CIENCIA JURIDICA: MAESTROS HANS KELSEN Y LOS DE LEON, NICARAGUA. Mario B. Alonso I. “Si la validez de un orden jurídico….. depende de su eficacia, o sea de la correspondencia general entre este orden y los hechos a los cuales se aplica,….. la validez de ese orden jurídico subsiste aún si algunas de sus normas están desprovistas de eficacia, y estas permanecen válidas si han sido creadas de la manera prescrita por este orden (Hans Kelsen)”. Similarmente, el Maestro Kelsen sigue teniendo validez después de haber pasado a la eternidad en California, 1973. Nació en Praga, 1881, de origen judío, siendo uno de los grandes juristas, políticos y filósofos del derecho del milenio. Igualmente, siguen teniendo actualidad aquellos Maestros de la Escuela de Derecho en León, Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, promoción 1960-1966, quienes nos presentaron a Kelsen, ayudaron a formar nuestro pensamiento “más jurídico” y a actuar como “Pater Familiae” romano. Menciono, entre otras “vacas sagradas” a los Doctores Rafael Ortega Aguilar, Guillermo Areas Rojas, José Pallais Godoy, Oscar Herdocia Lacayo, Ernesto Barrera Toruño, Ramiro Granera Padilla, Hernán Zelaya Rosales, Nicolás Buitrago Matus, Alfredo Fernández Mayorga, Edgardo Buitrago Buitrago, Eduardo Romero Silva, Roger Berríos Delgadillo, Modesto Armijo Lozano y, entre los de “la nueva ola” de entonces, Mariano Fiallos Oyanguren, Alejandro Serrano Caldera, Giovanna Serrano, Carlos Tunnermann Bernheim, Santiago Chávez Escoto, Raimundo Romero Chávez, Oscar Tenorio Hernández, Francisco Plata López, José Dolores Baltodano Mayorga, Maria Hayde Flores Rivas y José Jesús Alvarez Alvarado y los lingüistas Fidel Coloma González y Padre Ramón Barberá Ferris. Estas líneas son para recordarles a todos y a sus enseñanzas, y en ocasión del 39 aniversario del fallecimiento de Kelsen, el 19 de abril de 1973. Kelsen, creador de la Escuela de Viena, comienza enseñando Derecho en la Universidad de Viena, 1917, y es uno de los principales autores de la constitución republicana y democrática de Austria, 1920. Posteriormente, lo nombran miembro vitalicio del Tribunal Constitucional austríaco y por problemas generados por interpretaciones jurídicas, se va a la Universidad de Colonia, 1930. Por la situación política en Alemania, emigra a la Universidad de Ginebra, 1933, y publica su obra: Teoría Pura del Derecho. Pasa a la Universidad de Praga, 1936, se adentra en el derecho internacional y lo nombran profesor en la Academia de la Haya, así como juez del Tribunal de la Haya, el cual no se concreta. Con el estallido de la segunda guerra mundial y con apoyo de la Fundación Rockefeller marcha a la Universidad de Harvard, 1940, se introduce en el derecho anglosajón y publica “The General Theory of Law and State”. Posteriormente, busca “pastos mas verdes” en la Universidad de California, Berkely y da guías sobre temas jurisdiccionales relacionados con los Juicios de Nuremberg. Al firmarse la Carta de las Naciones Unidas, 1945, muchas delegaciones le consultan y su libro, El Derecho de las Naciones Unidas, es de debate obligatorio. Continúa como docente y pensador de la Ciencia Jurídica por muchos años y muere mientras escribía la Teoría General de las Normas. En la Teoría Pura del Derecho, Kelsen presenta una visión positivista del mismo (iuspositivismo), conceptuándolo científicamente, como lógica analítica pura de las normas jurídicas e independiente de ideologías, historia y moral. Pero establece que la moral es parte de la justicia, uno de los fines del Estado. Su concepción es opuesta al derecho natural (iusnaturalismo, que basa los derechos del hombre en la naturaleza humana, como universales y anteriores a cualquier sistema jurídico). Postula que toda norma emana de otra norma, cuyo origen es otra fundamental, necesaria para la validez del Derecho (Pirámide Normativa). Posteriormente, basa dicha norma en el Derecho Internacional, otorgándole primacía sobre los Derechos a nivel Estatal. Actualmente, el iuspositivismo, que mantiene que el Derecho es el Derecho Positivo u Ordenamiento Jurídico vigente y reconoce que a veces puede no ser justo o estar reñido con derechos inalienables (una de las críticas a Kelsen), sigue impactando en el desarrollo del Derecho, del Estado y de todos nosotros. Y que es la Justicia, se pregunta Kelsen dentro de su enfoque del Estado. Dice “No hubo pregunta que haya sido planteada con más pasión,….. por la que se haya derramado tanta sangre ni tantas amargas lágrimas….., acerca de la cual hayan meditado con mayor profundidad los espíritus mas ilustres, desde Platón a Kant. No obstante,….. no puede hallarse una respuesta definitiva: sólo cabe el esfuerzo por formularla mejor”. Agrega “No puedo decir que es la Justicia, la Justicia absoluta, ese hermoso sueño de la humanidad. Debo conformarme con la Justicia relativa….. Puesto que la ciencia es mi profesión….., la Justicia es para mí aquello bajo cuya protección puede florecer la ciencia, la verdad y la sinceridad. Es la justicia de la libertad, la justicia de la paz, la justicia de la democracia, la justicia de la tolerancia”. Conceptúa al Estado jurídicamente (formando con el Derecho una misma entidad) y funcionalmente, caracterizándolo como el centro común de imputación de derechos y deberes (Poder u Ordenamiento Jurídico válido o Derecho), en tiempo, territorio y población determinados, afianzando así los elementos constitutivos del Estado contemporáneo. Kelsen es uno de los principales teóricos de la democracia (“libertad profunda con tolerancia”), entre otros, como sistema participativo de elaboración del Derecho (De la Esencia y Valor de la Democracia, 1920; Teoría General del Estado, 1925 y Teoría Pura del Derecho). Por la democracia y equilibrio entre poderes estatales, desaprueba los sistemas presidencialistas rígidos y centralizadores. Propone la revisión constitucional por medio de tribunales especializados, constituidos por miembros idóneos independientes del poder judicial, enfoque usado en varios Estados. Hoy, mucho de lo anterior mantiene su validez, trazando un camino conforme a Derecho, justicia, ética, libertad y responsabilidad de actuar correctamente, para facilitar nuestra vida y desarrollo. Por eso, a los Maestros Kelsen y a los de León: con cariño y reconocimiento y, tomándolos como referencia, sugiero que establezcamos, el “día del Derecho”. El Molino, Matagalpa. El Autor es Desarrollista y Doctor en Derecho, 1966, Escuela de León, Nicaragua.