Siglo nuevo D esde entonces, su obra provoca tanto rechazo como elogios. Nadie permanece tibio, ni siquiera la crítica especializada. No es para menos con sus tremendas patadas contra las buenas conciencias, muchas de ellas amargas píldoras dentro de empalagosos manjares. Y si se analizan las líneas argumentales de sus primeros filmes, se entenderá mejor la razón por la cual incita reacciones tan disímiles. LOS CHOCANTES INICIOS Sitcom (1998) es la historia de una familia aparentemente perfecta, nuclear y tradicional. Tanto, que parece una caricatura. Sus miembros están sacados de las series de televisión inofensivas a las que hace alusión su título. Eso, hasta NO SÓLO SE NOTA LA HUELLA DE LOS MELODRAMAS Y LAS COMEDIAS MUSICALES POR LOS ASPECTOS FORMALES DE LA CINTA, SINO TAMBIÉN POR LOS COLORES hacer su aparición una rata blanca que se pierden y terminan apresados por empieza a provocar ciertas mutacio- un ogro hambriento de efebos. nes en cada uno de ellos. Lo retorcido Ese mismo año, el incansable Ozon abundará. lleva a la pantalla grande una obra de Esta ópera prima fue suficiente pa- juventud de Rainer Werner Fassbinder, ra sacar a Ozon del anonimato. Gotas de agua sobre piedras calientes, y al No conforme con ello, el siguiente siguiente, teniendo como protagonista año aparece Los amantes criminales, una a la actriz inglesa Charlotte Rampling, reescritura de “Hansel y Gretel” desde logra rodar Bajo la arena. Sin embargo, la perversión. La historia gira alrede- es hasta 2002 cuando el incansable didor de una jovencita manipuladora que rector logra reunir en una sola película seduce a su virginal novio para así ma- a algunas de las más grandes actrices tar a un compañero de clase de origen del cine francés. El resultado, una cinta árabe. Cuando se dirigen a enterrar el única por su hibridismo de géneros, 8 cuerpo al bosque, los dos adolescentes mujeres, la cual podría clasificarse como una tragicomedia musical-policíaca. Sitcom, 1998. SÓLO LAS MUJERES La primicia forma parte de una fórmula conocida y ha sido recreada hasta el hartazgo. Ozon está consciente de este hecho. Corren los años cincuenta en la campiña francesa cuando un magnate muere apuñalado en su mansión. Nadie puede escapar del sitio. Hay una tormenta de nieve y el teléfono ha sido cortado. Las ocho mujeres que rodeaban en vida al hombre son las sospechosas. Y cada una, por supuesto, tiene un motivo para enviarlo al camposanto. A las ocho las interpretan Catherine Deneuve, Isabelle Huppert, Fanny Ardant, Emmanuelle Béart, Danielle Darrieux, Virginie Ledoyen, Firmine Richard y Ludivine Sagnier. Desde los créditos, cada mujer es una flor deslumbrante, aunque plantada en un jardín de divas. Desde Sirk hasta Minnelli, desde Crimen por muerte hasta Gosford Park, pasando por Agatha Christie, así podrían resumirse las influencias de Ozon en su quinto largometraje. Pero las principales serían la obra base de Robert Thomas y Las mujeres (1939) de Cukor. En el reparto no había ningún 28 • Sn