LEYENDAS DE JAÉN DIA DE LIBRO : 23 DE ABRIL DEL 2012 “EL DESCENSO”. Todo ocurrió hace ahora quinientos setenta y seis años, en la noche del 10 al 11 de junio de 1430. La ciudad intentaba olvidar en esa noche plácida de primavera, los dolores y quebrantos padecidos por los continuos ataques de los moros granadinos. granadinos. Su población había quedado muy mermada como nos cuenta Muñoz Garnica: “Ya no vendrían en su socorro, como en otros tiempos, las tropas de Prior de San arropados con sotana blanca y en dos filas formadas iban El hecho conmocionó a la población, y tan altos ánimos entonando rezos. cundieron que la ciudad no solo no fue abandonada sino En pos de ellos, una Señora cobijada en vestiduras blancas relucientes y con un manto laminado de oropeles destellantes, caminaba levando entre sus brazos un niño pequeño y hermoso, también vestido de blanco, desprendiéndose de ambos una estela resplandeciente que convirtió la noche en luminosa mañana. Juan y de Hurtado de Mendoza, ni las 600 lanzas al mando Detrás de la Señora, trescientas personas, entre hombre y de Pérez Sarmiento, ni las huestes aguerridas aguerridas de Úbeda y mujeres, todos vestidos de blanco, marchaban juntos sin Baeza. Murió la flor de los caballeros de Jaén peleando en la formar procesión Cerraba el cortejo, cien soldados armados, defensa de Alcaudete; se agotaron los recursos de las villas y con lanzas sobre los hombros, haciendo sonar las armas unas ciudades inmediatas; adelantados, condes, comendadores, con otras. había había levantado un gran altar, y en él, un trono plateado, La desesperación era tal que sus habitantes habían resuelto, con el Obispo Gonzalo de Estúñiga, abandonar la ciudad donde se sentó la Señora, mientras los clérigos entonaban cánticos y oraciones. muros del viejo arrabal, en el Barranco de los Escuderos, o en fueron paulatinamente debilitando el Reino de Granada, al tiempo tiempo que cesaron las acometidas y saqueos contra la ciudad de Jaén. “EL LAGARTO DE LA MALENA” HACE MUCHOS, muchísimos años en la misteriosa cueva de la que nacía el agua de la Magdalena, que todavía sigue grande ande manando, tenía su refugio una fiera que parecía un gr Las pobres gentes de Jaén, sobre todo los de los parajes próximos a aquella cueva del agua, padecían continuamente los estragos que la fiera ocasionaba. Cuando esta sentía hambre, cosa que era casi casi continua, salía de su antro y no cejaba hasta para el día de San Bernabé Bernabé o de San Juan. Y es que, aun estaba fresca la sangre derramada en los sucedió en los años posteriores, con sucesivas batallas que La procesión se detuvo al llegar al altozano situado a la espalda de la capilla de la Iglesia de San Idelfonso, donde se piedras, lombardas y máquinas de guerras”. un impulso definitivo a la reconquista, como de hecho y monstruoso lagarto, de fauces enormes e insaciables. aventureros y soldados, perecerieron en los muros y en los fosos, de lanzas o de saetas, en duelos, asaltos y batallas, con que, el milagroso suceso, sirvió de poderoso acicate para dar devorar algún animal de los mas grandes o Al llegar las doce, tañeron las campanas a maitines en la varios de los más pequeños que encontrara. El ganado Iglesia de Santa María, y aquella maravillosa aparición se menguaba alarmantemente y si el monstruo, por mala desvaneció sin dejar huella alguna. fortuna, se encontraba en su camino a alguna persona, hombre mujer o niño, se lanzaba sobre ella, la descoyuntaba los guijarros que cubrían el camino del Altozano, en la El suceso se divulgó por la ciudad a la mañana siguiente, lo entre sus horribles y potentísimas mandíbulas y se la tragaba que llenó de asombro a sus habitantes, que interpretaron en un instante. Solo con el vientre repleto, satisfecho y aquel extraordinario acontecimiento como una señal divina dorado resplandor atiborrado de carne ya fuera animal, ya fuera humana dirigida a fortalecer su ánimo, hasta tal punto decaído, que iluminó con luz cegadora, calles y tejados, penetrando en las aquella salvaje bestia de las profundidades regresaba a su habían resuelto abandonar la ciudad para evitar nuevas moradas de algunos vecinos, que atónitos contemplaron, cubil y dejaba en paz el entorno hasta que digería la carga muertes y saqueos. de su enorme estómago. “colación” de San Idelfonso, por las acometidas nocturnas de los los moros del Reino nazarí de Granada. Alrededor de la media noche, un como se encendió la noche con luz propia del medio día, sin velas ni candiles, con destellos relumbrantes que impedían su A fin de cerciorarse de la realidad de lo narrado por los contemplación, mientras los ladridos de los perros alertaban cuatro vecinos que presenciaron el suceso, la autoridad tomó fiera de que algo excepcional estaba ocurriendo. cartas en el asunto a los dos días siguientes siguientes del milagroso aterrorizados habitantes se atrevían a salir salir de sus casa y Descenso, haciendo comparecer a los citados testigos ante el refugíos para realizar sus labores o sacar a pastar a sus Provisor animales. Cuatro humildes vecinos de la colación, María Sánchez, Oficial y Vicario General Juan Rodríguez de Únicamente cuando se extendía la noticia de que la había logrado devorar una nueva presa, los Juana Hernández, no podían podían dar crédito a lo que estaban Villalpando, así como el escribano del Rey y Notario Público viendo. Con relumbres de oro, una procesión descendía por la Juan Rodríguez de Baena, levantándose acta de todo ello, y El temor era tan intenso que nadie se atrevía ya a calle Maestra del Arrabal de San Idelfonso. Siete mancebos en la que los testigos narraron cuanto ha quedado expuesto, enfrentarse a aquella monstruosa fiera porque, cada vez que barbirrapados portaban enhiestas cruces blancas, similares a conservándose dicha acta original, escrita en pergamino, en alguien lo había intentado, el monstruo había devorado al las parroquiales. Tras la capilla actual de la Virgen de la Capilla. osado. Las pérdidas eran muy considerables entre los hatos de ellos, caminaban veinte veinte clérigos, I.E.S. SAN JUAN BOSO – JAÉN. LEYENDAS DE JAÉN DIA DE LIBRO : 23 DE ABRIL DEL 2012 ganado –cabras y ovejasovejas- que pastaban por los feraces parajes estaban cerradas y aseguradas con retrancas, nadie se grosísimo tronco de encina o pino esperaba la hora en que el verdes de los alrededores y cuyos pastores no se percataban atrevía siquiera a mirar por alguna rendija. Lo que aserrador lo dividiese en tablones para modelaje u obra. Diz del tiempo transcurrido desde la última fechoría. El lagarto esperaban era el golpetazo de las quijadas al cerrarse que cierta tarde, puesto ya el sol, presentose en la casa un salía de improviso, improviso, sorprendía al pastor y sus reses, se entorno a la víctima y el pesado arrastre del lagarto de hombre de edad madura pidiendo albergue, que le fue abalanzaba sobre la más próxima, a la que retenía con su regreso hasta su cueva. concedido con las medidas colmadas, es decir, admitiéndolo bocaza y, con su ágil y fortísima cola, golpeaba alguna otra a la que después devoraba también. Cuando el pastorcillo observó que la bocaza se abría peligrosamente tras él, aprovechó la ocasión y, tras encender Así estaban las cosas hasta que, un joven pastor cuyo la mecha, le lanzó dentro la oveja muerta. El monstruo cerró viejo vie jo padre, por sus achaques y torpeza, ya no salía con el brutalmente sus mandíbulas y se tragó el cebo en un ganado, y al que la fiera había sorprendido una fría santiamén; el tiempo justo que aprovechó el pastor para mañana de invierno y le había devorado varios corderuelos, alejarse nuevamente un trecho y, vuelto hacia la fiera, se propuso enfrentarse y matar al insaciable y cruel enemigo. llamar otra vez su atención. Como Como la oveja le parecía poca Habló en su casa de lo que que iba a hacer: su padre se opuso; su cosa para su comida y allí, a poca distancia, estaba el madre se abrazó a él desconsolada y diciéndole que que muchacho, el lagarto continuó su persecución, aunque no nadie había podido antes ponerse delante de aquella bestia y iba tan rápido como al principio. seguir vivo, que era el único hijo que tenían, que qué sería de ellos, tan viejos, si él desaparecía, y muchas otras razones. El muchacho estaba decidido y había preparado, con mucha astucia, una trampa en la que esperaba que el monstruo cayera. Al final, dejando a su madre desesperada de dolor y de miedo y al padre con una paralizante duda sobre el éxito de la aventura, nuestro joven héroe se dirigió a las proximidades de la cueva del agua. Hacía varios días que el monstruo no había salido, de modo que su voracidad lo tendría apunto de aparecer. Así llegaron junto a la iglesia de San Ildefonso, que por entonces tenía una verja verja alrededor y en aquel lugar, con una horrible explosión, reventó el lagarto de la Magdalena, entre la alegría del pastorcillo y de los vecinos que, tímidamente al principio y a oleadas después, tras oír el enorme ruido y las risas y gritos y risas del héroe héroe salvador, fueron apareciendo por el lugar. las tripas tripas y, en su lugar había puesto yesca y pólvora con una mecha; había vuelto a coser el vientre y, con ella a cuestas, a una distancia prudencial, aguardaba pacientemente y no sin cierto miedo a que el lagarto asomara. cabeza por el agujero del algar, nuestro joven dio voces, mostró su oveja en alto y caminó rápidamente hacia las grueso tronco, que de él podría hacerse la imagen de un Nazareno; y notando incredulidad en en su interlocutor, con tono aseverativo, comprometiéndose llevar a cabo tal empeño si se le ayudaba a entrar el madero en habitación retirada en la que el –el escultor peregrinoperegrino- había de estar aislado por completo durante su trabajo. Sigue la tradición contando contando como los dos hombres pudieron entrar a la casa, subirlo por angosta escalera y dejarlo en reducido desván o sobrado, el pesadísimo leño; como el presunto escultor encerróse en tal departamento tras haber aconsejado paciencia al matrimonio, y como este, este, al no oír golpes, trajín de trabajo ni otro ruido, agotó aquella al siguiente día entrando sin violencia ni obstáculo en la cámara donde pudieron ver con grandísimo asombro la imagen prometida: un hermosísimo Jesús con un sudario de Trozos de la durísima piel de aquel monstruo quedaron pedacicos de ellas, que durante muchos años guardaron las familias de Jaén como recuerdo del reventón reventón de aquella fiera y de la hazaña de aquel valiente y astuto pastor que los libró de sus fechorías. Del Del maravilloso escultor nada pudieron saber pues había desaparecido. Dio parte el matrimonio, quedó la imagen en el cortijillo hasta que ambos murieron, y entonces para cumplir la última voluntad de sus dueños, fue trasladada al Convento de Carmelitas Descalzos Descalzos donde tanto tiempo estuvo. “EL ABUELO”. Cuando así lo hizo, nada mas aparecer aparecer la enorme mañana siguiente, el caminante dijo a su huésped, al ver el tosco lienzo . adheridos a los hierros de la verja y los vecinos recogieron El pastor había sacrificado una oveja, le había sacado el dicho matrimonio también a cenar en su compañía. A la RECOJAMOS LA VERSIÓN QUE D. ANTONIO ALCALÁ NOS DA: Esta es la piadosa leyenda, lector: tú ya la conocías, bien lo sé; pero no he querido privar de ella aun libro que habla exclusivamente de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Según unos en la casería del Jesus o de Jesús y según de los Descalzos, aunque bien me consta que algunos algunos segurán dirigió otros en un cortijillo que había había cerca de lo que es hoy la creyéndola y otros rechazándola. Como no es artículo de Fe pesadamente hacia él, tal vez confiada de que su pitanza Merced, iglesia no fundada hasta 1580, y que bien pudiera allá cada cual. estaba segura y no tendría tendría escape. Aumnetó su velocidad al estar en lo que hoy es la calle del Jesús, vivía un matrimonio ver que el muchacho se alejaba y, poco a poco, se le fue rico en virtud y en años, y solamente acomodado en bienes. A acercando. Todas las puertas y ventanas por las que pasaban la puerta, tendido y devastado ya por el alabadrero alabadrero , un casas. La fiera que lo vio de inmediato, se I.E.S. SAN JUAN BOSO – JAÉN. ****