SISTEMAS DE VIGILANCIA Y CONTROL DE LAS ENCEFALOPATÍAS ESPONGIFORMES TRANSMISIBLES. INTRODUCCIÓN. Las Encefalopatías Espongiformes Transmisibles (EET) son un grupo de enfermedades neurodegenerativas que pueden afectar a diferentes especies animales y al hombre. En 1994 España comienza a aplicar medidas para prevenir, controlar y erradicar las EET mediante el control de las harinas de carne en pienso. Desde 1997 se realizan programas de control y vigilancia de EET basados en una vigilancia pasiva que siguen los criterios de la Organización Mundial de la Salud Animal (OIE) y en aplicación de la normativa comunitaria. En estos últimos años, los Programas de Vigilancia y Control de EET son uno de los programas nacionales de erradicación que anualmente se deben ejecutar previa aprobación por la Comisión Europea. En este sentido, la Unión Europea, en el marco de la Política Agrícola Común, establece como mecanismo esencial para lograr la conservación y fomento de la cabaña de los Estados miembros los programas de erradicación de enfermedades de los animales. Los programas de erradicación, articulados, especialmente, a través de las campañas de saneamiento ganadero, suponen en todos los estados miembros de la Unión Europea una de las principales medidas para la mejora de la Sanidad Animal, considerada ésta como un factor clave para el desarrollo de la ganadería, y de vital trascendencia tanto para la economía como para la salud pública, así como para el mantenimiento y conservación de la diversidad de especies animales. RÉGIMEN JURÍDICO DE LOS PROGRAMAS NACIONALES DE ERRADICACIÓN. En España, la legislación sobre sanidad animal ha tenido su base fundamental en la Ley de Epizootías de 20 de diciembre de 1952 y en el Reglamento que la desarrolla, que ha constituido un instrumento de gran utilidad en la prevención, lucha y control de las enfermedades de los animales. Los importantes cambios socio-políticos, económicos y tecnológicos acaecidos en los últimos años han hecho que resulte necesario actualizar y adecuar la legislación a las nuevas directrices del ordenamiento nacional e internacional. En este contexto, se publica la Ley 8/2003 de Sanidad Animal. Su título II, Prevención, lucha, control y erradicación de las enfermedades de los animales, establece que se someterán a programas nacionales de prevención, lucha y erradicación de enfermedades de los animales aquéllas que se determinen por la Administración General del Estado, consultadas con carácter previo las Comunidades Autónomas y consultado el Comité Nacional del Sistema de Alerta Sanitaria Veterinaria, en función de sus repercusiones económicas, sanitarias y sociales. El todavía en vigor Reglamento de Epizootías, de 4 de febrero de 1955, en su título II, Lucha contra las epizootías, dedica el capítulo XVII a las Campañas de lucha contra epizootías. El artículo 188 establece que se combatirán mediante campañas estatales desarrolladas a través de Servicios especiales de lucha, una serie de enfermedades infecto-contagiosas susceptibles de ser combatidas mediante este sistema. En la actualidad, la normativa básica sobre Programas nacionales de erradicación de enfermedades de los animales es el Real Decreto 2611/1996, de 20 de diciembre, modificado parcialmente en los años 2003 y 2004 (Reales Decretos 1047/2003, de 1 de agosto, y 51/2004, de 19 de enero). Se trata de una normativa anterior en el tiempo a la Ley de Sanidad Animal, pero sigue siendo la principal norma en esta materia: • La promulgación de este Real Decreto es consecuencia de la necesidad de dotar de mayor eficacia la aplicación y desarrollo de estos programas. • En el artículo 2, señala que se someterán a programas nacionales de erradicación la brucelosis bovina, la tuberculosis bovina, la leucosis enzoótica bovina, la perineumonía contagiosa bovina y la brucelosis ovina y caprina por brucella melitenis. Asimismo, se podrán establecer programas nacionales de erradicación para cualquier otra enfermedad infecciosa o parasitaria que determine el Comité Nacional de Cooperación y Seguimiento de los Programas Nacionales de Erradicación de las Enfermedades de los Animales (en la actualidad, Comité Nacional del Sistema de Alerta Sanitaria Veterinaria). En los momentos actuales, los programas de erradicación siguen incidiendo en enfermedades tradicionales que todavía no han sido totalmente erradicadas y cuya importancia económica y de salud pública obliga a su necesario y urgente control, y ha incorporado otras enfermedades que han incrementado su importancia en los últimos años. Todas estas actuaciones requieren por parte de las administraciones implicadas un adecuado soporte legislativo, económico, técnico-organizativo y sociológico, entendiendo por este último una adecuada concienciación y apoyo al sector productor. Como se ha indicado, el Real Decreto 2611/1996, establece que se someterán a programas nacionales de erradicación de las enfermedades de los animales la brucelosis bovina, la tuberculosis bovina, la leucosis enzoótica bovina, la perineumonía contagiosa bovina y la brucelosis ovina y caprina por brucella melitensis. Asimismo, se podrán establecer programas de erradicación para cualquier otra enfermedad que se determine por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y las Comunidades Autónomas. Entre los programas presentados anualmente a la Comisión para su contribución financiera por la Comunidad, se encuentra el Programa de Vigilancia, Control y Erradicación de la Encefalopatía Espongiforme Bovina y el Programa de Vigilancia, Control y Erradicación de la Tembladera en ovino y caprino. Los programas nacionales de erradicación de enfermedades de los animales presentados por España en el año 2006 fueron aprobados en la Decisión 2005/873/CE. PROGRAMA INTEGRAL COORDINADO DE VIGILANCIA Y CONTROL DE LAS EET. Ante la aparición del primer caso de EEB en España, se publicó el Real Decreto 3454/2000, de 22 de diciembre, por el que se establece y regula el Programa Integral coordinado de vigilancia y control de las encefalopatías espongiformes transmisibles de los animales. El programa integral coordinado de vigilancia y control de las EETs incluye cuatro programas a través de los que se articula: A) Programa de vigilancia de las EET. B) Programa de control de las sustancias empleadas en la alimentación de los animales. C) Programa de inspección de los establecimientos de transformación de subproductos y animales muertos. D) Programa de control de los materiales especificados de riesgo. A) El contenido del programa de vigilancia y control de las EET corresponde al próximo apartado. B) PROGRAMA DE CONTROL DE LAS SUSTANCIAS EMPLEADAS EN LA ALIMENTACIÓN DE LOS ANIMALES. Este programa se basa, en lo que se refiere a la prohibición del uso de proteínas animales elaboradas, en asegurar y verificar dicha prohibición en la producción, distribución, comercialización, almacenamiento y utilización de sustancias empleadas en la alimentación de los animales, teniendo en cuenta el importante papel que el empleo de piensos contaminados ha tenido en la transmisión de este grupo de enfermedades. C) PROGRAMA DE INSPECCIÓN DE LOS ESTABLECIMIENTOS DE TRANSFORMACIÓN DE SUBPRODUCTOS Y ANIMALES MUERTOS. Considerando, igualmente, la importancia epidemiológica que la transformación de determinados desperdicios animales juega en la protección contra las EETs, otro de los pilares de la vigilancia y control, el programa se basa en el control de las industrias de eliminación y transformación de animales muertos y desperdicios de origen animal, así como de las materias primas que se vayan a procesar en las mismas. D) PROGRAMA DE CONTROL DE LOS MATERIALES ESPECIFICADOS DE RIESGO. El cuarto de los programas incluidos en el programa integral se basa en la destrucción de los materiales especificados de riesgo en relación con las EETs. Se entiende por material especificado de riesgo de las especies bovina, ovina y caprina, en relación con las encefalopatías espongiformes transmisibles, los tejidos y órganos siguientes: El cráneo, incluidos el encéfalo y los ojos, las amígdalas, la médula espinal y el intestino de los bovinos de cualquier edad. El cráneo, incluidos el encéfalo y los ojos, las amígdalas y la médula espinal de los ovinos y caprinos de más de doce meses de edad o en cuya encía haya hecho erupción un incisivo definitivo, así como el bazo de los ovinos y caprinos de todas las edades. Los cadáveres de los bovinos y de los ovinos y caprinos de cualquier edad. Después de su extracción, el material especificado de riesgo deberá ser destruido completamente o entregado a una industria de transformación autorizada para su posterior eliminación. PROGRAMA DE VIGILANCIA DE LAS EET. PROGRAMA NACIONAL DE VIGILANCIA, ENCEFALOPATÍA ESPONGIFORME BOVINA. CONTROL Y ERRADICACIÓN DE LA Del grupo de enfermedades agrupadas bajo la denominación de Encefalopatías Espongiformes Transmisibles (EET), las que afectan a rumiantes, en particular la Encefalopatía Espongiforme Bovina, son las que requieren mayor atención desde un punto de vista de salud pública. Ante la aparición del primer caso de EEB el 22 de noviembre de 2000, se hizo necesaria la aplicación de actuaciones concretas, destacando las que se describen a continuación integradas en el programa de vigilancia, control y erradicación. 1. VIGILANCIA Y CONTROL. Programa de vigilancia activa. A. Se someterán a control, mediante test rápidos, en los laboratorios autorizados por las CAs: a.1. Todos los animales sacrificados para consumo humano > 24 meses: . Que deban someterse a un sacrificio especial de urgencia. . Que muestren signos clínicos diferentes de EETs, en la inspección antemortem. . Sacrificados por el procedimiento habitual para el consumo humano (dentro de esta subpoblación se diferenciarán los animales entre 24 y 20 meses y los mayores de 30 meses, por motivos de financiación comunitaria). . Sin síntomas clínicos de enfermedad, sacrificados en el marco de una campaña de erradicación (dentro de esta subpoblación se diferenciarán los animales entre 24 y 20 meses y los mayores de 30 meses, por motivos de financiación comunitaria). a.2. Todos los animales muertos y no sacrificados para consumo humano > 24 meses: . Animales bovinos muertos. . Sacrificados, no para consumo humano ni en el marco de una epeidemia, en explotación o en matadero, incluidos animales de campañas de erradicación, desvieje o similares. . De sacrificio de erradicación pertenecientes a la población de riesgo (descendientes y cohorte de edad). Todos estos animales se someterán a pruebas rápidas en los laboratorios autorizados por las CAs. En caso de que el resultado fuera positivo o dudoso, se remitirá muestra al Laboratorio de Referencia para las EETs por pruebas rápidas (Algete) para la confirmación del resultado. No obstante, las CAs podrán establecer una excepción al control de todos los animales muertos, en zonas apartadas con escasa densidad de animales en las que no se haya organizado una recogida de animales muertos, siempre que dicha excepción no haga referencia a más del 10% de la población bovina total de cada Comunidad. Las CAs podrán hacer uso también de esta excepción, en determinados periodos de tiempo en los que, bajo circunstancias climáticas extremas, en zonas concretas y afectadas por dichas condiciones, esté imposibilitado la recogida de muestras y quede interrumpido el servicio de recogida de muestras. Programa de vigilancia pasiva. B. Se someterán a control mediante pruebas histopatológicas, establecidas en el Manual OIE: b.1. Todos los animales sospechosos por sintomatología (vivo, sacrificado o muerto que presente o haya presentado anomalías neurológicas o de comportamiento o trastorno del SNC). b.2. Todos los animales de los grupos a.1. y a.2. positivos o dudosos a test rápidos en el Laboratorio de Referencia para las EETs por pruebas rápidas (Algete) Cuando el resultado del examen histopatológico sea dudoso o negativo, o cuando el material se haya autolisado, los tejidos se someterán a examen según uno de los otros métodos de diagnóstico establecidos en el citado Manual (inmunocitoquímica, inmunotransferencia, o demostración de las fibrillas características mediante microscopía electrónica). En cualquier caso, no pueden utilizarse a este efecto las pruebas de diagnóstico rápido. Dicho análisis se llevará a cabo en los laboratorios autorizados de las CAs para realizar pruebas establecidas en la Manual OIE o en su defecto, en el Laboratorio de Referencia para pruebas de diagnóstico distintas de las pruebas rápidas. Si una CA dispusiera de laboratorio autorizado para realizar dichas pruebas y se obtuviera un resultado dudoso o positivo a las mismas, la muestra se remitirá al Laboratorio de Referencia. Si el resultado es negativo, el animal será considerado negativo. 2. SOSPECHA DE LA ENFERMEDAD. Se sospechará animal sospechosos de estar infectado por una EET todo animal vivo, sacrificado o muerto que presente o haya presentado anomalías neurológicas o de comportamiento o un deterioro progresivo del estado general atribuible a un trastorno del sistema nervioso central, con respecto a los cuales no se pueda establecer otro diagnóstico a tenor de un examen clínico, de la respuesta a un tratamiento, de un examen post mortem o tras un análisis de laboratorio ante o post mortem. También se considerará sospechoso de estar infectado por la EEB todo bovino que haya sido sometido a una prueba de diagnóstico rápido de la misma que haya arrojado un resultado positivo. Sospecha en explotación. Todo propietario/responsable de los animales, ante la presencia de animales de cualquier edad, con síntomas compatibles con EET, tendrá la obligación de comunicarlo inmediatamente al veterinario de la explotación, o al veterinario oficial, en su defecto, el cual girará visita a la misma con la mayor brevedad posible. Si el veterinario constata la presencia de anomalías neurológicas o de comportamiento, o un deterioro del animal, atribuible a trastornos en el sistema nervioso central y no pudiera excluir la presencia de EET, basado bien en el examen clínico, la respuesta da un tratamiento o un examen laboratorial, tendrá la obligación de poner inmediatamente en conocimiento de los Servicios Veterinarios Oficiales (SVO) de Sanidad Animal la sospecha de EET y procederá a la inmovilización del animal. Los SVO, ante comunicación de sospecha por parte del veterinario de la explotación o el responsable de los animales, girarán visita para la comprobación de dicha sospecha. Si se constata la misma, el animal (o animales) será sometido inmediatamente a restricción oficial de movimiento y se realizará una encuesta epidemiológica de sospecha. El resto de animales de la misma especie presentes en la explotación, serán sometidos a restricción oficial de movimiento, a no ser que existan indicios de que la explotación donde se encontraba el animal cuando apareció la sospecha de EET no sea probablemente la explotación donde el animal estuvo expuesto a la enfermedad. En este caso, la autoridad competente podrá decidir que solo el animal sospechoso sea objeto de restricción oficial y, en base a la encuesta epidemiológica, podrá determinar que otras explotaciones o solo la explotación donde tuvo lugar la exposición, sean sometidas a vigilancia oficial. En caso de que la autoridad competente decida que no puede descartarse la posibilidad de infección por EET, se dará muerte al animal, si aún esta vivo, y se tomarán las muestras correspondientes, bien en la explotación o en la empresa de transformación MER, y serán remitidas al laboratorio autorizado que corresponda, para realizar las pruebas histopatológicas establecidas en el Manual OIE. Sospecha en matadero. En el caso excepcional que durante la descarga o durante la estancia del animal en el matadero, previo a su sacrificio, se detectara la presencia de sintomatología compatible con EET en algún animal, se dará aviso a los SVO de Salud Pública del matadero para que procedan a la inspección clínica del animal. En caso de que estos SVO, tras aviso de sospecha o en la inspección ante-mortem, decidan que no puede descartarse la posibilidad de infección por EET, se procederá al aislamiento del animal, sometiéndole a restricción oficial de circulación y se dará aviso a los SVO de Sanidad Animal para que giren visita a la explotación de origen del animal y procedan a la inmovilización de la explotación y la elaboración de la encuesta epidemiológica. El animal será sacrificado y, sin carnizar, será enviado a destrucción tomándose la muestra en la industria de transformación y, solo en casos excepcionales, en el matadero. Los órganos competentes en materia de sanidad animal serán los encargados de la supervisión de estos sacrificios y de la retirada de los animales y otros restos. Los responsables de estos mataderos deberán comunicar a estos servicios competentes de su Comunidad autónoma, los días y horas previstos en que se van a llevar a cabo estas actuaciones, con una antelación de, al menos, 24 horas. Cuando se realicen las pruebas de la EEB a un animal sacrificado para el consumo humano, no se llevará a cabo el marcado sanitario en la canal de dicho animal, establecido en el Real Decreto 147/1993, de 29 de enero, por el que se establecen las condiciones sanitarias de producción y comercialización de carnes frescas, hasta que se haya obtenido un resultado negativo de la prueba de diagnóstico rápido. No obstante, ello no será obligatorio si se dispone de un sistema oficial por el que los mataderos deban retener las partes de animales examinados que lleven el marcado sanitario hasta que se obtenga un resultado negativo en las pruebas de diagnóstico rápido. Se comunicará, asimismo, a los órganos competentes de las Comunidades Autónomas, la sospecha de otras EETs diferentes a la EEB y a la Tembladera. 3. CONFIRMACIÓN DE LA ENFERMEDAD Y MEDIDAS DE ERRADICACIÓN. Cuando se confirme la enfermedad por el Laboratorio de Referencia de las EETs, la Subdirección General de Sanidad Animal notificará a la autoridad competente de la Comunidad Autónoma de donde fuera originario el animal positivo este hecho, al objeto de que ésta efectúe la declaración oficial de la enfermedad y proceda a realizar la investigación epidemiológica y a aplicar las medidadas de erradicación del foco. Investigación Epizootiológica. Cuando se diagnostique una EEB se llevará a cabo una investigación que deberá identificar los siguientes puntos: • Todos los demás rumiantes presentes en la explotación en que se halle el animal en la que se haya confirmado la enfermedad. • En los casos en que se haya confirmado la enfermedad en una hembra, todos sus descendientes, que hayan nacido en los dos años anteriores o tras la aparición clínica de la enfermedad. • Todos los animales del mismo grupo de edad del animal en que se haya confirmado la enfermedad. A estos efectos, se entenderá por grupo de edad a todos los bovinos de la explotación nacidos durante los doce meses anteriores o posteriores al nacimiento de un bovino afectado y en el mismo rebaño que éste, o que durante sus primeros doce meses de vida fueron criados en algún momento con un bovino afectado y que pudieron consumir el mismo pienso que consumió el bovino afectado durante sus doce primeros meses de vida. Cuando sea posible, se precisará: • • • El origen posible de la enfermedad. Otros animales en la explotación del animal en el que se haya confirmado la enfermedad o en otras explotaciones, que puedan haber resultados infectados por el agente causante de la EET por haber recibido los mismos piensos o haber estado expuestos a la misma fuente de contaminación. La circulación de piensos potencialmente contaminados, de otros materiales o de cualquier otro medio de transmisión que puedan haber transmitido el agente de la EET a la explotación de que se trate o desde la misma. Medidas de erradicación. En el caso de diagnosticarse una EEB, o en el caso de sospecha en la que no se pueda descartar la presencia de una EET tras la realización de los oportunos análisis clínicos, laboratoriales y/oantepostmortem, se procederá a realizar un sacrificio de erradicación total o selectivo de las poblaciones indicadas a continuación. 1. Sacrificio total de erradicación. Sacrificio de: a. Todos los demás bovinos presentes en la explotación en que se halle el animal en el que se haya confirmado la enfermedad. b. En los casos en que se haya confirmado la enfermedad en una hembra, todos sus descendientes, que hayan nacido en los dos años anteriores o tras la aparición clínica de la enfermedad. c. Todos los animales del mismo grupo de edad del animal en que se haya confirmado la enfermedad. A estos efectos, se entenderá por grupo de edad a todos los bovinos de la explotación nacidos durante los doce meses anteriores o posteriores al nacimiento de un bovino afectado y en el mismo rebaño que éste, o que durante sus primeros doce meses de vida fueron criados en algún momento con un bovino afectado y que pudieron consumir el mismo pienso que consumió el bovino afectado durante sus doce primeros meses de vida. No obstante, respecto al sacrificio de todos los bovinos presentes en la explotación en que se halle el animal en el que se haya confirmado la enfermedad, la autoridad competente podrá eximir del sacrificio a los siguientes animales: a) Todos los que se hayan incorporado a la explotación de que se trate en los doce últimos meses anteriores a la aparición del caso, siempre que procedieran de otra explotación, así como su posible descendencia en dicho periodo. b) En aquellas explotaciones en las que el animal afectado hubiese entrado en la misma durante los doce últimos meses, no se procederá al sacrificio del efectivo de ganado bovino presente en la explotación. En este caso, se deberá proceder al sacrificio y destrucción completa de, al menos, los bovinos indicados en los apartados b) y c) del punto 1 (Sacrificio total de erradicación), así como de aquellos animales de los que, al no existir trazabilidad perfecta, no se pueda descartar su pertenencia a estos grupos. 2. Sacrificio selectivo de erradicación. La autoridad competente, podrá eximir del sacrificio de todos los bovinos presentes en la explotación en que se halle el animal en el que se haya confirmado la enfermedad, procediendo a la erradicación por sacrificio selectivo. En este caso y siempre que esté garantizada la identificación y trazabilidad mediante sistemas informáticos o registros de nacimiento, se procederá al sacrificio de las poblaciones de riesgo definidas por la OIE (los animales nacidos en la explotación durante los doce meses anteriores o posteriores al nacimiento del animal afectado, así como toda la descendencia nacida en los dos últimos años). Asimismo, se procederá al sacrificio de todos aquellos bovinos de los que no se pueda garantizar mediante sistemas informáticos o registros de nacimiento, su trazabilidad perfecta. La reintroducción de animales en la explotación se efectuará previa autorización de los órganos competentes de las Comunidades Autónomas. PROGRAMA NACIONAL DE VIGILANCIA, CONTROL Y ERRADICACIÓN DE TEMBLADERA EN OVINO Y CAPRINO. De las Encefalopatías Espongiformes Transmisibles (EET) que afectan a los pequeños rumiantes, la más conocida, la tembladera, es conocida desde el siglo XVIII. Desde el punto de vista de sanidad animal, dada la situación epidemiológica actual, se hace necesario establecer un plan de control, vigilancia y erradicación frente al scrapie o tembladera de los pequeños rumiantes. Las estrictas medidas de este programa se han adoptado ante la posibilidad de que estos animales pudieran padecer EEB (en 2005 apareció en Francia el primer y hasta hoy único caso de EEB en ganado caprino. En marzo de 2006 han aparecido tres ovejas sospechosas de padecer EEB y, aunque se mantienen las investigaciones, los resultados diagnósticos finales no estarán disponibles hasta 2007). 1. VIGILANCIA Y CONTROL. Vigilancia activa. A. Se someterán a control, mediante test rápidos, en los laboratorios autorizados por las CAs, una muestra que se determinará para cada CA, de las siguientes subpoblaciones: a.1. Animales sacrificados para consumo humano > 18 meses o en cuya encía hayan hecho erupción 2 incisivos definitivos. a.2. Animales no sacrificados para consumo humano > 18 meses en cuya encía hayan hecho erupción 2 incisivos definitivos: . Muertos en explotación. . Sacrificados, pero no para consumo humano ni en el marco de una campaña de erradicación. . De sacrificio de erradicación pertenecientes a la población de riesgo (descendientes y cohorte de edad). El Reglamento 1041/2006, de 7 de julio de 2006, establece el número de muestras a analizar para el presente año en el marco del programa de vigilancia activa: . Ovinos mayores de 18 meses o con dos incisivos definitivos destinados a consumo humano: 41.800 análisis como tamaño mínimo de la muestra. No obstante se podrá sustituir hasta un 50% del tamaño mínimo de la muestra con animales ovinos muertos mayores de 18 meses, a razón de 1:1. Asimismo, el 10% de los animales muestreados incluidos en esta subpoblación podrán proceder de animales sacrificados en el marco de los programas nacionales de vigilancia, control y erradicación de enfermedades animales. . Caprinos mayores de 18 meses o con dos incisivos definitivos destinados a consumo humano: 125.500 análisis como tamaño mínimo de la muestra. No obstante se podrá sustituir hasta un 50% del tamaño mínimo de la muestra con animales ovinos muertos mayores de 18 meses, a razón de 1:1. Asimismo, el 10% de los animales muestreados incluidos en esta subpoblación podrán proceder de animales sacrificados en el marco de los programas nacionales de vigilancia, control y erradicación de enfermedades animales. . Ovinos mayores de 18 meses o con dos incisivos definitivos muertos en explotación: 20.000 análisis como tamaño mínimo de la muestra. . Caprinos mayores de 18 meses o con dos incisivos definitivos muertos en explotación: 10.000 análisis como tamaña mínimo de la muestra. Dicho análisis se llevará a cabo en los laboratorios autorizados de las CAs para realizar pruebas rápidas. En caso de que el resultado fuera positivo o dudoso, se remitirá muestra al Laboratorio de Referencia para las EETs por pruebas rápidas (Algete) para la confirmación del resultado. Vigilancia pasiva. b.1 Se someterán a control mediante pruebas histopatológicas, establecidas en el Manual OIE, todos los sospechosos por sintomatología (vivos, sacrificados o muertos). Cuando el resultado del examen histopatológico sea dudoso o negativo, o cuando el material se haya autolisado, los tejidos se someterán a examen según uno de los otros métodos de diagnóstico establecidos en el citado Manual (inmunocitoquímica, inmunotransferencia). En cualquier caso, no pueden utilizarse a este efecto las pruebas de diagnóstico rápido. b.2. Todos los animales de los grupos a.1. y a.2. cuya muestra haya resultado positiva o dudosa a test rápidos en el Laboratorio de Referencia para las EETs por pruebas rápidas (Algete), se enviará inmediatamente la muestra encefálica a un laboratorio oficial para confirmación mediante inmunocitoquímica o inmunotransferencia. Dichos análisis se llevará a cabo en los laboratorios autorizados de las CAs para realizar pruebas establecidas en la Manual OIE o en su defecto, en el Laboratorio de Referencia para pruebas de diagnóstico distintas de las pruebas rápidas. Si una CA dispusiera de laboratorio autorizado para realizar dichas pruebas y se obtuviera un resultado dudoso o positivo a las mismas, la muestra se remitirá al Laboratorio de Referencia. Si el resultado es negativo, el animal será considerado negativo. 2. SOSPECHA DE LA ENFERMEDAD. Se sospechará la existencia de Tembladera en el caso de ovinos y caprinos, vivos, sacrificados o muertos que presenten o hayan presentado anomalías neurológicas o de comportamiento o un deterioro progresivo del estado general atribuible a un trastorno del sistema nervioso central, con respecto a los cuales no se pueda establecer otro diagnóstico a tenor de un examen clínico, de la respuesta a un tratamiento, de un examen post mortem o tras un análisis de laboratorio ante o post mortem. Sospecha en explotación. Todo propietario/responsable de los animales, ante la presencia de animales de cualquier edad, con síntomas compatibles con EET, tendrá la obligación de comunicarlo inmediatamente al veterinario de la explotación, o al veterinario oficial, en su defecto, el cual girará visita a la misma con la mayor brevedad posible. Si el veterinario constata la presencia de anomalías neurológicas o de comportamiento, o un deterioro del animal, atribuible a trastornos en el sistema nervioso central y no pudiera excluir la presencia de EET, basado bien en el examen clínico, la respuesta da un tratamiento o un examen laboratorial, tendrá la obligación de poner inmediatamente en conocimiento de los Servicios Veterinarios Oficiales (SVO) de Sanidad Animal la sospecha de EET y procederá a la inmovilización del animal. Los SVO, ante la comunicación de sospecha por parte del veterinario de la explotación o el responsable de los animales, girarán visita para la comprobación dicha sospecha. Si se constata la misma, el animal (o animales) será sometido inmediatamente a restricción oficial de movimiento y se realizará una encuesta epidemiológica de sospecha. El resto de animales de la misma especie presentes en la explotación, serán sometidos a restricción oficial de movimiento, a no ser que existan indicios de que la explotación donde se encontraba el animal cuando apareció la sospecha de EET no sea probablemente la explotación donde el animal estuvo expuesto a la enfermedad. En este caso, la autoridad competente podrá decidir que solo el animal sospechoso sea objeto de restricción oficial y, en base a la encuesta epidemiológica, podrá determinar que otras explotaciones o solo la explotación donde tuvo lugar la exposición, sean sometidas a vigilancia oficial. En caso de que la autoridad competente decida que no puede descartarse la posibilidad de infección por EET, se dará muerte al animal, si aún esta vivo, y se tomarán las muestras correspondientes, bien en la explotación o en la empresa de transformación, y serán remitidas al laboratorio autorizado que corresponda, para realizar las pruebas histopatológicas establecidas en el Manual OIE. Sospecha en matadero. En el caso excepcional que durante la descarga o durante la estancia del animal en el matadero, previo a su sacrificio, se detectara la presencia de sintomatología compatible con EET en algún animal, se dará aviso a los SVO de Salud Pública del matadero para que procedan a la inspección clínica del animal. En caso de que éstos SVO, tras aviso de sospecha o en la inspección ante-mortem, decidan que no puede descartarse la posibilidad de infección por EET, se procederá al aislamiento del animal, sometiéndole a restricción oficial de circulación y se dará aviso a los SVO de Sanidad Animal para que giren visita a la explotación de origen del animal y procedan a la inmovilización de la explotación y la elaboración de la encuesta epidemiológica. El animal será sacrificado y sin carnizar, será enviado a destrucción tomándose la muestra en la industria de transformación y, solo en casos excepcionales, en el matadero. Los órganos competentes en materia de sanidad animal serán los encargados de la supervisión de estos sacrificios y de la retirada de los animales y otros restos. Los responsables de estos mataderos deberán comunicar a estos servicios competentes de su Comunidad autónoma, los días y horas previstos en que se van a llevar a cabo estas actuaciones, con una antelación de, al menos, 24 horas. En caso que los resultados analíticos descarten la existencia de la enfermedad, los órganos competentes de las Comunidades Autónomas levantarán las medidas de aislamiento e inmovilización de la explotación. Cuando se realicen las pruebas a un animal sacrificado para el consumo humano, no se llevará a cabo el marcado sanitario en la canal de dicho animal, establecido en el Real Decreto 147/1993, de 29 de enero, por el que se establecen las condiciones sanitarias de producción y comercialización de carnes frescas, hasta que se haya obtenido un resultado negativo de la prueba de diagnóstico rápido. No obstante, ello no será obligatorio si se dispone de un sistema oficial por el que los mataderos deban retener las partes de animales examinados que lleven el marcado sanitario hasta que se obtenga un resultado negativo en las pruebas de diagnóstico rápido. Se comunicará, asimismo, a los órganos competentes de las Comunidades Autónomas, la sospecha de otras EETs diferentes a la EEB y a la Tembladera. 3. CONFIRMACIÓN DE LA ENFERMEDAD Y MEDIDAS DE ERRADICACIÓN. Cuando se confirme la enfermedad por el Laboratorio de Referencia de las EETs, la Subdirección General de Sanidad Animal notificará a la autoridad competente de la Comunidad Autónoma de donde fuera originario el animal positivo este hecho, al objeto de que ésta efectúe la declaración oficial de la enfermedad y proceda a realizar la investigación epidemiológica y a aplicar las medidas de erradicación del foco. Investigación Epizootiológica. Dicha encuesta comprenderá al menos, la investigación de: a) Todos los rumiantes que no sean animales de las especies ovinas y caprina de la explotación del animal en el que se haya confirmado la enfermedad. b) Cuando puedan ser identificados, los genitores, todos los embriones, óvulos y descendientes de primera generación del animal en el que se haya confirmado la enfermedad. c) Todos los demás animales de las especies ovina y caprina de la explotación del animal en que se haya confirmado la enfermedad, además de los mencionados en el punto b. d) El posible origen de la enfermedad y la identificación de otras explotaciones en las que haya animales, embriones u óvulos que puedan haber resultado infectados por el agente causante de la EET, haber recibido los mismos piensos o haber estado expuestos a la misma fuente de contaminación. e) La circulación de piensos y demás materiales potencialmente contaminados o cualquier otro medio de transmisión que pueda haber transmitido el agente de la EET a la explotación de que se trate o desde la misma. Medidas de erradicación. Si el resultado analítico confirmase o no pudiese descartar la presencia de la enfermedad, se adoptará una de las siguientes actuaciones, desde el 1 de octubre de 2003, recogidas actualmente en el Reglamento (CE) 1492/2004. (a) Muerte y destrucción de los animales de la explotación, o bien, (b) Muerte y destrucción de los animales de la explotación, salvo: • Los machos destinados a reproducción de genotipo ARR/ARR, • Las hembras reproductoras que tengan al menos un alelo ARR y no tengan el VRQ, y, si dichas hembras están preñadas en el momento de la investigación, los corderos nacidos, si su genotipo cumple los requisitos establecidos en el presente párrafo. • Los ovinos, al menos con un alelo ARR, que sean destinados a sacrificio para consumo humano. • Si lo decide la autoridad competente, los animales ovinos y caprinos de menos de dos meses de edad destinados exclusivamente a sacrificio. Si el animal infectado ha sido introducido desde otra explotación, los Estados miembros podrán decidir aplicar medidas de erradicación en la explotación de origen, además o en lugar de en la explotación en que se ha confirmado la infección. En el caso de confirmación de EEB en un animal de las especies ovina o caprina, el sacrificio y la destrucción completa de todos los animales, embriones y óvulos identificados en la encuesta epizootiológica. Tanto en una opción como en la otra, la repoblación en una explotación de ovino se basará en el genotipado de los animales candidatos, ya que solo se aceptará las siguientes entradas: • Machos ARR/ARR. • Hembras con un alelo ARR y que no posean el VRQ. • Caprinos a condición de que no haya en la explotación ningún animal destinado a la reproducción que no sea de los genotipos anteriores y se someta a la explotación a una vigilancia intensificada de la EET, que incluya ensayos de todos los animales de la especie caprina de más de 18 meses y que: • hayan sido sacrificados para el consumo humano al término de su vida productiva. • hayan muerto o hayan sido sacrificados en la explotación. • Sólo se utilizarán los siguientes productos reproductivos ovinos: esperma de machos de genotipo ARR/ARR y embriones que presenten al menos un alelo ARR y ninguno VRQ. • Excepción contemplada en el Reglamento 253/2006: hasta el 1 de enero de 2007, cuando sea difícil obtener animales ovinos de sustitución de un genotipo conocido, se podrán introducir hembras no preñadas de genotipo desconocido. Tras la aplicación de una de las dos medidas de erradicación: • La salida de ovinos ARR/ARR no estará sometida a restricción alguna. • Los ovinos con un único alelo ARR sólo podrán destinarse a sacrificio directo, salvo hembras que presenten un alelo ARR y ningún alelo VRQ que podrán ser llevadas a otras explotaciones sometidas a restricciones en aplicación de medidas de sacrificio parcial, y corderos que presenten un alelo ARR y ningún alelo VRQ a explotaciones únicamente de cebo previo al sacrificio. • Los ovinos y caprinos de menos de dos meses de edad a sacrificio directo para consumo humano (en estos casos, eliminación de cabeza y cavidad abdominal). • Resto de animales, a excepción del anterior punto, sólo podrán salir de la explotación para su destrucción. Todas estas medidas restrictivas tras la aplicación de una de las dos posibilidades de sacrificio (introducción de animales, introducción de productos reproductivos ovinos y salida de animales) seguirán aplicándose a la explotación por un periodo de tres años, a partir de: • La fecha en que todos los animales ovinos de la explotación hayan alcanzado el estatus ARR/ARR, o • El último día en que se haya mantenido en sus locales un ovino o caprino, o • En el caso de que se introduzcan caprinos, la fecha en la que se inicie la vigilancia intensificada de EET, o • La fecha en que todos los ovinos machos de reproducción sean ARR/ARR y todos los ovinos hembra destinados a la reproducción presenten como mínimo un alelo ARR y ninguno VRQ, siempre y cuando durante el periodo de tres años se obtengan resultados negativos a la prueba de detección de EET en una muestra de animales mayores de 18 meses de edad: • una muestra representativa anual de los animales de las especies ovina sacrificados para consumo humano al término de su vida productiva • todos los animales de la especie ovina que hayan muerto o hayan sido sacrificados en la explotación. Cuando la frecuencia del alelo ARR en la raza o la explotación sea baja, o cuando se considere necesario para evitar la endogamia, los Estados miembros podrán decidir: • Aplazar la destrucción durante un máximo de cinco años de cría. • Permitir que se introduzcan ovinos distintos de los indicados, siempre que no presenten un alelo VRQ. Posteriormente al sacrificio: • Destrucción higiénica de los cadáveres de forma que se asegure su destrucción total mediante los métodos descritos en el artículo 4 del Reglamento (CE) 1774/20023, que en ningún caso podrá ser mediante enterramiento. • Destrucción, según criterio de los órganos competentes de las Comunidades Autónomas de que se trate, de los piensos, harinas y componentes alimenticios de origen animal existentes en la explotación. • Limpieza y desinfección con hipoclorito de todas las zonas de riesgo de la explotación. De acuerdo al Reglamento 36/2005, desde el 1 de octubre de 2003, en los rebaños infectados, se deberá proceder al análisis de una muestra representativa de animales mayores de 12 meses o que tengan un incisivo definitivo (a partir de un censo de 500 animales mayores de 12 meses, 150 muestras). A partir del 1 de enero de 2004, de acuerdo al Reglamento 2245/2003 se determinará el genotipo de la proteína del prión por cada caso positivo de EET en ganado ovino. La Decisión 2002/1003 de la Comisión de 18 de diciembre de 2002 indica que a más tardar el 1 de julio de 2003, todos los estados miembros realizarán un estudio completo sobre el genotipo de la proteína del prión de sus especies ovinas. Todas las explotaciones que realicen comercio intracomunitario deberán estar incluidas en los controles de vigilancia activa, ya que el Reglamento (CE) 260/2003 especifica, como una de las condiciones a cumplir, que los ovinos o caprinos de reproducción y cría, sujetos a comercio intracomunitario, deberán efectuar un control por muestreo de las hembras de desvieje y destinadas a ser sacrificadas, durante al menos 3 años, a no ser que los animales destinados a dicho comercio sean de genotipo ARR/ARR. De acuerdo al Reglamento 36/2005, los Estados miembros podrán llevar a cabo el seguimiento de otros animales con carácter voluntario, especialmente: • de los animales utilizados para la producción de lácteos. • de los animales procedentes de países con casos de EET autóctonos. • de los animales que hayan consumido piensos potencialmente contaminados. • de los animales nacidos o procedentes de madres infectadas con una EET. Además de los animales a los que se determine el genotipo de la proteína del prión por cada caso positivo de EET en ganado ovino, en cada Estado deberá determinarse el genotipo del prión de una muestra mínima de animales ovinos. En España, la muestra mínima será de 600 animales. Las muestras podrán incluir animales sacrificados para el consumo humano, animales muertos en la explotación y animales vivos, y habrán de ser representativas de toda la población ovina. PROGRAMA NACIONAL DE SELECCIÓN GENÉTICA PARA LA RESISTENCIA A LAS ENCEFALOPATÍAS ESPONGIFORMES TRANSMISIBLES EN GANADO OVINO. Existen evidencias científicas que demuestran la resistencia natural de algunos animales a determinadas enfermedades, relacionada con caracteres genéticos. Esta resistencia puede ser determinada y medida utilizando técnicas de genotipado, y los estudios técnicos han llevado a la conclusión de que se puede establecer, en función del genotipo del animal, categorías de resistencia o de riesgo a padecer EET en el caso del ovino. El objetivo principal del programa es que cada raza ovina disponga de un programa de producción, que incluya, como objetivo de selección, el incremento de la frecuencia de un determinado genotipo del gen PRNP, para eliminar progresivamente los animales con genotipos de mayor sensibilidad y disponer de una cabaña de ganado ovino resistente a ese grupo de enfermedades. Es indispensable, por tanto, el análisis del genotipo del gen PRNP de toda la cabaña ovina de razas selectas, para poder establecer las medidas adecuadas en los programas de producción, para que se garantice la conservación o mejora de cada raza con la máxima resistencia genética, de acuerdo a los conocimientos científicos actuales. Es conveniente extender a los rebaños ovinos de producción no integrados por animales de raza pura la posibilidad de efectuar análisis del genotipo de sus animales reproductores y de acceder al reconocimiento oficial, según el nivel de resistencia a las EET, con el fin de extender la selección genética para resistencia a EET a toda la población ovina. El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, con la colaboración de las Comunidades Autónomas y las organizaciones de criadores de razas puras de ovino, ha diseñado el Programa nacional de selección genética para la resistencia a las EET (Programa nacional de genotipado ovino). Este programa está constituido por las siguientes actuaciones: • el establecimiento de programas de selección genética para cada raza. • la identificación individual y genotipado de los animales. • la clasificación de rebaños. • la aplicación de un sistema específico de gestión de la información (ARIES). Uno de los elementos clave del programa lo constituyen los programas de selección genética, consistentes en ampliar los programas de conservación o mejora de cada raza ovina, con la incorporación de la resistencia a las EET como objetivo de selección. La participación en el Programa nacional de genotipado ovino será obligatoria para los rebaños de alto valor genético. Los rebaños de producción podrán integrarse, voluntariamente, en el Programa nacional de genotipado. El reconocimiento oficial del estatus de resistente a EET de una explotación no se considerará criterio necesario para excluir la presencia de EET en dicha explotación. NORMAS MÍNIMAS PARA LOS REBAÑOS DE ALTO VALOR GENÉTICO PARTICIPANTES EN EL PROGRAMA NACIONAL DE GENOTIPADO OVINO (ANEXO II, APARTADO A) DEL REAL DECRETO 1312/2005, DE 4 DE NOVIEMBRE). 1. Identificación individual con bolo ruminal a todos los animales reproductores mayores de seis meses (además de la identificación correspondiente de acuerdo a la legislación en materia de identificación). No obstante, en razas que por su peso adulto o desarrollo fisiológico común no sea recomendable realizar su identificación mediante bolo ruminal con dispositivo electrónico, se identificarán mediante dos marcas auriculares con un mismo código. 2. Obligatoriedad de determinar el genotipo de todos los reproductores de la explotación antes de que se utilicen para tal fin. Se podrán genotipar voluntariamente los descendientes de reproductores genotipados que puedan ser destinados a la reproducción. 3. Para el genotipado de animales no reproductores, de edad inferior a seis meses, se podrán admitir métodos de identificación no electrónica (dos marcas auriculares). Estos animales deberán identificarse electrónicamente y genotiparse de nuevo antes de ser destinados a la reproducción. 4. Será obligatoria la eliminación de la reproducción, mediante sacrificio o castración, en un plazo de seis meses a partir de la determinación de su genotipo, de cualquier macho que posea al alelo VRQ. Se prohibirá la utilización de dosis seminales almacenadas pertenecientes a estos animales. Asimismo, se prohibirá que los machos, incluidos los donantes de esperma utilizados para inseminación artificial, que no hayan recibido la certificación en el marco del programa, se utilicen para reproducción en el rebaño. En el caso de sacrificio o castración se podrán solicitar las ayudas correspondientes. 5. Se prohibirá que las hembras de las que se conozca que presentan el alelo VRQ salgan de la explotación, excepto para su sacrificio. 6. Se podrán admitir excepciones a los requisitos establecidos para el sacrifico o castración de machos VRQ o a la prohibición de salida de hembras VRQ en el caso de razas que presenten un nivel de alelo ARR por debajo del 25%, que estén en peligro de abandono o que sean de protección especial. Las normas mínimas para los rebaños de producción (Anexo II, apartado B) del Real Decreto 1312/2005, de 4 de noviembre), son similares, con excepción de los siguientes aspectos que esta norma no recoge: 1. No se admite la alternativa de identificación mediante dos marcas auriculares para razas en las que por su peso adulto o desarrollo fisiológico común no sea recomendable realizar su identificación mediante bolo ruminal con dispositivo electrónico. 2. No se contemplan las ayudas establecidas para la eliminación de machos que posean el alelo VRQ mediante sacrificio o castración en el caso de rebaños de alto valor genético. 3. No se consideran las excepciones a la eliminación de machos VRQ mediante sacrificio o castración o a la prohibición de salida de hembras VRQ establecidas para los rebaños de alto valor genético. REQUISITOS PARA EL RECONOCIMIENTO OFICIAL DEL ESTATUS DE RESISTENTE A LAS EET. 1. NIVELES COMO RESULTADO DE SU PARTICIPACIÓN EN EL PROGRAMA NACIONAL DE GENOTIPADO OVINO. • NIVEL I: OVINOS ARR/ARRR. • NIVEL II: PROGENIE OBTENIDA EXCLUSIVAMENTE DE MACHOS ARR/ARR Y HEMBRAS ARR/ARR, ARR/AHQ O AHQ/AHQ. • NIVEL III: PROGENIE OBTENIDA EXCLUSIVAMENTE DE MACHOS ARR/ARR Y HEMBRAS QUE NO SEAN ARQ/ARQ, NI POSEAN NINGÚN ALELO VRQ. • NIVEL IV: PROGENIE OBTENIDA DE MACHOS CON, AL MENOS, UN ALELO ARR Y SIN EL ALELO VRQ, Y HEMBRAS SIN ALELO VRQ. • NIVEL V: PROGENIE OBTENIDA DE REPRODUCTORES QUE NO POSEAN EL ALELO VRQ, Y NO SE INCLUYAN EN LOS NIVELES ANTERIORES. 2. MANTENIMIENTO: LOS ÓRGANOS COMPETENTES DE LAS CA REALIZARÁN UN MUESTREO ALEATORIO PERIÓDICO DE LAS EXPLOTACIONES OFICIALMENTE RECONOCIDAS EN LAS EXPLOTACIONES O EN EL MATADERO. NORMATIVA. La base de la normativa reguladora de las EETs en España la constituye el Real Decreto 3454/2000, de 22 de diciembre, por el que se establece y regula el Programa Integral coordinado de vigilancia y control de las encefalopatías espongiformes transmisibles de los animales, y sus modificaciones. El Real Decreto 1429/2003, de 21 de noviembre, por el que se regulan las condiciones de aplicación de la normativa comunitaria en materia de subproductos de origen animal no destinados al consumo humano, constituye la norma a considerar en esta materia. El Real Decreto 1911/2000, de 24 de noviembre, por el que se regula la destrucción de los materiales especificados de riesgo en relación con las EETs, y sus modificaciones, constituye la norma a considerar en este tema. Toda esta normativa emana de un amplísimo conjunto de normas de ámbito europeo en constante renovación, fundamentalmente en lo que se refiere a las poblaciones objeto del programa, a los MER y a las medidas de erradicación y reposición, sobre todo en el caso del scrapie, si bien la normativa base la constituye el Reglamento (CE) 999/2001, del Parlamento Europeo y del Consejo, de 22 de mayo de 2001, por el que se establecen disposiciones para la prevención, el control y la erradicación de determinadas encefalopatías espongiformes transmisibles. El Real Decreto 1312/2005, de 4 de noviembre, establece el Programa nacional de selección genética para la resistencia a las encefalopatías espongiformes transmisibles en ovino, y la normativa básica de las subvenciones para su desarrollo. Jesús Cancer Pomar Departamento de Agricultura y Alimentación Diputación General de Aragón