La ambición femenina Women in Leadership Dicen que el siglo XXI será el siglo de China y las mujeres. ¡Ojala sea así! Desde luego las Antiguas Alumnas del IESE se lo merecen. No son "super-woman", son personas de carne y hueso, que sienten la pasión por los colores de su empresa y disfrutan dirigiendo. Comparten la ambición femenina de poder hacer las cosas mejor cada día: trabajar profesionalmente sin abandonar sus deberes sociales y familiares. ¿El "más difícil todavía"? Anabela Ferreira, Olga Barisova y Ibukun Awosika son las tres grandes protagonistas de este reportaje. Pertenecen a una minoría. Son mujeres directivas y empresarias que han apostado fuerte por desarrollar una carrera profesional en el mundo de la empresa. El 10% de los Antiguos Alumnos del IESE son mujeres. La cifra ha ido evolucionando muy positivamente durante los últimos años, sin embargo todavía es corta. El Centro de Investigación del IESE Trabajo y Familia (www.iese.edu/icwf) realizó hace dos años una interesante investigación sobre las carreras profesionales de las Antiguas Alumnas del IESE. Entre las conclusiones destaca que el 18% de ellas ocupan puestos de Dirección General, el 53% están en la dirección de un departamento, el 13% son jefas de sección y el 4% trabajan como autónomas. El 70% de las encuestadas están casadas y tienen hijos. Todas tienen estudios universitarios y el 61% cuenta con un MBA. La media de antigüedad en su empresa es de 5 años o más y proceden de todos los sectores de la actividad empresarial. No hay duda de que una buena formación en dirección de empresa es para las mujeres directivas una inversión segura en su apuesta por la empresa. Los curriculums de Anabela, Olga y Ibukun comparten solo esta línea: el Global Executive MBA. Sin embargo, hablando con ellas, descubrimos más coincidencias entre las que cabría destacar una determinante pasión por la dirección, una visión optimista del futuro y un firme propósito de hacer felices a los que les rodean. La profesora Nuria Chinchilla lo resume en una palabra: autoliderazgo. «Es imprescindible para poder dirigir a otros en los 54 diversos sectores de nuestra vida y es una condición básica de la felicidad. La mujer que ambiciona vivir plenamente su existencia personal y profesional necesita empezar con un “yo” en su misión, su papel y sus prioridades formen un todo completo, consciente, libre y responsable. La persona que dirige su propia vida no es la que escoge los senderos que otros asocian al éxito, sino la que tiene un propósito claro y es capaz de optar por el mejor camino. Este autoliderazgo se nutre de pericias, de virtudes o de valores en acción, como la conciencia del propio ser, la inteligencia emocional, la anticipación, la administración de tiempos y tensiones, la gestión de la propia carrera personal y profesional y la madurez afectiva.» Anabela Ferreira: candidata al Global Executive MBA Anabela Ferreira comenzará en junio su MBA en el IESE. Por sus circunstancias personales y profesionales, optó por un programa que le permitiera continuar trabajando en Portugal, donde reside con su familia. Anabela es directiva de dos empresas familiares (Intraplás y el Hotel Cidnay) y madre de dos niños pequeños. Intraplás es una empresa que fabrica anualmente 3.000 millones de envases de plástico para multinacionales como Danone o Nestlé, y el Hotel Cidnay es el principal establecimiento hotelero de la zona de Santo Tirso, a unos 30 kilómetros al norte de Oporto. Cuenta con cuatro estrellas y 68 habitaciones, y ha alojado en más de una ocasión a equipos de fútbol de primera línea, como sucedió con la selección francesa. Como todo, trabajar en un negocio familiar tiene ventajas e inconvenientes. «Tengo libertad absoluta para administrar mi tiempo –el lado positivo– y salir de mi trabajo cuando quiera.» Sin embargo, reconoce que la realidad es bastante distinta, la otra cara de la moneda: «Mi hermano, mi padre y yo vivimos por y para las empresas. Me despierto, vivo, como y me duermo pensando en mi trabajo, mis empresas y mis problemas profesionales. Trabajo 365 días al año». "Complicarse" la vida aún más Cabe preguntarse si una persona con las responsabilidades familiares y profesionales de Anabela Ferreira puede complicarse más la vida. La respuesta es que sí. Por eso, dentro de unos meses comenzará el Global Executive MBA, un programa extremadamente exigente –como confirmarán las otras dos directivas entrevistadas– que combina la formación presencial con el e-learning. En este sentido, Anabela confiesa que espera que el Global Executive MBA le sirva para no vivir "absorbida por el trabajo": «Espero que el Global Executive MBA sea una oportunidad excelente para abordar y cambiar esta mala costumbre. Sé que, en este aspecto, necesito ayuda». En cuanto al reto que plantea el programa, Anabela Ferreira tiene la certeza de que está capacitada para superarlo, después de que en 2003 viviera una experiencia similar con un programa de Executive Education a tiempo parcial de una escuela de negocios portuguesa. «Entonces –recuerda la directiva portuguesa– me enfrentaba a varios cambios fundamentales en la gestión del hotel y, además, mi hijo menor sólo era un bebé.» Como aquel programa, la estructura flexible del Global Executive MBA del IESE es IESE ABRIL - JUNIO 2006 / Revista de Antiguos Alumnos IESE ABRIL - JUNIO 2006 / Revista de Antiguos Alumnos 55 «Cada problema es una oportunidad de mejorar» Xantal Oller, (G-EMBA '02), European Purchase Director de Lincoln Electric Europe Esta directiva, que tuvo un hijo mientras cursaba el Global Executive MBA, considera que el éxito es «tener el lujo de poder compartir con equilibrio las diferentes plataformas de actuación como individuo: las familiares y personales, las sociales y las profesionales.» Xantal asegura que en su trayectoria profesional no se ha enfrentado a problemas por ser mujer... en las multinacionales en las que ha trabajado: «En general, los mismos que cualquier individuo con ganas de aportar crecimiento en su empresa. Cada problema a resolver es una oportunidad de mejora», explica. Sin embargo, sí que recuerda una experiencia negativa en una empresa familiar española. «Creo que la empresa familiar puede tender a tener una componente más subjetiva en sus decisiones, pues está más sujeta a la capacidad del individuo que las toma, haciéndolas más temerosas ante el riesgo de incorporar una mujer en cargos de responsabilidad.» Xantal está convencida de que sacrificar la vida personal y familiar a favor del trabajo repercute también negativamente en éste y subraya la necesidad de que la mujer pueda elegir libremente a qué dedicarse, a desarrollar una carrera profesional de primer nivel o no: «Son opciones personales, que mientras sean fruto de decisiones libres, son todas válidas e igual de lícitas.» Y reconoce el papel del IESE en su trayectoria: «El IESE completó mis conocimientos con una formación para poder acceder a cargos de más responsabilidad y me confirmó una idea que arrastraba con anterioridad: la capacidad del individuo para asumir ciertos retos es necesaria pero no suficiente. Las mujeres debemos estar presentes en los foros adecuados para que esta capacidad genuina adquiera relevancia y se transforme en acciones concretas.» Es decir, estar en el momento adecuado en el lugar adecuado. Anabela Ferreira «un elemento importante que me convenció de que podía acceder a una formación de alto nivel sin comprometer mis actividades diarias –explica. Me sería totalmente imposible cursar un programa MBA de jornada completa: mis responsabilidades diarias me impedirían ausentarme tanto tiempo». Para Anabela, otro atractivo del Global Executive MBA es el método basado en casos reales: «Esta forma de estudiar me encanta: en primer lugar, porque no se utiliza en las universidades de mi país, y también porque es una visión interesante de lo que sucede en otras empresas y permite conocer tanto los éxitos como los fracasos». Ser mejor persona En línea con su deseo de aprender a gestionar su tiempo, Anabela acudirá al IESE con unas expectativas que superan ampliamente el aprendizaje de técnicas directivas: «Aparte de cuestiones evidentes como la internacionalización y la globalización, espero que el Global Executive MBA del IESE mejore mi capacidad para dirigir a las personas, perfeccione mi conocimiento de la conducta humana y me ayude a implantar técnicas para aumentar la satisfacción de quienes conviven conmigo, tanto en el plano profesional como en el personal y familiar. Confío en mejorar mi conocimiento de la ética profesional y en estudiar más a fondo los problemas de las organizaciones humanitarias. Y estoy segura de que contribuirá a alcanzar un modo de conducirme que me ayude a abordar con mayores garantías de éxito el triple papel de madre, esposa y empresaria». » Espero que el Global Executive MBA del IESE mejore mi capacidad para dirigir a las personas, perfeccione mi conocimiento de la conducta humana y me ayude a implantar técnicas para aumentar la satisfacción de quienes conviven conmigo, tanto en el plano profesional como en el personal y familiar.» Según los expertos, la clave para mantener un sano equilibrio entre trabajo y vida privada, sin dejar de trabajar y estudiar, estriba en saber gestionar ambas esferas eficazmente; y, en este sentido, parece que Ferreira ya tiene implantados varios sistemas válidos. Por ejemplo, en las reuniones familiares está prohibido hablar de trabajo: «Tenemos un acuerdo informal que nos impide hablar de asuntos profesionales cuando estamos los doce. En casa, mi esposo y yo tenemos una regla de oro: sin excepciones, nunca hablamos de problemas del trabajo delante de los niños. También se decidió que los cónyuges nunca debían incorporarse a nuestras empresas, porque si todos trabajáramos juntos sería muy difícil tener una relación familiar sana. Consideramos importante que los respectivos cónyuges desarrollen su propia vida profesional, totalmente independiente de las nuestras». IESE ABRIL - JUNIO 2006 / Revista de Antiguos Alumnos «Ser empresaria es difícil en cualquier parte del mundo. Depende muchísimo de la ayuda que quieran prestarnos en casa. La sociedad portuguesa ha avanzado mucho en este terreno. Los hombres empiezan a darse cuenta de que su ayuda en las tareas familiares es importante. Sin embargo, todavía nos queda mucho camino por recorrer», explica Anabela Ferreira. Anabela cuenta con la ayuda de una persona que le lleva todos los asuntos relacionados con las labores domésticas y cuenta también con el apoyo de su madre: «Mi madre juega un papel muy importante en mi estabilidad. Me ayuda con mis hijos, en la compra, incluso con la ropa y la comida del mediodía. Sin ella, no tendría un momento de respiro. ¡Bendita mujer! A mediodía, siempre como en casa de mis padres. A veces me tomo unas horas libres para ir al colegio de mis hijos, por ejemplo, y como con ellos o participo en una clase de la mañana, algo que nos permiten en el colegio». Anabela Ferreira también es estricta con su horario laboral. «Trabajo hasta las 6 de la tarde, y como mucho hasta las 6:30. Prefiero empezar la jornada más temprano, para salir a esa es noticia / en portada hora. Nunca, en ninguna circunstancia, programo reuniones para después de las 5. ¡No vale la pena! Debo decir que, si estoy en Intraplás, es más difícil respetar esta norma, porque mis colaboradores son hombres. Sin embargo, en el hotel todas somos mujeres y ya nos entendemos. Durante el fin de semana procuro no ir al hotel ni a la fábrica.» No cree que las condiciones en su país sean mucho mejores o peores que en otros. «A mi juicio, ser empresaria es una tarea difícil en cualquier parte del mundo. Depende muchísimo de la ayuda que nuestros compañeros quieran prestarnos en casa. La sociedad portuguesa ha avanzado mucho en este terreno. Los hombres empiezan a darse cuenta de que su ayuda en las tareas familiares es importante para el bienestar de todos sus miembros. Sin embargo, todavía nos queda mucho camino por recorrer.» La triple vertiente del éxito Para ella, el éxito consiste en educar a los hijos, para que lleguen a ser personas "integradas", ser "una esposa excelente" y "crear riqueza en mis empresas". Tal como explica, el éxito se encuentra en «saber combinar la familia y el trabajo con la estabilidad y la diversión. He triunfado en la vida porque sé que mi éxito depende de mi capacidad para tratar con las personas, tanto parientes como empleados, y para superar los fracasos sin desanimarme nunca». Un estilo de liderazgo diferente Núria Cabutí (MBA '92), Directora de la División Infantil y Juvenil y directora de Comunicación de Random House Mondadori Núria Cabutí nos explica su fórmula: «En el trabajo, rodeándome de buenos profesionales y desarrollando un estilo de liderazgo que me ha ayudado a alcanzar los objetivos de la empresa y los míos personales. He intentado conseguir el compromiso de mi equipo en los proyectos en que hemos estamos trabajando, en delegarles amplitud de tareas y hacerles partícipes del éxito. Que no teman equivocarse, que sean creativos en la resolución de problemas y fomentando un ambiente que premie la consecución de metas y no las horas pasadas en la oficina. Una cosa curiosa es que prácticamente todas mis colaboradoras son mujeres y en muchos casos también como yo son madres. Sabemos el “coste” familiar y personal cada minuto pasado innecesariamente en la oficina y por lo tanto pienso que el nivel de efectividad y de autoexigencia que tenemos es muy elevado.» IESE ABRIL - JUNIO 2006 / Revista de Antiguos Alumnos Núria está convencida de que a las mujeres todavía se les exige un "plus" en el ámbito profesional para poder competir con sus colegas varones: «A pesar de que me parecen extremas las declaraciones de Charlotte Whitton de que “cualquier cosa que haga una mujer, debe esforzarse el doble que un hombre para que la consideren la mitad”, sí que es verdad que a una mujer se le exige más y lo que marca realmente una frontera es la maternidad. No obstante, cada vez hay más mujeres en las escuelas de negocios y los rasgos o el carácter que las empresas exigen a sus directivos están cambiando. Hay muchas mujeres que encajan bien con estos requisitos y, por lo tanto, son candidatas a ocupar puestos clave en las organizaciones». 57 «Nunca se gana sin apostar» Fernanda Rodríguez (Global-EMBA-03), directiva de Ernst & Young Corporate Finance. «El primer mentor que tuve en mi primer empleo, en Merrill Lynch, me dijo que nunca se gana en el casino sin apostar. Por tanto, mi vida ha sido una serie constante de apuestas: aposté al pedir a mi empresa el traslado de Argentina a España, aposté cada vez que cambié de empleo, y aposté al casarme.» Fernanda Rodríguez reconoce que el IESE ha sido, en su vida profesional, una apuesta segura: «Mi experiencia en el IESE me ha ayudado extraordinariamente. En el IESE se me aconsejó “hacer frente a todo y descartar lo accesorio”. ¡Hasta la fecha, el IESE ha sido la mejor apuesta de mi vida profesional!» Esta directiva asegura que la cultura laboral española, país en el que reside, le ha sorprendido: «En mi tierra natal, Argentina, lo primero era la vida familiar y después venía el trabajo; pero, en España, lo primero parece ser el trabajo. En general, los españoles trabajan demasiado y tienen jornadas excesivamente largas. Es casi como si su cultura se lo exigiera. ¿Y quién Además de todos sus compromisos, Ferreira es miembro de la junta directiva de la Asociación pro Niños Abandonados de Santo Tirso. Aunque «hacer tantas cosas a la vez puede resultar difícil, la sonrisa de una criatura me llega al alma y justifica el esfuerzo. Considero que debemos dar una parte de nuestro conocimiento a quien lo necesite. Uno de los aspectos del programa que cursé en 2003 y que me impresionó fue la amplia discusión sobre la ética social y profesional. Desde luego, éste fue otro factor importante en mi opción por el Global Executive MBA del IESE. Sé la importancia que el IESE concede a estos temas y tengo muchas ganas de participar en las discusiones a fondo del programa». puede hacer las cosas de otro modo, si todos los demás trabajan 14 horas diarias?» Esta experiencia se agudiza en el sector en el que trabaja, de modo que ha encontrado algunos modos de reservar espacios para el ámbito personal y familiar: «Por ejemplo, no me importa trabajar mucho durante la semana, si la tarea lo exige, siempre que pueda dedicar los viernes por la tarde a mis cosas y a los míos. Esas tardes no acepto reuniones ni visitas de clientes. Es un tiempo de auténtica calidad, no como el del resto de la semana, en que siempre vamos con prisas. »Otro ejemplo es tomarse algún tiempo libre después de un período de trabajo muy intenso. Las fusiones y adquisiciones exigen largas jornadas laborales durante la semana, cuando se está fraguando un acuerdo, y no creo que esto pueda cambiarlo nadie. Ahora bien: si estás bien organizado, una vez cerrado el trato has de poder tomarte algún tiempo libre para compensar las muchas horas trabajadas.» Diseñando una carrera directiva en femenino «La experiencia de Anabela y la de Ibukun ilustra muy bien el prototipo de mujeres que son capaces de entrar y salir de su carrera profesional sin demasiados problemas», explica la profesora Nuria Chinchilla. Generalmente, pertenecen a una empresa familiar o son emprendedoras. Esta condición les facilita la capacidad de conciliar los retos profesionales y personales de su vida. Cuando esta posibilidad no existe conviene adelantar acontecimientos. Ante la escasez de políticas de conciliación en las empresas o la experiencia de encontrarse bajo un techo de cristal, algu- nas de las directivas encuestadas en el informe del Centro Trabajo y Familia se ven obligadas a abandonar la empresa. De éstas, el 59% reorienta su vida profesional en otra empresa, el 27% crea la suya propia y el 12% se establece como autónoma. El diseño de una carrera directiva no es un asunto femenino. Atañe a todos los directivos. Pensar qué se quiere, visualizar las consecuencias de esos “deseos” y actuar en consecuencia adquiriendo la experiencia y formación necesaria resulta altamente aconsejable para todos. La directiva se encuentra, sin embargo, ante una limitación biológica. Por este motivo, adelantar acontecimientos y reflexionar «A los asiáticos se nos exige trabajar más tiempo» Regina Manzano (MBA '91), directora de personal para Asia de McKinsey, en Filipinas. Esta directiva de McKinsey opina que en su entorno económico y empresarial, del mismo modo que en otros países, gastar horas de oficina equivale a crear valor para la empresa: «Por lo general, a los asiáticos se nos exige trabajar más tiempo. Se considera que más horas trabajadas equivale a mejores resultados y mayor esfuerzo. Al mismo tiempo, Regina Manzano reconoce que este sobreesfuerzo se ve compensado con el apoyo que las directivas filipinas encuentran en su hogar: «Al mismo tiempo, tenemos un sólido sistema de apoyo en el hogar que nos permite trabajar mucho. Por tanto, en este caso la cultura surte un doble efecto.» personales? Regina Manzano considera que ha logrado el punto de equilibrio: «Creo que es satisfactorio, porque tengo un sistema de apoyo en el hogar; un modelo de creciente apalancamiento en la oficina (por ejemplo, la contratación de personas cada vez más capacitadas); y unos directivos que me apoyan y me permiten trabajar desde casa dos días por semana. Cuando me siento afectada por la tensión, suelo hacer gimnasia y salgo a correr.» Y explica cuál es su visión de éxito, basada en este equilibrio: «Creo que he triunfado en la vida porque he conseguido un éxito moderado en mi carrera y tengo una familia muy feliz y en expansión.» ¿Cómo logra, en estas circunstancias, combinar sus responsabilidades profesionales con las 58 IESE ABRIL - JUNIO 2006 / Revista de Antiguos Alumnos «Lo más positivo –explica la profesora del IESE Nuria Chinchilla– es concebir la carrera profesional como un recorrido con altos, bajos y pausas. Quizá, tendríamos que abandonar la imagen de la carrera ascendente.» bien sobre sus consecuencias resulta clave para acertar. Si no se tiene la suerte de poder entrar y salir con cierta facilidad del mercado laboral, es conveniente poner la imaginación a trabajar para encontrar fórmulas que permitan acelerar, frenar o correr más despacio en el camino. «Metafóricamente, no se puede pretender ir con la quinta marcha en la carrera profesional en la etapa en la que se tienen niños pequeños en casa –explica Consuelo León, investigadora asociada en el IESE. Lo más conveniente sería intentar encontrar el modo de “reducir a primera” durante ese período, aunque si se apuesta por la empresa, no siempre resulta aconsejable abandonar completamente el mundo es noticia / en portada laboral.» «Lo más positivo –explica Nuria Chinchilla– es concebir la carrera profesional como un recorrido con altos, bajos y pausas. Quizá, tendríamos que abandonar la imagen de la carrera ascendente.» No podemos olvidar, sin embargo que la opción de trabajar en casa es elegidapor muchas mujeres libremente. «Es una opción interesante que también permite desarrollar nuestras capacidades con los que más queremos: nuestra familia», explica Consuelo León. De hecho, en el siglo XX en el que hemos sido testigos de la incorporación masiva de la mujer al mercado laboral, en países muy desarrollados no suele superar la tasa del 70-75%. La profesora Nuria Chinchilla considera que la tendencia es lógica, en cierta medida. «No se trata de que todas las mujeres trabajen, sino que la sociedad ofrezca oportunidades laborales para que las que libremente lo deseen puedan optar a ello. Incorporar la visión femenina a la empresa –que es de lo que se trata– supone ganar diversidad y enriquecernos», apunta Nuria Chinchilla. Olga Borisova, alumna del Global Executive MBA Poco antes de iniciar el Programa Global Executive MBA del IESE, Olga Borisova ascendió a la dirección general del Centro de Servicio Empresarial de Japan Tobacco, Olga Borisova » En el IESE he conocido a muchas personas excelentes e interesantes, tanto profesores como estudiantes y trabajadores. Estoy aprendiendo mucho de ellos. Después de cada módulo vuelvo al trabajo con un mínimo de tres ideas nuevas, que pongo en práctica y comparto con mi equipo.» «¿Qué meta personal tenemos en nuestra vida?» Beatriz Ymbert Garavito (MBA ’93) directora general del Instituto Femenino de Estudios Superiores de Guatemala. «Durante mucho tiempo, las guatemaltecas creían que no estaban capacitadas para asumir cargos directivos y además consideran que trabajar en casa es menos importante que hacerlo en una oficina, a pesar de que la tecnología moderna les permite realizar tareas administrativas en el hogar sin descuidar las obligaciones familiares. Y algunas mujeres que sí trabajan en casa se quejan de que quieren pasar más tiempo con los suyos. No saben cómo dar a su familia calidad de tiempo, en lugar de cantidad.» Así resume Beatriz Ymbert la situación de la mujer en Guatemala. Esta Antigua Alumna, que se siente en deuda con el IESE por la capacidad de decidir bien que recibió en la escuela, considera que acomodar en una misma persona una carrera directiva y la responsabilidad familiar consiste en responder algunas preguntas fundamentales, que, en cualquier caso, son también válidas para cualquier persona: «El equilibrio entre con responsabilidades en Turquía, la Comunidad de Estados Independientes y Europa Oriental. Por esta razón, necesitaba estar el mayor tiempo posible en su oficina de San Petersburgo, de modo que el formato del Global Executive MBA le vino como anillo al dedo. «Entiendo que algunas personas prefieran interrumpir su carrera profesional para dedicarse por completo a un MBA, pero éste no es mi caso –comenta Olga. Cuando me planteé participar en un MBA busqué un programa a tiempo parcial, porque considero que es importante trabajar mientras se estudia. Tan importante como acumular conocimientos académicos es aprender de otras personas, profesores, participantes, antiguos alumnos, visitas a empresas y poder aplicar ese conocimiento inmediatamente a tu trabajo.» Más mujeres en los puestos clave de la empresa Su espíritu indómito puede ser una de las razones de que Olga Borisova obtuviera una beca del IESE, concedida cada año a una dirigente empresarial destacada. En la solicitud de la beca, expuso sus ideas y su experiencia sobre «el modo de aumentar la presencia femenina en la alta dirección de las empresas, basado en mi propio ejemplo de directiva que ha sabido triunfar, inspirar a los demás y ascender gracias al trabajo, el perfeccionamiento y la dedicación». «En el Global Executive MBA del IESE he conocido a muchas personas excelentes e interesantes, tanto profesores como estudiantes y trabajadores del centro. Estoy aprendiendo mucho de ellos –explica. Después de cada módulo vuelvo al trabajo 60 el trabajo y la vida privada llegará cuando hayamos definido nuestra meta personal en la vida: ¿Quién soy y para qué estoy aquí? Si respondemos estas preguntas correctamente, comprenderemos la importancia de considerar a la familia como la máxima prioridad de nuestro trabajo en la vida.» Por eso, para evitar que se le vaya de las manos esta esfera fundamental de su vida, ha encontrado algunos sistemas eficaces: «En mi opinión, la clave estriba en que tengo un programa semanal bien definido, aunque flexible, que me permite acabar en casa lo que había pensado hacer en la oficina.» Y aporta una reflexión en torno al éxito: «Como trabajo en una universidad, para mí el éxito llega principalmente con la ceremonia de entrega de títulos al concluir el año académico. Me vienen a la memoria las palabras de un ganador del premio Nobel: “Para el éxito, el talento es superfluo; para la felicidad, el éxito no es suficiente”.» con un mínimo de tres ideas nuevas, que pongo en práctica y comparto con mi equipo y mis asociados. Este programa ya me ha ayudado a perfeccionar el proceso de toma de decisiones, a administrarme mejor y, en consecuencia, a ser una directiva más eficaz.» La clave: gestionar bien el tiempo Olga Borisova considera que sabe "administrar bien el tiempo". Según explica, «programo mis actividades con dos o tres semanas de adelanto, reservando tiempo para los asuntos personales y para el estudio. Como utilizo una PDA sincronizada con mi ordenador portátil, siempre sé lo que tengo previsto para el resto del día y dejo tiempo suficiente para preparar las reuniones y citas. Normalmente me gusta casi todo lo que hago y creo que me las arreglo bien con mi carga de trabajo». Sin embargo, a pesar de considerarse una persona muy organizada, Olga destaca lo exigente que es el Global Executive MBA del IESE: «Necesitas una media de tres horas diarias para realizar el trabajo personal y la participación en grupos durante las fases del programa que son a distancia, más una dedicación total durante los siete módulos residenciales. Tengo menos tiempo para los deportes: solía ir al gimnasio seis veces por semana, pero ahora hago casi todos los ejercicios en casa. Naturalmente, las circunstancias de cada persona son diferentes, y por eso cada uno necesita encontrar sus propias soluciones. No existe una receta única, aparte de una planificación y una gestión del tiempo excelentes. Y yo delego todo lo posible». Lo que más tiempo le roba es el perfeccionismo. Explica que ha aprendido a no obsesionarse por «perfeccionar lo que ya es bueno, cuando todos sabemos que la perfección no existe. Por eso, ahora me basta con que sea satisfactorio. Hago las cosas en mucho menos tiempo y sólo una vez. El resultado será tal vez menos perfecto, pero a veces eso puede ser todo lo que se necesita para completar el trabajo». Al igual que la futura participante en el Global Executive MBA, Anabela Ferreira, Olga opina que los problemas asociados al equilibrio trabajo-vida privada en su país son como los de cualquier otro: «Creo que la situación es, probablemente, como en muchos otros países del mundo». Habla con franqueza de la solución, sin rehuir la responsabilidad de las propias mujeres en su trayectoria profesional y personal: «Si algún día cambio mis prioridades en la vida, ajustaré mi programa como corresponda. No creo que nadie deba proponerse ser un buen líder: si es demasiado difícil, debe de ser porque esa persona está haciendo algo mal». El apoyo del IESE La beca que Olga recibió es solo un ejemplo del apoyo que el IESE proporciona a las mujeres directivas. El Programa Global Executive MBA ofrece tres becas a través del programa Trust. Dos de estas becas se conceden a candidatas que sobresalgan por su carrera directiva. La tercera beca se dirige a candidatas emprendedoras que han conseguido desarrollar un negocio propio. Recientemente se ha puesto en marcha el Programa Lidera de la ComuIESE ABRIL - JUNIO 2006 / Revista de Antiguos Alumnos «El equilibrio entre el trabajo y la vida privada llegará cuando hayamos definido nuestra meta personal en la vida: ¿Quién soy y para qué estoy aquí? Si respondemos estas preguntas correctamente, comprenderemos la importancia de considerar a la familia como la máxima prioridad de nuestro trabajo en la vida», asegura Beatriz Ymbert Garavito. nidad de Madrid para mujeres directivas residentes en Madrid. Las 75 becas cubren el 70% del coste total de un programa PDD o PDG. es noticia / en portada Ibukun Awosika Pero las becas son solo la punta del iceberg. La apuesta por el Centro de Investigación Trabajo y familia que organiza anualmente una conferencia internacional sobre mujer y empresa, e impulsa la investigación sobre este tema, es otro ejemplo. «Tenemos gran cantidad de proyectos, como la organización de un programa enfocado sobre Empresas Familiarmente Responsables, un seminario en torno a Mujer y Liderazgo y se está estudiando incluir aspectos personales y empresariales de la conciliación en el MBA», adelanta Consuelo León. Ibukun Awosika, Antigua Alumna del Global Executive MBA Para Ibukun Awosika, directora general de la firma nigeriana The Chair Center, el acierto al combinar las exigencias planteadas a quien trabaja y estudia al mismo tiempo se fragua en el hogar. «Si estás casada, empieza con el apoyo del cónyuge y los hijos. Si no lo estás, es importante decidir con qué tipo de persona vas a casarte, porque deberá ser alguien dispuesto a participar de tus sueños y a concederte la libertad que necesitas para alcanzar tus objetivos.» Ibukun descubrió que estaba embarazada de su tercer hijo en el momento de inscribirse en el Global Executive MBA del IESE y, en su caso, disponer de ese tipo de apoyo fue esencial para poder enfrentarse al reto del Global Executive MBA con un IESE ABRIL - JUNIO 2006 / Revista de Antiguos Alumnos » El año pasado –recuerda– oí a unas españolas que se quejaban de la falta de guarderías, y dije: “Si las guarderías son tan importantes, ¿por qué no montáis una?” Y la respuesta fue: “¡Porque hay muchas complicaciones burocráticas!” A eso yo respondo: “¿Y qué? Si montar una guardería requiere mucho tiempo, no os lo penséis más. Manos a la obra. Haced que suceda. Solucionadlo.”» «En el IESE –explica Mira Yu– aprendí a clasificar las cuestiones por orden de importancia: las personas y los míos siempre figuran en el primer lugar de mi lista. Además, creo que trabajo y vida privada no se oponen, sino que se estimulan mutuamente. Siempre existen formas de hacer las cosas, si nos esforzamos lo suficiente por encontrarlas» recién nacido en casa. Aunque consideró otros programas, también a ella le convenció la estructura flexible que ofrecía el innovador programa del IESE. «Indudablemente, tuve que organizarme –explica, recordando los meses de aprendizaje a distancia y de viajes por el mundo para completar los módulos residenciales, sin dejar de dirigir su negocio. Tuve que trabajar muchos domingos por la noche y lunes por la mañana, cuando los niños ya estaban en la escuela, para cumplir cada semana el plazo, que vencía el lunes por la tarde. En mi caso dio resultado, porque convencí a los míos desde el principio y, por tanto, respetaron mi tiempo y me concedieron el espacio que necesitaba para completar el programa.» Para convencerlos, Ibukun decidió llevarse viajar con toda su familia a Barcelona para participar en el módulo inaugural del pro- grama y que conocieran lo que iba a hacer durante el Global Executive MBA. «Les presenté a mis compañeros de clase, visitaron el campus del IESE y vieron las aulas. De este modo, todo les resultó menos abstracto. Aunque no estábamos juntos en todo el día durante el módulo, al menos me veían por la mañana y por la noche. Por eso, durante los módulos posteriores, les fue más fácil apreciar lo que yo había decidido hacer. Esta solución se la recomiendo a cualquiera que participe en el programa, por el bien de los suyos.» Ibukun también cree que la cultura de su país contribuyó a sobrellevar las renuncias derivadas de la exigencia del programa: «En Nigeria tenemos una cultura que fomenta la colaboración. Las mujeres siempre han sido laboriosas, han participado en el comercio y han tenido tiempo para la familia. Las africanas aprendieron a hacer malabarismos mucho antes que las europeas. Somos más comunitarias y mucho más proclives a buscar y prestar ayuda. Podemos contar con el apoyo de la familia». En este sentido, recuerda cómo una prima suya se mudó a su casa para ayudarle en el cuidado de los niños y las tareas domésticas. El hecho de ser una empresaria con su propio negocio le facilitó el camino: «La libertad que tengo para utilizar el tiempo me permitió dedicar las tardes al trabajo, cuando era necesario, y las mañanas a otras cosas; y pude delegar muchas funciones». Aunque habría sido fácil que cada cual tirara por su lado al graduarse en 2004, Ibukun Awosika asegura que el vínculo creado durante el Programa Global Executive MBA del IESE ha dado lugar a contactos constantes entre los participantes y a diversas iniciativas: por ejemplo, han «Trabajo y vida privada se estimulan mutuamente» Mira Yu (MBA '99), directora ejecutiva de Cisco Systems China Además de sus obligaciones personales y familiares, Mira Yu ha adquirido recientemente un nuevo compromiso: el de presidir la Agrupación Territorial de Antiguos Alumnos del IESE en China. Sin embargo, a pesar de la capacidad que demuestra en el momento de gestionar estas obligaciones, confiesa que alcanzar el equilibrio es complicado: «No creo que ninguna madre trabajadora considere su vida laboral plenamente equilibrada, porque se siente culpable cada vez que debe dejar a sus hijos en casa. Lo que intento hacer, cuando estoy con los míos, es demostrarles mi cariño con pequeños detalles: a veces es una llamada telefónica, o un obsequio, o simplemente un beso», explica. 62 Esta ejecutiva explica que el IESE le ayudó a establecer prioridades: «En el IESE aprendí a clasificar las cuestiones por orden de importancia: las personas y los míos siempre figuran en el primer lugar de mi lista. Además, creo que trabajo y vida privada no se oponen, sino que se estimulan mutuamente. Siempre existen formas de hacer las cosas, si nos esforzamos lo suficiente para encontrarlas.» Y tiene muy clara su definición de éxito: «Tratar de rendir al máximo en todo lo que hago, y producir riqueza e impacto: tanto en el trabajo (para mis clientes, superiores, iguales y colaboradores) como en la familia». IESE ABRIL - JUNIO 2006 / Revista de Antiguos Alumnos «Para mí el éxito es una cuestión estrictamente personal –señala María del Pino Velázquez–, no tiene que ver con el reconocimiento social ni con lo económico. Es estar razonablemente satisfecho con lo que se hace y mantener la ambición de hacer las cosas mejor cada día» invertido conjuntamente en FINAVES, la sociedad de capital riesgo que financia iniciativas empresariales propuestas por estudiantes y Antiguos Alumnos del IESE, y también en un fondo de inversiones inmobiliarias en Rusia. Además, Ibukun participó en el Inside India, un programa del IESE celebrado en febrero en en Hyderabad y Bombay. Ibukun Awosika, que mantiene un estrecho contacto con el Centro Internacional del Trabajo y la Familia del IESE, participó en su conferencia sobre “Mujeres, negocios y sociedad en el siglo XXI”, celebrada en Madrid el año pasado, y piensa hacer lo mismo en la edición de abril de 2006. «El año pasado –recuerda– oí a unas españolas que se quejaban por la falta de guarderías, y dije: "Si las guarderías son tan importantes, ¿por qué no montáis una?" Y la respuesta fue: "¡Porque hay muchas complicaciones burocráticas!" A eso yo respondo: ¿Y qué? Si montar una guardería requiere mucho tiempo, no os lo penséis más. Manos a la obra. Haced que suceda. Solucionadlo.» Ibukun relaciona esa misma actitud positiva con el modo en que hizo frente a las exigencias del Global Executive MBA. «Sabía que tendría que esforzarme mucho, pero también sabía que era preciso hallar el modo de abordarlo.» «Nunca –subraya– utilizaré a mi familia como excusa de un fracaso empresarial, ni mi negocio como excusa de un fracaso familiar. Soy responsable de mi decisión. Quiero triunfar en los tres aspectos de mi vida: esposa, madre y empresaria. Y si pretendo abarcarlo todo, soy yo quien debe encontrar el modo de hacerlo.» «Para mí, éxito significa poder hacer realidad todos los sueños que tenga o que siga teniendo. Como madre, significa ayudar a que mis hijos se hallen a sí mismos y conviertan sus sueños en realidad. Como esposa, significa apoyar a mi marido para que triunfe en lo que decida hacer con su vida. En mis últimos días, quiero ser capaz de recordar el pasado con una sonrisa, sin tener que arrepentirme de nada. Influir en las existencias de otros –ayudarles a alcanzar sus objetivos y sus sueños, como yo he hecho con los míos– es una de las fuerzas impulsoras de mi vida.» Phil Seager Mercedes Castelló Jesús-M. Vila IESE ABRIL - JUNIO 2006 / Revista de Antiguos Alumnos Encontrar el equilibrio en cada momento Mª José Chiarri (MBA '99), Principal en DiamondCluster Mª José Chiarri cree que para acabar de igualar el papel de hombres y mujeres en el ámbito profesional y familiar son necesarios cambios en tres ámbitos: en la legislación, en el modo de gobernar y organizar las empresas y en el modo de comprender el trabajo por parte de cada persona. «Un cambio del sistema en su conjunto. Es necesario que evolucionemos hacia un entorno con jornadas laborables más razonables y flexibles, que permitan compatibilizar vida profesional y familiar, para hombre y mujer.» En la actualidad, Mª José se considera una afortunada por poder compatibilizar un puesto de responsabilidad con una generosa dedicación a su familia, después de unos años de horarios más amplios: «Sólo trabajo por la mañana para poder dedicarme a la familia por las tardes. El poder mantener un alto grado de responsabilidad con una jornada reducida es un privilegio en el entorno laboral actual.» Nunca se ha enfrentado a una situación de discriminación por el hecho de ser mujer. Sin embargo, reconoce que a las mujeres se les exige más y se exigen más a sí mismas en el plano familiar. «Quizás el matiz diferencial está en lo que se pide a la mujer –explica–, o lo que nos exigimos o queremos nosotras mismas, en el terreno familiar. Yo siento una responsabilidad de “crear un hogar” que hace que para mí tenga un coste personal mayor que para mis compañeros el no llegar a cenar a casa, el tener que trabajar todo un fin de semana.» Con todo, con una buena gestión del tiempo, es posible obtener buenos resultados: «Desde mi punto de vista, el éxito consiste en conseguir un equilibrio entre lo personal y lo profesional. Creo que el “ajuste” de esa balanza es diferente para cada individuo y que evoluciona en el tiempo. El secreto -y la dificultades encontrar ese equilibrio en cada momento.» Mantener la ambición de hacer mejor las cosas María del Pino Velázquez (MBA '91), directora general de Unísono María del Pino Velázquez está convencida de que «si el porcentaje de mujeres en las escuelas de negocios fuera del 50%, seguro que existirían mas mujeres directivas que ahora.» También lo está de que ha luchado en igualdad de condiciones con sus compañeros por ocupar responsabilidades en las empresas por las que ha pasado. «Por poner un ejemplo, yo fui ascendida estando embarazada en Vodafone.» En este sentido, Mª del Pino Velázquez señala que la responsabilidad familiar es la que exige un mayor esfuerzo a las mujeres. «A final las tareas de la casa y los niños, por mucha ayuda que tengas, descansan principalmente en nosotras.» «Para mí el éxito es una cuestión estrictamente personal –explica–, no tiene que ver con el reconocimiento social ni con lo económico. Es estar razonablemente satisfecho con lo que se hace y mantener la ambición de hacer las cosas mejor cada día.» En este sentido, reconoce la ayuda del IESE en su trayectoria profesional: «Ha sido una pieza clave en mi trayectoria, yo había estudiado Matematicas y pude aprender muchos conceptos completamente nuevos para mí y necesarios para cualquier posición directiva. En cuanto a la convivencia entre trabajo y familia, los foros sobre gestión del tiempo me han ayudado en mi aplicación personal». 63