10.1505 a 25.01.1506 23.10 a 17.12.1505 1.01. a 10.04.1506 marzo 1506 23.10.1505 a 03.150683 60 días85 desde 25.08.1505. 45 días86 desde 25.08.1505. 40 días 23.03 a 23.04.1506 tiempo servicio pago mrs. incl. fusta 14.500 16.232 13.000 31.66681 10.00082 51.75084 18.100 11.250 9.125 5 184.873 pago mrs. 61.340 125.00078 186.340 9 quintales 5 12 quintales79 3 quintales80 3 quintales bizcocho bizcocho 80 79 Una zabra tenía 150 toneles, 38 marineros y grumetes, 2 pajes, un piloto. La otra sirvió quince días más (un mes y medio). Más una fanega de trigo (10 enero 1506) y 100 fan. cebada a 120 mrs/fan. Se paga a Juan Cuadrado. 25 enero 1506: 1.911 a Nicolás Calafate para pagar a los calafates que ‘adobaron’ la tafurca. Recibe tres arrobas de harina en Mazalquivir ‘quando fue con las botas de agua’. 81 A 9.500 mrs./mes 82 A 7.125 mrs/mes. Es una paga ‘de socorro’ 83 Llevó “bastimento” a Mazalquivir de 22 diciembre 1505 a 22 mayo 1506, y un viaje de Almería a Sevilla con 50 cahices de cebada. 84 Por llevar ‘bastimentos’ a Mazalquivir desde 22 diciembre 1505 a 22 mayo 1506, a 9.500 mrs/mes, y 50 cahices de cebada de Almería a Sevilla, a 85 mrs/cahiz, que son 4.250 mrs. 85 Contado ‘idas y venidas’. A 9.500 mrs/mes 86 Son 45 días con ‘idas y venidas’. A 8.500 mrs/mes 78 maestre / nombre barco 1. Fernán Benítez 2. Francisco Rodríguez 3. Alonso del Espino 4. Antón Charles 5. Pero Martín Peligro 6. Juan de Aragón, vec. Gibraltar 7. Bartolomé Mufro o Mufreo 8. Francisco Rodríguez 9. Cristóbal Guerra 10. Cristóbal Vélez, vec. Gibraleón totales tafurcas maestre / nombre barco 1. Martín de Marquina 2. Martín de Marquina totales Zabras Miguel Ángel Ladero Quesada La toma de Mazalquivir y el retorno de Nápoles... En la España Medieval 2013, vol. 36 183-224 En la España Medieval 2013, vol. 36 183-224 1 1 1 1 1 1 1 20 nº 2 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 40 25 25 40 25 60 30 32 35 30 ton. 89 9 hombres 26 5 5 7 5 10 5 4 5 8 tiempo servicio 25.08 a 24.09.1505 desde 15.08.1505 desde 15.08.1505 desde 15.08.1505 desde 30.08.1505 desde 20.08.1505 desde 10.08.1505 desde 2.09.1505 desde 2.09.1505 3 a 27.10.1505 9.10.1505 4.11.1505 4.11.1505 4.11.1505 4.11.1505 4.11.1505 14.10 a 18.11.1505 19.12.150589 19.12.150590 27.12.150591 156.164 pago mrs. 28.044 7.380 7.380 7.500 6.000 12.690 10.600 5.000 6.000 4.666 4.00087 6.12088 6.937 5.168 6.392 4.996 12.541 88 Se le contrató para llevar vino de Chipiona a Mazalquivir. Pago: 3.400 mrs. y dos quintales de bizcocho a 300 mrs. Este barco y los cuatro siguientes se fletaron el 4 de noviembre de 1505 para llevar vino a Mazalquivir 89 Llevó 25 botas de vino, a 4 reales la bota de flete (136 mrs), a Mazalquivir, el 19 diciembre 1505. 3 qu. bizcocho a cuenta de su flete. 90 Lo mismo que el anterior 91 Para llevar ‘bastimentos’ a Mazalquivir. Fletado por 8.500 mrs. A cuenta, 750 mrs. y 3 qu. bizcocho 87 maestre / nombre barco 1. Juan de Coynbra, portugués 2. Pero Tornero 3. Cristóbal Barbero 4. Pero Martín Peligro 5. Juan Cabellos 6. Pero Díaz de Ayamonte 7. Francisco Suárez 8. Francisco Martín de Moguer 9. Antón Peñate 10. Diego Díez 11. Diego Núñez 12. Juan Rodríguez 13. Francisco Suárez 14. Antón Peñate 15. Gómez de Lorenzo 16. Alonso García 17. Ruy Díez, vec. Gibraltar 18. Pedro Alonso de Alburquerque 19. Miguel García 20. Gómez Fernández, vec. Cádiz totales “Barcos” bizcocho 20 4 4 6 2 8 4 3 3 5 Miguel Ángel Ladero Quesada La toma de Mazalquivir y el retorno de Nápoles... 217 218 ton. 6 5 5 5 26 5 Pago 87.966 102.296 125.508 33.000 33.000 87.600 469.370+58.250 bizcocho 43 55 45 qu 20 20 50 11.08. a 24.09.1505 13.08.1505 24.08.1505 11.08.1505 13.08.1505 a 16.01.1506 desde 16.08.1505 tiempo servicio II. Capitanías hombres efectivos 48-51 lanzas acostamiento95 70-71 lanzas acost. 74-75 lanzas acost. 25 “hombres de armas” 25 h.a. 74-80 “escuderos” 316 – 327 nº 1 1 1 1 1 1 1 7 2 3 2 quintales bizcocho otros datos “Fenecimiento cuenta” 26 a 28.09.1505 idem idem idem idem idem pago mrs. 2.40092 8.800 9.000 10.20093 9.000 35.10094 9.000 85.250 92 doce días empleados en descargar artillería, cargar leña en la cala de Motril en la nao de Rodrigo de Aramburo, y otros en Málaga llevando ladrillos de una nao a otra, para llevar a Mazalquivir. 93 32 días en descargar artillería y 14 en cargar caballos, puercos, cebada, leña, agua y otros mantenimientos para Mazalquivir. A 200 mrs. día y 1.000 mrs. al mes por ‘demasía’. 94 30.000 mrs. por la barca y 5.100 por los 4 ó 5 hombres a 2 ducados/mes cada uno. 95 Esta capitanía y las dos siguientes se formaron con “lanzas” o jinetes que recibían habitualmente sueldo o “acostamiento” del rey. Su procedencia es la siguiente, según la cuenta de Vozmediano: Capitanía de Rodrigo de Bazan: Úbeda, Baeza, Alcalá la Real, Granada, Guadix. Capitanía de don Alonso Girón: Córdoba, Écija, Andújar, Sabiote, Cazorla, Quesada, Loja, Ronda, Vélez Málaga. Capitanía de Ramiro de Guzmán: Jaén, Úbeda Capitán Bazán, Rodrigo de Girón, don Alonso Guzmán, Ramiro de Angulo, Cristóbal Holguín, Garci Mexía, Fernán totales Capitanías de caballería 5. García Hernández 6. diego de Mieres 7. Francisco Ramos totales 3. 4. Juan de León maestre / nombre barco 1. 2. Juan de España barcas “para cargar y descargar” Miguel Ángel Ladero Quesada La toma de Mazalquivir y el retorno de Nápoles... En la España Medieval 2013, vol. 36 183-224 En la España Medieval 2013, vol. 36 183-224 Pago 46.607 74.875 14.925 89.625 172.726 35.212 160.319 180.407 96.375 27.125+7.246 11.212 129.400 18.637 34.775 146.091 55.875 efectivos 35 100 10 100-50 126 30 210 107 150 “hombres del campo” 50 “hombres del campo” 5+12 100 15 30105 100 50 60 40 12 16 70 100 20 140 quintales bizcocho 20 60 15 32 idem otros datos “Fenecimiento cuenta” 28 y 29.09.1505 idem 96 Las marcadas con un asterisco eran capitanías de “gente de hordenança” en 1505, según los datos publicados por M. A. Ladero Quesada, Ejércitos y armadas…, pp. 630-631 donde figuran además otros dos capitanes: Martín de Robles y Pedro Girón. Las marcadas con dos asteriscos figuran como tales en las cuentas de pago de las tropas del rey en 1507-1508, en CMC, leg. 203 y 205: hay que observar que solo dos capitanes de 1505 continuaban como tales en 1507. 97 Ochoa de Asua figura como capitán de peones en la expedición a Sicilia de 1500. En 1505, Martín de Ugarte era su teniente. 98 Juan de Ayora era ya capitán de peones en Rosellón, en 1503-1504. 99 Sólo se le menciona en la cuenta de Vozmediano como capitán de peones, con una libranza de 28.250 mrs. pero no en el libro general de pagos. ¿Podría ser otro nombre don diego Pacheco?. 100 Lope Sánchez de Valenzuela, en la carta de Gonzalo de Ayora al rey. 101 Lugarteniente de Pedro Fernández de Córdoba según algunos asientos de la cuenta de Rejón. Según Lorenzo de Padilla, Crónica de Felipe I, p. 133, era de Antequera y el Alcaide de los Donceles le nombró alcaide de la fortaleza de Mazalquivir. 102 Le cita Gonzalo de Ayora en su carta el rey, pero solo aparece en cuentas de los meses posteriores a la toma. 103 Según Gonzalo de Ayora, Alonso de la Mar era un hombre de su capitanía y había servido en Nápoles. Acababa de ser hecho capitán por el Alcaide de los donceles. Estaba, al comienzo, al mando de 300 peones, pero 100 pasaron a formar parte de la capitanía de Juan de Ayora y 100 a don Diego Pacheco, “y todos los más de estos peones eran de aquí, de Málaga”. De sus 100 peones restantes, 50 se licenciaron antes, en octubre de 1505 seguramente, 104 Capitán de peones en Rosellón, en 1503-1504. 105 Reclutados “muchos aquí en Málaga”, se lee en la cuenta. 106 Orgaz estaba, al comienzo, al mando de 300 peones, pero 100 pasaron a formar la capitanía de Juan de Angulo y otros 100 a la de Juan de Ayora. Capitán Álvarez de Ayllón, Pero Angulo, Juan de** Arévalo, Gonzalo de* Asua, Ochoa de* / **97 Avilés, Gutierre de Ayora, Gonzalo de*98 Ayora, Juan de* Benavides, don diego de99 Borja, Pedro de Díaz Cerón, Ruy y Lope Sánchez100 Díaz de Rojas, Ruy101 Hurtado, Antonio* / ** Hurtado de Mendoza, Juan102 Mar, Alonso de la103 Montalvo, Luis de* Morales, Pedro de104* Orgaz, Martín de106 Osorio, diego* Capitanías de peones96 Miguel Ángel Ladero Quesada La toma de Mazalquivir y el retorno de Nápoles... 219 220 14.975 14.825 1.459.307+151.000 14.975 10 10 10 1.380 95.500 17.600 100 20 24 peones 29 peones 60 hombres campo 8 hombres campo 84 peones 21 peones 65 peones 291 24.299 32.952 49.722108 9.373 52.830 13.531 32.562 215.269 7 8 4 84.400 Tiempo de servicio Cantidad librada 01.09.1505 a 30.05.1506 27.000 24.07.1505 a 30.05.1506 30.400 01.09.1505 a 30.05.1506 108 Le cita Gonzalo de Ayora en su carta el rey, pero solo aparece en cuentas de los meses posteriores a la toma. Hay otro pago de 7.665 m. en marzo de 1506 a ‘hombres del campo’ cuyos capitanes son Díaz Cerón, Díaz de rojas y Luis de Benavides. En otro asiento de la cuenta, Luis de Benavides figura en la capitanía de Alonso de la Mar. 107 5. El 5 de junio de 1506 se “fenece cuenta” con 50 “lanzas de comendadores” de órdenes militares que sirvieron “en la toma e guarda de Mazalquivir”, con el capitán Pedro Fernández de Córdoba (teniente, Ruy Díaz de Rojas) y otras 22 al mando de Ruy Díaz Cerón. Son 79.250 y 49.618 m. respectivamente. Eran caballeros de encomiendas de las órdenes de Santiago y Calatrava y, anteriormente de servicio en La Alhambra de Granada. total general 474.748 4. Hay un pago a 9 “lanzas de ordenanza” de la capitanía de Pedro Fernández de Córdoba y 2 de la de Ruy Díaz Cerón, por su servicio en Mazalquivir entre 1 de septiembre de 1505 y 2 de marzo de 1506. Son 15.429 m. deben ser tropas de caballería. 3. Pago de salarios de algunos capitanes Hurtado de Mendoza, Juan Mar, Alonso de la (100 mrs/día) Salazar, Lope de 27.000 total 2. Las capitanías de Juan Hurtado de Mendoza y Lope de Salazar sirvieron en Mazalquivir de 1 de septiembre de 1505 a 30 de mayo de 1506, según el “fenecimiento de cuenta” que se hizo con ellas, por 7.500 y 23.282 respectivamente: total 30.782 . Per Álvarez de Ayllón . Borja, Pedro de . Díaz Cerón, Ruy . Díaz de Rojas, Ruy . Hurtado de Mendoza, Juan . Mar, Alonso de la . Salazar, Lope de total 1. El 24 de abril de 1506, el pagador diego Rejón, libró las siguientes cantidades: Nota: Parte de estas tropas permanecieron guarneciendo Mazalquivir durante los meses siguientes: Pacheco, don diego** Rejón, Cristóbal Salazar, Lope de107 Sedano, Juan de** Serrano, diego*, hermano de Pero Alvarez Vela, Gonzalo* totales Miguel Ángel Ladero Quesada La toma de Mazalquivir y el retorno de Nápoles... En la España Medieval 2013, vol. 36 183-224 En la España Medieval 2013, vol. 36 183-224 nº 2 2 8 12 388 hombres109 53 100 93112 142113 hombres116 24118 128120 123122 275 468 763 ton. ton. 75 80 y 45 575 nº 5 2 12 20 5115 44 tiempo servicio 06.08. a 24.09.1505 14.08 a 24.09.1505 06.08 a 24.09.1505 tiempo servicio 28.07 a 24.09.1505 07.07 a 24.09.1505 10.08 a 24.09.1505 24.08 a 24.09.1505 22.08 pago mrs. 15.700 65.520 79.950 161.170 pago mrs. 45.375 65.000 219.349 586.530 23.250 952.004 bizcocho 50 bizcocho 109 Si no se indica otra cosa, cada cifra incluye a la tripulación y a los hombres de combate en tierra (peones con diversos tipos de armas): “la gente de la mar e de la tierra”. 110 Señoríos del conde de Ayamonte 111 Al mando de Estopiñán y Marrufo. 112 Según la convocaoria regia, hay 93 hombres de mar y 200 “empavesados”, o sea lanceros. 113 142 hombes de mar. Además, 300 espingarderos, 500 ballesteros, 100 lanceros y 30 picapedreros, que incluyo entre las tropas de tierra 114 Señorío de don Pedro Puertocarrero. 115 La convocatoria del rey especifica que sean 5 carabelas y que traigan 50 peones cavadores, cuyo pago no figura en las cuentas. 116 Si no se indica otra cosa, cada cifra incluye a la tripulación y a los hombres de combate en tierra (peones con diversos tipos de armas): “la gente de la mar e de la tierra”. 117 Señoríos del duque de Béjar. 118 Es la “gente que las suele navegar”. El rey requirió además 100 peones cavadores cuyo pago no figura en las cuentas. 119 Señorío del duque de Medinaceli. 120 La convocatoria regia requería 3 carabelas con 50 hombres cada una. 121 Son naos y carabelas. 122 Es “la gente que suele navegar” en ellas. titular 1. Gibraleón y Cartaya117 2. El Puerto de Santa María119 3. Palos121 total 2. Carabelas titular 1. Lepe, Ayamonte, La Redondela110 2. Cádiz111 3. Jerez de la Frontera 4. Sevilla 5. Moguer114 total 1. Sin especificar tipo de navío III. Navíos movilizados por municipios y nobles de Andalucía Miguel Ángel Ladero Quesada La toma de Mazalquivir y el retorno de Nápoles... 221 222 nº 2125 2 4 ton. hombres123 70 192126 262 14.08 a 14.09.1505 tiempo servicio 1.266.135 pago mrs. 32.770 120.211 152.981 bizcocho 300 espingard. 500 30 ballest. 100 200 27129 Lanc. 44 peones130 30 picapedr. otros 50 albañiles127 46 peones128 [incluido en cuadro navíos] [idem] 28.08 a 24.09.1505 tiempo servicio Pago 37.500 22 quintales 15.000 18.889 37.500 123 Si no se indica otra cosa, cada cifra incluye a la tripulación y a los hombres de combate en tierra (peones con diversos tipos de armas): “la gente de la mar e de la tierra”. 124 Señorío del Adelantado de Andalucía. 125 La convocatoria regia especifica que sean de 14 y 16 bancos respectivamente. 126 192 peones lanceros, al mando del capitán Pedro Bernal. Aparte debe contarse las tripulaciones: una fusta es de 16 “bancos” y otra de 12. La convocatoria regia reclamaba 4 fustas con 200 hombres de tripulación y otros 200 “hombres de guerra escogidos” (espingarderos, ballesteros y lanceros). Estas fustas regresaron directamente de Mazalquivir a Cartagena al día siguiente de capitular la plaza. 127 Convocatoria regia: 50 albañiles y tapiadores, y 10 carpinteros. 128 La convocatoria regia requería a 50 peones ‘hombres de campo’, que fueran ballesteros o lanceros. 129 Convocatoria regia: 50 peones, del mismo tipo que los de Ronda. 130 Convocatoria regia: 100 peones, del mismo tipo que los de Ronda y Loja. Localidad Málaga y Vélez Málaga Ronda Loja Antequera Sevilla Jerez IV. tropas y otro personal de tierra movilizados en plazas de Andalucía y Granada [Navíos movilizados en la convocatoria regia que no figuran en las cuentas de pago]: 1. duque de Medina Sidonia: 2 fustas de remos, 2 tafurcas, otros 2 navíos 2. Rota (de la duquesa de Arcos): 1 navío total general titular 1. Tarifa124 2. Murcia, Lorca y Cartagena total 3. Fustas Miguel Ángel Ladero Quesada La toma de Mazalquivir y el retorno de Nápoles... En la España Medieval 2013, vol. 36 183-224 En la España Medieval 2013, vol. 36 183-224 20140 150141 145 1104 23 38 1.178 14 92 93134 100135 34136 133 174 100 49 375 49 428 20 hombres campo 90138 68139 60 peones132 20 picapedreros 24.08 a 24.09.1505 24.08 a 24.09.1505 15.10.1505 a 6.02.1506 24.08 a 24.09.1505 24.08 a 24.09.1505 24.08 a 24.09.1505 24.08 a 24.09.1505 28.08.1505 14.08 a 24.09.1505 23.08 a 24.09.1505 20.08 a 24.09.1505 24.08 a 24.09.1505 27.08 a 24.09.1505 433.400 69.543 151.150 126.388 76.280 55.900 26.796 15.000 67.500 49.140 17.460 89.352 65.975 1.358.273 131 50 espingarderos de Écija permanecieron en Mazalquivir, al mando del comendador Guil o Guill, después de la conquista, como parte de la guarnición, hasta que se “fenece cuenta” el 30 de mayo de 1506: pagos por 109.620 para ellos y 28.300 para Guil. La convocatoria regia requería 100 espingarderos y 50 ballesteros. 132 desde 10 de diciembre son sólo 47. Ganan 25 mrs/día cada uno. La convocatoria regia requería a 100 peones cavadores. 133 Convocatoria regia: 50 espingarderos, 100 ballesteros y 100 hombres de campo. La ciudad cumplió la orden, enviándolos pagados por 60 días y al mando de Simón de Berrío, regidor de la ciudad, como consta en carta del municipio, firmada por los regidores, anunciando la partida de las tropas (Archivo de la Casa de Zafra, B-28, 16 agosto 1505. Ladero, Hernando de Zafra…, p. 108). 134 La convocatoria regia especificaba que fueran 50 ballesteros de la Cofradía de Santiago y 100 hombres de campo. 135 Convocatoria regia: 100 ballesteros y hombres de campo. 136 Convocatoria regia: 50 peones hombres de campo, la mitad de ellos ballesteros. 137 Sólo figura en la cuenta de Vozmediano pero no en la cuenta general de pagos. Pueden ser los 20 hombres de campo requeridos en la convocatoria regia a don Luis de la Cueva. 138 La convocatoria regia requería 100 peones azadoneros. Son de Albaida, Cantillana, Zalamea y Almonaster. Vinieron con sus armas (espingardas, ballestas o lanzas) y sus “picaçadones” y “sirvieron muy bien”. 139 Son lugares de señorío de la orden militar de San Juan. La convocatoria regia requería 100 peones azadoneros, pero se debió rebajar la cifra ante la reclamación del prior de la orden (Archivo de la Casa de Zafra, B-27, agosto 1505. Ladero, Hernando de Zafra…, p. 108). Vinieron con armas y azadones. 140 Convocatoria regia: 50 hombres de campo, la mitad de ellos ballesteros. 141 Convocatoria regia: 100 ballesteros y 100 lanceros 142 Señorío de la sede arzobispal de Toledo. Son ballesteros y lanceros. La convocatoria regia reclamaba 150 hombres de campo, la mitad de ellos ballesteros. [Otras tropas de tierra movilizadas en la convocatoria del rey, que no figuran en las cuentas de pago]: 1. Villalba (del conde de Miranda): 50 azadoneros. 2. Carmona: 100 espingaderos y ballesteros Córdoba 205 Écija 90131 Andújar Jaén 49 Baeza Úbeda Alcalá la Real Bedmar137 Señoríos arzobispo Sevilla Lora, Tocina y Alcolea (O. San Juan) Estepa (orden de Santiago) Orden de Calatrava. Andalucía Adelantamiento de Cazorla142 totales 563 Miguel Ángel Ladero Quesada La toma de Mazalquivir y el retorno de Nápoles... 223 Miguel Ángel Ladero Quesada La toma de Mazalquivir y el retorno de Nápoles... V. “Gente de pro … personas que vinieron a servir en esta armada”143 Comendador don Fadrique de Acuña Juan de Barrasa Manuel de Benavides Francisco Clavijo Luis de Cortinas Gonzalo Fernández de Sanabria Pedro Fernández de Sotillo Pedro Girón Alonso de Godoy Gil González de Quesada Loaysa Pero López de Horozco Pedro de Ludueña Alonso de Mata Garci Méndez de Moscoso … de Mescua Comendador Diego de Moguer Diego Pérez de Vargas Juan Pérez de Godoy Alonso Ramírez Don Juan de Sandoval Sancho de Saravia Comendador Alonso de Valenzuela 143 Según una relación de pago de salarios por importe de 51.000 mrs. en la cuenta de Alonso de Vozmediano, fechada en Málaga a 4 de octubre de 1505. 224 En la España Medieval 2013, vol. 36 183-224